Sunrise (Bonus 🔞)
Continuación:
Advertencia.
El siguiente texto, contiene escenas muy explicitas y subidas de todo. No me haré cargo de traumas. Se recomienda discreción. Lee bajo tu propia responsabilidad.
Tal vez era el alcohol, tal vez era la adrenalina que extrañaban al tener sus cuerpos juntos, o tal vez es porque simplemente se amaban. Sea cual sea algunas de estas opciones, no evitarían que lograrán su bochornoso cometido.
Al entrar ambos al cuarto destinado a la evacuación de los desechos fisiológicos y al aseo personal no pudieron evitar unirse nuevamente en un acalorado beso. Se estaban arriesgando, y lo saben, incluso, se estaba literalmente subastando el pellejo apenas habían habitado aquel cuarto de baño público sin cerciorarse ante mano con precisa cautela de que estuviera deshabitado, pero sus labios apenas se unieron no pudieron evitar olvidarse de todo su entorno, mandando todo y a todos al carajo, sin importar los riesgos que se estuvieran exponiendo.
Lee sostiene el rostro del Doctor, acariciándolo con notorio deseo, Robotnik solo se limita a posar sus manos en las caderas del más bajo, estrellándolo contra la pared del cuarto, haciendo que el sufrido no lograr evitar soltar un jadeo de emoción y dolor placentero.
—Ahh~ Doctor — llamo en medio de su beso.
—Creo que no es momento de formalidades, Lee — gruño con evidente emoción en sus palabras. La voz del Doctor siempre ha sido demandante y ronca, pero ahora era grave y profunda, sin perder toda su fortaleza, pero convirtiéndose más embriagadora. Siempre deseoso de escuchar más.
El novio recién casado asiente con notable devoción, volviendo a juntar sus bocas en un lengüeteo carnívoro, volviéndose ambos productos de un manojo de sentimientos reprimidos por muchos años.
Se separaron por falta de aire, haciendo que el Doctor se desesperara un poco, sujetando el cuello de la camisa elegante de Stone, para luego ponerlo al frente del gran y bonito espejo que se encontraba en medio de los lavamanos. Robotnik hace que vea su reflejo, mientras lo ahorca a sus espaldas, sosteniendo su mirada puntiaguda y lascivia en él.
—Mírate~ — susurro en el oído del más joven —tan vulnerable como siempre ¿No es así, Stone? — trono sus labios en la oreja del mismo, haciendo que Stone jadeara de la sorpresa y la calentura, sin poder eludir a morderse los labios con notable lujuria —Incluso si te cogiera aquí mismo...no te importaría menos, ¿verdad? — fue dijo antes de posar su otra mano en el pecho ajeno, provocando más escalofríos en el moreno que no era más que un manojo de nervios y temblores; deseoso de más.
—Aaah, D-Doctor... — suplico casi sin aliento.
—¿Qué dices?...¿No te parecería excitativo mirarte a ti mismo mientras te cojo? — hablo con saturada emoción, frunciendo el ceño mientras resaltaba su hermosa sonrisa, adornada con su característico bigote, palmando más su cadera contra la retaguardia de Stone.
El sonrojo de Lee aumenta a tonalidades enfermizas, volviéndose todavía más afanoso de lo que ya estaba. El Agente asiente desesperado, casi sin poder hablar, pero queriéndole hacer saber a su Doctor que sí. Quería hacerlo justo aquí, justo ahora, de todas las malas maneras posibles.
Cualquiera persona cuerda y sensata pensaría que era un cínico, aunque Stone se estaba afirmando que su persona lo era, lo era sin ningún margen de error o duda.
Tener relaciones sexuales con tu jefe, en un baño público, en medio de la celebración de tu boda, mientras tu esposa está a menos de 20 pies de distancia de ti, era para al menos catalogarlo como alguien descarado, pero pregúntenle si a eso le importaba menos de un átomo a Stone, y si no le importa al propio novio, ¿Qué se puede esperar de su padrino?
Robotnik afloja la corbata de moño de Stone, desabotonando los primeros botones, teniendo libre acceso a su cuello, olfateando su cálida piel, su loción era adictiva, besando y chupando ahí, lo que provoca que Stone suelte un gemido involuntario. El vulturno de su propia imagen en aquella escena hacia que tanto Lee como Ivo nunca quisiera que se acabara.
Robotnik pasa del pecho de Stone hasta su cadera, sujetándola con una mano, sin soltar la otra su cuello. Echando sus posaderas para atrás, frotando contra su miembro semi-erecto.
Stone se alteró, pero de una buena manera, restregando más su trasero contra los pantalones de su señor. Robotnik no puede esquivar el próximo gruñido que da, cerrando sus ojos, frunciendo todavía más el ceño y apretar su mandíbula con fuerza.
—Uhh~ suficiente de puras entradas, es hora del plato fuerte ~ — fue todo lo dijo antes de la acción.
Stone echa la cabeza para atrás, arrecostando todo su peso en la cerámica blanca, confiando más en este soporte que en sus propias piernas que se volvían gelatina, la boca cálida del Doctor lo estaba llevando a lugares tan inimaginables.
Volvió a enfocar su vista en su jefe que estaba de rodillas, era algo chistoso como estaba con una cara sería a la vez de concentración, dando movimientos rítmicos y precisos, claro. Ni siquiera en el sexo Robotnik podía perder sus costumbres prolijas y roboticas.
Fue continuando con su ritmo, hasta llegar uno más acelerado.
—S-Señor...por favor, para — dijo colocando su mano en el cabello y frente de su acompañante para que se detuviera, estaba a punto de correrse y no quiere hacerlo, no todavía y tal vez su novato cuerpo no aguantaría la tensión de dos orgasmos.
Robotnik se seca bien la boca, regalándole una mirada intimidante, aunque sea él quien está de rodillas.
—¿Cómo te atreves a interrumpirme? — dijo con un notorio enojo en sus ojos.
—Lo siento, mi señor. Yo-
Con las rodillas algo adoloridas se levantar, gruñendo casi en silencio para ponerse de pie.
—Creo que voy a tener que enseñarte quien manda — objeto con una mirada perversa y una sonrisa hambrienta, posando sus manos en su cinturón, desabrochándolo tortuosamente lento —y no me importa que seas tú el dueño de este intento patético de boda~ — hablo acorralandolo en la cerámica, mordiéndose ambos el labio inferior, ansiosos de continuar.
—A-Aaaayyyhhh~ — chillo el joven moreno al sentir como el glande del Doctor intentaba perforarlo. Estaba inclinado, apoyando sus brazos en los lava manos, con sus pantalones a los tobillos, y sus genitales y trasero al aire.
Robotnik alza una ceja, comparando este momento como si intentará meter una bola de bolos en un calcetín. Era de esperarse ¿No? Después de todo...la saliva no era un lubricante patentado, ni recomendado, pero era lo que había a la mano.
—De haber sabido que pasaría esto fuera comprado condones y lubricante — hablo con algo de frustración, no forzaría al cuerpo de Lee a sus intromisiones si no se adaptaba. Tampoco es como que tengan mucho tiempo como para dedear el cuerpo de Stone y acoplarlo, esto debía de hacerse rápido o sino no se hace, y Stone no estaba dispuesto en posponer este tan anhelado encuentro.
Robotnik frota su punta húmeda en la entrada del chico, con la esperanza de que se estimulara, de apoco Lee se relajaba más, cambiando su expresión tranquila y apenada a una de sorpresa al darse cuenta de como ahora la punta del sexo de su Doctor comienza en ajustarse, Robotnik al darse cuenta de ello da un empujón, seco y firme.
Stone al ver el semejante grito que se pronosticaba que daría, se mordió su propio brazo, apagando su llanto repentino y satisfactorio por lo lleno que se sentía ahora.
Era algo extraño, tanto para Robotnik como para Stone, pues nunca habían hecho esto antes, pero no tenían problemas en cometer algunos errores y de disfrutar de todo con tal de estar juntos.
Robotnik se empuja contra Lee con cuidado, escuchándolo exhalar ruidosamente, Dios. La sensación era tan adictiva, tan deliciosamente vulgar, quería moverse más rápido y destrozar el interior de su amado Agente, pero no haría nada de eso, es más, pensó en protestar apenas noto como Stone seguía silenciando sus choriqueos en el hueco de su brazo, pero ese pensamiento no duro mucho al notar como Stone levantaba su rostro, detallando en el espejo su mirada mareada y consumida con la excitación, al igual que su notable sonrojo.
Casi le pareció irreal ahora como Stone pedía más, moviendo sus caderas de atrás para adelante, Robotnik lo ve como una clara bienvenida, sujetando con más fuerza las caderas de Stone, siguiendo su vaivén continuo y certero. Al principio fue algo torpe y deductivo, ahora con un ritmo constante se enderezó todavía mejor y uufff.
Por todo lo bello. Stone se sentía tan bien, quería que esto nunca terminara.
El Agente hace todo lo que puede para no gemir, al menos no tan fuerte, aunque con el grosor de su jefe era algo complicado.
Lee alza la vista, encontrándose con la mirada del Doctor en el espejo, que lo miraba atentamente mientras no paraba de darle y darle.
Una de dos. O Robotnik acaba de darle justo en el clavo, haciendo que su piel se erizará de la emoción y el sentimiento de aquel punto tocado, o...basto con la simple mirada sensual de su amado como para ponerse así.
Robotnik se inclina un poco, sujetando las mejillas de Lee con algo de fuerza, obligándolo más a observar...
—Mírate~ — susurro con notoria perversión —Mírate como te acoplas a mi tan bien. Pareciera que fueras hecho para esto. Mi juguetito anti-estrés.
—Ohhh~ — soltó apenado, pareciéndole tan vergonzoso y a la vez tan caliente , que sentía que se volvería adicto a esta sensación, aquella imagen tan sexosa de sí mismo lo estaba mareando —Ah...me encaja tan bien, ahh, es como si usted fuera sido hecho...mmhh...para mí~~~ — alargó la última vocal del éxtasis, mirando con notoria apetencia carnal a Robotnik apenas lo estudiaba. Tan hambriento de él, tan sexy con su imagen hecha un caos, lo estaba volviendo loco.
Robotnik sonrió, las orejas calientes, y su miembro también, usar sus propias palabras contra él. Buen juego, uno muy sucio pero bueno.
Aceleró sus movimientos, Stone para mejor soporte coloca una mano en el espejo del baño, detallando con más fogosidad cada linda expresión de Lee en el mismo objeto de cristal, mirando de vez en cuando la suya. Su mandíbula apretada, su cabello vuelto un desastre, su atuendo dando señales visibles de sudor, y su rostro transpirando, con un rubor en el mismo. No estaba acostumbrado a mirarse así, pero al menos se daba ese pequeño lujo con Stone y solo con Stone, grabándose cada facción del hombre que no dejaba de rogar por él.
Volvió a pasar sus ojos en el moreno, removiéndose con entusiasmo y calor, sintiendo como el clímax estaba con intenciones de abrazarlo nuevamente.
Pero hubo un problema...
Voces se escuchaban aproximarse a la habitación, y para colmo de males, Robotnik recordó que por el calor del momento, olvido por completo ponerle seguro a la puerta, pero...¿Quién en su sano juicio trancaría un baño público y esperar que nadie lo notara?
La puerta se escucha abrirse, filtrándose la música de afuera momentáneamente, para cuándo la cerraron se volvió a quedar aquel soundtrack a la lejanía.
—Cielos, siento que mi mujer me va a matar de tanto bailar — alego un hombre entre risas junto con su amigo.
Se dispusieron a usar los orinales, charlando de lo bien que iba en la boda.
Los cuatro inodoros que estaban dispuestos, solo uno, más específicamente el último, era ocupado por lo que al parecer era una sola persona.
Los zapatos lustrados de Robotnik eran visibles en la parte de debajo de la puerta.
Explicación más rápido: Estaba sujetando a Stone por las piernas.
La pareja de hombres estaban con el aire atrapado entre los pulmones. Se salvaron por un pelo, pero no era suficiente como para que se les quitará las ganas.
Robotnik le hace seña con sus gestos de que intentará empujar con sus pies la puerta, teniendo un soporte temporal para tener las manos libres por un momento. Stone acata sus instrucciones, colocando la planta de sus zapatos lo mejor posible para sostenerse, sujetando al doctor de cuello y hombro para mejor equilibrio, claro.
Afortunadamente estos cubículos eran lo necesariamente pequeños como para que Stone no se estirara más de la que debía para una buena posición.
—¿Crees que puedas mantenerte callado con estos soperutanos aquí? — pregunto en un susurro mínimo, pues debía de ser lo más silencioso posible.
Stone jadea un poco, y callado. Se sujeta mejor del cuello de Ivo, jaloneándolo un pocopara pegar su boca a su oído.
—No estoy seguro, Señor — respondió bajito.
La mano de Robotnik se aventura por el cuello de Lee, tomando su pajarita desecha para retirarla de su garganta.
—Entonces...no tomaremos riesgos — contesto con osadía, sujetando la prenda para atarla en la boca de su Agente, amordazándolo firmemente, con el fin de evitar que saliera ruido alguno.
Stone se sobre salta un poco, pero no hace nada para evitarlo, todo lo contrario, acepta gustoso el acto.
Robotnik toma la parte baja de los muslos de Stonas, asegurándose de que no se callera, y aprovechando para abrirle más las piernas.
—Ya sabes lo que tienes que hacer~ — murmulló en su oreja.
Stone con su cuerpo caliente y sudado asiente, sin poder decir nada al respecto, pero sin tener la necesidad de hacerlo, solo accede, sujetándose bien de Robotnik para levantar un poco su cadera, tomar con su otra mano el miembro erecto del hombre e introducirlo en si mismo.
Al alinearlo correctamente y saborear de nueva cuenta toda la longitud del mayor porsu cuenta al bajar las caderas, no pudo evitar poner los ojos en blanco, sintiendo sus parpados pesados.
Robotnik lo tenía justo donde quería, teniendo el peso de Lee a su control, lo sostuvo muy bien, moviendo el cuerpo de su Agente de arriba para abajo, cayéndose un poco más en el placer al mover sus caderas en conjunto con el cuerpo de Stone.
Este último cierra los ojos, siendo sus quejidos totalmente callados por su propia corbata de moño, siendo sorprendentemente efectiva al no escuchar absolutamente nada afuera. Lo único presente que tenía el Doctor en ese momento era la respiración agitada de Stone, pero ahora tan raquítico que solo era audible por este mismo, solo porque estaba literalmente pegado a él.
Los sujetos siguen afuera, al reconocer las voces sabe que son amigos de la novia. Una idea macabra pasa por la mente de Robotnik al seguir taladrando a su amado.
¿Y si le quita la mordaza a Stone?...
Con la mera idea de que los allegados de esa mujer que tanto detestaba escucharan los claros y sonoros gemidos del muchacho causados por su propia persona hacia que su miembro se emocionara más, su sonrojo empero movió sus caderas ferozmente, como si buscara que Stone gritara ruidosamente a pesar de que cargara con él aquella cinta de color negro.
La tentación era mucha, pero las consecuencias serían todavía más, así que controlo un poco más sus impulsos y sostuvo con mucha más fuerza los muslos del joven.
Stone echa la cabeza para atrás por el placer, aferrándose más al cuello de la camisa de su jefe, dejándose llevar de la lujuria sobre cargada y el regocijo que se estimulaba en su pecho.
—Oye, escuché un rumor de que Kat obligó a su novio casarse con ella. ¿Será eso cierto?
Comenzó la plática uno de los hombres que se estaban lavando las manos.
—No lo sé. Sabes que el poder mueve muchas cosas, pero vamos hombre ¿Quién no quisiera casarse con una linda chica millonaria? — respondió el otro individuo entre risas.
La mirada de Stone pasa ser de satisfacción a una un poco más afligida. Le dolía que se estuvieran burlando de algo que le hacía mucho daño. Ivo nota esto dando una estocada un poco más fuerte que las anteriores. Stone la siente hasta el fondo, recordando de que está era su primera vez.
Antes de que los sujetos se fueran, uno de ellos vio como un huella de la palma de una mano perfectamente plantada en el espejo de los lavamos se hacía ver con claridad, frunció el ceño con extrañeza, pero sin darle más vueltas al asunto, pensando que tal vez alguien muy borracho vino y se sostuvo del objeto con la intención de no caerse.
Los caballeros salen sin sospechar absolutamente de que estaban a centímetros del recién casado y su padrino en pleno acto sexual.
Stone mira a Robotnik de reojo, quien aparentemente tenía una cara rigurosa. Con la mandíbula afiliada de disgusto y sus ojos remarcados de odio.
Hace un esfuerzo colosal para sujetar ambas piernas de Stone con su brazo derecho entero, uniéndolas con firmeza para así usar su otra extremidad, jaloneándolo del cabello de Stone para que pegue lo más posible su oreja a su boca.
—Tu no le pertenece a nadie ~ — gruño con total dominio —Tu no le perteneces a nadie, excepto a mí — volvió a gruñir con más lascivia, moviéndose todavía más constante, por alguna razón sentía que su miembro lo apretaba más con las extremidades inferiores de Stone juntas —Eres mío Stone, y siempre lo serás~
La respuesta de este último fueron puras exhalaciones y lamentos ahogados, volviendo de nueva cuenta sus ojos llenos de afán y ansias de más.
Robotnik no lo resiste más, y de una jalada quita de la boca del Agente el accesorio suspirando con grandeza cuando vuelve hacer silenciado por los labios de Ivo, volviéndose de inmediato un beso hambriento y voraz.
Ambos querían seguir con esto, pero con más fuerza, haciendo que Robotnik se separará del moreno para ambos ponerse de pie, saliendo de Stone, la mirada confusa de este lo detallada.
Antes de siquiera poder Stone decir palabra alguna, Robotnik ataca.
—Sujétate en la parte superior de la puerta pero no dejes de mirarme — ordenó desesperado, aproximando al muchacho contra la misma portería de madera firme con notoria necesidad.
Stone no pierde tiempo y lo hace, se quita su saco blanco para dejarlo al lado del inodoro en compañía de sus pantalones, los cuales estaba perfectamente escondidos por si alguien volvía a entrar. Robotnik hace lo mismo, despojándose de su saco y guantes negros para mejor comodidad, el calor lo invadía, detallando como el sudor de ambos se asomaba por los parches de sus elegantes prendas echas un desorden, Lee se pone en dirección a su jefe, extiende sus manos y se apoya con las mismas mientras flexiona sus codos, los fuertes y firmes brazos de Stone hacen que sea pan comido, pero que Robotnik lo sostuviera de las piernas nuevamente hacia que el trabajo fuera aún más fácil.
Se vuelven a unir en un beso, siendo muy audible el chasqueo de sus labios y lenguas.
El miembro de Robotnik vuelve amenazar con entrar en el joven, rondando una y otra vez su orificio.
Con unas caricias más se impulsó en acceder, ganándose un gemido discreto en Stone, estrellándose con la lengua de Robotnik como su silenciador, ahora el mayor podía moverse con más facilidad, logrando besar con locura al Agente como le gustaba.
Los quejidos del joven se volvían cada vez más frenéticos y un poco más audibles, quizás siendo muy claro para cualquiera que entrara por la puerta principal. Robotnik se aleja de los labios de Stone, mordiendo su cuello mientras plegaba el ceño, demostrando su enorme esfuerzo creciente mientras se movía con más velocidad.
Los lloriqueos del más bajo fueron imposibles de detener, si no tenían cuidado cualquiera podría escucharlos.
—Mírame~ — ordenó extasiado, Stone nunca dejo de mirarlo, dándole una vista tan sexosa y tan encantadora de los ojos enamorados de él mismo a su patrón, grabando aquella imagen para siempre —¿A quién le perteneces Stone? Mhh~ dime...¿A quién sirves, amas y adoras?
—Aah...a-a usted,...D-Doctor — hablo a duras penas.
—Se más específico — empujó más fuertes sus caderas, obligando a estas a dar un gran salto en el mismo.
—¡AUH! — gimió adolorido como gustoso —Y-Yo...ah~ daría mi vida...por usted.
—¿Siii...?
—Usted...es mi todo, aahh, siii. Nooo... no podría estar con más nadie sino con usted, y solo usted, ¡DIOSSS! ~~~¡AAHHH! ¡LO AMO MUCHO IVO ROBOTNIK! — grito, sin preocupaciones al parecer a las personas que estaban afuera, pero era la descripción que necesitaba Robotnik.
Volvió a tocar los labios del joven, haciendo que este lo recibiera rápidamente, fue imposible no querer tocar a su hombre, provocando que Stone se soltará de la puerta para abrazar a Robotnik del cuello, pegándose ambos aún más en un solo revolcón momento, no. Esto definitivamente era tirarse de lleno al amor.
Robotnik no es el mejor con la fuerza física, pero se apoyó más en la puerta para mejor ajuste, cuando sentía que no podía más, se echó para atrás, sentándose otra vez en el retrete, haciendo que Stone se dentara justo en su pene, provocando que él mismo sintiera como si le estuviera rascando un riñón, tomando hasta la base por completo.
No perdieron más tiempo y Lee comenzó a lo que era evidente. Puso en práctica sus brazos y ahora eran sus piernas, saltando de arriba hacia abajo encima de su jefe.
Robotnik sentía que le estaban dando la mejor cabalgata de su vida, aunque en realidad era la única, pero no necesitaba de más como para saber que esa era la especial.
Stone sostiene las mejillas de Ivo, robándole otro apasionado beso mientras ahora solo se sentaba lo más que podía, meneando en un vaivén sus caderas con lujo de detalle.
Al separarse, un hilo desaliva los conectaba.
—Ah~ más rápido, adulador — ordenó fascinado, nalgueando una de las mejillas de Stone para alentarlo más, y con ayuda extra, sujetaba sus caderas para orientar sus movimientos.
Stone no bacilo ni un solo instante, cerrando sus ojos con fuerza, agarrando los hombros de Robotnik para mejor equilibrio.
—Ahh~ Doc, Mhh~
Ivo da una sonora cachetada al recién casado, provocando que babeara en el proceso, lleno de concupiscencia.
—¿Qué te dije, inútil? N-Nada de formalidades ahora — regaño, ahorcándolo en la sucesión.
—Lo siento, aah~
El sudor los estaba atormentando, y sus clímax invadiéndolos. El miembro de Lee que estuvo mayormente descuidado golpea el estómago de Robotnik por algunos momentos, llamando su atención y reprendiéndose así mismo por no darle una caricia.
Toma a Stone por el cuello con algo de fuerza, aun así no le impidió sus hábiles saltos.
—Escupe — ordenó alzando su mano —Tú decides, con o sin saliva — propuso severo.
La bienvenida fue más que recibida por el chico, quien hizo un esfuerzo por recuperar algo de sus fluidos salivales y expulsarlo por la mano de Robotnik, derramándose algo en su barba bien afeitada. Toma el pene de Lee con su mano adiestrada, haciendo gritar aún más alto al joven.
—I-Ivooo~ ahh, siii, así, ahh por favor, sígueme tocando — rogo en un grito.
—No me molesta tus súplicas — la verdad que no lo hacía, era como música para sus oídos —pero deberás de calmarte un poco si no quieres que nos descubran — regaño.
Stone con los ojos llorosos asiente, Pero pareciéndole casi imposible guardarse en silencio. Tomando una decisión apresurada.
Se arrecuesta contra Robotnik, mordiendo su hombro como una alternativa de silenciarse, este gime en el proceso, encendiéndolo a tope, apresurando su mano, masturbando con más rapidez el sexo de Stone.
Era demasiado placer como para soportarlo, no podía, no podía contenerse más.
Stone chillo fuertemente en su corrida, clavando los dientes con más fuerza en la piel de Robotnik cubierta por su camisa. La mano de Robotnik seguía bombeando el miembro del otro, manchándose de la semilla de su acompañante, secándose hasta la última gota de semen del mismo.
El canal de Stone se contrae al mismo tiempo, apretando con firmeza el mástil del Doctor, orillando al hombre a seguir los pasos de Stone, e imitar su proceso de liberación.
Da unos cuantos brincos más sobre él, vaciando hasta que se quedará seco, y llenarlo lo más posible a su amado.
Respiraciones entrecortadas y jadeos excesivos invadieron el cuarto de baño. Con sus cuerpos acalorados y el mador que rápidamente se volvió en transpiración, haciendo que convirtiera la atmósfera cálida y ligera.
Stone se endereza, sintiéndose lleno aún por los fluidos de su jefe y su miembro flácido. Mirándose las caras luego de las sensaciones pos-orgásmicas que estaban padeciendo.
Ambos sonríen, como si la locura que acababan de hacer fuera solo una broma de niños.
Stone se levanta, haciendo que Robotnik saliera de él, escurriendo todo su ser en la retaguardia de Stone, al contemplar dicho acto tomo un poco de papel higiénico y se limpió, no es como que le molestará sentir la esencia del Doctor dentro suyo, solo esa una viveza un poco rara al ser nuevo en eso, pero aun así, no se fuera tomado la molestia de hacerlo, si tan solo no tuviera que salir ahora mismo, y seguir con los invitados de la celebración, y con un derrame sospechosamente espeso brotar en tus pantalones no era algo que fuera a su favor ahora.
Ambos caballeros se visten, saliendo del cubículo para lavarse las manos y la cara, disimulando un poco lo que causó las glándulas sudoríparas de sus pieles en ellos. Se visten lo más decentes posibles y se enderezan en su postura.
Ambos no decían nada, como si se estuvieran dado cuenta de la gravedad de las cosas, pero a ninguno le importaba.
—Doctor — llamo Stone a este, viendo como el mismo se colocaba sus guantes luego de secarse las manos —Esto...usted, bueno... — se sonrojo, como si la plática fuera más dura que el propio sexo desenfrenado que tuvieron —Yo...no sé exactamente que decir — bajo la cara, lleno de vergüenza.
Robotnik frunce el ceño, pensando un monto de ideas que pudieran estar pasando en la cabeza de Stone ahora, sin lograr llegar una con solidez.
—¿Me amas? — pregunto de repente Robotnik. Aquel interrogatorio alarmó a Stone, quien alzo su cara con un sonrojo notorio, visualizando a su jefe, con los brazos cruzados y una postura erguida y escrupulosa.
Stone en otros tiempos le fuera intimidado aquella pregunta, más que la postura de siempre de su jefe, negando a ella si así era mejor, aunque se estuviera mintiendo así mismo y al propio Doctor, pero las cosas cambiaron, si, su mundo dio un giro de 180° apenas el Doctor se tomó la molestia y el atrevimiento de irlo a ver, confesando a través de sus besos lo que sentía por él, y viceversa. Así que si, lo amaba, lo amaba más que a nadie en este mundo, asintiendo con su cabeza en el proceso.
Ivo se acerca, sosteniéndolo de su mentón para que lo mirara a los ojos.
—Palabras, Agente,... quiero oírlo — demandó con más seriedad aún.
Stone tembló en su mano encantadora, pensado que en algún momento perdió la cabeza, y el corazón se le saleria del pecho que chocaba fuertemente contra sus costillas.
—Si — respondió con un jadeo —Siempre lo he amado, Señor.
No tuvo respuesta de Robotnik, claro que no, no una verbal. Así que, solo se inclinó su postura a la del joven, besando ahora con más ternura al chico, provocando un pequeño sobresalto en Lee.
—Quiero dejar en claro que esto es una muestra de una respuesta mutua a tu confesión y camelar — aclaro, provocando una cálida sonrisa en ambos.
—Pero...mi matrimonio-
—Tu vida marital es un engaño, y eso lo tengo muy presente, así que...has lo que debas hacer, finge todo lo que puedas, hasta que pueda ayudarte a salir de esa espantosa vida, pero mientras esté yo aquí,... contigo, me haré cargo de que tengas en cuenta a quien en realidad amas, y deseas — sonrió malvadamente, sabiendo perfectamente que Stone siempre será suyo sin importar nada, algo que Lee siempre tiene presente, y ahora con mucho más apego y fervor.
Terminan de arreglarse bien, detallando que no se les escapara ni un solo detalle.
Antes de que crucen la puerta, Stone lo detiene.
—Doctor,... gracias — hablo con apego, con ganas de incluso llorar en ese mismo instante.
—No tienes que agradecer nada, imbécil — suelta agresivo, pero con un tono de apego —solo algo si te pido... — Stone escucha esperanto —se paciente, te libérate de esto sea como sea. No será hoy, no será mañana, pero créeme. Ni siquiera un gobierno entero me impedirá liberarte como es debido — le juro con una sonrisa, provocando que los ojos del moreno se cristalizaran.
Se dan un pico de despedida, saliendo primero Stone para evitar sospechas, al pasar exactamente un minuto le siguió Ivo.
El Agente busco con la mirada a su amado, quien a verlo a lo lejos le sonrió, Robotnik imita su gesto discretamente, todo hasta que llegó lo que sabía que sería una tortura de aquí en más.
—¡Mi amor! ¿Dónde te metiste? Te estaba buscando por todos lados — le hablo con preocupación su recién casada esposa.
La sonrisa de Ivo se volvió rápidamente en una mueca de seriedad.
—Yo amh...— mira de reojo a su jefe, partiéndole el alma un poco al pormenorizar el gesto de disgusto de su amado, quien se alejaba y se perdía con el resto de invitados, tuvo que tener toda su fuerza de voluntad para no salir corriendo detrás de él y decirle que no lo dejara solo, que aunque le haya dado esas palabras de aliento y de resistencia, no se sentía nadie, si no estaba él a su lado.
No hizo nada, solo respiro hondo internamente, para mirar a quien era su mujer para hablar con la mejor de las falsedades.
—Estaba hablando con mi jefe. Le expliqué un par de cosas que hice en el laboratorio y que no me habían dado tiempo de relatarle — mintió con el mejor de los cinismos.
—Oh, ¿pero por mucho tiempo? — pregunta aún más confundida la mujer.
—¿Qué te digo? Era mucho — sonrió falsamente, sin mostrar su tierna y adorable gesto cuando está solo con su Doctor —Aunque tampoco debemos exagerar, no fue tanto — murmuro con un poco más de molestia escondida.
—Bueno, supongo que es cierto. Más si nos vamos de luna de miel dentro de un par de horas — expreso feliz la fémina, algo que hizo que el estómago de Stone se revolviera, disimulando bien su disgusto para asentir —Solos tu y yo, sin trabajo, sin preocupaciones, aaahh, ¿no lo crees, mi amor? — pregunto con una voz fina e infantil, besando a su esposo con apego para abrazarlo con emoción.
Stone no puede evitar enseriar su gesto apenas la mujer esconde su rostro en su hombro, comparando ese maldito viaje como el mismísimo infierno.
Robotnik sin más, camina entre los invitados, con una energía negativa que se podía percibir a kilómetros para el más observador. Por más haya pasado el último tiempo con Stone eso no minimizaba la molestia que sentía al verlo así. Casado. Cómo odiaba ese término.
Su cabeza estaba en un lío de sentimientos nuevos y frustrantes que casi choca con unade las personas que menos quería toparse hoy.
—Señor padrino, que milagro verlo aquí todavía — hablo sarcásticamente una chica ya muy conocida para él.
—Aaahh, tú...debí suponerlo — hablo de mala gana el hombre —¿Qué haces aquí?
—Amh...me invitaron, creo yo, no lo sé, supongo — respondió con sarcasmo.
—JA JA JA. Que chistosa — soltó igual o peor de sarcástico.
—Como sea, ¿has visto a Lee? Quiero darle mis condolencias.
—Querrás decir "felicitaciones"— corrió con comillas por sus propias razones.
—Noo, no lo creo — respondió segura —podrás hacerte de la vista gorda y no interesarte la vida de Stone pero tú y yo sabemos que todo este teatrito es solo una farsa para complacer los caprichos de una inadaptada que nunca le dicen que no a nada,....y él pobre de Stone tuvo que estar en su mira — confeso sin traba alguna.
Robotnik la mira, entre cerrando sus ojos, coincidiendo con ella por primera vez en toda la vida.
—Seeee, bueno. No es mi problema — mintió —y tuyo tampoco.
—Es mi amigo, quiero lo mejor para él, y sé que esto no lo es — dijo con sensatez.
—Te guste o no, es lo que hay...— miro en dirección a Stone quien al parecer estaba bailando con su esposa, con la mirada perdida y un poco cansada, volviendo sus ojos a la vida apenas sus miradas se encuentran, sin quitarse ambos los ojos de encima —por ahora ~ — susurra para sí mismo, tatuándose en definitiva la idea de que sabe que no lo perderá, no fácilmente.
—Siempre puedo contar con usted — soltó fría, queriendo alejarse un poco de aquel pesimista científico.
—¡Hey! — la detiene. Ella solo le da una la mirada neutral, esperando lo peor que pudiera decir ahora —...¿Quieres acompañarme a la barra?
Arrugaste tu cara en una expresión de desconcierto.
—¿Tú?...El gran Ivo Robotnik queriendo beber? — soltó incrédula.
El Doctor rueda los ojos —¿Vienes o no? No es como que tu compañía sea de suma importancia — se cruza de brazos.
Bufa en su berrinche, acercándose más a él.
—De acuerdo...— accede, ambos se direccionaron hacia el bar del lugar.
En todos los años de vida de la joven, estaba consiente de tres cosas.
1- El maltrato animal es una mierda.
2- Los políticos nunca serán honestos. Y
3- Que Robotnik no era el tipo de persona que disfrutaba de beber.
Pero estaba reafirmando un par de cosas al presenciar como el hombre pedía un whisky doble y se lo bebía como si fura jugo de naranja.
—Wooouu, más despacio, vaquero — aconsejo bajándole el vaso de sus labios, Robotnik la fulmina con la mirada —No quiero llevar tu trasero a tu habitación a rastras.
Otra risa sarcástica sale del hombre mayor, bebiéndose lo que quedaba de su vaso para pedir otro. La pelinegra le da un trago a su vino, estudiando silenciosamente el comportamiento del científico. Notaste como disimuladamente mira la pista de baile, sabiendo perfectamente que no era alguien de bailar en público, solo en la privacidad de su laboratorio como método apaciguador, así que con clara obviedad...estaba viendo a un punto fijo, estaba viendo a Stone.
Si pudiera apostar un millón de dólares a que esto le estaba afectando más de lo que el Doctor quería confesar, lo haría sin temblar. Pero algo si tenía razón ese lunático; no podían hacer nada al respecto, por mucho que le doliera Scarlett, a Stone y aparentemente a Robotnik.
—Tú también lo sabes ¿Verdad? — comenso hablar con calma, llamando la atención del hombre que luego de mirar tal escena da un trago de su licor.
—No hay nada que deba saber — contesto con amargura, sin darle la cara.
—Él no quiere esto — dijo, mirando su coma a medio beber con desconsuelo —No es justo — dio un trago fondo de su vino, acabándosela rápidamente.
Sabia sobre los sentimientos de Stone por el Doctor cuando trabajaban juntos, era muy obvio, pero nunca se imaginó que algún día estuviera orillado a esto.
—Sí,...pues acostúmbrate — hablo ásperamente, acabándose otro baso de su bebida alcohólica —Así siempre ha sido el conjunto de procesos que permiten el funcionamiento de los seres vivos a lo que simplemente llamamos...vida~ — el tono tembloroso y un poco relajado del Doctor hacia detallar que los tragos ya estaba empezando hacer de la suyas en el cuerpo del hombre.
No respondió a eso, pues en parte era cierto, pero no porque sea algo normal de la vida, eso no quita que siga siendo normal y honesto, nada de esto lo era.
—Duro pero cierto — soltó la chica con pesadez, pidiendo otra copa.
Ambos dan un largo trago de sus licores. La cabeza de Ivo se llenó del depresor necesario como para relajar un poco su sistema nervioso central, provocando la segunda barbaridad de la noche.
El momento de caridad no llego muy lejos luego de compartir un par de pensamientos más. Haciendo que a Scarlett le tocara lo que precisamente quería librarse.
Con pasos algo torpes llevo a la puerta al hombre de ciencia que ya empezaba a sentirse mareado.
—Ya déjame, no es como si estuviera inconsciente~ — hablo casi arrastras, parándose firme al zafarse de ti, queriendo caminar por su cuenta, ya sin importancia al estar ambos en la puerta de su cuarto.
—De nada — hablo obviando —No vuelvas a consumir cinco vasos de whisky en menos de media hora — advirtió, despidiéndose del mismo para ir a su cuarto a descansar.
El Doctor hace un gesto burlesco, sacando la tarjeta de su bolsillo para adentrarse a su respectiva vivienda temporal. Se metio al baño para quitarse la ropa, al agarrarse las solapas de su saco e ir liberándose de la calurosa prenda sintió una incomodidad punzante en medio de su hombro y cuello.
Al desabrocharse su camisa de vestir pudo recordar lo sucedido. Una perfecta mordida era la que estampaba aquella zona de su cuerpo.
Diablos~
Stone había mordido tan fuerte que las marcas de sus bordes incisales perfectamente marcadas en un rojo vivo. Sabía que mañana amanecería peor, tal vez morada. En otro tiempo se fuera enojado, bueno, para ser francos, en otro tiempo ni siquiera fuera tenido una marca de Stone para empezar, pero ahora era diferente...
Robotnik roza con sus dedos la herida, irritándole un poco el notorio dolor, pero como
Se lava la cara con el objetivo de despertar un poco y reducir los niveles de mareo que a veces tenia por el alcohol, no quería darle la razón a Scarlett y admitir que si estaba algo alucinado.
Se mete a bañar, saliendo del cuarto de higiene con unos pans y una camisa sin mangas, secándose el cabello con una toalla, justo antes de terminar su labor tocan el timbre de su cuarto, frunciendo el ceño y preguntándose quien podría ser a estas horas de la madrugada.
Deja a un lado su toalla y se asoma por la merilla de la puerta para ver de quien se trataba; la respuesta hizo que se sonrojara.
Sin tiempo de respirar, abre la puerta con algo de afán oculto, detallando la perfecta figura de Stone frente suya. Aun con su traje de novio, solo que sin su saco ahora.
—...Tengo media hora antes de salir a mi vuelo — hablo tranquilo, incitando a algo.
El Doctor sonríe —Bueno...hagamos que valga cada maldito segundo — respondió con perspicacia en su tono, dándole una señal con sus dedos a una clara bienvenida.
Stone sonríe de lado, metiéndose de lleno en la alcoba de su jefe y querer volver a ver la cara de Dios.
Gracias a todos por sus comentarios del día anterior, tome un poco de todos, ya que me pedían un personaje nuevo pero con un trasfondo más profundo y eso es algo que iba hacer totalmente imposible en este capítulo, así que decidí desempolvar a uno de los personajes a los que estoy trabajando en otro libro Stobotnik (que no he vuelto actualizar pero estoy en eso), pero también con comportamientos que la mayoría fuera tomado, familiarizándonos con dicho personaje y que no se sintiera tan forzado como para que Robotnik se sintiera en más confianza cuando en realidad no la puedo forzar en unas cuantas palabras aquí, sin embargo ya se verá más adelante.
¿Les interesa que siga con esta aventura o lo dejo hasta aquí? Ustedes deciden. Sus deseos son ordenes, sin más que aportar, aquí me despido, hasta la próxima, bye.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro