Advertencia: este one-shot puede dañar la susceptibilidad del lector, se recomienda discreción.

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¿Acaso se había vuelto loco? Sí, lo había hecho pero de amor o eso era lo que creía, porque se había vuelto adicto al olor a rosas que desprendía aquella nívea piel, se había vuelto un obsesivo con aquel azul celeste de sus ojos y lo ondulado de su cabello, pasaba todo el día pensando en él y en aquello que haría cuando lo tuviese entre sus brazos y cuando eso pasara, Afrodita sería suyo... suyo y nada más.

Ahora veía como los ojos de su amado le veían de una manera retadora y hasta podía decir que osada, la habitación en la que estaba era oscura, justo como los pensamientos que en ese momento cursaban la mente de Hades, se acercó a él, quien al momento reacciono de manera negativa alejándose de él pero no tuvo tiempo de salir de aquel cuarto, su brazo fue apresado con fuerza, el horror y la preocupación de lo que seguiría se anido en sus celestes ojos. 

La fuerza que ha aplicado para lanzar a ese hermoso joven es casi irreal, el colchón de aquella cama se hunde ante el peso de ambos y sus manos son como dos tijeras, ha decidido hacerlo completamente suyo, ahí, en ese lugar, en ese preciso momento; la nívea piel de su pecho ahora yace descubierta y aquellos perversos y rosados labios, junto aquella infame lengua recorren su piel, sus manos están atrapadas por las de aquel que ahora le produce un terrible asco.

Relájate, eres solo mío. ¿Cómo le decía eso? En ese momento su mente no podía pensar en otra cosa que no fuese salir de ahí, escapar hacia la libertad y volver a hacer el de antes, esa obsesión enfermiza por su persona le estaba hartando de a poco, sintió como aquella boca viajaba hasta su vientre para despues desabrochar con una tortuosa lentitud el botón de su pantalón para despues deshacerse de él con una brusquedad extraña y ni siquiera se dio cuenta cuando su rostro chocó con la suave tela de las sabanas.

Ahogo un grito cuando sintió una brusca intromisión en su interior que lo dilataba sin compasión alguna, sus ojos se llenaron de lágrimas y sus manos apretaron las sabanas, ya no había vuelta atrás, todo estaba hecho y él... él se quedó ahí, sintiendo como sus paredes eran ultrajadas, como comenzaba el movimiento sin que lo pidiera, como aquellas frías manos apresaban sus caderas... se quedó ahí, aguantando las ganas de gritar de dolor, rogando que se detuviera, sintiendo como un pequeño hilo de sangre resbalaba por sus blancas piernas, el ardor en su interior no le dejaba pensar con claridad, aquellas lagrimas mojaron las sabanas y sin quererlo ni desearlo recibió dentro suyo la semilla de aquel ser que le había lastimado.

Ahora eres mío... mío y nada más. Fue lo último que escucho antes de desplomarse en la cama a causa del cansancio, las gotas amargas secas en su rostro y las marcas de un amor obsesivo y posesivo en su espalda y brazos, le hacían ver como una estatua rota, como un ángel corrompido por un demonio, un ángel masacrado por un ser oscuro que sería todo, menos su dueño... 

💀🌹

estoy a punto de cortarme las venas con una lechuga.

Ship super crak.

no quería hacerlo porque Afro es uno de mis personajes más amados pero... al cliente lo que pida y como dije alguna vez, aquí hay de todo y para todos.

Para: MIROH-YOONBUM

Dan R