Demon's Aphrodisiac III 🔞🔥
Continuación:
La inconsciencia lo noqueó por completo. Su corrida lo azotó con tanta fuerza que sintió que tan solo cerró sus ojos un par de segundos antes de volverlos abrir.
No sé localizaba en dónde se encontraba, se sentía perdido, rectificó lo que había hecho, y lo que había pasado, supo de inmediato lo que había ocurrido antes de su declive. El dolor de sus caderas, y una palpitación incómoda latía en su retaguardia, sintiendo sus extremidades adoloridas por igual como su interior ligeramente removido.
Se sentó, seguía en la cama del Doctor, con las sábanas cubriéndolo, el aire fresco del cuarto pegaba agradablemente en su cuerpo medianamente caliente, parece que su temperatura había disminuido aceptablemente en el último tiempo. No había rastro de Robotnik en alguna parte, preguntándose dónde se encontraba.
Era claro que estaba afuera, no sabía exactamente si debía de esperar a que regresara, o se levantara y lo buscara el mismo. Espero un aproximado de cinco minutos y la desesperación de la incertidumbre estaba que lo volvía loco.
Se movió entre las sábanas, con intenciones de pararse, apenas puso sus pies en el piso sintió que se caería. Nunca había recibido una cogida de aquella magnitud, sintiéndose acabado tanto afuera como por dentro. Como puede busca las maneras de levantarse, investigando el paradero de su ropa. La encuentra en una esquina del cuarto, echa un montículo. Tomo su ropa interior, colocándosela con cuidado. Seguidamente de su camisa negra y sus pantalones. No sé molestó en abrocharse nada de lo que tenía puesto, solo era para cubrir algo...bueno, medito mejor la situación y por al menos algo de respeto se abrocho los pantalones, pensamiento algo contraproducente si hace nada acababa de hacer el "sin respeto" con el Doctor.
Salió con sus pies descalzos, fuera de la habitación, camino entre los pasillos vacíos de la morada, no había señal alguna de Ivo. Bajo a la cocina, fue en ese preciso instante que su cuerpo se paralizo de repente.
Detallo con sus ojos como Robotnik le daba la espalda, estaba con una bata de baño roja, apoyado en el mesón de la cocina, mirando con curiosidad algo entre sus manos. Se trataba de una taza de café negro, el olor desprendía de la sala. Stone sonríe con algo de curiosidad, sabía perfectamente que él prefería por encima de cualquier bebida sus lattes, pero por obvias razones no pudo haberlo despertado.
Le pareció un gesto lindo. Dejarlo dormir cuánto tiempo fuera en su propia cama luego de lo ocurrido. Se preguntaba ahora como se sentiría.
Tocó la pared con sus nudillos, haciéndose escuchar en su presencia. El doctor se sobresalta, no pensaba que se despertaría tan pronto. Se dio la media vuelta, apoyando sus manos en la mesa de dónde estaba luego de dejar su taza hacía un costado.
Stone analiza su expresión. Traga saliva ante sus nervios, y no era para menos. Hace poco los dos estaban en medio de su momento más apasionado, tanto que su propio cuerpo no pudo con aquello que se desmayó en medio de su trance. Recordar eso lo avergonzaba, no pudo decir nada al respecto ¿Perder cordura de todo su cuerpo en medio de su oportunidad con el Doctor?...Que decepción. No tanto para el Doctor, sino para así mismo. Fuera amado que su encuentro carnal fuera durado más entre ambos, por más horas que hayan pasado en medio de su acto. Sea como sea...deseaba haber seguido estar consiente, haber detallado con asombro el relajarse del Doctor apenas acabara con él, pero no lo hizo.
—¿Y?...¿No vas a decirme nada? — se cruzó de brazos. Enseriando más su cara. Era visible como poseía una de sus guantes de control en una de sus manos.
—A-Ah...lo...lo siento, señor — hablo apenado, el calor de sus mejillas comenzó a molestarlo —¿Cómo...como se siente? — pregunto con su entusiasmo interno.
Robotnik suspiro con algo de pereza. Con su mano enguantada se tomó nuevamente la temperatura, colocando su dedo índice y medio en su cuello. Ya lo había hecho de todos monos apenas se había levantado de la cama, esta vez era solo era para que Stone lo confirmara con sus propios ojos.
— 37°C.... perfecta como debe ser — le aviso seguro.
—Eso...es fantástico, señor — contesto Stone con una sonrisa abrasadora, sintiéndose infinitamente mejor al ver que su jefe estaba progresando ahora.
Claro, ese fue el costo de que su cuerpo ahora no pueda dejar de sentir una buena cantidad de dolor constante, pero valía la pena. Un silencio algo espeluznante hizo que ambos se vieran a la cara con algo de pena. Ya no estaban seguros de que decir o hablar, consecuencia de toda esa catástrofe carnal.
Robotnik suelta un suspiro pesado. Harto del sentimiento incómodo que provocaba la insonorización en la cocina de su casa. Sale de la habitación sin decir una sola palabra, perdiéndose en el pasillo, Stone queda confundido, sin tiempo de preguntar algo pues Robotnik así como se fue regreso a los segundos, y con algo nuevo. Traía consigo una porta chequera lujosa. En sí que saco un bolígrafo de tinta, así usando la mesa del comedor como soporte.
Stone no comprendía lo que ocurría, pensó mal un instante lo que puede que esté pasando. Frunció el ceño ante esa posibilidad, confirmando lo con algo de crudeza apenas sus ojos le delatan como Robotnik luego de haber terminado de escribir a los pocos segundos arranco de un solo tirón la hoja con el perfecto dobles del papel. No pasó más de unos segundos que se desvanecieron el aire pesado cuando tiene ante él el pedazo de papel que el doctor con anterioridad garabateaba.
—¡Ten! — ordenó serio el hombre de vestimenta rojo —¡Y sin protestar...es todo lo que te daré! — aclaró de ante mano. Dejando todavía más confuso a Stone.
El Agente lo recibe con cierta extrañeza, alzando una de sus cejas para abrir sus ojos cuál pelotas afuera de su lugar cuando se dio cuenta de que se trataba. Era un cheque, claro estaba, pero Stone no se exaspero por eso. Lo que lo alarmó de verdad fue la exagerada cantidad de números puestos en el mismo.
Era la absurda cifra de: 10.000.000,00
Por más bien pagado que sea Stone, nunca llegó a recibir un pago tan absurdo, menos viniendo de su jefe, y mucho menos...por nada.
—A-Ah....señor...no...comprendo bien — hablo pausadamente —No es...la fecha correspondiente para mí pago.
—Lo sé, imbécil...esto es por... — pauso su explicación unos segundos antes de volver hablar—por tu ayuda de ahora— aclaró serio.
Stone no sabía exactamente como sentirse. Tal vez algo sucio por el mero hecho de que su jefe literalmente le estaba pagando por haberse acostado con él. Cualquiera pensaría es un trabajo de prostitución privada. Fue algo ofensivo, pero sabía que el Doctor no tenía esa mentalidad. Solo era alguien que todavía no entiende lo que es la total confianza de un favor.... aunque, claro que en este caso era más allá de lo que cualquier empleado de confianza podría hacerle a su jefe.
—Lo siento, señor,...pero, no aceptaré esto — le devolvió el pedazo de papel valioso.
—Oh, no, no. Esto no está en su contrato, Agente...dejando claro el hecho de lo inapropiado que fue — le empujó el cheque de regreso, pegando su mano a su pecho. Una acción que estremeció a ambos por igual, hasta este momento había vuelto a sentir el contacto uno del otro.
—Pues...fue una decisión totalmente consensuada, Doctor — lo encaro serio —No me obligó a nada, ni mucho menos llegó hacer un abuso físico — explico con la intención de evitar decir la palabra "sexual" —y...si somos justos,...fui yo quien...ya sabe...tuvo la... iniciativa — contesto apenado, volvió a su gesto seguro —así le agradezco mucho su facturación... pero no puedo cobrar por algo que simplemente fue- — se detuvo antes de seguir, estaba a punto de decir que fue una de las mejores noches de su vida, pero, es del Doctor quien estamos hablando. Eso y que se estaba asegurando de que el que debía de disfrutar era el Doctor por su condición momentánea, no él. Aunque fue imposible, y menos si el doctor sabía perfectamente dónde darle. Movió su cabeza de un lado al otro de manera interna, queriendo seguir con su oración.
—...por algo que fue meramente de mutua decisión — contesto al borde de la locura. Robotnik entrecierra sus ojos con más seriedad. Pareciera que lo estuviera desafiando, aunque sus motivos sean estúpidos —Usted...estaba solo, con calentura infernal, horriblemente extraviado sin su voluntad...y yo quería atenderlo, así que no necesito nada de esto señor — reitero nuevamente al devolver el cheque a Robotnik, está vez tomándolo con algo de desecho —Le agradezco muchísimo el gesto, señor, pero en serio, yo insisto.
Por lo general (siempre) Stone nunca tenía la última palabra, pero está ocasión, estaba tan propuesto en su propia decisión y pensamiento que sabe que no aceptaría el pago aunque se lo metiera por la boca...supuso que no es la mejor metáfora que se le fuera ocurrido ahora.
Robotnik vuelve a suspirar cansado, está bien...como sea. No tendrá que Visitar rápidamente a recursos humanos, no tendría que disculparse y se quedaría con su dinero intacto. Igual...no era tanto que pretendía dar para lo que en realidad es su capital, pero, un grano de arroz menos en su plato sigue habiendo arroz.
—Bueno — gruño con algo de fastidio. Guardo aquel pedazo de papel, volvió a beber de su café.
Stone asiente, le alegra saber que acepte su exigencia y el respeto....eso era algo nuevo. Volvieron a quedar en un insufrible silencio nuevamente. Parecían que ya no tenía más nada que comentar. Aunque había un sin fin de cosas de las cuales debían de hablar, pero la negación de aceptar lo que acababa de suceder era algo un tanto difícil de dialogar. Stone a estas alturas todavía no puede creer que lo haya hecho con el Doctor, si no fuera por el constante dolor que sentía en su cuerpo podría pensar que estaba soñando. Para Robotnik...bueno. Se sentía mejor, muy bien de hecho, pero el incómodo momento no era agradable, por ello decidió ser él quien rompiera aquello.
—La pregunta del millón ahora es...¿Tu cómo te sientes? — le devolvió la pregunta a Stone.
—Ham..¿Yo?...bueno...estoy en optimas condiciones, Señor — señalo Lee con una leve sonrisa.
—¿Seguro? —arqueo una ceja sin creer una sola palabra —Eso no se denominaba muy bien luego de haber sufrido un síncope, que produce una bajada en la frecuencia cardíaca — contesto igual de serio.
Stone no estaba seguro que contestar.
—B-Bueno...ya descanse por mucho tiempo, señor...créame cuando le digo que...estoy bien. En serio, si — hablo como pudo, le parecía algo nuevo esa ¿...preocupación?...del doctor hacia él si es que se podía decir así, o tal vez era la culpa, sin importar lo que fuera, hacia que Stone sintiera mariposas en el estómago.
Robotnik se vuelve a quedar callado, mirando con una amargura a Stone para solo darle paso a otro sorbo a su café.
—D-Disculpe, señor... — llama su atención, los ojos del mismo se posan en él —¿Puedo saber la hora? — cuestiono con cuidado. Basto con una sola mirada de Ivo hacia su microondas para ser contestada.
—0234 — contesto simple.
—Entiendo....gracias, Doctor.
Es ahora donde todo tema posible de conversación quedo a la nada. De todo los momentos incomodos y muy pesados de respirar...este en definitiva era uno de esos. Stone estruje su cerebro para decir algo, otra cosa...incluso estaba dispuesto a un chiste, descartando eso apenas se dio cuenta de que esa subgerencia era en definitiva el verdadero chiste.
—Yo...si gusta...puedo cambiar sus sabanas....— sugirió amable —no me gustaría dejarle ese desastre por mi culpa.
Tuvieron que pasar otros segundos en los que el Agente quería volverse nada, que el suelo se lo comiera o que solo el Doctor le expondría algo. Escucho como este vuelve a disgustar de su bebida, arrojando el restante a su fregadero con algo de seriedad, suspirando por su boca antes de contestar.
—Haz lo que quieras, con tal de que luego de eso me prepares uno de tus lattes me importa menos de un átomo lo que hagas después — contesto sentándose en uno de sus sillones, masajeando su sien con algo de estrés.
—C-Claro, Doctor, en seguida vuelvo — hablo con una ligera sonrisa, agradecido de poder hacer algo ahora mismo. Se giró de sus talones para volver a la recámara.
—Stone — lo llamo el otro antes de que se fuera.
—¿Si Doctor? — contesto atento a la posibilidad de una especificación, deteniéndose en el camino.
—Date una ducha luego de cambiar las sabanas, y apenas termines....deshazte de ellas — contesto sin más, haciendo un gesto con su mano de que se retirara.
—Oh...— exclamo sorprendido —Por...por supuesto, señor — asiente este, volviendo a caminar a su dirección.
No es consciente de la próxima punzada que sentiría en su zona lumbar. Haciéndolo gemir con la boca cerrada luego de pasar una mano por sus labios para silenciarse, luego de sobarse un poco la espalda baja. Se recompuso rápidamente para seguir con su camino como si nada. Sin haberse dado cuenta de que todo aquello fue meticulosamente detectado por el Doctor, mirando de reojo como Stone se alejaba. Sabía que su cuerpo se estaba volvían no más que un simple montículo de carne, hueso y dolor.
Se encogió de hombros con una expresión molesta, sonrojándose un poco luego de repasar por su magnífica mente todas las imágenes que intentaba olvidar, o al menos parar de reproducirse una y otra vez en su cabeza. No estaba ni en lo más mínimo de orgulloso, en lo absoluto, y menos al revivir en su cabeza como su Agente se desplomo en su cama. Lo llamo un par de veces, incluso lo amenazo de ir mucho más violento si no dejaba de actuar, cosa a la que Lee nunca respondió por obvias razones, confirmando entonces que sí estuvo perdido en su colapso físico. Fue mucho más denigrante para sí mismo como ni siquiera aquel acontecimiento no pudo evitar que continuara con lo suyo, sintiéndose peor de sucio al experimentar casi como si se estuviera cogiendo un muerto. Cuando cerró los ojos e ignoro el hecho de que Stone estaba derrumbado pudo correrse otra vez, logrando así al fin la paz que su cuerpo le pedía a suplicas. Pudo escuchar como la respiración agitada de Lee seguía, con algunos espasmos musculares. No quiso examinar más de lo que quería, más para la tranquilidad de su mente que por otra cosa.
Un gruñido de desesperación salió de su boca, demasiadas voces le ablandaban al mismo tiempo de lo horripilante de la escena. Aunque...había otro grupo más que le hacia recordar...lo estúpidamente placentero que fue. Tras ese pensar quiso darse otra ducha. Ya la tomo cuando se levanto de la cama, pero si seguía rememorando los eventos no nombrados...teme de sufrir otra erección sin tener el pretexto del afrodisiaco. Le preocupo mucho más el echo de si quiera pensar el excitarse con solo eso.
Gruño molesto, levantándose de su asiento para hacer algo, lo que sea. Mientras tanto, Stone sostuvo las sabanas con sus dos manos, mirando con vergüenza las manchas blanquecinas que se dibujaban a los lados. Siente como su cara se calienta al instante.
Enrollo los largos cuerpos de tela de color tenues y oscuros, cerrándolas en un nudo lo mejor que pudo. Dejo el montículo en una esquina de la habitación, ya se encargaría de botarlas después. Se desvistió para meterse a la ducha, sintiendo como sus músculos se adormecían con tranquilidad apenas el agua lo toco, relajándose al instante. Se introdujo de lleno en la regadera, un millón de pensamientos se procesaban por minuto en la mente de Stone, pensando si de verdad esto fue la mejor decisión. Por él no había problema, era evidente, pero no había recapacitado como se encontraría el Doctor luego de que su mente dejara de sufrir interrupciones que una mente ninfómana ajena podría experimentar. Era mucho que procesar para él. ¡Diablos! Ni siquiera esta seguro si el Doctor ya había echo esto antes. Moría por saber la respuesta. Respuesta que sabe que no tendrá y menos por esa misma pregunta que no hará. Una parte de él se relajaría mucho si le afirmara que no era su primera vez, que ya tuvo experiencias pasadas y que no es nada del otro mundo para él, pero...otra y muy significativa parte se sentiría más que privilegiada si...si era su propia persona la responsable de ser la primera vez del doctor. Como si tener ese titulo fuera el mejor que cualquier otra virtud, por supuesto de ese pensamiento posiblemente incierto llegaría el tener que carga con la responsabilidad de saber que Robotnik se sentía abrumado y ciertamente incomodo ahora que su cerebro trabajaba al 100%. Pego su frente al azulejo de la ducha, no pensó mucho las cosas, puede que solamente él fuera una especie de depravado que se aprovecho de su doctor por lo ridículamente enamorado que estaba de él. Su primera intención si era ayudarlo, pero tampoco puede negar que lo había disfrutado como nunca. Ahora se sentía culpable. Una vez que termino su aseo, se vistió otra vez con su uniforme, se peino rápido con sus dedos al cargar todavía su cabellera mojada, y salió lo mejor presente posible.
Al regresar a la cocina no sabia con que esperarse, si con la presencia de Robotnik ahí todavía, sentado en unos de sus muebles, o de si simplemente ya no estaría. De cuál posibilidad nunca pensó en lo siguiente que vería, detallar como el doctor ahora se encontraba vestido, con unos pantalones negros y una camisa de vestir blanca, aquella imagen hizo casi tener a Lee inconsciente, solo para sufrir de casi un paro al ver como este estaba sacando de su mini horno dos bandejas de comidas instantáneas. El Doctor no se da cuenta de su presencia aun en el pasillo, encontrando sus miradas a la par que ambos se sienten extraños.
—¿Qué demonios haces ahí parado? — sermoneo serio —Ven acá y haz mi café — ordeno con seguridad a la vez que terminaba de retirar la comida de la cavidad de calor.
Stone sale de su leve trance para mover la cabeza de un lado a otro y caminar hacia la cocina. Se dan espacio uno con el otro, así para que Stone hiciera lo suyo y el doctor terminara con su labor. Se trataba de un par de bandejas de comisa, con un filete mediano, puré de papas y un par de salchichas. El agente que no había comido practicante en todo el día a demás del desayuno así que avivará su apetito. Olía maravilloso, casi olvida el echo de que se moría de hambre.
Para cuando Lee se da la cuenta con dos de sus lattes mira como el doctor se sentaba en unos de sus muebles para hacerle sella a Stone de que se acercara. Este obedece, entregándole su latte, lo escucha sutilmente suspirar apenas sus labios tocan su bebida, sintiéndose alagado de porque reacción. Robotnik mientras sigue bebiendo le hace seña con su mano libre de que se siente en el mueble vecino, justo donde ya reposaba una bandeja de comida recién salida y caliente. Stone parpadea sorprendido, obedeciendo sin decir más. Coloca el alimento en sus piernas, como si esperara el permiso de su jefe para comer si es que eso era suyo.
—¿Qué estas esperando? ¿Una foto? ¡Come! — le ordeno —Tu sistema digestivo cerebral debe de estar implorando por algo de alimento — comento, detallando como el Agente casi se le iluminaban los ojos por tal favor, comiendo de inmediato con total calma —además de que no quiero hacerme responsable por un segundo desmayo de ti por el día.
Aquel comentario fue suficiente como para hacer que el Agente se atragantara, tosiendo con algo de dificultad para respirar, había aspirado aquella comida de una muy mala manera, carraspeado su garganta para aliviarse y tragar un poco de su cae para pasar mejor la comida. Luego de un par de segundos cuando que le parecieron algo eternos es que puedo alegar algo...
—G-Gracias...señor — hablo con su voz ronca, buscando algo de aire.
Robotnik estaba apunto de soltar su cubierto y ser él quien estaba apunto de ahogarse con la comida también. No pudo evitar teletrasportarse momentáneamente a su dormitorio un par de horas atrás, reviviendo el momento exacto cuando Stone estaba comenzando a juguetear con él, cuando lo estaba probando, cuando puso a trabajar su boca y al terminar... su voz; su voz se había escuchado apagada y más gruesa, en busca de oxígeno para él...¡Maldición!
El Doctor se mueve incomodo en su asiento, carraspeando su garganta para regular su voz, Stone nota este extraño comportamiento en su jefe, aunque decide no darle muchas vueltas por ello.
—Como sea...— fue lo que respondió —Apenas termines de comer, ve a casa. Descansa algo — fue una orden más que una sugerencia, o al menos así lo sintio Lee —Le dejare un recado al comándate de que ni tu, ni yo nos presentaremos mañana.
Stone abre los ojos de la impresión, pareciéndole algo fuera de lo racional como Robotnik dejaba otro día de trabajo.
—Puedo saber...la causa de nuestro falta, Doctor? — pregunta con gentileza el Agente.
Robtonik espera casi por un minuto su propia respuesta, no sabia exactamente que decir a su defensa para volver en algo más profesional.
—Intullo que nuestros cuerpos no están capacitados para un trabajo apropiado con la falta de descanso que hemos obtenido, eso sumándole el echo de que literalmente no puedes dar ni cinco pasos sin detenerte para calmar alguna especia de presión lumbar que cargas contigo — le dejo en claro que estaba al tanto de su caminar.
Stone se sonroja, volteando su cara con pena. Lo ultimo que quería era que su jefe perdiera más tiempo, pero no quiere contradecirle ahora. Aunque la idea del descanso le aprecia magnifica. Estaba cuestionándose si de verdad podría permanecer mucha horas de pie por las ocasionales punzadas que a veces padece el día de hoy.
—Me...parece perfecto, Señor — asiente este.
El maldito silencio incomodo parecía ser el centro de atención hoy en día, no esta seguro de porque con cada momento de paz y plena calma entre ellos ahora parecía ser algo insoportable cuando anteriormente en el laboratorio podrían pasar incluso horas sin decirse ni una sola palabra, más por parte del medio hacia Lee que viceversa, pero el punto estaba...que siente que algo entre ellos estaba cambiando. Ese pensamiento aterro de una manera colosal a Stone, puede ser el lugar, si. Sabe que todo volvería hacer como antes una vez que ambos pisaran el laboratorio.
Con sus comidas ya ingeridas ambos se dispusieron a levantarse. Stone lavo los trastes y...se despidió.
—Bueno...fue un placer ayudarlo doctor — ...de todas las formas de comenzar a despedirse supo de inmediato que no fue la mejor selección de palabras —¡Quiero decir!....me alegro haberlo ayudado...si — se aclaro, rascando un poco su corbata con pena. Robotnik le da un breve mirada de calma, volviendo a posar sus ojos a la nada —y...bueno, ya me voy, ya mismo me deshago de sus sabanas, ya puse un par nuevo, todo esta limpio, usted se siente mejor, así que...creo que mi trabajo por hoy a terminado — sonrió con vergüenza.
—Si...así es — contesta sin ni siquiera dirigirle la mirada.
—Bien~...— suspiró —Ok...— tomo el picaporte de la puerta, saliendo de apoco de ahí —nos vemos pasado mañana Doctor...— sonrió con algo de sonrojo —avísame si...los síntomas vuelven.
La mirada de Robotnik se posa directamente en Stone, una mirada llena de extrañeza, algo de molestia, incomodidad y otros pensares que hicieron que Lee se asustara.
—¡QUIERO DECIR!....— se exaspero —¡Solo...! Solo si le apetece otra cosa como una compresa fría, o ayudarlo en la casa, cosas de ese estilo jaja — aclaro con la mayor de su timidez.
—Stone...ya vete — la aconsejo el doctor, volviendo a mirar a un punto indefinido.
—Oh....si si...lo lamento — se disculpa, para volverse a despedir y de una buena vez dejar la casa de su jefe. Lee se da una palmada en la frente, gruñendo de la horrible humillación que él mismo se ponía, y peor se volvió si tan solo supiera que Robotnik lo estaba mirando ahora mismo, desde la pequeña pantalla de la cámara de seguridad que se concentraba en su guante. El como se lamentaba, el sonrojo de su cara, y sus propios auto-insultos por lo denigrante que se volvía hacia el doctor de una manera para nada atractiva.
Robotnik distingue como Stone arrancaba su vehiculó y se alejaba. Suspira cansado, queriendo volver a dormir, pero su sueño ya había sido interrumpido. Tal vez pueda perder algo de tiempo mientras seguía con su trabajo, y tal vez así su sueño vuelva. Estaba empezando arrepentirse de haber dejado el día de hoy libre otra vez. Dentro de un par de horas después le informo al comandante si falta, por ahora vera si leer algo y fabricar cualquier basura que se considere cuanto al menos aceptable le serviría como distracción.
Stone al llegar a su casa no hace más que cambiarse, tomar otra ducha y arrojarse a la cama con su pijama. Extrañaba un poco el dormir el cama de su jefe, sintiendo que ahora se le hacía imposible hacerlo en su propia recamara. Se obligó así mismo a descansar, no tenía que ir a trabajar hoy, pareciéndole ahora peor forma de siquiera poder descansar con tanto tiempo libre, pero no podía desobedecer a su jefe.
Al ser las 7 AM pudo deslumbrar con algo de fatiga como no pudo descansar acorde a lo que quiera. Cerro sus ojos confiado en su descanso a duras penas empezó a las 5 am, queriendo volver a dormir con tal de que el día de hoy pasara rápido. No lo logro, obligándose a levantar y a tomar un café para ver que tarea de hoy tenia pendiente en su casa con tal de hacerla.
Una variedades de cosas pasaron por él. Limpiar un poco, lavar ropa, hacer algo de cardio y unas cuantas flexiones y aun así no se sentía del todo relajado. Puedo tocar algo de su sueño deseado a golpe de tarde, preparándose para dormir al fin.
La noche no lo recibió como quería Robotnik, quien ya estaba dormido para poder trabajar el día siguiente. Pero algo no funcionaba con él ahora. Murmullos, quejidos, y leves movimientos inconscientes reinaban en su cuerpo al ser totalmente sometido en su mundo de sueños.
No acostumbraba a soñar, pero hoy, fue difícil, tanto quera la impresión de su ensoñación que se sintio tan real, tan vivo, tan...placentero. Se vio así mismo en la orilla de su cama, no estaba solo. Sus labios eran atrapados por su hábil Agente que estaba sentado ahorcajadas encima suya, abrazando su cuello con algo de fuerza sin querer separarse de él, moviendo su cadera en un hipnótico meneo sensual que lo estaba volviendo loco. Se metió tan en su sueño que no supo que era real y que no. Solo tomo con total confianza la cintura de Lee quien soltó un gemido enloquecedor en la boca de este. Ambas lenguas jugueteaban una con la otra, no se habían dado el tiempo suficiente para besarse, o al menos no el que ambos estaban deseando en silencio; así tomando su tiempo con total apego para los dos. Levantándose Robotnik de su cama, con Lee encima, sujetando sus piernas que eran rápidamente envueltas alrededor su cintura, abrazándolo cual koala. Dio un par de pasos más, pegando la espalda de Stone a la pared, acorralándolo como era de costumbre, solo que ahora en situaciones diferentes. Sus bocas se separan con un chasquido húmedo, para posteriormente Stone abrazar con total apego al Doctor, acercándose ahora a su oído con total delicadeza.
~¿Quieres volver hacerlo no?~ — fueron las palabras del Agente, casi como un eco sonando en su cabeza.
Fue exactamente en ese instante que se despertó. Asustado, confundido pero también sudoroso y agitado, soltando un grito de la sorpresa repentina. Nunca había soñado algo así, ni con su Agente, ni con nadie, así que...¿¡QUE LE ESTABA PASANDO?! Era lo que su cerebro se gritaba así mismo. Lo peor vino cuando removió sus sábanas, comprobando con total repugnancia hacia su propio cuerpo que sentía que lo traicionaba el como con un simple sueño podría ponerse así de duro como si nada. Ya no quiso dormir, no sabiendo que correría el riesgo de volver a soñar de aquella manera. No le parecía apropiado. Se dio aquel supuesto lujo una vez y solo UNA VEZ porque no podía soportar más el echo de que su cuerpo se estaba quemando de adentro hacia afuera.
El día llego para posible fortuna o desgracia de ambos seres que estaban a nada del colapso.
El primero en presentarse fue el Doctor, pidiendo en su mente de que Stone no halla llegado. Dejo sus planos a un lado y se puso a trabajar de inmediato. El horario del otro se canalizaba en ser media hora después que el médico llegara, pero estaba rezando de que estuviera lo más tarde que fuera posible, no estaba seguro si estaba psicológicamente listo para verlo otra vez. Sus plegarias como así lo esperaba no fueron escuchadas y el Agente se presentó incluso veinte minutos antes. Ivo gruñe a sus adentros, apenas escucha como la puerta se abre, recorriéndole un escalofrió tenso que subió por su espina dorsal.
—Buenos días, Doctor — se escucha la voz de su Agente, la voz que anteriormente siempre se escuchaba alegre por su trabajo, ahora se escuchaba algo cansada ¿Él tampoco abra descansado bien como su persona? No respondió a su saludo y tampoco se siguió cuestionando cosas que no venían al caos. Solo...dejo que las cosas siguieran a lote y que llegara lo que debía de llegar hoy como cualquier día normal de trabajo.
Hicieron lo suyo. Stone preparaba el café del Doctor, este le ordenaba que acomodara su papeleo, que se encargara de unos informes, todo como debía de ser ¿No? Bueno...el problema venia cuando...todas y cada una de las ordenes que eran pedidas por el Doctor eran mediante a mensajes telefónicos. El teléfono de Lee zumbaba con cada notificación que le daba aviso de un pedido que quisiera el Doctor, y con cada uno de ellos Stone suspiraba con tristeza. Esto tal vez no fuera sido deprimente o raro en otro momento, pensando que tal vez estaba a una distancia algo alejada o si solo el Doctor quería ahorrarse tiempo para estar al tope en su concentración por su trabajo, pero Lee sabia exactamente del porque de su distanciamiento. Hacia lo que le pedía sin quejarse en voz alta como era de esperarse, pero nada salía de la boca del Robotnik.
Stone piensa algo un poco radical. Dejo la temperatura del latte de la tarde del doctor un par de centígrados un poco más abajo de lo que el doctor pide, esperando si acaso le daría la palabra con algún regaño o un insulto; lo que sea que viniera seria bien recibido, pero nada, no paso absolutamente nada. No dio queja alguna, ni una mueca de disgusto hacia sus ojos, nada. Solo se lo bebió como era de costumbre y ya. Encendiendo las alarmas internas de Stone otra vez al ver que debía de preocuparse ahora al ver como el doctor le hacia la ley del hielo en su completo esplendor. Odiaba eso, ya tenia su ignorancia a menudo, pero al menos un par de regaños le hacia entender de vez en cuando que sabia de que estaba ahí para él, por más mal que lo trate, pero hoy no había nada.
Stone dejo pasar ese día, tal vez todo lo que habían pasado hace unos días lo hizo distante era por lo reciente del caso, puede que con el pasar de los días se reponga...¿No?
No podía estar más equivocado.
No solo llegaron a pasar dos, tres, cuatro o cinco días. Había trascurrido una semana completa en la que Stone no escucho ni siquiera un murmullo de su jefe. Con cada día que pasaba Stone parecía caer más en la locura, literalmente llego incluso a tumbar por "accidente" un tuvo de ensayo. No contenía ningún liquido de dudosa procedencia, pero esa acción era motivo suficiente como para que el doctor le ordenara pegarse en la pared, y le siguieran un sin fin de regaños por lo inútil y lo tonto que lo consideraba,...de verdad fuera amado al menos si incluso le diría que no servía para nada. Y ni siquiera se gano una mirada decente del doctor.; tan solo detuvo el teclear de su consola, levantándose un poco más erguido, girando su cabeza hacia atrás, detallando como un Agente y un par de cristales rotos lo acompañaban, frunció un poco el ceño, solo para escuchar una disculpa del Agente y volver a su trabajo como si nada hubiera pasado.
Stone se decepciona, llegándole a los segundos un mensaje del Doctor en mayúscula diciendo "¡LIMPIA TU DESASTRE, IDIOTA!". Perdió la cuenta de cuantas veces a suspirado con aires deprimidos por esta situación, actuando como si no existiera. Luego de recoger los cristales, envolverlos en una manta con cinta adhesiva y los botara al cesto de basura, fue donde estaba empezando a entrar su paranoia....¿Y si eventualmente lo despide? ¿Y si él en algún momento se harta de esta convivencia y lo corre? ¿Y si le da de baja o simplemente pide cambio para otro Agente? No podría soporta el simple echo de que alguien más trabajara para el doctor de manera tan intima como lo hacia él. Pensando seriamente en descuartizar sea quien sea que se atreviera a siquiera pensar en reemplazarlo. "¿Tan mal en la cama soy que ya no quiere hablarme?" — era una de las hipótesis. Algo que descarto de inmediato. No por creerse la mayor cosa, pero vio la mirada hambrienta e irradiante de su jefe. Haciéndole entender lo bien que se sentía.
Dejo sus pensamientos a un lado al escuchar por quinta vez en el día un nuevo mensaje por parte del Doctor. "Haz un informe sobre el nuevo diseño de tamaños formados de las ultimas creaciones" escribió a secas como era de esperarse. El Agente se traga su tristeza para hacer lo que le pedio.
Estando el en su escritorio resumía con astucia los modelos otorgados, afincando un poco la punta del lápiz por la impotencia que tenia. El Doctor estaba dibujando los siguientes planos que se aproximaban. Stone mira rápidamente a su jefe con algo de melancolía, fue mucha su distracción que accidentalmente partió la punta del lápiz, obligándolo a buscar un sacapuntas con urgencia. No recordaba que debió de comprar uno nuevo luego que el anterior se descompusiera. A la mesa vecina detallo como en la mesa del doctor había uno.
Pensó si de ir o no. De hacerlo lo peor que podría pasarle es que el doctor lo regañe por agarrar su cosas sin permiso, algo que...seria maravillo en este preciso momento, pero sabe que no pasaría. Levantándose con algo de cansancio se dispuso en tomar él mecanismo para acomodar su material de madera. Los pasos de Lee siempre fueron casi tan sigilosos para la comodidad del medico que no se dio cuenta cuando se estaba aproximando a este.
Se postro al lado del más alto para tomar el saca puntas, ponerlo a funcionar e ir a su puesto de trabajo otra vez, mucha fue la sorpresa de ambos cuando al mismo tiempo quisieron usar el producto de oficina, tocando sus manos con una repentina incomodidad a kilómetros. El Doctor voltea su cara al percibir como había tocado otra cosa, de lo que no estaba enterado era que había detectado a su más apreciado adulador. El rostro de ambos se sonroja por mucho. Mirándose ambos a los ojos con un rubor que los carcomía. El corazón de ambos late tan fuerte que es posible que se escuchara desde sus oídos, corriendo su sangre tan fuerte que parecían que sus nervios les estaba poseyendo.
Salieron de su avergonzado trance cuando el doctor quita su extremidad con un aparente desagrado, levantándose de inmediato de la silla para correr hacia otro lado del laboratorio y perderse entre los pasillos.
El corazón de Lee se vuelve a romper. ¿Tan...malo fue aquel encuentro que ni siquiera se molesto de que invadiera su espacio?...ni la peor de las ofensas le había dolido tanto como aquel confrontamiento tan desabrido que el doctor le tenia hacia él. Rompió con su pulgar la mitad del lápiz, estaba cansando de su ineptitud y de no hacer nada para detener esto. Pero ya no más, esto se acaba aquí y ahora.
Una vez que el Doctor sele del baño luego de aparentemente lavarse las manos tras ver como se volvía a colocar sus guantes es repentinamente detenido por su Agente, con su expresión seria y un poco entristecida. Robotnik da un paso hacia atrás...queriendo guarda su más posible distancia entre ellos como siempre a querido en los últimos días.
—Doctor...tenemos que hablar — sentencio Stone.
Para este punto Stone esperaba al menos una negación del medio, pero ni eso se atrevía en hacer, queriendo evitarlo al intentar pasar por su lado, ignorando por completo el echo de que su Agente estaba frente a él. Stone lo vuelve a frenar, tapando su lado del camino, haciendo que de nueva cuenta se echara para atrás.
—¿Por que me ignora? — fueron las únicas palabras que pudieron salir de su boca, un débil tembló de labios salio de él, apenado de que el doctor notara lo mucho que le estaba afectando todo esto.
Ivo comienza a respirar con algo de pesadez, queriendo desaparecer en ese preciso momento, no teniendo más caminos libres para su mala fortuna.
—Si...es por lo que paso entre nosotros...lo lamento en serio de que se sienta así — comenzó acercarse más al medico, quien no hacia más que retrocar, frunciendo más el ceño y apretar los dientes.
Quería empujarlo, quería que se apartara para seguir con su trabajo, no tenia tiempo para perderlo en charlas sin sentido, pero ya tenía suficiente contacto el solo rozar la mano de Stone por el día de hoy.
—¡Dígame algo se lo suplico! — imploro con desesperación el joven, acercándose más al otro que no paraba de alejarse de este.
El Doctor respira, se encontraba en un estado tan delicado que estaba a nada de entrar en pánico. Espero unos segundos que su Agente se hiciera a un lado, evadiendo lo con rapideza, sorprendiendo a Stone por verle la cara otra vez. Robtonik apresura su paso, queriendo estar lo más lejos que fuera de Stone otra vez, este siente que una vez más pierde esperanzas de que todo sea como antes en el trabajo...solo tenia algo más que decir.
—¿Acaso haber sido su primera vez lo atosiga demasió que ni siquiera quiere hablarme? — fue su una interrogación.
El Doctor se detiene de golpe, quedando ambos en un silencio incomodo, como ya se estaba volviendo costumbre, reinando lo sombrío del momento, hasta que al fin pasa lo que no esperaba Stone.
—Por favor...no te creas tan importante, Agente — le aclaro con algo de soberbia —No intente alterar la realidad con títulos que no le corresponden.
Aquella afirmación hizo hacerle entender a Stone de que no....no había sido nuevo en su acto, así que....¡¿Qué demonios le sucedía?!
—¿Entonces que?...¿Acaso fue demasiado para usted? —pregunto desafiante, algo fuera de su conford y de la realidad, fue él mismo quien se había desmayado luego de hacerlo con su jefe, pero...retar un poco las posibilidades de su jefe aparentemente era la única manera de hacerla abrir la boca.
Robotnik se para más erguido que antes. Aproximándose con rapideza a Stone, este se asusta brevemente, siendo sorpresivamente acorralado por el brazos del Doctor en la pared más cercana que tenían.
—No necesito de un maldito afrodisíaco para dejarte sin caminar otra vez~ — gruño con autoridad en toda la cara de Stone.
Un silencio sepulcral hizo entender a ambos como se encontraban. No era de extrañar aquella cercanía bajo amenas por parte del doctor a su empleado, pero justo aquí y justo ahora...Stone estaba adorando que al fin lo notara, y más con su presencia pegada a él.
Ambos no dicen nada, nada de que querer aclarar...sus acciones por otro lado estaba que quieran descarriarse.
—Demuéstrelo ~
Fue lo único que susurro Stone, abriendo una puerta que ambos estaban seguros que habían cerrado bajo llave. Que equivocados estaban.
No paso ni un segundo más para que ambos se volverán a conectar, abrazándose mutuamente para compartir un lánguido beso. Stone por inercia sujeta el cuello cubierto de Robotnik, mientras que este otro lo tomaba de sus solapas del traje, escuchando como otra vez el cuerpo del Agente chocaba contra la pared metálica, provocado por la fuerza del Doctor que no hacia más que pegar su cuerpo con el de Stone, haciendo que este último le agradeciera al cielo por eso. Un quejido involuntario salió de Stone apenas sintió como algo chocaba entre su entrepierna, era la otra de su compañero, poniendo más nervioso al más bajos, abrigando más la necesidad de unirse como nunca antes en sus puestos de trabajo. Se separan cuando ambos saben que debían de tomar aire, dejando un ligero hilo de saliva que los conectaba para ser roto por su separación. Las piernas de Lee se sentían como gelatina de los nervios, pareciendo ser que el Doctor cumplió con su demanda...aunque fuera deseado que fuera sido de otra forma, pero no se quejaba.
El doctor suspira con pesadez, pareciendo que hablaría.
—Vuelve al trabajo, inútil — hablo entre dientes —Si tanto amas que te insulte pues prepárate para el pase de denigración — le aclaro, separando sus cuerpos para así el Doctor alejarse del Agente.
Stone se sintio mareado, teniendo que tomar aire por un par de segundos antes de volver a caminar, y hacer lo que el Doctor le pido.
A pesar de no haber aclarado nada, y no haber dicho nada al respecto sin volver a comerte ninguna acto indecente.... todo volvió como antes relativamente. Como si fueran necesitado de aquel beso para volver a hacer lo que eran. Sus silencios ahora parecían ser agradables, no especiales, pero ya no se sentían tan malos como los que habían padecido, es...como si de verdad no hubiera pasado nada. Claro estaba una hipótesis del Doctor totalmente experimentada. Consistiendo en que cuando las cosas se ponían difíciles, empujar a Stone a la pared y besarse hasta el cansancio había aumentado un 35% de efectividad a la hora laboral.
¿Quién sabe? Tal vez más adelante el Doctor decida a volver a probar cosas más al estilo del siguiente nivel.
Les diré la vedad, no me convenció en lo absoluto el final, pero no hay mucho que aportar cuando tus ganas de actualizar se mezclan con tu horarios de exámenes. En fin, al memos espero que los haya entretenido, haré lo más que se me sea posible en actualizar y hay nos veremos a la próxima, chao chao~
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