chapter twenty seven
UNA MUERTE SIN CIELO
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Estaba en la choza con Hayley y Eva. Me acosté sobre una manta, siguiendo las instrucciones de Eva mientras me ayudaba a prepararme para el día que de a luz.
-Eso es. Inhala y suelta.-dijo Eve mientras yo hacía algunos ejercicios de respiración.
-Supongo que esto significa que no hay epidural, ¿eh?-Hayley preguntó.
-¿Estás segura de que no puedo hacer esto en, digamos, un hospital? ¿El lugar con los médicos y las drogas?-Yo pregunté.
-Cariño, los hombres lobo han estado teniendo bebés aquí desde antes de que tú nacieras. Deja de preocuparte- me dijo Eve.
-Está bien- me senté, suspirando.-¿Entonces qué, Eve? Ni siquiera sé lo que es tener una madre, y mucho menos ser una.
-Créeme, cuando llegue el momento, sabrás exactamente qué hacer.
Asentí con la cabeza.
-Eso espero. Tan divertido como es imaginar a Klaus cambiando pañales sucios, estoy bastante segura de que haré esto sola.
-De alguna manera, no lo dudo.-Hayley sonrió.
-Perdón por la interrupción.-Volteamos la cabeza hacia la entrada y vimos a Elijah.-Me pregunto si podría tener unas palabras rápidas con las conspiradoras de un supuesto levantamiento.
Y cuando dijo eso, me di cuenta de que sabía sobre el trato.
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ELIJAH, HAYLEY Y YO DEJAMOS LA CHOZA, EN EL CAMINO QUE Agarramos a Oliver y a Jackson. Entramos al granero para hablar. Después de los eventos de ayer, decidí soltar todo y le conté a Hayley sobre el trato que Jackson y yo hicimos con Klaus.
-Están cometiendo un grave error.- dijo Elijah.
Oliver se burló.
-Entonces, solo estás preocupado por nosotros. ¿Es eso?
Jackson suspiró.
-Mira, Elijah. Sabemos todo sobre la reputación de tu hermano, pero si existe la posibilidad de que estos anillos puedan ayudarnos a tomar el control de nuestra maldición...
-Nuestro don.-corrigió Oliver.
-Entonces, honestamente, no nos importa lo que realmente busque. No tendrá que hacerlo.- finalizó Jackson.
-Ya veo. Hay quienes en el barrio considerarán esto como una gran provocación.
-Aparentemente, la mayoría nos ve respirando de la misma manera.-habló Oliver.
Elijah se volvió hacia mí.
-Firmaste una promesa y me miraste a los ojos mientras lo hacías.
-No queremos pelear, Elijah. Solo queremos una vida mejor.-le dije.
-La lealtad a mi hermano te garantizará todo menos eso.-respondió.
Estaba a punto de responder algo pero el sonido de una moto acercándose me hizo detenerme.
-¿Que demonios?-Jackson salió con el resto de nosotros siguiendo.
Un hombre en moto entró en el campamento y se detuvo cuando nos acercamos a él. Nos miró.
-¿Quién de ustedes está a cargo?
Jackson y yo dimos un paso al frente
-¿Quién pregunta?
El hombre sonrió, Elijah estuvo apunto se hablar, pero la moto explotó lo que provocó que todos gritaran. Oliver me agarró cuando la explosión envió a todos volando de regreso.
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Me zumbaban los oídos, miré alrededor por el daño.
-Thalía, ¿estás bien?-Oliver preguntó, era difícil escucharlo pero lo hice.
No respondí, solo me levanté y miré a mi alrededor para ver si alguien estaba herido. Mucha gente resultó herida.
Vi a un niño de pie junto a un hombre gravemente herido. Me apresuré hacia el chico.
-Está bien. Aquí. Ven aquí.-Lo levanté. -Oh, Dios
Miré alrededor del pantano, mucha gente estaba herida.
-¡Jackson!-Grité cuando vi a mi hermano levantarse. Se acercó a nosotros.-Aquí. Sácalo de aquí.-Le entregué al niño y me fui.
Fui a buscar a Hayley para asegurarme de que estaba bien, la encontré hablando con Oliver. Me acerqué a ellos cuando Oliver repentinamente gritó enojado, rompiendo una silla después de tirarla.
-Los vampiros. Ni siquiera tienen las agallas para hacer su propio trabajo sucio. Quiero decir, ¿por qué molestarse cuando puedes simplemente obligar a cualquier hijo de puta que lo haga por ti? Yo digo que les devolvamos el golpe, fuerte.
Se volvió para irse pero lo detuve.
-Quédate aquí, Oliver.-Me volví hacia Hayley.-Necesito que ustedes dos cuiden de todos hasta que yo regrese.
-¿A dónde diablos vas?-Hayley preguntó.
-Si se tratara de vampiros, estoy bastante segura de que puedo adivinar quién dio la orden.-Cogí una rama de un árbol del suelo y la partí por la mitad para hacer una estaca.-Voy a buscar a Marcel.
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CAMINABA A TRAVES DEL RIO HACIA LA CIUDAD. Saqué mi teléfono para llamar a mi hermano y asegurarle que estaba bien.
-¿Dónde estás?-Jackson preguntó.
-Tengo que encargarme de algo. Regresaré tan pronto como pueda.-le dije.
-¿Dónde estás?-Él repitió.
-Jackson, estoy bien. Solo ayuda a Hayley y Oliver a cuidar de la manada mientras yo no estoy.
Jackson suspiró.
-Solo promete que estarás a salvo.
-Estaré bien. No te preocupes.
⌑
ENTRÉ EN EL PIT, DONDE LOS VAMPIROS PASABAN EL RATO. Caminé hacia Diego, que estaba sentado en una silla.
-Si que tienes un poco de valor, al venir aquí, mamá.
Le di una patada a la silla en la que estaba sentado, haciéndolo caer. Se levantó y me gruñó. Lo empujé contra una pared y apunté con la estaca a su corazón.
-Alguien atacó a mi manada en el Pantano esta mañana, y como no veo ningún genio por aquí.-Puse presión sobre la estaca.-¿Por qué no me dices dónde está Marcel y los dos podemos seguir con nuestro día?
Diego no respondió.
-¿Crees que estoy jugando? Habían familias. ¡Niños!
-Solía mantener un lugar.-Diego cedió y finalmente respondió.-Patterson de 1917. Si todavía está por aquí, estará allí.-Arranqué la estaca y me fui.
⌑
FUI A LA DIRECCION QUE ME DIO DIEGO. Llamé a Klaus no solo para hacerle saber lo que sucedió en el pantano, sino también para pedirle ayuda para derribar a Marcel.
-Klaus, ¿dónde estás?
-Estoy en una pequeña situación aquí, amor... ¿Algo anda mal?
-Alguien envió a un atacante suicida al Bayou esta mañana-le dije.
-¿Qué? ¿Dónde estás?-La preocupación en su voz era clara
-Estoy en la ciudad ahora pero...
-¿Estás bien?
-Klaus, estoy bien. Supuse que un ataque como ese debe haber sido Marcel. Ha odiado a los lobos durante años, y después de esa maniobra que hizo con las brujas... Así que lo rastreé. Pensé que te gustaría participar. Ayúdame a patearle el trasero por intentar hacernos volar hasta el reino.
-Está bien, Thalía, te lo aseguro, una vez que termine aquí, tendrás toda mi atención. Mientras tanto, no te metas en problemas.
-No tienes que preocuparte, saldré viva de aquí-colgué.
⌑
ENTRÉ EN EL LOFT DE MARCEL. Estaba sentado en un sillón, bebiendo. Mantuve la estaca cerca de mí.
Marcel se levantó de su asiento para servirse otro trago.
-Pasa. Toma asiento. Te ofrecería un trago pero...- Hizo un gesto hacia mi pancita.
-Que tierno lugar.-dije mientras miraba a mi alrededor
-Oh, es sólo temporal. Un amigo me enganchó. Lo creas o no, todavía tengo algunos de esos pateando. Necesito amigos que me mantengan informado, que me adviertan cuando alguien viene a buscarme para culparme por cosas que yo no hice.-Se sentó de nuevo.-Para que conste, no tenías que tratar así a Diego. Tú y yo estamos muy atrasados para charlar.
-¿Quieres hablar? Habla.
-Chica dura. Te pareces mucho a tu padre en ese sentido.-Lo miré y él asintió con la cabeza.-Oh, sí. Lo conocía. Conocía a toda tu familia y a la de Hayley también. De hecho, si ella los conociera como lo hice, ella sabría cuántos enemigos tienen. En los noventa, fueron los lobos Crescent quienes se apoderaron de la ciudad. O lo intentaron. Vivían para derribar, y también eran buenos en eso. No les importaba a quién mataban mientras tuvieran más poder
-¿Así que la maldición de Crescent fue tu forma de detenerlos?-Le pregunté: -Qué heroico.
-Era eso o matarlos a todos, y no soy grande en la matanza indiscriminada.- Marcel se puso de pie para servirse otro trago.-Mira, tengo esto de los niños.
-Eso he oído.
-Oh, hiciste más que escucharlo, Victoria Kenner.-Se volvió hacia mí-Tú y Andréa Labonair sois una prueba viviente.
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ME ACERQUÉ MÁS A MARCEL.
-Vi lo interesada que estabas en esos Crescents. Después de tu pequeña reunión familiar en la vieja casa de la plantación, comencé a sumar dos y dos y me di cuenta de que la pequeña Victoria había crecido y había encontrado el camino de regreso a casa.
-Hmm... Dime algo, Marcel, ¿eres tú la razón por la que mis padres y los padres de Hayley murieron?
-Hubo peleas internas entre los lobos. Tu familia y la de Hayley estaban ocultas. Alguien se volvió contra ellos. Honestamente, no sé quién. Llegué allí después, encontré a Hayley en una cuna.
-Y años después me encontraste en el bosque... ¿Por qué me ayudaste?
-No iba a dejar que te mataran... Y sabes lo que pasa, el lobo más fuerte es el...
Negué con la cabeza.
-No. Eso fue hace mucho tiempo, ya no es así. El primogénito es el alfa.-Suspiré, frustrada, lo único que quería saber era el nombre del responsable de la bomba.-Hiciste que las brujas borraran literalmente mi memoria de mi vida antes de los quince años. ¿Quieres jugar al héroe, Marcel? Solo porque salvaste a dos niñas.
Marcel suspiró.
-Cree lo que quieras, pero Hayley fue la última Labonair. Quiero decir, podría haber sido una gran ventaja para nuestro lado, pero en cambio, la llevé hacia donde el Padre Kieran. Te llevé a las brujas, para así asegurarme de qud borrarían tu memoria para que estuvieras a salvo. Dos cachorras lobo jugando en las afueras del barrio no sería bueno para el negocio de los vampiros.
Marcel sacó una bolsa de lona de detrás de uno de los sofás y la dejó sobre la mesa de café. Le indicó.
-¿Qué es eso?-Yo pregunté.
-Dinero, sobre todo.-respondió.-Cosas que necesitas para empezar de nuevo en un lugar seguro. Pase lo que pase en el Bayou, no soy tu hombre. Pero, ¿cómo van las cosas? Eventualmente, podría tener que saber.
Me senté en el sofá detrás de mí.
-¿Así que este es tu gran plan? ¿Sacarme de la ciudad y así Klaus y Elijah me seguirán de cerca?
-No puedo decir que eso no sería un efecto secundario positivo.
Lo miré
-Entonces, ¿por qué no te vas? ¿Sigues tu propio consejo?
-Nací aquí, Thalía.-dijo Marcel.
-¿Sí? Bueno, yo también y no me iré.- respondí antes de levantarme para irme
-El tipo de la bicicleta. El terrorista.- dijo Marcel, haciéndome girar para mirarlo al salir.-Se dice que tenía un problema de juego. Debía dinero a los casinos, más importante aún, a los humanos que los dirigen. Y Thalía, cuando las cosas se pongan mal, recuerda, intenté librarte de eso otra vez. Otra vez.
Dejé el loft y caminé hacia el auto. No había nadie, nadie que pudiera sacarme de la ciudad. Esta era mi casa y estaba absolutamente segura de que no iba a renunciar a ella ni a dejarla.
⌑
REGRESÉ AL BAYOU PARA ENCONTRAR A OLIVER DANDO UN DISCURSO. Estaba reuniendo a la manada. Vi a Hayley parada junto a un árbol y me acerqué a ella.
-¿Qué está pasando allí?
-Tal, Dios, estaba preocupada por ti.- Hayley envolvió sus brazos alrededor de mí. Me aparté.-Estoy bien... ¿Qué está haciendo?.- Vimos a Oliver.
-Está haciendo un movimiento. Quieren sangre y Oliver quiere llevar a la manada a la guerra con los vampiros.
Asentí con la cabeza.
-Lo sé, pero lo descubrí. Fui a casa de Marcel y...
-Tal.-Ella habló y yo la miré.
-¿Qué?
-Hubo otro ataque después de que te fuiste.
-¿Qué?- Miré a mi alrededor, buscando a mi hermano.-¿Jackson es él...?
-Eva se lastimó... E-ella, uh, no lo logró. Aparentemente, ella nunca desencadenó su maldición, así que no pudo curarse hoy.
Tan pronto como Hayley dijo eso, corrí a la cabaña y encontré a Jackson sentado junto a Eva, que estaba acostada en la cama. Jackson miró hacia arriba y negó con la cabeza, Eva estaba muerta.
Caminé hacia ellos, lentamente y pude sentir las lágrimas venir. Hundiéndome de rodillas, extendí la mano, agarré la mano de Eva y la besé. Quienquiera que fueran los humanos que hicieron esto, lo más seguro es que lo lamentarían.
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