¿Qué lo amaba a escondidas? Por supuesto que lo hacía, no podía negarle a nadie que amaba a Saga por sobre todas las cosas pero ahí había algo que no podía ser verdad y es que no se lo había dicho porque el irremediable e irracional miedo al rechazo era lo que Aioros tenía siempre que decidido iba hasta donde él, siempre terminaban hablando de otra cosa menos de sus sentimientos.

¿Qué estaba con él solo por lastima? Quizá era cierto y Saga solo hablaba con él por pura cortesía y quizá solo por lastima, quizá, Saga solo estaba siendo buena persona con él sin ninguna otra intención que una amistad.

Aquellas preguntas tuvieron respuesta aquella noche de otoño, donde se vistió de todo el valor que podía tener y se paró enfrente de Saga, y como las otras veces, se quedó callado ante aquel hombre que le hacía sentir mariposas en el estómago, era cierto, Aioros le amaba a escondidas, en la oscuridad de su habitación, en la soledad de sus tardes y de sus días, en el silencio que perpetuaba cada madrugada, bajo las sombras de los árboles que se habían convertido en sus fieles compañeros, aquellos que le guardaban ese secreto.

—Aioros, te tengo una increíble noticia — dijo Saga

—Dime — se le iluminaron las pupilas, quizá esa noticia tenía que ver con él.

—Me voy a casar — alzó la mano y vio como aquella sortija de compromiso relucía.

—Felicidades — le dio un abrazo y se fue de ese lugar bajo la mirada desconcertada de Saga, quien regreso a casa junto a su pareja.

Aquella noche se desplomó, era mejor vivir en su mundo de fantasía que en la estúpida realidad del rechazo que había experimentado, ahora más que nunca esa frase tenía mucho sentido.

"No quería darle un beso de despedida (he ahí el problema), quería darle un beso de buenas noches (y la diferencia es inmensa) –Erenest Hemingway

😈🐴
Perdonen ustedes por hacer sufrir al Arquero pero Aioros me la debía y Minos lo confirma.

Minos: confirmo.

Dan R.