A sincere Doctor (Part III)
Continuación:
Era sin duda alguna una de las situaciones más agobiantes como opresoras que nunca en la vida habían experimentado de tal magnitud.
El Agente, dueño de cualquier final dependiendo de sus futuras decisiones no bajaba sus pistolas, siguiendo con las determinadas ganas de volarles las cabezas a todo aquel que amenazara su vida y por supuesto la del Doctor.
—Baje el arma, Agente — ordeno la chica con total tranquilidad, tenía toda las de vencer, poseyendo a su disposición un par de ayudantes más que él, con mucho más armamento de lo que podía dar el joven.
—¡No lo hagas Stone! —hablo entre diente el sofocado Doctor, siendo todavía victima a punta de pistola por la mujer que gracias a su comentario, apretó con más fuerza el cañón de su arma a la cien del Doctor, sacándole un sutil gemido de dolor, recordándole que si quisiera ya estuviera partes de todo su brillante cerebro por todo el piso.
Stone se sentía entre la espada y la pared. No dejaría que su amado jefe le hicieran algo, estando dispuesto a soportar cualquier tipo de tortura que decidieran tomar para él, teniendo en el otro lado la idea de que si no se daba prisa perdería la razón por lo que se despertaba todos los días, sin embargo, esta misma razón con su voz dominante, dándole la orden de no bajar la guardia y seguir con su plan original de disiparle a cual persona se le encuentre en el camino, siendo ahora mortificado en su cabeza al ya no tener las misma oportunidades de salir victoriosos.
—Una palabra más, cariño y daré por terminada nuestro interrogatorio — dio su clara conminación, regando más lo que con retenía a sus presas.
—¿Te declaro algo?...estoy en una coyuntura tan abismal por los acontecimientos ocurridos que ciertamente me da igual perecer ahora — comento el Doctor de una manera pesimista sus emociones exageradas al todavía conservar el suero de la sinceridad, no sabiendo bien si aquello fue una broma que a veces suele dar el hombre cuando estaba en algún aprieto o si de verdad estaba restándole importancia.
—Shh~...Shh~ — lo silencio de manera de "consuelo" la chica todavía sin apartar su arma de la cabeza del Doc —Decida, Agente. Baje el arma...o me deshago del Doctor y tendré que encontrar un nuevo juguete para jugar — apunto su pistola ahora hacia Stone, teniendo ahora tres miras sobre él.
Miro concisamente a su jefe, por primera vez no podía leer su expresión, era una de odio claro está, pero no sabía si era hacia todo esto o específicamente a sí mismo, pues la tristeza era detectable en su mirada, así como lo era la preocupación, sabiendo claro que no tenía idea de que hacer, palabra que en definitiva no iba con el Doctor, pero debía seguir lo más seguro y lógico que tenían hasta los momentos.
Lee se rinde, soltando su arma al suelo para posteriormente alzar sus manos hacia la parte posterior de su cabeza, acentuando su ceño por la ineficaz que se sentía ahora.
No tardo uno de los guardias en retenerlo, posándolo en la misma postura que a su jefe. Rodeándole el cuello con uno de los brazos del contrario mientras sentía el frío acero del pistolete de su agresor.
Ya teniendo los criminales bajo control a sus capturas brevemente libre, la jefa de todo sentó a Robotnik delante de ella, ya no era necesario retenerlo del anterior modo. Un par de secuaces sujetando a su ayudante era suficiente, y más luego de la significativa platica que tuvo con él con anterioridad y darse cuenta de que no solo lo consideraba como a un simple servil que podía desechar sin remordimiento.
—Ah~ Doctor....y pensar que ya habíamos empezado a entendernos — hablo la chica con una sonrisa arrogante, cruzándose de brazos y piernas —Pero creo que me subestiman más de lo que deberían... — hablo haciéndose la herida —Era evidente que su paje no lo dejaría así como así, se perfectamente que primero lo dejaría ir a usted que él se fuera sin su compañía — relato su notable lógica —y...¿En serio?...¡¿De verdad pensaste que te dejaría solo?! Pff, por favor — bufo resaltando otra vez su obviedad —Usted sabe que es mi más adorado prisionero hasta lo momentos...— poso la punta de su zapato en el hombro del hombre, sacándole una ligera queja callada —¿No es así querido? — pregunto con clara ganas de enojar al hombre, resbalando más su suela ahora para el cuello de este.
Robotnik peleaba con las indiscutibles ganas de tan solo darle una buena bofetada a su pie y sacudirse por todo el cuerpo, sin embargo, sin embargo, sabía que si hacia algo de lo que su fabulosa cabeza ejecutaba a lo que tanto quería, le costaría la vida a su Agente como la de él, sabía bien como tener auto control de sus impulsos y tragarse el odio que lo envenenaba, por más extraño que pareciera.
Stone era un revoltijo amargo en su interior, los celos con el impulso de ayudar y querer que dejaran a su jefe era tan amargo en su dulce corazón. Corazón que se comprimía con cada mala expresión que hacia su amado Doctor.
—Basta de charlas — se sentido bien la mujer, sosteniendo con fuerza su arma para cualquier cosa, mirando con detenimiento su presa —Deje lo mejor para el final, y ya estoy esperando resultados extasiantes — gruño.
El Doctor jadea, no tenía remedio alguno...
—¿Dónde se encuentra-?
—...¡¿...el establecimiento de comida más mediocre de la ciudad?! — interrumpió el Agente de manera imprudente, no dejando de terminar su pregunta a la chica.
—El local "Pollo en braza" que queda cerca de la tienda de mal gusto de ropa de un par de mediocres — respondió a las millas Robotnik, siendo claro que fue la única interrogante que escucho.
La mujer frunce el ceño enojada, haciendo una seña con su mano para que le taparan la boca al joven, y eso hicieron, cubriendo con sus manos su cavidad, sacándoles algunos murmullos inentendible por lo frustrado que le estaba resultando todo, pero no se daría por vencido.
—¿Donde esta-?
Ahora quien fue producto de su percance fue su propia ayudante, gritando al sentir la profunda mordida del joven reteniendo en su mano.
—¡¿...el mejor científico de todo los tiempo?! — pregunto de forma rápida el muchacho.
—¡Pues aquí presente, porque soy yo! — respondió con clara obviedad, respuesta ya esperada por el de traje negro.
—¡Suficiente! — grito harta la joven —¡Mátalo, ahora! — ordeno la chica al mismo que lo sujetaba.
El Doctor se estremece, mirando sin poder contenerse a Lee, quien era ya amenazado por el callón del arma, jugándosela y dando todo o nada en el instante en que su vida dependía de un hilo.
Milisegundos antes de que el sujeto accionara el gatillo, Lee logro tomar la muñeca del sujeto, desviándola de su cráneo, y siendo sagazmente direccionado a su compañero, recibiendo el impacto de bala en su cuello sin repercusión alguna, cayendo de rodillas, muriendo al instante.
Eso fue el colmo para la chica...
Apuntándole ahora a Stone quien empezó a forcejear con su agresor. Sacando balas de un lado a otro al ambos querer tener el control del arma. Una peino el brazo de la joven, segada por la rabia y la ira apunto al par de idiotas que seguían peleando en lo absurdo, queriendo en dispararle al Agente, no contando que su guardia se daría la vuelta, recibiendo del mismo aquella munición en su brazo.
Mediante el dolor suelta su fuerza que antes conservaba, cosa que aprovecha en liberarse, y buscar a su jefe, si no fuera por la chica que le seguía apuntando, esquivando una de sus balas para recibir el doloroso rozamiento de una en uno de sus brazos. Robotnik se lo impide, sujetando el arma de la chica para ahora tener que pelear contra ella.
Para cuando el medico pudo tener ambas muñecas en el piso junto con su dueña fue que la chica se calmó un poco, ocurriéndosele algo al tener al rente al científico otra vez rente a ella. Queriendo otra vez volver en su interrogatorio.
—¡¿Dónde está-?!
—¡¿...la persona que usted más quiere?! — volvió a interrumpir Lee con su grito.
—¡Por favor, la tengo junto conmigo! — contesto mirando todavía a la chica con odio y siguiendo sobre ella al concentrarse en tenerla todavía en esa misma posición, abriendo sus ojos con más porcentaje ahora al darse cuenta de lo que había dicho sin querer.
—...¿Qué?~ — pregunta casi en un jadeo sorprendido el Agente, mirando con sorpresa a su superior por lo que había respondido.
Robotnik le devuelve la mirada, preocupado y sorprendido todavía, algo que la chica noto entre ambos, para así aprovechar la distracción de Ivo y empujarlo con sus piernas, separándose de él y apuntar al par con el resto de balas que les quedaba.
Sin Agente no tendía que preocuparse, queriendo dispararle directo en su cabeza, algo que no ocurrió al escuchar de su arma el típico "Click" al no poseer munición alguna con ella.
Livia retrocede, tomando su radio para llamar a refuerzos. No sin antes salir de la recamara, encerrar al par hay y llamar a todo su equipo para que la ayudaran y darles la noticia de que no había nadie afuera.
El Agente tose, llamando la atención de Robotnik para acercarse a él y ver como estaba.
—¿Te hirieron? — pregunto queriendo esconder su tono preocupado bajo una máscara llena de seriedad.
—Solo es una rasguño — aseguro el Agente queriendo levantarse, mostrando de su brazos como no había perforación alguna, sino una larga raja que de la misma brotaba su propio jugo de vida. No le presto mucha atención a ello, queriendo seguir en como querer escapar ambos ahora, pero primero...
—Señor...¿A qué se refirió con que ese "ser querido" estaba alado de usted? — pregunto algo nervioso, sabiendo bien de que ahora Robontik no podría mentir.
Este mismo se tapa la boca, censurando sus propias palabras al no querer exponerse más de lo que había sido el día de hoy, siendo imposible al no parar de decirlo una y otra vez pues su propia cabeza no escuchaba lo que decía, haciendo que su boca se moviera sin parar de querer decir la verdad no aceptada por el Doctor.
—¡Mgthu~! — apenas se escuchó entre los labios sellados del Doc.
—¿Cómo dijo? — insistió Lee.
—¡Htug~! — volvió a repetir el hombre, poniéndose en un intenso rojo sin saber si era por la vergüenza oculta o por el hecho de que se estaba quedando sin aire.
—¿Perdón? — siguió Stone con una sonrisa de lado, acercándose todavía más a su ser al querer detallarlo con detenimiento todo esto que estaba pasando.
—E-Esmg~...¡T-TUUU! — Exhalo profundo, jadeado con desesperación, queriendo recuperar el poco aire que se le había quedado en sus pulmones.
—¡¿En serio?! — pregunto con una sonrisa y mirada ensoñadora su Agente, queriendo casi llorar de la emoción por lo que sus oídos estaban siendo el receptor de tan gloriosas noticias.
—¡CALLATE! — le grito Robotnik —¡En vez de perder tiempo haciendo preguntar estúpidas, busca manera de escapar de aquí! — sentencio mal encarado el hombre con sus mejillas ruborizadas. Ya se había denigrado suficiente por el día de hoy.
Stone asiente atontado, mirando al Doctor con una expresión enamoradiza. Meneando su cabeza de un lado al otro que tener que encontrar una manera de escapar.
Era inútil. Solo podían hacer algo, y era defenderse.
Se separaron ya sabiendo lo acordado, teniendo que ambos inspeccionar el cuarto y buscar armamento olvidado que se encontraba por ahí para al menos intentar salir con el 60% de su cuerpo intacto.
Para sorpresa de ambos había algo interesante. Una caja. Oculta con algo del armamento que con anterioridad se le fue robado por la misma fémina que los había encarcelado. Ambos se miraron extrañados, sin prestarle tanta atención por ello y solo se concentraron en prepararse lo mejor que podían, o al menos con esa mentalidad era que se movía Robotnik teniendo algo un poco más en mente Stone.
—¿Qué es lo que más le gusta de mi señor? — pregunto risueño el adorable moreno, mirando con el rabillo del ojo a su jefe y esperar su respuesta.
Ivo al tener las manos ocupadas y el no procesar bien lo que diera y tan solo escupirla como si nada, era como extraerle cualquier cosa sin nada de barreras.
—Lo eficiente que me eres en ocasiones, sin importar que tan difícil sea tu tarea — contesto a mil quinientas el hombre, abrió los ojos otra vez con sorpresa, mirando con una verdadera cara de odio a su secuaz —¡CA-LLA-TE! — vocifero harto de tanta verdad el pobre hombre, queriendo solo escapar y tener otra vez la habilidad de mentir como era debido.
Por una sola vez en su vida...su Agente no lo obedeció.
—¿Usted me aprecia mucho? — cuestiono otra vez, armando su carga de municiones de rayos láser en su mano que se concentraba en una pistola.
—Más de lo que quisiera — se volvió a repudiar, golpeándose con una de las armas que tenía en su mano.
—Oww, mi señor ~ — soltó lleno de ternura el joven, su rostro ya hacia colorado por lo que escuchaba pero no quería que se detuviera.
— ¡Una pregunta más, Agente y juro por lo más sagrado que tiene que lo despediré sin consecuencias de por medio! — amenazo mal encarado.
El par quedo en un profundo silencio...no por mucho.
—¿Sería capaz de despedirme? — pregunto inocente el joven.
—Claro que no, ni que fuera un imbécil como para hacérseme semejante estupidez ¿Y tener que yo hacer el trabajo sucio luego? Gracias, pero no gracias — volvió a delatarse.
Lee vuelve a regocijarse, y Robotnik ya había perdido el control de todo en este momento. Podría amenazarlo con matarlo también, si no fuera porque sabía que luego preguntaría si sería capaz de aquella atrocidad, algo que de inmediato él se negaría, y sería peor para su aparentemente débil fortaleza hacia su ayudante.
—Malditas...apreciaciones internas~ — murmuro enfadado el hombre de bigote elegante, terminando de quejarse con lo que tenía. Activándose el sensor de encendido en una de sus propias armas robadas.
—Señor... — lo llama Stone —Quiero decirle...que si no sobrevivimos a esto...yo también lo estimo demasiado....creo que...incluso más de lo que debería — parafraseo la misma especificación que dijo Robotnik hacia él —...y no necesito de un suero de la verdad para decirlo — admitió sonriente. Se sentía un poco mejor teniendo ambos la posible llegada de su fin, pero al menos ya más tranquilo, pudiendo ser más si revelara en serio lo que sentía por el Doctor.
—Solo digo....que en serio odio todo esto, ya escuchaste más halagos de los que tendrás en cuatro años, y si por alguna razón salimos con vida...juro que me vengare por este maldito interrogatorio, Agente — lo amenazo con rabia en su mirada, pero una sonrisa malévola en su boca.
—¿En serio sería capaz de eso, mi señor? — pregunto con aires de confianza.
—Si...una, y otra, y otra, y otra vez~ — contesto en un tono espeluznante, sonriendo en su respuesta al tener en cuenta de que de verdad no le perdonaría esta falta de respeto hacia su persona.
Lee traga grueso, sonriendo con nerviosísimo al ver de qué hablaba en serio, poniendo fin al tema y sujetar sus ambas pistolas.
Un radio se escucha en el exterior, era un multitud de personas, sabiendo ya que el mini ejército de Livia estaba acorralándolos.
—Ok...Agente — lo nombra buscando su atención —Este ha sido uno de mis peores días, y a decir verdad, si nos matan , no sería una muy mala idea luego de todo esto — dijo entre broma y verdad por igual, sacando una sonrisa preocupada al más bajo —Así que pase...lo que pase....ahhh~ al menos moriremos sabiendo que siempre has hecho un espléndido trabajo...y que de verdad...puede llegar momentos en donde quiera arrancarme la lengua — acepto ya el sincerar.
Los ojos cristalinos de Stone delataron por mucho su estado de ánimo, pensando lo irónico de saber que el mejor día de su vida es el peor para su Doctor y probablemente el ultimo para ambos.
—Gracias, señor~ — dijo con orgullo, queriendo confesar un par de cosas más, pero supondría que no sería prudente ahora si debían de concentrar en el total de su pelea.
El sonido de la puerta se vuelve a oír, sabiendo bien que estaban a escasos segundos de abrirla. Ambos se paran derechos, uno a lado de otro, sabiendo bien que no se les ocurría morir con una mejor persona que con la que tenían a lado, pensamiento que ambos se guardaron para sí mismo, y ponerse en posición de combate.
"¡Doctor Robotnik y Agente Stone!" — Se escuchó desde afuera, pero....esa voz. Aquella tonalidad no era la de Livia, ni siquiera podían pensar que fuera uno de sus lacayos, no. Ellos ya conocían muy bien ese aullido de regaño.
Ambos bajan la guardia con extrañeza, detallando como la luz que entraba por la puerta al ser totalmente abierta, revelando los responsables de todo el alboroto de afuera.
—¡¿Usted?! — preguntaron con asombro la pareja de negro, contemplando con sus propios ojos como su comandante ya hacia ante ambos con un gesto de enojo.
Oh diablos...
Ya para estos momentos no sabían si era mejor este aparente rescate o la banda de criminales de Livia.
(...)
Los Agentes uniformados con sus trajes de seguridad y otros con sus armas y chalecos a pruebas de balas, despojaban la base secreta con el cargamento robado, siendo efectuado a su vez el arresto a los cientos de personas que habitaban en el lugar por contribuir a esta red ilegal de armas, y como no era de faltar, el presidente daba su sermón a los propietarios de aquel lio...
—¡Luego de que claramente les dijera de que no vinieran por el peligro que se podrían exponer, tuvieron el atrevimiento de desobedecerme, ponerse en peligro, casi revelar nuestra ubicación, provocan el descenso de toda nuestra Agencia, y por poco mueren! — regañaba el viejo al hombre de ciencia que solo escuchaba con atención con una cara un tanto despreocupada, mayormente solo escuchaba el 40% de las cosas que decía, algo muy diferente a Lee al tener una cara de perro arrepentido, pero no del todo, pues vaya donde vaya su Señor, él lo perseguiría —¡¿Qué tienen que decir en su defensa?! — pregunto queriendo buscar alguna respuesta llena de lógica.
—...¿Ya termino o puedo seguir ignorándolo? — pregunto Robotnik con los brazos cruzados.
El presidente resopla por su comentario impertinente.
—¿Cómo dieron con nosotros? — hablo ahora el callado Agente.
—Una de nuestras armas fue activada hace un par de días sin desactivar el ship de rastreo primero, no confiábamos mucho en la ubicación, pero el uso de otra arma sin desconectarse hace un par de minutos nos hizo confirmar nuestras sospechas, llegando aquí lo más veloz posible, puedo haber sido un trabajador despistado o que se yo, y apenas note su ausencia por todo la noche supe claramente a donde habían ido con su obsesiva venganza entre ustedes — señalo el viejo.
Lee e Ivo se miró uno con el otro, sabiendo bien que si era cierto.
—Así que como represalía, ustedes dos van-
—¡Momentos, momento, momento! — interrumpió Robotnik a los gritos —Fue divertido y todo esta intervención, los primeros cinco minutos tal vez, pero ya me estoy saturando — frunce el ceño cansado —¡NADIE!...me alza la voz sin siquiera tener una buena excusa, y usted señor...no la tiene...y ¿Sabe algo? aunque la tuviera, tampoco se lo permitiría — aclaro de ante mano —Si no fuera por nuestra desaparición, y el hecho de que fuimos nosotros quien activamos el rastreo de las armas robadas, ustedes no estuviera aquí, ahora, gozando de tener de nuevo sus pertenencias, ahorrándonos miles de dólares en todo esto — delineo su mirada llena de confianza, volviéndose a cruzar de brazos en consecuencia —Así que me le va disminuyendo su capacidad de entonación vocal, porque, en lo que a mí respecta, el trabajo de mi Agente y el mío fue de una gran logro bien hecho — aseguro tomado el hombro de su Agente de manera de abrazo, estrujando su cuerpo con el de él con fuerza, apretando su puño con la otra mano. Stone quien veía y sentía todo, no dijo nada, tan solo quedando hipnótico por las palabras de su jefe en sus propias defensas.
Por más que lo negara el hombre de canas notables, tenía razón...teniendo que solo refunfuñar, masajearse la cien y tan solo darles la orden de que olviden todo esto que ayuden al escuadrón en vaciar el lugar.
Los hombres sonrieron triunfantes, nadie pidió ganarles a las claras afirmaciones defensivas de Robotnik, así en ello, dieron una mano para desmantelar el lugar, pero no porque el viejo se los hubiera ordenado, más que nada era para obtener algunas secciones que Robotnik quería conservar.
Busco sus guantes de alta tecnología, colocándoselos con total satisfacción al sentir de nuevo el dulce cuero de la tela, extrañando por completo la sensación, así también llamando a sus creaciones para que recogieran todas las cosa que fuera de su propiedad. Algo de lo que estuvo muy al pendiente Robotnik fue en una sola cosa.
Se acercó a la caja, llena de aquellas cosas, mirando con detenimiento y dándose cuenta de lo extremadamente peligroso que era en manos equivocadas. Resguardo los Sueros de la Verdad entre sus brazos y algunas de sus máquinas, queriendo quedarse con todas y que solo él sea el funcionario de saber a quién se lo esparcirían y por qué.
Salió de la base con su Agente quien cargaba consigo un par de armas en su hombro derecho, mirándose ambos como si tuvieran algo de tiempo separados, las vibras eran extrañas, y muy pesadas, sintiéndose ambos incomodos, como si de algo muy personas se fueran compartido, algo que en parte de Robotnik si era verdad, agradeciendo al menos que no fue completamente abierto a no tener pregunta del tema, no al menos por parte de Stone...
Al estar afuera de nueva cuenta vieron con más detenimiento a varios de las personas de Livia junto con ella, esposadas y encerradas en camiones grandes y de alta seguridad, aunque una de esas fue algo resaltante para Lee.
—¡Hujuuu, guapo!~ — llamo una chica desconocida para los demás a Stone, haciendo una clara seña a penas lo encontró a unos pies de distancia de ella.
—Ay no~ — susurro Lee con pena, cubriendo un poco su cara con la palma de su mano.
Robotnik arquea una ceja.
—Prométeme que me visitaras en la cárcel ¿Siiii?!~ — pregunto con ilusión y voz infantil, siendo empujadas por los Agentes y cerrarles las puertas con el camión lleno de los maleantes.
Algunos de los que estaban escuchando todo dieron miradas llenas de risas y otra superficialmente coquetas al pobre Agente Stone por lo sucedido.
—¿Me puede explicar...que demonios fue eso? — pregunto casi entre dientes Robotnik.
—Ooohhh....¿Eso?...jeje... — se aclara la garganta —Noo...no es nada Doctor, tal vez...está loca o solo me confundió con alguien más, es todo — sonrió nervioso, mintiéndole a su jefe con una clara obviedad de lo malo que era en ocultarle cosas.
Robotnik frunce el ceño, tomando uno de los pequeños frascos verdosos del suero sincero que conservaba con él, destapando uno de ellos para arrojar el líquido interno en la cara de su joven asistente.
—¡Dime la verdad! — le exigió, sabiendo bien que ahora no podía ocultarle nada.
—¡Es una de las personas que estuvo asegurándose de que no me escapara de mi encierro, pero la seduje para que me liberara, pero creo que fue demasiado porque me be-! — se interrumpió así mismo, dejándose caer las armas al suelo con tal de solo tomarse con ambas manos la boca y callarse, había olvidado lo horrible que era ese sentimiento de verdad impulsiva.
—¡Oh! ¡Así que mientras yo estaba siendo torturado, obligado hablar y decir mis más íntimas veracidades, usted estaba jugando hacer de Romeo! ¡Que poco profesional de su parte! — regaño con desagrado el Doctor a su Agente por lo explicado, caminando a unos de los camiones de carga que estaba siendo depositada sus cosas, queriendo dejar atrás a Lee.
—¡No!...¡Espere, Doctor! — corrió detrás de este, dejando en el suelo lo que cargaba con tal de alcanzar al mayor —¡Se lo juro, de verdad, literalmente no puedo mentir ahora, así que en serió, le juro por mi vida que no sentí más que repulsión cuando lo hice para querer ayudarlo! — se justificaba el hombre de cabellera negra a las espaldas de su jefe, explicando su entendimiento y rogando por su perdón.
(...)
Al pasar un par de días por lo acontecido, la Agencia G.U.M volvió a su misma rutina de siempre. Teniendo un par de las prisiones más aseguradas del estado a todos los prisioneros que fueron culpables de hace unos días atrás, teniendo a su ex líder a la chica vestida de naranja en una de las celdas de alta seguridad.
Estaba de espaldas a la salida, mirando a la pared, y dibujando en la misma con una pequeña piedra sus posibles plan de escape, siendo todos y cada uno de ellos un eminente fracaso, pero no se daba por vencida, nunca lo hacía.
Gruño en su décimo sexto plan fallido, escuchando con las puertas de su celda se abrían por detrás, no le dio importancia, no le interesaba lo que ahora le dieran los guardias o de que si tenía una nueva compañera de celda a quien torturar, pero como fue su incertidumbre al escuchar aquella voz tan conocida para ella.
—Vaya, vaya, vaya, pero miren a quien tenemos aquí~ — dijo el ser que había llegado de visita. Le dio la cara, deslumbrando más su mirada cansada y su cabello desordenado y sucio, confirmado sus pensamientos al tener a nada más y a nada menos que al Doctor Robotnik delante de ella.
—Doctor~ — gruño ella —¿A qué se debe su visita? — se río malévola —¿Viene para continuar con nuestra platica? — se mordió el labio inferior con maldad.
Ivo quien a todo momento escondía su diminuta sonrisa debajo de su perfecto bigote, se acercó más a la mujer, cediéndole mejor iluminación de él y ya separarse un poco de las penumbras de la celda.
—Eso te encantaría ¿Verdad? — objeto con cierta "dulzura" en su hablar. Sonriendo con aires villanescos, sujetando con su mano derecha un maletín negro y elegante, dejándolo a su lado en una mesa dentro del encierro —Pero para tu mala fortuna, no es así, querida~.... — le aclaro, abriendo con total paciencia su maleta, de a poco su interior fue expuesto, usando su cuerpo para esconder lo que había hay adentro —Sabes...tu y yo...no somos muy diferentes — comento con una leve mueca de seriedad.
—¿En serio? — le cuestiono con una mirada atrayente, no sabía exactamente o que haría ese hombre ahí con ella, pero escuchando lo relajado de su entonación, le emocionaba un poco, abriéndose un poco el cuello de su camisa.
—En efecto — asintió, sacando un de los artículos que traía consigo —Nos gusta la competencia, nos agrada la tortura ajena... — se dio la vuelta, encarando con una mirada fogosa a la chica —y sabes lo que queremos, cuando lo queremos, y como lo queremos~ — ronroneo feliz. Escondiendo sus manos en sus espaldas, todavía sin revelar que lo que traía con él.
La chica se pone de pie, acercando su presencia al hombre bien peinado y traje costoso
—¿A qué se debe tu visita entonces, Doc?~ — pregunto ronroneando otra vez la misma interrogante.
Robotnik reí de lado...
—Oh, querida~ — dijo entre dientes, acercándose a la joven cada vez más queriendo estamparla contra la pared, siendo ya de su naturaleza —He de admitir que...se divirtió mucho conmigo, ahora usted...sabe cosas — susurro con una pisca de odio —Cosas de las que ningún alma además de la mía debería de saber — gatuniso sus ojos, revelando sus intenciones hacia la chica que comenzaba asustarse, siguiendo su camino en retroceso, parándose abruptamente al toparse con la pared a sus espaldas, siendo acorralado por el mismo hombre —Y sabe...creo que, me debe ese favor — le dedico una sonrisa diabólica él ahora a ella, dejando ver como un par de esposas sostenía en una de sus manos, y la otra un par de cierras manuales —Nos divertiremos tanto, Liv. Siéntase afortunada, vengo de un tan buen humor que luego de que acabe con usted...no recordara nada al borrar luego su memoria....no sabrá ni siquiera su nombre — se burló en carcajadas el hombre, haciendo que la chica tiemble del horror que se reflejaba en su rostro —pero no se sienta mal, madame~....después de todo....tendrá el privilegio de ser la primera y única chica...que en serio puedo decir que pase un agradable rato~ — gruño lo último, acercándose más a la joven convicta que gritaba por ayuda; ayuda que fue ignorada al saber lo guardias de que quien se trataba era nada más que ese loco del gobierno que saben que si él quisiera, los haría desaparecer del mapa.
Los gritos de la chica...fueron música para los odios del Doctor~
¿Me creerían si les dijera que tarde más en intentar que me cargara el puto GIF que en escribir esta ultima parte? xd
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