One Shot 4.

10:43pm

Robotnik y Stone no dejaban de trabajar, fueron pasando las horas y horas y, parecía que nunca acabarían.

La fabricación del avance de las maquinas del doctor no era para nada fácil. A pesar de las muchas veces que lo hacen, las exigencias que ponía su jefe a su empleado hacia que el trabajo se volviera aún más agobiante.

—¡Stone date prisa, esa combinación de componentes electrónicos organizados en circuitos no se va a restaurar, ni mucho menos mejorar con tu modo de velocidad media baja! — regañaba Robotnik a su lacayo. Este muchas veces apelaba a las órdenes de su manda más sin pensar nada negativo y de ningún modo quejarse, pero ya esto se había vuelto el mismo aire vívido durante los últimos tres días; contacto con pocas horas de sueño, y mucha cafeína en el sistema nervioso de ambos.

No obstante, Stone se pegó una pequeña bofetada, alterando sus neuronas para recobrar fuerzas. Un "Como ordene, Doctor" salió de su boca, casi de manera inconsciente, pues estaba más dormido que despierto.

Las ojeras de los dos hombres se notaban a kilómetros, Stone le atemorizaba darle una pequeña opinión a su jefe en dormir por lo menos unas 4 horas...5 máximo, para así poder trabajar con el mismo rendimiento, pero estaba más que seguro que diría uno de sus típicos sermones.

-"Perderíamos mucho tiempo en ese acto de dormir como la actividad de la mente durante ese periodo de descanso"

- o "Atendemos a 7 de mis maquinas en promedio de media hora, eso multiplicando el dígito que propusiste, perderíamos un aproximado de 56 de las actualizaciones solo porque no puedes aguantar un par de horas de trabajo, lo cual es tu responsabilidad como mi mano derecha y bla bla bla..."

Se sobresaltó de repente. Remedar a sí aunque fuera en su cabeza es una falta de respeto. Lo que dicen por ahí en cierto. Te poner muy irritado por la falta de sueño, pero de algo le sirvió ese susto, al fin pudo abrir por completo sus ojos. Se juró así mismo que no lo volvería hacer.

Acerco sus manos a la computadora para meter los dígitos correspondientes, más los avances que debían, así alejarse del enorme ordenador dando vueltas en su silla giratoria, para de manera manual encargarse de las maquinas por su tarjeta madre, todo con un repetitivo orden una y otra y otra vez.

02:53am

El moreno se estiro al terminar el 237, no estaba tan seguro de cuantos de estos quería el doctor, le aterrorizaba si estaba pensando un numero de cuatro dígitos o más, pero no podía hacer nada más que seguir con lo suyo.

Apenas toco el teclado para seguir con el número 238, la voz de su superior lo llamo.

—Stone...haz café para ambos — alejo su mirada de las máquinas para posarlas en su secuaz —tomaremos un descanso de 10 minutos, perderemos un aproximado de tres o cuatro de los drones pero...mis ojos por muy fulgurante que sean he de decir que necesito de un descanso.

Eso fue como si el mismísimo Dios fuera tocado el corazón de su patrón, y lo dejara reposar.

—Sí, Doctor — contesto más que entusiasmado, estaba feliz de poder manejar algo más que solo circuitos.

Se metió en la pequeña cocina, Preparando uno de sus mejores bebidas. Un latte con leche de cabra Austriaca al vapor. Era triste que su concentración estuviera un poco abajo de lo que normalmente era, impidiéndole que no tuviera la suficiente concentración para poder hacer uno de sus más amados dibujos en su café, pero si tenía la suficiente como para preparar aquella bebida caliente y proporcionalmente dulce a la perfección.

Tomo las dos tazas con sus pequeños platicos al finalizar, dirigiéndose nuevamente a la sala de trabajo.

—Doctor, ya está listo su- — las palabras quedaron en el aire al ver a un Robotnik profundamente dormido en su mesa de trabajo, soltando pequeños ronquidos a través de su boca, inhalando en unos diminutos rugidos, y silbando en cada exhalación dada, moviendo su bigote con forme sus labios lo hacía.

El agente que todavía permanecía despierto y con el par de tazas de café en sus manos, las dejo en una mesa continua, aproximándose a su jefe para inspeccionarlo más de cerca.

—Doctor — lo llamo a lo bajo —Doctor — reanudo su acción, moviendo lo ahora con sumo cuidado de su hombro, este no tuvo respuesta alguna, lo único que conseguía eran los míticos (y de cosa rara) adorables ronquidos del científico. Stone no pudo evitar soltar una sonrisa de la adoración ¿Cómo era posible que alguien de un carácter muy delicado y explosivo; casi llegando a lo bipolar, pudiera verse inofensivo, y adorable al momento de caer en las más comunes de las inconsciencias?

El joven quedo un momento más contemplándolo, le parecía tan gratificante, satisfactorio, y muy relajante verlo así. Era gracioso pensar que él, pese a que le disgusta las desventajas humanas, comparándolas con sus files maquinas que no tenían ni el más mínimo grado de error, él también era un humano, y por mucho que lo reproche, también podía sucumbir en aquellas necesidad de los seres vivientes.

—Ahh~ — se le escapo un suspiro, pero no tardo mucho aquel momento de relajación, debían de terminar los todos los robots posibles y ahora con el doctor dormido, se volvería más complicado, y si el imitaba lo mismo que Ivo, lo mataría probablemente, aunque él ya había hecho lo posible de despertarlo, aunque no mucho, la pena de separar su sueño con su jefe le hacía sentirse culpable, pero también se sentía mal si no hacía nada. Su debate mente era horrible...hasta que al fin decidió que hacer.

Tomo una manta, cubriendo a su jefe con ella hasta sus hombros, palmeo su cabellera, sorprendiéndose por lo sedosa de la misma, así dándose la media vuelta, tomarse una de las tazas de café de un solo trago, tronarse los dedos y hacer lo que mejor le parecía hacer.

06:22am

El dolor de su columna vertebral comenzaba a punzar lo, obligándolo a despertar para estirarse lo mejor posible en su tronco. La posición que había conseguido para dormirse de una forma improvista no fue la más favorable para su espalda, la claridad le pego en sus ojos, ocasionando que se encandilara brevemente, duro un par de segundos procesar donde estaba y porque de su incomodidad, hasta que se dio cuenta de su grave error.

—¡No, me quede dormido! — se paró de un salto, buscando remediar su error, la paranoia lo comenzó a comérselo y estaba preparando todo el sermón y regaño que le daría a Stone por dejarlo dormir, y dejarse llevar por el cansancio de su cerebro.

No obstante, no pudo terminar de pelearse consigo mismo al ver como el agente estaba ahí, durmiendo en su mesa de trabajo, casi idéntico como la que él estaba hace poco, mirando como decenas y decenas de vasos de café adornaban el interior de la cesta de basura, justo a la repisa llena de sus nuevas y mejoradas maquinas, lista con sus funcionalidades marcadas en su sistema duro, miro el contenido de manera superficial. Multiplico cada hilera, hasta tener un redondeo de 846 de los robots ya listos, Robotnik abrió los ojos de la impresión, tal parece que su ayudante termino su trabajo por su propia cuenta, incluyendo que fabrico muchos más de lo que estaba pensado.

La duda hizo cuestionarle aquella acción.

—¿Por qué el idiota no simplemente me despertó para ayudarlo? — hablo para su propia persona, acercándose a dicha persona quien no parecía escucharlo, ni por lo menos tener algunas señales de querer despertar. Visualizando como en sus parpados inferiores se coloreaban sus ojeras por el poco sueño que tuvo en la madrugada.

Se alejó de su ayudante, visualizando mediante un escáner que todo el patrón de funcionamiento este correcto, y en efecto, todo estaba como debía estar, aun cuando el agotamiento lo consumía, el pobre chico continúo con su deber.

—Fabuloso, ahora te quedaras dormido en la hora de trabajo — se quejó el hombre con el menor, quien todavía seguía rendido en el mundo de los sueños —Ahh~ — exhalo algo frustrado...pero también aliviado, era un revoltijo de emociones.

No sabía si felicitar al agente Stone por lo que hizo...o dejarlo sin sueldo por unos meses...sea como sea, dejaría que por el día de hoy el agente se quedara dormido hasta la hora del almuerzo, pero su presencia perezosa le empezaba a molestar, empujándolo levemente para que se despertara...o se callera al suelo, lo que pasara primero, pero no se dignó, debido a los gérmenes que posiblemente pueda expulsar por su respiración en forma de ronquidos.

Miro en su entorno si podía mejorar esta situación, miro la cobija que minutos antes lo arropaba, sospecho momentáneamente quien fue que la puso, era algo evidente. De un solo empujón tapo a Stone, cubriéndolo casi por completo, ocasionando que lo mirara por un par de segundos con el ceño fruncido.

—Sé que no me escuchas, y no es que te favorezca esta vez, pero solo lo diré una vez en toda mi vida y ya...— se inclinó un poco a la dirección del esmoquin negro —Gracias~ — susurro tan pero tan bajo, que ni siquiera alguien de al menos a tres metros de distancia de él no lo fuera escuchado.

Luego de eso, no dijo nada, ni hizo más nada, solo se maldijo pocas veces al verse obligado en ir el mismo a la cocina para prepararse su propio café. Lo escupió agresivamente. No sabía mal...pero no era lo mismo.

—¡Aahhg. Demonios Stone, sí que te bajare el sueldo por esto! — refunfuño con algo de irritación.