Orphans II (FINAL)
Continuación:
Más tarde cuando su juego había terminado los chicos se bajan, verificando cuantas entradas les quedaban y cuánto dinero en sus bolsillos tenían.
—Bueno, Lee. Solo nos queda un par de entradas, así que nuestro próximo juego debe ser muy bien escogido si va hacer el último — aclaro el muchacho con el par de boletos a la mano.
El pequeño mira en su entorno. No sabía exactamente que escoger, si había otros más, pero no sabían si eran dignos de ser los finalistas.
—Escoge tú — le dedico con una sonrisa.
—¿Seguro? — curvea una ceja como su sonrisa.
—Si — aseguro.
—Bien...— tomo la cabecita del niño para direccionarlo justo donde quería —Quiero ese~ — susurro con una sonrisa de lado.
El color de Lee se bajó por un momento. Era un gran mazo para golpear una palanca que dispara un objeto hacia arriba, con la intención de golpear una campana en la parte superior. Se veía aterrador.
—H-Heee...¿C-Crees que me dejen entrar en eso? — pregunto sabiendo la respuesta para zafarse de aquel espeluznante paseo.
—Tranquilo. Vi un par de niños menores dejarlos pasar como si nada, por ende tal vez al dueño le importe más las ganancias, pero eso a nosotros que nos importa — hablo empujando al chico para que caminara con él.
El menor comenzó a jadear.
—¡P-Pero...acabamos de comer ¿Qué pasa si vomitamos?! — objeto con una idea.
—Eso será lo divertido. Te reto a no expulsar tu contenido gástrico ácido — sonrió todavía confiado en lo que hacía.
No le quedo al chiquito que tragarse el enorme nudo en su garganta si es que en algún punto (posiblemente) vomita violentamente.
Había una fila un tanto larga, entre 16 a 20 personas, pero no era problema para Ivo esperar y menos para Lee quien no quería que la cola corriera. Entre plática y platica estaba a cinco personas de pasar, en la próxima tanda era más que evidente que pasarían ellos también.
Stone se hizo la señal de la Santa cruz, abrazando con más fuerza a su peluche, quería pedirle a su amigo que le tomara la mano, pero eso lo haría ver como un cobarde, y le prometió que no lo sería más. Suspiro con tranquilidad, tal vez no sería tan malo, después de todo, él escogió la mayoría de algunos juegos que por la expresión de Robotnik no fueron una gran sensación para él, eso junto con obsequiarle una nueva amiga de algodón, así que lo mínimo que podía hacer era aceptar este último juego por él. Eso sin duda lo hizo entrar más en tranquilidad con él mismo.
Sus palabras de autoayuda de la cabeza fueron ferozmente detenidas por la voz de Robotnik.
— Ajum~ — carraspea, intentando llamar la atención de quienes tenían adelante —Disculpe, bien intencionado ciudadano, pero mi compañero y yo estábamos aquí primero — explico a uno de los jóvenes que se les había metido a su cola, siendo todos estos unos seis chicos con un aspecto más que perturbador y desaliñado.
Tatuajes, chaquetas de picos, sudaderas y unos cigarros eran lo que simplemente podían llamar más la atención de esta aparente banda.
—No pedimos tu opinión, niño estúpido — ladro con desprecio el joven de 23 años al chico de guantes negros.
—Primero, de estúpido no tengo ni una célula. Segundo, no es una opinión, es una llamada de atención, así que será mejor que se vaya a esperar al final de la fila como todos los demás o, no me hare responsable de lo que les suceda — se cruzó de brazos con enojo el chico.
La gran cantidad de amigos se rieron con la amenaza tan poco atemorizante para ellos, siendo evidente al ver que solo se las compartía un niño.
—Oblígame, enano — expreso repullción al empujar a Ivo que gracias a que Stone estaba detrás de él no se calló.
—¡Oye! — se acomodó el cabello —Estoy en mi décimo cuarto año de vida, estoy sobre el promedio — Seguía peleando, acercándose otra vez a los chicos en busca de una discusión.
—Ivo...no importa. Déjalos — pidió preocupado él pequeño de que le hicieran algo a su amigo, sujetando su brazo para evitar que hiciera tal cosa.
Era trabajo fácil intimidar a toda la escuela para él, pero a personas con apariencias aterradores y, que son por mucho más grandes y fuertes era algo de otro nivel. Y no traía consigo su tecnología de defensa por si acaso. Pensando ahora que fue una idea estúpida no haberlo hecho, pero tampoco es que se estaban preparando para ir a una pelea.
Ivo mira hacia Lee, frunciendo el ceño para tensarlo a una mueca de preocupación al ver la cara de miedo del otro.
—Siii hazle caso a tu noviecito, si no quieres que te partamos la cara — burlo entre risas sus compañeros a su amigo.
Eso definitivamente causo un enrojecimiento de furia en el castaño, y uno también para el moreno pero, con diferente emoción, siendo esta la vergüenza.
—Lee...sé que hablamos de que la violencia solo es necesaria cuando es una emergencia — recapitulo uno de los tantos consejos que le daba al más pequeño —bueno...este tipo de casos la violencia común no arreglara nada...¡Pero la sucia sí! — termino su habla zafándose del agarre de su amigo, todo por volverse a cercar al grupo del mal...y patearle en los bajos a justo quien lo estaba insultando y quien le puso las manos encima. Detallando con deleite como este soltó un aullido de dolor, cayendo de rodillas y dejando sus manos en su entrepierna por el insoportable dolor —¡CORRE! — ordeno entre una carcajada el joven de chaqueta negra a su amigo, tomándole de la mano para salir corriendo lo más rápido que podían.
—¡¿Que están mirando bola de inútiles?! ¡VAYAN POR ELLOS! — demando todavía en el suelo.
El resto de joven adultos hicieron caso a lo que su amigo les pidió, corriendo detrás de los niños.
Mientras que estos últimos no paraban su acción para salvar sus traseros.
—¡¿Que no podemos dejar de meternos en problemas por un día entero?! — pregunto Stone harto de todo esto, preso del miedo.
—¡Tal vez...pero he de admitir que me encanta la adrenalina! — aseguro Robotnik con una sonrisa, sin parar de correr ambos.
Se escondieron en la multitud de personas, ideándosele un plan en la cabeza a Robotnik
—¡Entremos a un juego, no nos vera ahí! — propuso Ivo sacando los boletos de sus chaqueta para subirse a la primera atracción que encuentren —¡ESA! — señalo por lo que era un túnel y un lago miniatura, ciertamente no lo pensaron mucho y el par de niños corrió hacia el hombre quien los atendería. Afortunadamente no había cola. Ni se molestaron el leer la atracción o de lo que se trataba, solo se veía lo suficientemente desierto, un tanto oscuro y solo para ser un buen escondite.
—¡Dos, por favor! — dijo Lee mientras Robotnik les entregaba los tikcets.
El hombre arque una ceja algo...extrañado, encogiéndose de hombros para solo dejarlos pasar y poner el juego en marcha. Haciendo que los jóvenes se sentaran en lo que parecía ser una barca de cisne, estando debajo de ellos una cantidad razonable de agua para que el mini bote flotara.
—Diviértanse tortolos — dijo el hombre mientras se despedía de la pareja de niños.
—¿Qué dijo? — pregunto Lee al no haber escuchado bien lo que pronuncio el buen hombre. Ivo solo se encogió de hombros con duda y francamente dándole igual, haciendo que ambos jóvenes se sentaran cómodos para proseguir a entrar en un túnel oscuro, con solo una tenue luz rojiza que apenas hacían que ambos pudieran percibir la cara del otro.
—¡¿Dónde demonios se metieron?! — escucharon gritar a unos de los zopencos que los perseguían con el resto de rufianes. Haciendo que ambos chicos se inclinaran hacia abajo en el bote para evitar ser vistos —¡Sepárense y registren lo que puedan! — ordeno el mismo ser.
Apenas dejaron de escuchar el alboroto fue que pudieron enderezarse mejor.
—Uff~ estuvo muy cerca — dijo Lee, alegre de no haberse subido en aquella máquina y de que Robotnik y él estuvieran bien.
—Siii, pero eso nos costó las dos últimas entradas, ni modo. Prefiero gastar mil veces en este ridículo parque que mi dignidad se viera manchada por esos imbéciles de mal agüero — hablo con confianza, posando sus manos detrás de su cabeza para tener mejor comodidad al inclinarse en una posición más relajada.
Stone sonríe, vaya que nunca cambiara, y eso era lo que más le fascinaba de él. Se sentó bien a su lado, escuchando de fondo una música tan relajante, no sabían exactamente el juego en donde estaban, pero sí que era perfecto para él.
No puedo evitar soltar un bostezo, parpadeando un par de veces para arrecostarse en el pecho de su amigo, estaba tan cansado que no se fio en su última acción. Ivo quien sintió la presión ejercida en su caja torácica lo miro, con un gesto un poco sorprendido y algo incómodo. Se volvió a encoger de hombros y no hizo más que recostarse en su asiento una vez más, también estaba muy cansado como para discutir sobre lo que hacía Stone, haciendo que el agua los adormitara hasta un punto en donde Ivo coloco su brazo encima del nene para mejor comodidad de ambos
De manera casi inconsciente Stone podía escuchar a la perfección los latidos del corazón de Robotnik, siendo estos tan calmados, rosando su cara con cada Bam-Bam, Bam-Bam, vaya que era gratificante.
Pasaron un par de minutos y sintieron que se detuvieron, haciendo que ambos se despertaran de inmediato, mirando a los lados donde estaban.
—Vaya que si se pudieron relajar — comento con algo de contexto disfrazado el hombre quien los atendió, ayudándolos a salir.
—Y vaya que si — respondió Lee sin haber entendido bien al hombre, pero que tan solo lo hizo confirmar más sus alegaciones —Gracias, señor.
—Que tenga buenas noches — se despidió Robotnik al hombre afroamericano del juego, aceptando sus agradecimientos para esperar a otra pareja quien quisiera probar su juego del El túnel del amor.
Ivo miro al su alrededor para verificar que ninguno de aquellos maniáticos seguían por ahí, tal parece que se cansaron de buscarlos y se fueron, pero no quería tentar su suerte, por ende, decidieron alejarse un poco de los juegos; en eso fijo su hora en su reloj de muñeca al reventarse la manga de su chaqueta, sorprendiéndose al ver cómo eran ya las 01:48am, sí que estuvieron por mucho tiempo, ya con la hora indicada estaban listos para irse.
Robotnik pidió un taxi, quien no duro más de diez minutos para que llegaran por ellos. Al entrar indicaron su lugar correspondiente para pagarle y arrancar a su destino. El más grande entre ellos dos se acomodó bien entre los asientos al dejar de hablar con el chofer, mirando hacia un costado como Lee cabeceaba, inclinando su cabeza hacia adelante, Rob frunce el ceño, "esa era una muy mala postura para sus vertebras cervicales" fue lo que pensó, haciendo que tomara los hombros del niño para acomodarlo hacia atrás, en una mejor posición, todo hasta que se volvió a inclinar, pero ahora hacia en su propio hombro, espantándose un poco, más si el muchacho estaba cansado de que lo usara como almohada, pero no lo culpaba, gasto mucho de su energía hoy y, no estaba acostumbrado a estar despierto a estas horas de la noche, por eso, solo dejo al niño en paz y que siguiera descansando hasta que llegaran.
Una vez en su hogar, Robotnik tuvo que despertar al chico, haciéndole saber que llegaron, cuando al fin estaban afuera del auto, entraron por la soga que dejaron a escondidas en la ventana, eso sí, con algo de dificultad tras la pesadez de sus cuerpos y el terrible hecho de que era más fácil bajar que subir.
Robotnik acompaño a Stone para la área de su cuarto, verificando de que no se callera por el estado de sueño en el que se encontraba, estaba considerando seriamente en cargarlo, caminaba muy lento y eso lo desesperaba.
—Bueno, ya estás aquí, nos veremos mañana — dijo con intención de despedirse y volver a su dormitorio.
—Un momento — lo de tuvo —Gracias, Ivo...por esta noche inolvidable — hablo cansado, pero eso no evito que le diera un enorme abrazo a su amigo, teniendo en sus manos el peluche que aparentemente nunca se separaría de él.
Robontik también estaba cansado, tanto que no quiso discutir con su acompañante el hecho de que no le gustaban los abrazos, pero solo se dejó llevar devolviéndoselo también, haciendo que lo rompiera al hacerle saber de qué ya era muy tarde y que debía de volver a su cama.
Con un evidente pesar Stone se aleja, despidiente con su manita para abrir la puerta y cerrarla detrás de él, con eso asegurado Ivo pudo volver a su cama, cayendo como piedra y, con una sonrisa en su cara. Hasta el siendo alguien de carácter amargado, pudo sonreír como nunca el día de hoy, cerrando sus ojos con una enorme relajación recorrer su cuerpo.
Cuando amaneció, los chicos no pudieron evitar buscarse apenas el desayudo del orfanato estaba cérvido, pasaron varios minutos hablando de lo magnifico que fue su escapada, claro que casi en susurros por su seguridad. Prometiéndose ambos que volverían ahorrar para otro evento igual, quien sabe, posiblemente podrían ir al cine en otro momento, o a las maquinitas, todo era posible con el esfuerzo de los dos.
Las semanas pasaron como deberían de ser. Roobontik sacando excelentes notas sin esfuerzo, más dando clases de tutoría privadas, y Stone aprendía las ecuaciones combinadas que por sorpresa de su cabeza se le facilitaban.
Una tarde cuando volvían los niños a su casa de cuidado Stone se topó con una sorpresa.
—Lee, necesito hablar contigo en privado, por favor — hablo una de las monjas quienes lo cuidaban.
Stone le da una mirada rápida a Robotnik, quien rápidamente le hace una seña de despreocupación, alejándose de ambos personajes para que hablaran tranquilos.
—¿De qué se trata? — pregunto con amabilidad en su voz.
—Ven, pasa — le invito a sdentrarse a una sala al pequeño, haciendo que entrara y ver una mesa con tres sillas, estando dos ocupadas por lo que parecía ser una pareja, quienes de inmediato se achicaron de la emoción en sus rostros al ver al niño.
Lee frunce el ceño con extrañeza.
—Lee, ellos son el señor y la señora Santiago, vinieron en busca de adoptar a un niño y...vieron tu foto en el álbum y comentaron que te pareces mucho a su hijo que está en el cielo — suavizo la noticia la señora —Así que...quieren conocerte — hablo viendo como el niño se sentaba frente a ellos con una expresión de asombro, era la primera vez en meses que una pareja demostró algo de interés en él.
—Hola — saludo el chiquito con pena.
—Hola — hablo con una voz tan dulce la mujer, casi parecía estar al borde de las lágrimas —¿Lee verdad? — se aseguró, haciendo que el nombrado asintiera —Mucho gusto.
Y fue ahí donde una conversación de unos minutos se extendió a una media hora.
El niño estaba fascinado, clase media alta, amorosos, muy elocuentes, era tal y como siempre se imaginó a los padres perfectos, pero tenía una sola pregunta, una sola que dependería de si aceptar irse con ellos o no.
Otros minutos pasaron y Robotnik estaba terminando la cuarta tarea de física del día, eso fue una gran ganancia para él en hacerle los trabajos los demás, además de que se entretenía como si de una sopa de letras se hablara, ganaba bien con cada cuaderno realizado.
Estaba tan metido en el mundo de los números que fue cuando noto que stone se sentó ante él, con una expresión algo ida y pensativa.
—¿Tuviste una buena charla e donde viene los neonatos? — comenzó Robotnik con una broma, este al ver que su compañero no respondía alzo su cara a la de él —¿Y qué te dijeron para que traigas esa cara? — pregunto con algo de burla, para seguir con sus deberes.
—Yo,...me...presentaron a una pareja — hablo de la nada, todavía estaba en su estado de shock.
Robotnik como si le dieran unas enormes noticias rompió la punta de su lápiz por accidente.
—¡¿De verdad?! — hablo asombrado —¡Wow! Eso...es...bueno — hablo sin todavía poderlo creer.
—Si...me...preguntaron si quería ir con ellos — siguió en su estado neutral.
—¿Y qué le dijiste? — pregunto por costumbre, pues sabía que definitivamente Lee siempre quiso un verdadero hogar, así que tuvo que acep-
—Les dije que no—
—...
—...
—¡¿QUÉ?! — soltó Robotnik, provocando que Stone saliera de ese trance de una buena vez —¡Pero...¿Por qué?! — le cuestiono sin podérselo creer todavía.
—Yo...— no supo cómo explicarse. ¿Cómo le dices a alguien que rechazaste el sueño de tu vida...solo porque sabias que te alejarías de la personas que más quieres en este mundo? —Yo...no lo sé...supuse que eran demasiado buenos para mi es todo — contesto mintiendo.
—Lee,...no suelo decir esto, pero eres el hijo perfecto que cualquier pareja material pueda tener, así que básicamente condenaste a esa pareja de nunca tener al primogénito irreprochable — hablo con la mirada entrecerrada por la obviedad a la que se referia —y tu mereces cosas buenas, así que si consideras que esa pareja es perfecta, entonces, los mereces — le aclaro.
Lee no puedo evitar enrojecerse al instante. Eso...fue lo más bonito que él pudo haberle dicho, y siendo también lo más hermoso que alguien le pudo haber deseado.
—Gracias. Tal vez...pero ya no importa — sonrió —Estoy bien donde estoy..."contigo" — termino su frase en su cabeza.
Robotnik no muy convencido de lo pasado se acomoda en su asiento, teniendo algo en su cabeza. Era raro su comportamiento, una oportunidad como esa no se debía de desaprovechar, admitió que eran los mejores, pues entonces valía la pena todo esto.
Tuvieron que pasar un par de días hasta que dio con lo que quería.
—¡Lee! — lo llamo el joven desde su cuarto, haciendo este se dirigiera directo a donde estaba, asegurándose Robotnik de cerrar la puerta para no tener interrupciones —Acabo de contactarme con unas personas muy importantes.
Stona abre sus ojos.
—¡¿Hablaste con el presidente?! — pregunto con ilusión el niño.
—¿Qué? ¡No! — nego con molestia —Con aquella pareja Santiago, apenas le dije que pensabas que eran perfectos estaban dispuesto a tenerte, eres el ideal para ellos.
La boca de Stone no pudo mantenerse en su sitio.
—¡Que tú...¿QUÉ?! — alzo la voz preocupado.
—Si tienes tus dudas relájate, ya los investigue y están limpios, sin falsificaciones, ni mentiras, trabajares medios pero con buenos salarios, sin duda iguales de medianamente corrientes que tú — tranquilizo Robotnik como si nada.
—...¿Por qué hiciste eso? — pregunto en voz baja, como si no le cupiera en la cabeza lo que pasaba.
—Porque...eso era lo que querías ¿No? — se encogió con duda —Alguien...que se preocupe por ti, alguien...que te cocine, que te aconseje, que te cuide, ya sabes, esas cosas cursis que hacen los padres — respondió al azar.
—Pero...no lo necesito — contesto con los ojos vidriosos.
—Claro que sí, todo infante común de raza humana débil lo necesita, no sé de qué-
—¡No los necesito porque te tengo a ti! — contesto en alto, resbalándose una sola lagrima en una de sus ojos, seguida de una segunda en el otro.
Robotnik sobresalto su expreción, abriendo sus ojos del asombro, quedo pensativo, mirando cualquier dirección con sus ojos en busca de respuestas coherentes que decir.
"Así que de eso se trata ¿No?" — se dijo en la cabeza.
Pasaron los segundos más largo de todas sus vidas, solo escuchando como el entrecortado sollozo de Lee hizo que Ivo volviera a la tierra. Detallo como este pasaba sus manos en sus ojos, tratando de limpiarse la cara. Este suelta una leve exhalación, preparándose para decir algo.
—No soy yo lo que necesitas — le aclaro con detalle.
—Ivo-
—Necesitas un padre y, una madre — lo interrumpió con más aclaración —o no necesariamente de diferentes sexos, sino,...personas adultas que cuiden de ti, yo no puedo llenar ese vacío por muy listo que sea, es imposible — le dejo más que claro nuevamente.
El pequeño se seca la nariz.
—Pero...no quiero alejarme de ti — le miro en la cara, acercándose a él con lentitud, tenido que alzar su carita, revelando sus grandes y brillosos ojos, dejando a Robotnik con una incomodidad inexplicable —Trate...de convencerlos para que te adoptaran a ti también...y, dijeron que por ahora solo querían a uno, por eso los rechace — bajo sus ojitos, volviendo a derramar otra lagrima inconscientemente —Sea donde quiera que este, no seré completamente feliz sin ti — confeso.
Robotnik vuelve a jadear con una cantidad de tranquilidad algo sobrenatural.
—Te advertí...que no podría estar contigo todo el tiempo — le recordó aquella charla —y ese momento...ha llegado — aparto la cara de la suya, definitivamente si seguía viéndola perdería la cordura —Pero esta clase de cosas solo ocurren una vez en la vida — volvió a posar sus ojos en éll —juro que si tuviera la oportunidad de irme no la desaprovecharía, por nadie lo haría — negó con la cabeza —Así que...te pregunto otra vez...— posos sus manos en sus hombros, obligándolo a que lo viera directo a los ojos —¿Quieres ir con ellos? Y no decidas por mí, ni por otra persona, solo piensa en ti — le seguía acordando.
Stone baja su cabeza, tragando saliva por la cantidad que se le había acumulado por andar mirando mucho tiempo hacia arriba, entre la tristeza y el llanto era desesperante tener que estar firme. Dejo caer su mentón en el pecho de su amigo, asintiendo con una sonrisa en su cara, ahora sin parar de lagrimear.
Siempre quiso una familia, pero no quería que le costara la distancia de la primera persona que se veló día y noche por su bienestar, por mucho que él lo negara, por mucho que a veces simulara que no le importa ni en lo más mínimo, sabe que en alguna pequeña y minúscula partícula de su pequeño corazón, él era más que bienvenido ahí.
Robotnik con algo de pesar sonríe hacia un lado, sabía que era lo mejor para él. Stone paso sus brazos en la cintura de su mejor amigo, aferrándose tanto en él como se le era posible, ahogando sus sonoros sollozos en su estómago, Ivo carraspeo, sentía que sus ojos sucumbían ante el sentimiento pesado que le estaba generando el momento, reprimiendo cada gemido, lamento o lloriqueo no deseado para él.
Él es el mayor después de todo, sabía que era él el que debía de poner control en todo lo que les pasaba, y este no haría la diferencia. Dejo caer una de sus manos enguantas en la suave cabellera corta de su amigo, posando la otra en uno de sus hombros, fijando más su posición entre ellos, apegándose de que esto definitivamente era el adiós.
Como si el tiempo nunca fuera transcurrido estaban exactamente en la misma posición, abrasándose como si no hubiese un mañana, y como si Robotnik no fuera un loco compulsivo con los gérmenes, todo eso les dio igual a ambos en ese instante. Viendo la adorable pero a la vez triste escena la pareja que terminaba de guarda las cosas de Lee en su auto.
Les rompió el corazón a ambos, tanto que estaban considerando el adoptar al joven de catorce años, pero sus inseguridades por tener dos al mismo tiempo fueron más grandes que no tuvieron de otra más que solo contemplar la escena con dolor y esperar pacientemente que su (ahora) hijo se terminara de despedir.
Estando los cuatro en las afuera del orfanato, los chicos se separan, logrando percibir Ivo lo húmedo de su camisa por el fluido lagrimal del bajito.
—Te extrañare~ — susurro el nene con la voz quebradiza.
Robotnik externamente no se inmuta, dejando en su interior el mar de aflicción para sí mismo en otro momento. "No delante de él" le gritaba su cerebro a sus ojos para evitar cualquier sensación húmeda en sus lagrimales.
—Por más vergonzoso que sea esta aclaratoria,...yo también sentiré tu ausencia por un tiempo — contesto con la mejor sonrisa falsa que nunca antes pudo haber enmascarado mejor su verdadero sentir.
Lee sonríe, volviendo a bajar su cabeza, todo para mirar a sus actuales padres, y caminar lentamente hacia ellos. Los adultos se postraron en sus respectivos puestos, haciendo que el niño antes de meterse al auto volviera a mirar a su amigo, quien desde sus adentro hacia un esfuerzo catastrófico en no dejarse abatir...y mostrar lo mucho que esto le estaba afectando. Mordiéndose la parte interna de su mejilla como soporte emocional oculto, esas miradas solo hizo saltar otra lagrima en el chico, sacudiendo su mano en despedida, provocando así que Ivo le correspondiera, curveando su sonrisa de lado en una pequeña muestra, moviendo su mano derecha y cubierta de un cuero negro de un lado a otro. Despidiéndose a la par.
Ya cuando se montó por completo en el vehículo, ni eso fue impedimento para ellos, mirando Stone a Robotnik desde el vidrio trasero del carro, siguiendo su movimiento de manos, dejando caer su carita en el borde de los muebles, detallando a la perfección como él seguía ahí, parado tan recto como siempre, sin parar de mover su mano de un lado a otro con tranquilidad, con su rostro sereno y anormalmente tranquilo.
Una vez que sus miradas se perdieron por la alejan, entonces solo entonces fue que Robotnik se dio la vuelta y exhalo con fuerza, sacando casi un gemido entre un gruñido forzoso, había estado aguantando la respiración durante todo el tiempo cuando empezaba a decaer su estado emocional, justo cuando Stone se comenzaba alejar de su lado. Se encorvo, apoyando sus manos en sus rodillas con fuerza, jadeando por lo cansado e infeliz que se estaba sintiendo, brotando de su ojo izquierdo una delgada lagrima, bajando con lentitud de su ojo a su pómulo, resbalando más en su mejilla, siguiendo su camino para terminar de bajar por su mentón, cayendo en el suelo. Por primera vez soltó un lamento en años, tapándose la boa con fuerza, volviendo a poner su posición habitual; larga y segura, pasando su mano en todo su cara, serenándose para poner la cara más serie y neutral que tenía, entrando al orfanato para demostrar lo bien e igual que se sentía, convenciéndose así mismo de que estaba bien, y de que pasara lo que pasara, él sabía que fue por su bien~
Ni con el pasar de los meses su comportamiento interno mejoraba, solo aprendió a vivir con ello encima, era todo, repitiéndose todos los días en la cabeza que él estaba bien, que él estaba mejor, y eso era lo que le interesaba.
De pronto una luz de esperanza y descanso paso por sus ojos una tarde que caminaba solo después de las clases, eso sí que fue muy interesante...
Para Stone vaya que Robotnik tuvo razón, tenía un cuarto para él solo, buenos cosas, excelentes comodidades, y sobre todo, sí que eran los mejores padres, poniendo su seguridad y educación por delante siempre, amándolo desde el primer día que llego a su hogar, no paso mucho tiempo para que Lee los llamara "Mamá y papá". Escuchar eso por primera vez hizo que la pareja se sintiera tan dichosa.
Todo era perfecto,...exacto por una sola cosa~
Era evidente que Robotnik nunca podría haber llenado el vacío de unos padres, porque Stone lo veía con ojos muy alejados de un pariente cercano, no. Lo veía con un intenso respeto y amor que todavía su joven cabeza no sabe cómo explicar, pero gracias a eso, quedo un hueco enorme en donde todo le pertenecía a él.
A él~
Era una de esas noches donde terminaba su tarea algo tarde, se acostaba en su cama, abrazando a su mejor peluche de toda la vida, su cabrita bebe, mirando el techo, con unas intensas ganas de solo deshidratarse llorando. Lo extrañaba, y mucho, y sabe que nunca dejara de hacerlo, pero de pronto, algo paso...
Escucho en su ventana el estruendoso sonido sólido y pequeño, asemejándolo de inmediato a una piedra, se levantó de su maca, rumbo a sea lo que estaba golpeando su ventana pues tres piedras más seguían golpeándolo sin fin. El asomarse por su ventada supo que fue la mejor decisión de toda su vida.
Como si de un espejismo deseado asi era su propia imaginación, o de que solo el cielo fue testigo de las infinitas veces en las que deseo volverlo a ver...está en sus deseos cumplidos.
Estaba ahí, parado en medio de la penumbra escasa de la calle, con unas piedritas en su mano, explicándose los golpeteos. Su rostro expreso perfectamente la palabra "Asombro"
—Yo...ahmm...— trato de hablar el joven, era la primera vez que se veían luego de casi un año sin haberlo hecho —me entere de que hay un nuevo establecimiento de entretenimiento y...encontré tu dirección...por accidente y me fue bien con mis clases de tutoría así que...— se rasco la nuca —solo si quieres y, si tienes tiempo...podríamos...ya sabes...regresar a los viejos tiempos y...ver algunos payasos tropezarse, animales siendo ridiculizados y hombres arriesgando sus vidas en una carpa reusable y colores primarios como decaídos — detallo en su explicar un circo
Stone no pensó dos veces la propuesta, amarrando una goza a su cama pesada para bajar por su ventada y verlo de cerca. No ha cambiado mucho, ni él tampoco, volviéndolo abrasar con tanto apego que volvió a llorar como aquel día en el que se separaron. Susurrándole un "Te he echado de menos" por parte de Lee en la oreja de Robotnik.
—Hola, yo también tenía tiempo sin verte — sonrió en burla y visibilidad del momento, haciendo sonreír al niño por ello. Caminando ambos a su destino sin haberse dado cuenta de que sus brazos no se separaban por nada del mundo, uno por experimentar esto como la mejor sensación de toda su vida, y el otro porque simplemente no le estaba presentando mucha atención, abarcando esto tan grande por estar pendiente de su amigo y de como lo ha estado pasando este tiempo y viceversa para lo que estaba hablando.
—¿Por qué no bajaste por tu puerta y le pediste permiso a tus padres como un hijo normal? — le cuestión Robotnik con algo de gracia en su cara.
—La adrenalina, Robotnik — contesto seguro el chico —Lo aprendí del mejor — comento acariciando su cabeza con el brazo del otro en un abrazo, todo sin dejar de caminar, provocando una minúscula sonrisa en su cara.
Definitivamente perdió mucho cuando se fue su amigo, pero supo a valorarlo mucho más desde que no está a sus espaldas todos los días todo el santo rato.
Compartiendo nuevas aventuras por sus cuentas, disfrutando más que nunca la compañía del otro, desconfiando cuando se volvería a encontrar, pero pasara lo que pasara, aprovecharían su reencuentro al máximo, como si nunca más se quisieran apartar del otro.
Ayy hasta yo llore con esta wea ಥ‿ಥ
¿Por que demonios tuve que hacer un fina así? Bueno a decir verdad originalmente seria más triste así que me gusto más esta adaptación.
Quiero mandarle un saludito y un enorme abrazo a LaladronaUWU que hizo un espectacular dibujo de nuestros chikis.
Dios mio es que por dibujos como esto es que tengo unos mil años de vida por que luchar. Te lo agradezco infinitamente, son perfectos. (●♡∀♡)❤️
Desde que escribí el capítulo uno de este Au también bocetie una versión peque de ellos, como una renderización de un dibujo viejo que publique hace meses.
Están a la misma pose como el anterior dibujo, solo que mucho más jóvenes XD y siii lo se. Todavía no lo he coloreado pero es que tengo mucha pereza de hacerlo ahorita mismo, más que tengo que hacer un par de infórmes y ya quería actualizar esta parte.
Cómo sea, nos vemos en la próxima mi hermosa gente. Adiós 👋
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