Cerró sus ojos para imaginarse algo bonito, lo primero que pensó fue en flores, él amaba las flores a pesar de que jamás le habían regalado unas, tampoco las conocía más que por la televisión, Felix le había prometido que en su próximo cumpleaños les regalaría unas y sonrió dejándose vencer por el sueño.

—Minnie, bebé, despierta, Minnie. ¡Kim Seungmin! —gritó el mayor sintiéndose desesperado.

—¿Q-qué? —tartamudeo despertándose debido al susto.

–Mierda, me asuste, llevabas diez minutos inconsciente, Jisung fue el que te encontró.

—¿Qué hora es? —preguntó ignorando su desmayo.

—10:30

Asintió y se reincorporó de la cama, corrió a donde estaban los camerinos y se preparó para esperar a un nuevo cliente. Ese día era viernes, por lo tanto tenían mucha más clientela de lo habitual. Lo único que hizo fue procurar que su "uniforme escolar" se viese correcto y ponerse un poco de crema en la cara.

A personas como Jisung, Jeongin, Hyunjin y Yeji (gemelos), Wonyoung, Ryujin, Yuna o incluso Felix podían darse el lujo de maquillarse o teñirse el cabello, a él también le gustaba eso, quería ponerse sombras o unas cuantas mechas coloridas en su cabello, pero no lo dejaban.

Matthew le había dicho que lo haría si pasaba de los dieciocho, que por el momento él tan solo podía aparentar un aura angelical y amorosa. No entendió aquello, pero recuerda que Jisung y Felix se habían peleado muy feo con el señor Matthew aquel día.

Tan fuerte había sido la pelea que los guardaespaldas del Bang mayor (Matthew) les habían dado una paliza horripilante a sus amigos.

Seungmin "trabajaba" en uno de los mejores prostíbulos de la ciudad, todo el tiempo estaba abarrotado de gente y más los fines de semana, no hacía falta aclarar que aquel lugar era clandestino.

Around The World (ATW) era un conjunto de veinte pequeños prostíbulos y se llamaba así debido a que podrías visitar a prostitutos de diferentes culturas y nacionalidades. El lugar se dividía en 5 diferentes recintos: Asia, Europa, América, África y Oceanía.

África tenía prostitutos de: Kenia y Marruecos.

América de: México, Brasil, Argentina, Estados Unidos y Canadá.

Europa tenía a: España, Italia, Francia, Grecia y Reino Unido, este último siendo el país donde los prostíbulos se encontraban.

Por último asia tenía cuatro prostíbulos a su cargo, los cuales eran: China, Tailandia, Japón y Corea

La mayoría de personas que trabajaban ahí estaban secuestradas, algunos siquiera pasaban de los dieciocho años, como era el caso de Kim que apenas tenía catorce.

El chico sabía que era coreano por el lugar donde estaba, pero ya no recordaba nada de Corea. Seungmin fue vendido a sus escasos ocho años, su madre vendió a cambio de algo de dinero para sus drogas.

Fue llevado rápidamente a un burdel de mala muerte donde los hombres le enseñaron lo cruel que podía ser el mundo, un año después su tortura podía decirse que acabó parcialmente.

Matthew Bang pago toda una noche con él, fue la primera vez en un año que salía del burdel, el primer sitio al que fueron fue a una juguetería donde se le permitió comprar todos los juguetes que quiso, el segundo lugar fue a una dulcería y por último a un exclusivo hotel donde se le permitió saltar en la cama y ver películas hasta dormir.

Seungmin también comió galletas y leche chocolatada, aunque después de la leche sus párpados empezaron a cerrarse solos y se durmió profundamente.

Despertó en el lugar que hoy en día conoce como su hogar, su condición de vida si mejoro bastante, a pesar de ser uno de los clientes más solicitados del lugar.

Al primero que conoció fue a Yongbok, aunque tiempo después cambió el nombre a Felix porque su nombre "real" era difícil de pronunciar para los ingleses.

Felix también fue uno de los favoritos, el chico era simplemente hermoso, sus pecas, su sonrisa, su personalidad cálida y sus facciones delgadas atraían a muchísima gente.

El pecoso se encargó de cuidarlo, a él y a Jisung que eran los recién llegados. Lee a sus veintiún años se hizo padre de dos niños. Seungmin de nueve años y Jisung de doce.

Felix siempre fue manipulador y muy listo a sus veintitrés años logró ganarse la suficiente confianza para por fin dejar de prestar sus servicios y solo velar por la seguridad de sus niños. A sus veintiséis podía decidir con quién sí y con quien no se metían sus bebés.

¿Era una mierda? Sí, pero sabía que no había escapatoria, solo una vez había salido de ATW y se dio cuenta de que el lugar estaba tan lejos de la civilización y con tan buena seguridad que si intentaba irse lo atraparian en segundos.

Lo peor es que ninguno quería escapar, estaban acostumbrados a esa vida y aunque les abrieran la puerta dándoles la libertad, probablemente nadie se iría.

Maechunbu (el prostíbulo dedicado a Corea) era el burdel que más chicos tenía, eran once chicas y cinco chicos contando a Yongbok, un total de dieciséis personas coexistiendo como familia.

Lee Felix era el padre.

Yeji (Lucy) y Hyunjin (Sam) son los hermanos mayores con veinte años.

Jisu (Lia), Chaewon (Anna), Jimin (Karina), Ryujin (Joanne), Chaeryeong (Serena), Jeongin (Joseph), Yujin (Judy), Yuna (Hussey), Jisung (Peter), Gaeul (Belle), Jiwon (Liz), Wonyoung (Tori) los "medianos" debido a que su edad iba de los diecinueve a los quince y por último Seungmin con tan solo catorce años.

—Seung, viene de nuevo el señor Thomas dice que quiere verte... —habló Yuna sacándolo de su ensoñación.

Kim hizo una mueca de asco.

—¿Otra vez? Estuve con él apenas ayer.

—Lo sé, bebé, pero estuvo en lista de espera meses y pagó por ti toda una semana —sonrió incómoda y Seungmin respiro resignado —deja le invito un trago, iré yo.

Sin dejarlo terminar la de pelo morado salió del camerino siendo seguida por Seungmin, esta se acercó al bartender pidiéndole una copa de vino tinto. La adolescente estaba por acercarse al señor Thomas cuando el moreno le quitó la bebida de entre las manos.

—Es gay —le susurró a la chica para después sentarse en las piernas de aquel asqueroso hombre.

—Peter, tiempo sin verte —comentó alegremente el hombre.

—Es que ya no me buscas —hizo un puchero falso —incluso estoy celoso de Sky, lo vienes a ver super seguido en la semana.

—Por cierto, ¿dónde está?

—¿Importa? Estoy contigo, concéntrate en mí.

Seungmin sonrió quitándose un peso de encima, estaba agotado, el lugar abría a las cuatro de la tarde y a esa hora ya había estado con siete personas.

Alguien lo jalo por la cadera, sintiéndose extrañamente nervioso.

—Soy yo.

—Lix hyung, me asustó.

—Tú fuiste el primero en asustarme en aquel cuarto.

—Lo siento, tenía sueño y solo me dormí.

—Está bien, estás en crecimiento necesitas dormir.

—¿Tenías miedo de que fuera parte de la estadística?

—No, Seung, tú jamás serás parte de la estadística.

—¿Por qué? —preguntó con genuina curiosidad —todos estamos expuestos a eso.

Todos lo sabían, habían escuchado a Felix muchas veces hablar de los prostitutos de las los burdeles de al lado. Siempre que había un deceso Felix les decía que había una persona más en la estadística y que vendría alguien nuevo a suplir su lugar.

Cuando le preguntaron a Yongbok porque se refería a estos como estadísticas, el respondía que así no pensaba que eran personas y así, él no sufría por ser tan insensible al no sentir lo más mínimo porque alguien muriera.

—La diferencia de Maechunbu y los demás burdeles es que allá no hay quien los cuide o les de amor, Minnie. Aquí yo los protejo y mimo, desde hace tres años que los cuido no ha habido ni una sola muerte.

—¿Y si alguien muere de viejito, Lix hyung? También será parte de la estadística.

—Claro que no, si alguien muere de viejito yo les lloraré, eso hace la diferencia; ustedes jamás serán parte de la estadística porque ustedes no son solo prostitutos, son mis hijos y mientras yo viva siempre tendrán quien les llore.

Felix acarició el pelo de Kim como acto de cariño, Jeongin que pasaba por ahí y escuchó accidentalmente la conversación corrió al baño de servicio desesperado para vomitar. Minutos después su novio lo alcanzó y palmeó su espalda.

—¿Pasa algo, bebé?

Asintió limpiando su boca con la manga de su playera.

—Si, solo escuche algo que no debía, Jinnie.

—¿Qué fue?

—Seungmin diciéndole a Bokkie que llegaríamos a viejitos —sin querer las lágrimas corrieron por sus mejillas desconsoladamente.

Hyunjin abrazó a su novio, aunque la angustia se instaló en su pecho, todos habían intentado que Seungmin disfrutara su adolescencia lo más que pudiera ser posible y a pesar de que Seungmin ya sabía que el infierno que era la tierra, aun así el chiquillo aún creía en cosas tan lindas como que el juntos para siempre existía o que algún día escaparían de aquel lugar.

Nadie tenía corazón para decirle que lo más probable es que nadie pasaría de los treinta años.