One Shot 20.

No sabían exactamente hace cuánto estaban escondidos, ni mucho menos cuantos kilómetros habían corrido, sólo sabían que a su alrededor era un caos, y debían de darse prisa si no querían ser atrapados o... sabrá Dios que sería de la raza humana si eso llegase a suceder.

Repasemos los acontecimientos anteriores.

Por caprichos del presidente de la famosa organización GUM, Robotnik se vio obligado a realizar una forma, prescripción o receta que haga que los involucrados familiarice una afición pasional con el primer ser humano que se le pasé por su camino. En términos simples, le pidió que llevara a cabo una posición de amor.

Fue evidente que el Doctor la vio más que innecesaria. No sabía ni le importaba los fines de querer aquella pócima bebediza. Tan solo rodó los ojos y se puso manos a la obra, al fin de cuentas, igual le pagarían su trabajo y eso era lo que le interesaba. Eso y el reconocimiento claro está.

No era sencillo. Un Doctor como él, ajeno a las emociones amorosas no tiene ni la menor idea de cómo se debe experimentar los síntomas. Por ende se vio en construcción el científico en busca de más información por la red global del mundo. Internet.

—"Sentimiento de querer estar en todo momento con esa persona. Se sienten cosquilleos, nervios. Se sienten mariposas en el estómago y estás como en...¿Una nube?" — recitó tal cuál el artículo. Mirando la pantalla de su sostificado ordenador la página ya antes leído con una mueca de disgusto y duda —Que inquisición tan majaderamente floja e ilusa — reprochó el Doctor —Las nubes se forman por evaporación y condensación, similares a la tinieblas, por ende es más que estúpido y estulto estipular que se puede sentir una sensación gratificante con semejante comparación — siguió con su conversación desaprobacional.

Pensó y pensó. Estrujándose el cerebro como diera. Pero algo dentro de su cabeza le dio —¡Stone! — llamó a su Agente personal.

—¿Si, señor? — se aproximó dicho joven quien antes de hallaba en la cocina.

El Doctor se da la vuelta en su silla giratoria sin levantarse. Dándole una mirada serio pero, neutral.

—¿Usted ha estado involucrado en un sentimiento meramente empalagoso que según la red lo describe como..."mariposas en el estómago" — pregunto curioso, haciendo comillas con sus dedos.

—¿Me está preguntando si...me he enamorado algún vez, señor? — pregunto con algo de vergüenza. Mirando ligeramente para otro lugar.

Ivo rueda los ojos.

—¡Evidentemente, Agente! ¡Rayos, ponga los pies en la tierra! — exclamó con un claro tono de fastidió.

Stone traga grueso. Nervioso y preocupado

—A-a bueno....señor — comenzó a rascarse el cuello con su nerviosismo vivo —Yo...se podría decir que...si — confeso jugando con sus manos y una mirada llena de pena e inseguridad.

—¡Perfecto! — dijo en alto el hombre de bigote, acercándose a su Agente y tomarlo de sus hombros. Ocasionándole miles de espasmos en el interior de Stone, pero era para que solo se sentara en una silla contigua que estaba en el laboratorio, así seguidamente con algunas partes del cuerpo mediantes conectores que presentían las pulsaciones, temperatura corporal, respiración y ansiedad cercana.

Lee alzo una ceja en duda, sintiendo como pegaba uno de los sensores en su frente.

—¿Doctor...que va ha-? — ni siquiera dejo terminar al chico.

—Esto, mi leal secuaz, detectará todos tus sentimientos fluir, explicándome cómo se producen, por qué y que sustancias podre agregar a mi fórmula para el resultado correcto — anuncio el Doctor más que confiado —Así que colabore y, quítese la camisa — ordeno.

—¡¿Q-Que?! — se sobre salto el moreno, irguiéndose con asombro y un notorio rubor en sus mejillas.

—Sí. Debo colocarte los parches receptores para saber exactamente el nivel de cariño y explicación exacta de lo experimentado — explicó esté —Tan solo dejando expuesto su muñeca derecha y su pecho pectoral izquierdo es más que suficiente — habló tranquilo con su aparato en las manos.

Stone traga saliva, haciendo exactamente lo que su jefe le ordena, solo le bastó quitarse su saco, corbata y desabotonarse los primeros botones de su camisa, dejando su pecho expuesto, remangándose la camisa oscura, así para sentarse a lado de la maquinaria, sintiendo como el mayor le colocaba aquel conector en su muñeca, pecho y frente. No sabía cómo sentirse Stone exactamente. Si feliz porque está ayudando a su amado Doctor, o si una rata de laboratorio.

—A ver Stone — musitó buscando información en su computadora —Dame una referencia visual de tu persona allegada para aumentar el nivel de eficacia de esta búsqueda — dijo dándole una mirada profunda a su ayudante sin querer, provocando que este se estremeciera y se sonrojara por los sentimientos que siempre su jefe le hacía florecer.

—C-Creo que...no será necesario, señor — hablo como pudo el pobre Agente. Reprimiendo como podía aquel sentimiento de amor absoluto por su jefe que desconocía todo eso, no obstante, era algo tan irremediable.

—¿Por qué tan misterioso con su enigmático personaje afectuoso? — pregunto con su característica forma de intimidar al su Agente. Corromper su espacio personal; provocando que Stone se encogiera de hombros, volviendo a tragar grueso para ruborizarse a niveles excepcionales. Escuchando como la maquina ya se activaba por las primeras emociones que el Agente comenzaba a padecer.

—Mmhh~...veo que tienes razón JA. Sigue así y terminaremos esto más rápido que lo que pasa una célula madre extraída de la médula ósea de un feto — expreso con emoción, mirando los resultados que le dejaba la máquina.

Lee quedo con las palabras en la boca, no diría nada de igual forma el joven ayudante, pero era un gran deseo de querer soltarse y abrirse como tantas veces lo había fantaseado, pero no era el momento, por mucho que siempre se repitiera esa palabra, era cierto.

Era más que suficiente en el grado de satisfacción con solo ver la cara de su jefe.

Todo salió como lo planeaba el castaño. Festejaba entre grandes halagos hacia su persona, y todo porque la formula salió del color rosado intenso que debía salir. No ha sido probado en personas todavía, pero el presidente agregó que él se encargaría de eso, y él le dio igual.

—Tome la dichosa formula — le entrego casi de mala gana el líquido llamativo a las manos del mayor.

—Vaya, Doctor. Ahora sí que se lució — afirmo impresionado —Y dígame...¿De que está compuesta? — pregunto curioso.

—Sencillo...cuando nos enamoramos, los químicos asociados con el "circuito de recompensa" de nuestro cerebro lo inundan, lo cual produce una variedad de respuestas físicas y emocionales.1- El corazón palpita rápido, las palmas sudan, las mejillas se sonrojan y se producen sentimientos de pasión y ansiedad — explico casi como si estuviera señalando a su agente quien fue el sujeto sacado de sus emociones — 2- Los niveles de cortisol aumentan durante la fase inicial del amor romántico, por lo que se pueden experimentar situaciones de estrés — seguía explicando el Doctor — 3- A medida que aumentan los niveles de cortisol, los niveles del neurotransmiso serotonina se agotan, lo cual precipita sentimientos o pensamientos de preocupación, esperanza o los típicos terrores del amor temprano — y seguía y seguía en su parloteo, aburriendo un poco al señor mayor de cabello blanco — En conclusión sabiendo bien calcular, reducir y extraer correctamente los libidos químicos y compactarlos correctamente a este suero romantizado — finalizo su charla.

—¡Bien! — respondió con notoria emoción el viejo al Robotnik finalizar con su exposición —Una pareja desesperada está dispuesta a tomar todos los riesgos — afirmo dirigiéndose a una habitación. El Doctor le comió la curiosidad, entrando justo detrás del presidente, a lo que sus espaldas también fue seguida por Stone.

Dentro de la misma podíamos ver una pareja joven, ambos con atuendos elegantes y costosos, era evidente que venían de familias prestigiadas.

—Jóvenes, como lo prometí, aquí está la salvación para su futuro matrimonio — anuncio seguro el señor de cabello canoso.

Para eso era, hacer que una pareja se ame con fines económicos..."pero que cliché" — opino Ivo en su cabeza con aburrimiento, pero solo seguía de espectador con el fin de confirmar la efectividad de su reciente creación.

—Aquí la tienen, al probarla tan solo mírense a los ojos y quedaran más que flechados — informo el viejo.

La chica iba hacer la experimentada, pues su prometido ya sentía atracción hacia ella, pero la fémina no podía decir lo mismo, no obstante, eso estaba a punto de acabar ¿No?

Tomo el frasco con sus manos, bebiendo de manera rápida y de inmediata la sustancia...no le supo a nada, solo quedo detallando a su futuro marido, quien este la miraba con detenimiento también.

Nadie decía nada, ni los experimentados, ni mucho menos los tres Agentes presentes con el Doctor y el presidente. Tras pasar cinco segundos que parecieron ser eternos...empezó a dar efecto. Su piel se volvió un poco más pálida, sus ojos tomaron un aspecto muy extravagante, convirtiendo su pupila completamente rosada intensa, teniendo una mirada perdida pero penetrante en su prometido, provocando que se abalanzara hacia él, besándolo en toda su cara, labios, mejillas, etc. Esto le daba cosquillas al otro, sonriendo tanto del momento como por agradecimiento al ver que la formula dio resultado.

El personal se vio victorioso. Sonriendo todos por el cometido. Lo único extraño era la manera tan intensa de demostrar afecto la chica, pero posiblemente eran detalles menores.

Sin embargo...algo más escalofriante comenzó a emerger, la mujer como si nada dejo al hombre en el piso, parándose de él después de esos segundos de interminables besos, haciendo que la chica se dirigiera de una forma algo agresiva a uno de los Agentes uniformados. Susurrando un "Beso" entre sus labios con algo de desesperación. El Agente se puso en guardia por instinto, pero se exalto al ver que la chica solo lo besaba en su mejilla, tan igual como lo hizo con su prometido hace solo un par de segundo, ya nadie estaba propendiendo nada.

—¿Que demo-? — y sin poder terminar su oración el Doctor, el joven que antes estaba en el suelo, se puso de pie con el único fin de hacer exactamente igual lo que la chica hacía, solo que con el otro Agente, haciendo que esto se volviera cada vez más perturbador que antes.

—Beso~ — fue todo lo que dijo con un tono enfermizo antes de atacar al Agente.

La pareja tenía el mismo colorido fugar en sus pupilas, exaltando a los tres únicos que no han sido tocados aun, provocando que Ivo entrara a un veredicto.

—¡Es un virus! ¡CORRAN! — advirtió el Doctor a todo el que pudiera salir. Empujando al Agente Stone quine estaba detrás suya para salir por la puerta. Ya era muy arde para aquellos dos Agentes ya infectados, teniendo todos el mismo color de ojos, también fue muy tarde para el presidente, quien fue "atacado" por sus fieles Agentes, provocando que los cuatros infectados que estaba en el cuarto lo besaran al mismo tiempo, dejando nada más que unas risas en el hombres por la cosquilluda experiencia, pero ya estaba perdido, el formaba parte ahora de esa ola de amorosos descerebrados.

Ivo sin pensarlo dos veces cerros la puerta en un solo estruendo, bloqueando con una silla que le entrego Lee.

—¡¿Que fue eso, Doctor!? — pregunto asustado el Agente.

Ivo le devuelve la mirada con la misma preocupación.

—Creo que fue mala idea jugar con las patéticas emociones humanas — susurro casi en shock.

Los sonidos y golpes adentro del lugar no se hicieron esperar, pero algo más paso....silencio. Un escalofriante y áspero silencio se dio después de todo aquel alboroto, teniendo ambos hombres en guardia por si acaso. Todo hasta que Lee dio un punto de vista muy preocupante.

—S-Señor...¿Que acaso....no había una ventana en esa habitación? — pregunto acercándose hacer más una afirmación.

—Oh no...— fue todo lo que dijo el científico al percatarse de ese dato, y así como si él destino le asegurarse de que estaban en un gran aprieto, se empezó a escuchar el más grande de los escándalos afuera.

El hombre de bigote y el otro de barba corrieron lo más rápido posible. Debían de dar a viso al personal de lo que ocurría, y cerrar y proteger a los ciudadanos más débiles que se encontrarán, pero ni siquiera eso les dio tiempo de hacer, viendo con horror como dos de los infectados se colaban en la agencia.

Robotnik tomó el traje del cuello de Stone, haciéndole cambiar de dirección a ambos para correr lejos del caos.

En todo el camino daban aviso de que debían de correr a toda persona que se toparan. Unas no hicieron caso por lo extraño del momento, cobrándole caro al ser besados por los zombies que poco a poco se hacían más, otros se pudieron salvar, saliendo del lugar lo más rápido que podían.

Casi sin aliento Lee e Ivo salieron por la puerta de atrás, pero lo que los esperaba afuera no era mejor que adentró.

El desgobierno se había empezado apoderar de la ciudad. Provocando que cientos y cientos de personas se infectaran con cada minuto que pasaba por aquellos zombies besucones.

—¡A la camioneta. Ahora! — ordenó serio Robotnik, haciendo que tanto él como Stone volvieran a mover más rápido los pies. Era una verdadera tortura para el Doctor, nunca vio necesario la fuerza física o la agilidad, no si tiene a la tecnología y al intelecto de su parte, y lo puso en marcha.

Presionando botones simultáneamente con una precisión perfecta sin dejar de correr, eran una de las cosas más perfectas que podía hacer. Llamando a sus máquinas para que hicieran el trabajo sucio por ellos, tan solo bastaba que se acercara uno de esos enfermizos amorosos a ambos al menos dos metros de distancia para que soltaran un diminuto laser, no mortal pero, sí que los aturdiría por unos minutos. Eso fue de mucha ayuda, logrando que tanto él como su Agente entraran a la van.

Trancaron todas las entradas que fueran posibles, haciendo que ambos respiraran de manera agitada e irregular, estando a la par de empapados de sudor y nervios por lo recién vivido.

—¡¿Que fue eso¡! — grito angustiado el Agente a su jefe.

Este en respuesta solo camina a su computadora, revisando los componentes de su fórmula. Algo debido salir mal para que pasara aquella locura.

—Lo tengo — hablo después de teclear en su búsqueda —tal parece que tus emociones fueron muy allegadas que al juntarlas se sobrecargaron de ese sentimiento que ese amor no era suficiente para una persona, eso explicaría el comportamiento agresivo de los infectados por más y más cariño — explico el científico —pero hay algo más...las sustancia que use fueron a bases más que nada de organismos naturales y una que otras químicas pero no mortales, provocando que en si estén vivos pero, no del todo. Derritiendo sus neuronas y activando más aun su órgano vital del pecho izquierdo. El corazón, ocasionando que al tener el más mínimo contacto de la área en donde se ingirió la formula ocasionara que la víctima tome la misma que su agresor — termino de explicar el doctor con preocupación.

—E-Entonces...¿Son como una especie de Zombis o algo parecido? — interrogo todavía más el aterrorizado Agente.

—Algo así — le respondió Robotnik —No precisamente los come carne pero, si los que buscan desesperadamente muestras de afecto — hablo lleno de repulsión, levantando ligeramente las persianas de la ventana de su escondite, viendo como aquellos zombies de amor se expandían con cada segundo que pasaba.

—Debemos de hacer algo — opino el Agente todavía más preocupado.

—Claro que debemos — argumento obviando el Doctor. Pensó y pensó, tocándose la barbilla con algo de incertidumbre para responder aquella incógnita —¡Ya se! — grito de la nada, espantando un poco al Stone —Fueron tus emociones amorosas que causaron todo esto ¿No? — pregunto como si Lee tuviera la culpa de todo.

—H-Heee...¿Sii? — le respondió con algo de inseguridad Stone.

—¿Y si hago una que sea todo el contrario? — hablo con clara indirecta el Doctor. El Agente sonríe, viendo la luz en este aterrador túnel —Repita el mismo procedimiento de antes — pidió Ivo buscando su máquina detectora.

Stone no perdió tiempo y se volvió a despojar de su saco y su corbata, así reiterando lo mismo que hizo antes.

—Bien, haga exactamente lo mismo que antes...dejando de lado que piense cosas lindas y ahora sean cosas horribles, desagradables y ciertamente intolerables para usted con su allegado — advirtió el Doctor, dándole la espalda para ir equilibrando su máquina.

Lee cierra los ojos, mentalizándose a su ser amado en secreto las cosas horribles que pudiera hacer.

-Despedirlo.

-Que se vaya de su lado.

-¡Que encuentre a alguien mejor que él que lo asista!

-o...que simplemente encuentre la felicidad con alguien que no sea él.

Pensamiento que admite ser muy egoísta de su parte, pero...sí que le dolía el solo pensar en eso si se hacía realidad.

La máquina da los resultados, mostrando altos grados de emociones negativas.

—Demonios, Stone. Si no lo conociera diría que lo están matando — hablo el Doctor al ver los altos niveles destructivos que expandía.

—...así me sentiría, Doctor — hablo sincero y con nervios. No mentía, de hecho. Se acomodó su ropaje para levantarse y ayudar a su jefe con lo que siguiera.

—Bien. Con las notas y con el resto del equipo podremos diseñar un suero que revierta los efectos zombies, pero necesito ADN de algún contaminado, junto con su presencia pues requerimos de un sujeto de prueba — dio aviso el científico con algo de preocupación.

—Bueno...tenemos incluso para escoger — hablo con algo de broma Lee, mirando un poco por una ventana cubierta a todos los infectados, caminando por la zona, con su típico "Beso, Beso" por delante.

Ivo piensa. Sí que sería difícil capturar uno de esos asquerosos seres, pero no imposible. Poso su vista al su alrededor para ocurrírsele algo, y fue así. Miro a su fiel ayudante, quien le daba la espalda al estar mirando por la ventana. Pensó en algo y, sonríe en el proceso.

—Si~ — hablo en voz baja, para posteriormente regularla —pero se me está ocurriendo algo, mi querida carnada — sonríe este con malicia.

—Carna- ¿Qué? — exclamo con preocupación, frunciendo el ceño a la par.

Ni le dio tiempo de hacer otro gesto cuando ya se dio cuenta que estaba fuera de la camioneta al ser empujado fuera de la misma.

—¡Ahh, por favor ábrame la puerta! — golpeo la misma con total desesperación.

En cuanto a Ivo, solo se apoyó en la estructura, asegurándose de que no entrara, con una cara de relajación, mirándose las uñas dentro de los guantes. Ignorando por completo las suplicas de su asistente.

—¡Doctor por favor en serio. No quiero ser un descerebrado infectado! — seguía implorante el hombre con sus ojos llenos de preocupación. Sin parar de golpear a puerta.

—Tranquilícese, Agente, solo quédese ahí parado y, cuando se aproxime uno de ellos, yo me encargo del resto — le contesto con total tranquilidad.

El chico seguía sin poder calmarse, exhalando con miedo pegado al vehículo negro.

—¡¿Pero y si me atrapan?! — pregunto con horror —¡No quiero que me besen, se lo imploro, Doctor!

—No lo harán, le dije que yo me encargare del resto y, ni se le ocurra moverse, correr o alejarse, porque de ser así todo el plan se echara a perder — le advirtió desde el otro lado.

—Oh y párate en el lado izquierdo de la puerta — le ordeno.

Este lo acata tembloroso, seguía sudando del miedo.

Paso lo que esperaban. Uno de los infectados vio a Stone, acercándose al mismo con velocidad al detallar lo indefenso que estaba.

—¡AAAH! — grito espantado —¡DOCTOR YA VIENE UNO! ¡YA VIENE! — volvió a gritar buscando piedad alguna en Robotnik.

—¿Debería cenar sopa de almejas o ensalada cesar? — se preguntó así mismo, teniendo los gritos de su Agente como sínodo de fondo.

Era inútil. Stone se pegó a la pared del vehículo nuevamente, viendo como corría aquel depredador hacia él, frunciendo sus labios para "atacarlo". El Agente se cubre la cara, rezando que nada le pasara. El zombie estaba a punto de lograr su cometido...si no fuera sido Ivo quien de repente abre la puerta con brusquedad, golpeando el rostro del contaminado, ocasionando que el mismo callera al suelo inconsciente.

Lee abre los ojos, relajándose y dejando de lado la pose tan indefensa que tenía. Miro al Doctor quien está delante de él con una sonrisa triunfante.

—Te dije que nada te pasaría — dijo Robotnik con un tono relajado —Ahora ayúdame a cargar a este pobre diablo — demando.

Stone quien todavía estaba en un estado algo ido, hace lo que le pidió, todavía estaba algo agitado.

—Señor...sé que lo tenía todo calculado pero, ahora que lo pienso ¿No era mejor sacar uno de los Eggbots y que él lo fuera noqueado — opino Lee, cargando los brazos del zombie del amor.

—Si, lo pensé, pero no fuera sido tan divertido — comento Ivo entre risas —JAJA debiste ver tu cara "Noo, no me beses. Quiero esperar a la persona que pienso mucho" — remedo en burla y risas en Doctor. Provocando que el asistente se enrojeciera aniveles nunca antes llegados.

Pero lo más gracioso es que el descuidado científico decía es que ese ser era nada más y nada menos que él sin saberlo. Haciendo que Lee riera para así mismo, si tan solo él supiera, no se estaría burlando.

Como pudieron encadenaron de brazos al contagiado a una silla. Repitiendo lo mismo una y otra vez sin parar.

—Beso...beso....beso — reiteraba de manera enfermiza el zombie.

—¡YA CALLATE! — grito con irritación el Doctor —Veamos...si combino estos componente negativos, junto con algo de muestra del paciente, esto debería de estar...— paro, agregando un poco de la baba del zombie con un gotero con cuidado, provocando una pequeña explosión de humo verde en el recipiente, significando que lo había logrado —¡HEURECA! — exclamo el Doctor con emoción —Stone...creo que ya tengo el remedio para el malestar de todos.

—No esperaba menos de usted — celebro con él.

—Ahora, lo único que queda es probarlo — dijo mirando al zombie inquieto que tenían a su costado. Sin dudarlo, le arrojo unas cuantas gotas a la cara del joven quien tenía como prueba, causando que el zombie arrugara la cara con desagrado, eso hizo que por un breve momento convulsionara, respirando con dificultad al escuchar su respiración pesada. Lee e Ivo seguían expectantes, preocupados como ansiosos. Paso un par de segundos cuando el zombie se calmó, inhalando y exhalando con más tranquilidad, haciendo que su piel un poco pálida volviera a su estado original. Abrió los ojos, eran oscuros y no más rosados, solo faltaba algo...

—¿Dónde estoy? ¿Qué hago aquí?¿Y quiénes son ustedes? — preguntaba el hombre con razonamiento.

—¡FUNCIONA! — grito el Hombre de ciencia, sacudiendo a su empleado quien no dejaba de sonreír —Digo, por supuesto que funciona — hablo complacido.

—No ya en serio ¿Quiénes son? — seguía preguntando el joven que tan solo decidieron ignorar.

—Pero no cantemos victoria aun...ahora...¿Cómo haremos que todos consuman del suelo? — pregunto Stone, mirando a la ventana. Cientos de zombies caminaban desorientados. Tenía razón, salir e intentar que todos consuman la formula sería un suicidio, y no serviría de nada, contaminarían a los presentes antes de que puedan curarlos.

Ivo piensa.

—Lo tengo — dijo ocurriéndose le algo —pero...sí que tenemos que salir como de lugar — hablo con algo de nervios, mirando al Agente con unos ojos algo preocupados, este bien le devuelve la mirada de la misma manera. No tenían de otra. Pero era eso o no hacer nada.

Era una presión horrible pero justa. Después de todo, fueron ellos quienes quisieron jugar hacer cupido.

Bueno. Sé que tengo otras historias pendientes, pero esta idea surgió y no podía ignorarla, así que solo debía de publicarla y ya. Prometo que en esta semana actualizare "First Time" o "Student and Teacher" Ya veré que sale primero, ya dejare de hacer historias a medias, porque tengo muchas más que de verdad todas llevan mucho texto :"3

PD: Sip me inspire en un cap de Miraculous Ladybug, uno de mis favoritos a decir verdad.

PD2: Gracia a @StoneLatte por convencerme en publicar esto el día de hoy. Thank you, my friends :D