—Oh por dios, no.

Zayn miró con los ojos enormes como su hermano jalaba la puerta de la furgoneta, deslizandola por su riel, para enseñarle lo que habia hecho. Un jadeo seguido por un maldición fue todo lo que pudo consebir mientras observaba la forma masculina tendida sobre el suelo de la misma. Una cinta gruesa de color plateado cubria la mitad de su rostro mientras que sus manos habian sido forzadas a su espalda baja gracias a unas gruesas cuerdas que parecian estar lastimando la delicada piel de sus muñecas.

Su hermano habia dicho que lo haria pero Zayn habia ignorado completamente sus amenazas, creyendo imposible que su propio hermano fuese capaz de una cosa así. Pues, al parecer, si lo era ya que tenia a un joven mañatado en la parte interior de su vehiculo. Y no a cualquier joven, no. Al mismisimo Liam Payne. El mundialmente conocido cantante, sex simbol, modelo y lo más importante... el hijo mayor de la competencia.

Sacudiendo la cabeza, dio un paso atrás y se paso la mano por el cabello. Esto, simplemente, no podia estar sucediendo.

—No puedo creer que hayas hecho una cosa así —murmuró—, ¿en que estabas pensando?

Jack rodó los ojos, en un gesto exasperado—. Estaba pensando en la forma de solucionar nuestros problemas —lo miró—. ¿Acaso piensas que ellos no hubiesen hecho lo mismo con alguno de nosotros si hubiesen tenido la posibilidad?

—Hace diez años que las familias Payne y Malik se han estado enfrentando y nunca nos sucedio nada. ¿Por qué tendria que siquiera pensar en algo asi? —replicó—. ¡Secuestraste a una persona, Jack! Esto es un delito.

—Cierra la boca, ¿quieres? —siseo el mayor—. Tu manten esa boquita cerrada y nada sucedera, ¿si?

—Oh claro, nadie se dará cuenta que el super famosisimo Liam Payne ya no esta a la vista —ironizo—. ¿Tu eres tonto?

—Baja la voz, ¿quieres que todos nos escuchen?

—Yo... no lo sé. Esto sobrepasa los limites.

—Esto —apunto a la furgoneta—, ya esta hecho y tu eres mi complice, así que vas a tener que ayudarme.

—No —elevo la mirada en shock—. No, no, no. No puedes mezclarme en esto, Jack, no quiero entrar...

—O es eso o lo dejo pudrirse en el primer edificio abandonado que encuentre —elevo una ceja—. Tu no quieres eso, ¿verdad, hermanito?

Zayn se tambaleo, alcanzando la mesa de herramientas detrás de su espalda justo a tiempo para equilibrarse. No podia creer que su propio hermano fuese capaz de jugar con una vida de esa manera. No queria creer que su hermano era malo pero si lo pensaba, Jack siempre habia sido igual a su padre. Duro, egocentrico y violento, Jacob Malik se habia convertido en el hijo de puta más grande que habia pisado la tierra. Y Jack era exactamente igual.

—No —susurró—. No quiero que eso suceda.

—Entonces deja de hablar y ayudame. —hizo un gesto hacia la camioneta, hacia el inconsciente Liam—. Lo pondremos en tu habitación.

—¿Que? —chilló—. ¿Por qué?

—Porque no tenemos sotano y no pienso ponerlo en la mía.

—Pero...

—¡Callate y ayudame!

La voz de su hermano logro que un escalofrio recorriera su cuerpo y antes de darse cuenta estaba corriendo para ayudarlo. No le convenia enojar a Jack o la pasaria mal, siempre sucedia. Tomando los pies de Liam, ayudo a su hermano a sacarlo de la furgoneta y a entrar a la casa por la puerta de la cocina que conectaba con la cochera.

La casa estaba totalmente en silencio, casi nunca habia nadie allí más que el propio Zayn. Su padre era tan dificil que tuvieron que renunciar a los empleados con cama para optar por un par de personas que venian una vez por semana para limpiar el lugar. Algo que les convenia a ambos ya que nadie los podia ver cargando el cuerpo de Liam por las escaleras hacia la habitación de Zayn.

—Lo ataremos a la cama —señaló Jack, una vez que lo habian colocado sobre la misma—. Iré a mi habitación por un par de corbatas, eso resistira por ahora.

Zayn no dijo nada. Colocando las manos a sus costados, miró el suelo y asintió. Despues de dieciocho años del mismo trato sabia que comportamiento se esperaba de él. Los costosos zapatos oscuros de Jack aparecieron en su campo de visión y se perdieron de camino a la puerta. Zayn esperó hasta que los pasos se alejaron por el pasillo antes de levantar la mirada hacia Liam.

Se veia demasiado fragil acostado sobre las oscuras sabanas de su cama, a pesar de que parecia ser mucho más grande que el propio Zayn en tamaño. Imagino que estando despierto, Liam era tan feroz como su papá. No es como si él lo hubiese visto en persona alguna vez, ya que desde que tenia memoria habia sido escondido del ojo publico, pero recordaba haberlo visto en la televisión y Liam se parecia mucho a él.

Jack entró nuevamente a la habitación en ese momento, sosteniendo una pila de corbatas de colores en la mano. Con un corta orden, Zayn se movio a ayudarlo a atar las manos de Liam sobre su cabeza, dejandolo totalmente atrapado sobre la cama.

—Cuida de él —ordeno Jack—. Debo resolver algunas cosas con las personas que me ayudaron a traerlo.

—Lo haré. —susurró.

Dedos asperos lo obligaron a subir la mirada bruscamente hacia los ojos verdes de su hermano.

—Si este tipo se escapa voy a matarte, Zayn —el cuerpo entero de Zayn temblo—. ¿Entiendes? Te mato y estoy hablando en serio.

—S-si, señor.

Dandole un empujon que lo desequilibro hasta que cayó sentado sobre la alfombra, Jack se volteo y salió de la habitación. Zayn se quedó en el suelo unos minutos, sus ojos inundados en lagrimas mientras esperaba por el inconfundible sonido de la puerta principal siendo cerrada. Una vez que estuvo seguro de que su hermano ya no estaba en la casa, se puso de pie y se acerco al chico tendido en su cama. Rápidamente, comprobó las ataduras, asegurandose que estas no estaban cortando la circulación de la sangre. Una vez satisfecho con eso, bajo la mirada y observó el sereno rostro de Liam.

La suave sombra de barba oscurecia su barbilla de forma descuidada, dandole un aire de misterio que Zayn habia admirado en fotografias muchas veces. El labio inferior era un poco más grueso que el superior, de un rosa oscuro que parecia demasiado suave. Nariz perfecta, con una pequeña cicatriz en el centro que parecia haber sido adquirida durante una pelea. Cejas perfectamente arqueadas y pestañas abundantes descansando en las regordetas mejillas.

Zayn suspiro, suprimiendo las ganas de acariciar el rostro del chico dando un paso lejos. Su estomago gruño, recordandole que no habia comido nada aun, lo que le hacia preguntarse si Liam lo habia hecho. Con esa idea en mente, bajo las escaleras rápidamente directo hacia la cocina. Tal vez podia preparar algo para ambos.

Su celular comenzó a sonar en el momento en que piso el suelo del primer piso. Haciendo una rapida busqueda en su ropa, hasta en los lugares que no tenia bolsillos, logró encontrarlo y llevar el aparato a su oido.

—Hey, dulcecito de chocolate —saludo el otro, con voz alegré que hizo que Zayn automaticamente frunciera el ceño.

—¿Estuviste bebiendo? —preguntó mientras entraba a la cocina.

—No.

—¿Inhalaste, te inyectaste o tragaste algun tipo de droga?

—Por supuesto que no.

—¿Necesitas un favor? —esas eran las tres razones por las cuales el rizado podia llamarlo por algun apodo, el resto de los dias era simplemente Zayn

—Necesito que me ayudes con matematicas —aceptó—. Tengo un examen la semana que viene y no tengo idea de lo que se dijo en la última clase, o en la anterior a esa o ninguna luego de que la profesora entro el primer día y dijo "Buenos días, alumnos".

—¿Por qué no me extraña? —rió, sacando una de las sillas de la mesa y arrastrandola cerca del fregadero para poder llegar a la alacena y sacar los ingredientes que necesitaria—. ¿Que tan mal estas?

—Si se pudiesen poner numeros negativos como promedios, yo los tendria.

—Dios, ¿como haces para que te vaya siempre tan mal? —bajo la harina y el azucar mientras esperaba la respuesta.

—Facil, basicamente me dedico a mirarle el trasero a mis compañeros en vez de prestar atención —dijo con total naturalidad—. ¿Me ayudaras?

Zayn se bajo de la silla y suspiró—. ¿Puedes venir mañana a casa?

—Seguro —aceptó—. Dime la hora y estare allí.

Haciendo un calendario mental de las horas en que su hermano o padre se encontrarian en la casa, dicto la única que estaba seguro de que no habria nadie. Una vez que habia terminado con la llamada, miró sobre su hombro preguntadose como iba a mantener el secreto del secuestro de su mejor amigo. Harry era como un niño de dos años que no se quedaba quieto ni dos segundos, seguramente se meteria en su habitación antes de que pudiese detenerlo.

Sacando un bol de un estante cercano, se hizo una nota mental de ir a la cerrajeria. No habia forma de que dejara que el bocón de Harry supiera que tenia al famoso Liam Payne atado a su cama.