En las penumbras de la mansión se encontraba una de las heroínas más jóvenes hasta el momento. Sucumbía ante el pánico, se veía nublada por la soledad y el espeluznante silencio que albergaba ese calabozo en medio de un profundo abismo, ¿Cómo un lugar como este podía contener una clase de pozo sin fondo? Conociendo a su captor, lo imposible parecía palpable a sus manos. Sus poderes de hidro-telequinesis no parecían mantener un balance, intentó usarlos contra los barrotes y los grilletes que la mantenían, pero cada tanto sus poderes se apagaban, como si controlaran su flujo.
Estaba entrando en pánico, pero aun así no perdía las esperanzas.
Lo volvió a intentar una vez más, cuando de la nada la jaula se elevó dejando solo la base manteniéndola a ella aun incapaz de maquinar una vía de escape por los grilletes aun en sus muñecas.
Los tacones resonaron en la sala del abismo, hacían eco a su alrededor pareciendo imposibilitar la detección del lugar de donde provenían.
De entre las sombras apareció un joven de bata a botones con varias jeringas amarradas en su muslo derecho. La larga bata ondeaba a su alrededor mientras observaba desde el otro lado a su prisionera, mirándola como el ser inferior que es.
-Mira nada más – Comenzó a interactuar la delicada voz casi varonil que hacia dudar a la heroína de su papel en la sala –, la Guerrera del Pacífico, en un mar de incertidumbres. – Finalizó el de rizados cabellos rubios con la sonrisa sínica que lo caracterizó desde el comienzo de esta guerra.
-¿Por qué haces esto? – Preguntó temerosa ante la reacción de su enemigo.
Aun recordaba esas técnicas baratas de como negociar con el enemigo para que diera información importante y se apiadara de su víctima, y como cada héroe, ella estaba esperanzada de poder salir ilesa del asunto, como sus ídolos alguna vez lo hicieron.
-¿Por qué no? – Respondió simple la descarada voz del rubio, quien, aun a sabiendas de lo maleducado que podía ser responder así, no se perdería por nada la oportunidad de jugar con su prisionera. –; entre villanos, la maldad viene del dolor y la perdida, y entre nos' – Señaló alternamente –, tú eres la menos indicada para juzgar mis razones.
-Porque te hayan pasado cosas malas en el pasado no quiere decir que debas proyectar maldad al mundo. – Objetó la fémina de voz afectuosa, con otro intento de doblegar a su contrario – A mí también me pasaron cosas malas, por eso tengo poderes – Animó tratando de convencer al gélido ser frente a ella.
El joven doctor sabía lo que vendría a continuación, como cada héroe que se topó con su presencia, siempre intentando ablandarlo para conllevar a su liberación y, por consiguiente, a su propia captura. Como si él hubiese nacido ayer.
-¿Sabes?, quise ser una villana como tú – Admitió decepcionada –, pero no fue así, decidí ir por mejores pasos y redimirme en los horrorosos actos que pensaba cometer, fui libre y... Muchos me ayudaron a lograrlo. – Continuó perdiendo de vista su verdadero objetivo, como siempre sucede. – Si vienes conmigo, lograremos ayudar-
-¡Yo no soy como tú! – Vociferó el joven de gutural voz interrumpiendo a la "guerrera".
Todos los héroes terminan siendo cegados por la moral, mientras los villanos son cegados por la venganza y el dolor.
A veces son los mismos héroes quienes crean a sus enemigos, mientras que, en estúpidas ocasiones, son los villanos quienes crean a sus archienemigos por error o accidente, aunque, como dice el dicho, 'Los accidentes no ocurren'.
El que La Guerrera del Pacífico cayera en su trampa no fue más que azares del destino creados por el mismo doctor al mando.
Las coincidencias son las que no existen.
-Yo nunca cometeré el error de unirme a un grupo de mentirosos como ustedes. – Finalizó el doctor alejándose de la celda.
-... ¿Qué te hizo el mundo para que hicieras esto? – Preguntó curiosa la joven.
Cuando un villano tiende a conquistar planetas, continentes, galaxias, entre otros, son por bienes propios, si por el placer de poder manejar las vidas de otros habitantes o para conseguir un mayor poder al que se tiene actualmente.
Muchos conquistadores comenzaron con planetas débiles, sin mayor población y recursos, pero con el tiempo, eso empieza a aburrir, por lo que suelen ir por un reto mayor, uno en donde lo mejor que podrían hacer es demostrar lo que realmente los representa como lo que son: Seres del mal influenciados por su sed de poder.
-Debes entender pequeña Dorotea, no todo es como en los cuentos de hadas. – Lo gélido de sus palabras eran confusas a comparación de lo tristes que eran sus ojos.
Algo si marcó al científico, pero no fue algo de su pasado.
El doctor ya era malvado desde joven, lo sentía en sus venas y era algo que, de haberlo prevenido, hubiese sido inevitable de todos modos. Uno no puede cambiar lo que fue destinado a ser.
-It's time you learned a lesson. – Entonó la voz casi seductora e hipnótica. – It's time that you understand. – Caminaba por los escalones contrarios de la celda quienes guiaban a la parte superior de la torre, más no a la salida.
La guerrera lo seguía con la mirada; temerosa, preocupada.
-Don't ever count on anybody else, – Mientras cantaba activo un interruptor que atrajo a su prisionera hacia él, mirándola con una mirada fría que fingía ser conciliadora. – In this or any other land. – Haciendo uso del interruptor antes mencionado la devolvió a su puesto anterior.
El doctor siguió su camino aun con su gélida mirada en su víctima.
-I once hoped for friendship, to find a place among my kind. – Dirigió su caminar a una ventana que no dejaba entrar claridad a la estancia por las bellas cortinas negras que no desentonaban en nada con el ambiente. – But those were the childish wishes, of someone who was blind. – Entonó la última monosílaba con veneno impregnado en sus ojos antes de abrir estrepitosamente las cortinas de la celda.
-Open up your eyes! – Detrás de los cristales del ventanal se podía observar lo único que la guerrera no podía creer cierto.
Aquellas personas aclamadas héroes estaban atacando sin remordimiento alguno a los que aseguraban proteger con tal de re-orientar a sus enemigos para que se guiaran por el camino del "bien".
Una mentira que perduró por años y hoy, finalmente, fue revelada ante las miradas incrédulas de aquellos que los alababan ciegamente.
-See the world from where I stand. – Sintonizó observando con indiferencia a aquellos que decían guiarse por la moral. – Me among the mighty, you caged at my command. – Pronunció mirando por sobre su hombro a la desolada jovencita detrás de su persona.
La joven estaba choqueada, fuera de sí.
¿Cómo era posible que sus más grandes ídolos fueran capaces de tal atrocidad?
Supongo que nunca se conoce a alguien completamente.
-Open up your eyes! – Exclamó nuevamente el científico, encontrándose en el tercer nivel de esa prisión, a solo unas cabezas de la muchacha.
Dorotea volteo a mirarlo, sin querer mirar como sus compañeros destrozaban la vida de miles de inocentes.
-Give up your sweet fantasyland. – Y parece que ese ambiente melancólico y triste se le había contagiado a Flug, puesto que su semblante estaba decaído, fuera del porte frio que portaba hace rato. – It's time to grow up and get wise. – Entonó observando a la joven a metros de él, sintiendo por breves momentos un poco de empatía.
Pero eso no iba a cambiar nada.
-Come now little one. – Rápidamente, y sin parpadear, este ya estaba devuelta con su mirada frívola y calculadora. – Open up your eyes!
Nada de la anterior misericordia que tenía perduró lo suficiente. Porque la verdad es que nunca existió.
-¿Qué pasó contigo? – Se aventuró a preguntar la joven; extrañada de lo que veía, no sabía que decir.
El doctor no estaba en sus anchas de decirlo, era un dolor que nadie debía experimentar, pero no era algo insoportable. Las miradas dicen mucho, y el doctor lo sabía, sus ojos reflejaban lo vivido hace ya varios años, cuando trabajo para el mayor villano de todos.
Él, entre muchos aspirantes, soñaron con trabajar con el más grande y fuerte de los villanos, y entre todos, solo él pudo sobresalir. Creo secuaces impresionantemente eficientes, diseño las armas y artefactos que jamás imaginarias tener, hizo atrocidades con la genética humana, algo que el mismo Darwin temería ver. Todo lo que el humano promedio no logró lo hizo él, el Dr. Flug, todo con tal de ayudar a los jóvenes villanos y aspirantes a destruir a sus respectivos héroes.
Ya era un villano de todos modos, ¿Por qué no salir y hacer fechorías por su cuenta?
Porque no solo Black Hat se lo impedía, sino también la vaga necesidad de hacerlo.
El doctor no tenía la necesidad de hacer el mal, ya que, al igual que su jefe, disfrutaba de ver como otros hacían el mal y vivían del mal, creando caos y destrucción por donde pasaran. Fuera de eso, el mal causado no solo lo alentaba, era su pasión quien también lo movía.
Flug tenía miles de razones para no hacer el mal y solo trabajar para procrear el mal.
Lo que lo hizo salir de la rutina era una historia algo compleja.
-¿Qué fue lo que te hicieron? – Preguntó más calmada la heroína, con la conmoción de antes aun palpable.
-¿Te has preguntado qué sucedió con el mayor villano de todos? – Se aventuró esta vez el villano a preguntar. Cuando la joven dirigió una mirada confusa hacia él supo de inmediato la respuesta. – Supongo que jamás te contaron de él, ¿No? – Afirmó con una sonrisa melancólica.
No recibió respuesta. Parece no querer tantear mucho el terreno por ahora.
-Es difícil de describir, yo solo lo recuerdo como alguien... No, algo incapaz de amar, incapaz de sentir empatía por alguien, y que poseía un gran poder. – Decía con palpable admiración, recordando esos vivaces momentos en los que solo eran él y su jefe. – No lo hubieras creído si lo hubieras visto. Nadie nunca lo venció... – Repentinamente Flug se detuvo, fijo su mirada al suelo, como pensativo.
Algo si venció a Black Hat.
Nunca lo esperaron, era algo que nadie hubiese imaginado que pasaría.
Cada ser, villano, héroe y ser inferior a Black Hat se alzó en su contra, arremetiendo contra la mansión.
El sistema de seguridad estaba desactivado.
Los Hatbots deshabilitados y reprogramados.
Demencia y 5.0.5 heridos, no había reparo en lo que sucedía alrededor.
Habian logrado, después de varios intentos fallidos, adentrarse a la mansión y hackearla en su totalidad, nada estaba a su favor en la fortaleza del sombrero.
Y hablando del Rey de Roma.
-We all start out the same, – Relató con tristeza en sus palabras, su dolor era palpable, y se notaba lo culpable que se sentía. – With simple naïve trust.
Black Hat estaba herido, lo habian envenenado, uno de los infiltrados le había dado al villano un preparado mesclado con su café.
De saber que contenía dicho café el villano se hubiera salvado, pero la situación no lo permitía.
El doctor con todo lo que tenía trato de escapar con su jefe en manos.
¿Por qué no dejarlo morir? Flug era un villano, no iba a permitir que el más grande de todos pereciera así.
-Shielded from the many ways, That life's not fair or just.
El terreno rodeado, los héroes enloquecidos y varios villanos que le temían los veían como dos míseras cucarachas.
Era humillante.
Y aunque no lo notaran, ambos tenían miedo.
Black Hat, el ser más despiadado sin sentimientos, que junto a su científico crearon caos en donde miraran, tenía un semblante de duda, no miraba a nadie, solo veía opciones.
El doctor, uno de los humanos con el alma más oscura y gélida de todas, solo pensaba en como liberar a su jefe de todo eso.
Ambos no veían por el bienestar del otro, pero de alguna forma esperaban que el otro huyera. Al menos así Flug recordaría a su jefe como alguien digno de temer; al menos así Black Hat podría vengarse de todos.
-But then there comes a moment, A simple truth that you must face.
El eldricht perdía su forma física.
El científico pensaba de forma egoísta al creer que tenía oportunidad si huía de ahí dejando de lado al ser oscuro.
-If you depend on others, you'll never find your place.
Aún con todo el pesar, y las miles de posibilidades, Flug solo trató de salvarlo.
Él hubiese muerto si Black Hat no lo hubiese evitado.
No tenía un corazón, pero sabía de antemano que Flug estaría mejor sin él.
Mucho mejor.
Con arma en mano, el doctor se abrió paso entre la multitud formando una barrera entre ellos y los demás héroes, con esa ventaja lograron escapar de entre la muchedumbre hacia un lugar lo suficientemente seguro como para que su jefe mejorara.
Black Hat no iba a mejorar, y eso bien lo sabía.
La forma física de Black se deterioraba, y Flug solo podía permanecer en silencio en su lecho de muerte.
Pero el eldricht había tomado una decisión. Flug debía vivir, por muy molesto que fuera.
La bolsa se había perdido en alguna parte del suelo, Black lo sabía, él solo se estaba despidiendo, el doctor no era estúpido, obvio Black se iba a morir y eso era algo que, aunque le doliera, debía respetar. Su jefe no había exigido la cura, y era porque ya había aceptado su caída como el más grande.
Pero ese puesto no se lo iba a ceder a cualquiera.
-And as you take that first step, Upon a path that's all your own.
Una brecha en el espacio se había abierto dejando paso a un rubio de piel pálida con iris azules sorprendido, pensó por un segundo que el mayor villano de todos no podría caer tan fácil y que ambos se irían de ahí a comenzar de cero.
Solo por unos segundos él pudo imaginar que lo peor había pasado, y que todo estaría bien.
Pero cuando cruzó hacia el otro lado no notó como la puerta se debilitaba a cada golpe.
Los habian encontrado, y solo Flug pudo escapar.
Para cuando se dio cuenta la brecha se había cerrado, dejándolo solo en alguna parte recóndita del mundo.
Lo único que quedó del más grande fue su característico sombrero, que hoy en día permanecía como recordatorio a los jóvenes héroes de quien fue el ser más temido sobre la tierra.
Flug quedó solo.
Black Hat había despertado a un ser igual de maligno que él.
-You see it all so clearly; the best way to survive is all alone.
-Open up your eyes! – Entonó con euforia el rubio ante la vista de afuera. – And see the world from where I stand.
Los héroes caían ante los soldados al mando del doctor, cada uno controlado y mejorado.
Comandados por la mismísima Demencia, quien había surgido de vuelta gracias al doctor, nadie los hubiera detenido de todas maneras, ni menos con la mejor mercenaria de todos los tiempos.
Cada héroe siendo manipulado para cometer esas horrorosas hazañas, el mal ya tenía un nuevo significado.
Flug iba a dar el ejemplo, solo esta vez.
-Me among the mighty. – Los ojos de la heroína conectaron con los del doctor, ya sabía a quién temer ahora. – You caged at my command. – Cuestionó el científico antes de subir y activar la plataforma para admirar la vista desde lo más alto de su nueva morada.
La pelinegra no cabía en lo visto anteriormente, y no se iba a dejar ver otra vez lo ya admirado.
La caída de cada héroe en el mundo.
-Open up your eyes! – Ya en la cima el rubio vociferó al horizonte, bajándose de la plataforma, que aprisionaba a la joven, admirando lo que pudo lograr por el mismo. – And behold the fading light. – Admiró con melancolía la lejana mansión que alguna vez fue su hogar y su prisión.
Pero ya no podía seguir así.
Black Hat ya no estaba para detenerlo ahora.
-It's time to grow up and get wise. – Apretó los puños con impotencia, ya no era momento de lamentarse. – Come now little one. – Sugirió mirando por sobre el hombro a la joven prisionera de sus propias dolencias.
La verdad duele, querida.
-Open up your eyes. – Regresando su mirada al acto, que se estaba ejecutando casi a las lejanías de su posición, se acercó al borde de la baranda.
No solo quería demostrar que él era el más grande, sino dejar bien claro el porqué.
-Open up your eyes! – Vociferó con gracia dejando a la vista su verdadera forma.
Si pudo hacer desastres con la genética humana, entonces, ¿Que le impedía jugar a ser Dios e intentar alterar la suya?
El rostro horrorizado de la joven atrás de él era de admirar.
Black Hat hubiera admirado lo que logró por el mismo.
Si hubiera vivido para verlo.
-Debiste de haberlo notado antes, querida. – Sugirió el ahora eldricht de rubios cabellos. – El mundo destruyó todo lo que yo admiraba, y ahora ellos destruyen lo que tú admiras.
La mente de la pequeña no cabía en lo que logra observar.
Ya no deseaba ver de nuevo.
-En los cuentos, son los héroes los verdaderos villanos. – Reveló sin consentimiento el villano entre los dos. – Nunca te lo hubieran revelado de todos modos, no es para que te lamentes en silencio.
Aun ante lo dicho, ella seguía sin querer escuchar.
-Era inevitable. – Volvió a decir el doctor tratando de calmar a la joven, no por compasión, sino porque ya lo estaba molestando con sus lloriqueos.
-No – Habló finalmente la Guerrera –, yo fui quien no lo evitó a tiempo.
-Si quieres pensar eso, hazlo. – Corto el eldricht ya harto de la negativa de la muchacha, aunque ya era de esperarse. – De todos modos ya no hay nada que puedas hacer.
Finalizó alejándose de la azotea, tenía una misión que cumplir.
Lo anterior dicho era más que cierto: Ya no había nada que pudieran hacer.
El mal logró triunfar una vez más, y nada se lo iba a impedir.
Nada.
-------------------------------------------------------------------
Sinceramente no sé qué fue lo que hice :v
Esto lo tenía pegado en la cabeza desde que escuché la canción, y estuve meses tratando de concretar la idea porque honestamente no sabía cómo continuarla, además no la quería dejar ir, era muy buena idea para un AU :'D
Que no haré por cierto.
¡SPAM TIME!
Por fin tengo una idea para la historia del AU Gravity Universal, el único problema ahora es el desarrollo y el diseño de personajes.
Destalles, detalles.
También estoy por hacer otra historia con una canción muy buena que encontré hace poco (Tengo problemas :'v)
Sin más me despido~
Bye~♥
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro