❛❛ VÍNCULO SEÑORIAL ❜❜

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Klaus observó a Brooke mientras ella se levantaba de la cama.

─¿En serio necesitas ir a la escuela? ─preguntó el híbrido con una ceja levantada.

─Sí, debo llegar a clases en al menos 30 minutos ─respondió Brooke, buscando su ropa dispersa por la habitación.

─Entonces, todavía tenemos tiempo ─murmuró Klaus con una sonrisa traviesa.

Sin esperar una respuesta, Klaus acortó la poca distancia que quedaba entre ellos. Colocó una mano en el cuello de la castaña y la otra en su cintura, atrayéndola aún más hacia él. Sus labios comenzaron a deslizarse lentamente por el cuello de Brooke, dejando un rastro de besos húmedos que marcaban su piel con evidente intención.

─Klaus, me encantaría seguir, pero de verdad necesito bañarme ─dijo Brooke con un suspiro, intentando resistirse a la tentación.

─Está bien ─respondió él, separándose con un suspiro, volviendo a recostarse en la cama.

Brooke se dirigió hacia el baño, pero antes de entrar, se detuvo y giró sobre sus talones.

─Pensé que vendrías conmigo ─dice ella mirándolo inocentemente.

Klaus le dedicó una sonrisa traviesa antes de seguirla a la ducha.

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Más tarde, en la entrada de la escuela, Elena se acercó a Brooke con una sonrisa en los labios.

─Veo que ambas llegamos tarde ─comentó la menor, para darle un cortó abrazo en modo de saludo.

─Sí, parece que tuvimos una mañana ocupada ─respondió Brooke, correspondiéndole la sonrisa.

─Hola, ¿todo en orden? ─preguntó Bonnie mientras se unía a ellas.

─Sí, ¿por qué lo preguntas? ─dijo Brooke, encogiéndose de hombros.

─Caroline me dijo que Elena se mudó para no estar cerca de Jeremy ─explicó Bonnie.

─Matt se está quedando con él para ayudarle a controlar sus instintos ─añadió la Gilbert menor con un suspiro.

─Está bien... Pero ¿acaso no hay una plancha de pelo en el hotel Salvatore? ─bromeó Caroline al unirse al grupo.

─Me quedé dormida, eso es todo ─dijo Elena, sonrojándose mientras se acomodaba el cabello.

─Oh, y parece que tampoco hay maquillaje en la casa Mikaelson ─comentó Caroline mientras miraba a Brooke con picardía.

─¿De qué hablas? Me maquillé hoy ─replicó la recién nombrada, frunciendo el ceño.

─Tu cuello, Brooke. ¿Te atacó un animal salvaje o qué? ─rió la rubia.

Brooke abrió su casillero y se asomó al pequeño espejo, dándose cuenta de las marcas evidentes en su cuello.

─Oh, por Dios ─susurró avergonzada, soltándose el cabello para ocultar las marcas de Klaus.

─Bueno, ¿tienen planes para esta noche? ─preguntó Elena cambiando de tema rápidamente─ Necesito pasar tiempo con mis amigas.

─Perfecto, Shane me enseñó unos hechizos nuevos ─comentó Bonnie con una sonrisa emocionada.

─Mmm, así que el "profesor tenebroso" es Shane ─bromeó Caroline.

─No es tenebroso ─defendió la morena.

─Yo no te juzgo ─dijo Brooke encogiéndose de hombros.

─Yo sí ─señaló la Forbes, y las tres rieron.

─Entonces, ¿nos vemos más tarde? Podemos invadir la casa Salvatore ─propuso Elena.

─¿Estás segura de que a Stefan y Damon no les molestará que vayamos? ─preguntó Caroline, un poco nerviosa.

─No tengo otra opción, no puedo ir a casa porque mi hermano intenta matarme, así que ahora vivo ahí. Las veo luego ─se despidió Elena, alejándose del grupo.

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Elena entregó una botella de champaña a Brooke con una sonrisa juguetona.

─Una para ti ─dijo, y luego repitió el gesto al pasar otra botella a Bonnie─ Y una para ti.

Brooke observó las botellas antes de sacar una bolsa de sangre de la hielera.

─Supongo que esto es para Caroline ─comentó ella con un toque de ironía.

─De hecho, es para mí ─replicó su hermana, tomando la bolsa de sangre y dándole un sorbo.

─Gracias a Damon, ahora soy un vampiro disfuncional... funcional ─agregó ella con una sonrisa.

─Bueno, me alegra por ti ─respondió Brooke, con una leve sonrisa.

─¿Cómo que gracias a Damon? ─preguntó Caroline con curiosidad.

─Él me dijo que lo intentara de nuevo, y funcionó. Ya no más bocadillos vivos ─dijo Elena con una nota de satisfacción.

─Y, ¿dónde está mi Salvatore menos favorito? ─preguntó la Forbes, levantando una ceja.

Elena revisó su teléfono y se encogió de hombros.

─Voy a salir con Stefan más tarde. No me esperen; tenemos una "noche de convivencia" ─

─¿Así que ahora se escriben recaditos? ¿Qué otras cosas hacen? ─preguntó Caroline, con un tono ligeramente acusador.

─Miren, sé que no son sus mayores fans, pero él cambió mi vida. ¿Podrían dejar de odiarlo un poco? ─pidió Elena, con un toque de súplica en su voz.

─No lo odiaba, de hecho, era mi amigo… hasta que trató de matar a Klaus ─señala Brooke con sinceridad.

─Nueva regla para esta noche: no hablar de chicos. Y, ¿para qué hablar cuando traje esto? ─interrumpió Bonnie, sacando una pequeña bolsa llena de hierbas.

─¿Eso es té de drogas? ─preguntó Caroline con una mirada de desconfianza.

─Es algo espiritual, abre todo tu chi o algo así ─explicó Bonnie, mientras las Gilbert intercambiaban sonrisas cómplices. Caroline, sin embargo, negó con la cabeza.

─No son drogas. Shane me está ayudando a canalizar magia natural para acceder a los espíritus ─explicó la Bennett, defendiendo su elección.

─Claro, lo que tú digas ─respondió la Forbes, sin mucha convicción.

─Oye, no juzgues ─replicó Bonnie.

─¡Está bien! Prometo no juzgar por el resto de la velada, incluso cuando ustedes arruinen sus vidas, no diré nada ─acepta Caroline, señalando a Bonnie y Elena.

─Brindo por eso ─dijo la doppelganger con una sonrisa, levantando su botella.

─¡Salud! ─exclamaron todas, chocando sus botellas y tomando un trago.

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Las cuatro chicas ya estaban bastante borrachas y drogadas, dejándose llevar por la música que resonaba a todo volumen. Bailaban, saltaban y gritaban, olvidando todo a su alrededor.

Bonnie, siendo la más sobria del grupo, se encargaba de sacar fotos y grabar videos de sus amigas mientras bebían y se movían al ritmo de la música.

En medio de la fiesta, Elena sacó otra botella de champaña, y todas gritaron emocionadas antes de compartirla y abrazarse entre risas.

Media hora más tarde, las chicas se encontraban en el baño, riendo y charlando sin parar.

─¡Video de "vampi-velocidad"! ─anunció Bonnie mientras enviaba un mensaje de texto a sus amigas.

─Parecía Superman en este ─dijo Elena, pausando el video justo en una pose ridícula─ Definitivamente, esta será mi tarjeta de Navidad.

Todas rieron ante su comentario.

─Ser vampiro es tan raro... y, por Dios, amo esta tina ─comentó ella acomodándose en esta─ ¿Por qué no hacemos esto más seguido?

─Yo te diré por qué... Asco. Piensa en todas esas zorras que Damon ha traído a su guarida de iniquidad ─bromeó Caroline, y el ambiente se volvió tenso.

─Lo siento, me había portado bien. Ya, cerraré la boca ─se disculpó la rubia al notar las expresiones de sus amigas.

─No, no lo hagas por mí. Habla, habla más. Es solo Damon ─insistió Elena, intentando parecer despreocupada.

─Di lo que quieras sobre el Destripador, pero al menos no es tan promiscuo ─comentó Caroline encogiéndose de hombros.

─¡Ya basta! ─intervino Bonnie, cansada del tema.

─Podemos simplemente olvidarnos de los hermanos Salvatore ─pide Brooke bebiendo otro sorbo de champán.

─Entonces, ¿qué fue lo que te hizo saltar a la cama con él cuando lo tuviste cerca? ─espetó Elena, dirigiéndose a Caroline con la mirada fija en ella.

─Es un narcisista sociópata, y yo no lo sabía ─dijo la rubia ofendida por su pregunta.

─Siempre ha estado ahí cuando lo he necesitado ─comentó la Gilbert menor.

─Sí, porque espera que te acuestes con él ─dijo Caroline, obvia.

─Pues tal vez ya lo hice ─soltó la de cabello marrón.

─¿¡Hiciste qué!? ─preguntó Brooke algo sorprendida.

─No puede ser cierto ─negó Bonnie, sacudiendo la cabeza.

─Sí, lo hice. Sé que a ustedes no les parece bien, pero estoy plena y quería pasar la noche con mi hermana y amigas para contarles sobre él ─dijo Elena, saliendo del baño.

─Chicas, enserio ya basta de juzgarnos entre nosotras, debemos apoyarnos ─comentó Brooke, una vez su hermana abandonó la habitación.

─Claro, lo dice la novia del híbrido malo. Obviamente la apoyarás, a ti también te gustan los chicos malos ─espetó Caroline.

─¿Hablas en serio, Caroline? Pensé que habías superado tu odio a Klaus y que me apoyabas ─respondió la castaña, algo molesta.

─Lo siento, ¿sí? No quise decir eso ─se disculpó la rubia, bajando la mirada.

─Siempre dices eso, pero no voy a pelear contigo ahora. Voy a buscar a Elena ─dijo Brooke mientras salía del baño, con Caroline siguiéndola.

─Elena, basta ─pidió Bonnie al ver a su amiga ordenando algunas cosas en la sala.

─Ya se acabó la fiesta, se tienen que ir ─anunció Elena, sin mirarlas.

─No te enojes, solo nos preocupamos por ti ─dijo la Forbes con una mueca.

─¿Creen que es lindo que lo odien? Entiendo que sus vidas no han sido perfectas, pero yo no lo odio, no puedo... Creo que me estoy enamorando de él ─admitió Elena, algo angustiada por sus propios sentimientos.

─Claro que no es fácil que la persona de la que estás enamorada sea odiada por todo el mundo. Pero tienes que darles tiempo a las personas para que lo acepten. Cuando yo acepté que estaba enamorada de Klaus, tú fuiste la que más me juzgó ─señala Brooke comprendiendo lo que está sintiendo la menor

─Y me disculpé por eso, te dije que lo entendía ─interrumpe su hermana aún algo arrepentida por su actitud del pasado

─Ahora lo entiendes ─corrige la castaña─ Así que deberías hacer lo mismo y esperar a que los demás te apoyen, solo tienes que darles algo de tiempo…

─¡Ah, ya basta! Lo tuyo es diferente, Brooke. Tú y Klaus se aman porque están destinados a estar juntos. Pero Elena no está enamorada de Damon; solo lo quiere porque es su "señor" ─espetó Caroline con completa honestidad.

─¿Qué? ─preguntó Brooke, confundida.

─¿De qué estás hablando? ─dijo Elena, incrédula.

─Lo lamento, no debí decirlo así, pero es cierto. Él te convirtió con su sangre y tú no bebías de animales o bolsas porque él te lo dijo. Luego sugirió que lo intentaras de nuevo y ahora… ─explicó la Forbes.

─¡No! No puede ser ─interrumpió Elena, sacudiendo la cabeza.

─¿Estás segura, Care? ─preguntó Bonnie con preocupación.

─Sí. Si quieren, pregúntenle a Stefan, él podrá explicarlo mejor que yo ─respondió la rubia.

─¿Perdón? ¿Hablaste con Stefan sobre esto? ─preguntó la doppelganger, alterada.

─No es tan simple, Elena. Damon se está aprovechando de ti ─trató de explicar Caroline.

─¡Caroline, lárgate de mi casa! ¡Ahora! ─exclamó Elena, realmente molesta.

─Elena… ─comenzó Bonnie, intentando calmarla.

─No hablas en serio ─dijo Brooke, tratando de calmarla.

─¡Lárguense las tres! ─gritó Elena, abriendo la puerta, y, en ese momento, dos figuras aparecieron en la entrada.

─Hola, chicas ─saludó una mujer antes de abalanzarse sobre la vampira, mientras un hombre se lanzaba hacia la doppelganger.

Bonnie reaccionó rápido y usó su magia; las luces comenzaron a explotar.

─¡Ya basta! Una mordida híbrida y ella muere, ¿recuerdan? ─advirtió la mujer, sujetando a Caroline con fuerza.

Bonnie se detuvo, y el hombre aprovechó la oportunidad para atrapar a Brooke, llevándosela con velocidad vampírica fuera de la casa.

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─¿Por qué nos haces esto? ─preguntó Brooke a la chica mientras ella y Caroline permanecían encadenadas.

─Para demostrarle de una vez por todas a Tyler quién tiene el verdadero poder ─respondió con frialdad.

La chica comenzó a tirar de las cadenas de Caroline, provocando que esta gritara de dolor.

─¡Detente! ¡La estás lastimando! ─gritó la castaña, desesperada─ ¡Déjala en paz, hazme daño a mí!

─¡Basta! ¡Basta, Kim! Ellas están de nuestro lado, son de los nuestros ─dijo Tyler, apareciendo junto a Elena.

─Son de tu equipo, no del mío ─replicó Kim mientras un grupo de híbridos aparecía alrededor.

─Ya basta, Kim. A Klaus no le gustará esto ─advirtió uno de los híbridos, mientras Tyler y Elena eran retenidos por otros dos.

─Tienes razón, pero creo que hay algo que le gustará menos ─dijo Kim con una sonrisa maliciosa, acercándose a Brooke y mostrando una estaca.

─¡Para, Kim! ¡Te juro que te mataré! ─amenazó Tyler, viendo cómo la estaca se acercaba al corazón de Brooke.

─¡Espera! Si lo que quieres es lastimar a Klaus, entonces tortúrame a mí. Mantenerme viva es lo único que le importa. ¿Quieres venganza o no? ─intervino Elena, atrayendo la atención de Kim.

─Elena no ─niega Brooke preocupada pero la menor asiente tranquila.

La chica se acercó a Elena con la estaca, lista para atacarla, pero Tyler se soltó del híbrido y, rápidamente, hundió su mano en el pecho de Kim.

─¡Atrás o le arranco el corazón ahora mismo! ─advirtió Tyler, mirando al resto─ Kim puso a todos en peligro, pero no la lastimaré. No soy Klaus; no asesinó ni torturó a mis amigos para obtener lo que quiero. Ya rompimos ese vínculo, pero si quieren ser libres, tenemos que trabajar juntos. ¡Nadie desobedece!

El Lockwood miró fijamente a Kim y le preguntó:

─¿Estás conmigo o en mi contra?

─¡Sométete! ─dijo Tyler al ver que no respondía─ ¡Sométete o es el final!

Con la respiración entrecortada, Kim se arrodilló, temblando.

─Lo siento… ─susurró ella, mientras Tyler retiraba su mano de su pecho.

Los demás híbridos, uno a uno, se arrodillaron ante Tyler, reconociéndolo oficialmente como líder. Él asintió, y junto a Elena, liberó al dúo para que pudieran salir de allí.

Mientras todos caminaban por el bosque, Brooke comenzó a sentirse débil y se sostuvo de un árbol para no caer.

─Brooke, ¿estás bien? ─preguntó Elena, preocupada, pero antes de que su hermana pudiera responder, comenzó a vomitar.

─¿Qué ocurre? ¿Estás bien? ─preguntó Bonnie una vez Brooke terminó de vomitar.

─Mmm, sí, solo estoy un poco mareada ─respondió la castaña, tratando de sonreír.

─Bueno, después de lo de los híbridos y todas las botellas que bebimos, es lógico que te sientas así ─bromeó Caroline, tratando de tranquilizarla.

─Sí, vamos. Iremos a casa, cuidaré de ti ─asegura Elena, abrazándola para ayudarla a salir del bosque.

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A la mañana siguiente, Brooke se encontraba nuevamente vomitando en el baño.

─¿Brooke, estás bien? ─preguntó Elena desde fuera del baño, preocupada.

─Sí, creo que solo es resaca ─contestó la castaña, secando su rostro y Elena no pudo evitar soltar una risa.

─No te rías, juro que no volveré a beber en toda mi vida ─replicó la castaña, llevándose una mano a la cabeza.

─Claro, hermana, como digas ─bromeó la menor.

─Lo digo en serio, Elena. Puedo vivir sin beber alcohol ─insistió Brooke, mirándola indignada por su incredulidad.

─Mejor vamos a desayunar ─propuso Elena, intentando cambiar de tema.

─Sabes, me ofendes. Puedo vivir sin beber ─repitió la castaña mientras bajaban las escaleras juntas, aunque su tono ahora era más ligero.

Al llegar a la sala, se encontraron con Caroline, y la sonrisa en el rostro de Elena se desvaneció. La rubia rápidamente se acercó a ellas y las envolvió en un abrazo.

─Perdón ─murmuró Caroline─ Si no me abrazan de vuelta, esto se volverá raro, ¿saben?

─Nos estás apretando... No puedo mover mis brazos ─respondió Brooke con un tono divertido.

Caroline las soltó, y entonces fue Brooke quien la abrazó, seguida por su hermana menor.

─Soy una idiota. No volveré a juzgarlas, si les gustan los chicos malos, lo aceptaré ─prometió la Forbes con sinceridad.

─Por favor, no le digas a Stefan sobre Damon y yo ─pidió Elena, separándose un poco─ Prometo decírselo, pero necesito descubrir cómo me siento primero.

─Está bien, Elena ─asintió la rubia antes de voltear a mirar a Brooke─ ¿Y tú, Brooke? ¿Me perdonas?

─Sí, pero si no aceptas a Klaus o no te agrada, mejor no lo menciones. No quiero seguir peleando por ese tema ─respondió Brooke con seriedad.

─Prometo no decir nada ─aseguró Caroline, y la Gilbert asiente satisfecha

─¿Volvieron a ser amigas? ─preguntó Bonnie, acercándose al grupo.

─Sí ─respondió Elena con una sonrisa.

─Ya era hora ─añadió Bonnie.

─Después de todo, Brooke intentó defenderme anoche, y Elena me salvó la vida a pesar de que me porté como una bruja ─confesó Caroline, riéndose de sí misma.

─Al menos tenemos a una bruja buena. ¿Sabes? Tu maestro tenebroso realmente sabe lo que hace, Bonnie ─comentó Brooke llevando sus manos a su cabeza, haciendo a su hermana sonreír.

─Poco a poco. Me está ayudando con un tipo de magia llamada expresión ─explicó Bonnie, y las demás las miran con algo de confusión.

─No tengo idea de lo que es eso, pero me alegra que ahora estemos bien ─admite Caroline, sonriendo.

─Extrañaba esto, las cuatro juntas, sin peleas ni problemas ─admitió Brooke, disfrutando del momento.

─Yo también lo extrañaba, y lamento todo lo que te hice pasar cuando maté a Klaus. No merecías eso, B. ─comenta Elena tomando la mano de su hermana.

─Ya te lo dije, pero lo siento mucho, y sé que fue mi culpa que te alejaras del grupo ─añade ella claramente arrepentida.

─Está bien, E. Gracias por disculparte. Yo también lamento si fui muy dura contigo, es solo que te odiaba por lo que me hiciste ─respondió Brooke, y su hermana asintió comprensivamente.

─Y ahora que las hermanas Gilbert han solucionado sus problemas, este grupo está más unido que nunca ─declaró Caroline, rodeándolas a todas en un gran abrazo.

─Las quiero, chicas ─comenta Elena mientras las cuatro se abrazan, oficializando que su amistad estaba mejor que nunca.

Voten y comenten que les pareció esté capítulo, ya que me motiva mucho a actualizar 🤍 ✨

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