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Capítulo 19: Ángel y demonio

Canción del capítulo: Jess Glynne - Take Me Home

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La semana de la competencia había llegado, TaeHyung no quería contarle a MiOk lo que sucedía, sabía que si le contaba que hace varios días no escuchaba a JungKook se asustaría. Por desgracia, no resultaron ganadores en esa competencia pero el chico afirmó una vez más lo importante que era la música para él, al casarse con Jang MiOk renunciaría a la música para dedicarse a su familia, quería formar su propia familia con aquella chica y ser un buen padre para JoonHee. Si renunciaba a la música lo hacía porque lo quería, no porque sintiera presión u obligación.

Jimin seguía sin dar señales tampoco, no podía esperar dos meses para contarle lo que sucedía, lo que podía asegurar era que el alma de JungKook ya no estaba en su cuerpo, ya no lo sentía allí. En el avión le había tocado junto a la ventana, cuanto más se acercaba a Seúl tenía un mal presentimiento.

Algo no andaba bien, pero no sabía que era con exactitud.

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— ¡Hoy regresa Tae!—JoonHee apareció contento en la cocina—Dijo que traía un regalo para mí.

MiOk sonrió escuchándolo ayudando a su madre a cortar algunas verduras, querían preparar algo delicioso para recibir al chico.

— ¿Sólo quieres saber que clase de regalo es?—la señora Jang tomó un trozo de zanahoria.

—No, también extraño a Tae—miró a su madre—Sigo esperando su boda.

—Paciencia, travieso—MiOk besó su frente—Ahorra esa energía para cuando él venga, ¿De acuerdo?

JoonHee asintió viendo a ambas mujeres cocinar. Nadie se percataba de la sombra que veía aquel momento, ansiosa de lo que se avecinaba.

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TaeHyung llegó por la noche a Seúl, en el aeropuerto los de la banda se despidieron al igual que Tzuyu. Tae la ayudó a tomar un taxi despidiéndose con un movimiento de mano, la nieve había comenzado a caer, se abrigó más sacando su teléfono. Eran las ocho de la noche, envió un mensaje a MiOk diciéndole que estaría en camino.

El taxi lo dejó frente a la casa de ella, apenas bajó sonrió al ver que JoonHee abría la puerta corriendo a él. Lo cargó besando su mejilla y abrazándolo tan fuerte como el niño a él. Algunos copos de nieve caían sobre las cabezas de ambos.

—Te extrañé mucho, JoonHee—sonrió mirándolo—Me han dicho que no has sido un buen niño.

—No es cierto.

Tae lo dejó en el suelo sacando su equipaje de la cajuela del auto, la señora Jang llamó a JoonHee evitando que el niño permaneciera mucho tiempo en el frío, Tae fue recibido con cariño de parte de la mujer pero faltaba alguien.

La mujer más importante para él.

— ¿Y MiOk?

—No lo sabemos—JoonHee se cruzó de brazos.

— ¿Qué?

—Salió por la tarde pero no ha regresado, intentamos llamarla y no ha respondido.

A Tae no le gustó escuchar eso.

— ¿Sabe a dónde iba?

—Dijo que quería caminar, se veía cansada, tal vez debe venir en camino, MiOk estaba ansiosa por verte.

—Tae, ¿Trajiste regalos para ella también?

—Y para ti también—el chico abrió una de sus maletas entregándole al niño una bolsa de regalo. Le dio otra a la señora Jang y el de MiOk lo guardó en el bolsillo de su abrigo. Justo en ese momento recibió un mensaje a su teléfono.

Jimin:
¿Todos están bien?

Tae sin pensarlo llamó a ese número, acercó el teléfono a su oreja alejándose un poco de la sala. Sintió alivio cuando respondieron del otro lado.

—Jimin, Jimin—repitió—Gracias a Dios, esto es...una locura, JungKook...—susurró.

—JungKook ya cumplió su misión.

— ¿Qué? No, dijiste que tenía un año...

—Lo sé, lo dije, pero mis superiores vieron que ya había solucionado sus problemas antes del tiempo límite—TaeHyung no supo como reaccionar.

—Dime que te opusiste.

—Sabes que no puedo hacerlo.

—Entonces realmente se fue—pasó su mano por su cabello con cierta frustración—No lo dejaron despedirse siquiera—dijo más que molesto— ¿Sabes cómo se pondrá MiOk cuando lo sepa?

—Hay otra cosa.

— ¿Qué?

—Un demonio habló con MiOk, ¿La has visto rara?

—Desde que bajé del avión tengo un mal presentimiento—un mensaje llegó a su teléfono—Espera un momento—Tae revisó. Era MiOk, le estaba enviando una dirección—Oh no—acto seguido le llegó una foto.

MiOk no estaba sola en la cima de ese edificio.

— ¿Todo bien, Tae?—la señora Jang apareció en la cocina.

—Saldré un momento, ya regreso, cuide de JoonHee unos minutos.

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La brisa soplaba con fuerza allí arriba, MiOk se encontraba de pie al borde de aquella azotea, no escuchaba lo que le rodeaba pero sus ojos estaban abiertos, estaba bajo la hipnosis de aquel demonio, NamJoon había enviado el mensaje y la foto a TaeHyung. En aquel edificio TaeHyung llegó con prisa bajando del taxi, Jimin apareció en dicha azotea.

— ¿MiOk?—se acercó a ella extendiendo su brazo para tomar su mano. Antes de lograrlo alguien lo detuvo, NamJoon levantó una de sus cejas apretando su muñeca.

—El ángel ha llegado—dijo con burla— ¿Tu señor no debería enviarte con ayuda?

—Déjala ir—se soltó de su agarre.

—El mundo de los humanos es aburrido, hay que dar un toque de diversión—sonrió malicioso—Una vez ese chico aparezca por la puerta entonces MiOk se moverá.

Jimin lo empujó iniciando una pelea entre ambos, los movimientos eran tan rápidos que no podían verse, Jimin tenía la ventaja de estar en la época donde los ángeles eran más fuertes pero aún así, NamJoon era un demonio experimentado y con una energía casi más grande, energía que estuvo robando de MiOk.

El momento ocurrió en cámara lenta, TaeHyung llegó sin aliento a la azotea, abrió la puerta con fuerza.

— ¡MiOk!

La chica giró sobre sus talones sin verlo, su mirada estaba perdida, Tae palideció cuando vio que iba a retroceder. Corrió hacia ella estirando su brazo para tomar su mano, el cuerpo de la castaña se inclinó hacia atrás pero no llegó a caer, dos manos la estaban sosteniendo de las muñecas. MiOk parpadeó varias veces, no sabía donde demonios estaba, miró la azotea sin tiempo a entrar en pánico, dos chicos jalaron de ella alejándola de la orilla del edificio, JungKook también había tomado su mano ayudando a TaeHyung justo a tiempo.

Era el verdadero JungKook.

— ¿Qué?

— ¡JungKook, TaeHyung!—Jimin dio la advertencia. Aquel demonio iba directo a TaeHyung, JungKook se interpuso siendo tomado por aquel demonio. El pelinegro cayó al suelo convulsionando.

— ¡JungKook!—MiOk quiso acercarse pero Tae la detuvo.

Jimin se acercó decidido sacando una daga dorada de su espalda, su labio inferior estaba algo hinchado, aquel demonio estaba en el cuerpo de JungKook, eso era lo que quería, corromper su alma y alimentarse de ella.

— ¡No!—MiOk forcejeó con Tae viendo las intenciones—No lo hagas, Jimin, por favor.

La daga estaba en lo alto, Jimin debía atravesar su pecho con ella para eliminar al demonio pero también eliminaría el alma de JungKook por siempre. TaeHyung estaba tan asustado como él.

—Jimin...—JungKook jadeaba de dolor retorciéndose en el suelo. Podía sentir aquel demonio alimentándose de todo su ser—Hazlo.

— ¡No!

—Hazlo—suplicó. Sus ojos estaban tornándose negros por completo.

Jimin aferró sus manos a la daga tardando demasiado, el pelinegro sonrió de la misma manera que NamJoon deteniendo al rubio sin problema, JungKook le arrebató la daga atravesándola en el abdomen de Jimin.

—Tardaste mucho, angelito—dijo divertido sacando la daga pintada de rojo por la sangre del rubio. TaeHyung jaló a MiOk corriendo a la puerta la cual ahora se negaba a abrir.

—Maldita sea—Tae la empujó con el hombro sin tener resultado. Al darse por vencido colocó a MiOk detrás de él tomando un tubo que estaba cerca, JungKook quien estaba poseído se echó a reír, sus ojos eran negros como la misma noche.

—En realidad, no me sirves de mucho, Kim TaeHyung—con un gesto de su mano lo levantó del suelo colocándolo fuera de la orilla del edificio—Este chico te envidia demasiado, podría decir que te detesta por arrebatarle lo que era suyo.

—Yo no le quité nada—Tae aterrado veía la gran distancia bajo sus pies—JungKook, despierta.

MiOk veía a Jimin herido en el suelo, TaeHyung iba a terminar muerto y JungKook...¿Realmente se había ido? Se acercó al pelinegro tocando su mano llamando así su atención.

Aquel físico podía ser de su ex esposo pero ese no era realmente su JungKook, aquellos ojos negros daban miedo pero sólo le confirmaban a MiOk que ese no era el chico que conocía. Tragó con dificultad tomando la mano que tenía la daga con la sangre de Jimin.

—Si TaeHyung muere no será doloroso para JungKook—entonces con la punta de la daga apuntó su propio abdomen—Si yo muero, lo atormentarás de por vida.

— ¡No! ¡MiOk!—Tae seguía en el aire. Jimin jadeó de dolor y como pudo hizo que el chico volviera al suelo pero le prohibió moverse— ¡Jimin, haz algo!

La castaña sostuvo su mano.

—Si lo haces no voy a odiarte, JungKook, porque sé que este no eres tú—sonrió tristemente—Eres un ángel para mí, ¿Recuerdas? Quizás me convierta en un ángel para JoonHee.

Ese nombre hizo que la daga temblara en las manos de él, JungKook parpadeó varias veces negando con la cabeza, NamJoon quería tener el control de su cuerpo.

—JoonHee—repitió. Aquellos ojos dejaron de ser negros volviéndose como ella los conocía—MiOk...

—Si no lo haces, NamJoon nos seguirá hasta tener lo que quiere—miró sus ojos. JungKook quiso soltar la daga pero ella negó con la cabeza—Hazlo.

—No—ahora él contenía las lágrimas. Vio el desastre a su alrededor sintiéndose asqueroso consigo mismo, había herido a Jimin y casi asesinaba a TaeHyung.

Una luz blanca interrumpió, era un ser vestido de blanco con grandes alas del mismo color. Su aspecto era como una obra de arte, era uno de los ángeles superiores del señor, su cabello rubio comenzó a llenarse de copos de nieve, Jimin miró su mano llenarse de sangre, estaba sintiéndose mareado.

JungKook sin dudarlo soltó la daga retrocediendo.

—Has herido a tu ángel guardían, Jeon JungKook—el joven tenía una voz dulce, miró al chico un tanto serio—Y sigues poseído por un demonio. Casi acabas con la vida del prometido de tu ex esposa y si hubiera tardado más habrías acabado con la vida de la madre de tu hijo—se acercó, sus pies estaban protegidos por zapatos blancos—El señor está muy molesto con tu aparición.

— ¿Aparición?—Tae habló logrando moverse al fin.

—Tenía prohibido volver con Jang MiOk...

—Necesitaba salvarla...

—Ya habías cumplido tu misión...

— ¡Necesitaba salvarla!—JungKook alzó la voz. Tensó sus manos sintiendo a NamJoon en su interior, era rabia e impotencia invadiéndolos en segundos.

El ángel superior recuperó la daga, sin decir nada a Jimin lo hizo desaparecer al estar sangrando tanto, MiOk se interpuso entre el ángel y JungKook, una simple mortal estaba enfrentando a un ser celestial.

Los ojos azules del hombre la miraron con sorpresa.

—Jeon JungKook es un alma inocente—defendió—Sus acciones no fueron debido a él, fueron provocadas por ese ser maligno y de no ser por él ahora mismo fuera mi prometido el poseído.

—JungKook me salvó y salvó a MiOk—Tae intervino. El ángel lo miró respirando profundo—No puede castigarlo.

—Las reglas de mi señor son claras, todos saben que cuando un alma es corrompida por la de un demonio ésta debe eliminarse—miró a los tres.

—Son injustas esas reglas, todavía tenía tiempo, todavía no se cumplía el año...

—Está bien—JungKook la interrumpió. MiOk volteó a verlo sin creerlo—De todas maneras iba a irme.

— ¿Qué?—colocó sus manos en sus mejillas—No, te quedaba tiempo de sobra, dijiste que estarías un año, el año no se ha cumplido...

—MiOk—tomó sus manos en su rostro acariciándolas. Aquella mujer sería la única mujer que se habrá ganado su corazón—Volví para solucionar muchas cosas, pasé tiempo contigo y con JoonHee pero también te ayudé a darte cuenta de los sentimientos que tienes hacia TaeHyung...

—No.

—Tú misma lo dijiste, no puedo quedarme con un ser maligno controlándome por segundos—tragó con dificultad al decir lo siguiente—Sigue cuidando de JoonHee, ¿Sí? Eres la madre que siempre supe que serías.

—No, no de nuevo—negó con la cabeza—No te despidas.

—Siempre estaré contigo, permaneceré en tus recuerdos—secó sus lágrimas. TaeHyung apartó la mirada encontrando injusta la situación, el ángel en cambio se mantenía sereno con la daga en su mano mirando al cielo oscuro.

MiOk cerró sus ojos cuando él besó su frente y la abrazó fuertemente. Sintió sus lágrimas caer diciéndose que todo era muy injusto.

—Teníamos muchos planes—se aferró a su camisa sollozando—Siempre serás el padre de JoonHee, ¿Me escuchas?—ella miró sus ojos—De ahora en adelante le hablaré de ti.

JungKook sonrió ante eso sintiendo paz de que su hijo conociera sobre él, sin evitarlo y sabiendo que TaeHyung lo odiaría por eso, tomó el rostro de la chica juntando los labios con los de ella, MiOk sintió el sabor de las lágrimas en medio del beso, no duró mucho pero lo dijo todo. JungKook miró a TaeHyung con un leve asentimiento de cabeza, él se acercó a MiOk acariciando sus brazos.

—Cuídala y cuida a JoonHee—pidió retrocediendo—Hazlos felices.

—Lo haré.

JungKook se acercó a aquel ángel aceptando su castigo, aquella daga fue introducida justo en su corazón, MiOk sollozó aún más en brazos de TaeHyung destrozada por la imagen. El chico contenía las lágrimas viendo como JungKook caía de rodillas al suelo tosiendo sangre, un humo negro salió de su espalda, el demonio se había ido de su cuerpo y había muerto.

Pero con él también JungKook desapareció.

Ya que la historia está completa en borradores me pareció absurdo hacerlos esperar.

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