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•New Life•

— Kagami.— El pelinegro repitió las acciones de la femenina tomándola de la cintura, estrechándola contra sí.— ¿Cómo has estado preciosa?

Ella colocó sus manos en el torso de él, ejerciendo fuerza para apartarlo sin embargo fue en vano.

— Luka suéltame.— Habló molesta.— Se nota que estás ebrio, así que déjame.

— ¿Ebrio?— Soltó una risotada apegando sus labios al oído de la femenina para susurrar sobre este.— ¿Y acaso tú no lo estás también Kag?— Le dio una ligera lamida.— ¿No crees qué no me di cuenta de lo que hacías en ese maldito baño con ese…— Apretó la cintura de la femenina.— “niño”?

Se sentía asustada, nerviosa y molesta. Quería quitárselo de encima pero él era más fuerte, pero aún así siguió luchando.

— Eso no es asunto tuyo.— Forcejeó en su agarre.

— ¿Es tu novio?— Ante los forcejeos de la fémina él se puso más tenso y la agarró con mucha más fuerza.— ¿O sólo es tu diversión de una noche?

— ¿Y a ti qué te interesa?— Frunció el ceño.— Porque lo que yo recuerdo, tu tenías las tuyas estando aún conmigo.— Contraatacó.— Además me estás lastimando y te pido con el poco respeto que te tengo que me sueltes.

Luka suavizó su agarre más no la soltó.

— Todo lo que tenga que ver contigo muñequita…— Musitó restregándose ahora contra sus glúteos.— Me interesa, y si él no es nada tuyo como tú lo dijiste…— Elevó el tono de su voz.— No tendrás ningún problema en que te folle, ¿o me equivoco Tsurugi?

El zagal por su parte estaba a tan sólo unos cuantos pasos de la fémina, sintiendo como un nudo se formaba en su corazón al ver esa escena. ¿Acaso Kagami lo estaba engañando?

— ¡Luka suéltame ya!— Gritó al ya no aguantar aquel acoso por parte de su ex pareja.

— ¡Kagami!— Eso fue lo único que dijo el zagal antes de avanzar hasta donde se encontraba su novia y antes de que pudiera siquiera reaccionar tomó los brazos del joven azabache y con fuerza los apartó a un lado, apegando a la fémina contra su cuerpo.— ¿Estás bien?

Al sentir aquellos brazos rodearla, pudo soltar un suspiro de alivio.

— Ahora lo estoy.— Abrazó al rubio con fuerza.— Sácame de aquí, por favor…

— ¿Qué es lo que hacías con este imbécil?— Inquirió a la femenina, centrando ahora la mirada en el azabache quien estaba con su tan característica sonrisa de oreja a oreja.

— Intentando no ser violada.— Exclamó al darse cuenta que él había malinterpretado la situación.

— ¡¿Qué tú qué?!— El zagal elevó el tono de su voz y se alarmó al escuchar las palabras que provenían de los labios de su pareja, encarando ahora al azabache.— ¡¿Qué mierda es lo qué hacías con mí novia?!— Le preguntó dándole un empujón al varón sin soltar a Kagami.

— ¿Qué acaso no es obvio?— Le respondió Luka a modo de pregunta, pasando sus manos por su cabeza.— Sólo le hacía un poco de compañía a mi deliciosa ex novia.

— Adrien déjalo, no vale la pena pelear con un idiota como él.— Tiró del brazo del rubio.— Y menos si está ebrio.

— ¿¡Acaso te estás oyendo!?— Le gritó a la fémina sin soltarla.— Éste imbécil casi te…— No pudo terminar la frase, solo encaro a Luka.— ¡¿No crees qué merece que alguien lo ponga en su puto lugar?!

— ¡Adrien basta!— Insistió.— No llegó a hacer nada, gracias a ti. Estoy bien amor, déjalo y vamos a casa.— Su voz era tranquila, intentando así que el Agreste le hiciera caso.

— ¡Carajo!— Gritó Adrien dándole un empujón a Luka quien solo se limitó a soltar una risa y mostrarle su dedo medio al zagal, dándoles el espacio necesario para marcharse.— Vámonos amor.— Tras decir esto Adrien se encaminó hasta donde estaba la salida, sin dirigir ninguna otra palabra.

El ambiente era tenso, Kagami agradecía que Adrien no haya ocasionado una pelea en el lugar pero aún así sabía que estaba molesto. Ambos se adentraron en el vehículo, ella en el lado del copiloto y él como chofer.

— Adrien, di algo por favor…— Dijo casi en un susurro, mantenimiento sus deseos de llorar y gritar.

— No tengo nada que decir.— Respondió tajante, dando impulso al vehículo para adentrarse a la carretera, sintiendo como su corazón y su mente eran un manojo de nervios y de emociones.

— Si lo tienes, sino no estarías así.— Lo observó por el rabillo del ojo, respirando hondamente.— Si de algo sirve te diré que no sabía que él estaba, tú viste que fui por Alya y luego te estaba esperando.

— Está bien.— Dijo centrando la mirada en el camino, intentando calmar los nervios y la furia que corrían por su interior.— Te creo.

— Adrien…— Llevó una de sus manos a la mejilla de él, intentando calmarlo.— Lo siento, sé que te molesta pero créeme que me siento peor al haberlo tenido tan cerca de mí, eso me dio asco pero tú no permitiste que él me hiciera daño. ¿Lo sabes?— Esbozó una pequeña sonrisa, acariciando con su pulgar el rostro tenso de él.

— Lo sé amor.— Le respondió suavizando sus facciones ante el agarre de la femenina.— Lamento haberte dejado Kag, siento que todo es mi culpa.— Añadió, deteniéndose en un semáforo y tomando a la fémina de las mejillas.— No sé lo que hubiera hecho si ese imbécil te ponía una mano encima.— Le sonrió.— Eres lo mejor que tengo. Lo sabes, ¿no es así?

— No es tu culpa.— Sonrió.— Y tú siempre serás lo mejor que tenga, nadie cambiará eso, ¿de acuerdo? Siempre me tendrás junto a ti, sin importar nada ni nadie.

Adrien le sonrió mientras recorrían el último trayecto hacia su hogar.

— ¿Qué hice para merecerte gatita?— Inquirió rozando sus dedos con los de la femenina, frenando frente a su apartamento.

— Me hago la misma pregunta.— Musitó al bajar del vehículo y adentrarse al edificio y paulatinamente al elevador, hasta que su rostro cambió a uno que demostraba asco.

— ¿Y esa cara?— El zagal indagó en las expresiones de la femenina.— ¿Pasó algo? ¿Te manchaste o…?

— ¿Qué es ese olor?— Frunció el ceño, buscando la causa de aquella molestia mientras salían del ascensor.

— ¿Qué cosa Kag?— El zagal indagó las facciones de la femenina, centrado la vista en su alrededor.— ¿Acaso huelo mal?

— No eres tú.— Aquél aroma se intensificaba, sintiendo su mundo girar.— Adrien…

— ¿Kagami?— El ojiverde se alarmó al ver las facciones tan decaídas de su novia y las aparentes arcadas que está tenía.— ¿Qué sucede hermosas estás…?

— Abre la puerta Adrien.— Insistió al intentar realizar ella la acción y no poder.

El zagal asintió y con rapidez abrió la puerta del departamento dándole vía a la femenina.

— ¿Amor qué vas a…?— Sus palabras se interrumpieron por las acciones de ella.

Sin pensarlo dos veces, corrió hacia el baño para encerrarse allí y devolver lo que tenía en su estómago. Las acciones de la joven no pasaron desapercibidas por el zagal, quien rápidamente corrió al baño y emitió un gruñido al notar que esta estaba cerrada.

— ¡Carajo!— Gritó para sí mismo e intentó forcejear la entrada al baño.— ¡¿Kagami estás bien?!

La azabache estiró el brazo para quitar el seguro, sentándose en el suelo y apoyar sus codos en la tapa del retrete y ocultar su rostro en sus manos.

— ¿E-estás bien?

— No lo sé.— Musitó sin verlo.

— Kagami…— Adrien apartó las manos de ella de su rostro limpiando con el dorso de su muñeca los restos de vómito que tenía en su mentón.— ¿Gatita, qué es lo que sucede? ¿Acaso estás e…?

— ¿Estar qué, Adrien?— Lo observó con ojos cristalinos.— ¿Embarazada?

— ¿¡Qué!?— El zagal se sobresaltó y retrocedió al escuchar las palabras de la fémina.— ¡Claro que no!— Mantuvo en todo momento elevado el tono de su voz.— Iba a decir enferma del estómago.

— No tengo idea.— Algunas lágrimas se escaparon de sus ojos, sintiendo miedo.— Nunca me pasó algo así.

— Y sobre lo otro…— Las palabras del zagal se quedaron a medias, sintiendo como el pánico se apoderaba de él.— Te cuidaste, ¿no es así?

— No estoy para interrogatorios ahora.— Refutó.

— Kagami.— La voz de Adrien está vez fue más fuerte y severa.— ¿Tomaste la maldita píldora no es así?— Repitió su pregunta.

— A veces no, Adrien.— Se paró luego de quitarse sus zapatos.— ¿Contento?

— ¡¿Cómo que a veces no?!— Ésta vez la voz del zagal era más de angustia y de preocupación.

«¿Cómo que a veces no? ¿Acaso ella está… ¿»

Un sin número de preguntas rondaban la mente de Adrien en ese momento, mientras él seguía a Kagami rumbo a su habitación.

— ¡Joder respóndeme!

— ¡¡Me olvido Adrien!!— Le gritó sintiendo lágrimas acumularse en sus ojos.— ¿¡Cómo quieres que me acuerde si tengo un sinfín de cosas por hacer y tú te quejas de usar un maldito condón!?

— ¡Carajo!— Gritó él dando vueltas por la habitación de la femenina, pasándose ambas manos por el cabello, sintiendo como sus labios se secaban y sus manos temblaban.— ¡No puedes estar embarazada! ¡NO!

— ¡¡Ni siquiera sé si lo estoy!!— Le gritó también, pero respiró hondo para calmarse.— Adrien, hay que estar tranquilos primero.— Tomó sus manos y besó sus nudillos.— Por favor cálmate.

— T-tienes razón…— Musitó el zagal, sintiendo un alivio al recordar lo sucedido hace un par de minutos.— Además tú estás menstruando, ¿no es así? Así que no es posible que tu estés embarazada.

— No soy ginecóloga, soy fotógrafa.— Le recalcó ella.

— ¡Eso lo sé!— Elevó una vez más el tono de su voz.— Aún así tú…— Musitó por lo bajo.— No puedes estarlo…

— ¿Cómo puedes estar seguro?

— Porque estás sangrando…— Añadió.— Y eso quiere decir que no hay bebés.

— Solo hay una forma de saber si hay bebés o no Adrien.— Lo miró a los ojos, abrazándose a sí al pensar en aquello.

— N-no…— Habló el blondo entre tartamudeos.— ¿En serio quieres hacer “eso”?

Ella suspiró mientras tomaba las mejillas de él y ponerse de puntillas de pie para unir sus frentes.

— ¿Tú lo quieres?— Preguntó cerrando sus ojos.

— Yo…— Él suspiró pensando en los pros y los contras de su respuesta.— Quiero decir que…— Se encogió de hombros.— Me aterra el resultado.

— ¿Crees qué a mí no?— Habló dulcemente.— Somos chicos aún para un bebé que requiere muchos cuidados y atenciones, no es como tener un hámster o un gato.— Suspiró.— Si es negativo, sólo será un susto…

Adrien asintió ante las reflexiones de la femenina.

— ¿Y si es positivo?

— Habrá que hacernos la idea de que una pequeña personita estará correteando por el departamento.— Se alejó un poco de él.— Seré inmadura, idiota e irresponsable, pero jamás me practicaría un aborto. Y estarás en todo tu derecho el no querer ser parte, pero ambos metimos la pata y deberíamos afrontarlo juntos.

— Kagami…— Las palabras de la femenina atravesaron los oídos del rubio, quien se dispuso a pensar en las palabras que usaría para afrontarla, porque después de todo el aún no se sentía preparado para ser padre si bien era parte de su responsabilidad él no podía evitar sentirse un tanto temeroso.— Gatita, si resulta ser positivo…— Tragó grueso y siguió a la femenina con cautela.— Yo me haré cargo.— Musitó, pasando las manos por el vientre de la femenina sintiendo como por primera vez un escalofrío le recorría todo el cuerpo por dicha acción.— Sólo es todo tan repentino y yo no me siento preparado.

— Nadie nace listo para ser padre.— Apoyó sus manos sobre las de él.— Y tampoco es tu obligación hacerlo, pero sería algo lindo y raro esta situación.— Soltó una pequeña risa.— Aunque si es positivo, serías el padre más sexy que haya visto.

— Eso sí que no te lo discuto, gatita.— Dijo entre risas apoyando su cabeza en el hombro de la femenina.— ¿Y si…?— Un pensamiento temeroso paso por su mente, no obstante decidió callar.

— ¿Qué sucede?— Preguntó ante el repentino silencio de él.

— ¿Y si soy un mal padre igual qué Gabriel?— Inquirió con un ápice de duda y dolor en el tono de su habla, conteniendo ese pequeño nudo en su garganta.

Ella sonrió ante aquella pregunta, abrazándolo rápidamente.

— Sé que no lo serás, porque si es así yo sería pésima madre como la mía.— Cerró sus ojos recordando la llamada de eso mismo día con su progenitora.

Adrien notó el semblante decaído de ella, más no se atrevió a cuestionarla, después de todo ya eran altas horas de la noche y habían muchos sentimientos encontrados por parte de ambos.

— ¿Te apetece ir a dormir hermosa?— Preguntó correspondiendo a su agarre y a sus caricias.— Fue un día largo y…— Sonrió.— La mamá necesita dormir.

— Solo si el papá la abraza y no la patea.— Lo miró a sus ojos verdes, en los cuales se reflejaban el temor y la ilusión en partes iguales, hasta que su vista se dirigió a su cómoda en la cual reposaba el sobre que Emilie le había dado.— Me había olvidado de esto.— Se acercó y lo tomó entre sus manos para luego sentarse en su cama.

— ¿Qué es lo qué…? Oh.— Se sentó junto con la femenina tomando parte del trozo de papel entre sus manos.— Carta de Emilie.

— Así parece.— Volvió a tomar aquello y se dispuso a leer.

“Kagami:
Vaya, ya 20 años. Aún recuerdo la primera vez que Adrien te trajo a la mansión, tú tenías 15 y él 17. Estaban exhaustos por la clase de esgrima y también molestos por seguir yendo. Aún no creo que estés en su vida, no lo tomes a mal, todo lo contrario; desde que se conocieron supe que sería una linda y maravillosa amistad y la cual algún día se convertiría en algo más. Tal vez me equivoco, pero tal vez no; siempre estás junto a él cuando te necesita al igual él está junto a ti cuando tú lo necesitas.
Estoy y estaré siempre agradecida por qué cuides de mi niño, eso me hace creer que el día de mañana serás una gran madre y ojalá esos niños sean mis nietos. Bueno ya, tal vez pido mucho pero no lo puedo evitar al ver lo feliz que es Adrien a tu lado.
Te deseo un gran y hermoso cumpleaños y vida, siempre sonríe Kag y no dejes que nada ni nadie te derrote. Te quiero como una hija y siempre será así.

Con cariño, Emilie.

Posdata: si necesitas regañar a mi hijo, estás en total libertad de hacerlo.”

Tras leer la nota a puño y letra de la mayor, no pudo evitar llorar y más sabiendo que Adrien también había leído aquello.

— No llores gatita.— Musitó el zagal abrazando a la femenina a su cuerpo, sintiendo como las malditas ganas de llorar también estaban presentes en él. — No le hará bien al bebé.— Añadió tomando la carta entre sus manos y haciéndola a un lado para poder consolar en su totalidad a su novia.

— No lloro de tristeza.— Apoyó su cabeza en el hombro de él.— Solo siento que tu madre siempre vio lo que nosotros no, como si fuera adivina.— Suspiró.— Al igual que Nino, insistiendo tanto con el tema de los hijos.— Levantó su cabeza para encararlo.— ¿Será qué tienen razón?— Se llevó su mano a su vientre.— ¿Habremos creado una nueva vida Adrien?

El zagal tragó grueso, apoyando su mano sobre la de la femenina.

— ¿Tú crees que…?— Centró la mirada en su vientre y después en los ojos de Kagami.— ¿Seamos buenos padres?— Sonrió y posó una mano en los labios de la femenina antes de que ella hablara.— Claro si resultas estar embarazada de mí.

— Lo aprenderemos en la marcha.— Acarició suavemente su abdomen.— Estoy asustada Adrien…— Confesó, bajando su vista.

— Yo también Kag.— Dijo haciendo algo de fuerza tomando a la fémina de los brazos, terminando recostado junto con ella en el blando lecho.— No te negaré que tengo miedo de un posible positivo.

— Yo igual.— Cerró sus ojos, acurrucándose junto a él.— Además de tener que darle la razón a Nino, eso no me gusta.

Adrien soltó una risa ante la tierna preocupación de la femenina.

— Ese estúpido tenía razón.— Murmuró.— ¿Y no te preocupa la reacción de nuestros padres?

— Al parecer sí.— Rió.— De Emilie no tanto, de tu padre y mi madre un poco.

— ¡Carajo!— Exclamó el zagal al tiempo en el que caía en cuenta de todo lo que le esperaba si sus sospechas resultaban ser positivas.— Tu madre y mi padre van a cortarme los malditos huevos.

— Y mis ovarios.— Bufó.— Igual aún no sabemos nada, tal vez las pocas pastillas funcionaron…— Dijo decaída.

— Hey…— Musitó Adrien, apegando a la fémina contra su cuerpo, besando parte del dorso de su cabeza.— Todo va a estar bien, ¿de acuerdo gatita?— Acarició su espalda.— Además… — Añadió entrecerrando los ojos.— Sé que te mueres porque sea positivo y por escoger el nombre, ¿o me equivoco pequeña traviesa?

— Un poco.— Soltó una pequeña risa.— Mañana deberíamos comprar la prueba, ¿no crees?

Adrien asintió, sintiendo sus párpados pesaban y su respiración se tranquilizaba.

— ¿Y si te haces una prueba de sangre para estar más seguros?— Sugirió.

— Mañana buscaremos un laboratorio.— Lo abrazó cerrando poco a poco sus ojos.— Debemos dormir, si se puede.

Adrien asintió abandonándose al sueño que corría por su cuerpo; sintiendo como en mucho tiempo una paz y una extraña sensación de calidez lo embriagaba ante la idea de creer que una pequeña vida se había formado de él y crecía en el vientre de su novia.

«¿Acaso voy a ser un candente y sexy papi?»
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Ambos se encontraban en la sala de espera del laboratorio de análisis clínicos. Apenas se despertaron recurrieron a buscar un lugar donde poder hacer la prueba; no habían desayunado ya que pedían que la fémina estuviera con el estómago vacío.

El lugar no estaba lejos del departamento, puesto a que en quince minutos ya habían llegado con el automóvil.

— ¡Tsurugi!— Llamó un señor vestido de enfermero.

La pareja se levantó y se adentraron en el pequeño cuarto.

— ¿Kagami Tsurugi?— Preguntó viendo a la azabache asentir.— Así que están aquí para realizar un examen de GCH, ¿cierto?

Ambos asintieron sintiendo como sus nervios estaban a flor de piel, siendo Adrien el primero en hablar.

— Esa prueba…— Murmuró mirando al encargado.— ¿Es exacta?

El encargado solo se limitó asentir dándole a la respectiva pareja las instrucciones necesarias para proceder, explicándoles que de todas las pruebas de embarazo ésta era la más exacta y que no tendrían que esperar más de media hora para los resultados.

— ¿Estas lista gatita?— La voz de Adrien se hizo presente en la silenciosa sala.

— ¿Hablas por el pinchazo o por el resultado?— Habló estirando su brazo para que le retiraran un poco de sangre.

— Ambos.— Respondió él, entrelazando la mano de la femenina en lo que el encargado terminaba de extraer un poco de sangre de su brazo derecho.— ¿Te duele princesa?

— Nop.— Dijo sin quitarle la vista a la aguja.

Nunca le había molestado aquello, no sentía los pinchazos. Para ella era como si un bichito pequeño la pinchara.

— ¡Listo!— Exclamó el enfermero.— En media hora pueden pasar a retirar los resultados.

— Muchas gracias.— Agradeció la ojimarrón para luego retirarse de aquel cuarto.

El zagal agradeció por el trato y se acomodó con Kagami en las sillas de espera; sintiendo como a cada minuto que pasaba la ansiedad y la duda se apoderaba de él. Kagami apoyó su cabeza en el hombro de él, cerrando levemente sus ojos, hasta que un gruñido en su estómago la hizo abrirlos de golpe.

— Los resultados.— Dijo Adrien.

— Y mi hambre también.— Habló mientras se dirigía a la recepción.

Antes de que le entregaran los resultados, firmó unas fórmulas y luego le dieron un sobre blanco con el logo del lugar. Temerosa observó a Adrien.

— ¿Estás lista?— Adrien sabía que su pregunta estaba de más no obstante los nervios y la preocupación del instante hacían que toda pregunta sea válida.

— No.— Confesó mientras volvía a sentarse a su lado.

Ambos se miraron, él apoyó una mano en el muslo de ella mientras la ojimarrón abría el sobre con manos temblorosas. Quitó el papel y se lo extendió a Adrien para poder leerlo juntos. Cuando llegó al resultado, llevó una mano a sus labios para cubrirse sintiendo pequeñas lágrimas rodar por sus mejillas.

— Po…— Las palabras no salían de los labios del zagal, quien sentía como un manojo de nervios se apoderaba de su ser.

«Estoy jodido»

— Adrien…— Habló temblorosa.

— ¿E-esto es real?— Inquirió temeroso tomando el papel entre sus manos como si de alguna manera el resultado de éste fuera a cambiar.

— S-sí…— Se llevó su mano al vientre, aún en shock.— ¿Voy a ser… M-madre?

— ¿Voy a ser padre?— Ese apelativo sonaba tan extraño en los labios del varón quien se sentía un tanto mareado y confundido.— Ka-agami yo…

— ¿Adrien?— Se preocupó al verlo respirar con dificultad.

— Yo…— Adrien se levantó bruscamente de su lugar sintiendo como su corazón palpitaba frenéticamente y por su mente pasaban un sinfín de pensamientos.— Kagami… Lo siento.— Murmuró con la vista en el suelo del recibidor.

— ¡Adrien!— Gritó al verlo marcharse, siguiéndolo lo más rápido hacia afuera, pero él ya no estaba.— No Adrien…

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O mai ga :o

Primero Luka y ahora un beibi. Vaya sorpresa, no?
Quiero saber si se lo esperaban 👀
Sin más que decir, _Ocean_16 tiene la palabra.
¿Alguien se esperaba ese embarazo?
Al parecer Adrien no se siente preparado para esto pero... ¿las responsabilidades son primero?
En fin un nuevo cap semanal y como siempre esperamos que este sea de su agrado.
Los queremos bye.

Actualización 17/06/21: wow, aunque haya pasado un tiempo este cap golpea jajaja pero bueno, todo irá bien 💕

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