Tre (3)
Empezó con pequeñas cosas.
Sabía de sobra que la joven soñadora casi nunca contestaba sus preguntas, pero no estaba de más hacerlas, en ocasiones raras, cuando respondía, dejaba más preguntas que respuestas en su cabeza.
--Hey Alice ¿cómo has estado?
--Bien, me gustan los colores de las nebulosas de allá--señaló el cielo de lado contrario a donde se encontraba
Loki miró, sabiendo la dinámica, los colores púrpura y rojos se combinaban dando formas irregulares, sin embargo, para la joven castaña, no es así.
--Veo un ave ahí--le comentó en tono confidencial
-- ¿Y qué representa para ti?
Ella miró alrededor con desconfianza, parecía que le contaría un gran secreto, así que cuando le hizo un gesto con la mano pidiéndole que se acercara, no dudó en hacerlo, pese a agacharse, la más joven se puso de puntillas para alcanzar a susurrar a su oído.
--La libertad. Las aves vuelan felices por el cielo, nada las detiene para irse de un lugar a otro, van de aquí para allá donde las lleve el viento--luego se separó, viendo una vez más al cielo con añoranza-- ¿crees que alguna vez pueda ser libre?
Loki la miró intensamente en silencio, aturdido por las emociones que percibía en la joven y lo que había escuchado, sin saber que responder a eso, ella tampoco esperaba respuesta al parecer, la vio sentarse en el barandal, balanceando sus pies suavemente de atrás para adelante, sosteniéndose de manera descuidado a los lados de su cuerpo.
--Ser libre ¿qué harás cuando seas libre? --cuestionó luego de un momento
-- ¿Tú eres libre?
Por supuesto, era un poco molesto a veces que lo ignorara tan deliberadamente, pero sabía también que no dejaría de preguntar hasta obtener respuesta, así que dando un suspiro resignado, recargó su cadera en el barandal para quedar de lado y observarla.
--Soy libre.
-- ¿Entonces por qué no vuelas?
-- ¿Volar? No necesito volar, estoy bien como estoy, no necesito volar para ser libre--frunció el ceño
--Eres extraño, Loki--concedió con una sonrisa--tienes la oportunidad y no la aprovechas, te veo aquí, te veo allá, te veo haciendo tantas cosas para los demás, siguiendo las reglas de los demás--la sonrisa se desvaneció para dar paso a una mueca melancólica--yo estoy atada.
-- ¿Atada a qué? --no quiso preguntar como demonios sabía eso, esta era una oportunidad valiosa para saber más
--A la vida.
Entonces, la joven dejó de mover sus pies, dio una sonrisa suave al pelinegro y se dejó caer hacia atrás, soltando sus manos. Intentó atraparla, deberás que sí, pero no pudo, cuando se lanzó para alcanzarla y evitar su aparatosa caída, no pudo tocarla, quedó recargado contra el barandal, observando con horror lo que bien podría ser su final, pero sólo vio sus ojos cerrarse y desaparecer en luces blancas antes de llegar a tocar el suelo.
Una queda risa quedó de eco, mandando escalofríos por su espalda.
Se quedó ahí un buen par de minutos, incapaz de comprender lo que ocurrió, tan irreal como sólo la magia podría ser ¿quizá la estaba alucinando? ¿su magia creó inconcientemene un ser para hacerle compañía? Lo dudaba mucho, pero eso sin duda había sido magia, lo sintió en su sangre como un llamado, su propia magia habría querido responder a ese fulgor tan suave.
Tan inocente.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro