𖣯 1O; sweet christmas . . .
⸙ 。 CHAPTER TEN;
dulce navidad ་ ، ˖ ࣪
La navidad era una de las épocas preferidas de Kiara que a pesar de no pasarla con su familia, siempre había tenido un espacio junto a los Byers y los Griffin para la cena navideña y este año no sería diferente.
A Hiram no le había agradado escuchar que su hija había estado merodeando toda la noche con un chico y llegará a la mañana siguiente anunciando que dejaría la escuela, por supuesto que aquella noticia no había sido agradable para el hombre que la había presionado para convertirse en una exitosa médica, pero la escuela no hacía feliz a Kiara, ni siquiera era buena en ella.
Entonces Hiram corrió a su propia hija de casa.
Desesperada había acudido a los Griffin quienes la recibieron cálidamente en su casa como una hija más, pero claro, Kiara no quería aprovecharse de su hospitalidad, se quedaría hasta conseguir un lugar donde ella pudiera quedarse.
Llegaron al gimnasio, el hermano de Valery se había ofrecido a llevarlas, había sido un rato agradable durante el camino donde la pasaron cantando canciones y riendo de las bromas de Logan.
─ Por favor no hagan que alguien se intoxique─ Logan les dijo con gracia desde el asiento del piloto.
─ Ni que fuéramos tú─ Valery se burló inclinándose desde el asiento de atrás para depositar un beso en su mejilla.
─ Gracias, Logan─ Kiara agradeció bajando detrás de su amiga.
─ Suerte─ le dijo el chico guiñándole un ojo haciéndola reír.
Caminaron entrelazadas de los brazos hasta llegar al interior. Estar en el gimnasio decorado para el baile de invierno había traído nostalgia en Kiara que aún recordaba los bailes de secundaria con una sonrisa, esa noche no era distinta, ver a las chicas nerviosas cada que alguien las invitaba a bailar o a los chicos armándose de valor para invitarlas aún la hacía sonreír.
─ Sigo sin creer que... no puede ser real... creí que lo odiabamos─ Valery balbuceó mientras miraba a su amiga
─ Las segundas oportunidades existen─ Kiara dijo intentando ocultar una sonrisa
─ Entonces no estuviste para consolarme porque me dejaron plantada en mi cita porque estabas besuqueandote con Steve─ gruñó dándole una mala mirada.
Kiara no podía contarle como si nada sobre dimensiones alternas y monstruos sin cabeza, así que disfrazó esa terrible y caótica noche como una noche de reconciliación con Steve, que no estaba muy alejada de la realidad. No quería ocultar nada a su mejor amiga, pero Jonathan la había convencido de que era lo mejor.
─ No diría que estábamos haciendo eso─ Dijo con una sonrisa.
─ ¿Entonces hacían algo más?─ Hizo una mueca de disgusto
─ ¡Dios! No, ayudamos a Dustin a buscar a su gata, estaba muy triste por eso─ se encogió de hombros restándole importancia─ Además solo platicamos─ Respondió con asco a lo que Valery alzó sus cejas con incredulidad.
E incendiamos una cueva de un monstruo de otra dimensión. Pensó.
La rubia entrecerró sus ojos antes de irse a la recepción donde recibiría a los niños, la rubia había sido obligada por sus mejores amigos a hacer voluntariado en el Snowball con la excusa de que sería divertido. Claramente para Griffin, estar rodeada de chicos de secundaria era de todo menos divertido.
A lo lejos, Kiara pudo ver a Jonathan fotografiando a grupos de amigos, él se encontraba bajo la atenta mirada de Nancy que se encontraba en el puesto de ponche.
─ ¿Qué tiene esto?─ Kiara se acercó mirando el líquido rojo en el recipiente
─ Puro poder─ Respondió la otra chica con una sonrisa haciendo reír a la morena─. ¿Sabes? Nunca te agradecí por ayudarme en la fiesta, fue muy lindo de tu parte
─ Bueno, es difícil tener una plática si te vas fuera del pueblo con un lindo chico para desenmascarar los secretos del gobierno y después tienes que seguir un plan suicida para salvar al mejor amigo de tu hermano─ Bromeó
─ Así que... tú y Steve...─ Comentó sirviendo un vaso de ponche
─ Estamos en eso─ Respondió intentando ocultar su sonrisa─ No te molesta, ¿O sí?
─ En absoluto─ Nancy negó mientras miraba a Jonathan─. Si a ti no te molesta que robe a tu mejor amigo
─ Ya necesitaba una novia─ Comentó causando risas en ambas─ Hablamos luego.
Camino directo hacia Jonathan que fotografiaba a dos chicas abrazadas y sonrientes, verlas de lejos le recordó un poco a ella y a Valery cuando eran más pequeñas.
─ Son como una versión tuya y de Val─ Jonathan le dijo una vez que el par de niñas se fue.
─ ¡Lo mismo pensé!─ exclamó compartiendo una risa con su amigo.
─ Esto es tan aburrido─ Val llegó arrastrando los pies y dejándose caer desordenadamente en el hombro de Jonathan.
─ ¡No puede ser!─ una voz aguda hizo saltar a Valery y llamó la atención de los otros dos, voltearon encontrándose con una mujer mayor─ Son ustedes, mis niños─ chilló abriendo sus brazos para darles un abrazo a los tres.
─ Señorita Daisy─ Valery exclamó con emoción abrazándola.
Aquella maestra de arte era apreciada por aquel trío, durante la secundaria habían sido sus favoritos, los había cuidado y siempre que podía los apoyaba e impulsaba a seguir su verdadera pasión: el arte. Habían pasado tardes enteras aprendiendo sobre música, fotografía y pintura.
─ Aun recuerdo su primer baile─ los miro con ternura─ Vengan, les tomo una foto.
Jonathan le pasó la cámara con un poco de timidez, ambas chicas posaron a un lado de su amigo, cada una besaba su mejilla mientras el sonreía, cuando el flash apuntó cambiaron de pose, hacían muecas divertidas, otra donde donde fingían tener guitarras y tocarlas. La maestra los alentaba a seguir posando mientras reían.
─ Se ven tan divinos─ dijo la mujer con dulzura entregando la cámara─ Me alegra saber que siguen juntos.
─ Y eso será para siempre─ Valery los abrazo por los hombros─ Seguiremos siendo amigos incluso cuando seamos unos viejitos adorables como usted.
─ ¡Val!─ sus dos amigos la reprendieron.
─ ¿Qué?─ exclamó con inocencia mirando a la mujer que solo reía.
─ Ya vuelvo─ Kiara se despidió y fue directo hacia la niña pelirroja que entraba al gimnasio con cierto nerviosismo─ Te ves increíble, Max
La menor dio un salto ante la repentina aparición de Kiara, al ver qué se trataba de ella no pudo evitar sonreír.
─ Tú también─ Elogió mirando el atuendo de la chica con una sonrisa.
─ Los chicos están por allá─ Señaló una mesa al fondo─. Dustin aún no llega pero no tardará mucho... espero─ Volteó hacia Max quien frotaba sus manos y miraba a su alrededor─. Tengo algo para ti
─ ¿Qué?─ Max volteó a mirarla con confusión
Kiara se quitó el accesorio que traía puesto, se trataba de un collar corto que tenía como dije una perla.
─ Este lo hice cuando estaba en California, encontré la perla por casualidad...
─ ¿Te encontraste una perla por casualidad?─ Cuestionó incrédula mirando con asombro el collar.
─ No, en realidad las olas me arrastraron cuando intentaba aprender a surfear y cuando pude salir tenía una almeja enredada en el cabello─ Max lanzó una carcajada─ ¡No es gracioso, casi muero ese día!─ Comentó dándole un codazo amistoso─ Quiero dártelo, es una buena metáfora que con el tiempo y presión vienen cosas bonitas
─ Eso es muy cursi─ Se burló
─ O también para que recuerdes al mar, recuerdo que habías dicho que es lo que más extrañas de California─ Se encogió de hombros
─ Gracias─ Max le sonrió
La mayor ayudó a colocarle el collar a la pelirroja quien miraba con un brillo en sus ojos el regalo.
─ Ahora ve a divertirte─ Le dio un abrazo que Max aceptó con gusto
Dándole una última sonrisa, Max se dirigió a la mesa donde se encontraban sus amigos.
─ ¿Desde cuándo eres tan amable con los niños?─ Valery habló a su lado
─ Son lindos─ Se limitó a responder
─ Recuerdo cuando teníamos la edad de esos mocosos nadie nos había invitado al baile... ese año Jonathan se enfermó y no fue al baile así que las dos bailamos juntas... y todos pensaron que éramos lesbianas─ Valery hizo una mueca─ Tu galán ya llegó─ Señaló la puerta donde se podía ver el carro de Steve─ Suerte.
Se despidieron con un abrazo y Kiara caminó hacia el auto, se recargó en la ventanilla.
─ Dustin Henderson, te ves increíble─ Lo elogió al ver qué había seguido los consejos de Steve para peinarse─ estoy segura de que está noche conquistarás a muchas chicas.
─ ¿En serio lo crees?─ preguntó con un brillo de ilusión en sus ojos.
─ Estoy muy segura de eso─ afirmó con una sonrisa.
─ Suerte─ Steve se despidió chocando los puños.
El menor salió del auto y quedó frente a Kiara quien tenía un vestido rosa pastel con su cabello recogido con un moño y unos tacones blancos.
─ Diviértete─ Le dio un abrazo
─ Gracias─ Sonrió antes de entrar.
La chica subió al auto de Steve quien se quedó mirándola, sus ojos mostraban un brillo especial y una boba sonrisa se plasmó en su rostro.
─ ¿Qué?─ Preguntó con una sonrisa
─ Te ves hermosa─ Le dijo haciéndola ruborizar
─ ¿En serio?─ cuestionó con una sonrisa divertida.
─ Siempre luces increíble─ admitió sin apartar su mirada de ella─ Así que... le disparaste a Hargrove y saltaste a una manada de demo-dogos por mí─ comentó con diversión mientras arrancaba el auto.
─ A veces la gente hace cosas tontas por amor─ respondió haciéndolo sonreír─ Así que, ¿a dónde vamos a ir?─ preguntó mirándolo con emoción.
─ Ya verás o bueno tal vez no porque tendrás los ojos vendados─ dijo señalando un pañuelo en la parte trasera del auto.
Ella lo miró con ingenuidad antes de voltear para tomarlo, le sonrió mientras negaba con la cabeza y tapaba sus ojos, en se momento la canción Waiting for a girl like you comenzó a sonar en la radio, Kiara no pudo evitar sonreír mientras sentía una sensación cálida sobre su mano reconociendo el tacto de Steve.
Pasaron unos minutos antes de que Steve estacionara el auto, Kiara esperó pacientemente a que le abriera la puerta, el chico la tomó de ambas manos para guiarla con cuidado.
─ Espera aquí─ hablo con nerviosismo y ella asintió.
Ella se movía nerviosamente mientras sentía un cosquilleo en su estómago y sus manos sudar, poco después Steve volvió a llegar frente a ella para tomarla de nuevo de las manos.
─ Feliz navidad, Kia─ le susurró al oído antes de destapar sus ojos.
Cuando Kiara se acostumbró a la luz se percató de estar en la casa de los Harrington, el lugar estaba decorado con adornos navideños y un gran pino en la sala. El olor a galletas recién preñadas llegó a sus fosas nasales y la mesa estaba decorada con un mantel blanco y un par de velas.
Frente a ella apareció Steve con un ramo de flores blancas y lilas, una sonrisa tierna en su rostro mientras observaba a Kiara quien seguía mirando todo con una mezcla de emoción y nostalgia. De fondo sonaban canciones lentas que daban al lugar una atmósfera más calurosa.
─ ¿Te gusta?─ Steve preguntó con un brillo de esperanza e ilusión en sus ojos.
─ ¿Tú hiciste todo?─ preguntó volteando a mirarlo─ ¿También las cocinaste tú?─ señaló las galletas sobre la barra de la cocina.
─ ¿No me crees capaz?─ cuestionó con diversión haciéndola reír.
─ Me encanta todo─ respondió abrazándolo por el cuello.
─ Que bueno, porque estás a punto de tener la mejor navidad─ dijo antes de cargarla entre sus brazos.
Mira lanzó una carcajada mientras se aferraba al cuello del chico que caminaba al centro de la sala, la dejó en el suelo cuando la canción Africa de TOTO comenzó a sonar el la radio a su lado. Steve la miró con una gran sonrisa antes de tomarla de la mano y atraerla hacia el para pasar una mano por su cintura.
Kiara sonrió llevando sus manos nuevamente hacia su cuello para abrazarlo, mirándose a los ojos se movían de un lado a otro al ritmo de la música, Steve le daba vueltas que la hacían reír y cantaba la canción sin dejar de mirarla.
─ Te amo, Kiara─ dijo de pronto deteniendo su baile─ Te amo y quiero... me gustaría poder ser tu novio y hacer las cosas bien esta vez.
Ella lo miró con los labios entreabiertos, Steve la miraba con un cosquilleo en su estómago y su corazón latiendo con fuerza en su pecho esperando la respuesta de Kira, poco a poco una sonrisa fue apareciendo en sus labios antes de dar un paso al frente para quedar más cerca.
─ Me gustaría que fueras mi novio, Steve─ respondió sin borrar su sonrisa.
Bajo la luz cálida y la música lenta, se unieron en un dulce beso como promesa de su amor y de la segunda oportunidad que estaban por vivir.
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