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Día 8 (Parte 1)

De compras.


Si alguna vez te has preguntado si el infierno tiene centros comerciales pues la respuesta es si, y Stolas y Blitzo estaban en el más grande del infierno o al menos en el reino que se encontraban. 

Por fin después de varios días de insistir e insistir, el imp de una vez por todas accedió a salir de compras con el demonio de la realeza, ya lo tenia de multicolores cada vez que lo fastidiaba por eso, así que no le quedo de otra que sucumbir ante las peticiones del búho, y ahí estaban; Stolas y Blizø con varias bolsas llenas de compras, la mayoría de esas eran cosas para el, Stolas, quien era el interesado y el que pagaba todo, Blitzø que era un demonio más sencillo no le daba mucha importancia esas cosas extravagantes, así que solo si veía algo que le llamaba la atención o si era algo relacionado con cosas de caballos lo compraba o inclusive se lo regalaba Stolas.

Ya llevaban un largo rato los dos y las piernas del imp ya se le estaban acalambrando.

- Stolas, vamonos de una vez, ya estoy cansado y ese pollo frito que acabamos de comer creo que me hizo dar una indigestión - se quejaba y reclamaba sin cesar.

- Esta bien Blitzy, solo entremos a este ultimo lugar y te prometo que nos iremos ¿Okay? - dijo relajado el más alto.

- De acuerdo, pero es la ultima - señalo y advirtió a la vez - ¿Y que tienda es? - pregunto para mirarla.

- Esta - le respondió a su acompañante señalando el lugar.

Blitzø al ver el sitio puso una cara de sorpresa y ironía a la vez, era una tienda de juguetes para adultos...no le extrañaba para nada pero la idea de acompañar a Stolas a esos tipos de lugares le parecía sumamente bizarro. 

- Stolas...eres un maldito pervertido de mierda ¿Sabias? - dijo insultante.

- Lo se...siempre y cuando sea tu pervertido de mierda no me molesta en lo absoluto, Blitzy - respondió coqueto el búho asía su amante.

- Bueno, bueno ya, dijimos que iba hacer esto si no te ponías romántico, recuerda que no quiero manchar tu reputación - le volvió a recordar su trato antes de salir.

Blitzø aún pensaba que salir con el delante de los demás era un mala idea, era simplemente un capricho por parte del más grande pero que se dio gracias al sentido común, Blitzø estaba dispuesto a decir que era solo un empleado para el y que lo estaba ayudando con sus compras y nada más, e por ello que no se negó más después del que el príncipe siguiera insistiendo una y otra vez cada día.

El búho y el imp entraron a dicha tienda, miraban al su alrededor las clases de artefactos, lencerías, conjuntos, accesorios, juguetes perversos que había. El príncipe observaba todo detenidamente y en varias ocasiones le preguntaba a Blitzø si le llamaba la atención alguna cosa, pues era con el quien quería usarlos, Blitzø solo ponía diversas caras de disgusto para darle una explicación lógica del porque no lo necesitaban, esa técnica le duraba poco tiempo pues Stolas volvía a ver un juguete cada vez más llamativo que el anterior, así queriendo sacar a Stolas rápido para que le dejara de hacer preguntas.

Hubo un momento en donde al parecer el demonio de la realeza había encontrado unas esposas con peluche del mismo diseño que el de su capa, las tomo y pregunto a uno de los empleados si la tenían más pequeñas, en eso Blitzø dejo de escucharlo para mirar el lugar en el que quería estar..."la salida", era como si esa área lo llamara, pero su sueño fue interrumpido al ver cierta demonio entrar en aquella tienda.

- ¡Mierda! - exclamo exaltado - ¡¿Verosika?! - se dijo para si mismo y corrió al probador de ropa que estaba a su costado, exhalaba de manera rápida, se estaba poniendo sumamente nervioso, no quería ser visto por esa sucubo - ¡mierda, mierda, mierda! - seguía maldiciendo en voz baja.

Saco un poco la cabeza del su escondite y ahí estaba...viendo los múltiples juguetes  que estaba en el local, junto con su guardaespaldas, Vortex. Odiaba a los dos con todas sus fuerzas.

- Phss, Stolas...Stolas - susurraba, llamando la atención del nombrado sin éxito. El príncipe seguía distraído, escuchando las ofertas y variaciones que le daba el empleado de la tienda.

- ¡Maldición! - maldijo de nueva cuanta. Corría con la mirada el pequeño espacio en el que estaba, observo un uniforme de la tienda doblado en el suelo;  de este constaba de una camisa negra que en la parte del corazón estaba el logo de la tienda que era el dibujo de unos labios babeando de manera seductora y unos pantalones de mezclilla marrones. Se lo puso de manera inmediata, y había algo demás y era una corra con el mismo color de la camisa.

Salio a paso rápido en dirección a Stolas, tenia que pedir ya que se fueran de ese lugar, antes de poder tocar a su acompañado, alguien más tomo del hombro del imp frenandolo.

- Oye amigo - dijo el sujeto tras Blitzø - Mi jefa necesita de la ayuda de un empleado para unas cosas - Blitzø reconoció esa voz, una gota de sudor frió bajo por su frente de los nervios.

- ¿P-puede decirle a otro? - intento sonar lo más natural posible.

- Los demás están ocupados, usted es el único que veo que no esta haciendo nada; así que venga y ayúdenos - lo jalo de brazo, por obvios motivos Vortex tenia mucha más fuerte que Blitzø que luchar no serviría de nada - podemos darte propina extra si hace un buen servicio y no va hacer cualquiera que vas a atender mi amigo.

 Ya sabia perfectamente quien era, por ello no quería; tenia ganas de gritárselo pero eso no era una opción, con cara de preocupación y miedo se alejaba más de Stolas, daría lo que fuera por volver a tener su protección otra vez pero también quería golpearlo en toda su cara por ser tan terco con ir a esta tienda.

El gran guardaespaldas sin ningún esfuerzo puso a Blitzø (sin saber que era el) ante Verosika, el bajaba la cabeza para no ser reconocido, temblaba cada vez más por lo nervios  que iban incrementando, la chica de cabello blanco con rosa seguía mirando los múltiples juguetes y accesorios que habían en la repisa a su costado.

- ¿Tienen de estos de color rojo? - pregunto de manera serena al imp con un juguete en la mano.

- No, se acabaron, vuelva pronto - le respondió rápido, se giro para salir de su vista y no querer ver la otra vez.

- Alto ahí, chico - lo freno el lobo - ella puede que tanga otra duda más así que seria mejor que se quede - le ordeno.

- ¡Miren, soy nuevo aquí y lo ultimo que quiero son problemas con mi jefe, sera mejor que me vaya y les ayude otro pecador o demonio disponible ¿De acuerdo?! - dijo ya muy nervioso el imp.

Verosika por primera vez le da la cara, le llamo la atención la respuesta del imp porque...al mando de este local era una mujer, no un hombre como el objetó, y sus ojos al parecer no la engañaban, sin importa que intente ocultar su rostro, ella supo de quien se trataba; una sonrisa macabra se dibujo en su rostro, acompañado de unos pensamientos simplemente impuros.

- Vortex, llévalo a un probador de ropa...el más lejano posible - ordeno la chica de piel rosado intenso a su empleado.

El sin ningún esfuerzo y queja levanto al imp, haciendo que el se sobresaltara y preocupara más.

- ¡Oye, bájame en este instante perra! - se tapo la boca al darse cuanta de lo que acaba de hacer, saco toda su voz y expresión de hablar delante de ella, ahora estaba 100% segura de que era el.

El empleado de la estrella pop lo metió en dicho lugar ordenado por ya la antes mencionada, para después ella entrar también con el.

- Vigila que nadie nos escuche, ni siquiera tu y tampoco que nadie entre - le dijo al sabueso, acto seguido se retiro un poco de la puerta del probador y se puso al pendiente de que nadie entrara o pasara, ya adentro la estrella pop y el imp, la chica cerro con seguro aquella puerta del probador.

- Vaya, vaya, vaya...pero miren a quien tenemos aquí, es nada más y nada menos que Blitzo - dijo con mucha determinación, nombrando de manera errónea al imp.

- Bueno ya me descubriste ¿Feliz? - se quejo el diablillo - y la "o" es muda, zorra ¿Cuantas veces tengo que decírtelo? 

- No sabia que ahora trabajabas en este lugar - arqueo una ceja - parece que las cosas no se ven bien a en tu trabajo de pacotilla, y para eso peleaste como niño berrinchudo por el estacionamiento - comento arrogante.

- Te equivocas perra - se acerco a su cara molesto - vine aquí acompañando a alguien y el hecho de estar vestido así era para que no me vieras, pero eso solo empeoro las cosas - se cruzo de brazos.

- Ho Blitzo, tu siempre queriendo escapar de lo que te aterra - respondió en forma de indirecta, haciéndole recordar el porque habían terminado.

- Ja, ¡¿Yo?! ¡¿Tenerte miedo a ti?! Jajaja, hasta yo cuando era payaso no contaba esos chistes tan malos - dijo con una sonrisa retante.

- Todavía lo eres, por eso te sigo llamando como lo hago, Blitzo - sonrió al terminar cada palabra de manera coqueta y presumida. 

- Pero este "payaso" como así me dices te daba buenas cogidas que te volvían loca y veo que te hacen falta, no por nada estás buscando un juguete de color rojo para calmar tu hambre - la enfrento con rudeza.

- ¡Cállate imbécil! - advirtió el sucubo.

- Jajaja hooo, esto si que es increíble. La gran Verosika Mayday necesita de un juguetico de plástico para calmar sus ansias - dijo cada vez más arrogante.

Verosika se encontraba molesta, demasiado en realidad, por el hecho de que era verdad, pero no lo quería admitir, su orgullo se lo impedía, pero su enojo paso para ahora tener una idea...una idea muy perversa, lo miro a la cara, su mirada estaba llena de picardia, Blitzø ya no entendía nada. 

- Siiiii~ - susurro de manera provocativa al diablillo - ~ tal vez si vine a buscar algo...pero tal parece que me iré con algo mejor y sobre todo gratis ~ - dijo ahora más coqueta acercándose de un a manera inapropiada al imp.

- H-he ¿Verosika? ¿Que tramas perra? - preguntaba nervioso mientras retrocedía.

- Tu dijiste que venia por algo para saciar mi hambre y ahora por comentar eso tu tendrás que darme de comer - saco sus garras así sobresaliendo de sus guantes blancos, las clavo en la pared donde ahora Blitzø estaba arrecostado, así a su vez acorralándolo.

 Blitzø se tenso, tenia un pequeño presentimiento que ella seguía enamorada de el, pero no tanto como para llegar a esos limites.

- ¿Acaso volviste a tomar maldita ebria? - preguntaba insultante, a ver si se enojaba más y se iba de su vista.

- ~Mmmmm no se~ - ronroneaba en lujuria -  ~sabes muy bien que nunca dejare de beber...pero me provocaste, ahora paga por eso, Blitzy~ - dijo ya muy cariñosa.

Blitzø abrió sus ojos como platos, hace mucho que no escuchaba ese apodo de cariño por parte de ella, pero no por eso quería escucharlo.

La cantante abrazo al imp muy fuerte, pegándolo a ella de manera brusca.

- ¡Mira no se que te pasa. No se si estas segada por la rabia o por el alcohol pero no me metas en esta mierda, si viniste por un juguete yo no seré el tuyo, maldita chupa... - no termino su insulto por haberlo callado con un beso.

Los movimientos que daba Verosika en sus labios contra los de Blitzø lo obligaban a hacer lo mismo, estar presionado en esa situación le parecía algo incomodo y molesto. Stolas nunca lo obligaba a nada, es más ese búho odiaba a los demonios que hacían eso, pero entro parte le llegaban muchos recuerdos a la mente.

Algo que nadie sabe fue la causa de su rompimiento y es que ellos dos si sentían un amor muy fuerte y verdadero, no por nada Blitzø estuvo dispuesto a matar algunos demonios por ella, y esta otra como compensación y devoción a su amor se tatuó el nombre de el en su brazo, no lo extinguió con las típicas cirugías láser por el simple hecho de que aun lo amaba pero enserio estaba dolida con todo lo que paso, por eso decidió tachar con una "X" en aquel tatuaje.

Blitzø en su pasado al enterarse que era un sucubo y que se ha acostado con múltiples humanos le pareció algo simplemente asqueroso e inaudito y ella ni siquiera se lo había informado de eso, por ello la dejo sola en aquel hotel, haciendo que pagara la cuanta, robar su auto, más tomar su tarjeta de crédito para pagar unas clases de montar caballo; eventualmente los dos se alejaron de manera definitiva aunque les había dolido a los dos, pero más a Verosika, que aun sentía algo por Blitzø, pero la rabia y los dolores de cabeza que le daba hacían que evitara que se abría con el.

El beso siguió subiendo de volumen cada vez más, Blitzø en un punto forcejeo para separarse, por muy extraño que sea sintió que le era infiel a alguien. La infidelidad era algo muy común en el infierno pero no por eso todos los demonios y pecadores de ahí estaban de acuerdo con eso, con Blitzø era todo normal en ese tema para el, no por nada se enroño con un hombre casado sin importarle lo demás, pero el haciéndole a el era algo raro y más sabiendo que no habían formalizado su relación en ningún aspecto. 

La liberación del placer los invadía a los dos, más a la chica, a tal grado que empezó a tocar y acariciar el abdomen del imp por debajo de la camisa.

Se separaron por el aire que les hacia falta, Blitzø dejo escapar una inhalación por el rose de los dedos que deba la peliblanca al cuernudo.

Verosika al ya saber lo que se venia ahora se preparaba para agacharse en la área pelvica del diablillo, ahora el sabiendo lo que pasara a continuación.

- ¡NO! - grito de repente frenando la, al fin reacciono, casi caía en el hipnosis carnal de esa demonio - ¡No dejare que me vuelvas manipular, perra! - se empezó a enojar.

- ¿Ahora que carajo te pasa Blitzo? - se quejo la chica. Lo vio un tanto pensativo, y se estaba imaginando el porque - es por el cierto - refiriéndose a Stolas - no me digas que ahora...- lo empujo contra la pared - por ese búho de mierda te volviste marica - lo fulminada con la mirada.

- Sabes que no. Soy pansexual, idiota y no, no te corte la nota por el, es por mi, no caeré en tus garras de perra ¿Entendiste? - dijo empujándola un poco para irse.

- ¡No! - lo volvió a atrapar contra sus brazos y la pared - dije que vine aquí por mi juguete y si no me lo das aquí y ahora tendré que llevarte conmigo - amenazo con una sonría.

Los dos forcejeaban, Blitzø buscaba entre su ropa su pistola que siempre cargaba con el, pero recordó que la dejo con su ropa original en el otro puesto del probador, y que ahora tiene puesto un uniforme ajeno, entro un poco en pánico, pero haciéndose la idea que escapara de alguna o otra manera.

- ¡Stolas! - gritaba desesperado el imp - ¡Sto...! - volvió a callarlo Verosika con un beso nuevamente, tomándolo de las muñecas, su estatura no era su fuerte en estos momentos y más si estaban en un espacio angosto.

Los demonios escucharon los gritos implorantes pero nadie hacia caso en eso. Todos los días se escuchaban gritos de todo tipo, tanto en hombres como mujeres. Es el infierno, nadie ayuda a nadie a no ser que le importe, y eso si puede ayudar a Blitzø...Stolas al escuchar su nombre por parte de su Blitzy no pauso ni un momento para buscarlo con la mirada sin éxito alguno.

- ¿Blitzy? - seguía buscándolo con su vista pero no daba resultado - ¡¿Blitzø?! - soltó las bolsas para moverse en cada rincón de la tienda en busca de su imp.






No se en que momento me deje llevar en esta parte de la historia pero la dejare hasta aquí porque ya voy a llegar a 3.000 palabras y naaaaa seria muy largo, nos veremos en segunda parte de este día, chaitooooo.

PD: Este es el día más largo que he escrito en este reto.





















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