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SS: 02

A pesar de que Jisung tomó su lugar con el señor Thomas, Seungmin tuvo que seguir trabajando hasta aproximadamente a las dos de la mañana: con un total de once clientes.

Despertó tarde, aproximadamente a medio día y fue porque escuchó bullicio en la planta alta. Maechunbu estaba dividido en tres secciones, una planta subterránea donde se encontraban los cuartos, un pequeño cuarto de ropa, baños, regaderas, el cuarto de Felix y una mini cocina, la planta principal donde estaba el burdel y las plantas altas donde iban cuando alguien decidía acostarse con alguno de los chicos que ahí yacían.

Algo desorientado se fijó en el día marcado en el calendario, usualmente Felix los marcaba para que todos tuvieran noción del tiempo, también al lado del calendario había un enorme reloj digital.

Seungmin abrió sus ojos con desmesura. Agosto veintiocho. El mes no importaba, el día sí, ese día irían a supervisarlos. Corrió tan rápido como pudo, abrió la puerta y entró al lugar que en ese instante olía a cloro y canela. Saludo a Changbin (uno de los chicos de seguridad) y a otro chico que jamás había visto en su vida.

Se detuvo, era curioso por naturaleza.

—Hola —saludó haciendo una reverencia.

—No habla coreano —reveló Changbin en susurro.

—Ooo, hola —repitió —¿eres nuevo aquí?

—Digamos que sí —rió mostrando sus hoyuelos.

—Soy Seungmin, un gusto... Aunque cuando hay clientes soy Sky. Bonito, ¿cierto?

—Es muy bonito, Minnie.

—¿Cómo sabes que me dicen Minnie?

—No lo sabía, solo creí que era un apodo lindo, para un chico lindo.

Las mejillas de Kim se pintaron de rosa en un inevitable sonrojo. Sonrío nervioso y retomó la plática.

—No me has dicho tu nombre.

—Christopher o Chan, puedes decirme de la manera que gustes.

—Channie, ¿te parece bien?

—Claro, hermoso.

—Bien, debo irme, nos vemos luego, Channie hyung.

El menor volvió a emprender su camino rumbo al enorme salón donde hacían sus reuniones. Había más seguridad que de costumbre. Algo lógico teniendo en cuenta de que ese día estaba el mismísimo Matthew Bang.

—Entonces él estará aquí de ahora en más... —concluyó, todos asintieron dejando desconcertado a Kim que venía llegando.

Se posicionó al lado del pecoso, por instinto Felix intentó acomodar su desordenado cabello, el aura en la sala se sentía pesada, exceptuando a Yongbok nadie hablaba por miedo a las inhumanas palizas que les podían dar.

—Eso es todo, pueden retirarse —dijo haciendo un ademán con la mano — Ahh y Felix, esta es la última vez que llego y falta alguien.

—Si, señor Bang, no ocurrirá de nuevo —susurró Yongbok con un tono gélido de completa sumisión.

Felix siempre podía parecer indestructible, poco dominable e incluso incorregible, pero el señor Bang lograba asustarlo como pocas personas lo hacían.

—Eso espero.

Con bastón en la mano salió del recinto siendo acompañado de sus múltiples guardias. Tras su partida todos los prostitutos recobraron el aliento, aunque ninguno supo en qué momento había retenido la respiración.

El de pecas aplaudió para hacerse notar entre todos llamando la atención enseguida.

—Ya lo escucharon, de ahora en más el hijo del señor Bang será encargado de la administración, acaba de graduarse y...

—Y será una mierda, apenas soportamos al señor Bang y eso que viene una vez al mes, cómo podremos estar cómodos si todo el tiempo nos está vigilando.

Los murmullos incrementaron por toda la sala y cada uno le daba la razón a Wooyoung.

—Silencio —Felix habló más fuerte para callar a todos —si bien, al principio será incómodo, nos acostumbraremos, por favor no se preocupen de más y no supongan cosas que aún no han pasado. Ahora bajen a desayunar y no olviden que en una hora viene la chica de la depilación.

Todos caminaron a paso presuroso al sótano que hacían llamar hogar.

El bullicio afuera apenas comenzaba, eran las cuatro con cuarenta y las únicas afuera del camerino eran los gemelos, por lo general los domingos ellos iniciaban el show. Por lo regular los domingos que era cuando abundaba la clientela, el show lo iniciaban los chicos más caros del lugar: primero los gemelos, después los exclusivos (que aunque no podias pedir la noche con ellos, era por si en algún momento se desocupan los demás clientes supiesen que ellos estaban libres) y por último, los cotizados los dos más pequeños del lugar, ellos eran los más caros de Maechunbu, tanto que había una enorme lista de espera para tener una noche con ellos.

—Jisung, arréglate rápido, saldrás con Yuna.

—¿Con Yuna?, pero yo no soy exclusivo —dijo sintiéndose intimidado.

—Ahora si.

Todos miraron a Jisung con pena, Yuna se acercó hasta él y lo abrazó fuertemente.

—Tranquilo, no es tan malo —le sonrió tristemente —el señor Francesco no viene seguido, vive en Italia, viene una vez cada tres meses, podría ser tu caso y cuando viene me trae cosas bonitas, como vestidos y collares.

Han asintió demasiado ensimismado en sus pensamientos para verle el lado positivo, la última chica que había sido exclusiva junto con Yuna, Hyunseo había sido brutalmente asesinada. Recuerda cómo Yongbok había estado sereno toda la tarde, pero que en la noche cuando creyó que nadie le prestaba atención, lloró de forma desconsolada.

Todos y cada uno se sentían totalmente culpables por la muerte de su compañera, amiga y hermana, pero todos sabían que ninguno tenía directamente la culpa y que ellos no hubiesen podido hacer nada, por el contrario, pudo haber más de un muerto aquel día.

Cuando el menor volvió nuevamente fue porque un brutal golpe se escuchó en la puerta del camerino y un sollozo acompañado de este, a pesar de seguir a medio vestir, se apresuraron a abrir la puerta. La cara del regente estaba bañada en lágrimas y Seungmin se encontraba en el piso, sangre levemente salía de su cabeza.

—¿Qué pasó? —habló Wonyoung llevándose las manos al rostro sorprendida.

—Nada —escupió William, yéndose por el mismo lugar del que vino.

El resto ayudó a Seungmin a incorporarse del piso y verificaron que su herida no fuese más que una simple herida.

—Lix hyung estaba peleando con William del porque no le avisaron de que de ahora en más Jisung hyung sería exclusivo. Saben como es Will, se molesto, le hablo mal a hyung y me interpuse entre ellos, si no no sé qué hubiese pasado.

—Sabes que no puedes hacer eso.

—Lo siento —se disculpo el unico de pelo negro y abrazo fuertemente a Felix.

—Bien... —aplaudió —no perdamos más tiempo y prepárense para salir.

Acataron órdenes rápidamente y todos los prostitutos se apresuraron para vestirse, todos con ropa provocativa como lencería, trajes socializadores, obviamente a excepción de Wonyoung y Seungmin, él se puso un uniforme de educación física, que consiste en un pans junto a una playera de polo blanca, su peinado solo era hacer que sus cabellos cayeran por su frente en un aspecto "descuidado" y ella un vestido que le llegaba hasta las rodillas, era de flores y voluminoso junto a dos coletas que la hacía aparentar menos edad de la que tenía.

Fue el turno de los cotizados en pasar, la dinámica para ellos siempre era fácil, no bailaban, solo se presentaban, hablaban de sus gusto y sobre todo de su edad. Terminaron sus presentaciones y todos se pusieron en la barra esperando que alguien se acercó hasta ellos, a excepción, claro, de los cotizados y exclusivos.

Unas horas más tarde todos estaban dispersos o a la espera de más clientes.

—Sky, hola —saludó Thomas Johnson arrastrando las palabras debido a su estado de ebriedad.

—Hola, señor Thomas —susurró Seungmin sintiéndose pequeño.

—Oh, bebé, ya te he explicado que no me gusta que me llames de esa manera.

—Hoy no tengo reservación con usted —volvió a susurrar.

—Claro que sí, la cambié con el que seguía, te acuerdo que ayer por culpa de Peter no pudimos estar juntos.

—Y-yo.

—No te preocupes, cariño, hoy papi se portara bien contigo y te perdonara por ser una pequeña zorra con otros.

—Señor Thomas es mi trabajo —respiro con dificultad intentando contener las lágrimas.

—Pues deja de trabajar aquí, Seungmin —gimió frustrado el hombre de casi setenta años.

Tomó fuertemente del brazo al menos y lo arrastró por el pasillo de los camerinos donde se suponía que no podía entrar personal que no estuviese autorizado

—M-me lastima.

—Y lo haré más si no te callas, no me hagas enojar, Seungmin.

—D-deje de llamarme por mí nombre real, me da asco.

El hombre gordo se detuvo furioso. La espalda del adolescente chocó contra la pared, se quejó adolorido por el golpe que se acababa de llevar hace unas horas proporcionado por Will. Su cuello fue sujetado por la mano sudorosa de aquel hombre cortando levemente su respiración.

Cerró sus ojos fuertemente esperando el primer golpe, escuchó como la piel era golpeada, pero jamás logró sentir aquel ardor característico que venía después de un buen golpe o el sabor metálico de la sangre debido al choque de su mejilla con sus dientes.

Tras oír más golpes, decidió abrir sus ojos con cautela: Chan estaba en el piso, montado sobre el cuerpo del señor Thomas golpeándolo de manera brutal. La golpiza continuó, al principio Johnson intentó defenderse, pero llegó a un punto donde la golpiza era tal que ni siquiera tenía las fuerzas ya para meter las manos.

Por último Bang menor, tomó la cabeza del pedófilo, impactando fuertemente contra el piso, parte de la sangre salpicó en la pared y la otra en la cara del antes mencionado. Kim fue capaz de ver el momento exacto en que el pecho de Thomas dejaba de moverse, sin ninguna duda estaba muerto.

—¿Estás bien? —preguntó el administrativo con una sonrisa tranquila adornando su cara.

Seungmin asintió varias veces, sintiendo algo raro en su estómago, no, no era miedo: el miedo lo había conocido toda su vida, era una rara sensación que lo hacía sentir avergonzado y a su vez completamente en deuda con Chan.

¿Era amor? Kim esperaba que si. 

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