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CAPÍTULO XV [FINAL] = LA BODA

≤EL DÍA DE LA BODA≥

Lyna abrió los ojos y se estiró lentamente para tomar el móvil que estaba sobre la mesa de noche. Eran las cinco de la mañana, sonrió feliz, ese día por la tarde se llevaría a cabo su boda con James. Se acomodó sobre la cama dándose la vuelta para mirar a su amado. Buck dormía a pierna suelta y tenía el brazo derecho sobre la cara. Lyna lo observó a detalle; su pecho desnudo subía y bajaba a un ritmo pausado; no pudo resistirse. Se colocó sobre él y besó sus pectorales, mordiendo los pezones masculinos.

Bucky bajó el brazo y abrió los ojos para contemplar a Lyna: - ¡Nena, es de noche! – Murmuró – Duerme un rato más.

-Ya no tengo sueño – Exclamó la chica – Estoy muy emocionada – Dijo mientras acariciaba el pecho de James – Además – Susurró – Creo que me debes mi despedida de soltera.

-Ayer la festejaste, junto a Pepper – Respondió cerrando los ojos para tratar de seguir durmiendo.

-¡Pero eran unos strippers! – Refunfuñó Lyna – Nada divertido.

-¿Y lo que hicimos hace un par de horas no cuenta? – Preguntó James volviendo a abrir los ojos y sonriendo al ver la expresión de Lyna.

-Sí cuenta, pero... - Respondió la joven guardando silencio y mordiendo su dedo índice.

-¿Pero qué? – Preguntó Bucky acariciando la cintura desnuda de su mujer.

-¡No fue suficiente! – Jadeó Lyna al sentir las manos de James sobre sus senos – Yo quiero más de ti.

James esbozó una sonrisa traviesa y jadeó cuando Lyna comenzó a frotar su pelvis contra la suya, él la tomó por la nuca y la atrajo hacia sí, apretándola contra su cuerpo, besándola, saboreando su boca y enredando su lengua con la de la mujer. Ella trató de gemir, pero los labios de Buck estaban tan pegados a su boca que no pudo hacerlo, simplemente se entregó a ese beso, disfrutando también del roce del fuerte pecho masculino contra sus pezones endurecidos.

-¡Te amo, princesa! – Dijo James estrujando su trasero.

-¡Y yo a ti, mi osito! – Susurró Lyna frotándose con más fuerza.

James la besó de nuevo, devorando su boca, transmitiéndole su deseo a través de ese beso intenso. Lyna sintió que se deshacía y que su temperatura corporal aumentaba peligrosamente. ¡Lo deseaba, lo amaba como jamás lo imaginó! Ella se incorporó para mirarlo a los ojos y sonreírle con complicidad. Bucky levantó sus manos y acarició sus senos, apretándolos con delicadeza.

-Te deseo – Suspiró la mujer - ¡Hazme el amor! – Gimió y acarició el sexo duro y caliente de James.

-Pues ya que insiste – Dijo Bucky con voz gutural – Voy a darle su despedida de soltera, señorita Bramson.

-¡Futura señora Barnes! – Gimió mientras levantaba las caderas.

-¡Sí, mi mujer! – Suspiró Bucky.

El hombre la tomó de la cintura y la penetró lentamente, Lyna arqueó la espalda echando la cabeza hacia atrás para comenzar a moverse con urgencia. James arqueó las cejas y jadeó, mirando embobado cómo los senos de su mujer se balanceaban frente a sus ojos. Lyna apoyó su mano sobre el pecho de Buck, clavando sus uñas y gimiendo con sonoridad.

-¡Ay, jamás me cansaré de esto! – Gritó Lyna mientras que Bucky se carcajeaba.

La chica se inclinó sobre él besándolo vorazmente. Bucky la tenía bien sujeta de la cintura, y la apretaba contra su cuerpo para no perder la unión, la penetraba salvajemente. Ambos se miraron a los ojos, eran miradas ardientes y llenas de pasión. Lyna se balanceaba con frenesí, urgiéndolo y exigiéndole más. James se lo daba todo, tal y como ella se lo pedía con su lenguaje corporal. Los cabellos de Lyna rozaban el rostro de Bucky y sus uñas se clavaban en sus hombros. La cama crujía y la cabecera golpeaba la pared ante la violencia de sus movimientos. Sus cuerpos comenzaron a llenarse de sudor, pero en ningún momento se separaron, ese era un acto intenso y primitivo.

La mano de Lyna se deslizó hasta el cuello del soldado, quién se mordió los labios y dejó escapar un gruñido de satisfacción. Ella continuaba cabalgando sobre su sexo, balanceando las caderas de arriba hacia abajo; apretó el cuello del hombre y él levantó su mano izquierda para tomar uno de los senos de Lyna y estrujarlo. La mujer gritó y continuó moviéndose con violencia; soltó a James y llevó su mano hacia su seno para apretarlo a placer.

-¡Uf, Lyna! – Bufó James – MI Lyna – gimió dedicándole una sonrisa – Eres una chiquilla muy atrevida.

Lyna continuaba moviéndose, el cabello se le pegaba a la frente perlada de sudor; parecía que no podía contenerse por más tiempo. El deseo y el placer gobernaban sus pensamientos y sus impulsos. Sus gemidos eran cada vez más sonoros y las embestidas de James más violentas. El sonido del choque de sus cuerpos era intenso e inundaba la alcoba, junto con sus gritos y suspiros. Ya no podían contenerse más, el orgasmo se avecinaba y comenzaba a golpearlos, haciendo que sus cuerpos se estremecieran con violencia. Lyna gritó, embargada por el éxtasis y se inclinó para tomar la boca de James en un beso posesivo. El hombre bufó y se entregó al orgasmo, correspondiendo a ese beso lascivo y acariciando los cabellos mojados de su mujer. El cuerpo de la chica se relajó y lentamente, ella se dejó caer sobre el cuerpo de su amado, respirando violentamente y escuchando los acelerados latidos del corazón de James.

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Unas horas antes de la boda, la gente corría de un lado para otro en la mansión Stark, afinando detalles y revisando los preparativos de la ceremonia; todo debía estar perfecto para esa tarde. Lyna se encontraba en una de las habitaciones, junto a Sharon, Ginny y una maquillista. La chica sonreía ante los comentarios "picantes" de Ginny y movía la cabeza mientras que Sharon y la maquillista lanzaban grandes carcajadas. La puerta de la habitación se abrió y la cabeza de Bucky se asomó.

-¡Hola! – Saludó a las mujeres – Puedo...

-¿Qué haces aquí? – Preguntó Sharon – Fuera, no puedes entrar.

-¡El novio no puede ver a la novia antes de la boda! – Añadió Ginny – Es de mala suerte.

-¡Pero...! – Se quejó James - ¿Por qué no puedo verla? La vi hace unas horas y.... ¿Qué hay de malo en que la vea ahora? Necesito estar a solas con mi casi esposa por unos instantes.

-Aún no terminan de maquillarla – Dijo Sharon – Debes esperar un par de horas más.

-¿Tanto tiempo? – Preguntó Bucky – Me importa un comino.... – Exclamó y empujó la puerta para entrar en la habitación.

Lyna se levantó de su asiento y lo miró caminar hasta ella, aún no se había puesto su traje, solamente llevaba el cabello recogido en un diminuto moño lo que lo hacía verse muy sexy.

-Osito, ¿por qué no te has vestido? – Preguntó Lyna mordiéndose el labio al observarlo de arriba abajo.

-Faltan como tres horas para que comience la ceremonia – Respondió James – Me estoy aburriendo en mi habitación y necesitaba charlar con alguien.

-¿Estás solo? – Preguntó Sharon – ¿Steve te dejó?

-Estaba con él y con Brock – Exclamó Buck – Pero me escabullí. Quería ver a Lyna.

-¡Ay! – Gimió la chica – Eres tan dulce – Suspiró y se levantó de su asiento para correr a abrazarlo y besarlo tiernamente en los labios - ¡Te amo!

Bucky la estrechó en sus brazos y besó su frente. Ambos permanecieron unidos en ese abrazo por unos minutos, hasta que la puerta se abrió y aparecieron Clint, Steve y Brock que miraron con severidad a James.

-¡Así que aquí estás! – Murmuró Rumlow con molestia – Te dejamos para que te vistieras y te prepararas para la sesión de fotos con tus padrinos.

-¡Anda, vamos! – Exclamó Steve tomándolo del brazo – El fotógrafo te espera abajo.

-¡Y no debes ver a la novia! – Gruñó Clint y lo empujó hasta la salida - ¡Es de mala suerte!

Bucky miró a Lyna y ambos se sonrieron antes de que Brock cerrara la puerta. Eso le parecía algo estúpido a Bucky, ¿por qué no simplemente se casaban y punto? Estaban haciendo mucho teatro, ¡pero bueno! Todo había sido idea de Stark y él no se oponía ya que Tony no escuchaba sugerencias de ningún tipo, ¡ni de Pepper! Entró en la habitación y comenzó a vestirse. Tomó sus pantalones en color azul marino, la camisa blanca, el saco a juego y una corbata de moño en color negro. Se colocó los zapatos y se miró al espejo mientras suspiraba y esbozaba una enorme sonrisa. Salió con los chicos al jardín y miró a Tony quién ya estaba en su sesión de fotos con Pepper y su hija, así como junto a sus otros padrinos; el Coronel Rhodes, Bruce y Thor.

-Te ves bien - comentó Tony mirando a Bucky – Te sienta bien el traje de novio.

-¡Gracias! – Sonrió James mirando su ropa – Tú también te ves bien con ese frac, pareces un pingüino – Dijo y comenzó a reírse a carcajadas seguido de Clint.

-No vas a opacarme, Barnes – Murmuró Tony alejándose - Por cierto, ¡apresura a Lyna! Sólo faltan ustedes para sus fotos.

James escuchó un murmullo sus espaldas y se dio la vuelta. ¡Ahí estaba Lyna! Tan radiante y hermosa como siempre, luciendo un encantador vestido blanco hasta la rodilla, escote en "V" y mangas de encaje. El vestido hacía resaltar su vientre abultado y llevaba una corona de flores blancas en la cabeza y también sostenía un ramo de rosas blancas. Bucky suspiró y se acercó a Lyna para tomarla de las manos, ambos se miraron como si fuera la primera vez que lo hicieran.

-¡Te ves hermosa! – Murmuró Bucky – Luces tan encantadora y... ¡perfecta!

Lyna se ruborizó y agachó la cabeza mientras Bucky le acariciaba el cabello y se lo acomodaba detrás de su oreja.

-¡No rompan esa pose! – Gritó la voz del fotógrafo – Esto es perfecto, ¡maravilloso!

Se escucharon varios sonidos del obturador de la cámara y la sesión de fotos dio comienzo. Era algo sencillo, pues Bucky prefería cero fotos; pero lo hacía por Lyna ya que ella deseaba tener un recuerdo de ese momento tan especial para ambos. Después de la sesión daría paso a la ceremonia. Faltaban unos minutos para comenzar, el juez estaba esperando y casi todos los invitados habían llegado al lugar, Lyna caminó por el jardín, dispuesta a reunirse con Pepper, pues ambas entrarían juntas. James suspiró y la tomó entre sus brazos, deteniendo su andar.

-¿Sucede algo, mi vida? – Preguntó la chica acariciando el rostro del hombre.

Él no le respondió, sólo la besó con intensidad, pegándola a su cuerpo y acariciando su espalda: - No pasa nada – Respondió después de ese beso – Sólo quería decirte que no puedo prometerte una felicidad absoluta – Suspiró Bucky - El futuro puede ser muy incierto y no paro de pensar en lo que lo que pueda que venir más adelante. Yo tengo enemigos, ¡lo sabes! Y también sabes que ambos estaremos expuestos al peligro – Guardó silencio y la miró a los ojos – Aún sabiendo esto, ¿estás segura de querer casarte conmigo? – Preguntó tomándola de las manos.

-¡Más que segura! – Exclamó Lyna sonriéndole abiertamente – Estoy consciente de todo lo que me has dicho y sé de sobra todo lo que puede pasarnos, conozco los riesgos y no me importa, ¡no cambiaré de opinión! – Dijo con firmeza - Eres un gran hombre y sé que siempre me darás continuamente todo tu apoyo y tu amor incondicional. También sé que vas a protegerme y que ambos protegeremos al fruto de nuestro amor. ¡Te amo, James! Y nada, ni nadie lo van a cambiar – Finalizó Lyna y volvió a besarlo con intensidad.

Se escucharon unas voces que apresuraban a Lyna y ambos se separaron. Él corrió a reunirse con sus padrinos y Lyna se acercó hasta su padre que la esperaba junto a Pepper y la madre de esta.

-¿Estás nerviosa? – Preguntó el señor Bramson besándola en la frente.

-¡No, para nada! – Exclamó la chica – Quién está un poco abrumado es James; pero es por tanta gente que hay aquí.

-No va a pasar nada – Comentó Arthur – El lugar está muy bien vigilado.

Lyna se encogió de hombros y le sonrió a su padre mientras se preparaba para la gran entrada. Por su parte, James miraba para todos lados, cerciorándose de que no hubiera ningún peligro. A pesar de que Tony había dicho que estarían prácticamente blindados, él no estaba muy convencido. Brock se acercó a él y le palmeó la espalda baja y sonrió.

-¿Es en serio, Barnes? ¿Una pistola? – Preguntó.

-Por si acaso – Respondió Bucky – Pero tengo un par de cuchillos más por las dudas.

Brock rodó los ojos y murmuró en su oído: - No te preocupes, también vengo armado; pero todos estamos preparados para cualquier imprevisto – Dijo Rumlow y acarició la pistola que llevaba oculta en el saco.

https://youtu.be/CLk8OILr72U

La melodía de entrada comenzó a sonar (**Escuchar tema del video en la parte superior del párrafo**) y todos se pusieron de pie para recibir a las novias. Pepper fue la primera en aparecer, acompañada de su madre y de Happy; la pelirroja llevaba en brazos a su bebé y Tony suspiró al verla, caminó a su encuentro y la tomó de la mano para quedar de pie frente al juez.

Lyna apareció después; ella iba del brazo de su padre y junto a Steve Rogers. Al verla, James sintió que su corazón iba a salirse de su pecho. A pesar de que hacía unos momentos que ambos habían posado para la sesión de fotos, lucía tan hermosa y radiante. Inmediatamente se acercó hasta ella para tomar su mano y caminar juntos hasta la presencia del juez.

-Muy buenas tardes a todos – Comenzó el juez – Estamos aquí reunidos para presenciar un acto muy importante. Este acto que hoy nos reúne es, sin duda, el más importante de una relación, de la relación de Anthony Stark y Virginia Potts, así como en la de James Barnes y Lyna Bramson. Ellos darán un paso muy grande en su condición de pareja. En nombre de todos los amigos y familiares que se encuentran aquí reunidos, les deseo, de corazón, todo lo mejor. Comencemos con la ceremonia – Dijo el hombre mientras tomaba el código civil y leía los artículos referentes al matrimonio.

Las parejas escuchaban con atención, así como todos los presentes; Lyna y James se miraban de vez en cuando y se sonreían, suspirando y sin soltar su mano. Se mantuvieron así durante la lectura del código civil.

-Después de hacerlos conscientes de sus derechos y obligaciones como esposos, quiero preguntarle a Anthony; ¿quieres contraer matrimonio con Virginia y efectivamente lo contraes en este acto?

-¡Sí quiero! – Dijo Tony con firmeza y dedicándole una sonrisa a la pelirroja.

-Virginia – continuó el juez - ¿Quieres contraer matrimonio con Anthony y efectivamente lo contraes en este acto?

-¡Por supuesto que sí! – Exclamo Pepper mientras se aguantaba las lágrimas de emoción.

El hombre asintió y se dirigió hacia Lyna y Bucky: - Ahora le pregunto a usted, James ¿quieres contraer matrimonio con Lyna y efectivamente lo contraes en este acto?

-¡Sí, lo deseo! – Sonrió James tomando a Lyna de las manos y mirándola con ternura – Te prometo hacer del camino mil aventuras – Continuó Bucky - Sin olvidar quién y cómo eres. Encontraremos la tranquilidad y felicidad donde quiera que estemos. ¡Te amo, Lyna y te amaré siempre! – Finalizó besando la mano de su chica.

Lyna suspiró y apretó sus manos, esperando a que el juez terminara de hacer las preguntas. El oficiante carraspeó para dirigirse a Lyna y le preguntó: - Ahora, Lyna, ¿quieres contraer matrimonio con James y efectivamente lo contraes en este acto?

-Claro que quiero – Gritó la chica sin poder contenerse y mirando con adoración a Bucky - Te amaré siempre, James. No importa lo que digan y sin importar lo que yo también diga o haga lo que haga, sufra lo que sufra, duela lo que duela, sea como sea, de cerca o de lejos, siempre te amaré – Exclamó la chica y se puso de puntillas, tomando el rostro de James en sus manos y besando su frente.

El juez asintió y presentó el acta matrimonial a cada una de las parejas, quienes estamparon su firma en ella. Una vez que terminaron, el juez procedió a finalizar la ceremonia: - En virtud de los poderes que me confiere la legislación del Estado, los declaro unidos en matrimonio. Enhorabuena a todos, pueden besarse – Exclamó con una gran sonrisa.

James tomó entre sus brazos a Lyna y la besó con pasión y amor. La chica le echó los brazos al cuello, correspondiendo a su beso apasionado. Los invitados aplaudían y lanzaban hurras a ambas parejas. Finalmente los nuevos esposos caminaron de la mano para dirigirse al lugar donde se llevaría a cabo la recepción y el banquete de bodas.

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La fiesta estaba en su máximo esplendor, los invitados no paraban de felicitarlos; principalmente a Stark y Pepper, quiénes eran los más conocidos. Toda la gente celebraba y se divertía a lo grande. Bucky y Lyna no paraban de mirarse y de sonreírse, disfrutando de ese momento tan especial. Ambos no cabían en sí de gozo; este era el mejor día de su vida. Steve Rogers y Sharon Carter se acercaron hasta donde se encontraba la pareja para felicitarlos.

-Irradias felicidad, amigo. – exclamó Steve Rogers abrazando con fuerza a Bucky – Te mereces toda la felicidad, después de tantos tragos amargos ya es justo que tengas unos momentos de dicha y paz – Hizo una pausa - ¡Te dije que tú serías el primero! – Murmuró a su oído y después se echó a reír.

James también se carcajeó y meneó la cabeza, no se acordaba de eso. De hecho no recordaba muchas cosas, pero intentaba hacerlo: - ¿Cuándo dijiste eso? – Le preguntó – No me acuerdo.

-Éramos muy jóvenes. Tendríamos unos 17 o 18 años – comentó Steve mientras que Bucky se tapaba la cara - ¿Recuerdas a las primas rubias que llevaste a la feria?

-¡No me acuerdo! – Le gritó.

-Tú conquistabas a todas – Continuó Steve riendo con sonoridad – A mi no me volteaban a ver, ¡era invisible! Y esa vez te lo dije, que tú terminarías casándote, que tendrías hijos y yo moriría virgen y solo.

Bucky seguía riendo sujetándose del hombro de Rogers, algunas imágenes estaban en su cabeza, pero no eran muy claras: - Bueno, ¡pero no te vas a morir virgen! – Exclamó al fin y miró a Sharon que se puso colorada – Por cierto, ¿ustedes para cuando?

-¡James! – Lo regañó Lyna riendo también de sus ocurrencias - ¡Eso no se pregunta!

-Algún día – Intervino Sharon – Creo que por ahora así estamos bien, ¿no lo crees Steve?

El Capitán asintió y todos se echaron a reír, en ese momento Brock Rumlow y Clint Barton se acercaron a las parejas para felicitar a James y Lyna.

-¿Quién se lo hubiera imaginado? – dijo Clint - ¡Te casaste man, te casaste! – gritó eufórico y abrazando con fuerza a James – Y ya, deja esa pistola que traes en la espaldota.

-Es para protección – exclamó Brock - ¡Déjalo! Es una manera de sentirse seguro, es normal sentirse abrumado, perseguido. Déjalo que se le pase el nerviosismo. – dijo mientras abrazaba a James - ¡Felicidades, soldado! Y felicidades a usted también, señora Barnes. – añadió mientras se dirigía a Lyna y la abrazaba - ¿O debo decir Señora del Invierno?

-Señora Barnes está bien – murmuró Lyna – Se oye genial, ¡me encanta!

https://youtu.be/dcTfpL3iyMk

En ese momento, una canción comenzó a sonar (**Escuchar tema del video en la parte superior del párrafo**) y Lyna sonrió al escucharla. James se la había dedicado un día cuando se encontraban sobre la cama después de haber hecho el amor. Ella lo tomó de la mano y lo jaló hasta la pista. Él también sonrió, le había pedido a Tony que esa canción sonara. Sujetó a Lyna por la cintura y le susurró al oído.

-No soy un héroe, tampoco soy un ángel. Sólo soy un hombre, un hombre que intenta amarte mucho más de lo que te ha amado cualquiera. – exclamó mientras la estrechaba con fuerza entre sus brazos y la besaba con pasión – Gracias por todo, mi amor. – dijo y la besó de nuevo mientras la música sonaba con fuerza por todo el lugar.

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La fiesta estaba en todo su apogeo, pero James y Lyna se las habían arreglado para abandonar el lugar y alejarse de todo el bullicio y la gente que estaba a su alrededor. Bucky estaba muy ansioso, deseaba estar a solas con Lyna y hacerle el amor como si no hubiera un mañana. No le importaba que lo hubieran hecho esa madrugada o el día anterior, ¡la necesitaba! Y sabía perfectamente que ella lo necesitaba, en su mirada se podía ver la súplica, que la sacara de ahí y se fueran lejos para estar a solas.

Lyna río cuando salieron corriendo del salón y abordaron un taxi que los llevó hasta la torre Stark. La pareja fue recibida por la voz de JARVIS que les dio la bienvenida y les abrió la puerta del ascensor conduciéndolos hasta su departamento. Bucky la tomó de la mano y entraron juntos, mientras ella cerraba la puerta con violencia y riendo a carcajadas cuando él la puso contra la pared.

-¡Estaba ansioso! – Murmuró James antes de devorar su boca con anhelo y deseo.

Lyna comenzó a desnudarlo, con un poco de trabajo lo despojó del saco, el cual cayó al suelo y la corbata de moño corrió con la misma suerte. Buck se separó y le sonrió, comenzando a sacar las armas que llevaba ocultas entre su traje.

-¿Por qué hiciste eso? – Preguntó ella con sorpresa - ¿Por qué ibas armado a nuestra boda?

-¡Ya no importa! – Exclamó Bucky acercándose y volviéndola a besar con pasión.

Lyna desabotonaba con desesperación la inmaculada camisa que en instantes terminó sobre el piso de la sala. James deslizó sus manos bajo la falda del vestido de novia y acarició los muslos de Lyna. Ella se estremeció y suspiró, tocando la espalda tibia de Bucky. James la sujetó por la cintura, dándole la vuelta y la colocó de espaldas a él. Lyna se acomodó el cabello al sentir cómo deslizaba con suavidad el cierre de su vestido y lo desabotonaba cuidadosamente. La prenda resbaló y cayó; Lyna la hizo a un lado y cerró los ojos al sentir los besos húmedos que su esposo dejaba sobre su espalda desnuda.

-¡Osito! – Gimió Lyna – Tócame – Susurró – Haz que mi piel arda, hazme tuya, mi amor.

Bucky murmuró algo ininteligible y terminó de desnudar a Lyna, le dio la vuelta y de nuevo la colocó frente a él. Ella lo abrazó y él tocó su cuerpo, repasando sus curvas y repartiendo más besos húmedos sobre su piel. La chica no quiso quedarse atrás y también comenzó a besarlo, mientras lo desnudaba, contemplándolo embelesada. Ambos quedaron a la par y se abrazaron mientras se tocaban con ternura regalándose caricias sensuales que aumentaban la excitación en ellos.

Lyna se separó un instante y deslizó su dedo índice sobre el pecho de Bucky, él se estremeció y cerró los ojos al tiempo que ella tomaba su pene y lo acariciaba. Lentamente, la chica se puso de rodillas y paseó sus labios por la punta; Bucky gimió y tragó grueso cuando ella lo introdujo en su boca y comenzó a estimularlo.

James se dejó llevar y se estremecía con cada roce de la boca de Lyna; ella lo ponía al límite y lo hacía perder la cordura. Sólo ella y nadie más. Lyna acariciaba sus testículos y chupaba a placer o lo recorría con la lengua en toda su longitud. James gruñía al sentir esas caricias, con suavidad tomó su cabeza para guiar sus movimientos, los cuales comenzaron a acelerarse, conforme él se lo dictaba. Buck estaba a punto de explotar, pero no iba a terminar así, no aún. La retiró con lentitud de su hombría y le sonrió mirándola a los ojos.

Lyna le devolvió la sonrisa y se puso de pie, al tiempo que con su lengua recorría su vientre y su pecho. Bucky la sujetó de la nuca y la besó. Sus lenguas chocaron y se saborearon a placer. El hombre le acarició las nalgas y las piernas, tomándola de los muslos y levantándola para recargarla en la pared. Lyna lo rodeó con sus piernas mientras él la penetraba con fuerza.

-¡James, mi amor! – Gritó Lyna cuando él la embistió - ¡Oh, James!

Bucky sonrió, pasó sus brazos bajo las rodillas de Lyna y ella le echó los brazos al cuello; lo besó con pasión, mientras él la subía y bajaba cada vez que la penetraba. La chica tenía la boca abierta y gemía, más bien dicho, gritaba embriagada por el éxtasis. James embestía con poder, jadeando a la par de Lyna. En ningún momento dejaron de verse a los ojos, logrando una conexión mágica y maravillosa, sólo como ellos dos podían hacerlo. La culminación de su acto de amor estaba cerca sus cuerpos estaban tensos, intentando prolongar un poco más ese delicioso momento; sin embargo, no pudieron aguantar más. Se besaron con pasión mientras se entregaban el uno al otro, sucumbiendo a su delirio.

-Te amo – Gimió James mientras se retiraba con lentitud de su amada.

Lyna no respondió, jadeaba aún, tratando de recuperarse, aunque no había necesidad de palabras, su mirada de un azul intenso se lo decía todo. Bucky la besó con pasión y así, entre sus brazos la llevó hasta la habitación y la dejó con delicadeza sobre la cama. La chica acarició sus senos y su vientre, observando cómo James se colocaba de rodillas frente a ella; él se mordió el labio y se inclinó para volver a besarla salvajemente. Lyna se veía fabulosa y de nuevo el deseo se despertaba en él. La sujetó por las rodillas y le abrió las piernas, poniendo su sexo húmedo al descubierto.

-¿Vas a tomarme otra vez, papi? – Murmuró Lyna con la voz llena de erotismo.

Bucky dejó escapar un gemido ronco por única respuesta, la sujetó firmemente de las nalgas mientras que Lyna arqueaba la espalda y levantaba las caderas, suspirando y dejando escapar un nuevo gemido. Bucky empujó las caderas y se hundió dentro de ella, comenzó a empujar su pelvis y Lyna hizo otro tanto. Los ojos azules del hombre estaban extasiados con el bamboleo de los senos de Lyna. Ella se mordía el labio inferior, ahogando los gemidos; se escuchaba la respiración acelerada de ambos y el choque de sus cuerpos.

James se inclinó hacia Lyna, besándola y embistiendo salvajemente, ella arqueaba su espalda, deseando sentirlo cada vez más profundo; suspirando al experimentar ese roce de su sexo dentro de ella. Él apoyó una mano en el colchón y con la otra, acarició el rostro de su amada. La chica lo abrazó y le besó el hombro mientras mordía su cuello; a medida que las embestidas se aceleraban, Lyna clavó las uñas en la espalda masculina y lanzó un grito. Bucky recorrió su delgado cuello con la lengua y volvió a besarla, silenciando sus gritos de placer. Continuó entrando y saliendo de ella, dispuesto a llevarla hasta el límite de la locura; se incorporó y le masajeó los pechos sin dejar de penetrarla. Lyna se arqueaba y se estremecía con cada roce de sus manos.

-Bucky Boo, James... ¡Mi vida! – Gritó sucumbiendo al placer.

-¡Te amo! - Dijo James con la voz entrecortada – La amo señora Barnes y jamás dejaré de hacerlo.

Se inclinó de nuevo y la besó, mientras sus cuerpos se fundían en un abrazo y juntos alcanzaban la cima del cielo hasta tocar las estrellas.

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≤MESES DESPUÉS≥

El tiempo había transcurrido con tranquilidad, el embarazo de Lyna estaba a punto de concluirse y Bucky ahora formaba parte de los Vengadores, quienes por cierto, trataban de mantener la paz en el mundo, neutralizando las amenazas y manteniendo a raya a los enemigos que intentaban hacer el mal. James aún era perseguido por HYDRA, sabía que esa amenaza estaría latente durante mucho tiempo, aunque ya no le preocupaba demasiado, contaba con el apoyo de sus compañeros, quienes lo defendían y protegían.

Bucky entró en la torre después de una larga misión de espionaje; no había sido fácil, pero afortunadamente lograron su objetivo y pudieron salvar al presidente de los Estados Unidos de las manos de un grupo de terroristas. Clint lo seguía de cerca junto a Steve Rogers, entraron a la sala común de la Torre y extrañamente no había nadie ahí. ¡Ni siquiera JARVIS los había recibido! Los tres hombres se miraron y Clint levantó lo hombros.

-¿JARVIS? – Preguntó el Capitán - ¿Hay alguien en casa?

-Yo iré a buscar a Lyna – Intervino Buck y caminó hasta el ascensor – Este silencio me intranquiliza.

-Te acompaño – Murmuró Clint – Nadie nos responde y ¡mierda! ¿Por qué no hay nadie?

-Iré a buscar a Tony a su taller – Comentó Steve – Se supone que debe estar aquí o al menos JARVIS debe respondernos.

-¡JARVIS! – Volvió a Gritar Clint - ¿Hay alguien en casa? ¡HOLA!

Pero no obtuvieron respuesta, Bucky no quiso esperar más y subieron al elevador, estaba muy preocupado y temía lo peor. Preparó las armas que llevaba, mientras que Clint también se alistaba, dispuesto a atacar a la menos provocación. Se detuvieron en el piso que James compartía con Lyna; él abrió la puerta de su casa y el grito de una mujer hizo que la sangre se les helara en las venas.

-¡ES LYNA! – Gritó Bucky - ¡NO, LYNA! – Dijo y corrió hasta su habitación.

Abrió la puerta de una patada y esta cayó haciendo un ruido estrepitoso, pero se detuvo en seco al contemplar a Tony, el Doctor Banner y el padre de Lyna. La chica se encontraba sobre la cama, respirando agitadamente. Su padre la tenía sujeta de la mano y Tony trataba de animarla. Todos los miraron, especialmente a James.

-Sargento – Dijo Tony – ¡Qué bueno tenerlo en casa!

-¡Bucky Boo! – Gritó Lyna estirando su mano – Estás aquí, ¡por fin!

-¿Ya va a nacer? – Preguntó James acercándose y lanzando las armas al piso de la habitación.

-Creo que deberías esperar afuera – Dijo Bruce – No estás en condiciones de presenciar el parto.

-¿Por qué? – Preguntó Barton - ¡Él es el padre!

-Están muy sucios – Murmuró Tony – Por eso, deben asearse, ¡dense prisa!

Bucky no esperó más y salió de la habitación, dispuesto a todo, se aseó a prisa y, siguiendo lo recomendado por Banner, buscó una bata y entró en la habitación para reunirse con su esposa. Se acercó a ella y le acarició el rostro. Lyna se relajó un poco más al sentirlo junto a ella y lo miró con amor.

-¡Estás aquí! – Exclamó Lyna – Pensé que no llegarías a tiempo.

-Te dije que estaría aquí antes del viernes – Murmuró Bucky besando su frente - ¿Cuándo he roto una promesa?

-¡Nunca! – Gimió Lyna haciendo una mueca de dolor.

-¡Lyna concéntrate! – Intervino el señor Bramson – Y James, por favor, colócate detrás de mi hija para que la sostengas y la ayudes en la labor de parto. Sé que con tu compañía, ella se sentirá más tranquila.

Bucky abrió los ojos, ¿qué él qué? Suspiró y asintió, temblando de la emoción y los nervios e hizo lo que su suegro le indicaba, sujetó a Lyna, colocando sus brazos bajo los de la joven, mientras que ella se recostaba en su pecho.

-¿Lista, Lyna? – Preguntó Banner – Cuando te lo indiquemos, vas a pujar, ¿de acuerdo?

Lyna asiente y Banner le da la orden para comenzar a pujar. Todos están atentos, a la espera del nacimiento del hijo de James. Bucky alienta a la chica, le da ánimos y la apoya para que siga pujando.

-¡Vamos osita! ¡Tú puedes, mi amor! – Murmura el soldado - Puja, yo no te voy a soltar – le dice con cariño.

Lyna gritó y comenzó a empujar y a empujar. Sentía que su cuerpo iba partirse en mil pedazos, pero ese instinto primitivo que todas las mujeres llevan dentro la incitaba a seguir pujando. La chica lanzó un nuevo grito, aún más intenso lanzó un fuerte grito y Banner le exclamó:

-Tenemos la cabeza afuera, puja de nuevo Lyna y estará fuera para que lo contemplen – sonrió el doctor.

-¡No te rindas, bebé! – Susurró James – Tú puedes, eres fuerte. Te amo.

Lyna pujó un par de veces más, hasta que el llanto de un bebé inundó la habitación. El doctor Bramson fue quién lo recibió y sonrió lleno de emoción mientras gritaba: - ¡Es un niño, es un niño! James abrazó a su mujer y la besó con dulzura, la chica suspiró aliviada y comenzó a llorar de emoción.

-¡Lo lograste, mi vida! – Le dijo Bucky – Eres la mejor, ¡eres muy valiente! ¡Esa es mi chica!

-¡Quiero que se llame James como tú, osito! – Exclamó Lyna lanzando un fuerte suspiro de agotamiento.

Buky asintió y la besó con ternura, acariciando su rostro y limpiando el sudor de su frente. El padre de la chica se acercó hasta ellos llevando a su nieto en brazos y se lo entregó a su hija, quién comenzó a llorar llena de emoción.

-¡Míralo, James! Es hermoso – Continuó la joven mientras besaba la carita sonrosada del bebé.

James contenía las lágrimas, Lyna tenía razón. Era un hermoso niño, una pequeñita criatura fruto de su amor. El hombre recorrió el rostro de su hijo con el dedo, rozándolo a penas y sin dejar de mirarlo. Él bebé se estremeció ante su tacto y lo miró para después tomar el dedo de su padre con su diminuta mano. Bucky no pudo contenerse más y se echó a llorar, finalmente todo lo que alguna vez deseó y le habían arrebatado estaba regresando a él, esa ansiada segunda oportunidad se presentaba ante sus ojos. Su hijo era una muestra de ello y debía luchar por conservar esa armonía y esa felicidad. Debía proteger a su familia a toda costa.

-¡Te amo, señora Barnes! – Dijo besando a su esposa – Gracias, mi amor.

-Y yo te amo a ti, señor Barnes – sonrió Lyna.

Buck estrechó a la mujer entre sus brazos y ambos contemplaron a su bebé con una enorme sonrisa. James contempló a su chica, quién a pesar de la forma cruel en que lo había conocido, logró ver a través de su sombra, pudo contemplar su interior, viendo la luz que había en él. Gracias a Lyna, él podía despertar en las mañanas con fuerzas y ánimos para seguir viviendo. Estaba claro que él no era un héroe, mucho menos un ángel. Sólo era un hombre, un hombre que intentaba amarla y protegerla más que su vida, hasta el final de todos los tiempos.

««FIN»»

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Lo que comenzó como un One Shot, ¡terminó en una historia de tres temporadas! Hemos llegado al final de este fan fic, el primero que escribo con Bucky Barnes. ¿Qué les pareció a ustedes? Espero que lo hayan disfrutado de principio a fin, así como yo lo disfruté al escribirlo. Ojalá en un futuro pueda hacer una nueva historia, teniendo como protagonista a nuestro sexy soldado. Agradezco sus comentarios, sus votos y sus reacciones con esta historia. Para mí esto es muy importante, pues me motiva a seguir escribiendo. Les tengo preparado un Epílogo para cerrar por fin el ciclo de esta historia. ¡No se lo pierdan!
#MaryCruz

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