Estaba indignado, enojado, furioso y hasta con ganas de lanzar rosas demoniacas a diestra y siniestra, fue a aquella fiesta solo por mera cortesía, no quería dejar a su diosa sin su presencia, sobre todo porque era una buena ocasión para conocer un poco más a sus compañeros, jamás creyó que un par de horas ahí le harían enojar como nunca antes, veía desde lejos como Aldebaran era ignorado por todos, golpeó la mese sin que nadie se diera cuenta, arrojó lejos la botella de vino francés, la que estalló en la pared, el estruendoso sonido no fue escuchado por nadie, el ritmo con tintes de jazz sonaba en todo aquel recinto.

Lo decidió entonces, si nadie lo haría, el sería el primero, tomo de la mesa un par de bocadillos, si la vista no le fallaba eran un par de rebanadas de torta española, en la otra mano llevaba dos copas de un champagne burbujeante, se acercó a donde estaba el guardián de la segunda casa y le sonrió: con esa inocencia que no le mostraba a todo el mundo, con aquel brillo en sus ojos; la mirada de aquel chico se posó en él, sin mucho ánimo, Aldebaran había ido a aquel evento solo porque se sintió en la necesidad de hacerlo.

— ¿Gustas un poco? — le extendió el plato y las morenas manos tomaron una porción — toma — le extendió una de las copas que llevaba y se sentó a su lado.

—Gracias — fue lo único que pudo decir antes de ver como Afrodita le volvía a sonreír.

Los susurros no tardaron en aparecer, algunos ni siquiera se percataron del acontecimiento y otros tantos se decían al oído incoherencias y un sinfín de disparates, Afrodita no les dio importancia o al menos eso pretendía, de pronto, como si el destino quisiera que aquello se volviera turbio para ambos, escucharon a cierto castaño decir "¿qué hace alguien como Afrodita cerca de él?", la furia en su rostro se notó y sin que se diera cuanta una rosa roja se había clavado en su espalda.

El segundo guardián se dispuso a salir de aquel recinto, Piscis lo notó y le susurro algo al cuarto guardián vía cosmo, cuando los ojos de Afrodita se posaron en los pasos hacia la salida que hacia Aldebaran, una alegre tonada se escuchó por todos lados, sonrió para sus adentros, esa canción la amaba con toda su alma pero estaba decidido a irse... bueno, lo estaba porque la blanca mano de Afrodita lo detuvo.

—Vamos sé que quieres — le sonrió de nuevo y solo pudo ver como los ojos de Alde se iluminaba, no tenía idea de cómo hacerlo pero daría su mejor esfuerzo — vamos, yo seré tu pareja de baile. — le hizo una seña con su cabeza y ambos pasaron a ser el centro de atención.

Aquellas notas alegres pertenecientes a la tan tradicional zamba brasileña llenaron los iodos de todos y aquella escena en el centro era lo mejor de la noche, los torpes pasos de Afrodita se acoplaban de una manera excepcional a los pasos expertos de Aldebaran y las sonrisas de ambos relucían con la intensidad del sol por la mañana, era todo lo que necesitaba, despues de todo, una muestra de cariño no le hace mal a nadie. 

🐂🌹
Solo tengo algo que decir #AldeNecesitaAmor. 

Para mi querida Vhope533, disculpa la tardanza linda, espero que te haya gustado. 

Dan R