Goodbye
One Shot 12.
Si quieres tener una mejor experiencia, lean esto con este soundtrack
https://youtu.be/Cd4htOn-B8g
La vida de Robotnik la tenía planificada desde comienzo a fin. Tomando registro en su mente todo lo que hacía, a cada día, de cada mes, en todo el año. Matizando esto como un muy ordenado registro de todo lo que pasaba y que le pueda llegar a pasar. No obstante, su vida cambio a un inesperado giro de 180°...
Eso nunca lo vio venir, nunca se lo espero. Su ayudante, su asistente, su mano derecha, su (por mucho que lo niegue) compañero de laboratorio...se había ido. Simplemente un día cualquiera él...solo se fue...se fue.
Robotnik se dijo muchas veces que no fue culpa de él, al fin y al cabo, fue su decisión el irse ¿No?, era algo que se repetía sin parar. Él no fue del problema, fue su Agente que él solito tomo la elección de irse.
Ahora estaba ahí, en su camioneta sosfificada, preguntándose un millón de veces "¡¿Por qué?!" Él nunca...creyó que...que Stone formara parte de aquellos que lo dejaron a un lado. Con ese pensamiento rápido se dio pequeña bofetadas.
No le interesaba después de todo. Él un día se lo dejo muy en claro.
"No te echaré de menos cuando no estés..."
Ahora cumpliría con su palabra y...seguiría adelante con o sin su ayuda. Se dijo su cabeza al subconsciente, quitándose su traje elegante y negro.
Los primeros días no fueron más allá que solo una rareza inexplicable en el ambiente. Todo estaba tan...callado. Él olor del café que su ayudante le preparaba todos los días antes de que él se despertara nunca más volvió a experimentar aquella sensación, renegándose que ya se tenía que acostumbrar al cambio, nunca le gusto esa palabra, pero esa era parte de la vida.
La hora laboral también cambio, su rendimiento no era el mismo, más que nada porque ya no contaba con el apoyo de dos manos extras, pero sobre todo, no contaba con aquella compañía que siempre estaba a sus espaldas, como si se las cuidara todo el tiempo, lo hacía muy bien...demasiado a decir verdad, pero ya no lo hacía, ya no más.
Se gritaba así mismo que estaba actuando como un estúpido, su concentración no podía depender de una persona y mucho menos de alguien que puede ser totalmente reemplazable. Odiaba todo ese protocolo, pero no había más de otra que solo tener que reacomodar su agenda y buscar a un nuevo servil.
Sobraba decir que fue un horripilante desperdicio de tiempo. Todos aquellos ignorantes desempleados no le llegaban ni al talón de la competente de lo que era su ex agente, le dolía tener que admitir eso, y solo lo hacía en su cabeza, tendría que estar al borde la muerte para que revelara algo tan personal en voz alta.
Su estado de ánimo subió considerablemente al ver que pudo encontrar a la suplencia perfecta.
—Bien...señortia, Bella. Su expediente es más que eficiente y competente — dijo levantándose de su silla para que la joven chica hiciera lo mismo. No era mejor que Stone, eso lo reconocía, pero le alcanzaba un poco —Listo. El puesto es suyo, está contratada.
La chica rubia hizo que sus ojos brillaran.
—¡Oh gracias, señor Robtnik! — hablo emocionada.
—Soy Doctoooooooorr~!! — pego un grito al final de su oración al percatarse como su nueva ayudante le dio la mano sin su permiso...ni siquiera se la había desinfectado antes de hacerlo, eso ocasiono un leve shock en el cerebro del científico —Despedida~ — susurro con una mueca de asco, separando su mano al de la chica.
—¿Qué como dice? — pregunto incrédula la joven.
Un tic nervioso invadió el ojo de gabardina negra, no le tomo mucho tiempo para mandar a uno de sus adoradas creaciones y corrieran a la mujer por su falta de prudencia, según Ivo.
Robotnik suspira en frustración por enésima vez. Hoy fue un día del asco, sintió que perdió mucho de su tiempo para ver a una gran bola de inadaptados que no le servían de nada.
Pensó que fuera sido mejor crearse a su propia inteligencia artificial para que lo asistiera...pero sabía que tarde o temprano podría requerir del mandado del lugar aquella creación, las probabilidades eran muchas así que no se quería arriesgar, lo que no soportaba aún era el horrible vacío que sentía apenas entraba a su laboratorio, inclusive por las noches. Stone siempre...sin falta alguna, le deseaba las buenas noches y que, aunque el casi nunca se las devolvía...si hacía que su sueño fuera mejor. Más duradero y satisfactoria, volviéndose a preguntar..."¿Por qué?"...¿Por qué había tomado tan estúpida iniciativa de...dejarlo?
No le pareció justo, era como haber criado a un perro, y después de tantas enseñanzas, mordió aquella mano que le daba de comer. Era curioso cómo había comparado a Stone como un perro faldero que no tenía otro propósito más que solo ayudarlo para lo que fuera, propósito que fue radicalmente cambiado.
Los días y las noches se volvían cada vez más insoportables. Llegando a un punto donde una mañana sencillamente no se levantó, solo estaba acostado en su cama, pensando, meditando y cuestionándose una y otra vez que cosa pudo haber cambiado él para...para evitar que ese ingrato de su ayudante no se fuera alejado de su mandato.
Se sintió tan patético, no debería de importarle, ni siquiera tenía que estar pensando en él apenas el piso un pie fuera de su rumbo, pero se le era tan inevitable no poder al menos sus pirar su nombre con pena.
—Lee~ — hablo con una gran pesadumbre el hombre —Eres~...¡Eres un idiota! — su aflicción pasaba a rápidamente hacer rabia. No pasaba más de un minuto así, solo para calmarse y decirse así mismo que estaba bien. Era un infernal bucle en el que no podía salir.
La misma y cruel rutina se repetía una y otra y otra vez. Sentía que cada segundo que pasaba era un verdadero infierno. Fue tanto su desgano que dejo de preocuparse por él. Su sueño se desvanecía, pasando la mayor parte de sus noches en desvelos, solo contemplando su techo...como si de alguna manera él...volvería. Su hambre desaparecía, pero no de una manera agradable, la necesidad de alimentarse se le fue reprimida, sustituida por la fatiga, dolor y pesadumbre que experimentaba el pobre Doctor con solo abrir sus ojos a otro día sin la compañía de él.
Su trabajo se acumulaba, retrasándose en la entrega de varios, sin llegar hacerlos de la misma calidad o con aquella dedicación o ese entusiasmo con los que lo hacía; no quería...no podía.
Muchos dicen que recordar era una experiencia de tu gusto es agradable, pero no lo era, con solo tocar una de sus herramientas, o el solo estar en medio de su analítica habitación de trabajo...estremecía al Doctor de una forma repugnante, haciendo que su mente se invadiera de un montón de recuerdos que en su momentos eran felices, pero ahora en su actualidad ya no lo eran.
No podía parar de tocarse la cabeza, cerrar los ojos e inclusive aguantar la respiración por un largo tiempo, con tal de alejar aquellas imágenes de su mente, todo era en vano.
Aquella practica no le hacía bien, haciendo que se desmallara en una de las tantas vece que contuvo su respiración, sumándole a lo débil que se ha puesto su cuerpo por la falta de cuidado que le ha dado era como si lo noquearan de repente, apenas volvió a volver en sí, se dio cuenta que no podía seguir así, pero por primera vez en su vida vio que eso ya no estaba en su manos...estaba en las de él, pero podía hacer algo al respecto.
Apenas un nuevo día había llegado se puso en manos a la obra. Después de muchas semanas en su descuido se arregló como nunca. Se bañó, se afeito muy bien, dejando en resalte su distinguido y elegante bigote, se peinó como nunca antes la había hecho, con un gran cuidado y una excelente precisión, usando una loción que nunca antes se había molestado en usar, pero que Stone por cortesía le había regalado hace mucho tiempo, estrenándola al fin después de todo. Miro su ropero, teniendo un sinfín de conjuntos, todos del mismo color y degradado, siendo ya sus uniformes que no se molestaba en cambiar, pero hoy era una situación especial, decidiéndose así en colocarse un esmoquin de camisa negra y saco del mismo color, muy idénticos a los que su antiguo empleado usaba, detallándose así que podía ser una manera de homenajearle.
Miro con de tristeza su reflejo, sus ojeras por mucho que se esforzara en combatirlas no lo logro, teniendo que dejarse abatir por ellas y simplemente salir tal y como estaba, pero estaba muy presentable.
Su traje muy bien planchado, su peinado excelentemente peinado, su olor corporal era más que exquisito, todo para dar una buena presencia ante lo que era su antiguo ayudante.
Se detuvo muchas veces si lo que estaba a punto de hacer era buena idea, nunca antes lo había hecho, y temía que si...iba hasta donde él estaba y...de cierta forma lo volvía a ver...su condición empeorara. Solo quería volver a dormir bien, quería volver a tener aquellas energías con las que se levantaba para trabajar, y esta era la única manera de hacer que todo aquello lo recuperase, sabía que nada volvería hacer igual, estaba más que claro, pero tenía fe de que al menos su sistema volviera hacer el de antes.
Tomo uno de sus autos para dirigirse hacia su destino, una gran localidad se posó en su vista, con una gran entrada más que decorada, la última vez que lo vio fue precisamente aquí, donde él mismo optó por quedarse, no de una manera literaria, pero...más que evidente por culpa de sus actos.
Antes de entrar a ver a su antes compañero, hizo una parada rápida, sabía que no era de buenos modales visitar a alguien con las manos vacías, menos si quería arreglar algo.
Apenas termino se dispuso a entrar, viendo como si todo fuera una enorme jardín, uno muy sagrado, detallando como algunas personas entraban y salían del mismo, ninguna de ellas les interesaba, solo quiera visitarlo a él.
Busco con su mirada donde fue exactamente su lugar donde ahora se quedaría, con sus manos en su espalda para ocultar aquella cosa que había comprado para su encuentro con Stone, acercándose cada vez más hasta topárselo. Una corriente eléctrica invadió su cuerpo. Los intensos sentimientos de pesadumbre volvían a su cabeza y pecho, pero debía portar su buena compostura si quería seguir con su plan.
—H-Hola...— se limitó a decir, una palabra que nunca antes lo había dicho con tanta duda, ni mucho menos de una manera tan informal, en otra situación fuera saludado como normalmente lo hacía, con su típica frase de "Saludos" o "Buenos días" pero ahora...sus nervios estaban que lo mataban —Sé que...tenemos una duración algo extensa de no vernos pero...hoy...hice espacio en mi agenda y quise verte — mintió de cierta forma, sus horarios se habían vuelto todo un desastre, pero no se denigraría en admitirlo. Ivo vuelve hablar —Comprendo que...no volverás...eso lo tengo más que claro — lo admitió —no obstante...siéntete afortunado de que estoy aquí y sabiendo que no recibiere nada a cambio — dijo no tan convencido, si quiera algo. Lo quería a él de vuelta, pero eso nunca lo diría, sin embargo, por lo menos quería que su paz mental volviera.
Suspiro con un aire de pena, inclinando ligeramente la cabeza. Ninguno de los dos decía nada, ambos estando frente, pero el único que tenía ese control era Ivo, volviendo abrir su boca para volver a reanudar su discurso hacia él.
—Las...cosas han cambiado mucho desde que te fuiste — fue lo máximo que pudo admitir —aún sigue estando en pie...pero manejar todo eso ha sido un enorme tormento — confeso —incluso trate de remplazarte — hablo en broma, riéndose momentáneamente, quería experimentar cualquiera otra emoción, cualquiera que fuera ajena a lo que todos los días ha estado sintiendo. Dolor~, pero no sirvió, su sonría fue falsa, y su broma de muy mal gusto, se arrepintió apenas lo dijo —Sii...trate de remplazarte — hablo ya más serio —pero no sirvió de nada — acepto —Quisiera tener una explicación de tu parte...y preguntarte el...por qué tomaste una valentía así de estulta como para cometer tal estupidez de alto calibre y...— trago saliva, interrumpiéndose a sí mismo —...y dejarme como si nada — hablo con algo de resentimiento —Porque si creías que ibas hacer algo importante y fuera de sí con la majadera tontería que cometiste ¡Pues déjame decirte que te equivocas! — alzo la voz en desacuerdo a lo que hizo su ex Agente —te equivocas~ — susurro en derrota —Ya lo hecho, hecho esta, y nunca volverás conmigo...lo entiendo — repito lo que antes había dicho —pero...vine aquí a verte y...supongo que aunque eso no cambia nada...solo espero que puedas escucharme, y si esta en tus posibilidades responderme — hablo...esperando respuesta del otro, pero no la hubo, era de suponerse. Él...simplemente no estaba dispuesto a seguirle la conversación —No sé qué creencia te han impartido tus progenitores...— hablo con tranquilidad, casi como en un murmullo de lo bajo que era, acercándose más a la presencia del otro —pero solo quiero que sepas una cosa...— hablo aún más confiado, arrodillándose en frente de este, sacando lo que a sus espaladas había estado ocultando por todo este tiempo — y es que...sea donde quieras que estés...espero que te encuentres bien~ — hablo con toda la sinceridad del mundo, dejando en aquella lapida con escritura el ramo de rosas que había obtenido para él —Entiendo también que...ah~ — suspiro entre cortadamente, interrumpiéndose, pasando sus dedos enguantados por sus ojos, juraría que le picaban —todo esto que estoy haciendo no cambiara el hecho de que te fuiste y...eso, pero entiende que...nunca te olvidaré~ — cerro sus ojos en desahogo. No pudo hacerlo antes en ningún otro momento, pero al menos, pudo sacarse un poco el peso que este cargaba por muchos días atrás —Bueno...ya debo irme — sonrió con algo de pesadez, volviendo a tener su semblante triste —Te visitare en otro momento...Agente~ — dijo sin más, dándose la media vuelta y volver por donde vino, dejando atrás la tumba con el nombre de su querido compañero, decorada con el ramo que dejo para él.
Volvió a su departamento, apoyando sus manos en la mesa del comedor. Teniendo solamente puesto su camisa negra con su corbata del mismo color, su saco se lo retiro para mejor comodidad, admitía que se sintió mejor después de visitar a Stone en el cementerio, pero no de la forma que él esperaba, el mismo desolado ambiente frío, callado y sin vida volvió en su entorno.
Pego su frente en la mesa, no tenía mejores cosas que hacer, apoyando ahora su cabeza en sus brazos, cerro por un momento sus ojos, su sueño...estaba volviendo a él, se sentía tan cansado, pasándole factura de todas aquellas noches sin dormir, tanto fue su cansancio que apenas cerro sus ojos, callo en un sueño profundo.
No podía dejar de revivir una y otra vez aquel infierno por él que su Agente y él pasaron, era como si le dieran un golpe en el estómago infinitas veces.
Lo recordaba como si momentos antes, no convirtiéndose más que de un par de horas, lo abrazaran en aquellas llamas de la culpa e impotencia.
—¡Necesito refuerzos! — gritaba el Doctor en medio de un tiroteo entre pardillas y su equipo —¡¿Dónde demonios están?! ¡Hace diez minutos que los pedí! — exigía con aquellos comunicadores de la agencia del gobierno, respondiéndole que llegarían en unos minutos, pues su ubicación era algo de desolada.
Ivo gruño de la ira, sabía que esos pentágonos no podían hacer algo bien sin su ayuda, pero verse de esta forma era muy peligrosa para él y su escuadrón. Por mucha protección que tuvieran, era delicado el momento.
—¡Agente Stone ¿Me copias?! — pregunto Ivo a este entre su comunicador.
—¡Fuerte y claro, señor! — respondió este afirmando.
—¡Mandare una unidad de mis mejores drones al sur, cerca de la base enemiga, aléjate para evitar lesiones...y por favor...ten cuidado, sé que eres muy tonto de algunos momentos! — le advirtió serio.
—¡Afirmativos, Doctor! — asintió este, acatando las instrucciones de su mayor.
El de cabello castaño oscuro mando una serie de comando con el control de sus guantes, dándole instrucciones claras a sus robots de lo que deberías de hacer, muchas de sus creaciones no salieron bien, pero solo eran detalles menores, después de todo, podía crear más, lo malo vino después de eso.
Ya para cuando termino el tiroteo, cada uno salió de su escondite, su equipo corrió para darle la información al gobierno de su Azaña, y dándole coordenadas más claras para recalcar la información de su retraso.
—¡Doctor! — grito alegre Stone al ver como este estaba bien —¿Lo hirieron a profundidad? ¿Está bien? — preguntaba frenéticamente el Agente, revisando superficialmente al hombre para estar más que seguro.
—¡Si, si lo estoy! — respondió irritado, empujando un poco al agente que lo agobiaba —¿Y tú lo estás? — pregunto algo irónico, señalando su frente para que se diera cuenta que tenía una ligera hemorragia hay.
—Oh...esto — sonrió tocándose la herida —Estoy bien, solo fue un rasguño — le aclaro, teniendo ambos trajes de protección.
—Bien...vámonos de aquí, tengo un millón de insultos que descargar en aquellos incompetentes por su falta de productividad — hablaba Robotnik caminando sea donde que fuera su camino, estaba en un bosque a fin de cuentas. Stone sonríe, satisfecho de que todo esto había acabado bien, ambos solo tenían ligeros rasguños nada más.
Al caminar un par de pasos miro a su costado, vio como a la lejanía uno de los terroristas responsables de todo este caos seguía vivo, herido pero aún seguía con vida, arrastrándose en suelo para tomar su arma y apuntarle al líder de todo esta función.
Stone sin pensarlo dos veces, corrió hacia su jefe, derribándolo desde su espalda para salvarlo.
—¡¿Qué demonio-?! — ni siquiera pudo terminar su pregunta de desconcierto al escuchar el sonido de la bala, pudo entender que solo le estaba salvando de ser el blanco de uno de aquellos desquiciados. Ambos caen al piso, aparentemente evitando el peligro. Robotnik no tardo mucho tiempo en mandar tres de sus mejores máquinas para que le dieran fin a ese desgraciado ser, acabando con su vida de una vez por todas, la escenas era un desastre pero satisfactoria el hombre que tanto fastidio había tenido en toda esta operación.
—S-Señor...¿Se encuentra bien? — pregunto estando todavía ambos en el sueño.
Ivo a pesar de que había reaccionado rápido en atacar aquel delincuente, se había quedado en un estado pensativo al estudiar lo que acababa de pasar. Stone le acababa de salvar la vida.
Fijo su mirada en él, como si nunca antes lo había hecho, con una expresión algo sorpresiva y seria a la vez.
—S-Si — dijo aduras penas. Levantándose del suelo pastoso para darle la mano a su Agente y ayudarlo a levantarse. Este gustoso acepta su gesto con una sonrisa, haciendo que tomara al chico de los hombros —Buen...buen trabajo, Agente — felicito con una ligera sonrisa el Doctor, sin dejar todavía un poco su estado de choque.
Stone sonríe como ninguna otra vez lo habría hecho, estuvo tan feliz, fue la primera vez que le congratulaba de aquella forma, estaba tan emotivo que le daría las gracias, pero...en vez de hacer eso, lo único que hizo fue salir de su boca un quejido involuntario, encorvándose al sentir como en su abdomen casi a un costado sentía una terrible punzaba.
—¡Agente! — grito estupefacto Robotnik, intento que se quedara de pie el otro sin lograrlo.
Callo acostado, tocándose la parte donde sentía un irremediable dolor. Le levanto el chaleco y su camisa, dejando ser como sufría una horrible pérdida de sangre, teniendo allí un agujero donde la bala lo había impactado.
—N-No...lo sentí al primer momento~ — hablo como pudo, entrecortándose al solo poder concentrarse en el agudo dolor que le propinaba la herida.
—¡No, no, no! — grito Robotnik agachándose a su nivel, sacándose el chaleco y la camisa para poder hacerle presión en su grave herida, dejándose nada más la franelilla que conservaba debajo de la ropa, evitando un poco la expulsión de su sangre que ya empezaba a bañar a ambos —¡Necesito una ambulancia! ¡Y RÁPIDO! — ordeno demandante al radio que seguía conservando —¡Tengo a un Agente herido, repito MI AGENTE ESTA HERIDO! ¡VENGAN RÁPIDO! — volvió a gritar en su mandado — ¡Cálmate, cálmate! — le ordeno a Stone —Toda estará bien...la ambulancia no tarda en venir...— trato de convencerlo, haciendo que Lee asintiera sin parar de temblar del sufrimiento que estaba pasando —te curaran y...todo volverá a la normalidad...te lo prometo, todo estará- — se interrumpió así mismo al ver como su manos estaban bañándose e aquel jugo de vida de su Agente, haciendo que este último tomara un aspecto pálido, cerrando de apoco sus ojos al no tener la suficientes fuerzas como para siquiera seguir respirando —¡No, NO! — tomo el cara de Stone con una mano, teniendo la otra en su herida sin soltarla —¡Stone! ¡Stone, mírame!...¡No te duermas! — pidió entre gritos, sosteniendo todavía el rostro del otro, machando su cara de su propia sangre al tener las manos llenas de la misma —¡Es...es contra las reglas dormirse en el trabajo! — intento sonar autoritario, pero el miedo comenzaba a ganarle, cristalizando sus ojos del pánico —¡Agente...TE LO POROHIVO! — hablo con su voz gruesa —Solo...habla conmigo mientras llegan — pido intentando sonar tranquilo
—D-Doc...Doctor~ A-Ahh~ — se le era ya imposible articular palabra alguna. Intentaba con todas sus fuerzas aferrase a la vida, pero para su mala fortuna, se alejaba poco a poco a de la misma, volviéndose sumamente tortuoso para él tanto para el dolor, como el tener que ver a su amado jefe así por su condición —D-Debí...ser más...rápi...más rápido...¿No? — sonrió con debilidad, sonrisa que fue rápidamente sustituida con una mueca de dolor, acompañada de una tos, haciendo que su boca se adornara de su fluido carmesin —Oh~...— suspiro en derrota, dándose cuenta ya que no duraría mucho más tiempo estar consiente, y menos al percatarse de su hemorragia bocal.
—¡No~!...tu~ ¡AAAHHGGG! ¡¿DÓNDE DEMONIOS ESTA MI AMBULANCIA?! — volvió a solicitarla, anunciándole que llegarían en cinco minutos —¡IDIOTAS, MI AGNETE NO TIENE CINCO MINUTOS! ¡DENCE PRISA! — la impotencia se sentía tan desagradable. Presionaba con todas sus fuerzas el impacto de bala del chico, no teniendo un buen resultado.
Stone a pesar de tener su boca cerrada, no podía evitar escurrírsele algo de la sangre que se acumulaba en aquella área. Comenzó a parpadear muchas veces, alarmando al científico.
—¡Stone, NO! — pego su cara a centímetros de la suya, como comúnmente hace —¡Te prohíbo...que mueras, Agente! — le demando con una gran cara de ira, pero no lo lograba, sus ojos solo podían reflejar miedo como temor, y eso Stone lo noto —¡No me puedes dejar, maldición! — seguía convenciéndolo —¡T-Tenemos mucho trabajo, mañana...y tu estarás conmigo para cumplirlo! — seguía hablándole —¡Para que me ayudes como siempre, para que prepares tus lattes de siempre! ¡Para que te grite como siempre! ¡Las mismas malditas cosas, sii! — no paraba de vociferar su rutina diaria, provocando una pequeña y débil sonrisa en el agente caído —S-Solo...— sollozó brevemente el Doctor —No te vayas...— pego su frente a la suya —No te lo ordeno~...— sollozo otra vez de manera inconsciente —...te lo pido~— cerro sus ojos con fuerza, abrazándolo en la misma posición en la que estaban —Por favor...Lee~...por lo más sagrado que tengas...te lo pido — abrazo con más fuerza al chico, sintiendo como en su rostro le ganaban las lágrimas, cayendo en la frente de su compañero que cada vez sentía más y más frío —Haz hecho...un excelente trabajo~...— se aferró más al cuerpo del Agente
Los débiles brazos de Stone hicieron que le devolviera el abrazo a su jefe, no teniendo la misma fuerza que este por no poder hacerlo, pero aun así sintiendo el mismo apoyo emocional que el otro.
—L-Lo...siento~...— fue todo lo que pudo decir. Stone no quiso despedirse sin poder decirle otra cosas más a su Doctor, pero su tiempo estuvo al limiten, provocando que sus ojos se volvieran a cerrar.
El agarre del chico se hizo cada vez más débil, hasta que simplemente dejo de abrazar al hombre.
—No~ No ¡No! ¡NO! — decía cada vez más alto —¡STONE! — sostuvo el rostro de este, topándose con la clara imagen de su cara sin vida, con sus ojos cerrados, y su piel opacada, percibiendo el frio de su cuerpo inerte —¡Stone, despierta, por el amor a-! — se interrumpió exasperado —¡Lee no por favor noooo! — imploraba suplicas en vano.
Ya no podía oírlo, ni sentirlo...simplemente ya se había ido.
Esa fue la última vez que lo vio.
Estaba más que decir que Ivo tomo represarías en el asunto...
—¡Ustedes mal ejecutores, despreciables y miserables! —Fue rápidamente Ivo a quejarse con el gobierno, los guardias de seguridad tuvieron que tomarlos de los brazos para inmovilizarlo y evitar que hiciera una tontería.
—Doctor, Robotnik, por favor cálmese — pidió amablemente el presidente de la agencia.
—¡Por su falta de competencia perdí a uno de mis Agentes! — grito con ira hacia el señor de mayor edad —¡¿Qué demonios les diré a sus familiares ahora?! ¡¿Qué se supone que haga yo ahora?! — preguntaba con odio y dolor en sus ojos, calmándose un poco
—Lamentamos muchos la perdida del Agente Stone, pero su muerte no fue en vano, lo salvo y eso es lo importante. Cumplió con su trabajo — afirmó seguro.
—¡¿Cómo se atreve?! — su estado de calma volvió a ser corrompido, moviendo frenéticamente hacia el presidente sin lograrlo —¡Él era mi asistente, no mi guardaespaldas, infelices! —seguía moviéndose sin resultado.
—Doctor, le suplico que por favor mantenga la compostura, aunque sé que le cuesta mucho eso — enserio su cara el hombre —la mentamos la muerte de su Agente, pero recuerde que este trabajo no confirma el mañana a nadie, fue su voluntad el salvarle la vida, deje de armar escándalo y sea agradecido con el chico que gracias a él usted sigue aquí — le aclaró serio —Si le preocupa la reacción de sus allegados le quitaremos esa responsabilidad encima, para que no se altere más — negocio el hombre.
—¡Eso no devolverá a mi Agente! — volvió a gritar con rabia, despeinado su cabello con más fuerza.
—Lo sabemos...pero no hay nada que podamos hacer. Haremos un altar en su honor, y una gran ceremonia hacia su heroica batalla, pero ya tranquilícese...que con su rabietas tampoco hará que el muchacho vulva — hablo reprendiéndolo.
Ivo jadeo molesto, y por el cansancio que le daba al sacudirse con tanta violentamente en el mismo lugar.
Bajo la cabeza rendido, ya no había nada que pudiera hacer...
—Lamentamos mucho, Doctor...de verdad que si — se compadecía del científico —Tómese unos días libres. Eso le despejara la mente —ordeno, así para demandar en sacar aquel Doctor de mecha corta.
—¡No! ¡Suéltenme! — pedía sin logar nada, haciendo que aquellos hombres corpulentos lo sacaran de la estación militar —¡Los maldigo a todos! ¡La sangre de Stone no solo esta mancha en mis manos! ¡TIENEN TODOS LA CULPA! — gritaba como un demente.
Su funeral fue tal cual como se lo veía venir. Tan deprimente como ningún otro. Ivo no tuvo el valor de mirarlo en la urna...ni siquiera el entrar al establecimiento. Solo estaba afuera, reviviendo aquel tormento sin parar, todo con una mirada de conmoción. Su punto de quiebre fue cuando miro los familiares llegar, su madre. Aquella señora de mediana edad lloraba desconsolada, siendo abrazada por muchos de los presente, llorando con ella, unos siendo del trabajo y otros más sus familiares.
Los ojos de Robotnik no pudieron aguantes más aquella escena, alejándose como pudo para no tener que caer en el más profundo de los pesares.
Simplemente no podía creerle...el único ser que nunca lo abandono, ya no estaba, simplemente...se fue...se fue~
El dolor fue tal....que despertó.
¡AAAHHH! — grito con fuerza Ivo, jadeando del susto por lo vivido en su cabeza. Todo al parecer fue una simple pesadilla, estaba sentado en su cama, con su pijama puesta, respirando con fuerza por el poco aire que sentía que le pasaba por su nariz y pulmones. Su transpiración parecían cientos de pelar brillando en su frente, no podía dejar de respirar tan agitadamente, reaccionó a lo sucedido, bajando de la cama como si su vida dependiera de ello, enredándose entre las sabanas, cayendo casi de cara al suelo, pero le importo poco, corriendo en dirección a su destino ya pensado.
—Mhh aquí le traigo su café, Doctor~ — roncaba y suspiraba Stone en el mundo de sus suelos. Teniendo en su esquina al mismísimo Doctor, mirándolo con detalle desde la oscuridad, suspirando con alivio, sabía que solo fue una muy horrible pesadilla, pero...tenía la necesidad de verificar por sus propios ojos de que estaba en perfectas condiciones, apenas lo vio, sonrió con calma, todo hasta que empezó a darle almohadazos a la cara de Stone con la propia posadera de algodón con la que dormía.
—¡AH! ¡¿Qué?! ¡¿Qué pasa?! — pregunto el Agente sin entender bien su entorno, frotándose los ojos para contemplar con mejor visualidad que era su jefe ante él —¿S-Señor?...¿Que ocu-?
—¡Deja de interferir en mis sueños! — interrumpió en voz alta al hombre de pijama roja.
—¿Ah? ¿Lo desperté, señor? ¿Volví hablar dormido? Perdóneme, no fue mi intenso — se quitó las sabanas para levantarse frente a él —Discúlpeme, enserio, si quiere me meto un calcetín en la boca, pero le aseguro que no lo volveré a- — volvió a ser abruptamente interrumpido, pero esta vez por un abrazo que el mismo Robotnik le estaba dando, apretándolo fuertemente desde su cuello y hombros, sintiendo como su persona y la de él se estremecían por completo.
Con algo de inseguridad, dio una ligeras palmaditas en la espalda de su jefe, sintiendo como su cara se teñía de un rojo vivo por tan repentino acto del mayor, pegando sus brazos el cuerpo del otro hacia el suyo...si ya estaba experimentando un gran sueño...este parecía ser el mejor de todos, pasando por la cabeza que todavía seguía dormido, pero no era así.
—¿S-Señor...se encuentra usted-?
—Cállate, tonto y a-arriesgado ser insignificante~ — susurro casi de una manera entre cortada. Stone juraría de que sintió como Robotnik sollozo por un microsegundo.
—Señor...¿Tuvo una pesadilla? — forzó un poco más su agarre —Si gusta...puedo prepararle un poco de leche tibia para que se le pase el mal...¿Le gustaría? — se separaron un poco, haciendo que Ivo mirara entre sus ojos cristalizado aquella sonrisa radiante de Stone a pesar de que estuvieran en completa oscuridad.
Ivo trata de calmarse, nunca antes había detallado y apreciado la sonrisa de aquel joven...hasta ahora. El más alto asiente, haciendo que ambos salieran a la cocina.
Lee con su pijama negra le dio una taza con leche tibia a su jefe como lo prometió, haciendo que el otro lo tomara con suma relajación.
—Entonces...¿Va a decirme lo que soñó? — pregunto curioso Stone, apoyando su cabeza con sus manos en la mesa.
Ivo estuvo a nada de atorarse, provocando que separara sus labios de la taza con la leche, dejando ver un bigote de lecho en su bigote real. Eso hizo que Stone lo mirara con una enorme grado de ternura a su señor. El otro se limpia la boca pensativo.
—Nada...nada que debas saber — hablo claro y serio —De hecho~...no lo recuerdo del todo — mintió, nunca en la vida olvidara aquella traumática experiencia, ni en sus peores pesadillas del pasado pudieron competir con esta.
—Lo entiendo, señor — volvió a sonreírle con ternura —Espero que la bebida le relaje los nervios — palmo ligeramente su espalda.
Aquella acción hizo que el Doctor volviera a querer abrazar al más bajito, podía sentir como sus esas ligeras palmadas se convertían en los últimos movimientos de su Agente antes de haber dado su último suspiro en su subconsciente.
—Bueno...ya es muy tarde, así que...que pase buenas noches, señor — dijo Stone a Robtnik. Haciendo que este último sintiera como aquella cosa que lo relajaba tanto, que extraño mucho en su sueño, invadiera su cuerpo por completo.
—Espera — lo freno el del bigote, provocando que el moreno frenara —Yo...quiero preguntarte algo — confeso Ivo con algo de pena.
Stone lo mira curioso, tomándose de las manos en la espera de su pregunta —Por supuesto, señor. Lo que usted quiera — asintió este con dulzura.
—Bueno...no es una pregunta en si...más bien una petición — explico algo avergonzado el hombre, levantándose de su asiento para verlo mejor —Sé que eres un homo sapiens más evolucionado intelectualmente al resto de los demás...excepto el mío claro está — aclaro Robtnik, haciendo que Stone riera agradablemente —pero...también sé que eres alguien que podría comerte una locura con tal de...ya sabes...hacer lo que sea para...ayudar a los tuyos y esas cosas, pero...por favor...nunca hagas nada estúpido o imprudente que te mortifique a ti. Piensa de vez en cuando en ti...eso es algo muy fácil, si quieres te enseño — hablo serio, pero a la vez con algo de ocurrencia. Dándole una muy clara descripción de lo que quería.
—Ooookaaayyy)? — hablo con algo de duda —no entiendo a qué va eso, pero...le prometo señor, que si con eso lo hace sentir mejor, le juro que pensare más en mi — amplio más su sonrisa, levantando su mano derecha a modo de promesa.
Ivo asiente satisfecho, volviendo a su puesto para seguir tomando su bebida.
—Pero...si le tengo que aclarar algo, señor — hablo Stone a las espaldas del otro —No hago muchas locuras o cosas por el estilo, pero...yo haría cualquier tipo de locura por usted — afirmo seguro de lo que decía.
Ivo sentía como si un sueño y una pesadilla se mezclaran. Stone se despidió con su mano, volviendo a su recamara, para Ivo lo único que le tocaba era agradecer de que todo lo que vivido no fue real, y suspirar por ya estar más calmado.
—Eso es exactamente lo que me preocupa...Lee~ — hablo en su susurro a modo de repuesta. Tomando con calma lo que le quedaba en su taza para poder seguir durmiendo.
Chicos no les negare algo ¡Llore con esta wea! Tenía que relajarme para seguir escribiendo...y volvía a llorar XD pero no ya enserio si llore ;-;
Discúlpenme por este One Shot tan triste pero al fin y al cabo que todo fue una pesadilla, y es en esos momentos donde aprendemos a valorar lo que tenemos :D puede ser una buena enseñanza...un poco cruel pero enseña algo jeje. Nos vemos a la siguiente, un abrazo fuerte, los amo un momento, bye ;D
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro