Llevaba rato discutiendo con su pareja, odiaba que Afrodita fuese un desordenado y que dejará las cosas a medias, y siempre era la misma situación, Shura se quejaba por que los platos en la alacena no estaban acomodados del más grande al más pequeño, porque los trastes en el lava vajillas no estaban bien puestos, porque los utensilios de limpieza no estaban en donde correspondía y demás cosas de ese estilo, mientras Afrodita le echaba en cara que era tan perfeccionista que daba miedo.

Siempre era la misma cosa y aunque no pasaba de los reclamos, para Shura era molesto el hecho de repetir siempre el mismo discurso, estaba a punto de sacar a la luz el tema de la mañana, la tarta cortada de una manera desigual y nada simétrica, hasta que se dio cuenta que su pareja tenía los ojos brillosos.

—Deberías de dejar de reclamarme — dijo Afrodita

—Eso es imposible, eres un desordenado y te lo he dicho un montón de veces.

—Si me sigues reclamando, le hará daño al bebé — dijo Afrodita bajando la mirada.

Paró en seco, abrió los ojos como platos y su mirada se clavó en el vientre de su pareja, se le fue el enojo del momento y empalideció; Afrodita se estaba aguantando la risa.

— ¿Cuál bebé? — preguntó Shura aun desconcertado

—Yo — respondió y se encogió de hombros.

Rodó los ojos, su pareja y sus formas tan extrañas de terminar una discusión, se dio un facepalm y negó con la cabeza, Afrodita podría sacarlo de sus casillas pero por esas y otras razones lo amaba.

🐐🌹

Espero que les haya gustado

Dan R