2. Enemigos (Minos x Albafica)
La guerra había acabado y ellos lo sabían, habían perdido pero contra todo lo que espero, Athena no los dejó en el rosario de 108 cuentas, los dejó libres en el inframundo con la única condición de no salir hasta la próxima guerra, ahora se encontraban en Guidecca, esperando con ansia que Hades hiciera su presencia, no esperaron demasiado, un par de minutos y los 108 espectros hicieron reverencia.
Aunque fuese el Dios del Inframundo, sabía muy bien como recomenzar a sus guerreros por todo el esfuerzo dado en batalla, les cumpliría su mayor anhelo, a todos y a cada uno de sus guerreros, comenzando con los tres jueces y de ellos, siendo Minos de Griffo el primero.
—Minos de Griffo — la imponente voz de Hades resonó en todo el salón — dime que deseas de recompensa.
El juez lo pensó un momento, no quería poder ni mucho menos más hombres para su parte del ejército, ni siquiera quería deslindarse de su puesto por un tiempo, ni mucho menos quería subir a la tierra como un mortal común, entonces lo recordó, a pesar de ser su enemigo, el corazón del juez cayo en los encantos del guerrero de piscis, Albafica, entonces lo decidió.
—Mi señor, libere el alma de Albafica de Piscis — más de una mirada se posó en él, en él cuya voz había salido casi en un susurro y con nerviosismo. — deje descansar en los campos Elíseos a ese guerrero, por favor.
Ni siquiera pregunto la razón, chasqueo los dedos y Albafica estaba frente a Minos, el juez se le acerco, a pasos lentos, Albafica veía su alrededor con asombro, recordaba apenas haber enfrentado al hombre enfrente suyo, se puso en posición de combate, no podía ser verdad que siguiera vivo, sus celestes ojos se posaron en cada uno de los espectros, su rostro de horror lo dijo todo, trago grueso cuando sintió sobre su rostro la mano del juez.
—Descansa mi bella rosa — como pudo dio un suave beso en su mejilla y al instante su alma desapareció de Guidecca y reapareció en los Elíseos.
Pronto se dio cuenta que ya no tenia sangre venenosa y que a pesar de ser su enemigo, su corazón comenzaba a latir por el juez inmisericorde Minos de Griffo, sonrió viendo como los pétalos de las flores volaban con el viento del inframundo, sonrió, por primera vez en su vida se sentía libre.
🐥🌹
Hay, el amor, muy bonito y todo pero, como dice mi mamá, te apendeja y feo.
hoy les traigo un final feliz XD.
Dan R.
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