Parodia barata
—¿Qué demonios es esto, Ryusui?... —Senku entrecerró los ojos con incredulidad al ver a Ryusui sentado en la cabecera de la mesa de su elegante sala de estar, con un juego que parecía una parodia barata de Monopoly en medio.
—¡JA, JA! ¡El conglomerado Nanami está renaciendo, y junto a Sai queremos no solo invertir en juegos virtuales, sino en todo tipo de juegos! —Rodeó los hombros de su hermano sentado cerca de él.
—Nos gustan los juegos de mesa. —Sai rio nerviosamente—. Hice este con la ayuda de Yuzuriha, Gen y otro par de personas, aunque está basado en otros juegos de mesa, claro.
—¿Y eso qué tiene que ver conmigo? —Rascó su oído con irritación—. ¿Por qué me llamaron?
—¡Para que juegues con nosotros, por supuesto! —Ryusui chasqueó los dedos con emoción—. Ya es hora de que salgas un poco de tu laboratorio. Desde que celebramos el aniversario del viaje a la luna no has vuelto a ir a una reunión de amigos. ¡Necesitamos pasar más tiempo juntos entre todos, como en los viejos tiempos, JA, JA!
—Esto es ridículo, me voy, tengo mucho trabajo en el laboratorio. —Se dio la vuelta para irse, pero entonces el rubio volvió a hablar.
—Oh, hay otro pequeño detalle... Jugaremos con dinero real en este juego de mesa. —Sonrió diabólicamente—. El ganador será quien más dinero tenga al final, y el premio será multiplicar ese dinero por veinte. —Las orejas de Senku se crisparon—. Estás construyendo un nuevo laboratorio gigante y necesitas de mis fondos, ¿verdad? Te quejaste de que el presupuesto que te di este año era muy pequeño, así que ¿por qué no intentas conseguir más? Lo único que tienes que hacer es derrotarme. —Volvió a chasquear los dedos, esta vez con una mirada mucho más desafiante.
Senku rio entre dientes, mirando a Gen sentado al otro lado de Ryusui, frente a Sai.
—¿Cómo sé que no harás trampa junto con ese mentalista? Esta vez no tengo a Kohaku para mantener un ojo en el rey de las trampas.
—¡Ja! ¿Quién dice que no? —Justo en ese momento, Kohaku entró a la habitación con una sonrisa, acompañada de Suika y Chrome.
—¿A qué vamos a jugar? —preguntó la joven científica, con ojos emocionados.
—Lo explicaremos cuando lleguen todos —aseguró Gen.
—Sería difícil hacer trampa en este juego, porque yo llevaré las cuentas de todos —le aseguró Sai a Senku, muy serio—. Seré el banquero, a la par de jugador. Monitorearé las cuentas del banco, mi cuenta y sus cuentas. No podrán engañarme, no cuando se trata de números. —Miró con ojos entrecerrados a su hermano y a Gen, que solo sonrieron inocentemente.
En ese momento se abrió la puerta y Luna llegó a la sala, con Carlos y Max como siempre fielmente detrás de ella.
—Y aquí llega nuestra última participante~ —canturreó Gen.
—¡Senku, si estás aquí! —Luna lo miró con ojos brillantes, antes de carraspear—. Quiero decir, que bueno verte de nuevo. —Se hizo la desinteresada, apartando la mirada.
—Tomen asiento, por favor.
Luna caminó rápidamente a sentarse en un lugar cerca de donde Senku estaba parado, pero Carlos y Max se sentaron a cada lado de ella antes de que pudiera invitarlo a estar a su lado. Solo pudo lloriquear para sus adentros.
Chrome se sentó junto a Gen, Suika se sentó junto a Chrome, Kohaku se sentó junto a Suika, y Senku se sentó junto a Kohaku, justo en frente de Luna, cosa que la consoló ligeramente.
—Iremos explicando el juego a medida que avance, pero aquí tienen una libreta que les dice todas las reglas —exclamó Gen, y Francois se apareció de la nada, empezando a repartir las libretas para todos—. Lo más importante que deben saber es que este juego se llama "Stone Life Game", y trata sobre eso, ¡la vida! Pero más interesante. —Guiñó un ojo—. Como es un juego, se medirá todo con dinero, cosa que suele pasar en la vida real de todos modos. —Rio jocosamente—. Mientras vayan avanzando por el tablero —Señaló el colorido tablero lleno de casillas aún más coloridas— podrán ir ganando o perdiendo dinero. Cada vez que pasen por la casilla de inicio se los premiara. Si pasan 5 veces, ¡lograran la jubilación! Con eso retiraran a su ficha del juego y deberán esperar a que los demás terminen, pero pueden tirar los dados y levantar algunas cartas mientras duren los demás. Quien tenga más dinero al final, ¡será el ganador del juego! Y claro, estaremos jugando con dinero real, y Ryusui multiplicara todo ese dinero por veinte para el ganador del juego. —Sonrió enormemente.
—¡Qué malote, nos vendría muy bien más dinero para el laboratorio! —Chrome se emocionó de inmediato, mirando a Senku, que asintió distraídamente, concentrado en leer la libretita con las reglas.
—También me gustaría ganarlo para el laboratorio, así que estaría bien que cualquiera de nosotros gane. ¿Tú también, Kohaku? —preguntó Suika.
—Ja, no me interesa el dinero. Si gano te lo daré. —Le acarició la cabeza con dulzura, haciéndola reír.
—Su-supongo que, si Senku me lo pide, podría donarle la mitad si yo llegará a ganar —murmuró Luna, mirando de reojo a Senku, que no levantó la mirada de las reglas, desinflando todo su buen humor.
Suspiró. Quizás debería haber dicho que le daría todo, pero le gustaría tener dinero para una casa propia, en vez de seguir viviendo con su padre recién despetrificado. Aunque podría pagar un departamento, pero quería una buena casa, más ahora que las ciudades estaban reconstruyéndose a toda marcha. Además, estaba considerando mudarse a Japón... cerca de Senku.
—¡Empecemos con el juego! Francois, las fichas. —Ryusui chasqueó los dedos y de inmediato Francois empezó a repartir "las fichas", que eran más bien pequeñas estatuas de madera de ellos, una especie de versión chibi de cada participante—. Excelente, ahora, ¡el dinero! —Acto seguido, Francois repartió mil quinientos dragos reales para cada participante.
Colocaron las fichas en la casilla de inicio y Ryusui tomó dos dados, chasqueando los dedos mientras los agitaba dentro de su puño.
—¡Deseo ser el primero en lanzar los dados, y ser el primero en avanzar! —Lanzó los dados y estos sacaron un cuatro y un seis.
—Nada mal~ —canturreó Gen, tomando los dados a continuación—. Mmm... me preguntó qué sacaré. —Lanzó los dados y Ryusui de inmediato se cayó de su silla cuando sacó dos seis—. ¡Oh, vaya! ¡Parece que empezaré primero! —Pestañeó, con el rostro más inocente y angelical del mundo.
Luna fue la siguiente en lanzar. Obtuvo un uno y un dos.
—¡N-no me preocupa! ¡El orden no tiene nada que ver con alguien tan capaz como yo!
Lo único bueno fue que pudo pasarle los dados a Senku, y se aseguró de rozar su mano al hacerlo, casi chillando de emoción por el contacto. ¡Ya lo sentía, estaba mucho más cerca de gustarle!
Senku arrojó los dados, sacando un cinco y un uno, luego le dio los dados a Kohaku, que sacó un cinco y un dos. Suika sacó un dos y un seis. Chrome sacó cuatro y cinco. Sai sacó dos y tres.
El orden quedó así: Gen, Ryusui, Chrome, Suika, Kohaku, Senku, Sai y Luna.
Gen observó el tablero con ojos analíticos, antes de lanzar los dados, que aterrizaron con dos cuatros.
—¡Tirando dobles puedo repetir turno, excelente!~ —Movió su ficha al casillero ocho, pero antes tuvo que enfrentarse a un camino dividido—. Ah, sí, nomás empezar tienen que decidir si empezarán a trabajar o irán a una universidad. Yo iré a la universidad, así que pagaré 200 dragos. —Quitó dos billetes de cien de sus 1.500 y se los dio a Sai, que lo guardó en una caja que decía "banco". ¿De dónde salió la caja? Nadie la vio allí antes, y era bastante grande, pero nadie pregunto.
Gen cayó en la casilla ocho del camino universitario y le tocó una casilla azul que decía "destino".
—Estas son las cartas destino. —Señaló tres mazos de cartas, azules, rojas y verdes—. Como caí en una casilla destino azul, me toca levantar una carta del mazo azul, que representan "conocimiento". —Levantó la carta y leyó con interés—. Me ofrecen una beca y ganó 500. —Sonrió, tendiéndole una mano a Sai, que le pagó de inmediato—. Como saqué doble antes, vuelvo a tirar. —Esta vez sacó un uno y un dos y llegó a una casilla que decía "graduación".
—Elije una profesión. —Sai colocó cinco tarjetas con profesiones diferentes delante de Gen.
—Me iré por psicólogo —eligió rápidamente. La profesión tenía un sueldo de 1.200 y un impuesto de 650 dragos, aunque debía caer en esas casillas para que le pagaran o pagar él.
A continuación, Ryusui lanzó los dados, sacando un cinco y un seis.
—¡JA, JA! Elegiré el camino universitario. —Pagó 200 a Sai—. Lo que Gen no dijo, es que es un camino con menos riesgo. Sé manejarme con los negocios, pero necesitaré un título aquí. —Como había sacado once, llegó directo a la casilla de graduación. Sai le dio a elegir tarjetas—. ¡Seré un CEO, por supuesto!
La profesión de Ryusui tenía un gran sueldo, pero el impuesto era casi tan grande como este. Se estaba arriesgando.
Chrome lanzó los dados, sacando tres y seis. Se fue por el camino universitario, pagó 200 y cayó en una casilla que decía "destino", pero en rojo.
—Las rojas son tarjetas que representan tu vida social. —Sai le acercó el mazo rojo y Chrome levantó una tarjeta.
—He conseguido pareja en la universidad, me distraigo y retrasó mis estudios. Retrocede dos casilleros. ¡Agh! ¡¿Es en serio?! —Rechinó los dientes mientras hacía retroceder su pieza.
Suika sacó seis y cinco también, y también quiso la ruta universitaria, pagó 200 y llegó a la casilla de graduación. Sai le dio cinco tarjetas también.
—Mmm... ¡Seré ingeniera química! —Tomó su tarjeta con orgullo y Kohaku le aplaudió, como si de verdad estuviera en una graduación.
Fue el turno de Kohaku de tirar los dados. Sacó un cuatro y un seis.
—¡Ja, iré por el camino de riesgo! Directamente trabajaré. —Se fue por el camino del trabajo y Sai le entregó 200 dragos. Kohaku aterrizó en una casilla de destino verde.
—Este es el mazo de la economía. —Sai le acercó el mazo.
Kohaku levantó una tarjeta y leyó.
—Debo elegir entre atender un bar con pago de 800 e impuesto de 200, o ser chofer con 1.000 de salario y 400 de impuesto. —Hizo una mueca, ladeando la cabeza—. ¡Ja, no me interesa eso de los salarios, pero no quisiera lidiar con borrachos! Seré chofer.
—Marca tu elección con esto. —Sai le dio un bolígrafo—. Y guarda tu tarjeta para cuando caigas en una casilla de salario o impuestos.
Llegó el turno de Senku y él sacó dos y cinco, y claro que se fue por la ruta universitaria, pagando 200. Cayó en la casilla siete, en la que estaba Chrome por haber retrocedido. También era una casilla de destino azul.
Levantó una tarjeta.
—Te dan una beca, ganas 500. —Rio entre dientes, extendiéndole una mano a Sai, que le pagó.
Finalmente fue el turno de Sai, que sacó cuatro y dos.
—Ya que soy el banquero y veo el otro camino muy vacío, iré por el lado del trabajo. —Rio nerviosamente, colocándose en la casilla seis del camino del trabajo, que era de destino verde. Tomó una tarjeta—. Tu familia te invita a trabajar en el negocio familiar, vendiendo atún. Recházalo y pierdes 100, acepta y gana 550 como salario, con 150 de impuesto. Voy a rechazarlo. —Ni siquiera tuvo que pensarlo y guardó un billete de sus 1.500 en la caja del banco.
Luna besó muchísimo lo dados antes de lanzarlos, cruzando los dedos y esperando que saliera algo bueno.
—¡Doble seis!
—¡Así se hace, señorita Luna!
Las palabras de Carlos y Max la hicieron suspirar con alivio.
Pagó 200 para ir por la ruta universitaria y acabó por delante de la casilla de graduación, por lo que Sai le tuvo que dar las tarjetas de oficio de todos modos, pero además tenía que tomar una tarjeta de destino azul.
Eligió ser doctora, claro, y luego tomó la tarjeta azul.
—Tienes la opción de un viaje a conferencias científicas para adelantarte dos casillas y sumarle 100 a tu salario, o puedes vender esta tarjeta por 500 —leyó, llevándose una mano a la boca, pensativa—. Aumentaré mi salario —decidió finalmente, adelantando su figurita dos casillas y le pasó los dados a Gen.
—Tiras otra vez —le recordó Sai, riendo nerviosamente.
—¡Cierto, saqué doble! —Sonrió y volvió a lanzar los dados, sacando tres y cuatro. Cayó en una casilla con el dibujito de una casa.
—¡Puedes comprar una casa, Luna-chan! —exclamó Gen felizmente.
—Estas son tus dos opciones. —Sai le dio dos tarjetas.
Luna miró las dos casas. Una cabaña pequeña y fea que costaba 500 y una casa mucho más bonita con paneles solares, que costaba 1.200, eso la dejaría casi en la ruina... ¡pero la quería!
—Conserva esa tarjeta y marca la casilla —le dijo Sai—. Cada vez que alguien caiga en esa casilla, podrás cobrarle un alquiler de 450 dragos.
—Qué bien, porque los necesito. —Le entregó 1.200 dragos a Sai casi llorando.
Fue turno de Gen, que de nuevo tiro doble y cayó en una casilla de salario y luego en una casilla para comprar una casa, cosa que no lo dejó en la ruina porque ya había cobrado el salario.
Ryusui tiró los dados y cayó en otra casilla de compra de casa.
—¡Elijo la más lujosa, JA, JA! —Al igual que Luna, se quedó casi en la ruina.
Chrome tiró y finalmente pudo pasar la casilla de graduación y aterrizó en una de destino rojo.
Eligió la profesión de dentista, porque era la única opción medianamente científica de las tarjetas que Sai le dio, y luego tomó una tarjeta verde.
—Hago una apuesta con el jugador más adinerado y ganó. Me debe 800. —Gen perdió la sonrisa.
—Qué suerte tienes, Chrome-chan. —Le dio el dinero con lagrimitas en los ojos.
Suika tiró los dados y cayó en la casilla de salario, a lo que Sai le entregó su dinero.
Kohaku tiró y le salió un dos y un tres, cayó en una casilla verde de destino y tomó una tarjeta.
—Eres el empleado del mes, recibes un aumento de 500 dragos extra a tu salario. ¡Ja, excelente!
Senku tiró y sacó un uno y un dos. Su ceja tembló con molestia mientras colocaba su ficha justo frente a la casilla de graduación, en la casilla de destino rojo. Tomó una tarjeta roja y leyó.
—Te hacen una confesión de amor. Acéptala y retrocede dos casillas, pero gana 600. Recházala y avanza dos casillas, sin ganar nada. —Ni siquiera lo pensó—. La rechazó. —Avanzó dos casillas con emoción.
Por alguna razón, Luna se sintió ofendida.
Fue turno de Sai, que cayó en otra casilla de destino verde.
—Tienes la opción de mudarte a una playa como cocinero de una familia rica con un salario de 1.200, o duplicar tu salario anterior —leyó—. Bueno, no tengo empleo anterior, así que seré como Francois. —Miro risueño a la mayordomo, que solo le sonrió alegremente.
Luna tiró y cayó en una casilla de salario que la hizo suspirar aliviada. Sai le pagó y fue el turno de Gen.
Gen analizó el tablero y luego tiro un dos y un tres, cayendo en una casilla de salario.
Ryusui tiró y fue a parar a una casilla para comprar o vender una casa otra vez.
—¡Compraré la más lujosa otra vez!
—No puedes, tendrías que hipotecar tu otra casa —le advirtió Sai—. Te saldría mucho más caro al final.
—¡La hipotecaré!
—No sé ni para qué me molesto —negó con la cabeza, anotado algo en un papel.
Chrome acabó en una casilla de salario, Suika compró una casa, Kohaku cayó en una casilla que decía "cárcel".
—¿Iré a la cárcel? —miró curiosa a Senku.
—Nop, según el reglamento del juego solo vas de visita a menos que tengas una propiedad hipotecada, te lo haya dicho una carta o tires dobles tres veces seguidas. —Señaló una hoja en su libreta.
—Ya veo. —Se relajó y le dio los dados a Senku.
Senku sacó dos y dos, por lo que por fin pudo pasar la casilla de graduación y eligió la profesión de "astrónomo" y cayó en una casilla de comprar una casa, cosa que hizo, eligiendo la más barata.
Como sacó doble volvió a tirar, cayendo en una casilla de impuestos.
—¿Es en serio? —Su ceja tembló mientras le daba 900 a Sai.
Fue turno de Sai, que compró una casa, y luego de Luna, que cayó en destino verde.
—La persona que tira antes que tú pinta tu cerca, págale 250. Ow. —Le dio los billetes a Sai.
Gen hizo otro tiro de doble, aterrizando dos veces en casillas de salario, lo que hizo que todo el mundo comenzara a verlo con desconfianza.
—¡Tengo tanta suerte! ¿Quién diría que sería tan bueno en este juego?~ —Él solo se hacía el inocente.
Ryusui ganó su salario, que era bastante. Chrome tuvo que pagar impuestos. Suika vendió una casa por no tener que comprar otra. Kohaku ganó su salario. Senku aterrizó en la propiedad de Luna y tuvo que pagarle los 450, con cara de que había mordido un limón.
—N-no es necesario... ¿Puedo hacer que no me pague? —Luna hizo a un lado a Carlos para sacudir el hombro de Sai, que le sonrió nerviosamente.
—Lo siento, son las reglas.
Sai cayó en una casilla roja en su turno.
—Tomaré vacaciones, retrocedo una casilla. —Suspiró resignado.
Luna cayó en una casilla de destino azul.
—Hago un curso para mejorar mis habilidades, pierdo 250. —Lloriqueó mientras pagaba.
Gen sacó dos seis, compró una casa y luego sacó lo justo y necesario para pasar la casilla de salida, por lo que Sai le pagó 500 al completar la vuelta.
Ryusui cayó en otra casilla de salario y pagó su hipoteca. Chrome compró una casa. Suika tuvo que pagar impuestos. Kohaku tiró dobles, cobró su salario y luego compró una casa. Senku cayó en una casilla de destino azul.
—Haces una conferencia, todos te pagan 100. Je, por una vez algo bueno. —Todos lo miraron mal mientras le pagaban, excepto Luna que casi le da 500 de no ser porque Sai le llamó la atención.
En el turno de Sai, compró una casa. En el turno de Luna, compró otra casa. Gen cayó "oh-tan-sorpresivamente" en una casilla de salario. Ryusui cruzó la meta, recibió 500 y cayó en una tarjeta de destino rojo.
—Haces la mejor fiesta del año, pierdes 150, pero la próxima vez que caigas en una casilla propiedad de otro jugador no pagaras. ¡JA, JA! ¡Una fiesta siempre vale la pena! —Chasqueó los dedos con emoción.
Las siguientes en cruzar la casilla de salida fueron Suika y Luna, Chrome cobró otro salario, igual Kohaku, mientras que Senku de nuevo pagó impuestos y Sai compró una casa.
Para cuando Gen volvió a pasar la casilla de salida, de repente todos estaban muy metidos en el juego, al punto de que estaban comenzando a alzar la voz.
—¡No pienso pagarle alquiler a Chrome! ¡Las reglas dicen que debió haberme reclamado antes de que la siguiente persona tirara los dados! —exclamó Senku, que era el que menos dinero tenía y más atrás iba.
—¡No llegué a leer todas las reglas, pero tú le disté los dados a Sai muy rápido! ¡Seguro lo hiciste a propósito! —rebatió Chrome.
Al final Chrome perdió la discusión.
—¡No, no, no! ¡No quiero hipotecar nada, voy a vender mi última casa! —Luna de nuevo acabó sacudiendo al pobre Sai en otro de sus turnos—. ¡El precio es justo para pagar la deuda!
—Pero debes pagar un 10% extra, por eso hay que hipotecarla —intentó explicarle, intentando apartar con gentileza sus brazos—. Vamos, el banco te hará un préstamo.
—¡No quiero, no es justo! ¡Una chica tan capaz como yo no necesita esas cosas! Mejor olvidémonos de ese 10%, ¿sí?
Luna acabó teniendo que resignarse.
—Ow, Suika tiene que ir a la cárcel. —La más joven lloriqueó cuando sacó una carta que le decía que debía permanecer tres turnos en la cárcel por evasión de impuestos—. ¡Suika es una mala persona!
—¡JA, ESTA CARTA DICE PURAS MENTIRAS! —Kohaku destrozó la carta con los dientes y las manos.
—¡KOHAKU-CHAN! ¡Por favor no hagas eso! —Gen intentó detenerla, pero fue demasiado tarde.
Al final tuvieron que reemplazar la carta con una dibujada a último momento.
Cuando todos pasaron por la casilla de inicio por tercera vez, las cosas empezaron a tensarse.
—¡Esto está trucado! —Kohaku estrelló el puño en la mesa, haciendo que todas las piezas temblaran y que la mesa se agrietara—. ¡¿Por qué siempre aterrizó en las propiedades de Ryusui y Gen?! ¡Seguro hicieron algún truco rastrero!
—Es cierto, a mí también me pasa. —Chrome entrecerró los ojos.
—Y a mí. —Senku no se veía nada contento—. A este punto le debo el culo al banco.
—¡Es pura suerte!~ No es nuestra culpa ser tan buenos jugando~. —Ambos tenían las sonrisas más inocentes del mundo.
Sin embargo, a pesar de sus sonrisitas cómplices, también había tensión entre Ryusui y Gen.
—Puedo venderte esta carta que anula el efecto de cualquier otra carta solo por 2.000 dragos, Ryusui-chan. —Gen quiso tentarlo al balancear la carta frente a su rostro—. Tienes 13.000, es casi nada.
—¡JA, JA! Es una oferta tentadora. —Sonrió mientras Francois vertía más vino en su copa—. Sin embargo, ya tengo una carta que anula mi salida de la cárcel, la cual compre a Sai. Eso es lo que más me preocupa. Difícilmente hay otra cosa que me anime a comprar tu carta a ese precio.
Gen empezó a sudar un poco.
—¿Qué tal a 900 dragos? Te haré una oferta especial solo porque eres tú, Ryusui-chan~.
Al final Ryusui terminó comprando la carta.
Después de otra ronda de turnos, a Kohaku le tocó una carta de destino rojo.
—Campanas de boda, triunfo el amor —leyó—, te casas con el jugador que tire después de ti. —Abrió mucho los ojos, mirando a Senku—. ¿Eso qué significa?
Los ojos de Senku, que habían estado sombríos y preocupados, de repente se iluminaron.
—¡Esto es perfecto! ¡Cásate conmigo, leona!
Luna casi se atraganta.
—¡¿Qué?! ¡¿De verdad dice eso?!
—Dice que puedo rechazar el matrimonio y le pagó 500 al jugador, a Senku, o que él puede rechazarme y pagarme 500 —agregó Kohaku, con rostro perplejo, antes de mirar a Senku—. ¿Y tú quieres casarte?
—Exacto, ahora acéptame como tu querido esposo. —Sonrió de forma macabra.
—Vaya, no sabía que te gustará Kohaku. —Chrome pareció un poco perturbado al mirar a Senku, mientras que Luna parecía estar teniendo un ataque.
—¡Ja! No me creo eso para nada. —Kohaku sonrió con incredulidad—. Me creo más que sea por no pagar los 500 dragos.
—En realidad tener un matrimonio podría ser ventajoso —le dijo Sai—. Si algunos de ustedes dos se va a bancarrota, el otro puede pagar sus deudas.
—Ja, eso lo explica. —Kohaku negó con la cabeza, sonriente—. Bueno, aceptó, da igual.
—¡Que vivan los novios! —Gen aplaudió exageradamente y Ryusui y Suika se le unieron.
—Otra cosa —dijo Kohaku—, como nos casamos, todos los jugadores deben darnos como regalo de bodas 120 dragos a cada uno.
Eso hizo que Gen y Ryusui dejaran de celebrar, solo Suika siguió aplaudiendo.
Senku sonrió con todos los dientes.
—Leona, me has hecho el hombre más feliz del mundo —bromeó, riendo malvadamente mientras recibía el dinero.
El siguiente en sacar una carta rara fue Chrome, que le tocó una de destino rojo muy peculiar.
—Felicidades, has tenido un bebé sano. Pides un aumento de 200 a tu salario y te lo conceden, el banco te quitara el 10% de interés en tu próxima hipoteca. —Se quedó con la boca abierta—. ¿S-soy padre?
—¡Más te vale que te cases con mi hermana antes de embarazarla, bastardo! —Kohaku le arrojó su pieza a la cara.
—¿Acaso olvidan que esto es un juego? —Sai se sentía la única persona cuerda en esa habitación.
Gen volvió a pasar la casilla de salida y aterrizó en una casilla de destino rojo.
—Campanas de boda, triunfo el amor... Oh. —Sonrió divertido—. Debo casarme con el jugador que tira después de mi... Ryusui-chan, ¿me harías el honor?
—¡JA, JA! ¡Te deseo tanto como deseo la victoria, así que tienes mi consentimiento!
—Vaya elección de palabras... De cualquier forma, como regalo de bodas el banco debe darnos 1.000 a cada uno para nuestra luna de miel.
Sai pagó y los turnos siguieron. Chrome cayó en una propiedad de Kohaku y tuvo que pagarle. Suika salió de la cárcel y cobró sueldo. Kohaku cayó en una de destino azul y consiguió otro trabajo, por lo que tendría doble sueldo. Senku solo avanzó tres casillas, pero cobró sueldo y pudo pagar su hipoteca. Sai cayó en una de destino rojo.
—Campanas de boda, triunfo el... Agh, ¿es en serio? —Suspiró teatralmente, mirando a Luna—. ¿Aceptas o rechazas?
—¡¿Eh?! —Se sonrojó, mirando de reojo a Senku—. Bu-bueno... soy una chica capaz, así que no me importaría rechazarte, pero teniendo en cuenta que ya estamos cerca de la jubilación y hay tantas ventajas y quizás así alguien vea de lo que se pierde... —empezó a balbucear, mirando de forma más insistente a Senku—. Aceptó.
—El regalo de bodas es que podemos avanzar hacia la casa en venta más cercana y comprarla gratis. —Sacó dos tarjetas para que Luna eligiera casa y luego él mismo eligió.
Luego de eso Luna sacó una tarjeta de destino verde y ganó un aumento de salario.
Pasaron varias rondas hasta que Ryusui levantó una carta muy especial de destino rojo.
Sonrió de forma macabra.
—Carta divorcio. —Le enseñó la tarjeta a Gen, que empezó a sudar—. Si no estás casado, puedes venderla o guardarla. Si estás casado, puedes divorciarte y quitarle la mitad de su dinero y sus propiedades a tu pareja, o rechazar el divorcio y pagar 500 para terapia de parejas. —Rio, tendiéndole la mano a Gen—. Lo siento, ¡pero soy el hombre más ambicioso del mundo! ¡Deseo otras parejas, y todas las propiedades y dinero que pueda conseguir!
—Ryusui-chan, eres verdaderamente cruel. —Gen empezó a lloriquear, comenzando a contar su dinero y sus tarjetas de propiedades—. Aunque supongo que en el fondo sabíamos que no iba a funcionar.
—Si recuerdan que es un juego... ¿cierto? —Sai estaba comenzando a perturbarse.
Gen acabó siendo de los que menos tenían, mientras que Ryusui se coronó como el número uno.
—Felicidades, has tenido un bebé sano. —En una de esas, Senku cayó en otra casilla roja y le tocó esa tarjeta—. El hospital te cobra 100, pero aumentas el precio de alquiler de todas tus propiedades el doble. Je, no está tan mal. —Sonrió, tendiéndole un billete a Sai, antes de mirar a Kohaku—. Tú también, leona.
—¡No soy una leona! ¿Y a qué te refieres?
—También pagas 100 —le dijo Sai—, pero también doblas el precio de tus alquileres. Está en las reglas, ya que se casaron... en el juego —decidió agregar eso último porque sentía que todos lo estaban olvidando.
Sai cayó en una casilla de impuestos. Luna tuvo que pagarle alquiler a Kohaku. Gen cobró sueldo. Ryusui cayó en una tarjeta de destino rojo.
—Felicidades, ¡tienes gemelos! —leyó—. Necesitas reorganizar tu vida, retrocede diez casillas. ¡JA, JA! ¡Está bien, la paternidad lo vale!
Chrome tuvo que hipotecar por segunda vez. Suika tiró dobles, le pagó alquiler a Senku y cobró sueldo. Kohaku cobró sueldo. Senku cayó por millonésima vez en una casilla de impuestos. Sai ganó un aumento. Luna cayó en una carta destino verde.
—Debes abandonar una de tus propiedades, pero puedes venderla al precio que quieras. —Sonrió al leerla, pensando que podía venderla por miles, aunque luego se le ocurrió otra idea—. ¡Senku, te vendo mi casa de 4.500 por 100 dragos! —le propuso, haciendo que todos se fueran de espaldas.
—Hecho. —Senku alzó una ceja, pero accedió con una sonrisa que hacía que su rostro atractivo se viera aún mejor.
Luna contuvo las ganas de chillar. ¡Valió la pena!
Sai negó con la cabeza, pensando que ahí se iba una oportunidad de salvarse si iban a bancarrota.
En el turno de Gen, este finalmente alcanzó a pasar la casilla de inicio por quinta vez, logrando así la jubilación.
Sai le dio dinero que le correspondía por el logro.
—Guarda tus cartas, al final haremos un recuento. Por mientras puedes seguir tirando los dados para ganar más dinero mientras los otros terminan.
Ryusui cobró sueldo. Chrome tiró doble, le pagó alquiler a Kohaku y luego le pagó alquiler a Senku, maldiciéndolos a los dos. Suika fue la segunda en llegar a la casilla de salida por quinta vez, ganando la jubilación. Kohaku tiró y sacó una carta de destino rojo.
—Felicidades, has tenido un bebé sano —leyó, incrédula—. ¡¿Otro?!
—¡Tú y Senku no pierden el tiempo, JA, JA! —Ryusui chasqueó los dedos, carcajeándose.
—Se nota que viven sus años de casados muy ocupados~ —canturreó Gen.
—Ja, no tienen remedio. —Kohaku los miró mal, antes de volver los ojos a la carta—. Recibes un pago de 1.200 dragos de parte del banco.
—Eso aplica para mí también. —Senku no tardó en tenderle la mano a Sai.
Después fue el turno de Senku, que tiro doble y cayó en una tarjeta de destino azul.
—Tus conocimientos son puestos a prueba, adivina cuánto dinero hay en el banco y recibirás un premio de cinco mil. Falla y paga 500. —Rascó su oído con desinterés, mirando la pila de billetes que Sai tenía en su cajita. Se llevó dos dedos a la barbilla—. Son... 98.750 dragos, ¿verdad?
Sai se quedó con la boca abierta, antes de recordar que este era Senku y asentir.
—Correcto. —Le entregó sus cinco mil.
Sonriente, Senku volvió a tirar los dados, solo para maldecir al caer en una casilla de impuestos.
Sai tiró y cobró sueldo. Luna tiró y llegó a la casilla de inicio por quinta vez, ganando la jubilación también.
Cuando fue turno de Gen, Sai aprovechó para explicarles algo.
—Ahora que estás jubilado, tiras uno y uno y el banco te pagara 200. Tira seis y seis y te pagaremos 1.200. Lo entiendes, ¿no?
—Por supuesto. —Tiró los dados y, para sorpresa de nadie, fue seis y seis.
—¡JA, ES OBVIO QUE HACE TRAMPA! —Kohaku tomó el tablero para tirárselo en la cara a Gen, pero Suika la detuvo a tiempo.
Volvieron a acomodar todo y Ryusui tiró, logrando la jubilación.
Chrome tiró y tuvo que pagarle a Ryusui, tragando saliva al ver que estaba peligrosamente cerca de la bancarrota. Suika tiró un cinco y un dos, ganando 700 dragos. Kohaku cobró sueldo. Senku cayó en impuestos otra vez. Sai cayó en una de destino verde.
—Compras un auto, pagas 1.500 y avanza tres casillas —leyó en la tarjeta con desanimo.
Luna tiró un dos y cuatro, ganando 600 dragos.
Gen y Ryusui solo tuvieron que tirar los dados. Chrome cayó en impuestos y maldijo a viva voz.
—¡Bancarrota!
—Oh, no, ¡pobre Chrome! —Suika parecía a punto de llorar.
—Ruri no debe dejar que maneje el dinero. —Kohaku parecía preocupada.
—¡Te prestaría dinero, pero no puedo! ¡En cambio siempre serás bienvenido a mi mansión! —Ryusui intentó confortarlo.
—En serio, si saben que es solo un juego... ¿verdad? —Sai estaba comenzando a preocuparse seriamente por la salud mental de su hermano y sus amigos.
Suika tiró los dados y luego fue turno de Kohaku, que cayó en una casilla de destino rojo.
Abrió mucho los ojos.
—Carta divorcio. —Le enseñó la tarjeta a Senku, con el ceño profundamente fruncido. Él pareció horrorizado—. Si no estás casado, puedes venderla o guardarla. Si estás casado, puedes divorciarte y quitarle la mitad de su dinero y sus propiedades a tu pareja, o rechazar el divorcio y pagar 500 para terapia de parejas. —Cerró los ojos dolorosamente, antes de abrirlos con pesar—. Senku... dame una sola razón para seguir casada contigo.
—Yo... —La voz de Senku tembló.
—¿Por qué de repente siento que estoy viendo una novela? —se preguntó Sai, mirando interesado la conversación entre esos dos. Francois le trajo palomitas de maíz, apareciendo de la nada.
—Leona, debes pensar con lógica...
—Vuelve a llamarme leona y no me importara para nada nuestros dos hijos, Senku. —Cruzó los brazos, con una mirada asesina.
—Bien, Kohaku. —Por una vez cedió a su amenaza—. Estamos muy cerca de ganar, pero una carta todavía podría jodernos en cualquier momento. Juntos tenemos más posibilidades. Confía en mí.
Kohaku perdió toda animosidad, mirándolo con ojos brillantes y llenos de sentimientos, pareciendo como si en verdad estuviera pensando en conservar un matrimonio, más que en conservar una alianza en un juego de mesa.
—Muy bien, pagaré la terapia.
Senku sonrió, suspirando con alivio, aunque también tenía que pagar 500.
Fue su turno luego, y sacó una tarjeta de destino verde.
—Tienes que retirarte de una mala decisión financiera —leyó—. Retrocede cinco casillas. —Maldijo mientras hacia su ficha hacia atrás.
Sai solo sacó un tres, pero pudo comprar una casa, aunque a estas alturas no le servía de mucho, solo para venderla después.
Todos los demás ya estaban jubilados, Chrome en bancarrota, así que solo tiraron los dados (Gen sacando oh-tan-sorpresivamente dos seis), hasta que llegó el turno de Kohaku, que tiró doble, cobró sueldo y luego pudo llegar a la casilla de inicio una quinta vez.
Senku tiró y oh-tan-sorpresivamente tuvo que pagar impuestos otra vez.
Sai tiró y se quedó solo a dos casillas del final, en una casilla de cárcel que era de visita de todos modos.
Hubo otra ronda de tirar dados hasta que volvió a tocarle a Senku, que cayó en la casilla de salario, pero aún lejos del final. Sai finalmente pudo cruzar la casilla de inicio por quinta vez, y otra vez hubo una ronda de tirar dados hasta que le tocó a Senku, que sacó un uno y un dos, quedándose a una casilla del final, pudo cobrar salario, pero todos gimieron con hastío porque eso alargaba el juego.
Otra ronda más de tirar dados y Senku por fin pudo cruzar la meta.
—¡AL FIN! —Chrome estaba especialmente aburrido después de haber perdido todo—. ¿Ya puedo irme?
—Solo falta que todos vendan sus propiedades al banco —dijo Sai—. Luego cobran una última tanda de su sueldo y luego vamos a contar las ganancias finales.
Vendiendo todas las casas a precios más elevados de lo que las habían comprado, las cosas se vieron mucho mejor para varios de ellos, y todos miraron con ansias a Sai hacer sus cuentas.
—Gen tiene un total de 69.220 dragos finales —informó Sai.
—Ah, nada mal, pero creo que no fue suficiente. —Suspiró con tristeza—. Y yo que quería invertirlo en volver a tener mi programa de televisión...
—Ryusui tiene un total de 91.800 dragos finales. —Todos se quedaron con las bocas abiertas.
—No es necesario que cuentes más, ¡la victoria es mía! ¡JA, JA! —Chasqueó los dedos, triunfante.
—Chrome se fue a bancarrota.
—¡Ya lo sé, no era necesario repetirlo! —Empezó a pisotear mientras se marchaba a un rincón a deprimirse.
—Suika tiene un total de 69.955 dragos finales.
—Vaya, le gano a Gen por muy poco. —No se lo esperaba.
—Kohaku tiene un total de 55.160 dragos finales.
—¡Ja! Solo díganme quién gana al final. —Rascó su oído con el meñique, despreocupada.
—Senku tiene un total de 40.970 dragos finales.
—Sí, sí, ya lo sé.
—Yo tengo un total de 44.340 dragos finales. —Suspiró—. Luna tiene un total de 46.665 dragos finales.
—Entonces... —Luna tragó saliva—. Es indiscutible. Ryusui es el ganador.
—¡JA, JA! —Chasqueó los dedos, soltando una gran risotada—. ¡Cómo me lo decía mi instinto, no me tembló la voz en ofrecer multiplicar el premio por veinte, porque al final ese dinero se quedaría con el mejor, conmigo! ¡Soy el campeón absoluto de Stone Life Game! —Volvió a reír.
—No tan rápido. —Senku lo miró con seriedad—. Olvidas una cosa, Ryusui... ¿No fuiste tú el que creo este juego? Pareciera que no lo conoces. —De pronto sonrió de forma tan macabra y retorcida que todos se estremecieron.
—Explícate. —El capitán entrecerró los ojos.
—Ah, lo tengo. —Sai se dio cuenta y rio nerviosamente—. Nos falta juntar el dinero de los matrimonios.
—¡¿El dinero de qué?!
—Si siguen juntos después de la jubilación, sin haber pasado por un divorcio, la pareja puede juntar sus ganancias —explicó Sai, empezando a hacer la cuenta mentalmente al ser tan sencilla—. Luna y yo sumamos un total de 91.005.
—¡No es suficiente, no me derrotan! —Ryusui empezó a sudar.
—Kohaku y yo sumamos... —Senku hizo una pausa apropósito, disfrutando ver el rostro horrorizado de Ryusui—. Un total de 96.130. —Se puso de pie de golpe, riendo como un lunático—. ¡Has caído en tu propio juego, Ryusui! ¡Ahora paga! ¡Me debes 1.922.600 dragos! ¡Redondeémoslo a dos millones! —Siguió riendo como un total desquiciado.
Al final, a Ryusui no le quedó otra más que pagar.
Ni modo, así era la vida.
Fin.
Holaaaaaaaaaaa :D
Este fanfic fue un pedido q me hicieron por Patreon (por cierto, si me siguen ahí siéntanse libres de hacerme pedidos :3)
No esperaba q me quedara tan largo... espero les haya gustado QwQ
Siento q estoy perdiendo mi toque con el humor, espero les haya resultado aunq sea un poco gracioso TwT
Nunca he jugado Monopoly, esto está más basado en Life, pero no tanto xD
Bueno, bueno, nos leemos muy prontito!
No olviden que se les ama!~
Me despido!
CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
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