72. Eternos amantes (Shura x Saga)
Hace mucho tiempo, cuando los dioses reclamaban tierra y sangre, cuando las naciones se regían bajo el mando de los hijos de los dioses, cuando el miedo era el combustible de la guerra, cuando la madre tierra abrazaba a los hombres, en ese entonces, aquel que gobernaba sobre los pueblos tuvo un hijo, de ojos color jade y piel perlada, de cabellos dorados cual rayos de sol, el más bello entre aquellos a los que llamaban donceles divinos, aquel joven, cuyo nombre fue Saga, había depositado su amor en un fiero guerrero, el mejor entre todos aquellos que blandían poderosas armas de piedra, el más apuesto: Shura.
Perdidos entre los brazos del amor y bendecidos por la hermosa Xochiquétzal, ambos se juraron amor eterno, y antes de partir a la guerra, Shura pidió la mano de Saga, el padre del doncel acepto gustoso y prometió recibir al guerrero con la celebración más hermosa y grande que jamás se vio, si la victoria era suya entonces la mano de Saga también.
Aquel poderoso guerrero partió, guardando muy en el fondo de su corazón aquella promesa, aquella esperanza de regresar y desposar a su amado y poder así consumar su amor, poco tiempo despues, uno de sus rivales, celoso de su suerte y del amor que se profesaban el bello Doncel y el poderoso Guerrero, hizo correr el rumor de que Shura había muerto en batalla y que su cuerpo había sido arrojado a las aves de rapiña, abatido por la tristeza, Saga se encerró en un mundo de pena, no comía, no dormía, no hablaba, ni siquiera salía de sus aposentos, sin saber que todo ello era mentira, aquel hermoso doncel murió de tristeza.
A los pocos días, Shura había vuelto, victorioso y vigoroso como nunca antes en la vida, corrió como si no hubiese un mañana a donde el padre de Saga, ahí, se enteró de aquella terrible y trágica noticia, entristecido y absorto de cualquier otro sentimiento, vago con pena días y noches enteras, hasta que decidió hacer algo, entonces, con las fuerzas que le quedaban, mandó y ayudo a construir una gloriosa tumba para su amado, juntado 10 cerros inmensos, cuando estuvo lista, tomo entre sus brazos el cuerpo de Saga, lo llevo a la sima de aquella montaña y le deposito ahí con el mayor cuidado posible, encendió una antorcha y se arrodillo frente a él, velando su sueño eterno.
El poderoso Tonatiuh, Dios del sol, se compadeció de aquel guerrero que sufría, cello aquel amor convirtiendo a aquellos dos amantes en volcanes, para mostrar al mundo que el amor es capaz, incluso de lo imposible y desde aquel entonces permanecen juntos, uno frente a otro, por toda la eternidad.
🐐😈
Para mi queridisima Eri.(_ShuradeCapricornio_)
Espero que les haya gustado, esta basado en la leyenda de Popocatépetl e Iztaccíhuatl.
Dan R
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