Una oportunidad, parte 2.

Y Athena devolvió la vida a su elite dorada, pero le faltaba uno, el ultimo guardián, aquel que se enorgullece de resplandecer entre el cielo y la tierra, busco por todo cositos su alma, se preocupó y hasta pensó en lo peor, sin embargo, luego de un par de días buscándole lo encontró en Asgard, junto al Dios del engaño: Loki, pese a todo pronóstico, Afrodita tal parecía disfrutar de su compañía, sus compañeros se lamentaron por aquello y sobre todo porque el guardián de Cáncer les hizo ver su error.

Como si fuese una guerra, todos marcharon, todos excepto Death Mask, pues bien sabía que sería en vano; cuando llegaron encontraron a piscis en el salón del Valhalla en una amena charla con Loki, lo que en un punto les sorprendió bastante y pensaron en un sinfín de posibilidades catastróficas, no sabían cómo comenzar porque si somos sinceros, ellos fueron los malos en su historia, despreciándole como si fuese algo sin valor alguno y ahora quizá, era tarde.

— Afrodita — el valiente Aioros fue el primero en hablar — ¿Qué haces aquí? Vamos, Athena nos espera.

— No — respondió abruptamente — Ustedes no querrán a un guerrero débil a su lado — se dio la vuelta caminando hasta donde estaba Loki.

— No digas eso — secundo Saga — eso no...

— Lo es — lo interrumpió aun dándole la espalda — ustedes lo decían todo el tiempo.

— Perdónanos — ahí estaba el hombre más cercano a Dios pidiendo disculpas, unas que a lo mejor y ninguno de los presentes se merecía.

— Jamás — ahora estaba a lado de su, ahora, pareja — Siempre fueron así, menospreciándome y diciéndome a la cara lo inútil que soy, váyanse, no quiero ver a ninguno de ustedes otra vez.

Todos guardaron un silencio sepulcral, ya lo había dicho cáncer, pero nadie tomó en cuenta sus palabras, no hasta ahora que veían como aquel que en el pasado se mantenía callado cuando le atacaban con palabras de desprecio, ahora les recalcaba que era nada más y nada menos que su culpa, su maldita culpa por no ver que era igual e incluso mucho más poderoso que algunos de ellos, ahora estaban ahí, rogando por la clemencia de Afrodita.

—Váyanse, ¡Largo! — como si se sintiese amenazado se puso detrás de Loki, aquella divinidad se dio cuenta de ello, y encendió su cosmo de manera amenazante.

Por si fuese poco los 10 caballeros dorados presentes se pusieron en posición de batalla, vieron como los ojos añiles de Loki brillaban amenazantes, jurarían por un instante volver a sentir la angustia de la batalla pasada, pero ahora, Odín no les ayudaría, Loki ya no era el Dios malvado, bueno, lo seguía siendo pero ya no tenía ninguna intención de conquistar la tierra, ahora solo quería alejar a su amado guerrero de lo que le hacía sentir mal.

—Afrodita, escucha — Escuchó la voz de Camus pero lo ignoro.

—Dita — Mu hizo un esfuerzo — volvamos ¿sí?, te prometo que todo será diferente.

Solo negó con la cabeza, ¿Cómo se atrevía a prometer algo tan vano? No tenía nada en contra del carnero dorado, pero con esas palabras le hacía ver que, en efecto, todos eran iguales, querían su perdón para despues olvidar el asunto y seguir siendo los desgraciados de siempre, no quería volver, no soportaría un insulto más, ya era demasiado tarde para que pudiese perdonarlos, porque ahora le daban el lugar que merecía, aunque fuese en los brazos de un enemigo como Loki.

—Ya lo escucharon, ¡LARGO DE AQUÍ! — la imponente voz de Loki se escuchó por todo el palacio.

—Está bien — se escuchó la voz del caballero de escorpio — si no quieres venir no vengas, pero piscis se irá con nosotros — dijo acercándose a la caja que reposaba en un rincón del Valhalla, al parecer uno que disfrutaba mucho.

Todos pensaban que a Afrodita no le importaría y de hecho, en cierto punto era verdad, él no iba a irse y si su armadura quería volver, pues que volviera, pero bajo todo pronóstico, piscis se negó, al igual que su portador a volver, despues de todo ya era demasiado tarde para pedir disculpas, porque el daño era irreversible, entonces, todos, con la cabeza baja y el alma estrujada por la culpa volvieron al santuario con las manos vacías: Ni Afrodita ni Piscis habían vuelto porque era tarde para que volviera a ser como antes, porque ya nada de lo que hieran cambiaria las cosas, quizá debieron pensarlo muy bien antes de decir todas esas cosas. 

—Ya lo escucharon, ¡LARGO DE AQUÍ! — la imponente voz de Loki se escuchó por todo el palacio.

—Está bien — se escuchó la voz del caballero de escorpio — si no quieres venir no vengas, pero piscis se irá con nosotros — dijo acercándose a la caja que reposaba en un rincón del Valhalla, al parecer uno que disfrutaba mucho. 

Todos pensaban que a Afrodita no le importaría y de hecho, en cierto punto era verdad, él no iba a irse y si su armadura quería volver, pues que volviera, pero bajo todo pronóstico, piscis se negó, al igual que su portador a volver, despues de todo ya era demasiado tarde para pedir disculpas, porque el daño era irreversible, entonces, todos, con la cabeza baja y el alma estrujada por la culpa volvieron al santuario con las manos vacías: Ni Afrodita ni Piscis habían vuelto porque era tarde para que volviera a ser como antes, porque ya nada de lo que hieran cambiaria las cosas, quizá debieron pensarlo muy bien antes de decir todas esas cosas.

Ahora, en aquel imponente santuario hace falta un guerrero y una armadura, porque fue muy tarde para querer recuperar lo que perdieron y quebraron sin la más mínima consideración; y ahora, aquellas frías tierras Asgardianas se inundan del enervante perfume de rosas que despide el más hermoso y letal de los guerreros que pasea de la mano del dios del engaño que en ningún momento se atrevería a engañarlo a él, porque ya es tarde... porque ahora está más que enamorado de él.

🎭🌹
Este salió largo. 

Para:Vhope533, espero que te haya gustado, linda

Dan R