06. Bebé.
—Hey, Zayn.
La mano suave acariciando su cabello junto con la dulce voz de fuerte acento tuvo a Zayn parpadeando para abrir los ojos. La visión borrosa comenzo a aclararse de a poco, dejando detrás unas brillantes orbes azules y una blanca sonrisa dedicada en su dirección. Devolvió el gesto casi de forma automatica, como lo hacia cada vez que veia a su medico favorito.
—Niall. —musitó, logrando que la sonrisa se ensanchara más si eso era posible.
—Hola, cariño —el rubio acarició su cabello con dulzura mientras lo miraba—. Me dijo Harry que no estabas sintiendote bien.
—Exagera.
—No exagero —el rostro del oji-verde apareció en su campo de visión, sobre él—. Casi te caes.
—Pero me atrapaste. —replicó.
—Ese no es el punto. —miró a Niall—. Reviselo, doc.
—Deja de decirme de ese modo, idiota —el rubio arrojo un trozo de algodón en su dirección antes de concentrarse en Zayn—. ¿Te duele algo?
—Todo el cuerpo.
Niall asintió suavemente, volteandolo sobre su espalda antes de tomar la camiseta y subirla hasta sus axilas. El silbido que escapó de sus labios no paso desapercibido para ninguno de los que estaba presente. Al contrario de muchos medicos, las manos de Niall se sintieron calidas sobre su piel cuando comenzo a esculcar a Zayn.
—Tu hermano es un imbecil.
El susurro de Niall hizo sonreir a Zayn—. Eres la segunda persona que me dice eso en las últimas veinticuatro horas.
—Sal a la calle y encontraras a miles que estan de acuerdo con esa afirmación. —aseguró, sacando una pequeña linterna de su bolso—. ¿Golpeo tu cabeza?
Se encogio de hombros—. No podria decirlo.
—Bien, cariño, quiero que sigas la luz, ¿si? —Zayn asintió, siguiendo la linterna con la mirada cuando el rubio comenzó a moverla frente a sus ojos—. No pareces tener ninguna contusión.
—¿Eso es bueno? —Harry metió la cabeza en el medio, obstruyendo la vista de Niall y logrando que Zayn se distrajera al mirarlo.
—Sal o te inyecto un sedante para caballos. —siseo, logrando que el rizado se quitara y lo mirara mal.
—No tienes uno de esos ahí.
—No te preocupes, sé como conseguirlo.
Niall siguió con la revisión, mirando los oidos de Zayn y su boca mientras el moreno seguia a su otro amigo con la mirada, frunciendo el ceño al verlo pasearse por la sala. El medico tronó los dedos frente a su rostro, por lo que parpadeo y lo miró.
—¿Como esta tu corazón? —preguntó, sacando el estetoscopio—. ¿Has tenido alguna molestia?
Zayn negó—. Sigue igual que hace diez meses, cuando lo pusieron allí.
—Eso es bueno —coloco el instrumento en sus oidos antes de poner el extremo en el pecho de Zayn, logrando que este se estremeciera ante lo frio del mismo—. Lo siento.
—Esta bien.
El moreno desvió la vista hacia Harry, quien estaba sentado en un sofá cercano de cabeza mientras miraba una revista. Y él todavia se preguntaba como le iba tan mal en los estudios, el chico era raro y no leia algo realmente informativo nisiquiera si el mismisimo presidente se lo ordenara. Lo que si era extraño es que hubiese llegado a la universidad, pero teniendo en cuenta que era Zayn quien le hacia las tareas todo tenia coherencia.
Un dedo trazando la cicatriz en su pecho lo tuvo girandose hacia Niall mientras se bajaba la camiseta. No le gustaba que lo tocaran allí, él ni siquiera se paraba a mirarla frente al espejo porque lo hacia sentirse triste. Le hacia recordar que era debil algo que su padre y su hermano no se cansaban de repetirle.
—Parece estar todo bien, Zayn, pero me gustaria que fueses a una consulta la proxima semana, ¿si? Me encargaré de enviarle una nota a tu padre para que te deje salir y no tengas ningún problema.
Zayn asintió suavemente, sintiendose tonto al necesitar que Niall se tomara tantas molestias con él. Ellos se conocian desde hacia tiempo, ya que el padre del chico era quien habia comenzado a tratar a Zayn de su corazón cuando tenia diez y aunque el rubio era mayor se habian vuelto amigos al instante. Luego de la operación, Niall habia pedido poder tratarlo ya que sabia las condiciones en que su padre lo mantenia. Él habia intentado ayudarlo antes pero siendo su padre quien era, un cardiologo a punto de recibirse como Niall no podia hacer mucho por el moreno.
—Ahora quiero que duermas todo lo posible, aprovecha cuando tu padre y tu hermano no esten y descanza —pidio—. El estres es malo para ti y sino puedo evitartelo, al menos quiero que estes totalmente descanzado, ¿si?
—Lo intentaré.
—Tambien intenta mantenerte alejado de la furia de tu hermano —pidio, quitando algunos oscuros mechones de su rostro—. Sé que te estoy pidiendo algo muy dificil pero me preocupa que llegue a ser demasiado. Por lo que veo su ira ha estado creciendo ultimamente, hizo un gran trabajo con tus costillas.
—Me pateo. —informó.
—Lo imagine. —cerró los ojos un minuto antes de volver a mirarlo—. Y no vuelvas a olvidarte de tus medicinas, debes tomarlas siempre sin importar nada.
—Entiendo.
—¿Ahora podemos centrarnos en mi? —Harry se metio adelante de Zayn, encarando a Niall—. ¿Louis ha hablado de mi?
—No. —masculló el rubio, sacando una carpeta y escribiendo algo antes de pasarle unas recetas a Zayn—. No te quedes sin medicinas.
—¿Le has hablado de mi a Louis? —Harry lo tomó por los hombros, pidiendo atención y haciendo reir a Zayn.
—No.
—¿Ni siquiera le has mencionado mi nombre casualmente?
—No —quitó las manos del rizado—. Y no lo haré porque Louis es hetero, Harry, olvidalo de una vez.
—¿Has visto su culo? Eso es inolvidable.
Niall frunció el ceño, guardando sus cosas en su bolsa—. No, no miré su trasero. Es mi primo, por el amor de dios, eso seria simplemente asqueroso.
—Pues miralo y entenderas todo —aseguró—. Además, nadie es totalmente hetero.
—Louis si lo es.
—Harry —Zayn lo llamo suavemente, logrando que girara a mirarlo—. Dejalo ya, has estado detrás de él por dos años. No te quiere, ya olvidalo.
—Estoy de acuerdo con el niño —apunto Niall, poniendose de pie y dejando un beso en la frente de Zayn—. Adios, cariño, haz lo que te pedi.
—Adios, Ni, gracias por venir.
—Llamame si sucede algo —pidio antes de girarse a Harry—. Y tu no me sigas.
Dicho eso, se volteo y dirigio a la puerta. Zayn se sentó en el sofá, bastante recuperado gracias a su pequeña siesta y miró sobre el respaldo como el rubio se alejaba antes de voltearse hacia Harry. El rizado estaba mirando lo mismo que él y sabia que estaba soportando las ganas de correr detrás de él porque no queria dejarlo solo.
—Voy a acostarme a dormir —mintió—. Así que dejaremos la clase para otro día.
—¿Estas seguro? —lo miró preocupado—. No quiero que te quedes solo, puede sucederte algo.
—Estaré bien, ya escuchaste a Niall.
Harry lo miró un segundo antes de asentir suavemente y acercarse para dejar un beso en su mejilla—. Manten tu telefono cerca y me llamas por cualquier cosa, no importa lo pequeña que sea, llamame.
—Lo haré.
—Si, de igual manera te llamaré cada media hora para saber como estas. —aseguró, poniendose de pie—. Sino me contestas vendré por ti.
—Eso sonó escalofriante.
—Si, lo sé. —rió antes de dirigirse a la puerta—. Cuidate, chocolatito.
—Cierra la puerta cuando salgas. —pidio, riendo entre dientes por el apodo.
Una vez que el chico estuvo fuera, bajo los pies del sofá y se puso de pie, asegurandose que podia mantener el equilibrio antes de dirigirse a las escaleras y subirlas con lentitud hacia el segundo piso. Aun tenia sueño pero tenia la impresión de que tenia más que ver con el desgaste del dia anterior que con su corazón.
Mirando su reloj en su mano, sabia que tenia varias horas antes de que Jack despertara. Por lo general, el chico dormia hasta el medio día por lo que tendria tiempo de tomar una pequeña siesta antes de que despertara. Entrando a su habitación, observó a Liam cambiar los canales de la televisión mientras arrastraba los pies hacia el sofá.
—Hey, ¿como te fue en tu clase?
—No hubo clase —se refrego los ojos como un niño pequeño, sentandose en el sofá—. Me senti mal y Harry debio llamar al medico.
Antes de que se diera cuenta, Liam estaba de rodilla frente a él—. ¿Estas bien? ¿Que sucedio?
—No es nada, es solo cansancio. —aseguró.
—Tu te desgastas demasiado.
—No lo hago —negó—. Ahora solo necesito dormir y estaré bien.
—¿Seguro? —lo miró preocupado.
Zayn sonrió—. Esto es extraño, no se supone que debas estar preocupado por el chico que te tiene encerrado.
—Si, creo que si —lo tomo en brazos con delicadeza—. Pero creo que la situación ha sido extraña desde el principio.
Un pequeño murmullo de alegria escapó de sus labios cuando Liam lo acomodó sobre la cama y se situo a su lado, tirandolo contra su cuerpo. Zayn se acurrucó contra él rapidamente—. Eres calido.
—Me alegra que te agrade —susurró, acariciando su cabello con delicadeza mientras los ojos de Zayn se cerraban.
—Voy a dormir un poco —musitó—. Tu no me lastimes mientras duermo, ¿si?
—No, bebé, no voy a lastimarte —Zayn sonrió al sentir un pequeño beso presionado en su cabeza. Esto era nuevo, alguien abrazandolo con tanto cuidado y ternura pero le gustaba. Realmente le gustaba.
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