Ahora la apodaban la habitación de Sky, aquel lugar que se convirtió en el refugio de Seungmin. Dos meses habían pasado y Kim vivía momentáneamente en un mundo color de rosa, Chan le enseñaba muchas cosas: música, películas, series, también le había llevado varías veces comida traía de afuera.

Probó el sushi, las hamburguesas, hot dogs, pizza e inclusive comidas que veía en las series. De igual forma pasó de tener unos diez/doce clientes al día a solo tener cinco, era un secreto a voces, Seungmin era el favorito de Chris, pero Matthew no ponía objeción ante eso, puesto que desde las llegada de su hijo, el costo en todos los prostitutos había aumentado en demasía.

Hyunjin y Yeji a pesar de ser de los más grandes del lugar ya tenían "fama", debido a que eran perfectos para tríos, a todos les daba morbo saber que dos hermanos se estaban involucrando sexualmente y aunque fuese difícil de creer muchas veces, pagaban solo para ver cómo los gemelos se acostaban entre ellos.

Y Christopher era visionario, ahora los días miércoles eran un show sexual de los antes mencionados, diez personas eran pasadas a una tipo sale de cine, asientos acolchonados y cómodos perfectos para que se masturbaran, frente a ellos estaba un cuarto al que no podían acceder porque estaba un enorme cristal simulando una pared, dentro de la habitación solo veían un enorme espejo, lo cual facilitaba las cosas porque mientras detrás se disfrutaba el show, los Hwang follaban entre sí sin un poco de pudor por ser vistos. Raro, pero inclusive Sam y Lucy tenían un mayor índice de venidas estando en aquel lugar donde no podían ver la cara de sus espectadores.

¿Disfrutaban el sexo? Claro que sí, la mayoría ahí tenían sexo entre ellos mismos cada que tenían algo de tiempo, el más santo de aquel lugar (Felix) por las noches de guardía de Changbin se escapaba para follar en una de las habitaciones del pub. Ninguno era inocente, era obvio, su hipersexualidad era hilarante, él que está en ese momento se había salvado era Seungmin...

Aunque...

Desabotono su camisa con molestia, su día ya había estado lo bastante estresante como para todavía tener que lidiar con idiotas, un estúpido cliente creyó que era buena idea abofetear a uno de sus prostitutos y Christopher lo hubiese dejado pasar con una ligera sanción monetaria si no se hubiese tratado de Seungmin. Abofetearon a SU propiedad, cegado por la ira, celos e impulsividad, mató a otra persona.

Su traje pulcramente blanco ahora estaba manchado de sangre, con brusquedad aventó al adolescente a la cama, este cayó golpeando su cabeza en el respaldo de esta. Alzó su mano derecha y la estrelló en la mejilla del menor donde previamente ya lo habían lastimado.

─ Tu causaste este desastre ­─ sonrió perverso, sonrisa que no le importo más minimo al de cabellos negros ─así que limpialo.

En su abdomen aún persistían rastros de la sangre de aquel político, Kim parpadeó varías veces en un leve intento de procesar la indicación.

—¿Acaso no escuchas, pequeña zorra? —Bang lo tomó por los cabellos, él que estaba parado a orillas de la cama, jalo el pequeño cuerpo, obligándolo a poner su lengua en la sangre.

Sin poder evitarlo una oleada de excitación llegó al cuerpo del chiquillo, puso sus manos a la orilla de aquel marcado abdomen y comenzó a dar ligeras lamidas mirando directamente los ojos del administrador. Gimió gustoso al sentir el sabor metálico en su boca.

Tras unos minutos ya no quedaban rastros de sangre, toda prácticamente se la había comida Seungmin, este empezó a succionar dejando marcas a su paso, continuo con los besos, solo que cada vez más bajo, vió una vez más los orbes miel de uno de sus tantos captores y sonrió complacido.

Respiración agitada, ojos cerrados y la gran mano de Chan estaba sobre su cabello.

—¿Quieres mi pene, amor? —preguntó, con la voz más ronca de lo normal —¿todo el pene que te dieron hoy no fue suficiente?

Sky negó —ninguno es como el tuyo...

Se apresuró a remover el pantalón de satín del contrario, topándose con un muy ajustado bóxer negro. La rigidez de Bang quedaba justo en la mejilla del adolescente, quien parecía un gatito a la espera de leche.

Chan de manera violenta frotó su erección por toda la cara del menor, salían unas cuantas gotas de presemen, sin resistirlo más, Seungmin de un tirón arrancó las molestas prendas haciendo que la erección de su novio golpeará directamente en su cara.

Succiono la punta ligeramente, comenzando a trazar pequeños círculos en el glande, cosa que comenzaba a desesperar al de rulos.

—¿Lo harás o no? —bufó tras ver la timidez con la que Kim se movía.

Tras la pregunta, el prostituto engullo lo más que pudo aquel pedazo de carne, pasó su lengua por la punta del glande, el líquido preseminal comienzo a chorrear, excitando más al adolescente, le gustaba saber que era capaz de ser atractivo para su hyung. Recordando lo que había aprendido en sus seis años de experiencia; no se olvidó de los testículos de su novio e igual pasó su lengua por estos, sintió su textura, tan suaves y perfectas como jamás hubiese querido apreciar. Chris gime sonoro cuando mete todo de lleno en su boca, la punta de su nariz rozando ligeramente con los vellos púbicos del mayor.

El ritmo que llevaba era lento, cosa que molesta al administrador, de manera violenta llevó sus manos a la cabeza de su novio para poder manejar la felación a su antojo. El pelinegro cerró los ojos y se apoyó en sus muslos para así poder empujarse de mejor manera.

Bang escucha una que otra arcada, pero siente que no tardará nada en llegar y prefiere continuar con su propio placer que preocuparse por si el chiquillo se ahoga o no, pero si es sincero no le importa en lo más mínimo.

Solo bastaron unas cuantas embestidas para que se terminase de venir gimiendo el nombre del coreano en alto, el cual traga todo sin protesta. Seungmin se separa del hombre con un hilo de saliva colgando, los labios de este están hinchados y sus rodillas duelen, pero eso no le importa al levantarse.

Se besan con pasión, el australiano mete su lengua en la cavidad bucal del otro, sabe a semen y sangre. Vuelve a empujarlo, caen a la cama y Chan hace pose de plancha evitando aplastar al otro, sin soltar al que está debajo suyo, junta sus dos manos y las aprieta con una suya, con la otra le da un tirón para deshacerse de la bonita lencería de encaje que Sky llevaba ese día. Deja el culo de Kim al aire dando un ligero apretón en sus mejillas traseras.

Le abre las piernas con las suyas y sin miramientos con su polla ya bastante erecta, comienza a empujarse dentro del menor.

—Dios, Minnie, como me pones —pauso —Te voy a follar tan duro hasta que el día de mañana no puedas caminar.

Lo agarra fuertemente, comenzando así un ritmo rápido, pero profundo. Los ojos de la pareja se cierran entregándose al placer desconocido y la boca de Seungmin exhala unos gemidos.

Chan intenta aumentar el ritmo, en aquella habitación aparte de los gemidos, lo único que se escuchaba era el sonido de los testículos del mayor chocando con las blanquecinas nalgas del más chico en un sonido bastante morboso.

El bullicio abajo no importaba, tendrían tiempo de preocuparse después por los desastres en los que Chan se había metido.

Bang se separó, para darle atención a los rosados pezones de su prostituto, lamió y mordisqueó uno, mientras al otro lo masajeaba y le daba ligeros pellizcos.

Cantidad de gemidos salían de la boca del menor, bastaron unas cuantas estocadas más para que Seungmin se corriese, miró fascinado su propio semen, si hace tres meses alguien le hubiese dicho que podría tener una erección propia o inclusive podría llegar al orgasmo se reiría. Hasta que llegó Chan, él jamás había disfrutado de tener un pene dentro de él.

Al contraerse debido al orgasmo hizo que Chris también lo hiciese, con las respiraciones arrítmicas, los dos se separaron, Christopher fue el primero en levantarse, busco sus boxers y pantalón, se cambió y abandonó el cuarto sin mirar al más bajo.

Seungmin inhalo y exhalo tres veces en un intento desesperado de contener las ganas de llorar, odiaba eso. Después que Chan le hacía el amor, este se iba sin siquiera mirarlo.

Una vez estuvo vestido, bajó al burdel que estaba extrañamente vacío.

—¿Por qué está cerrado? —cuestionó sorprendido.

Los murmullos del staff se escuchaban, los últimos que quedaban eran los del espectáculo de Hyunjin y Yeji. Revisó la hora en el reloj de pared del bartender, una con quince, era extraño que cerrasen tan temprano. La ansiedad se instaló en su cuerpo, la cual fue calmada de inmediato.

—No te preocupes, bebé, no es asunto tuyo —Felix lo abrazó de manera sobreprotectora —no olvides que conmigo siempre estarás bien.

Yongbok podía jurar que aquellas palabras más que ser para Seungmin, eran para él.