Love Potion ♡ (Part II)
Continuación:
No sabían a ciencia cierta si esto lo que acaban de planear es la cosa más heroica de ambos...o la más tonta. Salir y enfrentar a todos aquellos muertos por afecto por el bien de la raza humana era una actividad tanto valiente como estúpida, pero no tenían de otra de igual forma.
Salieron con total cautela de la camioneta negra, casi caminando entre la punta de sus pies con cada toque. Ivo guardo la formula entre los múltiples bolsillos de su gabardina oscura por protección, sería algo arriesgado cargarla entre sus manos, pero procuraba que no callera encima de la misma. Tuvieron que prepararse, tapando sus manos con guantes por si las dudas, no era necesario el resto de la ropa, siempre usaban ropa holgada y elegante, fuera sido muy favorecedor cambiarse de zapatos, pero sus posibilidades fueron escasas.
Fueron armados por así decirlo. Lee se reusó en usar su arma, eran personas después de todo, solo que infectadas, no quería que nadie saliera herido, haciendo que a regañadientes Robotnik aceptara su petición en solo llevar con ellos un par de varas de hierro.
Se escondieron entre unos arbustos, ya estaba a la vista uno que otros zombies, murmurando y susurrando su ya conocida palabra "Beso".
Rectificaron su estrategia.
—Ok, Stone — dijo el Doctor mirando a su Agente —Es simple...entramos a la base del gobierno, subimos a la planta alta, entramos a la base de control, configuramos los comando, le daremos a a un rango extenso que pueda cubrir por completo la ciudad y listo. Salvamos el día — explico como si fuera nada el hombre.
—De acuerdo, señor...¿Pero cómo haremos para entrar sin que nos coman a besos? — cuestiono Lee con duda.
Ivo piensa.
—Bueno...no nos arriesgaremos a actuar como uno de esos descerebrados para pasar de inadvertidos, eso solo pasa en las películas — advirtió serio —lo que mejor nos puede resultar es caminar, lo más cuidadoso que se nos sea posible, y a la primera señal de ataque...corre...corre sin mirar atrás, que yo llevo la caballería más pesada — hablo confiado, mostrando con su mano enguantada llena de los comandos que usa con sus robots —Bien...y que todo salga a pedir de boca — dijo casi en una petición hacia el más allá. Haciendo que ambos corrieran de una manera inaudible, agachándose lo mejor que se les podía dar.
Robotnik estaba adelante, mirando el camino para por donde se debían de meter, llegando poco a poco a su amado destino, parecía estar tan lejos pero a la vez tan cerca, era muy frustrante, pero no debían caer en la desesperación. En cuanto a Stone, caminaba en retroceso, cuidando las espaldas, así cubriéndose mutuamente uno con el otro, debían estar precavido ante todo.
Daban pasos lentos, pero largos y concisos. Viendo por donde cada uno pisaba para no hacer ruido alguno.
Los gruñidos, susurros y desesperados lamentos por parte de los zombies era escalofriante, haciendo que ha ambos le entrara un horrible escalofrió. El sudor frío entre sus frente de los nervios y miedos se hizo presente apenas los gruñidos y peticiones desgarradoras se hacían cada vez más fuetes y concisas, Variándose por múltiples partes, tantas que casi se le hacían imposibles no escucharla por algún lugar.
Stone traga saliva, jadeando a lo bajo para calmar sus nervios, apretando con mucha más fuerza la larga vara de metal entre sus manos, agradecía que sus manos estuvieran cubiertas por un par de guantes, sino, estaría resbalándose entre sus manos su "arma" de protección.
Siguieron su paso por unos minutos más, parecía que su plan seria exitoso sin llegar a la violencia...pero algo paso.
Lee freno en seco al sentir la espalda inmóvil de su jefe hacia atrás, este gira su cabeza, buscando la causa de su frenada.
—¿Señor...? — dijo este en un bisbiseo aterrado.
Ivo sin perder tiempo tapa la boca de su ayudante con rapidez y fuerza, haciéndole saber que un grupo de infectados estaba delante de ellos de un momento a otro. No supo cómo llegaron, tan solo estaban caminando, si corrían con suerte, tal vez no lo s vería. parecía que iban a tener suerte, visualizando como de apoco se alejaban como si nada, si no fuera porque un chico zombie, miro sin importarle mucho hacia donde estaban los hombres, dándose cuenta de su ubicación, abriendo sus ojos de par a par al darse cuenta de sus nuevos victimas quien darle amor.
—Beso~ — pidió este acercándose a la pareja de hombres.
—Agente...¿Recuerda lo que le dije sobre correr? — le refresco la memoria a su ayudante.
—Si...— respondió este muerto del miedo.
—Pues...¡CORRE! — demando con pánico, haciendo que el zombie corriera más rápido que antes, haciendo que los demás descerebrados los viera con asombro.
"carne fresca que consentir"
Los hombres de negro no esperaron reacción alguna de más, corriendo como sus piernas les diera, golpeando unos que otros zombies que se cruzaban de su camino.
Ivo activa sus botones, Ascendiendo a sus máquinas, provocando que su padre estuviera orgulloso de ellos. Dándole más tiempo para correr, no era mucho, habían mucho más zombies alrededor de igual forma, peo vaya que si los ayudo a salir de aquel aprieto.
Robotnik mira a sus espaldas, jurando que sus máquinas los perseguirían para seguir acabando con más infectados que se aproximaban, pero no paso, visualizando con algo de a lejanía que como los zombies aprisionaban sus drones, besándolos en el proceso y el final, descomponiéndolos, brillaron sus lentes en un rosa grave, apagándose así al instante, ya para cuando los zombis no tenían victimas a quienes besar, se dirigieron a los que seguían con vida.
—¡No, mis bebes! — se lamentó con horror al ver como aquellos idiotas los había dejado. Su plan de contingencia se había arruinado.
Lee se da cuenta del suceso, tomando la mano de Ivo con fuerza al ver en el estado de shock en el que se encontraba, golpeando a las demás amenazas cada que se lo merecían.
Llegaron a la entrada, empujando la puerta con fuerza, teniendo al mismo tiempo cuidado de no romperlas, eran de vidrio, un mal movimiento y podían quedarse sin escondite.
Lograron pasar, bloqueando la puerta con uno de las barras de metal que tenían, metiéndole más peso a la misma. Mesas, sillas, aparatos, de todo. Solo pararon y se alejaron del lugar al escuchar y una ligera grita abriste en el cristal, alarmando a los dos hombres.
—¡Al ascensor. Ahora! — demandó el más alto con preocupación. Señalando el área hacia mencionada.
No perdieron tiempo, corriendo al mismo tiempo, casi chocan con la puerta. Debieron apretar el botón con anterioridad, pero el miedo y los nervios podían volver loco a cualquiera.
Los dedos del Agente parecían que romperían el botón, haciendo que la puerta se abriera de par a par. Me metieron con apuro, viendo como toda su barricada se venía abajo con la fuerza de los zombies, dejándolos desprotegidos mientras las puertas del ascensor se procesaban para cerrar. El desespero invadió a la pareja de trabajadores, golpeando como se le era posible el interruptor para que aquellas metálicas y fuertes porterías se cerraran.
—Vamos ¡Vamos! ¡VAMOS! — gritaba en desesperación Ivo, sin parar de golpear el botón.
Stone retrocedió con terror, pegando su cuerpo a la pared trasera del pequeño lugar. El miedo lo paralizo a un punto tan voraz, que creyó que se le iría el aire. Su paz mental volvió apenas vio como las puertas del ascensor se cerraban. Elevando el compartimento encerrado junto a su jefe.
Ambos jadeaban del miedo, fue un momento tan tenso como peligroso.
—Eso...estuvo cerca — hablo Ivo en un estado de conmoción. Miro a su Agente quien se quedó sin habla —De acuerdo...iremos hasta la planta más alta de dónde puede llegar esta cosa. Luego iremos directo al centro de control por un elevador más antiguo, es eso o tomar las escaleras, y no creo que sea factible — alego seguro.
Lee estaba casi sin habla, respirando profundamente para calmar sus nervios.
—Si...señor — soltó a duras penas en un jadeo.
Robotnik frunce el ceño, mirando atento a su asistente personal muerto del miedo. Este le da un firme pero leve golpe detrás de su cabeza, haciéndole despertar de su suceso de pánico.
—¡Hey, reacciona! — movió a su Agente, sacudiéndolo de los hombros para hacerle llegar en si —Si sigues así provocaras que nos contagien. Debemos de ser firmes o todo acabara mal — advirtió serio.
Los ojos del mayor demostraban preocupación y dominio, algo parecido a los de Stone, pero siendo estos más atemorizados, parpadeando un par de veces para aclarar su mente.
—Si — volvió asentir de su boca —Prometo no volver a bajar la guardia, señor — certifico lleno de audacia. El de bigote asiente, dándole una última palmada reconfortante en su mejilla.
Era raro, incluso bruco los métodos de apoyo que se podían dar, pero eran suyos, y solo ellos dos sabían lo gratificante que era cuando uno estaba en una crisis y su acompañante estaba hay para darle una buen golpe, y decirle que todo estaría bien. Método que es más influente en Robotnik dándole uno que otro totazo a su asistente, pero lo que fuera para que siempre tuviera ánimos de seguir, lo haría.
El elevador se abrió, timbrando en el último piso, debía de seguir a pie ahora. Caminando lo más sigilosos posibles.
No había ruido, era un silencio de lo más espantoso y maniático. Ninguno bajaba la guaría, manteniéndose en una pose de combate por mucho tiempo, mientras que sus pasos lo direccionaba hacia un par de escaleras hasta el piso siguiente. No sin antes pasar sus tarjetas de certificación, asegurándose de que eran ellos por seguridad. Un timbre sonó al pasar la tarjeta del Agente, de ello salió un feroz rugido en la oscuridad de las sombras.
Dejando ver dos hombres pálidos y los ojos rozados.
Oh ho...
No quisieron esperar, corriendo al subir las escaleras a toda la velocidad. Casi chocaban uno con el otro, haciendo que Ivo tomara la delante y corriera al frente de Lee, siguiéndole los pasos, y ya que hablamos de pasos, fueron abruptamente frenados al sentir como una de las manos de los infectados lo aprisiono. El miedo volvió él, pero eso no evito usar su fierro, golpeando con algo de pena la cabeza del sujeto, haciendo que lo soltara, el segundo zombie se zambulló hacia Lee, tirándolo y frunciendo sus labios para plantarle un beso de lo más repugnoso al verificar como la baba caía de su boca.
—¡Doctor! —grito buscando ayuda del otro. Un jadeo de miedo salió de la boca de Stone, ejerciendo más presión en su vara que usaba como barrera protectora a su agresor. Pensó por un momento que las fuerzas se le acabarían en cualquier momento, y que su conciencia seria invadida por sus propios sentimientos aparentemente enfermizos.
Como si de un milagro se tratase visualizo como una patada alejaba al horrendo ser de su rostro, suspirando con cansancio, pero eso no evito soltar una sonrisa de emoción al ver cómo era Robotnik quien era dueño de ese pie.
—Lo siento...pero creo que no eres su tipo — hablo a nombre de Lee en forma de broma, ofreciéndole la mano para levantarlo. El Agente lo corresponde con gusto, tenía tantas ganas de gritarle a los mil dioses los agradecimientos que tenía hacia su jefe, pero tan dolo pudo suspirar un "Gracias" por el cansancio y miedo que lo poseía el momento —Sigamos — demando nuevamente serio, siguiendo su subida de escaleras cortas para poder entrar a su último artículo de movimiento.
—Eso estuvo cerca — hablo Stone con un poco de la impresión de ante.
—Sii...vaya que-
Paro en seco, escuchando un par de pasos en el entorno. Ambos hombres pegaron sus espaldas, prevenidos ante cualquier amenaza y, vaya que lo era.
—Maldición, ahora son tres — se quejó Ivo al contemplar cómo eran el par de Agentes de esta mañana junto con el presidente, en un estado algo desarreglados, sucios y evidentemente infectados.
Los zombies hicieron lo suyo, haciendo que la mujer de cabello negro la segunda al mando de los Agentes fuera por Lee, llegando hacer que Ivo peleara con el otro junto con su superior.
La fuerza de la chica hizo tumbar al Agente de traje negro, tomando su rostro para hacer con él lo que quería.
—Doc-tor... — hablo con dificultad en el llamado del otro —Necesito un...poco de ayuda — pidió sosteniendo la vara todavía con la mujer, evitando sus rostros se acercaran más.
—¡Estoy...algo ocupado! — informo con notorio desagrado el científico. Intentando separarse de los dos zombies con una silla y el otro con su pie que estaba con la cara en el piso.
Lee agarra impulso, empujando a la zombie que lo acorralaba, levantándose para darle un fuerte porrazo en su cabeza, dejándola inconsciente en el piso.
No espero más y salió en ayuda de su jefe, quien solo tuvo que alejar al zombie del presidente de su cuerpo para volver hacer lo que hizo con su agresor anterior, dejando así a Ivo mejor y solo tener que darle una potente trompada al agente del piso.
—Ah~...sin resentimientos chicos...pero les metería si les dijera de que nunca he imagina do este momento — hablo burlista, haciendo reír a Lee en ese instante.
El agente agradecía que aunque tenga un mal genio que cualquiera podría romper, siempre existía ese lado caricaturesco y bromista de su jefe, incluso en los momentos más tensos como este.
—Sigamos — hablo el mayor para aproximarse ambos al elevador más viejo.
No tenía puertas de hierro, si acaso deslumbraba solo eran un par de rejas amarillas que los conduciría hacia el pasillo para tomar una habitación más alta y programar sus formula.
—Vaya momento tan-
Las palabras de Ivo volvieron a quedar en el aire apenas escucharon a sus espaldas un gruñido de lo más irritante. Una zombi ciudadana se coló en las instalaciones, corriendo en dirección hacia el Agente quien mediante la sorpresa se quedó estático, volviendo a sentir otra impresión al ser energéticamente empujado por su mayor, despertándolo otra vez de sus nervios y dándose cuenta de que había salvado de un enorme beso no deseado.
Debido a eso, provoco que Ivo callera al suelo con la mujer encima, alejándola de su cuello con su mano en su frente, dándole chance a Lee de poder tomar su arma nuevamente y hacer exactamente lo que hizo con los Agente anteriores.
—¡Ah! ¡¿Señor está bien?! — soltó su arma para ayudar a su manda más a levantarse con notoria preocupación.
—Si...si lo estoy — respondió como pudo, jadeando y con un leve espasmo de miedo en su rostro, vaya que si los tomo desprevenidos. Ivo acepto la mano del chico, levantándose con su mano en su cuello —Vamos ya — dijo abriendo las puertas del elevador antiguo.
—Si — asiente Lee, sostenido otra vez su muy útil arma de hierro.
Otra vez se escucharon escándalos, pero ahora muchos más fuertes. Eran ellos, volvían en una gran manada, suponiéndose que los habían alcanzado debido a su pelea no planificada.
Ivo bloquea la entrada por seguridad, tomando la barra ya antes dicha para proseguir como el bloqueo anterioridad.
—Debemos irnos ahora, ya no tardaran en venir — dijo este empujando a su empleado al elevador viejo —Oh...pero primero...necesito que sostengas la formula un momento — mando entregándole dicho objeto entre sus manos. Lee lo recibe extrañado —Solo...tengo que revisar algo de mi chaqueta ante y no quiero que se caiga — dijo vagamente, alejándose un poco del elevador.
La expresión desconcertada del Agente decía mucho ¿Que acaso no podía hacer eso dentro del ascensor junto con él? Digo...una muchedumbre de amorosos zombies estaba a menos de tres metros de ellos.
—Señor, venga, dese prisa antes de que entren — dijo casi un estérico Stone.
Robotnik suspira. Empujando a su Agente más adentro del compartimento, cerrando las puertas de las rejas, para luego doblar la palanca y asegurarse de que no se abriera, dejándose por fuera así mismo del lugar.
—¡¿Qué?!...¡¿Qué hace?! — pregunto exaltado el moreno al detallar la locura que estaba haciendo su jefe —¡Doctor, no es seguro que este afuera, acomode eso y venga conmigo! ¡Debemos de llevar esto al centro de control! — demando con miedo al ver la indiferente cara y actitud tranquila del castaño.
—Corrección, Agente...usted lo llevara — sentencio con una extraña clama, levantando la cabeza para mirarlo a la cara.
—¡¿Qué?! — volvió a exclamar —¡No! ¡NO!...¡Esto no es un juego, señor. No está seguro! — dijo intentando acomodar el cerrojo de palanca, pero fue en vano, su jefe se aseguró de eso ya —¡¿Por qué hace eso?! — pregunto Lee al borde de las lágrimas.
La serie e inexpresiva mirada del Doctor no delataba lo que le ocurría, tan solo giro su cabeza, bajándose el cuello alto de su camisa con sus dedos, dejando expuesto su cuello que...claramente se podía visualizar las marcas de besos que la zombie que lo derribo dejo en él.
El verdadero terror consumió toda la cara de Stone, jadeando de la tristeza, tapándose la boca por el impacto.
—N-No...— tartamudeo en un murmullo desgarrante —No por favor — imploro como si pudieran hacer algo los dos.
—Déjese de lamentos y acata mis instrucciones — dijo el Doctor volviendo a su estado natural de domino —No puedo acompañarte de aquí en adelante, solo tú ahora puedes emendar este error —dijo apretándose a los barrotes de la caja en donde está encerrado el chico —De una patada romperás la palanca base para que salgas, pero no dejare que lo hagas hasta que llegues a donde debes — dijo aferrándose más a la entrada, cuidando de que Lee no la abriera.
—No~...— volvió a negar —No me deje solo, por favor. Venga conmigo, sé que...lo contaminaron, pero si llegamos a tiempo podremos curarlo...podemos curar a todos — dijo en lamentos el chico, pegándose a su jefe en la puerta de rejas de color primario —Solo...no me deje solo por favor...no puedo hacerlo sin usted — chillo con pavor de fracasar en su misión en solitario.
—No digas estulticias, Agente. Si te acompaño me terminaría de infectar y te contagiare sin si quiera antes poder llegar a la zona de control — peleo frunciendo el ceño. Un fuerte golpe se escuchó en la puerta. Los zombies habían llegado y estaban a nada de romper la entrada —¡Vete! — ordenó el hombre —Ya estoy infectado, no pueden hacerme más nada pero, tú debes continuar — alego el Doctor.
Su Agente solloza, no quiera dejarlo solo y menos con esos monstros, pero tampoco podía estar con él...era un autentica tortura.
—Lee...hazme caso...y dale a ese condenado botón — hablo con una voz gruesa, intentado razonar con el joven, pero teniendo su lado autoritario también —¡Es una orden! — alego serio, usando eso como ultima táctica.
Stone vuelve a lamentarse, alzando su mirada para asentir con la misma.
El mismo estruendo se volvió a escuchar en la puerta, rompiendo la misma, haciendo que todos los contaminados entraran a la habitación.
Tanto Stone como Robontik gritaron del susto. Haciendo retroceder a Lee de la impresión. Al Doctor no le quedo de otra que pegarse más a las rejas, arrugando la cara al sentir la enorme presión que hacían los zombies al literalmente pegarse a él.
—¡Doctor! — grito Lee en un lamento, visualizando como los zombies de variadas edad y tamaños "agredían" a su ser amado.
Ellos sin detenerse besaban mejillas, brazos, cuello, cabeza, espalda o lo primero que vieran del científico.
Robotnik reprimió un grito de aversión, tapándose la boca con fuerza, no dormirá en paz sabiendo que un desconocido profano una área tan contaminada como lo era la boca.
Si los zombies no estaban ocupados besando al poco humano que tenían dándole amor, estaba intentando llegar a Lee en el proceso.
—Ya vete~ — dijo en un gemido ahogado y lleno de pena, era un áspero cosquilleo en todo su cuerpo lo que experimentaba. Como si no fuera suficiente para los zombies, jalaron al Doctor de donde se mantenía sujeto, haciendo que lo único que lo mantenía aferrado a las rejas fueran sus manos seguetas a los barrotes.
—¡NO! ¡DOCTOR! — volvió a gritar Lee, tomando las manos de su jefe al ver como lo querían apartar de él.
—¡Ve a la zona! ¡Vierte el suero en le tuvo! ¡Configura los comandos...y presiona el botón para que esta pesadilla termine!...¡Ahg...que asco! — se quejó con un enorme sonrojo de pena el hombre, sujetándose todo lo que podía.
—¡Señor...~! — volvió a chillar Lee, no quería separarse de su amado jefe, y menos si sabía lo que le esperaría a él a dividirlo de su lado.
—Solo hazlo~ — hablo débilmente Robotnik, provocando que su piel se tornara pálida como el papel, dejando a la vista como sus ojos antes marrones se tornaran poco a poco de un rosado, empezando así su transformación.
Lee aparto la cara, tragándose su debilidad, para soltarlo...y así lo hizo.
Arrastrando a la oscuridad al pobre científico lejos de él.
Los zombies restante seguían con las intenciones de besar a Lee, pero este solo se apartó de ellos al presionar el comando de botones al siguiente piso.
Volvió a estar todo muy callado. Se desplomo en el piso, escapándosele una que otra lagrima de importancia, se sintió tan inútil, tan mal, tan...débil a ver como su amado ser era atacado por esos desgraciados amorosos y, él no puso hacer nada.
—Lo curaré...se lo juro — hablo en un lamento pesado —Los curare a todos — se dijo con mejor pronunciación. Transformo su impotencia en fortaleza, no podía hacer nada hace un par de minutos pero, sí que podía ahora mismo.
El elevador se detiene, y como dijo Robotnik, dio una sola patada con fuerza desde adentro, haciendo que las rejas se abrieran un poco, saliendo de ellas con algo de dificultad, pero lo hace.
Toco caminar un largo y oscuro pasillo, haciendo que sus pasos sean los únicos escuchados en su ambiente. La culpa no lo dejaba en paz, pero la duda también...
-¿Fue su culpa sus emociones achacosas hizo que la ciudad colapsara?
-¿Fue su culpa que por él atraparan a su amado Doctor?
-¿Fue su culpa no haberlo salvado?
Unas se podían decir "No del todo" pero nunca cambiara la opción de que si pudo haber hecho algo por su amado jefe.
Volvió a sollozar, pasando la manga de su traje por su rostro. Debía de mantener la compostura, por nada del mundo debía de dejarse derribar y dejar que esos descerebrados ganaran. Se lo prometió a su Doctor.
Vio la puerta en donde conducía el cuarto de comando, solo debía de entrar hacerlo que debía hacer y asunto arreglado. Se alegró al instante, pero hubo un problema. Estaba sellada por madera y clavos, tal parece que la habían cerrado por protección, pero era una emergencia lo de ahora. Miro su alrededor, viendo que podía hacer para entrar. Su semblante preocupado paso hacer ahora uno de emoción al ver como uno de los muchos cuartos de conserjes estaba a solo unos pasos de él. Posiblemente tenían algo con que abrir la puerta, ya sea una palanca o algo así para aflojar los clavos.
Se adentró a la puerta transparente, viendo con claridad y emoción en aquel y grande cuarto como una palanca de acero estaba a su disposición, sin embargo, escucho un gruñido. Durante todo el tiempo que estuvo a absoluta calma de sonido, volvió a escuchar esos infernales escándalos. Cerro la puerta con deprisa, alejándose de la misma con la palanca en mano, volvió a temblar, su miedo volvió a él, y ahora sin la compañía del Doctor no había nadie quien lo consolara, pero debía de todavía ser más firme que nunca. Por él~
Traga saliva a lo grueso, frunciendo el ceño y parándose recto, si sea lo que fuera que estuviera a fuerza viniera por él, le daría tiempo suficiente para que de alguna forma entrara, lo golpeará y saliera para entrar al cuarto tan anhelado.
Un sólido estruendo sonó en la puerta, era una persona, posiblemente uno de esos zombies en busca de amor, Stone se aproxima al mismo con la intención de noquearlo he irse, pero su fuerza fue desecha en un instante al percatarse de quien se trataba.
—¡¿D-Doctor?! — lo llamo entrecortadamente, soltó la vara por la impresión, queriendo el mismo abrirle la puerta. Le dio tanta alegría y pesar al mismo tiempo, freno violentamente. No ¡NO! No era su Doctor, y reforzó aquel pensamiento al ver como ese ser, de tes pálida, con la cabeza abajo, la alzaba con ferocidad, dejando resaltar sus brillantes ojos furias, mirando atentamente a quien ya no podía recordar bien que era su Agente, pero si recordar de que estaría por estos lares.
Un momento lleno de tención se formó en ambos, haciendo que Ivo la rompiera ásperamente al golpear la puerta con fuerza.
—Beso~ — susurro aquella tan escalofriante y ya muy repetida palabra por el día de hoy.
Stone se estremece, volvió a retroceder, tomando la palanca ente sus manos nuevamente, debía de hacerlo o todo su plan no habrá servido.
—S-Señor...le prometo...que todo saldrá bien — hablo con nervios. No quiera herirlo, nunca lo haría, pero si no le quedaba de otra debía de hacerlo. Juro curarlo de alguna u otra forma.
Tomo con firmeza su arma y, más al ver como el zombie de su jefe abría la puerta de a poco.
—Beso~ — volvió a pedir la palabra que era lo único en su vocabulario.
Stone traga saliva, nunca pensó que su primer beso con su jefe seria así, en realidad, nunca creyó que algún día llegaría este evento, pero no así, no era su Doctor.
—Doctor...por favor...si está ahí...en alguna parte — aclara su garganta —escúcheme...y aléjese de mí. Por el bien de todos...y el suyo — dijo tembloroso, Muy lejos de hacerle caso, solo seguido caminando a su presa.
—¡Beso! — gruño con fuerza, corriendo al Agente temeroso.
Por un momento el cuerpo del Agente se petrifico, su pensamiento de no querer herir a su amado señor seguía en pie. Agachándose apenas cálculo como el zombie estaba a punto de abrazarlo.
Se escabullo de él, corriendo fuera de la habitación, no se alejó mucho, después de todo necesitaba ir al cuarto a su costado, y si llamaba la atención de todos los que estaba adentro no saldrían victoriosos.
—¡Doctor! — dijo serio y en alto —¡Se lo advierto!...no quiero hacerle daño. Déjeme que lo ayude, y todo saldrá bien — aclaro nuevamente.
La muy poco cordura que tenía el Doctor le hizo detenerse un momento, como si su mente brillante y originaria gritara desde su interior el calmarse para que su verdadera labor sea ejecutada.
Lee sonríe ante esto, tal parecía que se podía luchar contra el virus, sin embargo, su pensar fue rápidamente botado al ver como el zombie movió su cabeza, recapitulando sus intenciones. Corriendo a la dirección del Agente.
Lee vuelve a esquivarlo, metiéndose otra vez en la habitación, cerrando con seguro la puerta esta vez. No le importaba quedarse atrapado por un momento mientras pensaba en otro plan.
Los golpeteos y los gritos no se hicieron esperar por parte de Ivo zombie., pero algo inesperado paso.
—Lee~ — se escuchó la voz de su jefe...llamándolo.
Los ojos aterrorizados del Agente se cristalizaban por lo que oía. ¿Qué estaba pasando? ¿Cómo siquiera podía hacer eso?
—¿S-Señor? — pregunto desde la distancia prudente que tenían. Era una verdadera sorpresa. Los infectados no podía articular palara alguna además del ya conocido "Beso" como petición, era algo aterrador como extraordinario. ¿Habrá avanzado el virus tal vez?
—Lee...— volvió a llamarlo —Soy yo...Robotnik — dijo con una voz más que dulce. Se escuchaba como él, desierta forma lo era, pero no del todo —Vamos...déjame entrar~ — pidió con una voz más que profunda —Se lo que sientes...ahora yo lo siento y tengo tantas ganas de compartir un poco de lo que tú me has contagiado con tu enfermizo amor~ — exigió moviendo la perilla de la puerta con brusquedad —Vamos...solo ábreme la puerta~...y prometo que no te arrepentirás.
Stone se tapó los oídos, no quería escucharlo, era tan verdadero, pero irreal a la vez. Ese no era el Doctor del cual estaba enamorado, no lo era.
Volvió a buscar una salida exitosa, una para ya no tener que escuchar más al zombie de su jefe, detallo como un ducto de ventilación estaba en una de las paredes casi llegando al techo.
—¡Si! — festejo, corriendo directo por un silla, y montarse en ella. Eso no le agrado al zombie de Ivo, golpeando la puerta con una fuerza sobre humana que empezaba a gritar en la misma. Alarmando más al Agente quien se dio prisa en abrir el ducto con la palanca ya mencionada.
Al hacerlo se metió rápidamente en el mismo, escuchando como la puerta quien detenía a Robotnik se hacía mil pedazos. Se apresuró en entrar, escabulléndose en su interior, pero Ivo fue más rápido, haciendo que solo saltara para coger uno de sus tobillos, deteniéndolo en su escape.
Lee jadea del miedo, gritando momentáneamente, pensado con desesperación para ver si se podía hacer algo al respecto. Ivo da un jalón, atrayendo más al chico hacia él.
No tenía de otra...no lo tenía. Era eso o dejar que la humanidad caiga. Apenas el Doctor pudo atraer lo suficientemente a Lee hacia él para verlo mejor, este le da una fuerte patada en su frente, provocando que callera de espaldas.
—Perdóneme, Doctor — pidió en un quejido antes de haberle golpeado, colocando la tapa del conducto con fuerza. Llevando consigo la palanca para evitar que lo siguiera.
Ivo al estar en el suelo abre los ojos, todavía con su semblante ido y atontado, viendo como su presa se había ido. Gruñe por su derrota, dándose cuenta de las infinidades de cosas guardadas por todo el cuarto, pudiéndolas usar a su favor.
En cuanto a nuestro héroe, solo tenía muchas dudas en u cabeza. ¿Cómo pudo hablar? ¿Puedo sentir sus sentimientos en él? ¿Recordara todo eso si vuelve a la normalidad?
Dejo de atormentarse con eso o nunca haría lo que debía de seguir, gateando con más velocidad hacia la salida que lo conducía, pateo la rejilla que estaba su al frente, saliendo del reducido espacio para uno más liberador. Salió de ese cuarto, metiéndose al final al tan deseado cuarto de comandos.
Cerró la puerta a sus espaldas. La deteoridad de la entrada era tan gráfica que se preocupó al ya no sentirse seguro nuevamente, pero le prestó poco. Solo debía de darse prisa y acabar con esta pesadilla.
Encendió el panel de control, accionando los botemos cubiertos de polvo y telarañas. Teniendo que dale una que otro golpe para que terminara su proceso de encendido.
En la gran amalgama de acciones, tocaba uno por uno en busca de que saliera a la luz el tan deseado tuvo de embace.
Dio resultado, luego de muchas pruebas temerosas de lo que sea, al fin dio resultado. Vertió el contenido de la cura que tenía. Esperando que la máquina lo analizará, tomaría al menos un par de segundos, luego el botón de arriba se levantaría para poder al fin ser accionado y problema resuelto.
El único inconveniente es que estaba tardando más de lo que pensaba, llegando a el la procuración por completo.
—Vamos, vamos, vamos — hablaba impaciente el agente. Estaba al borde del colapso. Su preocupación fue muy bien entendida al escuchar como volvieron a irrumpir n su espacio.
Detallando como el insistente de su jefe contaminado volvió por él.
—¡Oh esto tiene que ser una broma! — exclamo cansado como arto. No le agradaba para nada seguir peleando con su superior.
—Beso~ — repitió su petición el zombie, soltando el martillo que tenía entre sus manos. Herramienta que muy posiblemente fue la causa de que lo ayudo a llegar al Agente.
Este sin detenerse corrió lo mejor que pudo lejos de Robtnik. Era complicado, estaba literalmente en un cuarto sin mucho espacio como para correr de lo más deliberar, teniendo al Agente en un aprieto colosal, atrapándolo casi sin ningún tipo de salida. Esto lo aprovecho el científico idiotizado, aproximándose a su asistente en busca de "amor"
—S-Señor...por favor...escúcheme — imploraba el pobre hombre aterrado —quiero ayudarlo...y no lo hare si usted termina contagiándome — intentaba hablar con pel.
Lo único que recibió del otro fue un gruñido grueso, querido acercarse de una manera violenta y brusca al más bajo. Lee estaba satisfecho por sus buenos reflejos.
—¡Date prisa! — imploro desesperado a la máquina, como si lo pudiera escuchar.
Sus ojos estuvieron a punto de salirse apenas veía como el botón estaba alumbrando, preparándose para cargarse por completo. Sin embargo, ver como el zombie de su jefe se levantaba hacia su ubicación hizo que su desesperación volviera.
El único objeto con el que pudo defenderse estaba del otro lado de la habitación. Dejándolo tan indefenso como un zorro a un cordero.
—Bésame~ — se escuchó gruñir al de piel pálida, corriendo entre gruñidos al Agente.
—¡NO! — grito exaltado, posando su mano en la frente de este, utilizando sus brazos con toda sus fuerzas para alejarse. Lo empujo desde su abdomen, volviendo a correr a la otra esquina, tomando la palanca que tanto quería.
Se dio la vuelta en busca de su jefe, no quería hacer lo que estaba a punto de cometer, pero era por su bien. Acomodo sus manos, intentando batear la cabeza de su patrón, sin embargo, este como si sus reflejos fueran sido mejorados, detuvo el ataque del Agente, arrebatándole mangueta de hierro.
La mirada de odio en Ivo se volvió rápidamente psicópata al mandar a volar la única protección del joven.
Este sin tener más que hacer volvió a correr, no llego ni a los tres pasos cuando el mayor lo tomo de su cuello, quitándole casi el aire al tomarlo de su corbata. El muchacho extiende la mano a la dirección del botón ya cargado, listo para solo tener la orden de hacer su función, a pesar de ello, su distancia era tan lejos de llegar que si te tuvieran aprisionado contra la pared un zombie mucho más alto que tu...sabrías lo verdaderamente difícil de la situación.
—Ahgg~ — arcaba el Agente buscando aire, por mucho que se quedaba sin oxígeno, no paro su lucha en poder salvar a los demás, teniendo su mano extendida en busca de presionar el botón a su lado.
El zombie tan solo bajo la mano del joven, impidiéndole cualquier manera de lograr su querer. A todo esto, volvió a cortar la distancia entre él y su Agente.
—Bésame~ — volvió a pedir el caminante lleno de afecto.
Lee se sintió perdido y miserable. Estaba a punto de perder y romper su promesa a su jefe, lamentándose de inmediato por no ser lo suficientemente fuerte...
Cuando el de gabardina negra jalaba el accesorio de cuello del hombre, buscando tomar al fin el rostro del ser que tanto estaba buscando; Stone tuvo una idea.
Ni siquiera dejo que el zombie de su superior se acercara a su presencia, siendo él quien tomara la iniciativa de besarlo. Así es. El Agente sin otro remedio ataco los labios de su jefe, acción que hace mucho tiempo tenía la fantasía de algún día hacerlo realidad. Por fin el infectado pudo deleitarse. Tanto fue el apego rápido de estos dos que tan solo basto un par de segundos para que Ivo lo abrazara, perdido en el virus más que nunca, aplacando esas voces en su cabeza de besar a su víctima como si no hubiera un mañana, provocando que Lee con sus manos libres abrazara el cuello del mayor, solo para posteriormente extender otra vez su mano en busca el interruptor.
Soltó un jadeo ahogado, sintiendo como el virus se apoderaba poco a poco de su cabeza, queriendo lentamente solo seguir besando al ser que más amaba en vez de perder tiempo en buscar el contacto con aquel mando.
Parpadeo repetidas veces. Percibiendo como su piel se teñía de un blanco tan opaco que empezaba de su rostro del resto de su cuerpo. Sus ojos se segaban, tornándose n el color ya característico del amor. Bajo su mano con lentitud. Su conciencia lo abandonada progresivamente. Ya hasta que en un punto bajo por completo su mano, accionando casi sin querer al fin el tan aclamado pulsador.
De esto no se dio cuenta el ya convertido Lee, volviendo a tomar el cuello de su amado zombie ahora, concentrándose otra vez en su sesión de besos repletos de amor y pasión, abriendo más sus bocas como si se quieran comer.
Su plan fue un éxito. Esparciendo el gas de salvación a toda la zona contagiada. Paulativamente los zombies que buscaban amor con violencia y desespero pararon como si nada, volvieron a su aspecto y consiente natural de regreso.
La pareja principal del gobierno siguieron con sus cariñoso choque te labios. Tan solo apenas Ivo abrio sus ojos, fue cuando se estaba dando cuenta de lo que estaba haciendo.
—¡AAAH! — un grito algo agudo salio de la boca del mayor, haciendo que el Agente volviera en si —¡¿QUE DEMONIOS ESTABAMOS HACIENDO?! — grito con desespero en su tono y desconcierto en su mirada.
Lee sestaba confundido, hasta que movio su cabeza de un lado a otro, recordando lo que paso.
—¡Señor! — lo abrazo sin previo aviso —¡Es usted de verdad! — se regocijó al ver como su plan había dado resultado. Estaba a punto de volver a llorar de la alegría.
Las mejillas del Doctor se tronaron en un intenso rojo. Estaba BESANDO a su Agente, y ahora lo abrazaba en ¿Celebración?...vaya día.
—Ya ¡Ya! — alejo al joven, lleno de pena por lo que acaba de pasar —¡¿Recuerda lo que paso?! —pregunto, rogando de que no lo hiciera.
Stone inclina un poco la cabeza, solo recordaba que estaba a punto de presionar el botón y...oh~
Ahora quien estaba ruborizado de la pena como nunca era Stone, volviendo en su cabeza el ultimo recuerdo de haber besado al zombie de su jefe.
Un silencio incomodo invadió la sala. Ambos hombres estaban tan apenados como uno del otro.
—De esto...¡NUNCA!...se volverá hablar...— aclaro serio su jefe, acomodándose como puso su ropa, aplacando los nervios y pena en su cuerpo.
—L-Lo que usted diga., Doctor — dijo un apenado Lee.
Posiblemente nunca se volverla hablar del tema, pero vaya que ninguno lo olvidara.
El Agente junto con El científico salieron de la base, viendo como la gente de la calle se preguntaba que era lo que estaba pasando.
—¿Que rayos fue lo que paso? — pregunto el presidente a Robotnik, quien podía notar algo de caos en el y en los habitantes.
—Nada de lo que quiera saber — aclaro Robotnik mal encarado —¡Pero sí que le diré que no volveremos a tratar con las emociones nunca más! — recalco en alto el de bigote.
No se necesitaba ser un genio para estar de acuerdo con el Doctor, haciendo que todo volviera a la normalidad otra vez...pero algo sentía que les faltaba...
—¡Oigan!...¡Sáquenme de aquí! — gritaba el sujeto de prueba de la cura que todavía seguía encadenado al laboratorio andante de los trabajadores —...quiero ir al baño...
(...)
Creyeron que con el tiempo superarían aquel incidente. Nunca pudieron olvidarlo, uno por pena y el otro por gusto. Intentando a veces platicar para de una vez por todas dejar aquella llaga en el pasado y vivir bien.
—¿Esta listo para hablar sobre el-?
—¡No! — lo freno Ivo. Continuando con su trabajo sin darle la cara.
—...ok — asintió este. Le daría tiempo al tiempo. Eso si...no podía dejar de sonreír apenas recordaba lo sucedido.
Mierda...otro one shot que se me sale de las manos por lo condenadamente largo que se me ponen, 6700 palabras. Bueno, espero que lo hayan disfrutado, algo no tan creativo pero por lo menos entretenido xd
Por cierto...ayer en mi clases de inglés pusieron escribieron esto:
Hice mucho esfuerzo para no decirle a mi teacher que había escrito el nombre de uno de los protagonistas que escribo y otro de un hijo de puta que intento matarlo xd
❣️ Los amo, adiós (ㆁωㆁ)
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