—¿En verdad lo estas?

—Lo estoy, Channie, no te preocupes —sonrió felizmente.

—Eso me alegra, pensé que este idiota iba a hacerte algo —señalo el cuerpo sin vida y extendio su mano.

Seungmin rápidamente la tomo para ayudarlo a levantarse del suelo.

—¿Qué pasará con él?

Christopher subió los hombros restando importancia —le diré a alguien que se encargue, no te preocupes.

—Si el señor Matthew se entera...

—¿Tú le dirás? —preguntó a manera de broma.

—N-no, claro que no —negó rápidamente —lo que menos deseo es que tengas problemas.

—Entonces estaremos bien —dijo sacando su teléfono de su bolsillo para llamarle a Changbin.

Ambos se trasladaron a un nuevo lugar, pasando por las habitaciones V.I.P. donde justamente estaba Jisung sentado en la enorme cama, tenía una bata puesta y estaba a la espera de su cliente, la ansiedad tenía rato instalada en su pecho, no sabía siquiera cómo comportarse frente al hombre que pagaría mensualmente por tenerlo a él el tiempo que quisiera.

La tarjeta de acceso sono, haciendo a Jisung sentarse derecho en la cama y cruzar las piernas en una pose "sexy."

—Hola —saludo al entrar a la habitación en un coreano perfecto.

—Hola... —saludo con una reverencia como hace tiempo no lo hacía.

—¿Puedo sentarme?

—Puedes hacer lo que quieras, pagaste por ello.

—Lo siento si esto te incomoda...

—Bueno, minimo no eres un viejo —sonrió intentando bromear.

—Soy Minho.

—Soy Peter —habló regresando al inglés.

—¿Ese es tu nombre real?

—Sip, Peter Bang —mintió, ninguno ahí podía proporcionar información real de ellos por si algún policía infiltrado andaba tras ellos.

—¿Acaso no eres coreano?

—La verdad es que lo único coreano que tenemos es el nombre del lugar, todos estamos aquí desde hace años, la mayoría de nosotros nos comunicamos en inglés.

—Suena lógico, ¿a qué edad llegaste a este lugar?

—Haces demasiadas preguntas, mejor dime de ti, ¿qué edad tienes?

—Treinta años.

—Eso quiere decir que me llevas trece años, ¿te gustan los pequeños?

—No —negó varias veces —me gustan mayores realmente. Tengo esposo y estamos pensando en adoptar a un pequeño.

—¿Entonces qué haces aquí?

Suspiro Lee fuertemente y sacó de su gabardina aquella placa que tenía escondida y se la tendió al menor.

—Soy policía...

—Mierda, siempre dijeron que esto podría pasar en algún momento.

—Quiero ayudarlos, Peter, pero necesito que cooperes conmigo.

Tras pensarlo un poco dijo:

—¿Qué tengo que hacer?

Chan se adueñó completamente de una habitación vacía, estaba en el baño lavándose la cara para eliminar el resto de sangre de esta, también se lavo las manos, notando que sus puños tenían hematomas y cortadas debido a la fuerza que ejerció al impactar sus puños contra Thomas. Retiró su camiseta que antes era perfectamente y fue a la habitación donde Seungmin aún lo esperaba.

—He vuelto.

—Chan, hay algo que me gustaría pedirte...

—Dime, corazón.

—¿Puedo besarte?

Seungmin no podría decir con certeza que Chris acepto besarlo, porque su mente estaba tan abrumada que pensar era completamente imposible, pero sí sabe que aquellos belfos sabían completamente diferentes a los que antes había probado, no era el sabor, porque el sabor a vodka lo probó incontables veces en otros clientes.

Era el beso en sí para el menor estaba siendo una experiencia completamente nueva, en su vida pensó en tener un beso gentil como aquel, era lento y no había ni una pizca de deseo, era tierno, como si Chan temiese que en algún punto fuese a romperse.

Se separaron poco después, el australiano que para besarlo tomó la cara del menor, al separarse junto sus frentes mientras los dos intentaban regular su respiración.

—Gracias —dijo el adolescente sintiéndose algo intimidado por la cercanía del otro.

—No tienes que agradecerme nada, para mí es un placer probar tus labios, desde el primer momento que te vi, supe que me llevaría bien contigo

—Yo simplemente pensé que eras el nuevo guardia...

Chan rió y conectó sus labios nuevamente con los ajenos, fue un roce escaso, pero que hizo nuevamente a Seungmin sentir aquella enorme incertidumbre en su estómago.

—Debo volver a trabajar, ve una película o duerme un poco si gustas.

—¿Una película?

—Si, puedes hacer eso.

—No se utilizar la televisión —reveló con vergüenza, sintiendo como sus mejillas tomaban un color rojizo.

—¿Comó que no sabes?

—Pues no, rara vez los clientes prenden la televisión y cuando lo hacen es para poner videos de chicos haciéndolo —elevó sus hombros restando importancia.

—Espera —Chan prendió la televisión y procedió a instalar Disney+ —cierra los ojos, Minnie.

Acató las órdenes completamente, cerró sus ojos está que escucho el suave "ya" del mayor.

—¿Qué quieres ver?, ¿cenicienta?, ¿peter pan?, ¿la dama y el vagabundo?

—Mmm, la que tú elijas está bien para mí.

Chris asintió, colocó cenicienta sin pensárselo mucho y tras una breve explicación de como usar el dispositivo, partió de la habitación, cerró tras de sí a la par que arrancaba la insignia de identificación del cuarto.

Bajó las escaleras, acercándose hasta el manager le tendió la placa.

—¿Qué es esto?

—La placa del cuarto 401, ahora es mío, así que nadie del staff o el regente pueden entrar sin mi autorización, quiero las dos copias de la tarjeta, gracias —comentó alejándose del manager que estaba claramente molesto.

—Ni un día lleva aquí y ya se apoderó de un cuarto.

La primera película que Seungmin vió en su vida fue "Cenicienta", cuando acabó, apagó el dispositivo como le fue indicado y salió del cuarto sin prestar atención a que este ya no tenía placa. Bajó de la habitación dando pequeños saltitos, al llegar al último escalón se percató de que la atmósfera estaba completamente tensa, caminó despacio en busca de Felix.

—Hyung —tocó su espalda al verlo, este estaba con los ojos completamente llorosos y su cara demostraba preocupación.

—¿¿Dónde mierda estabas, Seungmin?? —le gritó apartándose de él.

—L-lo lamento...

—Lix hyung, calmese... —Ryunjin lo tomó del brazo e intentó calmarlo.

—Hyung, es que el señor Thomas me llevó a la fuerza y...

—No, llegó Chan y lo impidió, ayudé a que se limpiara y me dejo ver una película en una habitación, es todo.

Felix asintió y abrazó fuertemente el cuerpo del menor, aspiró su aroma dejando escapar unas cuantas lágrimas. Seungmin no sería parte de la estadística jamás. Aunque el incidente había sido algo escandaloso, minutos más tarde fue olvidado y el ritmo en el burdel regresó a la normalidad, con la enorme diferencia de que ahora la jornada se les recorrería. A la una el burdel cerró sus puertas, los prostitutos pasaron de vuelta al camerino, esta vez para quitar los rastros de maquillaje y ponerse ropa que no los incomodara.

—¿Una reunión es el primer mandato del nuevo administrador?

Felix asintió —mañana todos tenemos una reunión, los quiero despiertos a más tardar a las diez, bañados a las once, desayunados a las doce y en la sala de reunión a la una, todos puntuales.

Nadie se atrevió a protestar y acataron las órdenes que fueron indicadas, aprovechando que todos estaban distraídos, Kim se escabullo al baño, topando por casualidad a Chan.

—Te estaba buscando

—¿A si?

—Si

—¿Necesitas algo?

—Solo vine a entregarte esta tarjeta.

—¿De que es la tarjeta?

—Del cuarto en el que estuviste hoy, de ahora en más podrás subir a ver las películas que te apetezcan.

—¿En serio? —dijo contento, abriendo sus ojos debido a la sorpresa.

—Si, es todo tuyo.

—Muchas gracias, Chris —sin resistirse lo abrazo fuertemente emocionado.

Jeongin y Hyunjin se encontraban en la habitación de Yongbok intentando convencerlo.

—Por favor, Lix hyung, seremos discretos —propuso Hyunjin juntando sus dos manos en una muestra de ruego.

—No.

—Vamos, será solo una noche y los dos cabemos perfectamente en la cama individual.

En el subterráneo del burdel: había solo dos habitaciones, una con dieciséis camas y un solo cuarto con una cama, la habitación solo era de Felix. Hyunjin y Jeongin tenían sus camas pegadas para dormir juntos toda la noche, pero últimamente se ambos parecia que estaban en una especie de celo, porque los guardias, los prostitutos y el propio Lee los encontraron innumebrables veces en los baños teniendo sexo.

—No, ustedes no dormirán si me voy con los chicos.

—Hyung, decida, dejar de encontrarnos en los baños o prestarnos su habitación —esta vez intervino Jeongin.

—No hagan mucho ruido y vendré a las nueve en punto a despertarlos, quiero encontrarlos mínimamente vestidos.

La pareja asintió efusivamente, esperaron que la puerta se cerrase detrás de sí y se besaron con tal frenesí como si no hubiesen tenido sexo hace menos de una hora, para ambos era algo distinto, el sexo que los obligaban a tener en el burdel se sentía brusco, doloroso y repugnante, mientras que el que ellos tenian se sentía lindo, apacible y reconfortante.

—¿Las trajiste? —preguntó Yang de forma desesperada.

—Lo hice.

—¿Estás seguro de que tu hermana no dirá nada?

—Prometió no hacerlo, debemos confiar en ella.

Jeongin asintió y observó cómo su novio sacaba aquella pequeña bolsita de polvo blanco.

—Y eso no es lo mejor, el señor Harrison me trajo dos, una para ti y una para mí —dijo sacando la otra de su bolsillo.

—Mierda, que bien la pasaremos —rió extrañamente feliz.

¿Alguien podría culparlos?, qué mejor manera de sobrellevar la realidad que esa.