Se cuenta que, los dioses son misericordiosos y comprensivos, que se apiadan de las almas que creen en ellos y de aquellas que ruegan por su favor, se dice también que las antiguas divinidades, hacían hasta lo imposible por aquellos que depositaban su confianza, su vida y su amor en ellos, y quizá todo aquello sea la única verdad que los hombres han ocultado, quizá solo es cuestión de ver y escuchar lo que hizo alguna vez un ser divino para creer, que, incluso en la divinidad, existe un poquito de compasión.

Esta es la historia de dos amantes, dos jóvenes que se amaban como nadie ha amado en este mundo, con pasión desenfrenada pero a la vez tan puro y sincero que todos les admiraban como nadie, se decía en las calles de los pueblos vecinos, que aquel amor duraría eternamente; aquellos dos jóvenes, Ikki, un poderoso guerrero de fuerza indescriptible, y Shaka, un delicado doncel de rubios cabellos y ojos color de cielo; subían todos los días a la sima de la montaña más alta solo para llevarle flores al poderoso Tonatiuh, dios del sol; jurando bajo su imponente mirada, amarse toda la vida.

Sin embargo, en ese tiempo, los dioses también reclamaban sangre y victoria, por lo que Ikki partió a la guerra, prometiendo volver, no obstante y quizá, el dios de los enemigos era más poderoso o quizá solo era un juego sucio del destino que, celoso de aquellas muestras de amor puro, quiso vengarse de aquellos que juraron amarse para siempre, y quizá eso fue lo que ocurrió pues el guerrero perdió la vida en combate, al enterarse de este suceso, Shaka se hundió en una tristeza inmensa.

Corrió con todas sus fuerzas hasta el pie de aquella montaña y subió, sus manos estaban vacías de flores al igual que su corazón que lloraba amargamente la falta que su amado le hacía, entonces comenzó a subir por aquella montaña y ya en la sima, se arrodillo e imploro al dios del sol que le dejara reunirse con su amado en el más allá, ese día, se cuenta que Tonatiuh lloró con él y como lo pedía, la deidad le lanzó uno de sus poderosos rayos convirtiendo a Shaka en una delicada flor naranja, un día un colibrí se posó en el centro de esta flor, la cual se abrió en 20 pétalos, mostrando así el hermoso amor que perdura más allá de la muerte.

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ship culposo a la vista.

este esta basado en la leyenda mexicana del nacimiento de la flor de Cempasúchil, la flor que se pone y que es muy común en el día de los muertos.

yo se que hay fans de esta pareja, mi instinto me lo dice.

Dan R