Una promesa de amor:
El día continuó con ellos explorando el pequeño hotel, compartiendo risas y recuerdos, y redescubriendo esa chispa que alguna vez los había unido. El sol se ponía en el horizonte, tiñendo el cielo de anaranjado y creando un telón de fondo ideal para un nuevo comienzo.
Mientras se dirigían a la habitación donde pasarían la noche, Seokjin se daba cuenta de que el cambio en la actitud de Namjoon era real y que volver a confiar en él podría ser una decisión acertada.
— Gracias por traerme aquí, Namjoon. Realmente significa mucho para mí —dijo Seokjin finalmente, mirando a Namjoon con una mezcla de gratitud y afecto.
— De nada, espero no te enfades por compartir la misma habitación.
— No, no hay problema.
Seokjin sentía sus mejillas teñirse de rojo por ese recuerdo, no podía negar que estar así de cerca con Namjoon le ponía nervioso. Namjoon sonrió, sintiendo que, por primera vez, las piezas de su vida comenzaban a encajar de nuevo.
Dentro de la habitación, Seokjin entró al baño para cambiarse y darse un baño antes de dormir, esperando que Namjoon se vistiera y se fuera a la cama mientras él salía. Sin embargo, se llevó una gran sorpresa al salir y encontrarse de frente con Namjoon sin camisa que lo salvó de una caída abrazándolo.
No supo en que momento sus labios se unieron en un beso delicado pero cargado de añoranza, sus manos comenzaron a desprenderse de la ropa ajena y los jadeos de Seokjin no se hicieron de esperar.
— Nam, yo...
— Perdona Jinnie, pero no pude controlarme. Lo siento y si te incomodé perdona, iré a bañarme.
Namjoon trató de regular los latidos de su corazón mientras que el agua fría recorría su cuerpo, se recriminaba por haber arruinado todo hasta que sintió unos brazos rodear su cuerpo y besar su cuello.
— Creo que me entendíste mal. Yo no quise hacerte sentir mal— Seokjin se entregó a sus sentimientos; aunque sabía que no era lo que inicialmente deseaba al regresar a la vida, no podía ignorar que la transformación de Namjoon le hacía sentir que podría ayudarlo a alterar el destino de ambos.
— Te amo mi luna.
Namjoon lo besó de manera delicada saboreando los labios, que en su otra vida dañó, acarició su suave piel de manera pausada para poder memorizar su calor, aquella que vio lacerada por su culpa; y grabó mentalmente cada uno de sus jadeos y gemidos de placer, que en su otra vida no valoró.Esa noche, ambos se entregaron por completo, dejando atrás el pasado y el futuro. Vivieron intensamente ese presente, siendo únicamente ellos dos, amándose sin ninguna preocupación.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro