Día 3
Jugando videojuegos/viendo una película.
- ¿Cual prefieres de terror o romántica humorística? - pregunto el demonio de plumas azules, mostrando un par de películas a su acompañante.
- Mmh, la de terror. Las románticas son muy clichés aunque tengan humor.
- De acuerdo - dijo obedeciendo su petición.
Después de una larga platica sobre que podrían hacer los dos solos en la alcoba de Stolas, llegaron a un acuerdo que no habrá más coito por lo que queda del día, aun Blitzø se sentía indispuesto para seguir con lo que quería Stolas pero prometió seguir para el día de mañana, así ya cumpliendo con todos los meses que le debía.
El mayor después de reproducir la película, se acomodo a un lado de su amante, quedando los dos mirando directo al televisor.
(...)
- Hugm ¡mmgh! - balbuceaba con la boca cerrada el príncipe por cada escena grotesca llena de miedo y horror para el.
Al vivir en el infierno debería de estar acostumbrado ver tripas, sangres y asesinos en serie por todos lados, no obstante sigue siendo de la realeza, al salir poco no esta tan acostumbrado a ese paisaje sanguinario que ocurría a las afueras de su palacio.
Por el contrario de Blitzø solo se carcajeaba por las estúpidas muertes de los protagonistas, he incluso ya se estaba volviendo absurdo.
- No entiendo porque esos imbéciles preguntan "¡¿Hay alguien ahí? digo...¿Que se supone que les diga el psicópata? "Si estoy aquí, ¿por?" - dijo imitando de manera burlona otra voz - los humanos mueren por pendejos.
Stolas al escucharlo no pudo evitar reírse un poco, se calmo más el ver como su Blitzy ponía esa película aterradora en una de comedia para que no se asustara tanto.
- Ho Blitzy, solo tu puedes calmarme al ver una película de terror como esta - dijo acurrucándose con el imp, lo abrazo pegándolo más a el, sin importar que fuera más pequeño.
Eso desconcertó un poco a Blitzø.
- A ver - lo miro a la cara- si no te gusta las películas de terror entonces ¿Por que me diste a escoger?
- Porque quiero compensarte por...ya sabes, darte un gran susto hace rato - dijo comprensivo.
- Ho, bueno...gracias, pero podemos cambiarla si quieres - el entrego la caratula de la peli - no es muy buena y a ti te esta poniendo las plumas de punta así que mejor cambiemosla para el beneficio de los dos.
- Blitzy muchas gracias~ - lo abrazo moviendolo de una lado a otro con dulzura.
- ¡Bueno, bueno, ya! suéltame o sino me romperás una costilla - dijo mientras el otro lo soltaba - ¿Y si mejor jugamos un videojuego? supe que tu hija te estaba enseñando algunos así que me encantaría darte una paliza en tu trasero emplumado - reto - ¿Que dice?¿Humm?
El demonio de la realeza quedo pensando por un momento, claro que le encantaría jugar con su adorado Blitzø pero seria aun mejor con algo de por medio.
- Me parece una idea esplendida Blitzy pero solo si hacemos una apuesta - se acerco más, encarando al diablillo rojo.
- ¿Que clase de apuesta? - pregunto curioso.
- Si tu ganas podrás llevarte mi grimorio y regresarmelo como siempre pero sin la obligación de nuestras noches de fornicación durante seis meses...
- ¡Hecho! - grito feliz el imp.
- Pero, si yo gano, no tendremos solo una noche de fornicación, Blizy...~sera por una semana~ - sus ojos se encendieron de lujuria - por seis meses también ¿Es un trato? - extendió su mano.
Blitzø quedo pensando por un momento, si ganaba no tendrá que pasar algunas noches disfrazado de manera ridícula mientras se cogia a su acompañante de disfraces, pero si ese no era el caso, tendrá que resignarse a tolerar eso por cada semana de cada mes y ni pensar como quedara su trasero después de esa semana, era sumamente tentable pero arriesgado a la ves, sin embargo no duda en su destreza en los videojuegos.
- Trato hecho - dijo extendiendo también su mano, así estrechándolas.
Y así fue como empezó su duelo...
(...)
Ya después de un rato los dos estaban empatados en su juego de pelea, Mortal kombat Infernal era algo simple de que admirar, buenos gráficos, buenos combos, buenos movimientos, tenia de todo para llamar la atención de los dos, y más que cada uno llevaba una victoria, era en donde llegaba el momento de la verdad.
- No puedo esperar para tenerte a mi merced Blitzy - Decía con su típico tono coqueto.
Blitzø por otra parte lo comían los nervios, siempre cuando Stolas decía sus insinuaciones inapropiadas lo ponía de ese modo, no por nada siempre sus teléfonos salían pagando.
En la pantalla era visible el porcentaje de vida que e quedaba a cada uno. Con un 20% para Stolas y un 10% en Blitzø, la tensión era gran. Se escuchaba el sonido de los botones siendo presionado por los dos demonios, y en un momento a nuestro diablillo se le prendió el foco.
Antes de que Stolas pudiera dar su golpe final, Blitzø de manera rápida se levanta en el sofá y le da un beso en la mejilla a Blitzø acompañado con una lamida un su cuello, el demonio emplumado como respuesta solo se paralizo por la muy repentina acción del imp, a la vez que se roboriso.
El pequeño imp no desperdicio ningún segando y como pudo volvió en el combate aprovechando la parálisis de su compañero, hasta que al fin Stolas reacciono pero ya era muy tarde, ya había perdido la pelea.
- ¡SIII, SIIII! ¡EN TU CARA STOLAS! - bailaba victorioso.
- Hey eso no fue justo, aunque me gusto hiciste trampa - dijo el príncipe reclamándole.
- Nunca hablamos sobre no besar al otro, ni nada por el estilo, así que acepta que perdiste - decía feliz con una sonrisa de ganador.
Al otro no le quedo de otra más que tomar su papel como perdedor y ya hacerse la idea que no tendrá sus noches de pasión con Blitzø por medio año, de solo pensarlo ya se frustraba.
Un mes después.
El príncipe estaba en su jardín, esperando la llegada de su Blitzø para la entre de su libro pero que por su apuesta de la otra vez no tendrá lo que más anhelaba de sus encuentros.
- Hola Stolas - dijo el imp llegando de su trabajo.
- ¡Blitzy! que bueno que llegas - dijo feliz el búho.
- Aquí esta tu libro - lo saco de su saco, dejándolo en la mesa en donde estaba tomando su te - y con respecto a la apuesta...- le recordó, sentándose en una de las sillas que estaban ahí.
- Si lo se, ya trajiste mi grimorio y eso es todo, ya puedes irte si quieres - dijo algo desanimado.
- Bueno de eso quería hablarte - lo miro a la cara. Stolas no estaba entendiendo mucho, ¿Que podían hablar de eso? - ¿Estas dispuesto a olvidar que hicimos esa apuesta?
Ahora si que ya no estaba entendiendo nada el príncipe emplumado.
- ¿Que? pero...¿Por que lo dices? - pregunto asombrado.
- Te seré sincero...no tengo nada que hacer hoy y tampoco me la quiero pasar solo en mi casa sin hacer nada, así que prefiero pasarla contigo aunque me estés dando por el ano - voltio su cara algo apenado - solo...olvidémonos de esa absurda apuesta y cojamos como siempre, al fin y al cabo...así fue nuestro trato de todas formas ¿No? - volvió a verlo pero ahora con un notable sonrojo, sin abandonar su mirada seria.
Stolas quería gritar de la emoción, ya se estaba bajando de las nubes para que viniera su querido Blitzy a bajarle el cielo, sin perder más el tiempo, se levanto de su asiento para tomar al pequeño imp y abrazarlo.
- ¡Gracias, gracias Blitzy! - decía feliz dejándolo de abrazar para cargarlo al estilo princesa - ~ahora vamos a lo que vinimos mi Blitzy~ - su voz se volvió gruesa y coqueta con su característico brillo rojizo de sus ojos, dirigiéndose a su cuarto.
- Q-quiero aclarar que hice esto no por ti, sino porque si te dejo sin sexo por varios meses, al momento que terminara ese tiempo, no me fueras dado piedad alguna, tal vez hasta dejarme sin caminar - se explico así mismo para no confundieran las cosas, solo para después soltar una pequeña sonrisa de satisfacción.
- ~Lo que tu digas, mi pequeñimp~ - susurro con el mismo todo de antes al oído del otro.
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