chapter fourteen
FRUTO DEL ÁRBOL ENVENENADO
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Caminé por las escaleras hasta la cocina. Abrí el refrigerador y comencé a revolverlo buscando algo para comer.
-Buenos días-escuché. Elijah estaba parado en la puerta.
-Hola-sonreí y continué mirando por la nevera.
Las puertas francesas detrás de mí se abrieron y entró Rebekah.
-Escucha, sé que soy la única en esta casa que realmente bebe leche, pero ¿mataría a alguno de ustedes para asegurarse de que esté en la lista de compras?-Yo pregunté
-Hablando de eso, agrega lejía- Rebekah respondió y salió, pasando a Hayley cuando entró.
Le sonreí, sacando una bañera de
helado fuera del congelador y lo colocó sobre el mostrador.
-Espero que mis hermanos hayan sido hospitalarios contigo en mi ausencia- habló Elijah
-En tu ausencia, como te gusta llamarlo-me volví y busqué algo más en la nevera.-Lo cual es una forma demasiado educada de decir que tu hermano puso una daga en tu corazón. Fui atacada por vampiros, tuve que vivir en una casa con un calabozo secreto lleno de ataúdes, y casi fui asesinada por brujas que están convencidas de que mis bebés son Lucifer.
Mientras hablaba, noté que Elijah había tomado el helado y lo había vuelto a poner en el refrigerador. Miré lo que estaba haciendo, para ver que estaba vertiendo un tazón de cereal y llenándolo con leche.
¿Entonces había leche? Me senti como un idiota
-Oh, leche-dije-Han estado bien. Tus hermanos son extrañamente protectores, sé que tengo que agradecerte por eso.
-Estoy feliz de ver que estás de una pieza- dijo, y me entregó mi desayuno. -Entonces, de vuelta a las brujas asesinas. Tengo algunas preocupaciones.
-Son malvadas. Y mi vida todavía está mágicamente vinculada a Sophie Deveraux.
-Lo que no es reconfortante- dijo Hayley. Elijah la miró antes de volverse.
-Sí, creo que es hora de que nos encarguemos de ese pequeño problema.
-Estoy totalmente de acuerdo- Rebekah volvió a entrar a la cocina, arrastrando un cuerpo.-Tan pronto como estén desvinculadas, podremos abandonar esta basura de ciudad. ¿A quién tenemos que matar?
-Probablemente nadie.- Elijah parecía que estaba considerando esto. Hayley y yo intercambiamos una mirada. Elijah puso los ojos en blanco y suspiró.-Muy bien, potencialmente a todos.
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Era más tarde, me senté en la habitación de Hayley cuando sentí algo afilado en mi cuello. Grité de dolor, agarrando mi cuello. Cuando aparté mi mano, noté sangre.
-¿Que demonios fue eso?-Preguntó Hayley.
-Diablos, como si supiera. Se sentía como si me estuvieran apuñalando-respondí.
Me tomó unos momentos darme cuenta de que algo malo estaba sucediendo.
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YA QUE REBEKAH SE ENCARGARÍA DE CUIDARNOS ESTA NOCHE, HAYLEY Y YO HABLAMOS CON ELLA SOBRE LO QUE PASÓ. Ahora estaba sentada en un sillón y Hayley se había sentado en el otro cuando Rebekah entró.
-Es hora de que los engrendros del demonio merienden.-chilló.
-Realmente deseo que no los llames así.
-Oh, lo siento, ¿ya has elegido nombres?-Rebekah extendió un tazón de manzanas-Toma una, la plantación es pésima con ellas.
Agarré una de las manzanas.
-Me siento bien... lo cual es extraño. Estoy segura de que está relacionado con Sophie.
-Entonces, hazme un favor y no mueras en mi guardia. Nunca escucharé el final.-Hayley se volvió hacia Rebekah.
-Sabes que cuando te conocí, pensé que eras una verdadera perra.
-¿Qué te hizo cambiar de opinión?
-Oh, sigo pensando que eres una perra- respondió Hayley.
-Me ha llegado a gustar eso de ella.-le dije.
-A mi también- acordó Hayley. Rebekah se echó a reír.
-Aw, bueno, que amable de tu parte decirlo. Recuerdalo cuando me haya ido.
La miré confundida.
-¿Ido? ¿A dónde vas?
-Solo vine a la ciudad para asegurarme de que todo estaba bien con Elijah. Está bien, y no ha castigado a Klaus por haberlo golpeado, así que... como siempre, serán gruesos como ladrones, y me quedaré para limpiar el desorden. Es hora de que vuele del nido.
-Oh...-Estaba a punto de darle un mordisco a la manzana, cuando de repente comencé a sentirme mareada.
-¿Qué pasa?- Preguntaron Hayley y Rebekah al unísono.
-No sé, probablemente, náuseas matutinas.- Rebekah puso una mano en mi frente.
-Oh, estás ardiendo, en realidad.
⌑
Me habían llevado a mi habitación. Estaba ardiendo, podía sentir mi piel calentarse por dentro.
Con las toallitas en las manos, Rebekah estaba secando el sudor de mi frente mientras Hayley me secaba el pecho.
-Deja de preocuparte, ¿quieres? Elijah estará aquí en cualquier momento- dijo Rebekah Gruñí.
-Me siento como un microondas.
-Oye. Solo porque estés cargando bebés no significa que puedas actuar como tal. Estoy segura de que mi sobrina y sobrino te están curando mientras hablamos.-Elijah camina con Sophie detrás de él.
-¿Qué demonios estás haciendo aquí? - Preguntó Hayley.
-Estoy tratando de ayudar- dijo Sophie.
-¿Ayuda? Tú eres la razón por la que estamos en este lío sangriento- dijo Rebekah.-¿Por qué ya no estamos desvinculados de esta bruja, Elijah?
-Rebekah, deja que haga lo que pueda- declaró Elijah.
-Tal vez conozca una forma de reducir la fiebre. Pero, necesitaré algunas hierbas especiales- Sophie se volvió hacia Rebekah.-Te enviaré una lista por mensaje de texto.
-Bien. Feliz de interpretar a la chica de los mandados.- Rebekah salió de la habitación, empujando la toallita que estaba usando en el pecho de su hermano. Hayley se volvió hacia mí.
-Estoy bien. Déjala ayudar.-Se volvió hacia Sophie.
-Se lastima, te lastimaré.
⌑
Rebeca había regresado con las hierbas para Sophie. Estábamos todos afuera en la piscina.
La fiebre que tuve fue causada por algún objeto maldito con el que Agnes había apuñalado a Sophie. Para empeorar las cosas, ese objeto se usa para causar un aborto espontáneo.
Me senté allí envuelta en una toalla, Hayley a mi lado sintiendo mi temperatura.
-¡Se está quemando!
-Tenemos que hacer esto ahora-dijo Elijah mientras caminaba hacia mí.
-Métela en el agua.-instruyó Sophie.
Elijah saltó a la piscina y me ayudó a entrar.
-No veo cómo se supone que un baño de medianoche ayude.-dijo Rebekah.
-Su temperatura es muy alta. El agua, con la ayuda de las hierbas, debería enfriarnos.-Sophie nos siguió a la piscina y me pasó una taza.-¡Bebe esto! Vas a tener que medir su ritmo cardíaco abajo.
-¿Cómo sugieres que haga eso?- Elijah preguntó.
-Abrázala. Es un remedio humano natural para disminuir la frecuencia cardíaca y reducir la presión arterial.- respondió Sophie.
-Esto nunca va a funcionar.-dijo Hayley y la fulminé con la mirada. Elijah me levantó y envolví mis brazos alrededor de él.
-Davina romperá el enlace, solo necesitamos tiempo.-aseguró Elijah. Comencé a hiperventilar.
-No puedo respirar.- Elijah me miró.
-Está bien, respiraciones largas y profundas. Thalía, mírame. Respiraciones largas y profundas, solo concéntrate en el sonido de mi voz.-Lo escuché, recostándome.-Estarás bien. Estarás bien.
De repente sentí que me estaba muriendo. Grité de dolor. Mis bebés. Entonces el dolor se detuvo.
-Siento alivio-dijo Sophie
Suspiré, mis bebés estaban bien. Sophie pinchó su palma con algo y yo la miré, sin sangre ni nada.
Salí de la piscina y caminé hacia Hayley y Rebekah que sostenían una toalla.
-Elijah... Tan pronto como tu hermano descubra que el enlace está roto, él matará a Agnes. Sé que no me debes nada, pero por favor, no dejes que la mate.-rogó Sophie.
Salió de la piscina usando la velocidad vampírica.
-¡Elijah! Ella es nuestro único acceso al poder que necesitamos para sobrevivir. ¡Prométeme que lo detendrás!- La ignoró y se llevó el teléfono al oído.
-Soy yo, ¿dónde estás? No la lastimes. Estaré allí en breve.-Colgó y se volvió hacia Sophie.-Te haré una última promesa. No dejaré que mi hermano mate a Agnes.
Sophie asintió y él se alejó. Salió de la piscina cuando la detuve.
-Sé que me estabas usando para salvar a tu gente, pero inténtalo de nuevo y te mataré.- La amenacé
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Me acababa de sentar con mi ropa seca y limpia cuando hubo un golpe en la puerta. Bajé las escaleras para encontrar al lacayo de Klaus, Josh, buscando a el híbrido.
-¿Dónde está? He estado tratando de encontrarlo todo el día. Marcel sabe que Klaus le mintió sobre dónde vive.-dijo Josh. Suspiré.
-No soy su maldito guardián, Josh.
-Bien. Solo dile que me llame, ¿por favor?
-Está bien- cerré la puerta. Me las arreglo para subir a la escalera hasta que alguien vuelve a llamar a la puerta. Gruñí.
-Ugh, ¿qué demonios, Josh?-Abrí la puerta, Josh no era el que estaba delante de mí.
-Hola, soy Marcel. No creo que nos hayamos conocido.- Suspiré, tratando de parecer tranquila. ¿Qué demonios estaba haciendo aquí?
⌑
HAYLEY MARSHALL ENTRÓ A LA MANSIÓN. Tan pronto como cerró la puerta, se dio la vuelta sorprendida al ver a Elijah.
-¿Te importaría no estar tan cerca?- Preguntó Hayley mientras dejaba su teléfono. Elijah miró hacia el porche.
-¿Estaba ella contigo?- Hayley frunció el ceño.
-¿De qué demonios estás hablando?
-Thalia se fue. ¿Dónde está ella?
-¿La perdiste?- Antes de que Elijah tuviera tiempo de responder, su hermano entró ansioso en la casa.
-Marcel estuvo aquí.
Hayley miró a los hermanos, temiendo lo peor.
[n/t]
gracias por leer💕
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