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⚘. ▎81

ÚLTIMO CAPÍTULO

Juntos.
╰─────╮•╭─────╯

Viernes, 6 de octubre de 2023.
18:09 hrs.

──¡Ja, te gané!

──¡Oye, eso no es justo, TaeHyung!

──¡Me importa un demonio, Park!

Las risas no tardaron en llegar cuando JiMin prácticamente saltó sobre el peligris en el intento de atraparlo y hacerle pagar su venganza. TaeHyung, por el contrario, chilló en cuánto vió al chico correr hacia él y no pensó ni un segundo la opción de huir, generando una graciosa persecución por todo el lugar.

Desde mi posición negué con la cabeza y reí, evidentemente divertida con aquella situación que de la nada se había presentado.

La tarde de hoy había sido demasiado reconfortante tanto para mí como para los demás. Entre todos llegamos al acuerdo de que tendríamos una reunión conjunta, como aquellas que solíamos tener cuando aún éramos estudiantes y así poder disfrutar de la paz que se nos había prohibido durante un buen tiempo.

Alrededor de tres semanas habían transcurrido cuando todo ocurrió, y debo confesar que desde ese entonces nuestras vidas disfrutaban de una plena tranquilidad y seguridad. No obstante, no había sido hasta ahora que la decisión de juntarnos se hacía realidad, y para la nostalgia de todos, justamente nos encontrábamos bajo el puente del Río Han, tal y como habíamos hecho hace unos tres años atrás cuando la partida de JiMin.

Las chicas y yo nos encontrábamos organizando el pequeño picnic sobre el césped a nuestro alrededor, colocando los platos y los tazones para la comida encima de la mesa que habíamos traído, así como decorando nuestro ambiente bajo la luz anaranjada del anochecer a lo lejos. Nos abrazaba una brisa fresca y satisfactoria, dicha que representaba la próxima llegada del invierno, una estación que significaba más que una historia para nosotros. Y de igual forma, a nuestras fosas nasales entraba el exquisito aroma de la naturaleza, el agua del río a nuestro costado, así como la comida que se preparaba en la barbacoa.

JungKook y Jin eran los encargados de esto. Cuando dirigí la vista hacia mi izquierda para verlos, me encontré con la preciosa imagen del mayor alimentando a mi novio, colocando un pedazo de carne en su boca como lo haría una madre gallina a su pollito.

La comparación me hizo reír.

A unos cuantos metros, entonces, estaban JiMin, TaeHyung, NamJoon, YoonGi y HoSeok, haciendo cualquier cosa menos ayudar. Al parecer y por lo que había ocurrido recientemente, estaban jugando a algo de lo cual no tenía ni el más mínimo conocimiento, pero que sí parecía muy divertido.

Al regresar la vista hacia mis acciones, supe lo bien que me estaba sintiendo alrededor de mis amigos. Y al ver entonces a las chicas sonriendo y bromeando entre sí, también supe lo mucho que había extrañado todo esto.

──Eun Byul, ¿me pasas las servilletas? ──pidió Lalisa amablemente.

La castaña se estiró para alcanzar el objeto, y no pude evitar reír por lo gracioso que me pareció su cara al no poder llegar.

──¡Oye, no te rías de mis brazos cortos!

Y como si de una contradicción se tratase, me reí el doble, tal y como lo haría una maniática.

Entonces fue cuando cierta persona tomó las servilletas y las tendió hacia la de cabello corto, manteniendo una sonrisa en el rostro.

──Aquí tienes.

──Muchas gracias, JiSun ──respondió Lisa de vuelta.

Park JiSun era el nombre de la chica que durante la última semana se había unido a nuestro grupo. El mismo HoSeok nos la presentó, diciendo que era una compañera suya de la academia de baile y con la cual, al parecer, estaba intentando algo. Ella era super amigable y en ocasiones muy tranquila, probablemente la más reservada de todas, o tal vez solo porque aún no mantenía una alta confianza con nosotros.

Sin embargo, había encajado muy bien desde su llegada al grupo.

Jung se había ganado la lotería al conocerla.

──Ustedes son muy malas conmigo ──reprochó Ahn, casi lloriqueando a la par en que un puchero sobresalía en sus labios.

──Eres un meme andante, Byul ──bromeó Rosé.

──Se supone que seré abogada y una detective, ¿cómo voy a ser un meme? ──la joven se exaltó, como si hubiese obtenido un insulto, y abrió la boca con sorpresa──. Que desastre.

──Me pregunto si en la corte alcanzarás a ver al juez o necesitarás un pequeño banco.

Eun me pegó en el brazo con su puño, y gracias a eso no pude aguantarme la risa. Las chicas, incluyendo a la nueva, comenzaron a reír a la par mientras Byul solo negaba con la cabeza.

E iba a decir algo más de no ser por la voz de Jin que instantáneamente sobresalió.

──¿Alguien podría venir aquí y decirme si a esta salsa le falta sal? ¡No confío en el paladar de JungKook!

Desde mi posición escuché la risa del susodicho, y dicha incrementó cuando todos al unísono aceptaron ir hacia donde se encontraba Jin, dispuestos a probar su exquisita comida.

Yo por el contrario me quedé en mi lugar, terminando de preparar unas empanadas que habían traído, y mientras me encargaba de aquella labor fui consciente de como alguien, el cual reconocí al instante, me abrazaba de la cintura y colocaba su cabeza sobre mi hombro.

Inconscientemente sonreí.

──No te daré una, si es lo que estás intentando ──anticipé, escuchándolo bufar como respuesta.

──No hay nadie más cruel que tú ──susurró, besando superficialmente la piel de mi mejilla y abrazándome con mucha más fuerza──. Pero si te soy sincera, prefiero besarte, te ves mucho más linda que la comida.

Cubrí mi boca con una de mis manos para controlar mi risa, y al mismo tiempo escuché como JungKook también lo hacía. Lentamente di media vuelta para encararlo, quedando de espalda contra la mesa y siendo acorralada por él en el frente. Como siempre hacía, me dediqué a escrutar su figura esbelta, tan atractiva para hacerme caer una vez más en sus encantos y eventualmente, querer sucumbir ante el deseo de besarlo desesperadamente. JungKook vestía de negro por completo: desde la camiseta asustada a su torso, la chaqueta de cuero encima, y el pantalón de la misma tela marcando las zonas críticas de sus largas piernas. Aquello, en acompañamiento con sus botas toscas y la manera en que su cabello despeinado bailaba con el viento, realmente me estaba debilitando.

El pelinegro subió sus manos hasta mis mejillas y comenzó a acariciar los pómulos con su pulgar, simultáneamente acercaba nuestros rostros e iniciaba un juego previo entre nuestros alientos. No obstante, poca fue mi paciente para soportar esa travesura, y sin poder evitarlo acerqué mis labios a los suyos e hice que nos fundieramos en un beso.

Jeon hizo presión sobre mí, pegando mucho más nuestras musculaturas y logrando que, al mismo tiempo, nuestros belfos pudiesen apreciar la textura y delicia del otro. Él movió su boca sobre la mía lentamente, de manera profunda, como si con ese roce estuviese marcando en su memoria la contextura de mis labios, o como si quisiese disfrutar al máximo del contacto tan único que provocaba innumerables reacciones químicas a través de nuestra anatomía.

El beso no pasó de ahí. Al cabo de unos segundos JungKook tomó una pequeña distancia, manteniendo nuestras frentes unidas y nuestras narices rozando entre sí, mientras sus ojos apreciaban y se conectaban con los míos de la manera más única. Entonces yo sonreí, completamente enamorada del hombre que tenía al frente, y él también lo hizo.

Pero al parecer hoy era el día de las interrupciones, puesto que cuando iba a decir algo sobre mis labios, escuchamos como a un par de metros una voz me resultaba familiar.

──Espero no haber llegado tarde a la fiesta.

Automáticamente giré el rostro hacia la derecha, enfocando la lejanía tras las figuras de mis amigos, y cuando comprobé a quién pertenecía esa voz reconocible mis comisuras se alzaron sin poder evitarlo.

──¡Llegó mi mujer, silencio!

Las risas no se hicieron esperar tras el comentario inconfundible de TaeHyung, quien literalmente salió corriendo hacia mi hermana en cuanto la vió acercarse.

──Lástima que no pueda ser su hombre ──murmuró JungKook, evidentemente divertido, mientras descendía su mano hasta llegar a la mía y hacer que ambos camináramos juntos.

La castaña abrazó fuertemente a Tae y posteriormente saludó a los demás, con aquella sonrisa tan cálida que solía mostrar cuando el ambiente era de su agrado y la comodidad era palpable. Y en cuanto me vió junto a Jeon, no tardó en acercarse para darme un abrazo.

──Pensé que no vendrías. ¿Tú reunión no era a esta hora? ──recordé lo que me había dicho en la mañana.

Y ella sólo rió antes de tomar cierta distancia para observarme.

──Sí, pero no podía perderme esto, así que la pasé para mañana ──aclaró, pasando sus dedos a través de mi cabello y regalándome una dulce sonrisa. Fue entonces cuando su mirada pasó al pelinegro a mi lado y muy alegremente se acercó para abrazarlo, simultáneamente le otorgaba ligeros golpes en su espalda──. Es bueno verte, grandulón.

──Lo mismo digo, enana.

──Shhh, cállate.

Él rió con fuerza y pellizcó dulcemente su mejilla. Jennie se alejó lo suficiente para verlo, y en el proceso buscó con la mirada a Lalisa, misma a la cual abrazó con sumo cariño en cuanto la vió.

La imagen apretó mi corazón.

──Entonces, ¿nadie más va a llegar de imprevisto o debo esperarme la entrada de unicornios volando? ──bromeó SeokJin, alzando juguetonamente una de sus cejas.

──Esperen un momento.

Mi mirada se concentró sobre de JiMin, quién observaba fijamente la pantalla de su celular bajo una expresión seria, demasiado enfocado como para prestar atención a su alrededor. Escuché la escandalosa tos de SeokJin a mi costado, y como acto de reflejo lo observé por apenas un instante, encontrando su desconcertada reacción.

──¿Realmente habrán unicornios voladores?

Tanto TaeHyung como JungKook rieron por lo bajo, pero ambos se detuvieron a los pocos segundos por la manera en que JiMin se apresuró a correr hacia la calle próxima, sin decir algo que pudiera advertirnos sobre sus posteriores acciones.

Por el contrario, nos dejó ver desde la lejanía que era eso por lo cual parecía tan emocionado.

Y cuando lo vi, no pude evitar que una sonrisa apareciera por mis labios.

El pelinegro había corrido al encuentro de una chica desconocida, y sin ni siquiera intercambiar palabras con ella, como si sus solas miradas hubieran aceptado aquello, se abrazaron fuertemente. Desde la posición en que me encontraba ver esa imagen significó un abrazo a mi corazón, tanto que mi cabeza inconscientemente se recostó sobre el brazo de JungKook, en donde encontré conformidad y lo que siempre me brindaba: calidez.

La desconocida y JiMin estuvieron abrazados por alrededor de un minuto, y era increíble cómo durante todo ese tiempo ninguno de nosotros había dicho algo. ¿Era ella la chica de la cual Park nos estuvo hablando todo el mes? Esa pregunta surcaba alrededor de mi mente, y por la manera en que JiMin se había vuelto con esa joven, la suposición se convirtió en afirmación.

Compartieron palabras por un momento y posteriormente Park tomó su mano para traerla con nosotros. Me pareció muy gracioso y adorable la manera en que ella reaccionó cuando nos vio, como si se hubiese asustado por la cantidad de personas que éramos, y desde aquí pude escuchar la estruendosa carcajada de JiMin cuando ella intentó esconderse tras su musculatura.

Entonces, cuando finalmente ambos estuvieron con nosotros, el pelinegro sonrió ampliamente.

──Amigos, les presento a Yoon SuMin, mi dulce chica ──dijo seguro, como nunca antes lo había visto, observando a la susodicha con un amor tan grande que mi corazón se sintió acelerado──. Bebé, ellos son mis amigos, de quienes te hablé.

La joven pelinegra reverenció con su cabeza y torso automáticamente, lo cual me pareció de algún modo gracioso por lo tierna que se veía.

──Es un gusto conocerlos ──susurró, volviendo a reverenciar.

──El placer es nuestro. Soy Jeon JungKook ──habló, colocando la mano en su pecho y sonriéndole como respuesta.

──Yo soy Olivia. Encantada de conocerte finalmente, JiMin nos habló muchísimo sobre tí ──me acerqué un poco a ella, bajo la intención de extender mi mano hacia la suya, y para mi alivio, ella la tomó muy amablemente.

Para ninguno de nosotros fue un secreto la manera en que sus mejillas se volvieron rojas.

Posteriormente los demás miembros del grupo comenzaron a presentarse hacia ella, siendo lo más dulces posibles para hacerla sentir cómoda, como siempre había sucedido cada vez que alguien nuevo se integraba a nosotros.

Como sucedió conmigo cuando los conocí.

Ella era la completa definición de dulzura. Además de su aspecto tan lindo, su personalidad parecía la de una chica extremadamente tímida y reservada, que le cuesta crear vínculos tan fácilmente y que son muy difíciles de hacer sentir cómoda. No obstante, pareciese como si estuviéramos logrando justo lo que necesitábamos, pues a pesar de que ella estuviese algo nerviosa, se estaba desenvolviendo de manera natural.

Apenas la conocía y ya deseaba abrazarla.

──Sean buenos con ella, está chiquita ──comentó JiMin de manera burlona, pasando su brazo sobre el hombro de la chica y besando la coronilla de su cabeza superficialmente, a lo que ella sólo sonrió ampliamente.

¡Eso fue demasiado lindo!

──¿No te parece que darle de probar de mi comida ya es algo muy bueno de mi parte? Ven aquí, chica. Ayúdame a cocinar.

La expresión desconcertada de la jovencita trajo consigo un mar de risas por parte de todos, ellas incluida. El mismo JiMin la empujó hacia el mayor, no sin antes brindarle una preciosa sonrisa y un beso volador, a lo que ella reaccionó con una suave risa.

SeokJin la llevó hacia la barbacoa en la que cocinaba y una vez más le dió a probar de la carne, aquella que asfixiaba mis fosas nasales de la forma más deliciosa posible. Mientras tanto, las chicas y yo intentamos hacer sentir cómoda a nuestra nueva ingresante, tratando de mantener una conversación de interés común y permitiendo que ella pudiese dejarse fluir.

Comprobé entonces que JiMin también se había ganado la lotería al conocerla.

Luego de unos treinta minutos aproximadamente, la comida estuvo hecha y fue momento de sentarnos en la mesa. Los platos fueron servidos de la excelente carne, bebidas como soda y soju, ramen en una olla, hojas de perilla, y cierta variedad de aperitivos que habíamos escogido entre todos esta mañana.

La noche se encontraba próxima a nosotros para ese punto de nuestro encuentro. El Sol comenzaba a esconderse en el horizonte, generando una línea naranja en el límite de nuestra vista y un ambiente fresco a nuestro alrededor, el cual se implementará con la naturaleza pura alrededor de nosotros. Las hojas de los árboles caían hacia el suelo, el Río Han reflejaba la imagen de los edificios de la ciudad, el sonido de los autos que atravesaban el puente; pero mucho más importante, la melodía tan única que ocurría cada vez que reíamos.

Aún más especial si la ocasión dada era tan memorable como la actual.

A mi lado se encontraba sentado JungKook, mientras que a mi izquierda tenía a Lalisa y al frente a JiMin. Todos estábamos preparando nuestros platos con todo lo que deseáramos comer, sin embargo, hubieron un par de quejas de nuestra parte cuando los chicos empezaron a devorar la comida.

──¡Oigan, que quede carne para la segunda ronda o los voy a matar!

──SeokJin, ¿estás seguro que deseas tener a esta asesina encubierta dentro de la policía?

Eun Byul golpeó la coronilla de JungKook luego de ese comentario, logrando que el aludido chillara del dolor y posteriormente, como todo un bebé, me llamara con su mano.

──Me dió.

Entonces una sonrisa apareció en mis labios.

──Te lo mereces por comelón.

El "uhh" de JiMin extrajo una risa de algunos de nosotros, mientras que a mí ver la expresión asombrada y ofendida de JungKook fue aquello que me brindó las carcajadas.

──Pensé que me amabas... ──dramatizó, colocando una mano en su pecho y arrugando todo el rostro.

De manera veloz me alcé en mi asiento y alcancé su mejilla con mis labios, regalándole una sonrisa por consiguiente.

──Claro que te amo, idiota.

Escuché la suave risa de Rosé debido a la imagen que habíamos presentado, provocando que ambos la miráramos al mismo tiempo.

──Me vienen recuerdos de cuando estábamos en preparatoria y ustedes dos se escapaban juntos cada vez que podían.

──Justo estaba pensando en eso ──secundó NamJoon a las palabras de Rosé, mientras bebía un sorbo de la botella de soju que había tomado──. En realidad, solo puedo pensar en las miles de memorias que hemos conformado a lo largo de estos años. Como por ejemplo, la vez que despedimos a JiMin aquí, ¿se acuerdan?

──Durante estos tres años en el internado pensé mucho en esa noche ──el susodicho tomó la palabra, y por el brillo que se reflejó en sus ojos al alzar la cabeza, con la vista hacia el cielo que nos abrazaba, pude contemplar la melancolía──. Creo que ha sido de los más preciados momentos que he vivido con ustedes.

"Oh, ¿es este el lugar del cual me hablaste?", escuché a SuMin, a lo que Park asintió suavemente con la cabeza.

──Para mí el recuerdo más preciado juntos fue todo lo relacionado a la obra de teatro ──explicó Rosé──. Agradezco mucho que Olivia y JungKook nos hayan llamado para participar.

──Creo que muchos de ustedes consideraron la idea de no entrar ──Jeon afirmó, con las mejillas llenas de comida.

──Yo incluso hablé con la maestra Song para evitarlo a toda costa. Pero... me alegro de no haber aceptado esa decisión y quedarme con ustedes ──TaeHyung habló, y antes de continuar, carraspeó la garganta──. Para mí el recuerdo más hermoso fue el cumpleaños que me celebraron en fin de año.

──Más te vale, exploté casi veinte globos para al final aportar solo uno.

En la mesa todos reímos con el comentario de NamJoon.

──Fue muy divertido pasar ese fin de año todos juntos ──Lalisa, quien no había participado mucho en la conversación, aportó su opinión mientras tomaba un sorbo de su soda.

──Si, porque ustedes no tuvieron que limpiar una vez que la fiesta terminó ──escupió YoonGi, y casi simultáneamente empinó la botella de soju sobre sus labios hasta beber mucho más de la mitad.

──Pero si todos te ayudamos...

El pelinegro se quedó en silencio luego de la aclaración de Byul.

──Bueno, no recuerdo eso, así que no pasó.

La castaña chistó la lengua y golpeó delicadamente su hombro, al mismo tiempo en que atrapaba con los palillos un gran pedazo de carne para ponerlo en su plato.

──En mi caso, creo que el día en que los conocí es el mejor recuerdo que mantengo con ustedes ──opinó ella, dándonos una vista superficial en lo que una sonrisa aparecía a través de sus comisuras──. Gracias a una ocurrencia de mi parte Olivia me unió al grupo, conocí que eran lo mejor que pudo haberme sucedido ese año y tuve la primera pelea con TaeHyung.

──¿¡Y acaso eso es bueno!?

──¡Así me enamoré de tí, así que cállate o repetimos ese día!

──Ni siquiera Olivia y JungKook son tan amorosos como ustedes ──aclaró Jin, pasando el brazo por el hombro de TaeHyung con diversión.

El pelinegro y yo reímos ante ese comentario, y por consiguiente Jeon agarró mi mano encima de la mesa y acarició el dorso con sus dedos, suave y delicadamente como si se tratara de una flor.

──Por mi parte ──HoSeok habló── creo que los momentos más preciados para mí son cuando llegué a Seul y todos ustedes me recibieron. Debo agradecerles por eso.

──Gracias a tí por haber llegado, hermano ──declaró JiMin, palmeando amistosamente su hombro.

──Ya pero, ¿y que hay de tí, Jeon?

Ante la pregunta de la pelirosa, JungKook se mantuvo en silencio. Dejó los palillos sobre el plato y colocó su mano libre sobre la mesa, como si estuviese pensando y considerando cual de todas esas memorias era la más especial. Con sus ojos curiosos detalló a cada integrante de nuestro grupo, acto que le tomó solo un par de segundos antes de hablar e iniciar con su parsimoniosa voz.

──Creo que... los mejores momentos de mi vida se han presentado desde la llegada de Olivia ──explicó, pasando de manera instantánea su vista hacia mí, y observándome con dulzura──. Gracias a tí es que todos estamos aquí hoy, así que siempre estaré agradecido de ello.

Por inercia mis ojos se llenaron de lágrimas, y ese motivo me invitó a bajar la cabeza un momento para controlar ese deseo de llorar que se había instalado en mi pecho. Correspondí entonces a la caricia de JungKook en mi mano, propiciándole una sonrisa delicada que expresaba, ante todo, felicidad y comodidad.

Aquello que siempre sentía cuando estaba con ellos.

──Yo les agradezco a ustedes por todo ──aseguré, bajo una seguridad irrompible──. De no ser por sus presencias, mi vida sería tan oscura como un túnel sin fin.

Los demás sonrieron de manera sincera, conmovidos por las palabras que salieron de mi boca tan melancólicamente, y sin poder evitarlo reí debido a la vergüenza. No obstante, antes de que alguno de nosotros pudiese dar una respuesta o añadir algo más, un ruido a lo lejos acompañado de un destello de luz nos desconcertó de nuestras acciones, ocasionando que observáramos a la lejanía del río en donde una figura pintaba el cielo.

Eran fuegos artificiales.

──¿De dónde viene eso? ──inquirió un curioso Jin, dejando su platillo sobre la mesa y girando su torso para ver tras sus espaldas.

──¡Vengan, acérquense para ver!

Al mismo tiempo en que nos alentaba a realizar dicha acción, Eun se levantó de su asiento y corrió hacia el borde de la costa, dispuesta a percibir con mejor detalle el espectáculo de luces que repentinamente se efectuaba. Posteriormente, todos los demás se levantaron y fueron hasta el mismo lugar, por lo que no me negué a hacer lo mismo.

De manera constante los fuegos artificiales eran lanzados hacia el cielo nocturno de Seul, creando una imagen resplandeciente de aquel universo sobre nosotros, en un espectáculo colorido y lleno de chispas por aquí y por acá. En el cielo aparecían las perfectas figuras de esas luces, adornando el panorama frente a nosotros y por supuesto, llevando a nuestro propio ambiente una sensación de felicidad, añoranza, simplemente un momento icónico.

No obstante, frente a mí encontraba algo mucho más hermoso que aquel show.

De manera lenta me acerqué hacia los chicos, quiénes miraban enajenados la imagen del cielo, y aún así estando atrás me dediqué a observar las siluetas que contrastaban junto a la luz. Tal fue así que al quedar en la esquina derecha a un lado de JungKook y con semejante representación ante mis ojos, no fui capaz de despegar la mirada de ellos.

Mis amigos.

Entonces comencé a mirar hacia atrás: mi adolescencia, mi infancia, mi propia vida al lado de todas estas personas, hasta que comprendí que estar junto a ellos había sido una obra del destino para que pudiéramos conformar un mundo mejor. Nuestro lazo de amistad no solo se basaba en la unión que posteriormente habíamos formado, sino más bien, era la representación de la vida que cada uno tenía por separado y como, de manera general, habíamos afrontado cada hecho.

Miré hacia el otro extremo, encontrando al joven que durante mi estancia en un lugar desconocido, donde por primera vez me sentí en un limbo, había representado mi mayor apoyo hasta la actualidad. A su lado prevalecía alguien que recientemente había conocido, pero que aún si fuese muy poco tiempo, aseguraba que también se convertiría en alguien importante.

Continuando la misma fila, veía a la jovencita que con su intensidad y fuerza nos había atrapado a todos. Mientras a su lado prevalecía alguien a quien había conocido por casualidad, pensando que jamás volvería a verlo, hasta que me tocó salvarlo del vacío en donde cada día parecía caer.

Posteriormente, el mejor amigo de este último que de igual forma había conocido por pura casualidad, y a su lado la chica que durante el primer día de clases se había acercado para conformar lo que hay existe entre nosotras: una bella amistad.

Yacía a la izquierda cierta persona que, aún sí sus demonios lo poseyeran en las peores circunstancias, te enseñaba lo que representaba una verdadera amistad bajo sus icónicos comentarios y esa buena vibra. De igual manera, cierta chica a su lado que pese a tan solo conocerla hoy, también me aseguraba que sería importante para todos nosotros.

A su lado el hombre que estuvo junto a mí en la búsqueda de la verdad, aún si entrometerse en tal lío significara un gran riesgo. De manera seguida, la persona que durante veintiún años ha estado a mi lado pese a todas las circunstancias. Y a su lado, un chico con cerebro de oro que durante tres años ha expresado alta sabiduría.

Entonces vi a una de las personas más importantes para mí. A alguien que conocí en su peor momento, cuando a su alrededor todo estaba pintado de negro y aún así, bajo esas circunstancias, había sido capaz de mostrarme las mejores intenciones y deseos. Una persona que ahora, en este preciso momento, no era solo una amiga, sino también parte de mi sangre.

De manera inevitable, mis labios entonaron una pequeña y casi invisible sonrisa, que sentí hasta lo más profundo de mi corazón como si se tratase de un cuchillo bañado en nostalgia. Entonces, para recordarme que aún quedaba alguien a quien ver durante mucho más tiempo, sentí como una chaqueta se colocaba sobre mis hombros para cubrirme del frío.

Y cuando alcé la vista, vi la galaxia contenida en los ojos de mi primer y único amor.

Le regalé una sonrisa mucho más amplia a él y recosté la cabeza sobre su hombro, para posar la vista sobre el show de luces que seguía reproduciéndose ante mis ojos.

Cada uno de nosotros tenía un solo pasado, una única vida, todas completamente distintas y sin nada que pareciese común ante nuestros ojos. Sin embargo, en aquel limbo donde danzábamos sin parar, todos éramos la salvación del otro y fue por ello que el destino se encargó de juntar nuestros caminos.

Para ser un apoyo entre todos.

Para arreglar el pasado.

Y para conformar nuestro futuro.

Ahora mismo, nuestro recorrido era seguir adelante sin mirar atrás; sin fijarnos en la historia que habíamos escrito con nuestra sangre y bajo las lágrimas, dispuestos a sobrepasar los límites del universo con tal de seguir siendo libres, jóvenes, felices.

Sólo un grupo de amigos que se había convertido en familia, y que ahora, tomados de las manos, estarían juntos hasta el final.

⋆·˚ ༘ * THE END.

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Esperen, AGUÁNTENSE LAS LÁGRIMAS QUE AÚN FALTA EL EPÍLOGO Y LOS AGRADECIMIENTOS 😭

Los voy a subir en unos minutos </3

Este capítulo, el verdadero final, es el que cierra la historia de todos los personajes. Los detalles de esto los diré en los agradecimientos.

Nos vemos en unos minutos, mis amores.

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