32. Esa pequeña rosa negra (Shijima x Cardinale)
—Como la noche sin estrellas, tan perfecta para encender una vela, así eres tú.
No le dio tiempo de replicar ni de pedir explicaciones al corazón, simplemente se quedó prendado de aquella belleza rubia que conoció por casualidad, llamémoslo de esa manera, casualidad, porque de hecho, fue eso, una de tantas que la vida a veces nos pone enfrente y ni siquiera nos damos cuenta, había sucumbido ante aquello y eso... eso no podía ser.
—Perfecto, como una taza de café (negro y sin azúcar.... Sin mentiras), como esa extraña sensación de sentirse vivo, así eres tú.
Se había topado con el pelirrojo de sus sueños y comenzó a sentir miles de cosas por él, una más fuerte que la otra, una más inmensa que la otra y cuando quiso darse cuenta y volver a la realidad, ya no había vuelta atrás, el camino se había desvanecido y él se había perdido.
—Perfecto, único y diferente, espontáneamente perfecto (como esos días grises que te encantan tanto sin saberlo, que los odias)
Llamémosle casualidad a las tardes que compartían en un restaurante o en la casa de alguno de ellos con un montón de golosinas y chistes de mal gusto que a cualquiera ofendería, pero no a ellos.
—Perfecto, a tu manera, y a tu historia (a tu tristeza), así, con tus todos y tus nadas, tus silencios, y esas ganas de gritarle al mundo tu existencia.
Llamémosle casualidad a las veces en las que pelearon pero que a los cinco minutos estaban de nuevo juntando sus labios, eran aquello que los cuentos de hadas no nos dicen pero que está ahí, en alguna parte del mundo esperándonos.
—Perfecto, así eres tú, con el alma agitada, y callada, reprimida (esperando que pasen los inviernos para poder decidir si sentir frio o no), así eres tú.
Llamémosle casualidad a su amor, sí, porque eso es el amor, una casualidad que surge cuando menos te lo esperas y ellos lo sabían, Cardinale se había encontrado con Shijima y Shijima con Cardinale en uno de esos días en los que sientes que el mundo es un maldito y no te tiene compasión.
—Perfecto, con un corazoncito roto, con un alma bonita, y un infierno dentro, perfecto, distinto (como esa pequeña rosa negra), con un solo sueño, un millón de futuros, y una realidad entre la niebla, así eres tú.
Llamémosle casualidad al día en el que Shijima le propuso matrimonio enfrente de sus amigos y bajo la mirada de sus padres, y llamémosle también casualidad a sus miradas cruzadas en aquel altar que en este mismo instante los une como uno solo para la eternidad.
—Perfecto, como el reflejo de la luna en tus ojos, y como jamás llegaran a ser estas palabras.
El discurso de boda terminó y Cardinale y Shijima se dieron un beso para poder partir a su luna de miel, felices por aquella casualidad.
👧🌹
Voy empezando Next Dimension y fue la primera ship que se me ocurrio, espero les haya gustado.
Este es el segundo del día porque la inspiración me sonríe y el Internet me ama
Dan R-
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