Les traigo un poquito de lemon, no soy muy buena, pero... por algo se empieza.

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(Maratón 3/?)

Maldecía el momento en el que lo hizo enojar, maldecía ese instante más que nada en su vida, desde luego que en esa ocasión no lo pensó mucho y vertió sobre la cabeza de ese hombre un tarro de cerveza que estaba lleno apenas tres cuartos de toda su capacidad, pero eso fue suficiente para desatar a la fiera que dormía tras un semblante serio y centrado, a Manigoldo le pareció una buena idea molestar al estoico guerrero dueño de la espada sagrada, sus compañero, incluso el mismo Kardia, le dijeron que esa era la peor idea, Cid se veía serio y paciente pero el cangrejo dorado no quiso escuchar a sus compañeros y amigos y simplemente lo hizo.

En cuanto sintió el líquido caer sobre él, se levantó con una mirada que de poder, hubiese mandado al inframundo a su compañero, pero no podía, no cuando la guerra santa estaba a unos cuantos años,pero podía vengarse; lo notó, Manigoldo se dio cuenta de aquella inusual sonrisa en los labios de Cid, no le dio buena espina, trago grueso cuando capricornio lo tomo del brazo y se lo llevo casi a rastras a su templo.

Por su bromita ahora se veía acorralado en uno de los pilares del décimo templo, teniendo muy cerca de su cuello la respiración agitada del décimo guardián y sus manos muy cerca de su trasero, estaba tratando de reprimir aquellos obscenos sonidos que querían salir de su garganta, esa venganza, definitivamente la disfrutarían a lo grande, las manos de Cid recorrían la piel de Manigoldo por debajo de aquella camisa blanca, el alcohol que había ingerido estaba haciendo estragos en sus cuerpos.

Manigoldo quiso hacer caso omiso a esas caricias y al despertar involuntario en su miembro, pero no pudo, el décimo guardián era realmente bueno, Cid posó sus labios sobre los ajenos, robándole un beso, de esos que te roban el aliento, coló su lengua en aquella cavidad arrancando los primeros gemidos de la noche; poco a poco la ropa de amos cuerpos desapareció, Cid llevó a Manigoldo a su habitación, donde se dedicó a torturar a su compañero con besos y mordidas en cada rincón de su cuerpo.

Un movimiento rápido, Manigoldo estaba en posición, recibiendo los labios de Cid a lo largo de su espalda y dos de sus dedos en su interior, dilatando aquel paraíso que pronto probaría, aparto sus falanges y con la punta de su miembro comenzó a explorar aquella zona la que poco a poco se vio invadida, provocando más de esos sonidos que les nublaron la vista, sin ningún tipo de aviso comenzó a embestir a Manigoldo: rápido, lento, de arriba hacia abajo, sin importarle si causaba dolor, siendo el rudo combatiente de siempre, deleitando sus oídos con los pedidos de más, sonriendo cada vez que el cuarto guardián pronunciaba su nombre.

Maldiciones por lo bajo, pedidos de más, sudor, éxtasis y olor a alcohol, el décimo templo estaba inundado, las respiraciones de ambos se estaban cortando, Cid aumento el ritmo y luego de un par de minutos el orgasmo los abrazó, ambos cayeron rendidos en aquella cama que estaba llena tan solo por ¾ de su capacidad, por dos cuerpos exhaustos.

🐐💀
Acabo de darme cuenta que esta es muy crack, estaba haciendo memoria pero no recuerdo que estos dos hayan coincidido, si alguien recuerda algún encuentro de ellos, me dice porque la verdad yo no me acuerdo.

Tenían que ver a Manigoldo alguna vez como Uke.

Dan R