MiOk tocó la puerta de nuevo esperando que alguien estuviera en el departamento, le había escrito a JungKook pero éste no le respondió. Ni siquiera había visto el mensaje, la llave que una vez tuvo para entrar al departamento la había dejado de usar pues se sentía incómoda apareciendo de la nada. Ni cuando las cosas eran normales hacía eso, Jimin fue quien abrió la puerta.

—Hola.

— ¿Está JungKook?

—No, se vería con Tzuyu—le permitió entrar. MiOk revisó en su bolsillo la foto que había llevado, la había sacado del marco— ¿Qué sucede?

—Mira esto.

Jimin tomó la foto sin notar nada extraño.

— ¿Sacaste las fotos de JungKook?

—Estaba revisándolas y me llamó la atención esto—señaló a la persona que se veía borrosamente en la foto con un saxofón en su mano, la castaña lo miró esperando una respuesta—Es TaeHyung, ¿Cierto? Él estaba allí el día de la foto.

Jimin no sabía que decir, a veces no lo sabía todo, pues su deber era ayudar a JungKook y listo. No conocía más detalles.

—Tal vez.

—No, debes saberlo, ¿Acaso por eso tu señor hizo que nos conociéramos?

—Sé que todo en la vida tiene una razón, no sabía de esto, MiOk—la miró—Pero tiene sentido porque quisieron que conocieras a TaeHyung.

MiOk tomó la foto de regreso sin creer que hace cuatro años estuvo tan cerca del chico.

—Espera, ¿Dijiste que fue con Tzuyu?

—Sí, para informarse sobre la competencia.

— ¿Dejarás que vaya solo?

—Iré con él, aunque me preocupa un poco lo de tocar el saxofón—caminó a la sala con ella siguiéndolo. MiOk tenía curiosidad sobre cierto tema.

— ¿Es la primera vez que haces esto?

—No, he tenido muchas misiones antes de esta.

— ¿Y siempre tienen el mismo final?

Jimin se sentó en el sillón acomodándose en él.

— ¿Sigues buscando una solución para traerlo de vuelta?

—No, aunque...me gustaría pero...si lo pienso...creo que sólo causaría más problemas—miró la foto. Específicamente a Tae—¿Está mal que los quiera a ambos?—se sentó en el sofá—Sé que JungKook debe ayudarme a avanzar pero al mismo tiempo es doloroso que pueda hacer eso o que lo intente.

—Ninguna misión es sencilla para mí, a veces desearía intervenir y ayudar de otra manera pero no puedo hacerlo. Sólo me queda decirte que todo tiene un propósito, MiOk.

— TaeHyung canceló nuestro compromiso—comentó aunque él ya lo sabía—JungKook...estará temporalmente, pero...

—Lo primero que debes hacer y aunque suene cruel, es sacar de la cabeza la posibilidad de volver con JungKook—Jimin cruzó sus piernas—No hay forma de revivirlo, MiOk, ese tipo de cosas están prohibidas.

La joven bajó la cabeza, miró la foto de nuevo, primero a JungKook y luego al diminuto TaeHyung, la vida era irónica a veces. Todo ese asunto la estaba agotando por completo, además de volviendo loca.

—No sé que estoy sintiendo—susurró—Estoy contenta de tener a JungKook aquí aunque sea temporalmente, pero cuando me besó...—suspiró—Y ayer cuando TaeHyung lucía tan...molesto y decaído...

Jimin buscó en el bolsillo de su suéter, sacó una pequeña bolsa blanca con algunas hojas pequeñas dentro, se acercó a MiOk decidiendo ayudarla de otra manera. La chica levantó su rostro mirándolo.

—Le dije a JungKook que sólo podía usar esto en tres ocasiones que fueran importantes, la primera fue cuando descubriste quien era él realmente—colocó la pequeña bolsa en su mano—Los ángeles suelen tener conocimiento de ciertas plantas que no se consiguen en este mundo—la miró—Moja esas hojas en agua tibia, prepáralo como si fuera un té.

— ¿De qué son estas hojas?—MiOk abrió la bolsita acercándola a su nariz—Huele a durazno.

—Para ti, para cada persona tiene un olor diferente. Me encargaré de que JungKook también lo beba.

—Pero no quiero gastar la tercera oportunidad...

—No la gastarás, contará como un favor que te hago—sonrió—Espero que eso te ayude a aclarar un poco lo que sientes.

●|●|●

JoonHee tenía rato mirando curioso la foto que había encontrado en la mesa de noche, un chico con rasgos similares al suyo aparecía sonriendo con los ojos cerrados en dicha foto. MiOk salía del baño con una toalla abrazando su cuerpo.

—Mami—la chica notó lo que tenía en sus manos— ¿Quién es él?

—Oh, él es...—se sentó en la cama acercando el niño—Él es...

Podía mentirle u ocultar la verdad, pero recordó las veces que TaeHyung y su madre le aconsejaban decirle la verdad a JoonHee de una manera que comprendiera. Tomó un respiro profundo antes de contarle.

—Es parecido a mí.

MiOk sonrió dulcemente asintiendo.

—Tú eres parecido a él—corrigió—JoonHee, hay algo que no te había contado—acomodó su cabello—Él...

—Es papá, ¿Verdad?—miró a su madre notando su asombro—Sé que TaeHyung no es mi verdadero papá.

— ¿Cómo...?—se sorprendió por aquello pues ella llevaba tiempo pensando lo contrario.

—A veces la abuela me lo recuerda.

—Pero nunca me preguntas, cielo.

—Pensé que te molestaría.

—JoonHee, jamás me molestaría responder tus dudas—lo sentó en sus piernas. Besó su frente mirando la foto de sus manos—Antes de que nacieras, ocurrió un accidente donde...lamentablemente...tu padre perdió la vida allí.

JoonHee hizo un puchero adorable para su madre.

— ¿Mu...Murió?

MiOk acarició su espalda.

—Hasta la fecha todavía no creo que haya pasado—sonrió tristemente—Él ansiaba conocerte, JoonHee, solía hablarte cuando estabas en mi vientre y se emocionaba al sentir tus pataditas—el niño la miró con ojos llorosos—Oh, cielo, no llores—lo abrazó conmoviéndose. JoonHee abrazó a su madre sin saber porque de repente lloraba—No sabía como decirte esto, eres muy pequeño para saberlo.

—Me cuidaste con la abuela—lo escuchó decir— ¿Soy un mal hijo, mami?

—No, para nada—limpió sus mejillas—Eres un niño muy inteligente, astuto y hermoso—besó su frente—Eres mi hijo y estoy orgullosa de ser tu madre—acarició sus mejillas—Y tu padre también está orgulloso de ti.

— ¿Cómo se llamaba?

Ambos miraron la foto, JoonHee no dejaba de compararse con él pensando en como hubiera sido conocerlo. MiOk sonrió dulcemente diciéndole el nombre.

—Jeon JungKook.

JoonHee de inmediato hizo la conexión, había escuchado a Jimin y MiOk decir ese nombre en el departamento de TaeHyung. Su pequeña mentecita no le permitía entender porque lo mencionaban.