Sebek se encontraba sentado debajo de un árbol en el bosque, se le veía muy triste y sin ganas de hacer algo, no fue hasta que vio que Diana se acercaba a él, por lo que hizo su mayor esfuerzo para recuperar su postura.

A la blanquinegra le dolía ver triste a su pareja, pues ella sabía que a pesar de verse fuerte e intempestivo, por dentro era un joven sensible que pedía a gritos algo de cariño, así que decidió darle un poco de ánimo con una linda canción

Diana:
Un día lluvioso y sin Sol
Te vi observando el cielo azul
Y un arcoíris apareció.

El peliverde abrió los ojos sorprendido al ver a su novia cantarle, pero a pesar de su estado de ánimo decidió seguirle

Sebek:
Desde ese día quise estar
A tu lado siempre
Decidí que solo a ti iba a amar.

Cantó el peliverde abrazándola

Diana:
Como una escena de televisión
Aquél encuentro nuestras vidas transformó.

Canto la blanquinegra recordando su primer encuentro con el peliverde

Quedó grabado dentro de mí
Y ya no cambiará.

Cantaron ambos entrelazando sus dedos

Ambos:
Sin duda tú eres quien me enseñó
Que hasta en la oscuridad
Siempre es posible llegar a encontrar
Una luz en su interior.

Ambos:
Por eso ya no te escondas de mí
Ya no finjas felicidad
Yo te acepto con tu dolor
Sé que volverás a brillar.

Cantaron ambos al ritmo de la letra

Diana:
A veces olvido hasta dormir
El Sol se pone y vuelve a asomar
Así es desde que te conocí.

Cantó la joven sonriendo

Sebek:
Y cuando estoy de mal humor
Solo basta verte
Y de inmediato me siento mejor.

Cantó Sebek con una sonrisa

Diana:
Es un silencio tan romántico
El escuchar tan solo tu respiración.

Ambos:
Y que de pronto sienta tu voz
Recorrer mi ser.

Ambos:
Porque eres tú quien siempre me mostró una sonrisa real
Y hasta las lágrimas pueden brillar como una estrella fugaz
Toma mi mano, no sientas temor
Tus heridas yo sanaré
El cielo cubierto de estrellas sin fin
Son promesas por realizar.

Diana:
Cuando tan perdida estaba
Llegaste tú lleno de luz
Desde entonces tú me guías en esta oscuridad.

Sebek:
Y ahora estoy aquí, te conocí por casualidad.

Ambos:
¿Pero qué más da?
Te daré mi luz para brillar.

Diana:
Sin duda tú eres quien me enseñó
Que hasta en la oscuridad
Hay una luz que siempre brillará.

Ambos:
Sin duda tú eres quien me enseñó
Que hasta en la oscuridad
Siempre es posible llegar a encontrar
Una luz en su interior.

Ambos:
Por eso ya no te escondas de mí
Ya no finjas felicidad
Yo te acepto con tu dolor
Sé que volverás a brillar.

Diana:
Ya no necesitaremos una respuesta, eso acabó
Pues nuestros caminos se han unido
Solo somos tú y yo.

Ambos:
Todas las preocupaciones ahora se han quedado atrás
Pues sin duda hemos aprendido
Que hay luz hasta en la oscuridad.

Cuando terminaron de cantar se quedaron juntos por un buen rato, ahí fue cuando el peliverde le dijo la razón de su tristeza... El había logrado un gran avance en sus estudios gracias a su esfuerzo y dedicación, pero cada vez que quería contárselo a Lilia este simplemente lo ignoraba diciéndole que tenía cosas que hacer, algo que realmente le dolía al joven.

Aunque para él, ya nada importaba ahora que tenía a Diana a su lado, sin duda el destino era muy impredecible...