Sleep Kiss
One Shot 7.
—M-Me gustas...
Lo dijo...¡Lo dijo!
Después de muchos años de haber callado aquel secreto que lo atormentaba todos los días con la mera presencia de su ser amado, lo expulso así como así...
Su jefe, Robotnik. Quien estaba trabajando en su computadora, congelo su movimiento de dedos, quedando casi en un punto petrificado.
Se dio la media vuelta en su silla giratoria, de una manera tortuosamente lenta para Stone, sin tener ganas de levantarse del mismo mueble.
—Pues claro, es tan axiomática tu conducta que cualquiera a menos de 1,6 kilómetros se daría cuenta — afirmo de una manera eludiría.
Stone se sorprendió. Quitándole las álabras de la boca.
—¿D-De verdad? — tartamudeo de los nervios.
—Afirmativo. Mi supremo intelecto podría ser más que admirable para cualquier ser viviente en mi circulo de conocidos — hablo con orgullo de así mismo.
—¡No!...no, Doctor — negó con la cabeza —No se trata de una simple admiración — se acercó a su jefe —Usted...usted de verdad me gusta, gusta — aclaro todavía más el agente.
Robotnik frunce el ceño, levantándose de la silla de manera veloz, acercándose ahora un poco más a su ayudante.
—¿De qué disparate está dialogando, Agente? — le pidió hablar con el tono un poco subido de su voz.
Stone baja la cabeza, sintiendo como el verdadero infierno se estaba cambiando de ubicación hacia sus mejillas, incrementando el calor de una manera casi sobre natural.
Trago de su propia saliva del terror. Estaba reconsiderando que esto no fue una buena idea...pero ya era tarde, no podía dar vuelta atrás.
—Lo que...escucho...Doctor...¡Estoy enamorado de usted desde la primera vez que lo vi! — hablo fuerte y claro, levantando su cara de un solo movimiento, decidido a que lo viera y escuchara.
El científico no hace más que levantarse recto, procesando aquella información que le acababan de otorgarle. Moviendo sus ojos como si estuviera buscando las palabras adecuadas que formular, eso no le tomaba más de dos segundos, pero este era una charla que nunca en la vida le había tocado.
—... ¿Esta consiente de la ya relación impartida por nosotros, Stone? — le pregunto a modo de reclamo.
—S-Si...— lo acepto —Por eso lo calle...pero ya no lo soporto más. Tenía que desahogarme de alguna forma que no fuera con una simple almohada — bajo nuevamente la cabeza, sentía como en la conjuntiva de sus ojos se acumulaban por factura de su pena, vidriándole los ojos por lo sentimental que ahora estaba pasando su corazón.
—Bien...y estando al tanto de eso...¿Qué acaso no le parece inapropiado? — lo seguía invadiendo con preguntas, con su tono áspero y seco, y su mirada de seriedad. No teniendo un buen conjunto de esa cosas.
—Si-i — volvió a tartamudear, dejando escapar unas que otra lágrimas al escurrirse por su nariz y caer al suelo en la punta de esta.
—Y sabes que tu vida intelectual inferior a la mía... — hablo caminando alrededor de Stone, como si de una débil presa se tratara.
—Lo se...— hablo con aflicción.
—Y que no me interesa estas tales relaciones afectivas — seguía con su sermón, sin parar de rodear a Stone en su caminata amenazadora.
—Lo se~...
—Y de que no comparto tales sentimientos emociones por nadie...ni siquiera por usted...el más allegado de todos mis conocidos — esta vez lo tomo del mentón, obligándolo a que lo viera a los ojos, de estos solo brotaban lágrimas, opacando el grillo alegre que comúnmente conservaba.
—Lo se~... — susurro sin fuerzas. Sollozando una vez, se apeno apenas tomo el aire de esa forma.
—Y si es así...¿Por qué desperdicias saliva y tiempo en arma este teatrito? — lo interrogaba sin descanso, pero agradeció Stone que lo soltara de su rostro. No lo lastimaba físicamente, por dentro, era todo lo contrario.
—N-No...lo sé. Solo...quería decírselo y ya. No quise llegar a esto...pero en el amor nadie manda...y nadie gana — hablo tan débilmente con su voz quebrada, abrazándose así mismo —Yo lo admiro. Yo lo aprecio. Yo lo adoro. Yo lo deseo...Yo lo amo — hablo en todos los sinónimos posibles.
Ivo dio un respingón de frustración. Sobándose las cienes para buscarla la poca paciencia que le quedaba.
—Esto es tan...vergonzoso — hablo seriamente — espere más de ti, Stone ¿Y sabes porque? — se acercó todavía más al joven. Este niega —Porque el amor no existe. Es solo una fisiológica función del cerebro que se activa con solo tener la intención de procrear...y adivine que, agente...somos mamíferos masculinos — cetre cerro su mirada en molestia —La única razón de porque la gente se vuelve muy idiota en todo ese absurdo tema romantizado, no tiene ningún encaje en este tema — le aclaro fríamente —¿Lo ha entendido? — le pregunto ya un poco más sereno, pero sí que tenía un aire burlistico.
—Si...señor ~ — contesto a lo bajo. Ni si quiera sabe cómo agarro fuerza para tan siquiera poder hablar.
—Perfecto...toma tus cosas, estas despedido.
—¡¿QUE?! — se paró de ipso facto.
—¡No puedo conservar a un ayudante con su mal, Stone! — dijo Robotnik frunciendo el ceño —El malestar que usted padece se me es tan incómodo al usted revelarlo. Es como si alguien contragira el lepra, para nada quisiera relacionarme con esa persona — se cruzó de brazos en su explicación —Ahora retírese. Mañana le daré su ultimo cheque, junto con una carta de recomendación — se dio la vuelta al terminar, volviendo al mismo puesto de antes para continuar con lo que hacia.
Stone simplemente no podía creerlo. Ahora es cuando la palabra "¡ARREPENTIMEINTO!" le quedaba corta en su situación. El fluido lagrimal descendía con mayor rapidez ahora. Aprensando lo mejor posible su boca para no botar algún gimoteo infantil.
Se secó las lágrimas, algo muy tonto si con solo pasar su mano, ya bajaban unas nuevas para mojar su cara de nuevo. No discutió más con el tema, cuando el Doctor decía que haría algo, lo hacía; sin importar que alguien se lo peleara.
Lo entendió...él fue quien cometió ese error, y es él quien ahora estaba pagando las consecuencias de sus acciones, o al menos eso pensaba él.
—Está bien...— hablo con una voz un poco ronca por haber llorado más de la cuenta. Robotnik a quien estaba metido en su papeleo, no se dio la molestia en mirarlo, solo pudo captar con su oído sus palabras.
El agente se sintió miserable, abatido, sin nada...creyó que al confesarse se sentiría mejor, pero todo paso al revés.
"Ojala nunca se lo fuera dicho eso" — pensó lleno de tristeza.
"No...ojala nunca me hubiera enamorado de usted"
Pero él ya lo había dicho "En el amor no se manda...y nadie gana"
Sentía que lo había perdido todo...
Un momento...lo había perdido todo ¿No?...y lo único bueno de no tener nada, es que no corres el riesgo de perder algo. Cuando tocas el máximo de los fondos, no puedes seguir cayendo.
—Como usted diga, Doctor — hablo ya más calmado Stone. Incluso podríamos decir que seguro —Me iré...pero no solo con las adquisiciones que usted menciono — afirmo aproximándose a su superior.
Robotnik con una mueca de confusión, giro su cabeza hacia donde estaba el agente, topándose abruptamente con la cara de chico a muy copos centímetros de la suya. No se podía mentir así mismo, se sorprendió por aquella acción.
—¿A-Agente? — pregunto con clara incomodidad, buscando las maneras de levantarse, cosa difícil si la presencia de Stone le impedía al menos subir tres centímetros de donde estaba sentado.
De un solo movimiento de manos logro aprisionar las muñecas del doctor entre sus manos y el posa brazos del asiento giratorio. Provocando así que este no tuviera la capacidad de hacer movimiento alguno. El científico se sobre salto ¿Desde cuándo Stone poseía aquella fuerza tan repentina? Era la pregunta del millón de dólares en su brillante cerebro.
—Me despido de usted...pero a la forma de como yo lo decida — susurro ya prácticamente irrespetando las reglas del espacio personal del mayor.
—¡S-Stone, esto no es para nada ético! — hablo con los nervios al máximo, moviendo sus manos para liberarse, y la pregunta volvió a su cabeza "¡¿CUANDO DEMONIOS ESTE SE HIZO MÁS FUERTE?!" Pensó la probabilidad de que lo agarro con la guardia baja por la sorpresa, pero ya para este punto debió de reconfortarse.
—No tiene por qué serlo...después de todo me acaba de despedir...— lo callo de la forma menos esperada —Discúlpeme por lo que estoy a punto de cometer...pero hare que mi liquidación por lo menos haya valido la pena — y con esa aclaración ya terminada, se acercó apresuradamente al rostro de su ahora ex jefe. Con la intención de chocar sus labios con los de él, lo haría, lo iba hacer y...
—¡AH! — grito sobresaltado, agitando su respiración y su pecho tras pasar lo soñado, con una ligera capa de sudor en su frente —¡Solo fue un sueño! — hablo con el aliento cortado —Solo fue un sueño~ — dijo con alivio, no perdió su trabajo, su jefe nunca lo ha despedido...pero...tampoco le ha dicho a este lo que sentía, y mucho menos ha sido capaz de hacer lo que...bueno...su persona del sueño estaba pretendiendo hacer, pero que a muy a su pesar se despertó sin poder experimentarlo al menos en su subconsciente imaginativo inconsciente.
Miro la hora en su teléfono. Eran las 04:58am...faltaba demasiado como para que se alistara para comenzar su trabajo de cada día. Se removía entre las sabanas, y la cabeza en su almohada, buscando la comodidad que no llegaba. Volvió a la posición de antes, con una mueca de molestia se giraba de un lado a otro, se dejó derrotar por el insomnio que no lo dejaba dormir...o era simplemente aquella imagen visual de su jefe...tomando a este de sus manos para poder llegar hacer lo que más anhelaba lograr en este mundo...
*BEEP, BEEP, BEEP*
Sonó la alarma de su celular, marcando 06:30am, el hombre la apago de inmediato, solo pudo dormir hace media hora atrás. No la paso muy bien que digamos, cerro sus ojos, sin contar la mala idea de jugar aquel peligroso juego de dormir otra vez apenas desactivaras tu despertador, juego que pudo salvar apenas se dio cuenta que debía de irse alistando.
Se bañó, se vistió, tomo su café y salió a toda velocidad a su trabajo.
Apenas su mano toco la puerta del laboratorio andante, para entrar la empujo abriéndola, dando así una clara imagen de su jefe LITERALMENTE parado en el marco a de la puerta esperándolo. Con una pose ligeramente inclinada hacia adelante, con sus manos en la cadera, y un ceño fruncido que demostraba su descontento.
—¡Ah! — se sobresaltó Stone, no esperaba verlo precisamente ahí —D-Doctor...disculpe la-
—Veinte...minutos...tarde — hablo de manera severa, pero muy lenta a la vez.
—Ahm...¿Qué? — soltó algo descolocado.
—¡Veinte...minutos...tarde! — alzo más la voz —¡¿Sabes cuánto tiempo desperdicie esperando tu llegada?! — le reprocho —¡Fuéramos descubierto variados avances científicos, como el origen desde de la vida o la cuera contra el cáncer para vendérsela al gobierno, que la desechen y volveríamos a inventar otra!
—Creo que...está exagerando un poco, señor — hablo con algo de confusión su seguidor.
Ivo pone una de sus peores caras. Si ya de por si estaba en problemas, estaba más que frito ahora..
—D-Digo, sí, sí. Lo siento, usted tiene razón...lo lamento demasiado — se sobaba el brazo de la pena — pase muy mal la noche.
—No es de mi interés si tu rutina nocturna no fue procesada adecuadamente. Te ordeno que esto no vuelva a pasar — demando serio. Haciendo que Stone asintiera para que ya ambos siguieran con su labor.
A mediados de la mañana, el cambio fue notándose. Stone no progresaba de la misma manera que siempre. Estaba algo ido y lento, algo para nada típico de él. Ese cambio lo noto su jefe hace ya un rato.
—Stone — lo llamo Robotnik —al apreciar tu rendimiento laboral mucho más lento de lo que comúnmente estoy acostumbrado, puedo decir que algo te pasa — comento su jefe dibujando unos planos en su mesa.
Stone quien estaba del otro lado de la mesa pero con la perfecta vista de su jefe al estar frente a frente, pudo detallar las ojeras que dibujaban en sus ojos.
—A-Ahh...si lo dice por el retraso, no se preocupe, no volverá a pasar — respondió él con la idea de no ser descubierto por su jefe de su mala noche por lo ya ocurrido.
—No me refiero solo a eso — dijo soltando su lápiz con fastidio, así entrelazando sus dedos entre sí para darle una mirada más regañona a su empleado —En todos los años que llevas trabajando para mí, nunca llegaste tarde, y nunca disminuido tu productividad...¿Qué ocurre? — pregunto serio pero a la vez se le escuchaba sereno.
—No...no creo que le importe, Doctor — hablo con algo de recelo. Con motivos más que razonables se negaba en comentar lo ocurrido.
—Tienes razón. No me importa, pero si eso que te hace menos funcional afecta mi estado laboral, entonces ya es mi problema — alzo sus manos en su explicación, demostrando que tiene todo el derecho de saber y posiblemente ayudarlo para que se beneficiara él también, y volvieran como antes.
Stone bajo la cabeza pensativo, estaba en un fuerte dilema su razonamiento y su sentimientos. Tenía la gran necesidad de contarle, pero las consecuencias así mismas vividas en aquella pesadilla, podían volverse realidad.
Tomo una decisión. Relataria solo una parte de lo ocurrido...
—Buen, señor...— emoezo bien sus palabras —Tuve...una pesadilla, relacionada... con...usted — tomaba las pausas para asegurarse de lo que estaba diciendo era lo correcto.
—¿Conmigo? — pregunto arqueando una ceja.
—Si...— contesto él — soñé que...usted me despedía...
—¿Por qué? ¿Mediste una taza de café frío? — pregunto vagamente, posicionando su vista en el papel de los planos. Stone abrió sus ojos. Sin saber si reírse o preocuparse por lo dicho de su señor —Es solo un chiste — sonrió este en broma, haciendo que Stone compartiera la misma sonrisa más aliviado —JA, pero no. Trae algún día mi café más debajo de la temperatura de 90° y veras que te dejo de patitas a la calle — amenazo enseriándose de nuevo.
Stone traga saliva. Nunca dejo el café de su jefe a ese estado, y ahora tenía una muy buena razón de no hacerlo JAMAS.
—Ok...recapitulando la cosa...es que...no dormí por aquella pesadilla — dijo él con la esperanza de que su jefe dejara de hacer preguntas.
Robotnik se quedó unos cuantos segundos pensativo, abriendo su particular boca para seguir alegando.
—Si te doy un consejo repleto de sabiduría, volverá tu estado de animo a lo que acostumbro — le pregunto curioso. Este asiente —Bien. Si te sirve de consuelo, no planeo despedirte. Odio las entrevista de trabajo, ver a ciudadanos por largas horas, y decepcionando me cada vez más de lo miserables y patéticos que han sido a lo largo de sus vidas descritas en un pedazo de papel es toda una pérdida de mi valioso tiempo — comento con asco —Me he acostumbrado a tu presencia, ritmo y trato, que cambiarlo tan repentinamente sería una consecuencia gravísima para mi rutina ¡Así que por el bien de tu trabajo, cambia ese comportamiento, o ese sueño desagradable causando mediante al sueño REM se volverá realidad! —amenazo él. Señalándole que volviera al trabajo.
Aunque no fueran las palabras exactas a las que cualquiera esperaría, fueron adecuadas para Stone, sonriendo por el bienestar que le trasmitió su jefe en su regaño. Después de todo, le dijo que era irremplazable, a pesar de las muchas veces que le ha dicho lo contrario...eso sí que hizo que le subiera el ánimo.
—Gracias, Doctor — agradeció él más que feliz.
Se levantó del asiento, prosiguiendo en digitalizar aquellos planos que Robotnik acababa de terminar.
—Pero...¡Stone! — lo llamo —No me ha notificado aun lo que llego a mi "yo" de su sueño en despedirlo — dijo a modo de pregunta, curioseando de lo ocurrido.
Stone sudó frío ante lo dicho...
—Oh...p-pues — buscaba las palabras correctas, agarrándose el cuello de la camisa de los nervios —No lo recuerdo, Doctor jeje — rió atemorizado —Supongo que es uno de esos sueños que recuerdas la conclusión pero no el desarrollo — sonrió con el color rojo vivo en su rostro, alejándose lo mejor que pudo. Oprimiendo aquella imagen de como deliberadamente le había robado un beso a su superior en si imaginativa cabeza...
Lo consideraba una falta muy alta de respeto...sin embargo, eso no lo alejaba de las ganas o deseo de algún día querer hacerlo. No obstante, la diferencia del Stone del sueño con el Stone real...es que el segundo sabe cómo controlarse y disimular, y lo seguirá haciendo hasta que crea conveniente parar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro