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chapter twenty eight

UN PASEO MÁS CERCA CONTIGO
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EL PADRE KIERAN HABÍA MUERTO Y SU SERVICIO SE CELEBRÓ EN ROUSSEAU'S.
Me presenté para presentar mis respetos, pero también para tener la oportunidad de hablar con Klaus sobre la situación de los anillos de luz de luna.

Miré a mi alrededor y encontré a Klaus y Elijah sentados a una mesa, bebiendo.  Me acerqué y me senté.

-Te lo advierto, Thalía, Niklaus está de un humor espectacular hoy.-Elijah habló.

-Vete a la mierda.-le dijo Klaus a su hermano.

Lo miré.

-¿Cuál es el problema con estos anillos de luz de luna? Oliver está tratando de establecer una revolución cada cinco segundos. La gente está asustada, enojada y, francamente, estoy cansada de estancar.

-Es un día de paz, Thalía - dijo Klaus. -Prueba y disfrútalo. Y mientras tanto, con todo tipo de enemigos desconocidos que conspiran contra nuestra familia, volverás a vivir con nosotros.

Asentí con la cabeza.

-Impresionante. Entonces, podemos hacer esa cosa en la que me encierras en la torre, me escapo, hay drama, y ​​luego ustedes dos se dan cuenta de que soy muy capaz de cuidar de mí misma.

-Los anillos están en progreso. Cumpliré mi palabra. Encontraremos y castigaremos a quien haya lanzado el ataque al Bayou. Y regresarás al complejo por tu propia seguridad. Pero, ahora mismo voy a terminar con esto y con la esperanza de ahogar al demonio que ha elegido hoy para perseguirme. Salud, Mikael. Impecable momento freudiano.-Klaus agarró una botella y la abrió antes de beber

Elijah miró a su hermano.

-Elaborado. ¿Has soñado con nuestro padre?

-Adelante. Diviértete bien.

-Puedo asegurarte que no hay nada de esto que me parezca ni remotamente divertido, Niklaus. Especialmente considerando que yo también he estado soñando con él.

-¿Qué?

¿Entonces ambos estaban soñando con Mikael, su padre, el maldito cazador de vampiros?

-Si también lo estás viendo... -Elijah se detuvo a mitad de la frase, mirando a la multitud donde llamó la atención de Genevieve.-¿Quizás nuestro escurridizo y desconocido enemigo está orquestando un nuevo ataque?

Klaus se volvió para mirar a quien luego le sonrió

-Bueno, entonces. ¿Qué mejor manera de puntuar un día de paz, que matando a alguien?-Klaus sonrió y saludó a Genevieve.

ME SENTÉ FUERA DE LA MANSIÓN DE FRANCESCA CORREA.  Hayley y yo investigamos un poco y descubrimos que el atacante suicida que apareció en el pantano le debía dinero a la familia de Francesca y mucho.  Así que decidí hacerle una visita, tenía preguntas que necesitaban respuesta.

Ella finalmente regresó.  Francesca se acercó a su casa con su guardaespaldas pero se detuvo cuando me vio sentada en los escalones.

-Ah. Thalía, ¿verdad? Supongo que no estás aquí porque quieres hacer una nueva amiga.

-No cuento a los terroristas como amigos.-me puse de pie.

Ella se rió entre dientes.

-Wow. Me han acusado de todo, desde hurto mayor hasta chantaje, pero ¿terrorista? Eso es nuevo.

-Un humano se detuvo en nuestra casa en el Bayou en una motocicleta y se hizo estallar.-le informé.

-Eso escuché- Francesca tomó sus llaves y se dirigió a la puerta principal.-Horrible. Buenas noches.

Me di la vuelta para seguirla cuando su guardaespaldas me agarró.  Le di un rodillazo en la entrepierna, golpeando su cabeza contra el jarrón de piedra cerca de nosotros.

Me acerqué a Francesca y ella me miró, sorprendida

-Se dice en la calle que le debía cien de los grandes al Casino Palace Royale. Y luego, después de su muerte, la deuda fue borrada. Como por arte de magia.

-Jeff era un elemento fijo en mi mesa de ruleta. A veces estaba despierto, a veces estaba deprimido. Absolví a su familia de la deuda que tenía por la bondad de mi corazón.

La miré fijamente.

-Oh, estoy segura, después de que lo enviaste a su muerte.

Francesca se encogió de hombros.

-Siéntete libre de husmear. Tengo las manos limpias. Y te aconsejo que cuides tus modales. Es una suerte que todavía estés viva, eres a quien todos los lobos susurran como si fuera de la realeza. Si estuviera interesada en herir a los lobos, tú serías mi objetivo. Y cuando voy tras alguien, no fallo.

Ella sonrió antes de entrar a su casa.  Suspiré y me dirigí hacia el complejo.  Cuando salí del lugar de Francesca sentí un escalofrío repentino, sintiendo que algo andaba mal.  Miré a mi alrededor antes de envolverme con mi abrigo con fuerza y ​​continuar caminando a casa.

AL DÍA SIGUIENTE, EL FUNERAL DEL PADRE KIERAN ERA HOY.  Caminaba con Klaus y Elijah hacia el cementerio.  El ataúd del sacerdote fue llevado en un carruaje tirado por caballos, una banda tocaba mientras caminábamos.

Seguí teniendo ataques de tos.  Elijah inmediatamente se volvió hacia mí.

-¿Estás bien? Te ves...

-¿Con 8 meses de embarazo y cabreada con el mundo?-sugerí.

-Iba a decir que te ves preciosa.

-¿Crees que Hayley y yo fuimos el objetivo de esos bombardeos?- Yo pregunté.

-Por supuesto que ustedes eran los objetivos. Si yo hiciera una guerra contra los lobos, ella sería mi primera muerte. La colgaría, para que todos sus adoradores la vieran.- dijo Klaus.

Le sonreí, falsamente.

-Eres tan encantador.

-Creo que esa fue la forma en que mi hermano te dijo que le gustaría que regresaras a casa con nosotros.-Elijah miró a su hermano.-¿Quizás probar un enfoque diferente, Niklaus, con menos referencias al asesinato?

-Por mucho que odiaría echarte sobre mi hombro y arrastrarte pateando y gritando hasta el recinto, y ambos sabemos que lo haré por el bien de mis hijos.-me dijo Klaus.

-Te gustaría eso, ¿no?-Miré hacia adelante.-Un mal sueño, y de repente, quieres ser un papá responsable.

Klaus envolvió su brazo alrededor de mí, acercándome a él.

-Déjame poner esto en perspectiva: mi padre vivió para atormentarme. No es mi intención convertirme en él. Este ciclo de miseria termina con mis hijos.

-Mmm. Olvidaste una cosa en tu pequeño intento de defender tu caso. No son tuyos. Son nuestros.-Alejé su brazo y los dejé, dirigiéndome hacia Cami.

-Cami.-llamé mientras me acercaba a ella.

-Thalía, hola.

-Hola, sé que no me conoces, solo quería decir que lamento lo de tu tío. Fue muy bueno con personas como yo durante la tormenta, y realmente lo aprecio.-le dije.

-Gracias.-me miró.-Quieres algo, ¿no?

-Lamento el momento. Me preguntaba si antes de morir, ¿dijo algo extraño sobre Francesca Correa? Creo que ella pudo haber estado involucrada en un ataque en el Bayou. Si escuchaste algo...

-Mira, Thalía.-Me interrumpió.-Estoy tratando, casi sin éxito, de mantenerme al margen de todo esto, pero ella es una verdadera perra. Así que, sí, si escucho algo, te lo haré saber.

-Gracias. Y de nuevo, lamento lo de tu tío.

-Yo también.

Me alejé tosiendo.  Me apoyé en un poste de luz.  Tosí y la sangre se derramó de mi boca en mi mano.

Miré mi mano, horrorizada.  Escuché a Klaus gritar mi nombre, pero antes de que pudiera responder, colapsé.

KLAUS, ELIJAH, THALIA Y GENEVIEVE REGRESARON AL COMPUESTO MIKAELSON.  Elijah despejó una mesa y Klaus acostó a Thalia en ella.  La mujer lobo embarazada permanecia inconsciente.

-Puedo ayudar.-ofreció Genevieve.

-No la toques.-dijo Elijah.

-Déjalo estar, Elijah. Era enfermera- le dijo Klaus a su hermano.

-Hay un hechizo que puedo hacer. Klaus, trae manzanilla de la despensa.- dijo Genevieve y Klaus hizo lo que le dijeron.

-Está temblando. Tu chaqueta, Elijah.

Elijah se quitó la chaqueta y la puso sobre Thalía para mantenerla caliente.

-Ella no respira, puedo escuchar los latidos de los bebés, pero no el de ella.

Jadeé mientras recobraba la conciencia.  Me senté y miré a mi alrededor, estaba en el recinto pero no había nadie más y algo parecía mal.

Vi a un hombre acercarse a mí cuando me bajé de la mesa.  Retrocedí.

-¿Quién eres tú?

-Supongo que soy de la familia.

Lo miré, dándome cuenta lentamente de que era Mikael.  El padre de Klaus y Elijah.

GENEVIEVE APOYÓ SU MANO EN LA FRENTE DE THALIA.  Presionó un paño húmedo de manzanilla contra la frente de Thalía antes de iniciar el hechizo:

-Coeur blessé, battre avec mwen. Coeur blessé, battre avec mwen.-coreó.

Klaus, frustrado y asustado, le mordió la muñeca y le dio a Thalía su sangre con la esperanza de curarla.

-Vamos.- suplicó.

-Ella todavía no respira. No está funcionando.-Enojado, Elijah agarró una mesa y la arrojó contra la pared de ladrillos.

Seguí retrocediendo mientras él se acercaba.

-Asumo que mi reputación me precede.

-Esto es una pesadilla. Estoy soñando.

-Al contrario, cariño, esto es muy real.- Mikael corrió hacia mí, envolviendo su brazo alrededor de mí y sujetándome con un estrangulamiento.-Bienvenida a mi infierno, atrapado en una eternidad de cuidar a esa horrible criatura que mis hijos llaman hermano.

-Estás muerto. ¿Cómo puedo estar aquí?- Me di cuenta de lo que había dicho, si él estaba muerto y yo estaba con él... significaba que estaba del otro lado.  El lugar al que van todas las criaturas sobrenaturales cuando mueren.

-¡No, no! ¡Los bebés!

-¿Los bebes?-Mikael apretó su agarre lo que me hizo gritar.-¡Nunca tuvieron la oportunidad! Y como si tu línea de sangre no fuera lo suficientemente inmunda, ¿la envenenaste fusionándola con la de Klaus?.-se rió.-Las alimañas inmortales, considerándose un papá.

Dejé escapar un grito cuando me liberé de su agarre y torcí su brazo hasta que escuché que los huesos se rompían.  Luego agarré un perchero y lo balanceé, golpeándolo tan fuerte como pude.

-Ellos no están muertos. Yo no estoy muerta.-dije.-Si estuviera muerta, no estarías tratando de matarme.

KLAUS Y ELIJAH ESTABAN PASEANDO ALREDEDOR DE GENEVIEVE CONTINUANDO CON SU HECHIZO.  Harto, Elijah fue a mover a la loba.

-La llevaré a un médico de verdad.

-Si la sacas de aquí, mi hechizo se romperá. No habrá tiempo suficiente para llevarla al hospital.-le dijo Genevieve.

-¿Sobrevivirán los bebés si nacen ahora?-Klaus preguntó:-Yo mismo se los arrancaré.

Elijah dio un paso adelante, bloqueando a Klaus para que no hiciera nada.

-Thalía se desangrará hasta morir- dijo Genevieve.

-No perderé a los bebés.- dijo Klaus, -Y no la perderé a ella.

Genevieve comenzó a cantar de nuevo, pero se detuvo cuando tuvo una visión de Monique Deveraux usando una muñeca.

-Sé lo que tengo que hacer. Toma mi bolso, la bolsa gris. ¡Ahora!

-ESTÁS MUERTO, MIKAEL.-LE DIJE AL HOMBRE-Tu hijo ya te sentenció.

-¡No es mi hijo!-Gritó:-¡Es una abominación, un símbolo andante de debilidad!

Pateé la barandilla de madera de la escalera para romper un trozo de madera para usarlo como estaca y subí las escaleras.

Mikael soltó una risita mientras caminaba hacia mí.

-No hay forma de salvar las atrocidades que se pudren en tu útero. Klaus los destruirá, de una forma u otra. ¡Mejor que mueran ahora y tú con ellos!

Mikael saltó al balcón del segundo piso.  Salté al primer piso y Mikael saltó para seguirme.  Me di la vuelta rápidamente y fui detrás de él, apuñalándolo en el corazón con la estaca por detrás.

-Mis hijos tienen una ventaja que Klaus nunca tuvo. Nunca jamás te conocerán.- le dije.

De repente jadeé, despertando.  Me di cuenta de que había vuelto del otro lado.  Klaus, Elijah y Genevieve me rodearon mientras miraba a mi alrededor, jadeando.

-Estás bien, amor. Estás bien- dijo Klaus mientras me ayudaba a sentarme.

-Lo vi. Intentó matarme. Vi a Mikael.

Estaba sentada en mi habitación, tratando de procesar lo que sucedió hoy.  Casi muero.  Mis bebés casi mueren.  Escuché un golpe en la puerta y vi a Klaus.

-Has demostrado ser bastante resistente, lobita.-Se acercó a la cama, -Luchadores, todos ustedes.

-Supongo que hemos tenido que serlo, especialmente últimamente- lo miré. -He decidido que voy a mudarme de nuevo- le dije.

-Bueno, me alivia escucharlo-admitió Klaus.

-Pero no habrán guardaespaldas que respiren por la boca y que me digan qué hacer.- dije.

-Todo lo que pido es que los niños estén a salvo.

-¿Y que hay de mi? -Le pregunté.-¿Qué pasa después de que nacen? Si tú...

-Ven conmigo.-Klaus me interrumpió, se acercó a una puerta dentro de la habitación.-Por favor. Quiero mostrarte algo.

Me levanté y lo seguí.  Abrió la puerta a otra habitación, una guardería.  Estaba muy bien hecho.

-Lo creas o no, Thalía, de hecho me gustaría que estuvieras aquí. Nuestro hijo y nuestra hija deberían ser criados por sus padres, en la casa de su familia.- dijo Klaus.

-Es hermoso.-le dije mientras tocaba los cristales que colgaban del móvil.  Abrí la ventana y miré afuera.-Se despertarán con la música del barrio.

-Dijiste que viste a mi padre.-Klaus habló después de un momento de silencio.

Lo enfrenté.

-¿Por qué lo llamas así? No es tu verdadero padre.

Miró hacia abajo.

-Ha hecho daño que solo un padre podría hacer. ¿Qué te dijo?

-Nada cierto- respondí y él arqueó una ceja.-Te conozco y todo lo que dijo estuvo mal. No eres un monstruo al que todos temen.-No dijo nada.

Suspiré, viendo la fiesta que se estaba llevando a cabo en el barrio.

-Si yo muriera y alguien hiciera una fiesta, estaría tan enojada.

-Casi lo hiciste. Hoy me asustaste, lobita.- me dijo Klaus.-Temía perder a los bebés... y a ti.

Me reí entre dientes.

-Así que tienes sentimientos... Me siento especial.

-Eres especial, amor.

Me enfrenté a él de nuevo.

-Klaus...

Klaus puso una mano en mi mejilla, no me moví.  Lo miré, parecía que iba a besarme.  Podría haberme equivocado.  Dudé antes de besarlo.  Pronto nos separamos y cuando abrí los ojos, se había ido.

Sonreí mientras miraba la puerta.  Había besado a Klaus.  Klaus y yo nos habíamos besado... ahí fue cuando me di cuenta de que ahora tenía sentimientos reales por él.

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