Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Día 22 (Parte 2)

Continuación:


- ¡¿Señor cual es su problema?! - reclamo algo histérico el alvino, acompañado con las miradas matadoras de Millie y Loona.

- No entiendo de que mierda me hablas, pito de bebe - cuestiono sereno el imp mayor, sentado en la silla de su oficina con los pies en su escritorio, era claro su expresión deprimida pero que de alguna manera intentaba ocultar.

- No se haga el tonto con nosotros, señor - contraataco el alvino cruzando sus brazos - ¿Por que el príncipe Stolas y usted se pelearon? - fue directo al grano.

- ¡Ese no es su problema! - se defendió volteando su cara para no verlos - Yo no me meto en sus patéticas vidas.

- ¡Lo haces todo el tiempo! - dijeron todos al unisono con molestia.

- ¡Ho vamos, esto es diferente! - buscaba justificarse, algo difícil en su situación en realidad - en vez de estar todos interrogándome y sermoneando me, deberían de ayudarme a encontrar a otro demonio que nos brinde acceso al mundo de los vivos - se paro firme ya mirando a todos con seguridad.

- Pero ¿Por que, Blitzø? Si el libro de Stolas sigue aquí - intervino Millie.

- ¡¿Que?! - soltó repentinamente - ¡Ahhg! ¡Le dije a ese mal nacido que se llevara su estúpido libro con el! - dijo entre dientes por el enojo - se lo fuera metido por el culo - murmuro con seriedad.

- No sea malagradecido, señor - volvía hablar el alvino - el señor Stolas fue muy amable al aun dejar su libro con nosotros a pesar de que ustedes se pelearan de sea lo que sea.

- ¡Me vale una puta madre si lo dejo o no! - exploto en cólera - ¡Sea como sea se lo devolveré y fin del asunto!

Nadie dijo nada, es ese lapso de tiempo el silencio tomo protagonismo en esas cuatro paredes de concreto con cuatros demonios frustrados adentro, Blitzø desidio romper el horrible e incomodo momento de reserva.

- Perdónenme - dijo inesperadamente con notoria tristeza en su hablar. Los demás quedaron estupefactos; nunca de los nunca su jefe se había disculpado antes con ellos, o al menos nunca de esa forma. Sincera y llena de arrepentimiento.

Siempre eran los típicos:

"Lo siento, Mox por usar tu moño para limpiar el vidrio de mi camioneta"

"Lo siento, Mils por usar tu ropa sin permiso, es que ensucie la mía"

"Lo siento, Loony por regalarte arañas en tu aniversario de adopción, creí que te gustaba comerlas"

Entre otro listado de cosas más que hacia cada día su jefe a ellos.

Siempre eran disculpas vacías, como si no se sintiera culpable de nada a pesar de que hiciera algo malo, pero esa...ha sido la disculpa más sincera, verdadera y única en toda su existencia. Los chicos al no decir nada, Blitzø volvió hablar:

- Perdónenme de verdad....no se en que momento todo esta mierda termino mal – se cubría la cara de la tristeza, intentando no llorar – siento mucho en poner en riesgo nuestro trabajo, pero lo hecho, echo esta y no podemos seguir teniendo el libro de Stolas – por fin los volvió a mirar a la cara a todos – veré la forma de dárselo y no se preocupen...ha – suspiro sin ánimos – encontrare la forma de volver al mundo de los humanos, se los prometo. No importa si tengo que chupársela al mismísimo Lucifer...ustedes son mi familia y nunca dejaría que mi familia le falte algo – hablo desde el corazón con su mirada perdida y aun entristecido.

La pequeña pareja y la loba quedaron ya boquea abiertos, era inevitable no poder sentir tanta gratitud por lo que Blitzø está dispuesto a pasar con solo poder verlos bien. Sin previo aviso todo lanzaron a abrazar a su jefe, era un conmovedor momento para todos. Prometiéndole que no lo dejarían solo, y que lo ayudarían a encontrar otro método para salir a la tierra de los vivos.

Blitzø volvió a suspirar, pero ahora un poco más aliviado al saber que contaba con el apoyo de su familia.

(...)

Una vez ya entrada la noche de esa misma tarde, Millie y Moxxie ya se habían ido para su departamento; solo quedando Blitzø y Loona en la compañía, pero la sabueso ya quería retirarse.

- ¿Vienes a casa? - Pregunto la demonio perruna a su "padre"

- No gracias, Loony – contesto como siempre de cariñoso para ella, a pesar de sentirse jodidamente mal – yo iré después...tengo mucho en que pensar – termino de hablar, mirándose las manos que reposaban en su escritorio.

- Esta bien...pero no llegues muy tarde, he – lo aconsejo saliendo del trabajo pensativa y preocupada por el ¿Debería quedarme para hacerle compañía? –se preguntaba sin parar de caminar con cada segundo que pasaba, pero no lo hizo, supuso que el quera estar solo por un tiempo.

Ya el imp estando solo, soltó un poco de lo que pensaba entre maldiciones y ofensas...estaba al borde de pegarse un tiro con su propia arma.

Salió de su oficina con una cara llena de desinterés de todo lo que lo rodeara, para detenerse en la puerta del edificio a fumar un cigarrillo; tenía que desestresarse de alguna forma. Con solo llevar diez minutos afuera fumando escucho un par de tacones en el corredor, el sonido le era jodidamente familiar, incluso llegando al punto de identificarlo...le valió sea quien sea, no estaba de humor para hablar o pelear con alguien.

- ¿Blitzø? – sonó aquella voz femenina, era la última demonia con la que se quería toparse el día de hoy.

- Déjame en paz, zorra – soltó de forma seca sin mirarla a la cara, casi a la defensiva.

Verosika quien estaba acompañada de su guardaespaldas, le dio la orden de que la esperara al auto.

- Tus gritos se escucharon por todo el edificio, torpe – se burló la cantante pop con una gran sonrisa en su rostro mientras se acercaba al Blitzø.

- ¡Aaaggghh! – vocifero en un quejido lleno de irritación, no era para nada su día de suerte - ¿Y qué quieres que te diga al respeto? – le dio la cara con su ceño fruncido, tirando su cigarro al piso para pisarlo.

- Calma, calma, enano alocado – lo tranquilizo poniendo su dedo índice en su frente – solo quería hablar contigo de si ese búho de mierda no volverá a prestarte su libro – se agacho a la altura del otro y este levanto una ceja de sospecha ¿Tanto así gritaron los dos que esta perra se enteró de absolutamente todo? – pensó esa interrogante en su mente.

- ¿A qué te refieres? – pregunto sin más.

- Yo siendo una súcubo tengo acceso al mundo de los vivos, y para que veas que no soy una resentida ex y que he supere todas tus bromas y malos tratos...te ayudare a ti y tu equipo para que puedan volver a la tierra.

- ¿De verdad? – cuestiono creyendo seriamente que ante el no era Verosika y que era una impostora o una imitadora - ¿Dónde está la trampa? – pregunto desconfiado y no era para menos.

- No hay ninguna trampa, solo acepta mi oferta y ya – le extendió la mano para cerrar su contrato oral. "tiene que querer algo, sino le valdría un carajo mi situación" - ...solo te pido algo a cambio...

- ¡Y hay esta lo que esperaba! – rodó los ojos el chico de los cuernos - ¿Qué es lo que quieres a cambio? – extendió su cara a ella para poder sacarle lo que quería de el - ¿Un porcentaje de mis ganancias? ¿Qué mate todos los demonios que me pidas? ¡¿Qué es lo que quieres de mi mujer?!

- Te pido los mismos "favores" que le dabas al pajarraco – dijo con una cara llena de lujuria, mordiéndose ligeramente el labio inferior.

- ¡¿Qué?! – soltó histérico por lo que escucho - ¡¿Me estas jodiendo?!

Siendo sinceros, eso era lo que quería hacer la chica. Joderlo de la manera más sexual y placentera posible.

- Por favor – expreso arrogante – ya lo hemos hecho antes ¿Cuál es la diferencia ahora? – levanto sus hombros.

- Haamm, no lo se...¡Tal vez el hecho de que me ocultaste que te la pasabas cogiendo día y noche con esos asquerosos humanos! – se dejó llevar por sus recuerdos del pasado.

- Haaa – ronroneo con placensia - ya supera lo, Blitzo – le contesto en juego tras ahora ella ser quien le dijera esa frase al imp – tu decides. Dejar a tus amigos en la calle por culpa de tu berrinche o corregir tu error y hacer lo que haga falta para solucionar tus problemas, Blitzy. Escoge – la sonrisa de la chica de curvas pronunciadas era sumamente complaciente y grande.

Blitzø estaba entre la espada y la pared. Atrapado en un lugar sin salida. En un pozo sin fondo...

El diablillo al reflexionar lo que dijo la súcubo no pudo evitar sentirse mal, era cierto todo lo que dijo y no había excusa alguna para liberarse de todo lo que le decía su propia conciencia. Blitzø bajo lentamente su cabeza, ya no sabía que hacer o que decir ¿Cómo pelear con algo que era muy cierto? Tal vez en otra circunstancia le fuera respondido con algo brillante o astuto para librarse de toda culpa, pero este no era el caso.

- Te daré tiempo para que lo pienses – lo tomo del mentón de manera brusca y fuerte, obligándolo a que la viera – pero será mejor que te des prisa, Blitzy~ no soy alguien paciente, por eso te daré una semana. Piénsalo bien – concluyo su narrativa para darle un pequeño beso al diablillo, seguido de una larga lamida al contorno de sus labios, dejándolos babeados.

La sexy chica se dio la media vuelta para ir hacia su carro rosa con su guardaespaldas. Blitzø aun sin poder creer lo que acababa de pasar, posiciono la manga de su traje en su boca para secar la húmeda sensación con que lo había dejado.

Humillado. Humillado era como se sentía, un tonto que sentía que lo había perdido todo, y solo por no querer que nadie lo dominara en su trabajo, pero ahora se tendrá que tragar ese orgullo tan significativo de el para poder complacer a Verosika en lo que quisiera...

- ¡Un momento! ¡¿En serio lo estoy pensado?! – No podía creer que de verdad estaba meditando ser el esclavo sexual de su ex.

Quería llorar con todas sus fuerzas, tumbarse en el suelo y que la tierra se lo comiera, pero era en esos momentos donde más fuerte debía de ser y no mostrar inseguridad ni miedo en ninguna parte.

Lleno de frustración y estrés, volvió a su oficina, quería echar patas arriba todo el lugar pero después no quería ponerse a limpiar, para calmar sus nervios tomo una botella de su mejor vodka que estaba escondido en uno de los cajones bajo llave de su escritorio, acompañado de una copa.

Tomaba repetidas veces hasta que el dolor de cabeza y de su pecho desaparecieran o hasta que la botella se acabara (lo que pase primero)

- ¡Tonto!...¡Tonto!...¡Tonto! – se decía así mismo múltiples veces con cada golpe que estampaba su cabeza con el escritorio. Quería de alguna manera aliviar el dolor de su pecho, sin embargo por mucho que se golpeara la cabeza nada pero nada se comparaba con la presión que sufría su área pectoral del lado izquierdo.

Lo que le molestaba no era como pasar al mundo humano, solo cogería con Verosika y ya, aunque le pareciera repugnante la idea, pero cierto demonio no dejaba de invadir el pensamiento del imp por mucho que lo intentase.

- Aaaayy Stolas~ – murmuro con la cabeza pegada en la mesa del escritorio con su mano en la copa llena de vodka.

¿Cómo habrá reaccionado con la "lección" que le dio esta tarde después de su pleito? Era obvio que nada bien, y justo ahora se estaba preguntando el por qué lo hizo. Fácil. Venganza era la respuesta adecuada, la dulce venganza que puede matar a cualquiera, y sobre todo al mismo ejecutor si se arrepiente de haberla hecho.

Se paró de su asiento para tomar el grimorio que reposaba en el sofá de la sala, se volvió a sentar en su escritorio (era el único lugar en el que se sentía seguro, y llego de grandeza) miro detenidamente dicho libro en sus manos (garras) nunca antes ese montón de hojas con cubierta de color azul oscuro con detalles dorados le habían recordar tanto a su propietario. Stolas.

- ¡Mmmhggrr! – gruñía al pensar en el, no podía evitarlo – ¿Por qué...me cuesta tanto...olvidarte?~ – preguntaba con su voz llena de borrachera.

Blitzø al detallar más el libro, se dio cuenta que dentro de el había una hoja que se sobrepasaba del resto de las demás. "Maldición, hace falta que una de sus malditas hojas se desprendiera" – pensó a primera estancia. Al abrir bien el libro para comprobar si se había salido una de sus hojas o no, pudo darse cuenta que no era así. Era otro tipo y color de papel, siente este el más común para anotar, dibujar o hacer lo que sea. El libro de Stolas conservaba unas hojas doradas que le daban un aspecto un poco viejo, por ello se notaba desde lejos la gran diferencia que tenían, e incluso estando ebrio se dio cuanta.

Tomo aquella hoja con su mano y noto en ella un conjunto de letras muy refinadas, elegantes y bonitas. Era claro que a mano limpia se trataba de la letra de Stolas, un escalofrió lo rodio al verlas, eran casi hipnóticas.

No quería leerla, por un momento creería que eran sermones o insultos, tapando de golpe con su mano la hoja para evitar auto lastimarse más, pero ya vio y la curiosidad lo empezó a picar, con un gran miedo destapo la hoja para leerla de pies a cabeza, a pesar de estar borracho podía leerla con claridad, eso si con algo de torpeza pero lo lograba.



- Blitzy, lo último que quiero en esta vida es manipularte, hacerte sentir menos o mal. No sabes lo especial que eres para este ser tan vacío y solitario. Verte a ti, lleno de carisma y alegría a pesar de que siempre tienes cosas que hacer o problemas que arreglar, siempre sonríes, en cualquier lugar y nunca te rindes, y eso es lo más atractivo y atrayente de ti mi pequeño imp, y tu familia, es tan hermosa y unida a pesar de no tener rasgos sanguíneos. Es hermoso el ver como son capaces de dar la vida por el otro, nunca se dan la espalda, nunca se separan, algo que nunca tendrá la mía por mucho que lo intente. Y el estar contigo me transmita esa misma aura de paz que nunca antes había experimentado con otra alma: Confianza, seguridad, cariño...amor.

Tu propio nombre es un algoritmo de lo que eres y de lo que me haces sentir:

B: De lo Bello que eres tanto por dentro como por fuera.

L: De la Lujuria que me invade con solo besarte.

I: De lo Insoportable que me puedo poder cuando no estoy contigo.

T: De lo Tonto que me pones con solo una mirada tuya.

Z: De cómo me convierto en un Zombie al siempre estar queriéndote comer.

O: De todos los orgasmos que produces en mi y que cada vez me dejan sin habla al igual que la "O" ya que es muda.

Te amo mi hermoso diablillo y aunque no quieras verme ahora, no me llevare el libro conmigo, no por ahora, pero cuando lo haga, ten en cuenta que te lo volveré a prestar, así no tendrás complicaciones en tu trabajo y...podre tener algo que al menos toque tus hermosas manos, mi Blitzy.

- Siempre tuyo, Stolas.



El silencio tanto en el ambiente como en la cabeza del imp se hizo presente; una pequeña lágrima salió de la cavidad ocular de Blitzø sin aviso alguno, no lo pudo contener más y dejo libre todo el dolor que traía acumulado, posicionando sus brazos en la mesa para apoyar su cabeza en ellos, dejando salir el llanto que pedía a gritos ser expulsado. El nombre del búho era dicho por el imp cada tres segundos.






Bueno...tuve que comer un chocolate para poder terminar de escribir esto :"3

Les dejo de una vez el siguiente día para poder pasar este trago amargo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro