༻𓊈𒆜18: Side to side 𒆜𓊉༺
Comenten hasta por si acaso, porque en serio me hace ilusión que después de tanto tiempo, me cuenten que les está pareciendo la historia o si tienen alguna teoría. Este es su momento de demostrarme que si la extrañaron, porque me pidieron mucho que actualice como para no digan nada en comentarios :c
Gracias por la comprensión <3
Un último acorde se escuchó en la habitación y Jungkook se permitió dejar a un costado su guitarra, la cual estuvo tocando desde hace un buen rato. El alfa tomó la pequeña libreta que mantenía en su mesita de noche y anotó las últimas notas que se dedicó a probar para crear la melodía base de la canción en la que Liberté y él deberían empezar a trabajar próximamente. La tarea de componer le resultaba muy relajante, la simple acción de rasguear notas al azar con su púa —vieja, pero favorita— e ir creando música de la nada, era una de las sensaciones que jamás cambiaría por nada del mundo. Sobre todo, cuando los resultados le parecían adecuados en un tiempo récord, porque cuando la inspiración estaba del lado del artista, la situación se resolvía como por arte de magia; más cuando ya tenía idea de lo que quería expresar con unas buenas letras.
Una tenue sonrisa se pintó en sus labios gracias a la satisfacción desbordante que se coló en su corazón al recordar una melena rubia, una sonrisa cuadrada y unos ojos avellanados cubiertos por densas pestañas. Porque sí, su musa para el nuevo single que se presentaría en el evento exclusivo de Dior y Louis Vuitton, era nadie más que el omega que lo tenía con la cabeza en otro mundo, Taehyung. Aquel pensamiento le estuvo rondando en la mente desde que cayó en cuenta de sus fuertes sentimiento hacia el mencionado, pero debido al trabajo que seguía pendiente entre ellos, había decidido no prestarle demasiada atención. El álbum OST para el drama "Rise & Shine" seguía siendo lo primordial y toda su creatividad debería estar centrada en dicho proyecto, pero ahora que Jungkook contaba con la oportunidad perfecta para desahogar cada una de las emociones que hacían latir su corazón y emocionar a su lobo, no pensaba desaprovecharlo.
Tampoco es como que se tratara de una declaración de amor. Quizá optaría por algo así a futuro, pero la inspiración detrás de este tema se basaba por completo en la personalidad fuerte, apasionada y aguerrida del actor. Namjoon le comunicó al rockstar hace poco cuál sería el tema de la pasarela, pues ya había hablado con el resto de los miembros de Liberté —consiguiendo absoluta aprobación—, y le resultó imposible no ver similitudes con Taehyung. Era como si el destino estuviera dándole cuerda para expresar lo mucho que adoraba al ser que le resultaba etéreo en belleza externa y precioso en su interior. Esta canción era un ofrenda silenciosa, un poema de un fiel devoto a una eminencia que anhelaba día a día, sin aparente dedicatoria, pero llena de verdades que esperaba decir algún día, porque con el pasar del tiempo, le resultaba más difícil mantenerlas atrapadas en su garganta.
Dos semanas habían transcurrido desde que Namjoon apareció en su puerta con la noticia, unos días desde que le dio más detalles al respecto y cuatro días desde que vio por última vez a Taehyung. Aparentemente al director se le metió la idea de aprovechar a grabar unas tomas extras en una cafetería famosa —y difícil de reservar—de la ciudad, trayendo como consecuencia una modificación en los horarios y, por ende, a la pareja no le quedó de otra que aplazar sus sesiones productivas en más de un sentido. Y Jungkook fácilmente podría describirlo como un jodido calvario.
Maldición, no era normal extrañar tanto a alguien, pero lo hacía. Le dolía el alma por no compartir un mismo espacio con el omega y un escozor punzante atacaba su corazón de solo recordarlo. El alfa pensaba que era patética su actitud, pues no tenía constancia alguna de no ser el único que se sentía de ese modo cuando llegaba a sobre pensar su situación con Kim. Jeon se preguntaba si lo anhelaba con la misma intensidad o si su imagen rondaba sus pensamientos al menos una vez al día como a él le sucedía.
Si alguien le hubiera dicho que enamorarse tanto, desconociendo si sería correspondido, era como caer en un abismo sin fondo, de verdad que hubiera preferido no clavarse tanto. Su mente era su peor enemigo últimamente, pero se las arreglaba para mantenerla al límite. El impulso de querer estar cerca de Taehyung era inconmensurable y lo peor era que su lobo lo aprobaba en su totalidad; el animal no paraba de incitarlo a ir en su búsqueda y llevarlo de vuelta consigo a su hogar, a su cama, marcarlo con su aroma, consentirle cada uno de sus caprichos y dejarlo con las piernas temblando. Sin embargo, trabajo era trabajo y en cosas como esas, ninguno de los dos podía intervenir; porque era algo que se les salía de las manos y también lo habían estipulado en su contrato. Eran grandes profesionales y debían comportarse como tal, por el amor a la diosa Luna.
Ya rompieron varias reglas como para continuar haciéndolo, ¿no?
Tampoco era como si tuvieran contacto cero. Ellos compartían mensajes a diario, así fuera para hablar de una cosa tan banal como el clima o alguna noticia viral, pero no parecía ser suficiente. Por esa razón, Jungkook se animó a marcarle a Taehyung el día anterior y cuando este le respondió, argumentando que, si podía conversar con él, pues le estaban arreglando las uñas —las cuales debían lucir espectaculares cuando la cámara enfocara sus manos tocando su guitarra eléctrica de color verde—, el alfa pudo estar en paz. Además, gracias a esa conversación que sin querer se volvió un coqueteo descarado, el omega se había animado a darle un inesperado regalito unos minutos después de haber dado por finalizada la charla.
Luego de que la llamada se cortara, la preocupación invadió cada parte de Jungkook, quien se puso a pensar lo insensatos que ambos fueron como para ponerse a ligar estando Taehyung acompañado por alguien más. Aunque tal vez el actor tenía la suficiente confianza con su manicurista como para hacer algo de ese tipo o quizá no era la primera vez... No, mierda, a él no debía importarle nada de eso. Pasado era pasado y las inseguridades que lo atormentaban no tendrían que afectarle cuando ellos ni siquiera eran nada.
El rockstar pudo seguir torturándose con esos pensamiento intrusivos, pero cuando el sonido de una notificación se hizo presente y sus ojos chocolate captaron que se trataba del omega, el alfa optó por dejar todo de lado. La mandíbula de Jungkook se desencajó cuando abrió el mensaje que se resumía en un foto con una descripción igual o más reveladora que la misma.
No te comas la cabeza pensando que mi manicurista podría vender información jugosa a cualquier medio de comunicación, porque no lo hará. Se trata de una persona de suma confianza y que jamás buscaría hacerme daño, porque es la misma que se la vive diciéndome que debería buscar a una persona que me haga feliz. Con decirte que ella me acaba de dar la idea de que te envíe esto como un agradecimiento y una disculpa por no poder vernos en estos días. Vale aclarar que ella no sabe quién eres, ni de donde te conozco, pero sabe por mi propia boca que estoy compartiendo mi tiempo con alguien. Grande fue su sorpresa al enterarse, ya que nunca he hecho algo tan atrevido con ella enfrente, eres el primero, pero está muy contenta por mí. Así que espero ella no se equivoque y esta foto te guste mucho, alfa.
Diosa, ¿qué si le gustaba?
Gustar era poco, encantar no era ni la mitad de lo que le provocaba, y fascinar se podría decir que estaba más cerca de lo que evocaba en él, aunque igual no bastaba.
La foto era hermosa, tanto que parecía que un fotógrafo profesional la capturó con su cámara de alta gama, pero no era el caso en absoluto. Se trataba de una selfie, en la que el rostro de Taehyung no era el protagonista, porque el principal poco de atención eran una de sus manos, la cual yacía perfectamente cuidada, y que estaba posada sobre en medio de las clavículas que tantas veces había marcado con su boca, enmarcando con delicadeza el elegante cuello de su portador. Los oscuros pezones apenas se podían vislumbrar entre la abertura de la camisa blanca, pero la tersa piel acanelada parecía ser una sutil invitación a recorrerla con paciencia y dedicación.
La imagen no era explícita en absoluto, solo tentadora de una forma demasiado pulcra y hasta artística, pero lo había puesto tan duro que requería con urgencia de una ducha helada.
El alfa apartó sus pensamientos sugerentes por un instante para responderle al omega.
Aprecio el regalo como no te imaginas, no tengo palabras para describir cuanto me gustó, así que tu manicurista no se equivocó. Me siento tan afortunado por ser quien admire esa obra de arte tan de cerca. Eres hermoso, omega. Tu belleza superaría a la de la diosa Luna, no tengo la más mínima duda. En serio aprecio que me hagas merecedor de este privilegio, valoro la confianza y ahora que has tomado la iniciativa, que no te sorprenda si te sigo la corriente. También sería la primera vez para mí, así que espero te guste. Cuídate mucho, suerte en tu trabajo, gracias por hacerme sentir tan especial y espero muy pronto la noticia de que al fin podré volver a reunirme contigo.
Casi al instante, Jungkook obtuvo una respuesta de Taehyung que decía: No es nada, me alegra que te guste, yo también estaré esperando verte pronto y me encantará lo que sea que estés dispuesto a enviarme por aquí. Besos.
Besos...
Sí, él quería comérselo a besos, así fueran contados, porque no quería ser invasivo, pero igual eso tendría que esperar hasta nuevo aviso. Lo más importante ahora era bajarse la calentura con agua fría. Sin embargo, de camino a la ducha, se puso a pensar en lo curioso que le parecía que Taehyung pareciera siempre leerle la mente en los momentos menos esperados, la mayoría buscando calmar cualquier espontánea inseguridad que se presentara en su cabeza, como si supiera lo que quería escuchar. Además, se sentía el elegido de la propia Luna como para tener el gusto de recibir una imagen así por parte del omega. Jungkook lo valoraba demasiado, porque muy aparte del obvio flirteo, era un gesto que demostraba su confianza a ojos cerrados con algo tan delicado como eso.
Mucha gente utilizaba ese tipo de cosas para dañar a la otra persona, lo que lo volvía un verdadero riesgo, pero, aun así, se la había enviado y eso significa un mundo. Otra cosa que le gustó en demasía fue saber que era el primero, —su ego de alfa estaba por las nubes actualmente—, por lo que cualquier miedo tonto se desvaneció y la esperanza de que su plan iba viento en popa aumentó a gran escala, pues el actor también sería su primera vez enviando algo de ese estilo. Al ser figuras públicas debían tener cuidado con todo, por lo que nunca antes se animó a mandar una foto así, pero ahora tenía alguien especial para llevarlo a cabo, sin necesidad de caer en lo explicito, solo con el afán de ser sensual y provocar, porque las ganas se las quitarían cuando estuvieran en la misma habitación; tocándose mutuamente, piel contra piel, sus aromas fusionándose hasta estar unidos en cuerpo y alma.
Aunque la joya de la corona era que la manicurista pensara que ambos estaban en una relación y que se alegrara por ellos, porque quizá, solo quizá, eso significaba que lo suyo no era como cualquier relación anterior.
Esperaba tanto no equivocarse y caer en cuenta de que todo fue una ilusión.
No sabía si podría soportar algo así.
Pero Jungkook no quería apagar su felicidad, así que se dedicó a lo que tenía que hacer y minutos después, decidió replicar la acción ajena.
El alfa envió una foto de él, sin que se le viera el rostro, siendo su torso marcado lo más destacable de las vistas que ofrecía, y proporcionando un toque de erotismo extra gracias a la toalla que envolvía sus caderas.
A Taehyung se le fue al aliento cuando lo vio y un calorcito se acomodó en su vientre bajo, pero se esforzó en disimularlo para que nadie dentro del set sospechara y lo cuestionara por ello. ¿Eso fue lo que provocó en Jungkook? Ojalá que sí, porque merecían estar en igualdad de condiciones a pesar de que él había comenzado a jugar con fuego. Y no se arrepentía y dudaba hacerlo alguna vez en su vida. Él era reservado por naturaleza, pero por ese alfa, no le molestaba dejar la cordura en el olvido. Jungkook le inspiraba tanta confianza como para que le naciera mandarle fotos de ese tipo. A fin de cuentas, era el único que lo tenía de lado a lado; quien lo volvía loco, le brindaba seguridad y lo hacía sentirse libre como nunca jamás experimento.
En el pasado, Taehyung pudo haber hecho lo mismo con anteriores parejas, pero jamás le dio la gana y la confianza ni siquiera era el problema, porque al ser tan selectivo y precavido, nunca tuvo el mal presentimiento de que alguna de las personas que dejó entrar a su vida pudieran traicionarlo de ese modo. Algunos hasta le pidieron fotos así con el fin de ponerle ese toque picante a su relación, pero de solo pensarlo, se agobiaba como si le estuvieran sugiriendo que donara su otro riñón. No le gustaba en lo más mínimo la idea de que tuvieran en su poder una foto privada de él, aunque con Jungkook todo eso cambiaba.
Si por Taehyung fuera, Jungkook podría tener un álbum completo en su galería.
En su momento, hasta el propio Jimin le dijo que no le veía lo malo si él estaba de acuerdo, obvio tomando precauciones, pues una imagen de ese tipo igual podría considerarse una bomba para cualquiera si caía en manos equivocadas, pero con ninguno de esos alfas, Taehyung quiso dar ese paso, por lo que optó por fingir demencia. Ese patrón continuó repitiéndose hasta que el rockstar apareció y se hizo un espacio en su vida. Al omega ya le había estado rondando en la cabeza sorprenderlo de esa manera, pero no verlo por tanto tiempo fue el detonante para que luego de cotillear con su manicurista, quien al mencionarle que lo veía más feliz que de costumbre, terminara revelando que mantenía una relación de exclusividad con alguien muy lindo, por lo que le incentivó a que lo recompensara con algo así.
El resto ya era historia, porque por más preguntas que rondaran su cabeza, en el fondo, el actor sabía que las palabras que el contrario le dedicaba eran cargadas de sinceridad y ni qué decir de lo que le demostraba cada vez que estaban juntos; por lo que estaba seguro de que cuando Jungkook y él volvieran a estar en un mismo lugar, ninguno de los dos se contendría de demostrarle al otro cuanto se extrañaron.
Tras perderse momentáneamente en los recuerdos del día anterior, Jungkook se dedicó a revisar los mensajes que había tenido pendientes por responder, entre estos, los de Taehyung, pero a él lo dejaría para el final o si no se pondría a escribirle largo y tendido en lugar de prestarles atención a su chat grupal con los chicos de Liberté y a Somi, con quien últimamente charlaba en exceso desde que se volvieron confidentes en el plan de conquistar al bonito omega.
En la conversación que mantenía con sus amigos, los últimos mensajes trataban sobre reunirse en el estudio a cierta hora en la tarde de ese día y luego ir a tomar unas cervezas, porque preveían que no demorarían tanto, pues Jungkook ya tenía ideas sobre la letra y la melodía base. Yoongi estaba ansioso por escuchar lo que su amigo traía entre manos para darle su toque en producción y tanto Hoseok como Jackson, pensaban aportarle los detalles faltantes a lo que confiaban sería un hit, no solo en el evento, sino también en todas las plataformas musicales existentes en Corea y el mundo entero.
Por esta ocasión, Jungkook había sido el que pidió a sus compañeros que le permitirían adelantar el trabajo—y lo había hecho desde que su manager le notificó al respecto—, pues les prometió que tenía grandes ideas al respecto y ellos no dudaban nunca de la palabra de su líder; motivo por el cual, aceptaron su proposición a pesar de estar acostumbrados a trabajar en equipo desde cero como habían hecho en álbumes y singles anteriores. El alfa confirmó su presencia y envió uno de sus típicos stickers tiernos, más específicamente, uno de un conejito sonriente que decía "¡Ok!". Después continuó con el chat de su hermana, en la que esta le decía que cuando menos lo esperara, tendría a Taehyung otra vez trabajando y pasando tiempo de calidad con él. Jungkook le mandó muchos corazones como contestación, apreciando que la alfa menor se preocupara tanto.
En definitiva, se estaba ganando su puesto de dama de honor en su boda.
Una risa se le escapó de los labios de solo imaginarla diciéndole a todos los invitados que gracias a ella su "shipp se hizo real", porque la veía demasiado capaz de ello. También le fue inevitable no recordar conversación que tuvo con su hermana a raíz de la investigación que se prometió realizar sobre el tercer aroma que juraba Taehyung desprendía.
—Hermanito, te traigo noticias —confesó la alfa con una sonrisa de oreja a oreja desde la pantalla de la laptop de su hermano—. He cumplido mi palabra, y te puedo asegurar que he encontrado algo muy interesante.
—¿En serio? Qué dedicada que eres con las cosas que te interesan —bromeó, acomodándose en su cama para poder charlar con calma.
—¿Solo a mí me interesan? Que nos interesan querrás decir, porque tú quieres a Taehyungie como tu omega y yo quiero que sea mi cuñado.
—Te estaba tomando el pelo, no te enojes. Es mi gran anhelo.
—Más te vale, Jungkookie. Porque está información vale más que cualquier premio que hayas ganado con Liberté.
La determinación e ilusión con la que la chica hablaba le sacaron una sonrisa a Jungkook. Somi era igual o más apasionada que él cuando quería y esto lo demostraba, pero lo agradecía de todo corazón, porque se trataba de su confidente y único apoyo en dicha situación.
—Bueno, primero que nada, no existe ningún registro de que Taehyungie utilice un perfume o alguna loción corporal con aroma a violetas...
—¿Y eso se supone que es bueno? —cuestionó con el ceño fruncido, cruzándose de brazos porque empezaba a creer que su hermana lo había llenado de expectativas en vano—. ¿Eso fue lo que conseguiste, Somi?
—¡Por la Diosa Luna, déjame terminar! —se quejó, tomando una libreta en sus manos—. Que no use perfume me llevó a la conclusión de que efectivamente posee tres aromas...
—¿Tres aromas? Nunca he escuchado de algo así.
—Ni yo, pero aquí viene lo interesante. Bendito el momento en que me adentré tanto en Naver, hay artículos muy interesantes...
Somi abrió la libreta de par en par, pasando algunas hojas bajo la atenta y curiosa mirada de Jungkook hasta encontrar lo que necesitaba, siendo delatada por la expresión confiada que se pintó en sus facciones.
—¿Somi?
—Es bien sabido que la conexión entre omegas y alfas es más especial que ninguna otra porque ambas castas pueden compartir una marca de pertenencia que los volverá uno solo, pero, ¿qué sucedería si esto también pudiera darse entre personas que comparten jerarquía? —Jungkook levantó una ceja con incredulidad. ¿A dónde pretendía llegar su hermano con lo que sea que estuviera leyendo? —. Como parte de una investigación exhaustiva, pude dar con casos en los que personas en dichas condiciones lograron una marca con las mismas condiciones que una pareja tradicional, pues es bien sabido que esto no se da a menos que omega y alfa se los involucrados. Sin embargo, un hecho que se repetía en cada una de estas parejas era que tuvieron una atracción magnética desde el principio, y que, de ambas partes, notaron un tercer aroma que les gustaba en demasía, lo que me llevó a seguir indagando sobre el tema; encontrándome con una interesante leyenda.
¿Leyenda? ¿Qué tenía que ver una leyenda en todo esto?
Antes de que Jungkook pudiera preguntar, Somi siguió leyendo.
—Hace mucho tiempo atrás, existió una pareja de alfas que se amó tanto como para rogarle a la luna que les permitiera compartir una marca como lo haría cualquier pareja de omega y alfa. Los dos jóvenes hicieron varios rituales, dieron ofrendas y día a día iban a rezar en el templo dedicado a la diosa, esperanzados en ser escuchados a pesar de ser conscientes de que lo que pedían era imposible. Pero, un día, la mismísima Luna se presentó frente a ellos, explicándoles que sus suplicas llegaron a enternecerla lo suficiente como para estar ahí en ese preciso momento. La pareja no podía creérselo, se sentían sumamente afortunados, pero muy en el fondo sabían que la presencia de la diosa no les garantizaba del todo que su pedido se cumpliera al pie de la letra. Porque muchas veces, para ganar algo, debes perder algo de igual o más valor. Y ese fue el caso de estos jóvenes que, al aceptar el trato de la diosa sobre darles la oportunidad a ellos y a otras parejas de la misma o diferente casta de encontrar a su auténtica otra mitad, tendrían que soportar ver afectado uno de sus sentidos lobunos: el olfato, por lo que todos los aromas les parecerían horrorosos o tolerables en el mejor de los casos, exceptuando los de la persona que los complemente, a quien reconocerían por la presencia de una tercera fragancia natural. A estas parejas se les conoce como misoféngaros o medias lunas.
Somi cerró su libreta con una sonrisa, expectante a lo que su hermano le diría, pero Jungkook solo pudo ladear el rostro como si estuviera procesando hasta el mínimo detalle que la fémina le dio. Luego de unos segundos, el alfa rompió el hielo tras soltar un suspiro.
—Déjame ver si entendí, ¿estás insinuando que Taehyung y yo somos misoféngaros?
—¡Sí! Lo de ustedes no parece ser una simple coincidencia.
—Hermanita, te estás basando en una leyenda, no hay nada que sustente que sea real.
La incredulidad pintaba cada una de las facciones de Jungkook
—¿Y los casos que la persona que escribió el artículo mencionó? —argumentó Somi con genuina convicción—. Ellos dieron testimonio, es evidencia de qué si existen.
—¿Tienes el nombre del susodicho?
—No...—agachó la cabeza al caer en cuenta que los cuestionamientos de su hermano eran completamente válidos—. Es anónimo y la publicación es muy antigua.
—Peor aún, es como que yo mañana me inventara cualquier historia, la publicara en línea alegando que es real y esperara por reacciones, en las que habrá personas que me crean con los ojos cerrados y otras que dudarán hasta de mi existencia, como es mi caso justo ahora con lo que me estás contando.
—Pero tiene demasiado sentido, no me lo puedes negar.
—En absoluto lo estoy haciendo, pero sería aferrarme a una posibilidad que, en lugar de darme seguridad, solo me brindaría más incertidumbre y eso es lo que menos quiero, suficiente con lo que ya tengo. No soy de creer en estas cosas, jamás lo he hecho, y dudo hacerlo desde hoy. En serio aprecio tus esfuerzos, hermanita, pero no puedo fiarme de algo así.
—Entiendo, Jungkookie —un puchero apareció en los labios de la alfa—. Hice lo que pude, yo tampoco soy de creer en cosas así, pero esta vez te juro que tuve una corazonada, por eso me decidí a compartirlo contigo.
—Y lo valoro como no tienes idea. Es bueno contar con tu ayuda, Somi.
—El gusto es mío. Ahora te dejaré descansar, hermanito.
—Tú también descansa, ya es bastante tarde.
—Así será, capitán—la chica simuló un saludo militar, provocando las risas en ambos por largos segundos—. Buenas noches.
—Buenas noches, Somi.
Después de esa despedida, la videollamada se cortó, dejando a un Jungkook muy pensativo en las palabras de Somi. Sin embargo, el alfa se apresuró en desplazar esas ideas sin sentido de su cabeza antes de permitirse caer de lleno en los brazos de Morfeo.
Ya había transcurrido semana y media desde ese momento, pero hoy como nunca le resultó difícil a Jungkook no pensar en ello. Sería demasiado loco e irreal que algo así fuera cierto, aunque no negaría que, de ser el caso, era muy romántico creer que la luna los había elegido para vivir una unión como ninguna otra.
Negó con la cabeza, era imposible.
Y en todo caso, le bastaba con que Taehyung le correspondiera sin necesidad de la intervención divina.
Acto seguido, entró al chat con Taehyung y comprobó que le había enviado un mensaje diciéndole que el director les informó que hoy era el último día de rodaje en dicha locación, lo que significaba que con suerte al día siguiente podrían verse.
Dicha información le caía como anillo al dedo, pues durante esos cuatro días en los que no lo vio, fue cuando más pudo avanzar con la canción para el evento, el cual no había mencionado en absoluto al omega, pues quería pedirle que lo acompañara y pudiera ser testigo de su presentación.
Necesitaba tenerlo a su lado en ese momento, confesarle un poco de lo mucho que le inspiraba a pesar de que el omega no tuviera idea de que se trababa de él, pero el alfa jamás prevería los planes que el destino reservaba para ellos. Luego de responderle a Taehyung que quedaría pendiente de la hora en la que iría a su apartamento, Jungkook decidió acabar de arreglarse para irse al estudio y trabajar junto a sus chicos favoritos.
Porque mientras más pronto avanzaran, más tiempo tendrían para ensayar con el resultado final y otorgar una de las que confiaban, sería de las mejores presentaciones de Liberté.
Una que también marcaría un antes y después en la relación del actor y la estrella del rock.
❤️🔥
Taehyung se dejó caer en el sillón de terciopelo de su camerino. Estaba agotado y muerto de hambre, había sido una suerte que su estómago no protestara por algo de comida mientras grababan alrededor de tantas mesas con comida deliciosa a su alrededor. Fue tormentoso tener tantas delicias al frente, cortesía de una cafetería tan exquisita como lo era Singularity Coffee, pero lo importante era que lograron salir adelante con lo planeado por el director; quien sufrió tanto por una reservación y que temía no acabar a tiempo y que sus esfuerzos hubieran sido en vano.
En anteriores ocasiones ya la había visitado junto con Jimin y hasta con Jin, pues ellos eran fanáticos de ir probando lugares nuevos cada cierto tiempo, y la opinión que tenía sobre aquel sitio era que tenía muy bien ganado el título de una de las mejores. No le gustaba el café, pero el resto de platillos y bebidas le resultaban espectaculares. Los sabores, las texturas, los aromas, todo era maravilloso para alguien que tenía los sentidos tan desarrollados, sobre todo el del olfato, que, además, era exageradamente sensible; o le gustaba o no, así de simple.
Quizá en otra ocasión podría ir junto a Jungkook, y hacerle probar el cheesecake de moras y fresas.
Sí, le fascinaba esa idea. Y para alguien con contactos como lo era él, no le resultaría complicado hacerse de una reserva.
Solo dos buenos amigos charlando y degustando de una rica comida en una de las cafeterías más destacables de la ciudad de Seúl.
Una sonrisa triste se formó en sus labios y sus ojos ardieron por las lágrimas contenidas.
Maldita sea, no debería estar volviendo a pensar en esas cosas.
Se prometió seguir disfrutando junto a Jungkook sin sentimentalismos de por medio y eso era lo que haría hasta el final de su contrato. Era horrible no poder hablarlo con Jimin, porque se suponía que nadie debía saber, no obstante, estaba plenamente seguro de que eso lo ayudaría bastante. Aquel alfa siempre tenía las palabras adecuadas para hacerlo sentir menos mal consigo mismo. Además, el chico estaba más ocupado que él, así que tampoco podía ceder y angustiarlo con sus cosas, suficiente tenía el bailarín con el estrés de su trabajo con diferentes marcas en simultáneo.
Aunque, Taehyung sabía que ya todo estaba claro en su relación Jungkook, no tenía motivo para aferrarse a falsas esperanzas. Debía dedicarse a atesorar cada momento como si fuera el último, ya fuera intimo o no, porque la sola compañía de ese alfa ya era una curita para el corazón del omega. Por eso, decidió sacar su teléfono de una vez por todas e informarle la hora a la que iría a verlo para que pudiera organizarse si es que tenía alguna otra actividad pendiente.
Taehyung no esperó que hubiera respuesta inmediata, pues según lo que Jungkook le había dicho horas antes, era que ese día estaría un tanto desaparecido porque tenía unas cosas que hacer y que ya luego le comentaría. Gracias a esa puntual aclaración, el omega se abstuvo de indagar más, pues respetaba el silencio y la decisión del alfa. Si decía que le contaría después, así sería.
Siguió revisando su teléfono, encontrándose con que Jimin seguía sin responderle desde el día anterior, lo que significaba que el alfa debía ser más ocupaciones que persona. Con suerte antes de que el día acabara o mañana en la mañana, tendría un resumen de cómo estaba yendo la recta final del trabajo que realizaba fuera de Seúl —más específicamente en su natal Busan—, pues no le gustaba dejar al omega esperando por mucho tiempo por más ajetreado que fuera su horario. Jimin junto a un grupo de bailarines y cantantes estaban filmando un reality junto a artistas aficionados, y quien fuera el mejor, ganaría un lugar en una de las compañías que patrocinaban dicho programa. Sin duda le ganaba la curiosidad saber cómo estaba resultando, más aún al tratarse del primer programa en el que su amigo tenía tanto protagonismo.
Además, estaba seguro de que cada uno de los participantes debía estar aprovechando al máximo cada uno de los consejos de Jimin, quien era un verdadero maestro en la danza y en el canto ni se diga, aunque no se dedicara por completo a ello. Su voz era preciosa y a día de hoy, Jimin se sentían muy orgulloso de lo que provocaba en quienes le escuchaban. Lástima que no siempre fue así, porque durante mucho tiempo fue una fuerte inseguridad en la vida de su amigo, ya que era poco común que los alfas tuvieran una voz que parecía de "omega". Diosa, él entendía a la perfección su sentir cada que escuchaba esos comentarios, porque al inicio de su carrera, muchas personas llegaron a insinuar que su voz no concordaba con la de su casta.
Maldición, esos estereotipos le asqueaban y provocaban que una incontrolable impotencia recorriera cada una de sus venas. Estaban en pleno siglo XXI como para seguir con pensamientos tan estúpidos y sin sentido como esos. Para la gente era tan fácil juzgar en lugar de evaluarse a sí mismo.
Sin querer a su mente vino el recuerdo de Jungkook y sus gustos que muchos considerarían indignos de un alfa pura sangre. Si tan solo supieran que eso no le quitaba nada de alfa, porque a sus ojos era el mejor y esperaba que algún día pudiera sentirse en mayor confianza para mostrar esa parte de sí mismo sin restricciones y con el mismo orgullo con el que a día de hoy Jimin no permitía que los comentarios le afectaran.
Porque si algo aprendió el alfa de su amigo omega fue a no bajar la cabeza ante las personas que te juzgan por ser diferente al resto o a lo que se espera que seas. Jimin se empoderó como Taehyung lo hizo en su momento, sacándole provecho a su voz profunda y aterciopelada, en lugar de acomplejarse; pues se convirtió en su sello personal y gracias a eso, ahora varios consideraban que un omega con un tono barítono era muy sexy. Y aunque los alfas seguían teniéndola más complicada en cuanto a estereotipos se trataba, Jimin era uno de esos pocos que lograban brillar por ser como era: Un alfa suave, amable y con la voz de un ángel, pero no por eso con menos carácter.
Taehyung se incorporó del sofá después de meter el móvil en su bolsillo y agarró una pequeñita cajita rosada de su tocador con la intención de guardarla en su bolso, el mismo que llevaría para su encuentro con Jungkook. El omega confiaba ciegamente en que al alfa le gustaría aquel detalle, tomando en cuenta la confianza que le tuvo para contarle sobre sus particulares gustos. Ya se imaginaba la sonrisa de conejito que aparecería en esos bonitos labios. Con solo visualizarla en su mente, su corazón parecía querer escaparle del pecho y las mariposas hacían acto de presencia en su estómago, mientras un tenue sonrojo se posaba en sus mejillas.
Sí, estas eran las sensaciones que solo él le provocaba.
Y mientras no pensara en demasía las cosas, no tenía queja alguna.
El omega hubiera seguido perdido en las emociones que le embargaban de no ser por el toque firme y repetitivo en su puerta.
¿Quién podría ser?
¿Tal vez al director se le pasó por alto decirle algo para la próxima grabación?
¿O alguna de sus maquillistas olvidó su material de trabajo dentro de su camerino?
No queriendo darle más vueltas al asunto, abrió la puerta para acabar llevándose una gran sorpresa.
—¿Eunwoo? ¿Qué haces aquí?
El omega no quiso escucharse tan grosero, pero le parecía raro que lo viniera a buscar cuando ya se habían despedido en el set. Se apoyó en el marco de la puerta, evitando que su inesperado visitante pudiera ingresar.
Esta acción la realizó por inercia, pero muy dentro, su lobo era quién lo incentivaba. No quería que ningún alfa que no fuera cierta estrella del rock invadiera un espacio tan íntimo como lo era su camerino.
—¿Estoy siendo inoportuno?
—No, es solo que ya te despediste y...
—Había mucha gente alrededor de nosotros, por lo que preferí ser discreto para no alborotar a nadie de forma innecesaria.
—¿A qué te refieres? —inquirió con un deje de confusión—. Nadie tendría que pensar mal de dos personas que son coprotagonistas.
—Pero aun así lo hacen.
El alfa se acercó lo más que pudo, pero el omega no se movió ni un centímetro de su sitio, mostrándose defensivo ante la idea de darle paso libre a su territorio.
—¿Y crees que viniendo a mi camerino no vas a llamar más la atención? Esta vez no me estás buscando para ir a grabar —Por una fracción de segundo, los orbes avellana se volvieron de tonalidad esmeralda, delatando al animal que no aprobaba en lo absoluto la presencia ajena. Sin embargo, cuando el humano recuperó el control de su cuerpo, se disculpó por su comentario desbordante de ironía—. Lo lamento, es que no tiene sentido para mí, porque me da la impresión de que esto puede lucir más comprometedor dadas las circunstancias.
—Sí, lo entiendo completamente, por eso no hay necesidad de que disculpes. Pero si estoy aquí es porque no hay ningún curioso cerca. La mayoría ya se marchó, han sido días duros, así que es entendible que deseen irse lo más pronto a sus casas.
—En eso te doy la razón, pero bueno, ¿te puedo ayudar en algo?
—De hecho, sí.
—¿Es algo grave? —Taehyung bajó sus defensas, mostrando genuina preocupación por Eunwoo.
—Depende como lo veas. Se trata de algo que me prometiste.
—¿Eh? ¿Yo? —se apuntó a sí mismo, incrédulo.
—Sí, tú. Y tal parece que lo has olvidado cuando yo lo he tenido demasiado presente en mi memoria.
El omega no estaba entendiendo nada. ¿Qué fue lo que le prometió a este alfa?
Por más que pensaba y pensaba, no recordaba nada en particular.
—Perdón, no...
—Está bien, te perdono con la única condición de que ahora me digas que sí.
—Si está en mis manos hacerlo, pues puedes decírmelo con confianza, Eunwoo.
Él era una persona de palabra, así que, si podía redimirse de esa manera, lo haría sin pensárselo dos veces.
—Perfecto—El alfa por fin sacó sus manos de detrás de su espalda, dejando a la vista del omega unas preciosas rosas rojas—. Kim Taehyung, ¿aceptas tener una cita conmigo?
Ohhh, mierda.
Con que eso era, ahora lo recordaba. Eunwoo ya le había propuesto algo así, pero él escogió los planes que tenía ese día con Jungkook. Unos de los que no se arrepentía en absoluto, porque cada vez que el omega se juntaba con el alfa, aquel día se volvía un recuerdo memorable.
—Claro, muchas gracias.
Taehyung fingió una sonrisa, recibiendo las rosas que se sentían tan incorrectas entre sus manos.
No le quedaba de otra que aceptarle la propuesta por más que su lobo estuviera hecho una furia. A fin de cuentas, eran compañeros de trabajo y el alfa le caía bien, no existían intenciones ocultas. Al menos no de su parte, y tampoco creía que Eunwoo le viera de otro modo, porque nunca le había mostrado interés romántico durante las filmaciones a comparación de otras personas con las que tuvo uno que otro coqueteo inofensivo durante el trabajo en curso. Este solo era un gesto amable de su parte.
—Entonces... después de ti.
El omega comprendió al instante a lo que se refería, pero con un rápido ademán le pidió que esperara a por él. Antes de irse, debía agarrar su bolso, en el que cierto regalo esperaba por ser entregado a su dueño. Cuando lo tuvo consigo, se sintió mucho más tranquilo, pero su acompañante ni siquiera lo notó.
—¿Quieres que lo cargue por ti? —cuestionó, buscando actuar como todo un caballero.
—¡No! —Con la mano que tenía libre del ramo, atrajo más hacia su pecho el bolso de diseñador. Otra vez se le escapó la lengua y se escuchó demasiado abrupta su respuesta, pero en su defensa, su lobo era quien estaba provocando que estuviera de los nervios—. Eh... No es necesario, pero si gustas, puedes ayudarme con las rosas.
—Ahh... como gustes.
Eunwoo tomó el ramo, sintiéndose un tanto desconcertado por el comportamiento de Taehyung, quien tampoco reparó en observarlo a los ojos cuando le dirigió la palabra. El alfa quería convencerse de que estaba reaccionando de ese modo por el cansancio de las grabaciones, pero muy dentro suyo, un mal presentimiento se estaba asentando en su pecho. Rápidamente se recompuso para ubicarse a su costado y dar inicio a una charla trivial con la que pensaba romper el hielo.
Y así fue, pues luego de unos minutos, Taehyung sonreía y decía más de cinco palabras por frase a comparación del inicio de su cita. Eunwoo estaba encantado de escucharle, mientras conducía su Audi Q4 e-tron, pues como si fuera una señal del destino, ese día el omega no trajo su auto al trabajo, regalándole la oportunidad de poder llevarlo él mismo. Por un instante, el alfa temió que, si lo tenía consigo, Taehyung le dijera que ya no quería ir a ningún lado y otra vez su plan de cortejarlo con sutileza se fuera al carajo.
Este era un avance por más mínimo que fuera.
Eunwoo llevó a Taehyung a un restaurante lujoso del centro de Seúl, donde había reservado una mesa con anterioridad para garantizar la privacidad y tranquilidad de ambos. Solo cuando estuvieron alejados del resto de comensales, alfa y omega retiraron sus cubrebocas y dieron comienzo a una amena charla en lo que esperaban el menú. Cuando una joven beta apareció para atenderlos, los actores se dispusieron a escuchar las recomendaciones que la fémina les daba sobre el plato que podrían elegir al ser su primera vez en el establecimiento, pues algunos de ellos eran los más pedidos y no estaba de más que los conocieran.
Luego de unos minutos, alfa y omega se decidieron por el mismo platillo: Filet mignon en salsa de vino tinto y hierbas aromáticas. Cuando la amable mujer se los sirvió, el hambre en Taehyung despertó de una forma incontrolable, tanto así que sus respuestas se convirtieron en monosílabos, mientras Eunwoo daba lo mejor de sí para que la conversación fluyera como él esperaba. Ya cuando ambos platos estuvieron vacíos y el postre estaba a punto de ser servido, el alfa consiguió su objetivo de llevar una charla más amena con el omega, que últimamente se adueñó de cada uno de sus pensamientos. En esa conversación, Eunwoo pudo conocer un poco más acerca de Taehyung, reafirmando la admiración que le profesaba al ver lo apasionado que era cuando le tocaban el tema de su trabajo y lo dulce que era con la gente que lo respaldaba en cada uno de sus proyectos, pues el actor valoraba a sus fans con una intensidad difícil de medir.
A pesar de estar protagonizando un drama juntos, ninguno tuvo la oportunidad de charlar con el otro con tanta profundidad, porque apenas y tenían tiempo de practicar antes de grabar, pero Eunwoo pensaba que este era el punto de partida para una competencia que pensaba ganar a como diera lugar. Quería a Taehyung para él como algo más que un amigo o compañero, lo anhelaba como la pareja con la que podría construir un futuro a su lado y si este le daba camino libre, no se arrepentiría de su decisión.
Pobre ingenuo que desconocía que ese omega ya le pertenecía en alma y cuerpo a un alfa que sería capaz de quemar el mundo hasta lo cimientos si con eso lograba hacerlo sonreír.
Media hora más tarde, Taehyung ya se encontraba en la comodidad de su hogar, poniéndose la pijama, mientras Yeontan jugaba con una pelota a los pies de su cama. El actor estaba en su propio mundo, rememorando lo vivido aquella noche de la mano de su coprotagonista. La cita nada romántica había sigo agradable, un tanto incómoda cuando su lobo lo hacía comportarse como un maleducado, pero en términos generales, fue demasiado decente. Sin embargo, Taehyung no dudaba de que hubiera disfrutado más si su acompañante hubiera sido cierta estrella de rock con la que nunca se aburría. Su mente recreó imágenes varias imágenes en las que Jungkook reemplazaba a Eunwoo y él se sentía mucho más a gusto con ello, más animado, más hablador y más libre; porque a su lado, podía ser él mismo. No Vante, el actor y modelo de renombre, solo Kim Taehyung. Ese hecho del que cada día era más consciente debería ponerlo en alerta, pero más sencillo era mentirse, porque él era un verdadero experto cuando de eso se trataba.
No por nada tenía un secreto que pensaba llevar consigo a la tumba.
Aunque más temprano que tarde, Taehyung aprendería que entre el cielo y la tierra no hay nada oculto y cuando el pasado es demasiado escabroso, siempre vuelve a ti para arrastrarte a las profundidades del abismo.
El sonido incesante del tono de llamada de su móvil lo trajo de vuelta a la realidad, por lo que el omega se apresuró en responder sin ver quién era el remitente.
—¿Hola?
—¿Tae?
Una melodiosa voz al otro lado de la línea lo llamó por su nombre en diminutivo, sacándole una sonrisa en un santiamén, la cual reemplazó a la fina mueca en su rostro causada por su bruma de pensamientos.
—Jiminnie, hasta que me das señales de vida.
—Perdón, estuve muy ocupado, pero detalles te los daré cuando nos veamos —prometió sin un ápice de duda—. ¿Ya estabas por irte a la cama?
—Siendo muy honesto, no tengo sueño. Además, no es tan tarde...
El reloj marcaba las nueve de la noche.
—Me alegra escuchar eso, porque te tengo una sorpresa.
—¿Qué estás tramando, Park Jimin?
—Ven y abre la puerta.
Taehyung se puso de pie y se encaminó hacia la entrada sin cortar la llamada. ¿Acaso Jimin envió un regalo a estas horas de la noche? No era la primera vez que lo hacía, pero si era el caso, sería diferente al tratarse de un presente que no representaba ninguna felicitación a causa de una fecha importante o por un logro en particular.
Cuando la puerta se abrió, Taehyung se llevó la mano a la boca por la sorpresa.
—¡Estás aquí!
—¡Te extrañaba mucho, así que decidí venir a visitarte de último minuto!
—Pero, ¿cómo? Tú...
Tras salir de su estupefacción, Taehyung dejó pasar a Jimin al interior de su hogar.
—Lo sé, lo sé, es entendible que hayas pensado que demoraría al menos un día más en regresar, pero las grabaciones fueron absolutamente rápidas.
—En serio que necesito más detalles.
—Y los tendrás, pero antes de que eso suceda, me merezco un abrazo de mi alma gemela, ¿no lo crees?
—No tienes ni que pedirlo.
El actor abrió sus brazos para el bailarín, quien no demoró en fundirse con el otro en un fuerte abrazo. Hace bastante que no compartían tiempo juntos por sus agendas, así que este reencuentro les resultaba sanador a los dos.
—Bien, ahora sí suelta la sopa de todo lo sucedido en el programa —exigió Taehyung luego de separarse de Jimin.
El alfa rio ante el demandante y honesto pedido del omega.
—Si que eres chismoso cuando te lo propones, ¿eh?
—Tú tienes la culpa por haberme estado haciendo spoiler durante varios días. Necesito saber si ella ganó...
—Le viste el mismo potencial que yo—aseguró con una sonrisa cómplice—. Tienes buen ojo.
—¿Cómo no hacerlo? Los videos que me enviaste hablan por sí solos. Es un diamante en bruto y sería un desperdicio que pasara desapercibida de esa manera cuando lo tiene todo para brillar como una auténtica estrella.
—Sin duda lo es, pero ahora que me pongo a pensar, si alguien se enterara de que te envié videos sobre los participantes, los productores me quemarían vivo por estar filtrando contenido antes de tiempo y sin autorización —divagó en voz alta, pero su acompañante ya tenía la contestación perfecta para su imprevista preocupación.
—Tranquilo, ese es otro secreto que guardaremos bajo llave.
—Tienes la boca llena de razón, nosotros siempre hemos sido nuestras propias tumbas.
—¡Exacto!
Los amigos se dedicaron una mirada cargada de complicidad antes de dirigirse a la sala del acogedor departamento en el que tendrían un charla larga y tendida.
Mientras tanto, en un bar exclusivo para artistas, los miembros de Liberté se encontraban reunidos bebiendo cerveza luego de una satisfactoria tarde de arduo trabajo en el estudio de Moonchild Entertainment.
—Cierto, JK, Nam hyung nos dijo que no piensas continuar con el álbum en la empresa—Hoseok cambió de tema, tomando por sorpresa al mencionado.
—¿Es eso así, Kook?
Yoongi enarcó una ceja, dando un corto sorbo al vaso con alcohol.
—Diosa, no me puedo creer que ya les fue con el chisme—peinó su cabello con su mano, desviando la mirada hacia el líquido que bebía, porque temía que sus ojos fueran demasiado expresivos gracias a la cerveza ingerida.
—Uhhh, pero no lo culpes, porque hasta a nosotros nos parece raro. Con lo territorial que eres nos resulta difícil imaginarlo, sobre todo cuando recordamos que eras el más interesado en que los nuevos equipos llegaran al estudio para evitar el dejar entrar a tu hogar a Taehyung.
Hoseok asintió repetidas veces, apoyando el argumento de Jackson.
—Eso mismo, también son contadas las ocasiones en las que hemos trabajado en tu estudio personal.
—Es por una cuestión de comodidad en el entorno en el que llevamos trabajando desde el inicio, Hobi.
—No se por qué pienso que nos estás ocultando algo—acusó Jackson un tanto pensativo, dirigiendo su mano hacia su barbilla. Como si un foco se encendiera encima de su cabeza, se arriesgó a expresar la loca idea que se le ocurrió segundos después—. Acaso Taehyung-ssi y tú...
—Jack, no creo que sea el caso—intervino el omega de mirada felina con seriedad. El rockstar buscó la mirada ajena, impactado por su respuesta—. Jungkook solo está actuando según sus deseos y si él dice que se siente mejor al continuar trabajando en su estudio, esa es su verdad y nadie puede decirle lo contrario. A mi me parece que está siendo profesional, porque por experiencia propia te puedo asegurar que han existido ocasiones en las que me he sentido así y solo estando en el sitio en el que comencé la canción es dónde puedo terminarla. No les sucede a todos, pero tampoco es tan raro.
—Ya veo, lo decía porque ese nunca ha sido el caso de Hobi y mío. Nunca nos ha pasado algo así y tampoco conocíamos alguien que lo hubiera vivido en carne propia, por eso me resultó fácil imaginar otra cosa, —se justificó con calma y acto seguido, se señaló a sí mismo y a su pareja para expresar su opinión más sincera— pero ambos nos fiamos de la palabra de nuestro sabio y experimentado hyung.
—Exacto, no por nada nuestro hyung es un genio y él más que nadie se ha sometido a diferentes experiencias al momento de crear nueva música —razonó Hoseok—. Ya no hay razón válida para que desconfiemos de Kook.
—Ehhh... Así es, chicos—Jungkook desconocía la razón por la que Yoongi parecía estar abogando por él. Bueno, ni siquiera sabía si lo estaba haciendo conscientemente o era una simple coincidencia, pero se lo agradecía con el alma—. Además, ya me acostumbré a esta situación desde que resolví mis diferencias con Tae...Taehyung.
Maldición, casi se le escapa llamar por el diminutivo del nombre al omega. A la próxima debería morderse la lengua para evitar esos descuidos.
—Cierto, cierto. Ustedes ahora se llevan fenomenal.
—Sí, no es tan malo como pensé que sería, Jack.
—Nos alegra saber eso, al principio estábamos bastante preocupados por ti, aunque no te lo hubiéramos dicho.
—¿En serio, Hobi? ¿Tan mal les pinté mi situación? —el alfa interrogó con curiosidad, porque a día de hoy le parecía tan lejana la época en la que la sola idea de compartir un mismo espacio con Taehyung le ponía de los nervios.
—Pues todo tu lenguaje corporal exclama disgusto, así que sí, pero Yoongi hyung nos dijo que una de tus mayores cualidades es la de adaptarte a lo que se te venga y no se equivocó.
—Es verdad—secundó Jackson a Hoseok—. Sin embargo, ahora estás tan cómodo con él y por eso mis pensamientos se fueron más allá. Y ojo, ninguno aquí te juzgaría, porque pensamos que harían linda pareja.
Al escuchar esa palabra, Jungkook casi se atraganta con su bebida. Lo siguiente que sintió fue a Yoongi dándole palmaditas en la espalda para calmar la desgarradora tos.
—Kook, ¿estás bien? ¿Quieres agua? —El único omega del grupo estuvo a punto de llamar a un mesero, pero el alfa negó con la cabeza.
—No es necesario —consiguió decir con voz rasposa, tranquilizando a los presentes—. Solo me sorprendí...
—Perdón Kook, no quisimos incomodarte con nuestra alocada suposición. Está muy bien si solo son buenos amigos.
—Opino igual que Hobi, así que ignorar lo que dijimos.
—Tampoco me molestó o algo así, Jack —aclaró, al contrario, su lobo estaba contentísimo de que sus amigos, siendo externos a lo que sucedía en realidad, veían el potencial de ellos como una pareja. La atracción debía ser tanta como para que hasta ellos lo notaran—. No se preocupen.
—Okay, pero cambiando de tema, ¿quieren bailar? —propuso Hoseok con una radiante sonrisa, mientras Jackson se incorporaba de su asiento para seguirlo a dónde su solecito decidiera—. La noche todavía es joven.
—Yo...
El rockstar quería revisar su teléfono, pero eso solo se lograría si sus amigos desaparecían de su vista por un rato para no levantar sospechas.
—Pueden adelantarse, chicos. Luego los seguimos—informó el baterista y eso bastó para que los betas le tomaran la palabra y se marcharan sin rechistar hacia la pista de baile.
—¿Gracias?
—No fue nada... Suficiente con el susto que te dieron, ¿no?
—No me asusté—volvió a recalcar—. Solo no me esperé que dijeran algo así.
—Lo que resulta muy curioso cuando yo mismo te vi siendo muy cercano a Taehyung a pesar del terrible inicio que tuvieron.
Cierto, Yoongi fue testigo de cómo cuidó al omega cuando se pasó de copas en la fiesta celebrada por el inicio del rodaje del drama.
—Como siempre tienes un as bajo la manga.
—Solo soy observador, pero no por eso dejo de ser prudente a diferencia de ese par que se pasan de honestos. Es tu vida, no tengo motivo para criticarte si es que está sucediendo algo más allá de lo profesional con Taehyung y también respeto tu decisión si prefieres mantener un voto de silencio al respecto.
—Gracias, hyung...
—No es nada, Kook. Suficiente debiste tener con Nam, quien se preocupa hasta por lo que ni sucede—bromeó, recordando a su manager con esa expresión nerviosa en su rostro cada vez que sentía que algo se podía escapar de su control. Era demasiado perfeccionista.
—Para qué decirte que no... Él también insinuó cosas.
—Me lo suponía, pero entiéndelo, antes que amigo es nuestro representante y cosas así pueden agobiarlo porque nunca se sabe como pueden acabar.
—Y qué lo digas...
A fin de cuentas, ese tipo de escándalos románticos eran los que más podían poner en peligro los proyectos de los involucrados.
—Pero ya pasó, y si te hace sentir mejor, yo también tengo que ser cuidadoso con lo que haga de ahora en adelante, aunque tal vez no es tan grave si lo comparamos con tu caso, pues yo no formo parte de ningún proyecto que me involucre con la otra persona.
—¿A qué te refieres? No estoy entendiendo nada, hyung.
—Park Jimin me está gustando más de lo que debería—confesó, bebiendo de sopetón lo último de su cerveza. A partir de ahí, quizá necesitaría de un trago más fuerte.
Porque nunca sería fácil para alguien tan reservado como él decir en voz alta lo que realmente sentía cuando de amor se trataba.
—¿Park Jimin? —preguntó en un susurro y cuando cayó en cuenta, aquel nombre salió de su boca en una fuerte exclamación—. ¡¿Ese Jimin?!
—¿Acaso conoces a otro Park Jimin que sea el mejor amigo de Kim Taehyung?
—¿Cómo?
—Empezó desde esa fiesta, y aunque no hemos podido salir aun, hablamos a diario y cada vez que un mensaje de su parte llega a mi teléfono, mi corazón comienza a latir con desenfreno y mi lobo pide por verlo de cerca—las mejillas pálidas se tiñeron de rojo por otra cosa que no era el alcohol.
—Wow, eso sí que es una gran sorpresa, aunque ahora que lo pienso, si me comentaste que le habías dado tu número. Sin contar lo bien que se llevaron en la fiesta. Aunque si te soy honesto, no imaginé que llegarían a tanto, porque eres una persona que se aburre rápido.
—Qué cruel, pero no voy a negar que si soy así... Lo único que te puedo confirmar es que la vida da sorpresas., Kook.
—Mentira no es. Me siento feliz por ti... ¿Por qué estás siendo correspondido, o no?
—No somos pareja, pero la forma en la que nos tratamos, hace bastante dejó de sentirse como la de simples amigos. Hace que me sienta especial con lo mínimo, me escucha así se trate de una tontería, se preocupa por mí y se interesa en las cosas que me hacen feliz, justo como yo hago con él. Si a pesar de eso no hay un pequeño gusto de por medio, entonces no sé nada sobre el amor.
—Santa Diosa...
Ese era su caso, pero igual seguía teniendo miedo de que Taehyung fuera recíproco solo por amabilidad.
—Sí, ya sé que no te lo esperabas. Tu cara me dice que estás en shock, pero quería compartirlo con alguien.
—Aprecio la confianza...
—Si, espero pronto poder sincerarme con Hobi y Jack, pero siento que todo es muy reciente aún. No quiero adelantarme, ¿entiendes?
—Claro, también Jimin hyung tendría que pedirte formalizar...
—Así es, pero créeme que, si se demora más de la cuenta, yo seré el que tome las riendas.
—Eso es muy tú, hyung.
Los dos ríen por la ocurrencia del alfa y cuando la diversión pasa, el susodicho dedica unas palabras conmovedoras a su amigo.
—De todo corazón espero que resulte. Mereces ser feliz con alguien que te corresponda y te ame con la misma intensidad.
—Si es de ser, será, Kook. Gracias por tus buenos deseos y no dudes que serás el primero en enterarte, ya sea que me escoja como su omega o me rompa el corazón.
—Si ese alfa hace eso, te juro que me olvidaré que es el mejor amigo de Tae y le daré una lección—juró, llevándose la mano hacia el pecho.
Su lealtad siempre estaría con las personas a las que quería y consideraba parte de su manada.
—Te creo, así que ojalá no suceda—una sonrisa tiró de su labios, pero no fue por la promesa del alfa, si no porque este se olvidó de seguir llamar al omega por su nombre completo—. Un rostro tan angelical como el suyo no debería recibir ningún daño.
—Nunca me imaginé escuchándote decir algo tan cursi, hyung.
—Es el poder del amor, supongo.
Yoongi vio como Jungkook le daba la razón, pero antes de que pudiera responderle, este se pone de pie con rapidez.
—Me adelanto porque le voy a pedir algo más fuerte al barman. Te esperaré con los chicos en la pista, solo no tardes mucho revisando tu móvil o vendrán a llevarte a rastras.
El rockstar se quedó sin palabras, estaba atónito por lo perspicaz que el baterista era. Al parecer fue muy obvio cuando metía la mano al bolsillo como un gesto ansioso ante la esperaba respuesta de Taehyung, mientras se suponía debía estar concentrado en la charla con sus amigos.
Sin embargo, haría caso a su petición sin rechistar.
Porque la intriga lo estaba carcomiendo por dentro.
Cuando tuvo el móvil entre sus manos, digitó la contraseña y revisó la pantalla en búsqueda de una notificación en particular y cuando logró divisarla, un suspiro escapó de sus labios.
Nos vemos a las 3 pm, Ggukie. Espero no tengas ocupaciones después de esa hora, porque puedo ser tuyo por lo que resta del día.
Un día jamás sería suficiente, pero se conformaba.
Acepto el trato, sé mío por esas horas. Haré que valga la pena, Tae.
Tras escribir esa respuesta, la contestación se reflejó en el chat casi de inmediato como si estuvieran conectados, aunque sí que lo estaban porque eran medias lunas.
Siempre lo haces. Ten dulces sueños.
Sí, no hacía falta que se lo dijera, porque cada noche soñaba con él y con cada sueño, su corazón se convencía más de lo hermoso que podría ser estar en una relación oficial.
Ahora solo faltaba que aquel deseo se convirtiera en realidad, porque soñar no costaba nada.
Igualmente, descansa.
Y si no está de más, sueña conmigo también. Eso fue lo que pensó, más no escribió a pesar de que su lobo le insistiera, porque el animal no quería perder ninguna oportunidad de hacerle saber a su etérea luna que lo adora con vehemencia.
Un paso a la vez, porque todavía tenía mucho tiempo a su favor.
Y con eso en mente, el alfa se unió a sus amigos, anhelando en silencio que el mañana llegara pronto para tener de vuelta a su omega.
Continuará...
Hola, mis corazones. Yo sé que esta vez si me pasé al perderme por tanto tiempo, pero les juro que se me juntó todo. En mi país empezaron a haber muchos cortes de energía y también estaba muy ocupada con lo que debía hacer antes de mi graduación. Sin embargo, ya estoy más libre y sin problemas de luz, por lo que al fin logré traerles la última actualización de este año.
Dejando ese tema aparte, les deseo una feliz navidad y un próspero año nuevo, los aprecio un montón. Como escritora me siento muy afortunada de tenerlos y contar con su amor y apoyo hacia cada uno de mis proyectos. De todo corazón, espero sigan acompañándome en esta aventura por un año más. Cuídense, nos leemos pronto y no olviden seguirme en mi IG: kamieshiro y unirse a mi canal de WhatsApp, el link lo encuentran en los destacados de esa red social.
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