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Robotic Vampire (Parte I)

One Shot 32.

(Especial Halloween)

    La tenebrosidad de aquel denso bosque, y la penumbra que lo acompañaba, no hacía más alterarle los nervios más y más con cada paso que corría el pobre Agente despavorido, y con ello ayudando a su depredador a encontrarlo más rápido insensiblemente, podía olfatear su miedo, podía hasta saborear sus jadeos y respiraciones aceleradas. Stone sigue sin detenerse, necesita encontrar el último ingrediente de la lista, de lo contrario, una de estas dos cosas podrían pasar: No podrá ayudar al Doctor, o perdería la vida, y por los vientos que soplan, parecía que iba hacer una aterradora combinación de ambos escenarios.

    Todo su suplico comenzó con aquella noche de investigación...

    Se reporta comportamiento de estado crítico en el bosque Freetown, ubicado en el sur de Massachusetts. Una criatura de aspecto pavoroso, pálida, encorvada, y de al menos tres metros de altura, se recomienda la captura con vida del espectro, de no ser así, podría también servir muerta, encárguense como puedan.

    Y fue así como aquella orden dio luz verde en su trabajo de hoy.

    La noche era aún más fría que de costumbre, con Agentes armados en ciertos árbol del lugar. Los Badniks no podían faltar, rastrearon el ultimo movimiento sospechoso del blanco hace un par de horas en la zona, solo estaban esperando que se aproximara más.

—¡¿Qué?! ¡¿Cómo que no puedo ir?! — exclamo el Agente Stone con aires de sorpresa y un tanto ofendido.

—Necesito que alguien lidere a mis Badniks en la área Este del bosque, mientras yo llevare al resto en el lado Oeste — explico el Doctor de manera seria.

—P-Pero...podría ser peligroso, Señor — seguía discutiendo el Agente, ahora preocupado por su jefe —No sabe exactamente lo que hay afuera, ¿y quiere que me quede en el laboratorio móvil mientras que usted sale a exponerse? — mostro su punto.

—Stone, me da la ligera impresión de que no me conoces del todo — hablo rodando los ojos, calibrando su guante de control a los drones que estarán a su mando al mismo tiempo por los momentos exactos, dejando libres la otra mitad que dirigiría Stone —Puedo cuidarme solo —añadió arrogante, zafándose de su gabardina negra —además...no estaré del todo despoblado, hay al menos diez Agentes rondando la zona conmigo, mientras una manada de mis robots más asesinos estarán a mí disposición — añadió evidente.

—¿Por qué no se queda otra persona? — siguió discutiendo el chico.

—Porque eres tu quien conoce mejor que nadie a mis creaciones, además de mí, claro — respondió a secas, casi terminando algunos detalles.

—¿Y si mejor usted se queda aquí y yo salgo? — insistió.
—¿Y dejarte a ti afuera con mis bebes, exponiéndolos a la deriva si te topas con algo que te asuste? Ni hablar, estarás mejore detrás de la consola — explico ya con fastidio.

—Pero y si-

—¡Stone! — lo interrumpe —De todos los años que llevas trabajando para mí, este sin duda ha sido la desobediencia más grande de toda tu carrera — lo mata con la mirada, aproximándose a su secuaz —Dime,...¿es que no confías en mí?

—No es eso, Señor.

—¿Acaso crees que no me puedo defender por mi cuenta?

—No, Señor?

—¿Piensas que no soy tan fuerte como tú?

—No, señor — volvió a repetir.

—Entonces cierra la boca y ponte a trabajar — demando jalando de la corbata del más bajo, empujándolo para que se sentara en su silla y diera en marcha lo ya antes planeado —Asegúrate que todos se disperse en una área de al menos diez pies cada uno, y no quiero errores de cálculo — fue todo lo que dijo Robotnik antes de desaparecer luego de salir por aquella puerta metálica.

    El silencio tomo protagonismo en aquel laboratorio. Stone se preocupa a la par que se entristece, le fuera gustado acompañar a Robotnik lado a lado, pero no sería por hoy, todavía piensa que es una imprudencia haberlo dejado ir, digo, es su jefe, y puede cuidarse por su cuenta, pero al fin y al cabo, ese era su trabajo, protegerlo, y siente que no puede hacer mucho si está encarcelado en una pantalla como se lo ordenaron. Sin más que poder hacer, se pone a trabajar, activa las pantallas, localizando con completa facilidad el entorno. Las cámaras de los robots era perfectas, con aquella visión nocturna no tenía ninguna dificultad de poder distinguir el camino.

    Su incomodidad no desaparecía, haciendo lo mejor posible de callar aquella voz que lo impulsaba en desobedecer a Robotnik, sin poder lograrlo en el proceso. Activo algunos comando de uno de los drones que acompañaban al Doctor, logrando verlo con claridad, caminando en la frondosidad del ambiente con su porte seguro, pudo sentirse más tranquilo, pero no por eso bajaría la guardia.

    De en vez en cuando podía ver algunos de sus compañeros, vigilando la zona con total discreción. Cabe decir que todo el personal, incluyendo Robotnik conservaban algunas medidas de seguridad, como un chaleco antibalas, algunos usando cascos, y otros rodilleras, Ivo deserto cualquiera de aquellas cosas y solo opto por el chaleco a regañadientes, sabía que sus bebes eran más eficientes que cualquier otra protección, pero estaba conciente que el gobierno se la pasa día y noche planeando como contradecirlo en cualquiera de sus objeciones.

    El prado nocturno estaba en completa penumbra, obligando a todos cargar con linternas, claro que, en cierto punto se habían arrepentido de traerlas, podían espantar a su objetivo, pero decidieron arriesgarse.

—¿Nada a la vista, agente? — pregunto el Doctor a su intercomunicador.

—Nada aun, Señor — contesto el moreno —¿Los demás no han visto algo?

—Son igual de inútiles que un par de patines para un invalido — respondió irónico.

    Stone sonríe un poco, hasta que deja su risa de lado al ver algo en las cámaras. Parpadea un par de veces, juraría que había visto pasar algo, pero fue tan rápido que ni puedo pudo darse cuenta, no estaba ni siquiera del todo seguro.

—¿Que de-?

—¿Qué sucede ahora, soquete? — pregunta Robotnik al escuchar la queja de Stone.

—Señor, no quiero ponerlo nerviosos pero, creo que vi algo extraño por la cámara N-16 — respondió este con su kilometraje de preocupación ya más elevado.

—¿Estás seguro de eso, Agente? — cuestionó serio, haciendo que Stone lograra ver como el Doctor se pone más tenso en su postura.

—Señor, vi algo pasar, pero fue muy rápido, tal vez fue mi imaginación, pero no puedo descartar nada — le explica apenado.

Robotnik se queja, queriendo arreglar cuentas con algunos de lo que lo estaban acompañando con más prudencia.

—Agente Path, ha logrado detectar algo sospechoso? — pregunta Robotnik seriamente al joven que tenía adelante que también formaba parte de la misión.

—Aun nada, Doctor— le contesta este con tranquilidad.

—El Agente Stone me informa que puede que haya encontrado algo en la zona Este, a 40 pies de aquí — calcula, viendo el rastreador de su guante.

—¿Le digo a laos demás que nos aproximemos hacia allá, Doctor? — pregunta el chico curioso.

    Robotnik lo piensa un poco, no quiere mandar a un cierto numero de personas a un lugar donde pueda que no encuentren nada, pero tampoco es que hayan detectado algún otro movimiento en esta zona, dándole el permiso al más chico para dar la orden de aproximarse todos hacia donde el Doctor indicara.

    Al cabo de un rato los ojos de Stone se pusieron en mejor funcionamiento al detallar como las pantallas se llenaban de todos sus compañeros en diferentes direcciones, incluyendo al Doctor, el cual no le despegaba la vista ni por un segundo. Seguía estando preocupado por el, como si su septo sentido le gritara que desobedeciera sus ordenes, saliera del laboratorio y metiera al Doctor como sea posible...eso posiblemente le costaría medio año de su sueldo con posible ejecución o despido inmediato, en ambos casos se sentiría igual de miserable, así que decidió hacer caso omiso de aquellas voces que no lo dejaban en paz y seguir con su labor.

    Manipulo los Badniks a una altura un poco más baja, casi a la altura de una persona, queriendo determinar mejor las condiciones de la arboleda. Todo estaba exactamente igual que el otro lado, igual de tranquilo, igual de aburrido, e igual de inútil. Si no fuera porque algo volvió a pasar de manera veloz por otras de las camas, solo que esta vez, Stone estaba más que seguro.

—¡Doctor, Doctor! — llamo la atención Stone a su jefe con miedo.

—¿Qué quieres ahora, inútil? Por tu culpa y por tu mal control de luz que entra en tu pupila y las imágenes que procesa tu retina nos hicieron perder una significativa cantidad de tiempo — peleo Robotnik.

—Señor, volví a verlo, esta vez es en serio ¡Tenga cuida-!

    No se necesito de que terminara cuando visualizo como una de las cámaras fue gravemente herida, quedando la pantalla en nada mas que puro estática gris. Stone se paniquea más.

—¡Señor, algo daño la cámara N-9, tiene que salir ahí!-

—¡Silencio! Creo que ya pudimos hallar algo.

—¡No, señor, espere, puede ser muy pe-! — dejo con la palabra en la boca. Ivo apago su comunicador, pues ya se estaba cansando de la actitud tan sobreprotectora de su Agente, hablarían seriamente de eso luego, por ahora, tenía un trabajo que continuar.

—¡Oh no, oh no, oh no! — se hiperventila el joven, dando vueltas en el mismo lugar, volviéndose a sentir paranoilla al tener que proteger a capa y espada a su jefe con sus drones, claro que también a sus compañeros, pero si es completamente sincero, podría dejar a los otros morir con tal de que su Doctor siempre estuviera bien.

—Escuchamos pasos provenir de aquí! — gritaron a lo lejos, el grupo de aproxima más, haciendo que todos estén más juntos todavía.

    De pronto, Stone vuelve a mirar que algo pasa a toda velocidad en una de los drones, luego en otro y después en otro. Sus alarmas estaba gritando en toda su cabeza las peores cosa que podrían ser. Era preferible llevar a la supuesta criatura con vida, pero no por eso se la iba a jugar y dejar que su jefe estuviera por su cuenta a un lugar en donde la palabra "confianza" es lo último que se trasmite, y más aún si es de noche.

—¡No, no, no, no! — siente que está a nada de tener un ataque de pánico, pero no podía darse ese lujo, y menos con el Doctor todavía afuera, debía de protegerlo. Pero su frustración incrementaba en aumento cada vez que seguían aquella aparición borrosa sin poder atinarle ni un solo dardo, balazo o ataque, es como si estuviera alguna especia de híper velocidad sobre humano que no era de este mundo.

    De pronto, lo peor estaba pasando, el primer Agente en poder tener contacto directo con lo que buscaban grita, un grito ensordecedor que hizo estremecer hasta el más valiente, haciendo que todos se pusieran los pelos de punta, incluyendo el Doctor.

    De pronto, otro Badnik fue masacrado, dejando nada más que otra cortina de estática en la pantalla correspondiente. Stone trata de conservar lo poco de calma que le queda, direccionando a tres de los Badniks como escoltas del Doctor, Robonik se da cuenta de eso.

—¡Oye! ¡Deja tu paranoia y ve a ver que rayos fue ese grito! — exigió el Doctor, Stone con toda la pena del mundo desobedece la orden, negándose en dejar al Doctor —Uhg, como sea — rezongo harto —tu y yo resolveremos cuentas después — advirtió, mandando a mas de sus maquinas hacia donde aparentemente ocurrió un ataque.

    Calibro la pantalla en su guante, podía ver algo, la visión nocturna estaba empezando a rallar un poco, veía...un cuerpo.

—¡Por todo los...!— quedo estático del miedo, era uno de sus Agentes, sin poder moverse, con un líquido que lo empapaba todo su pecho y cuello, no estaba seguro de que era al tener un filtro de color verde por la visión nocturna, pero no se necesitaba ser un genio para saber que eso de ahí, era nada más y nada menos que la propia sangre del Agente caído.

    La misión debía de ser cancelada.

—¡Evacuen los puestos, un Agente ha perecido! — grito Ivo, provocando hileras de puro pánico entre los trabajadores, que no hicieron más que ponerse en guardia alta y retirarse, o eso era o que tenían planeado.

    De la oscuridad de la noche, emerge una mancha sin poder visualizarse bien, moviéndose como una sombra, atacando a otro de los presentes, otro grito se escuchó, pero ahora mucho más cerca, los hombres y mujeres decidieron esconderse.

    Stone no le perdía la vista a Robotnik, quien al ya ponerse hastiado por el comportamiento de su Agente, quita la señal de la computadora a sus Badniks, poniéndose en pilotos automáticos y atacar a lo que sea que vean peligroso.

—¡NO! — grito asustado el joven, tomando su arma para salir decidido en proteger a su jefe, sostuvo la puerta por un par de segundos, meditando bien si estaba en lo correcto, no quería ser altanero, pero tampoco le agradaba la idea de ahora no poder hacer nada más que mirar lo que ocurría afuera.

    Luego de un momento de lucidez, decide envainar su arma, sentándose otra vez frente los monitores, y mirar atentamente por si algo malo ocurrirá, si estaba a una cuarta de sentir el peligro nuevamente, sabe que esta vez no le haría caso al Doctor.

    El silencio volvió a reinar en el ambiente, con los Agentes escondidos y el Doctor al igual, esperando el momento indicado para poder ponerse a salvo, pero no sabían exactamente cuando seria ese momento.

    Una mujer junto con su compañero se refugiaron en un árbol grueso, respirando con algo de dificultad ambas partes, estaba muertos del miedo, y ni era para menos. De pronto ambos se asoman en la misma parte del tronco, examinando el área, sin darse cuenta que una mano inmensa, decorada con una garras negras estaban detrás suyas, llevándose consigo a la chica, quien pega un semejante grito antes de aferrarse a su compañero, haciendo que ambos aullaran del pánico.

    Los pocos Agentes que quedaban se movieron para intentar en llegar a su campamento, sea o que fuera esa cosa que se los habían llevado, sabían que estaban perdidos esos Agentes.

    No paso más de un par de minutos para que todas las cámaras de poco a poco dejaran de funcionar, esa cosa estaba acaban con todas ellas, su velocidad era tanta que los Badniks no se preparaban del todo para atacar cuando ya estaban hechos pedazos.

    Stone ignoro por completo las órdenes de su jefe, no esperando ni un segundo más para salir en busca de Robotnik

    Ivo corría entre la arboleda, con el Agente Path a sus espaldas, Robotnik pierde la señal de la mayoría de los Badniks, sin saber si era por un error de conexión (cosa que era poco creíble) o algo estaba acaban con sus máquinas.

—Maldición — murmura en queja el Doctor, al intentar recuperar algo de comunicación con los robots que estaban del otro lado sin lograr nada, ahora solo le quedaba tres como sus escoltas.

—Qué está pasando Doctor? — pregunta el joven Agente muerto del miedo.

—No hay engarce óptimo de mis artilugios, y no logro diferenciar el sonido de algún otro ser vivo de al menos cinco metros de nosotros — le responde en un susurro —Una de dos hipótesis, están extremadamente muertos del miedo...o extremadamente muertos.

    No falto más para que el muchacho se volviera aun más temeroso, temblando por una extraña sensación de pesadez a su espalda, lo que desconocía es que literalmente tenía algo atrás.

    El joven grita, siendo ferozmente silenciado por la criatura, tomando de la cara, alzándolo varios metros del suelo, siendo testigo Robotnik, quien de la impresión y el terror cae al suelo, retrocediendo en el suelo de tierra y hojas al no poder hacer que sus músculos se despertaran por el horror, mientras no dejaba de ver aquella escalofriante escena.

    El viento suena fuerte, acompañando peor la experiencia, los Badniks atacan, deparándole al ente desconocido, este último no hace más que con su garras arañar a los tres al mismo tiempo, dejando pasar sus heridas superficiales y ganar la pelea, dejando sin aire al su presa, pero ya terminando con su sufrimiento, para clavar sus dientes como agujas en el cuello del mismo, escuchando nada más que un alarido por parte de este como lamento, sin poder defenderse más.

    Robotnik queda en un estado de shock, haciendo que sus piernas volvieran a responder para correr más cerca de su laboratorio. Estaba corriendo en penumbra y sin protección, acompañado solo de su arma que parecía de juguete a lado de este ser que no le hicieron más que un par de rasguños sus creaciones.

    Una vez ya haber saciado su sed con su victimas más reciente, quiso hacerlo con su nueva presa ahora, arrojo el cuerpo sin vida del joven, corriendo a cuatro patas hacia Robotnik, logrando alcanzarlo, derribándolo en el suelo, una vez localizada su última presa la levanta del suelo, tomándolo de su cuello con fuerza. Robotnik se retuerce, sacando fuerzas donde no las había para liberarse, las uñas afiladas del monstruo rasgaron el cuello alto del Doctor, dejando expuesto su cuello como así era del agrado de ser desconocido, Ivo no deja de luchar, haciendo que la criatura se canse de ello, arrojándolo al suelo con solidez, ocasionando que Robotnik casi pierda la conciencia del golpe, el ente se abalanza hacia él, poniendo casi todo su peso en su cuerpo, haciendo que sonriera para mostrar sus aterradores dientes a la luz de la luna, provocando un terror pútrido en Ivo, quien abría y cerraba los ojos con esfuerzo, no sabía si se libraría de esto; sin tener tiempo de sermonearse, sale de lo más profundo de su cuerdas vocales un espeso quejido de dolor, proveniente de su garganta y de como aquella cosa clavaba sus dientes en él.

    En medio del ataque llega Stone, quien al ver al tal cosa en lo poco de claridad que había saca su arma.

—¡Quien sea que este ahí, repórtate o disparo! — dio aviso de ante mano.

    El monstruo detiene su acción, sin sacar sus dientes del cuello de su presa, que aparentemente estaba inconsciente, esta no hace caso a las advertencias de Stone, provocando que siguiera con lo suyo, sin haberse enterado que Robotnik por más mal herido que estuviera, su mano empuñaba una estaca improvisada que localizo del suelo a sus pocas suertes, clavándosela en todo el pecho al ente.

    Ese ataque si le dolió al ser más cerca y directo, soltando un chillido agudo al estilo de una rata. Stone no dudo en disparar una vez, pero apenas se dio cuenta de que estaba atacando a Robontik volvió hacerlo, una, y otra y otra vez. Por ello, la cosa cae al suelo, herida por completo y desangrándose, algo que también estaba haciendo Robotnik, con dos marcas de mordidas en su cuello, y con sangre y saliva del ente en la misma zona, mulcándose así un sin fin de espasmos para luego cerrar los ojos y no saber de más nada.



    Para lo que Robotnik al parecer fue un par de horas, fueron en realidad un par de días. Su muñeca conectaba con un electrocardiograma, informando de sus latidos a cada cierto segundo, su cara mostraba leves golpes de la noche, con una que otra curita que lo cubría, su pecho vendado hacía que el respirar le costara un poco más, y su cuello...estaba la mitad de este con un parche instantáneo y antiséptico, cubriendo por completo su ataque.

    Se despertó en una camilla de hospital, teniendo a un dormitado Agente a sus pies, de manera literaria. Stone se rindió ante el trasnocho de estos últimos días, pero sin despegarse de su jefe, quedando rendido a su lado y con la cabeza en la cama.

    Luego de un par de segundos en enfocar su vista, piensa y hace lo más sensato...y es tomar del cabello de su asistente, quien del imprevisto se espanta, despertando de golpe con una cara de asombro.

—¿Quién te dio permiso de dormir? — hablo Robotnik con su voz ronca y recién levantada.

—¡Doctor! — se sobre salta el Agente —¡Ya despertó, oh gracias a Dios! — se regocijo el chico al ver tal escena.

    No estaba del todo seguro si su jefe viviría o no, y eso lo estaba matando. Robotnik sin necesidad de un espejo y con las escasas fuerzas que tiene, estudia sus condiciones.

    Constaba de un cateter en su muñeca izquierda que le suministraba suero, en su pecho un par de vendajes sólidos, lo que más le dolía era el cuello, rosando sus dedos a este, detallando como ahora un parche o venda cubría por completo su herida, de pronto se exaspero, recordó todo como si de una cachetada de terror le dieran.

    Empezo a respirar con pesadez, asustando a Stone en el proceso.

—¡Doctor, cálmese, no le hace bien esforzarse ahora! — aconsejo al ahora paciente.

    Robotnik frunce el ceño, tomando a este de la corbata, obligándolo aproximarse a él nuevamente.

—¡La criatura! — soltó entre dientes —¡¿Donde...?!

—Ahh...no tiene de que preocuparse, Señor — hablo el Agente en un susurro por la presión que ejercía su jefe hacia su cuello —Fue enviada al área 51, encarcelada y monitoreada las 24 horas del día, ya le han hecho un par de estudios, junto con un reconocimiento a nuestro trabajo y un lamentable sacrificio para nuestros compañeros — explico sereno a la vez que entristecido.

    Robotnik lo libera, suspirando con cansancio, se libró por un pelo aquella noche, si no fuera por Stone, tal vez ni siquiera estuviera aquí ahora, de solo recordar eso le hierve la sangre.

—¿Cuantos sobrevivieron? — pregunta lleno de curiosidad el mayor, mirando a un punto sin rumbo, solo tratando de evitar la mirada de Stone.

—Ninguno, Señor — contesto —Solo usted...

—Entiendo...— contesto casi sin ánimos, posando su mano en su cuello nuevamente, sobando su herida con algo de molestia, desconociendo por completo en lo que estaba metido ahora.


(...)


    Pasado una semanada de estar hospitalizado desde que llego, solo le tomo un par de horas al final poder conseguir que le dieran de alta. Al ver que había despertado y que todo su organismo estaba en perfectas condiciones,...eso más el insistente berreo del Doctor al querer marcharse ayudaron de mucho.

    Algo que inquieto al Agente era que Robotnik no quería comer ni un solo bocado. Cada alimento o porción de comida era fríamente desechado o rechazado por el Doctor, alegando que por muy raro que pareciera no tenía apetito alguno, pareciéndole incluso el olor de la comida intolerable, pareciéndole muy desubicado que sea aquella afirmación al ver que toda la comida estaba en perfecto estado, y de primera calidad, decidió pensar que solo quería irse, poniéndose como era de costumbre a la defensiva y que probablemente él resolvería su alimentación apenas salga de la clínica.

    El gobierno aprobó su regreso inmediato al querer los reportes exactos de lo que ocurrió aquella trágica noche. Esa otra mañana en la vivienda de Robotnik se dispone en terminar de organizar su investigación, acomodando todo para poder seguir con su trabajo en el laboratorio.

    Apenas sale de su casa algo extremadamente mal lo agobia. El sol. No estaba haciendo el mismo calor agradable que da a las 7am, no. Ese calor se transformó en uno tan insoportable que sentía que lo estaba quemando. Dejo caer su maletín negro, tomándose la cara y agachar la misma por el inaguantable e insufrible dolor que le generaba. Corrió directo a su casa, cerrando la puerta de un solo movimiento, retrocediendo con miedo, con su cara sonrojada de las leves quemaduras, y un gesto de completa desorientación.

    ¿Qué demonios estaba sucediendo?

    Sin aviso alguno, un dolor insufrible golpeo su región abdominal, abrasándose así mismo por instinto. Sus manos comienzan a temblar, seguidamente de todo su cuerpo, cayendo al suelo del sufrimiento, ganándole algunos espasmos en su cuerpo.

    Por primera vez en su vida...no comprendía que pasaba. Sin saber que ese solo era la punta del verdadero problema que se aproximaba.




Continuara:

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