Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

PERDIDA

Inspiración: Idea de TikTok.
~•~

—Él morirá hoy.

Fury decidido sentenció e inmediatamente María Hill junto con un grupo de viudas negras salieron del salón de conferencias. Tony se quedó estático, no parpadeaba y apenas respiraba. No sabía cómo reaccionar a lo que el director anunció, años de enfrentamientos se reducían a este final.

Tony entendía que debería sentirse aliviado y hasta triunfante. Cada estudio en combate que hizo finalmente bastaba, ahora Shield contaba con la información detallada de lucha de él. Shield ahora conocía sus puntos débiles, sus movimientos de ataque. Su enemigo jurado moriría hoy, todo ese juego del gato y el ratón se terminaría. No habría punto intermedio, tampoco duelos de revancha. Las viudas negras acabarían con él, con Steve Rogers.

Con la información que tenían y el plan de ataque de Fury, lo harían. Acabarían con la manada de Rogers por acoger a traidores, la alianza de Shield y Dreykov era una deuda pendiente. Ninguno perdonaba: Fury a Steve Rogers por burlarse de su confianza, Dreykov a Natasha Romanoff por desertar a su liderazgo para amar a James Barnes.

Morirían, morirían todos.

Por un minuto, Tony juró que se le acababa el aire. La vista se le hizo borrosa, su corazón latía fuerte. Tony sentía que tendría un infarto, que moriría ahogado. Sus manos sudaban, escalofríos le recorrían el cuerpo. Estaba teniendo un ataque, Tony cerró los ojos. Trató de tranquilizarse, pensó en Pepper. Ella debía ser la única persona que lo ayudase, era su alfa. Pero, su mente le llevó a esa noche en la que Steve Rogers le ayudó a no morir en esa curva.

El recuerdo de estar en los brazos cálidos de Steve Rogers, de recibir sus atenciones e incluso sus sonrisas le bastaron. Tony volvió en sí, notó que estaba solo. Se avergonzó por lo que recordó y por las razones que lo hizo. Se sentía doblemente en deuda, no lo podía dejar morir.

Esto era tan incorrecto, tan imprudente.

Steve Rogers era un asesino, un cruel asesino.
Pero, Tony no quería que muriese.

No podía.
Se iría al infierno.

Tony corrió en la búsqueda de Fury, se le avisó que aún seguía en la pista de aterrizaje. Fue hasta ahí, lo estaba esperando. Fury tenía el maletín con su traje, Tony suspiró profundamente. No podía simplemente abandonarlo, adelantárseles. No era opción, no con Nick Fury.

Tony dudoso se adentró al helicarrier y fingió una sonrisa que Fury se la devolvió. —Sabía que vendrías.

—Es Steve Rogers, participar en su caída me servirá para regodearme entre los alfas del Capitolio.

—Nadie dudará de la lealtad de los betas, nunca más. —Fury entregó el maletín a Tony, seguido le palmeó el hombro. El mayor se sentía orgulloso de haber escogido a Stark para esta misión, de no haberse equivocado como lo hizo con Steve. —. Cumplirás tu propósito, los betas ya no serán renegados.

—Haces que mi ego suba, Nick. ¿O acaso pretendes que me vuelva más insoportable?

Fury rio ligero. Tony se mantenía intacto, no había influencia de Steve Rogers.

Fury lo creía, estaba muy orgulloso. Tony resistió, se mantuvo y ahora tendría la gloria de esta caída. Se acercó a Tony, le tomó del cuello, pegó su frente contra la de él y le sonrió sinceramente.

—Eres mi muchacho, Tony. Hoy y siempre.

Tony no respondió, el temblor en su voz le delataría. Su culpa se evidenciaría, solo bajo la cabeza aún más. Fury confiaba en él, la relación que los unía iba más allá de héroe y espía. Fury era quien procuró de él cuando Howard y María Stark murieron, era más que el simple director de la organización para la que trabajaba. Fury era su familia y estaba apunto de traicionarlo. Tony lo reconocía, pero no podía detenerse.

Había escogido un bando, no era la de Fury.

Tony dejó que Fury se adelantara cuando aterrizaron en la isla, divisó desde el helicarrier descender a las viudas negras y perderse en el bosque de la isla. Empezaba la cacería, Tony pidió perdón en silencio. Seguido, dejó inconsciente a los pilotos y usó su sistema para infiltrase al de Rogers. Les avisó del ataque, esperaba que fuese suficiente.

Él esperaba que le bastara a su propio instinto, mas no parecía ser así. Sentía la necesidad de ir y asegurarse que no acabarán con Rogers. El mensaje de respuesta de Yelena solo fue una excusa, salvar a Natasha Romanoff y al bebé que gestaba lo fue. Tony se involucró en la misión no por Fury o Romanoff, por Steve Rogers. Se separó de su traje para despistar a las viudas de Dreykov, para llevarse a Romanoff fuera de la isla. Mientras que, él se escabullía y desaparecía a las viudas con las que se topaba.

Tony despejó la mansión de Rogers de viudas, prestó auxilio a Yelena y a James Barnes para su huida. Solo quedaba uno en la mansión: Steve Rogers,  el mismo Capitán obstinado que esperaba por su muerte. Estaba herido, completamente herido. Cada enfrentamiento con cada viuda lo dejaba peor de cómo se encontraba, pero su terquedad lo mantenía de pie. No se detuvo hasta llegar al salón, ahí divisó a Rogers enfrentándose contra Nick Fury y María Hill.

Tony cerró los ojos, se le escaparon un par de lágrimas. Iba a decepcionarlos, iba a traicionarlos. Sus lágrimas eran por ellos, por lo que perdía. Por lo que sacrificaba, por Steve Rogers. Se deshizo de toda culpa y corrió contra Maria Hill, Fury se congeló por su llegada. A Fury le costó un par de puñetazos de Rogers, aunque lo que realmente le dolía era ver a Tony pelear contra María Hill. Tony lo sabía, la mirada de Fury reflejaba decepción y dolor. Mucho dolor, Tony dejó inconsciente a María Hill por ir en medio de Rogers y Fury.

—Realmente, lo siento. —La voz de Tony se quebró, a Fury también se le escapó las lágrimas.

— ¿Por qué?

Tony se giró hacia Rogers, chocó mirada contra él. Lo que ambos tenían era inexplicable, inconfundible. Lo sabían, siempre lo supieron. Ellos eran las caras de la misma moneda, no podían vivir sin el otro. La conexión que tenían era fuerte e irrompible, no había Steve Rogers sin Tony Stark. No existía el héroe de Iron Man sin el villano de Capitán Hydra, y finalmente lo reconocieron.

Tony fue el primero. —Porque no lo puedo perder.

— ¿Acaso lo amas?

Tony no respondió, no era amor lo que sentía. No lo era, esto se trataba de algo distinto. Aún no lo entendía, apenas lo reconocía. Apenas sentía un enlace con otro, y aquello enfureció doblemente a Fury.

— ¡No! ¡No puedes amarlo!

Confundido por el dolor, Fury alzó su arma contra Rogers, le estaba quitando a la persona que consideraba como su hijo. Rogers le estaba quitando a Tony, no se lo permitiría. No dejaría que Rogers se lo robara, lo hundiera con él. Antes lo mataba, pero Tony se interpuso de su objetivo.

— ¡Apártate, Tony! ¡Ahora!

—No puedo. No puedo, Nick. No me moveré tampoco lucharé contra ti, solo tú puedes acabar con esto... Solo tú decides.

—Matarme a mí es matarlo a él, Fury... Solo tú decides. —Rogers también intervino, también lo reconoció.

Fury maldijo en todos los idiomas que conocía, quería disparar. Pero sus manos no respondían, porque Tony estaba en el medio. El niño que educó y amó como suyo luchaba con la misma fuerza y valentía que le inculcó. Incluso con esta traición le mostraba lo que crió, Fury se sentía orgulloso de Tony. Hubiera preferido que a quien defendiera no fuera a ese bastardo, que no acabaran con su familia por él. Pero, no existían los hubiera.

Ni hoy.
Ni nunca.

Fury bajó el arma, quiso herir a Tony con palabras duras por lo que obligaba hacer. No salían, el dolor y orgullo lo consumían. Él simplemente se volteó y caminó hasta la puerta, Tony soltó el aire que contuvo y Steve se le acercó.

Rogers se detuvo frente a él, su mirada rojiza chocó con la de Tony. Tomó su rostro, lo acarició. Tony no lo apartó, finalmente Rogers lo abrazó. —Siempre lo supe, somos uno.

Tony volvió a cerrar los ojos, a sentirse completo en los brazos de Rogers. Esto era incorrecto y reprochable, Tony lo sabía. Y prefirió ignorarlo, se aferró al cuerpo de Rogers. Se sintió en su hogar, el aroma de Rogers no le causaba repulsión sino reconfortante. Tony se sentía menos culpable, más orgulloso. Así que, volvió abrir los ojos y se topó con María Hill.

Apenas cogió su arma, ella disparó. La bala impactaría contra Rogers, Tony no lo pensó más. Era el final que escogía, era lo que realmente quería. Él giró a Rogers, la bala le impactó a él. Fue certera, Tony cayó muerto en los brazos de Rogers. Y el grito de Rogers salió totalmente desgarrador. Que Fury no tardó en volver, se derrumbó al ver la escena.

— ¡Stark, despierta! ¡De una jodida vez, abre los ojos! ¡Stark, ya! ¡No estés jugando! ¡Despierta! ¡STARK! —Rogers desesperado movía a Tony, quería que le obedeciera. Quería que abriera sus ojos avellana, quería que volviera en sí como lo hizo en aquella cueva. —. Por favor... Despierta... Por favor.

Este no podía ser el final, Rogers se rehusaba.

— ¡STARKKKKKK! —Los gritos de Rogers se volvieron en un llanto desgarrador, y a pesar de sus intentos, Tony no se movía.

Fury tampoco, estaba de rodillas con el corazón totalmente destrozado. El plan que armó no acabó con Steve Rogers, sino con Tony Stark. Él tramó la propia muerte de Tony, de su hijo. Fury tomó su arma, se apuntó con ella a la cabeza. E iba tirar del gatillo, de no ser por María Hill.

—Lo siento. —El simple susurro de María Hill hizo que el llanto de Rogers parara. —. Yo no quise... La bala era para... Lo siento.

Fury no respondió, solo bajó la cabeza y se dejó llevar por Hill.

El dolor consumía a Fury y a Rogers la rabia. Fue la rabia que hizo a Rogers jurar justicia al cuerpo muerto de Tony. Cazaría a María Hill, la destrozaría en vida. No quedaría ni su sombra, su lobo se lo juraba. Esa mujer le arrebató a Tony, con el único que no se sentía un monstruo. No se lo perdonaría ni a ella ni al mundo, su pérdida era irremediable e irremplazable. Nada contendría su dolor y rabia, perdió a Tony.

Steve Rogers perdió su lado bueno.

Y en despedida, Rogers se aferró nuevamente al cuerpo de Tony, le dio un beso en la frente y le pidió perdón por lo que haría a este mundo.

Se desataría la sangre en este mundo, ya nada más importaba.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro