
One
El timbre resonó en el hogar de la familia Akiyama, cierta chica de cabellos largo giro una última vez frente a su espejo con tal de verificar que su uniforme está en perfectas condiciones, aun no lograba procesar que estaba por estudiar en la escuela más prestigiosa para las nuevas generaciones de héroes. Hikari le sonrió a su reflejo mientras acomodaba el listón que evitaba que su cabello cayese sobre su rostro, tomó su mochila y salió sin prisa de su habitación, ya había desayunado y tenía el tiempo justo para llegar sin problema a la escuela.
—¡Si no bajas en este maldito momento me iré sin ti! —la de ojos rosados sonrió mientras apuraba el paso para bajar las escaleras solo para encontrarse con cierto rubio de mal carácter.
—¡Katsuki! —corrió hasta este y se lanzó a abrasarle, poco le importaron las quejas de este, lo abrazó con fuerza ya que le había extrañado, no le había visto prácticamente desde su graduación.
—Basta maldita demonio —le alejó con mala cara e intentó cubrir su sonrojo tanto por ser llamado por su nombre como por ser abrazado por la chica—. Vámonos o llegaremos tarde —bufó para después caminar hasta el comedor en el que se encontraba el resto de la familia Akiyama—. Gracias por el bento Akiyama-san —hizo una ligera reverencia en modo de agradecimiento hacia Harumi Akiyama, misma que se encontraba limpiando los restos de comida de la boca del más pequeño de la casa, Haruki Akiyama.
—No agradezcas Katsuki-kun —le sonrió cálidamente, la mujer de cabellos rosados pálidos se levantó con otro bento en mano para entregárselo a su hija—. Y ya te he dicho que me digas Harumi, tantos años de conocerte, somos prácticamente familia —acaricio los cabellos del chico quien solo volteó la mirada avergonzada—. ¡Hikari enséñales a todos de lo que estamos hechas las mujeres de la familia Akiyama! —abrazó a su pequeña emocionada, tanto así que se elevó levemente por las alas de su cintura.
—Cariño lo estás haciendo de nuevo —Ryuu Akiyama se acercó a su mujer e hija para abrazarles mientras reía—. ¡Mi bebé va a ser una heroína, la mejor de todas!
—¡Okasan! ¡Otosan! ¡Katsuki está viendo! —Hikari miraba apenada al chico quien solo sonrió de lado ya acostumbrado a la energía de aquella familia y no es como si le molestase realmente.
—Nee-chan, Nii-chan se les hará tarde —Tadashi hizo acto de presencia mientras llevaba otra cucharada de su desayuno a su boca. Hikari vio el reloj de la pared y chilló al ver la hora.
—¡Vamos a llegar tarde! —tomó a Katsuki del cuello de la camisa tras soltarse de sus padres y corrió hasta la puesta casi arrastrando al rubio—. ¡Ittekimasu!
—Ittekimasu —Katsuki murmuró de mala gana mientras ambos se colocaban su calzado para después salir de la casa.
—Itterasshai —lograron escuchar la respuesta de la familia de la chica. Katsuki a penas y pudo notar que Hikari le había tomado de la mano con tal de correr para llegar a tiempo a sus clases, sus mejillas se calentaron no intentó si quiera en ocultarlo ya que nadie le vería por la velocidad en la que estaban corriendo y tampoco nadie notaria que el chico observo detalladamente a su acompañante, había cambiado ligeramente aquellas vacaciones, su cabello estaba más largo, había crecido un par de centímetros y ciertamente se notaba el desarrollo que su cuerpo comenzaba a tener, ante esto último sintió aún más calor en sus mejillas y sintió que sus manos comenzaban a sudarle, aunque este hecho parecía no importarle a Hikari.
El par de amigos había llegado a tiempo a la escuela, de hecho, habían llegado minutos antes, las amenazas por parte de Katsuki no se hicieron esperar, pero Hikari simplemente afirmaba y las ignoraba, estaba completamente acostumbrada a estas por lo que poca importancia les daba, ya que podría luchar sin problema si es que así quería el ojirubí.
En cuanto llegaron al aula de la clase 1-A tomaron asiento, Katsuki tomó el puesto tras la chica, poco a poco los estudiantes fueron llegando lo que provocaba que Hikari les analizara, aunque fuese solo superficialmente, lamentablemente era una costumbre que Izuku le había pegado tras ayudarle con su informe de los héroes de Japón.
Todo fue tranquilo hasta que uno de los alumnos comenzó a discutir con Katsuki por su inapropiada manera de subir los pies al pupitre, Hikari solo los miraba divertida, al menos así fue hasta que la puerta del salón fue abierta y cierto chico de cabello verde se mostró tras esta.
—¡Izu! —poco le importó haber llamado la atención de todos, corrió emocionada hasta el chico y le abrazo—. Pero qué alto estas y mírate has hecho ejercicio —se separó de este para denotar los centímetros que ahora le ganaba el chico, además de picar el brazo de este con tal de avergonzarle.
—Hika-chan —este tenía el rostro rojo cual tomate por el actuar de su amiga de la infancia, Izuku no podía negar la inigualable belleza de su amiga, pero a comparación de otras chicas este solo se ponía nervioso con ella por los comentarios o bromas de esta.
—Me alegra tanto verte aquí. ¡Seremos los mejores héroes! —habló emocionada como cuando eran niños, aun le consternaba el cómo había logrado el chico pasar ya que era un sin Quirk, pero le alegraba de sobremanera que lo hubiese logrado, ya que desde muy pequeños siempre jugaron y hablaron sobre ser un héroe tan grande como lo era All Might.
—¡Ohayo! —los dos amigos giraron a ver al mismo chico que hace unos minutos había estado regañando a Katsuki—. Soy de la Academia Privada Somei. Mi nombre es...
—¡Lo escuché! —el peliverde le detuvo antes de que se presentase, el de lentes se detuvo de golpe, iba a seguir hablándole al chico, pero recordó algo.
—¡No es de buena educación gritar dentro del aula y tampoco correr! —empezó a sermonear a Hikari, quien solo lo miro sin mucha atención—. ¿No has leído acaso el reglamento de aula de la U.A? —siguió diciendo cosas relacionadas con el reglamento, pero Hikari solo se giró a Izuku y mostro su lengua mientras guiñaba uno de sus ojos divertida por el regaño. Cuando una chica de cabello corto y castaño llamó a Izuku supo que era su momento de huir del regaño, se alejó a paso ligero hasta su asiento.
—No deberías perder tu tiempo con extras —Katsuki a penas y le miro, pero no podía negarse que estaba celoso de la atención que se llevó Deku, misma que pudo haber sido para él si tan solo el cuatro ojos de élite no le hubiese estado regañando.
—Ne~ Katsu, esos extras como les llamas serán nuestros compañeros y un héroe siempre debe confiar en sus compañeros —esperó algún reclamo por el apodo, pero al no recibir alguno lo vio como una oportunidad para seguir diciéndole así al chico. Recargó su barbilla en la palma de su mano mirando hacia la entrada en la que una nueva persona hizo acto de presencia, la chica supuso que era el profesor por la hora—. Además, ¿no es divertido que los originales tres mosqueteros estemos de nuevo en la misma clase? —sonrió tranquila sabiendo que no recibiría respuesta, Katsuki por su lado no podía evitar rechinar los dientes por la molestia que sentía, Deku no solo le destruyó los planes de ser el primer estudiante en presentar los exámenes sin recomendación, sino que ahora también tendría que compartir la amistad de Hikari, de nuevo.
¡Hello! Pues es momento de darle inicio a la historia, espero que esta sea de su agrado, al igual que espero les guste este primer capítulo, intentaré actualizar constantemente para no perder el hilo de la historia que tengo planeada.
Dejo acá abajo más o menos como me imagino a los padres de Hikari. Ryuu y Harumi Akiyama.
Ryuu apariencia normal:
Ryuu apariencia utilizando su Quirk:
Harumi apariencia y traje de héroe:
Pelirroja W
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