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⚘. ▎73

Te amo como nunca antes lo he hecho.
╰─────╮•╭─────

KIM OLIVIA
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Lunes, 11 de septiembre del 2023.
11:36 hrs.


My Rabbit Prince🐰💗

»Sácame de aquí, princesa.
11:36 PM

¿De dónde?👀«
11:36 AM

»Oh, contestaste muy rápido.
»¿Acaso esperabas mi mensaje? ^^
11:36 AM

Ja.Ja.Ja«
Ya quisieras«
11:37 AM

»La verdad, si quiero.
»Pero en fin. Sácame de la empresa, me tienen tomado del cuello y no soporto mucho T.T
11:37 AM

¿Mucho trabajo esta mañana?«
11:38 PAM

»¡Demasiado!
»Y recién salí de la universidad, ¿sabes cómo tengo el cerebro?
»En cualquier momento veré la advertencia de "poco espacio de almacenamiento en el sistema"
11:38 AM

Pobre bebito«
Y si tienes mucho trabajo, ¿qué haces hablando conmigo, uhm
11:38 AM

»Digamos que me escapé de la junta en la que me encontraba, sólo para enviarte un mensaje.
»Hablar contigo me hace muy bien, siento como si estuviera en el ojo de un huracán ahora mismo.
11:39 AM

Una gran sonrisa se planteó en mi rostro al leer el último mensaje. Podía sentir claramente el calor llegar hasta mis mejillas, lo cual era muy irónico ya que la mañana de hoy se encontraba fresca y diría que hasta algo helada. Tal motivo dejaba en claro que sólo él lograba provocar esa clase de sensaciones en mí.

Estaba a punto de responder cuando frente a mí apareció la camarera con mi café. Le agradecí con una reverencia de cabeza y tomé la taza entre mis manos, procediendo a dar un sorbo. El líquido se encontraba caliente, haciendo que mi cuerpo tomara cierta calidez por un momento.

Lo mismo me sucede cuando hablo contigo, JungKook«
11:40 AM

»Ambos somos la salvación del otro.
»¿En dónde te encuentras ahora mismo?
11:41 AM

Estoy en una cafetería cerca de mi universidad. Hoy tuve una clase presencial«
11:41 AM

»¿Cómo estuvo eso?
11:41 AM

No fue mal, pero hubiera preferido quedarme en casa. No me gusta estar con tanta gente que no conozco«
11:42 AM

»¿Te dijeron algo? Aún mantengo mis dotes para defenderte de los imbéciles 👊🏻
11:42 AM

JAJAJAJA«
No hicieron nada, gracias a la vida. Sólo me observaron con rareza, pues nunca había aparecido en la universidad«
De todas maneras, estoy bien. Ahora estoy bebiendo un café bastante tranquila«
11:43 AM

»Aish. Te envidio.
»Yo quiero beber café en paz. Pero no, me toca hacerlo con un par de viejos.
»Eres libre de reírte, yo lo estoy haciendo JJAJAJAJ
11:43 AM

JJAAJJAJA«
Me encantaría ir contigo ahora mismo, pero no puedo:(«
Me tienen vigilada. Ahora mismo tengo a 4 guardias esperándome en el auto y a mamá en casa«
Sorry😣«
11:44 AM

»No te disculpes, princesa.
»De todas formas, tenía como plan invitarte a salir esta noche. ¿Estás libre?
11:44 AM

¿Una cuarta cita, Jeon?«
11:44 AM

»Nuestra cuarta cita💗✨
»Es una sorpresa lo que tengo preparado.
11:45 AM

Ya me tienes intrigada👀«

Si estoy libre, así que nos veremos esta noche💕«
11:45 AM

»¡Bien! Entonces, nos veremos.
»Ahora debo dejarte, lo cual no quiero T.T
»Ya me necesitan en la estúpida junta del demonio.
11:46 AM

JAJAJAJA«
Anda, más tarde podrás verme y se te olvidarán esos idiotas de la reunión«
11:46 AM

»No puedo esperar para eso🤧
»Te adoro, preciosa. Ten cuidado de camino a casa.
11:46 AM

Lo haré. Te deseo suerte. Y yo también te adoro💗«
11:47 AM

»Gracias, bonita😘
11:47 AM

Rápidamente bloqueé la pantalla del celular y ahogué un grito de emoción al cubrirme la boca con mi diestra. En la cafetería habían pocas personas, las suficientes como para no poder liberar mis emociones tal y como realmente lo necesitaba. Tenía la cara hirviendo y el corazón golpeando mi pecho sin control, producto de la espontánea conversación que había tenido con JungKook a través de nuestro chat.

El simple hecho de pensar que lo vería en un par de horas me volvía loca. No habían pasado muchos días desde la última vez que nos vimos en casa de YoonGi; en realidad, tuvimos algunas videollamadas después de eso. No obstante, volver a encontrarnos en una cita, conociendo todo lo que él era capaz de hacer, me provocaba una emoción enorme y desenfrenada, tan única como increíble.

Iba a perder la cordura de aquí a la noche.

Sacudí la cabeza en el intento de relajarme un poco y bebí de mi café, degustando en mis palpitas gustativas aquel exquisito sabor. Hacía mucho tiempo que no venía a una cafetería, hoy había sido la ocasión ya que al salir de la universidad con bastante estrés acumulado, supuse que sería buena idea venir y buscar algo de tranquilidad.

Además, quería atrasar un poco el regreso a casa. Si bien no me sentía segura en la calle, las cuatro paredes de mi habitación a veces me agobiaban de cierta manera.

Solté un agotador suspiro ante el pensamiento. Mi cabeza no daba más, era tanta carga la que sentía encima que en cualquier momento podría colapsar.

De sólo pensarlo me dió una punzada.

No obstante, ver como una figura masculina se posaba frente a mí interrumpió todos los procesos en mi mente.

Lentamente alcé la cabeza para encontrarme con aquel chico de cabello gris, el cual traía en sus labios una pequeña sonrisa. Vestía un conjunto casual: una playera negra cubierta por un suéter de seda con tonalidad naranjas y amarillas, junto a un pantalón oscuro. Sin embargo, pese a ser algo sencillo, era de su estilo.

En mis comisuras surgió una sonrisa, misma que lo invitó a hablar.

──¿Puedo sentarme, dulzura? ──hizo énfasis a ese clásico apodo suyo mientras ponía en alto una de sus cejas.

Yo sólo pude reír por eso.

──Adelante ──le invité con mi mano. Simultáneamente él obedecía noté como los guardias se alarmaban, no obstante, con un gesto de cabeza les indiqué que todo estaba en orden.

──¿Los gorilas piensan que soy un malo? ──bromeó.

──Son muy sobreprotectores. Ni mi mamá.

──Eso es porque deben cuidar de la pequeña honguito.

──¡TaeHyung! ──le reproché en un susurro, evitando llamar la atención de los demás comensales──. ¿Seguirás con ese tonto apodo?

──A mí me gusta ──dejó en claro, bajo esa estúpida e irritante sonrisa.

──Entonces seguiré llamándote chico desconocido.

─¡Ey! Pero si no soy un desconocido ──frunció el ceño.

──Yo tampoco soy un hongo, y ni se te ocurra decir que me parezco a uno porque te traigo a mis guardias.

Kim TaeHyung rió sutilmente, negando varias veces con la cabeza. Sin ni siquiera preguntar se robó un par de galletas de mi plato y las llevó a su boca, impidiéndome reprochar al respecto.

Luego de sabrosear la primera abrió sus ojos y me observó fijamente, como lo haría un cachorro hambriento pidiendo por comida. Supe lo que quería con tan sólo divisar el brillo de sus ojos grades, así que simplemente le di el plato con los aperitivos, soltando una risa leve por la expresión tan dulce que se formó en su rostro.

──Eres una persona muy agradable ──comentó mientras masticaba una galleta──. Aunque también violenta.

──La violencia no es una opción, TaeHyung. Por el contrario, es la solución.

──Debería demandarte por todos tus abusos físicos hacia mí.

──Y yo a tí por entrar a mi casa y asustarme como si fueras un ladrón ──contraataqué.

El peligris soltó una carcajada algo fuerte, misma que rápidamente se contuvo cuando la mayor parte de los comensales nos observaron. De repente la idea de ser tragada por la tierra no era tan mala.

──Aún recuerdas ese día... ──murmuró, para que nadie escuchara nuestra conversación luego de aquella situación vergonzosa.

──El susto que me diste es inolvidable, Kim ──aclaré, soltando un par de risas a causa del recuerdo inmutable en mi cabeza.

──Lo siento por eso, aunque si quieres no lo siento.

Negué con la cabeza ante su expresión facial tan descarada, demostrando burla y diversión por todos lados. Me incliné hacia atrás en mi asiento y lo observé a detalle, esperando a que dijera algo más mientras degustaba sus galletas.

──Vienes de tú universidad, ¿no? ──preguntó varios segundos después, limpiando con la manga de su suéter las migajas del dulce en sus labios.

──Mjum. Tuve clases presenciales hoy. ¿Y tú?

──Yo vengo de la oficina de Jin ──contestó, soltando un suspiro por consiguiente──. Fui a hacerle una pregunta, pero me encontré con Eun Byul y...

No completó la frase.

Tae se quedó en silencio al mismo tiempo en que bajaba su cabeza, bastante desanimado a mi parecer. Automáticamente mis cejas se fruncieron, de igual manera que regresé a mi antigua posición para quedar más cerca de él.

──¿Qué sucedió con ella, TaeTae? ──quise saber, intentando darle tranquilidad con mi tono sereno.

──Es sólo que... ya no tengo ideas. He hecho todo lo que ha estado a mi alcance para tenerla, pero ella desiste ──declaró con molestia──. Hace poco le dejé en claro que acomodara sus sentimientos, sin embargo, siento que cada día es imposible lograrlo. Hoy ni siquiera me habló, sólo me ignoró todo lo que pudo y listo.

──Tae... ──lo llamé, arrastrando mi mano sobre la mesa para alcanzar la suya. Al instante los ojos de él bajaron hasta ahí y luego regresaron a los míos──. Ahora mismo lo único que puedo asegurarte es que Byul si está enamorada de tí.

──¿Cómo lo puedes saber?

──Porque la conozco muy bien ──le mostré una sonrisa tranquilizadora──. Ella siente algo por tí, sólo tiene miedo de abrirse. Se ha tardado mucho, es cierto, pero pronto lo hará. Verás que sí.

»Simplemente, Tae, no te rindas con ella ──aconsejé──. Es complicado, sí, sólo... dale su tiempo para que ella misma se de cuenta de que no puede negar nada de lo que siente.

El joven frente a mí escuchaba con atención mis palabras, como un niño pequeño enajenado en un cuento contado por su madre. Al cabo de varios segundos él reaccionó y chasqueó la lengua, mostrándose igual de cansado.

──Espero que así sea... ──ladeó su cabeza y, con lentitud, alzó ambos lados de sus comisuras en una pequeña sonrisa──. Gracias por tus palabras, Olivia. Siempre me ayudas con mis problemas.

──No es nada, Tae. Sabes que siempre estaré para lo que necesites ──aseguré, dando un ligero apretón a su mano.

──Lo mismo digo. Puedo ser muy idiota a veces ──aceptó entre risas──, pero quiero que sepas que, para cualquier situación, puedes contar conmigo.

──Gracias, TaeHyung-ah.

──Por cierto, quería preguntarte, ¿cómo va todo con el chico Jeon?

Y automáticamente hizo esa pregunta, mi cara se tornó más roja que el mismo tomate.

Claramente, el muchacho lo captó.

──Ya veo ──sonrió de forma pícara──. Están muy bien ustedes dos.

──Para todo lo que hemos pasado... Si, estamos bien.

Tae se quedó en silencio un momento, como si estuviera pensando en algo.

──El amor es sólo un genuino sentimiento. Depende de nosotros mismos el color que llegará a poseer ──comentó con serenidad, ampliando la sonrisa en sus labios──. Y ustedes dos juntos han creado una de las más hermosas maravillas de este mundo. Estoy muy feliz de que ambos se encuentren bien ahora.

Al escucharlo decir eso quise llorar. Todos los recuerdos vinieron a mi mente en cuestión de pocos segundos, llenándome de una enorme nostalgia y melancolía, transportándome al pasado.

Mis ojos picaron, no obstante, parpadeé varias veces para quitar ese escozor.

──Muchas gracias, Tae ──repetí, tragando saliva para aliviar el pequeño nudo que comenzaba a formarse en mi garganta.

──No es nada, chica que pone horribles apodos... ¡Ay, no me pegues!

──Te dije que la violencia es la solución.

TaeHyung rascó su brazo varias veces mientras me dedicaba una sonrisa burlona, expresando en su totalidad una completa diversión al respecto.

Yo simplemente negué con la cabeza por ello, también bastante divertida.

Nada había cambiado.






∙ · • • • ❀ • • • ∙ ·

20:17 hrs.






La calidez provocada con la unión de nuestras manos era, para mí, una de las cosas más preciosas en el mundo. Sentir su piel con la mía, aquel tacto suave, como nuestros dedos encajaban tal cual las piezas de un rompecabezas... Significaba todo. Desde pequeña había estado acostumbrada al contacto físico; lo consideraba la mejor de las comunicaciones, la mejor forma de expresar los sentimientos, y con JungKook había sido así. Siempre me demostraba con sus acciones todo lo que sentía.

Este momento no era la excepción.

Ambos nos habíamos bajado de su auto hace unos minutos y ahora caminábamos lentamente, tomados de la mano, por una plaza iluminada en alguna parte de la ciudad. En los alrededores del lugar habían varias edificaciones, mientras que en el interior prevalecía una fuente muy bonita que, por ser de noche, generaba luz desde su interior y contrastaba con el agua; además de eso, existían algunos faroles en las esquinas junto a una gran variedad de plantas.

El lugar era muy bonito y relajante.

No obstante, el chico a mi lado brillaba mucho más que el nuestro espacio.

JungKook tironeaba mi mano con la suya, jugando con nuestros dedos y llevando nuestros pasos en la misma frecuencia. Una ligera risa se escapó de mis labios debido a esa imagen tan tierna, procediendo a elevar mi rostro y así poder encontrar sus ojos, los cuales estaban fijos sobre mí y con un destello único.

Él también sonrió en cuanto capturó toda mi expresión.

──Hoy estás muy feliz, ¿no lo crees? ──inquirió, dejando un pequeño apretón en mi mano.

Yo vacilé con la cabeza.

──Estoy feliz porque me encuentro contigo ──acepté, sintiendo mi rostro calentarse a pesar del frío que nos abrazaba esta noche. Rápidamente y por culpa del escalofrío que me atrapó, decidí darle un sorbo a la bebida caliente que anteriormente habíamos comprado. Mientras eso, una pregunta surcó en mi cabeza──. ¿A donde nos dirigimos exactamente?

──Recién hemos llegado ──anunció, deteniéndose y observando el lugar frente a nosotros.

Hice lo mismo justo al instante, comprobando entonces que nos encontrábamos en un planetario.

Aquella realización me sacó una sonrisa, sin tardarme mucho en buscar sus ojos.

──¿Qué...?

──La última vez que vine a un lugar como estos era muy joven. Y como sé que te encanta todo esto sobre la astrología, decidí que venir sería la mejor idea ──sonrió, golpeando suavemente mi hombro con el suyo y dejando otro apretón en mi mano──. Ven, sígueme.

No lo seguí, más bien me llevó. Ambos subimos los peldaños de mármol del lugar hasta la puerta, en donde dos hombres nos recibieron amablemente. Mientras Jeon compartía algunas palabras con ellos yo me dediqué a examinar mi alrededor, notando que la construcción del lugar era de tipo antigua. Prontamente nos permitieron avanzar al interior, por lo cual agradecí con una reverencia de cable y una pequeña sonrisa.

Y una vez estando dentro comprobé la enorme diferencia con el exterior.

El lugar estaba a penumbras, vagamente iluminado, o al menos hasta que cruzamos un pasillo y hubo un poco más de luz. Justo en ese momento mi boca se abrió a causa de la maravilla frente a mis ojos. La zona era amplia y circular, bastante despejada para permitir que los visitantes pasearan con libertad. En las esquinas encontré varias máquinas, supuse que serían de juegos o algo parecido, a un lado también había un círculo pequeño que desprendía luz: sin embargo, la iluminación mayor era proveniente del techo y las paredes, las cuales traían ciertas estrellas. Y principalmente, siendo aquello lo que más capturó mi atención, a causa de la gran esfera representando al Sol justo frente a nosotros. Si alzaba la mirada encontraría a los demás planetas alrededor del mismo, como si estuviéramos viendo el Sistema Solar.

Era hermoso.

Giré mi torso hacia JungKook y lo observé asombrada, probablemente soltando chispas por los ojos debido a la expresión tan dulce que él me mostraba. Dispuesta a decir algo separé los labios, pero al no tener palabras volví a unirlos, escuchando una risita por parte del pelinegro.

──¿Estás bien, princesa? ──inquirió burlón, dando un paso hacia mí y despejando los mechones rebeldes de mi cabello que se habían colocado sobre mi rostro──. Creo que estás algo sorprendida.

──Decir eso es poco. En realidad, estoy enamorada de esto ──confesé, soltando su mano lentamente para caminar por el lugar──. Es precioso.

Acomodé la correa de mi bolso sobre mi hombro y di algunos pasos lejos de Jeon, escuchando claramente el sonido de mis tacones chocando contra el suelo de mármol. Volví a apreciar la deslumbrante belleza de nuestro alrededor, tan detalladamente cómo la primera vez a medida que avanzaba sin rumbo alguno. Estaba completamente enajenada con esto. De repente me encontré a mí misma en el reflejo de un espejo, lo cual tomé como una invitación para arreglar un poco mi cabello y examinar mi atuendo. Traía una falda pegada a mis muslos, llegando hasta mis rodillas, la cual iba a juego con una chaqueta que cubría todo mi torso y brazos. Poseía un color beige, con algunos detalles más oscuros en esa misma tonalidad, y era de una tela suave. Para acompañar el atuendo me puse una boina roja, tal como el vino, sobre mi cabeza. No había colocado mucho maquillaje en mi rostro, excepto el tono rojizo en mis labios; acompañando a eso, mi cabello caía con algunas ondas por mis hombros y espalda.

No obstante, toda la belleza de mi atuendo era opacada por Jeon, el cual al cabo de unos segundos apareció atrás de mí y de igual forma, en el reflejo del espejo. Desde mi posición lo observé a detalles, deleitándome con su imagen tan peligrosa y atractiva. Usaba un pantalón negro ajustado a sus bendecidas piernas y una camisa blanca con rayas azules, la cual se encontraba dentro de la prenda anterior. Una corbata oscura adornaba su cuello y, como muchas veces lo había admirado, traía su pelo perfectamente peinado, aunque con algunos mechones resaltado a los costados. Aquello, unido a su esplendoroso rostro y la sonrisa de lado en sus comisuras, fue el arma maestra para acabar conmigo.

Justo cuando sus dedos rozaron mis hombros y acercó mi espalda a su torso en un pequeño abrazo, tuve que controlarme para no poner en evidencia lo mucho que me afectaba su cercanía. Para empeorar la situación, el aroma de su colonia varonil era tan fuerte como para disipar el mío y embriagarme en un instante.

Si no estuviera agarrada por él, probablemente me encontraría en el suelo.

──Hoy has sido tú el que me ha opacado ──declaré, un tanto divertida con eso.

JungKook bufó estruendosamente al mismo tiempo en que colocaba una cara de desacuerdo, misma que me sacó una carcajada.

──Me parece que tú también necesitarás lentes, porque está bien claro quién es la estrella hoy ──y sin más que decir depositó un beso en mi mejilla, demasiado cerca de mi oreja como para permitirme sentir su cálido aliento.

Un revoloteo en mi vientre fue lo que sentí en ese instante. De igual manera, mi cara tomó un tono rojo y mi corazón bombeó con muchísima fuerza, la suficiente como para hacerme sentir duros golpes contra mi pecho.

Me encantaba la forma en que me hacía sentir.

Estuve a punto de decir algo con respecto a sus últimas palabras, sin embargo, un dato del cual no me había percatado surgió en mi cabeza, logrando que tomara fuerzas para girarme y encarar su bonito rostro.

Él ladeó la cabeza con curiosidad, esperando por mi cuestión.

──¿Estamos solos aquí? ──interrogué, sonando algo impresionada con ello.

Aunque en realidad no me asombraba, pues era sabido cuando de JungKook se trataba.

──Si. Pensé que estando solos iba a ser mucho mejor ──declaró, y no puse ninguna duda en eso, a mí también me gustaba que estuviésemos en privacidad. Prontamente las manos de él volvieron a encontrar las mías, una unión cálida, y entonces me sonrió como si fuera una niña pequeña──. Ahora ven conmigo, he preparado algo.

JungKook volvió a llevarme consigo, a lo cual no puse ningún pero, hasta unas escaleras que no había notado durante mi examen al lugar. Lentamente subimos cada uno de los peldaños mientras él me mostraba lo que había en la pared a nuestro lado; se trataba de información y curiosidades sobre cada uno de los planetas del sistema. Sonreí ante ello, encantada con cada cosa que veía en este lugar.

Luego de unos segundos ambos entramos por una puerta, la cual nos llevaba hacia un gran lugar que, a mi parecer, era como un cine. Habían una gran cantidad de asientos, sin embargo, no teníamos una gran pantalla o algo parecido.

Eso fue lo que me invitó a preguntar:

──¿Qué hacemos aquí?

Detuve mis pasos cuando él lo hizo, enfocándome en observar su expresión tranquila y diría que muy emocionada.

──En este lugar muestran las constelaciones, estrellas y leyendas del universo ──explicó, señalando el techo despejado frente a nosotros──. Un show muy bonito e interesante, pero antes de eso, veremos una película.

Mis ojos se abrieron en demasía al escuchar lo último.

──¿Una película?

Jeon asintió frenéticamente.

──Ajá. Lo he preparado luego de nuestra conversación en la mañana ──confesó con cierta timidez, al mismo tiempo en que chasqueaba los dedos y una mujer de mediana edad aparecía──. También pedí algo de comida para disfrutar mediante nuestro rato.

──JungKook... ──murmuré, sin tener palabras al respecto y sólo siendo capaz de formular una sonrisa.

Él correspondió a la misma después de tomar la cesta que la señora habría traído y, con un gesto de su mano, me invitó a sentarme en uno de los asientos cerca de nosotros. Ambos hicimos eso, siendo ese el momento en donde comprobé que quedábamos recostados y con la posibilidad de observar el techo, lugar en donde la película estaría proyectada.

Kook abrió la cesta y de ahí sacó un par de snacks y sodas, las cuales me enseñó con muchísimo entusiasmo. Yo sólo pude reír debido a la ternura que me causaba.

──¿Qué película veremos? ──pregunté, acomodándome en mi lugar para verlo mejor.

──Elegí "Clouds", esa que me has comentado desde hace unos días ──dijo, mostrándome como una pequeña sonrisita aparecía en sus labios──. Estoy curioso de verla, así que pensé que esta sería la mejor ocasión. ¿Te parece?

Saber que estuvo pendiente a nuestras conversaciones y eligió una de mis películas favoritas fue, sin duda, lo que me hizo afirmar una vez más lo mucho que amaba a este chico. Sin poder evitarlo una expresión enternecida se formó en mi rostro, de igual manera que la presión cálida en mi pecho.

──Estoy más que de acuerdo con esto ──declaré, sosteniendo su mano por consiguiente──. Muchas gracias, JungKook.

──No tienes que agradecerme, princesa ──dijo, apretando mi izquierda como muestra de cariño──. Ahora veremos si me hace llorar como tanto dices.

Solté una carcajada al escucharlo decir eso último. Aunque en realidad, la que lloraría a mares sería aún así conociendo cada detalle del filme.

Jeon chasqueó los dedos una vez más y por consiguiente, luego de unos segundos, todo a nuestro alrededor se volvió oscuro hasta que en el techo se proyectó el inicio de la película.

Debo confesar que fue la hora y media más preciosa de mi vida.

Mientras ambos degustábamos de los alimentos íbamos comentando con respecto a la historia. "Clouds" era una película capaz de tocar el alma de alguien y al final, en tan sólo unos minutos, destrozarte. Abordaba la vida de Zach Sobiech, un joven con sueños musicales, quién es diagnosticado con un tipo de cáncer en los huesos y que prontamente estaría cobrando su vida. En el corto tiempo que le queda, él toma de inspiración a las personas que lo rodean para cumplir sus sueños, como convertirse en un famoso artista. La filmografía es un drama musical muy hermoso, pero con un final que te enseña más de lo que aparenta.

No es necesario saber cuánto tiempo te queda para empezar a vivir.

Y justo como lo supuse, una vez que llegó el final en donde Zach lucha contra su último aliento, lloré con muchísima fuerza.

──Él no tenía que morir ──sollocé, también soplando mis mocos sobre un pañuelo mientras JungKook me abrazaba con fuerza.

Sentí su pecho vibrar cuando soltó una risita.

──Ya, tranquila ──acarició mi espalda, pegando mi cabeza a su pecho y recostando su cabecita sobre la mía.

Así estuve por un par de minutos, sollozando por todo lo acontecido durante el filme y también, por supuesto, disfrutando del abrazo que Kook me daba. Después de eso él mismo se alejó un poco sólo para verme, momento en donde noté la pequeña sonrisa llena de ternura en sus comisuras y también el brillo de sus ojos, el cual evidenciaba lo mucho que lo había conmovido toda la historia.

──No llores, bebé ──susurró, quitando con sus dedos las lágrimas acumuladas en mis ojos y, de forma repentina, depositando un beso en mi frente que trajo consigo una serie de escalofríos por todo mi cuerpo──. Te ves fea cuando lloras.

Golpeé su pecho al escucharlo, ocasionando que riera estruendosamente.

Y díganme loca, pero en realidad escuché una melodía completamente única y brillante.

Una pequeña sonrisa apareció sobre mis belfos al admirar su cara tan de cerca. Los créditos de la película seguían reproduciéndose, así que aunque estuviéramos a oscuras, la luz proveniente de la proyección en el techo permitía que los detalles de su perfil fueran visibles. La cicatriz en su mejilla, el gordo de sus cejas, su nariz bien perfilada, el piercing en su boca y como su labio inferior era más grande que el superior. Pero entre todo eso, la galaxia contenida en sus ojos fue lo más deslumbrante.

JungKook era más que precioso.

Sin dejar de apreciar aquella belleza inédita, hablé.

──¿Qué te pareció la película?

──Ha sido muy bonita ──comentó, acomodándose en su lugar para alcanzar una galletita y hacer una mueca en su rostro──. Y de igual forma, muy triste. Si no fuera porque vi tu preciosa carita, hubiera llorado tanto como tú.

Nuevamente dejé otro golpe en su hombro.

──Tan violenta como siempre.

──Es la solución.

Jeon bufó y negó con su cabeza, mientras yo sólo pude reír.

──En cuanto llegue a casa buscaré la canción principal de la película y la añadiré a mi playlist ──confesó, capturando mi atención con ello──. Estuvo muy preciosa.

──La canción duele incluso más que la película. Como una fanática puedo decir que cada vez que la escucho termino llorando.

──Pero tú eres una llorona... ¡Una llorona muy linda, no me pegues! ──exclamó en cuanto vió mi puño alzado.

Otra vez reí por su causa.

Los créditos del filme aún continuaban proyectándose y todo el lugar se encontraba en completo silencio, así que aproveché el momento para comentar algo que recién llegaba a mi cabeza.

──Por cierto, hoy vi a Tae.

──¿De verdad? ──se sorprendió, y por la forma en que acomodó su postura sobre el asiento supe que se encontraba curioso al respecto.

──Si. Justo después de hablar contigo él apareció en la cafetería. Me dijo que venía de la oficina de Jin y que al parecer discutió con Byul ──conté.

──¿Volvieron a pelear? ──preguntó, chasqueando la lengua después de que asistiera con la cabeza──. La situación con ellos dos es complicada de entender.

──Yo sólo espero que ella no se tarde mucho en aceptar sus sentimientos.

──También lo espero...

De repente y tomándome por sorpresa, las luces del lugar se apagaron, dejándonos en completa oscuridad. Una alarma se encendió en mi cabeza por consiguiente, pero logré calmarme cuando la mano de JungKook se entrelazó con la mía.

──Ahora viene el show de las estrellas ──susurró cerca de mi oído, aunque no podía verlo porque continuábamos a oscuras.

Al cabo de unos segundos aparecieron un par de luces en el techo, las cuales iban acompañadas de una voz femenina que, eventualmente, estaría contando e indicando. De esa forma la presentación iniciaba, así que me aseguré de prestar atención.

Sobre nosotros comenzaron a proyectarse varias constelaciones, destacando las más importantes como lo eran la Osa Mayor y la Menor, a medida que la chica explicaba sus localizaciones y algunas curiosidades al respecto. Se mostraron las estrellas, incluso planetas; todo un show maravilloso que me hacía sentir como si estuviera acostada en el pasto en una noche oscura, observando la galaxia única sobre nosotros.

Mejor aún, teniendo a la persona que amaba a mi lado.

JungKook se había mantenido en silencio durante los incontables minutos transcurridos, admirando como yo la increíble belleza que nos cubría. Y mientras él se encontraba embelesado con esa vista, yo volví a enamorarme de su perfecto perfil, considerándolo incluso más perfecto que las siluetas conformadas por las estrellas.

De repente y como ya lo había previsto, sus ojos se encontraron con los míos cuando se percató que lo miraba, y lo único que hizo fue sonreírme como si le provocara ternura.

Fue entonces en ese momento que todo dejó de importar y sólo fuimos nosotros dos: compartiendo miradas inquebrantes como mismo lo era nuestra relación.

──Olivia... ──llamó en un suspiro, con su voz extremadamente profunda como para provocarme escalofríos──. ¿Recuerdas la última navidad que pasamos juntos cuando aún éramos niños?

Su cuestión género en mí cierta curiosidad, pero no me abstuve a responder.

──Sí...

──Y por casualidad, ¿recuerdas la leyenda que me contaste esa noche mientras veíamos las estrellas?

A mí mente llegó la impecable memoria de esa velada fría en donde, justo como dijo, le narré una de las historias que mi madre había compartido conmigo. El hecho de que Jeon tuviera eso presente me provocó una calidez enorme en el pecho y también una gran sonrisa en el rostro, la cual de forma instantánea fue contagiada hacia él.

──¿En serio te acuerdas de eso? ──cuestioné con asombro.

──Princesa, nunca podría olvidar algo así ──declaró, llevando su mano libre a mi mejilla para acariciarla──. La leyenda de La Vía Láctea es... uno de los recuerdos más hermosos que he tenido la oportunidad de experimentar contigo.

»Dos almas enamoradas que fueron separadas por ser un amor inconveniente, y a las cuales convirtieron en estrellas lejanas. Sin ser capaces de soportar aquel distanciamiento, construyeron un puente luminoso que les permitiera reunirse de nuevo y de esa manera, en más de mil años, crearon la Vía Láctea.

»Dice la leyenda que cuando finalmente ambas estrellas se unieron en el cielo, ocurrió un beso y nació una estrella, Sirio: el cuarto objeto más luminoso en el universo.

Que recitara esa historia, probablemente con las mismas palabras que yo había usado en aquel momento, fue como si alguien hubiera apretado mi corazón y ahora todo mi cuerpo desprendiera calor, euforia, alegría. Mucho más porque aquella leyenda ahora, después de tanto tiempo, contaba nuestra relación. Saberlo trajo consigo miles de emociones, así como también que mis ojos se llenaran de lágrimas.

JungKook, por el contrario, estaba sonriendo, aunque si mi vista no me fallaba también podía notar la vulnerabilidad en sus ojos.

──Esa misma noche, además, te confesé mi mayor deseo, ¿lo puedes recordar?

Sentí la primera lágrima correr por mi mejilla ante la memoria, así que no dudé en asentir.

──Prometí hacerte feliz y ser la causa de cada alegría tuya. Pero principalmente, te dije que estaría contigo a pesar de todo lo que se pusiera en nuestro camino para que al final pudiéramos encontrarnos en ese puente, dispuestos a declarar nuestro amor ──expresó a medida que nuestros rostros se acercaban, permitiéndome sentir su errático aliento chocar contra mi dermis y también toda la calidez que emanaba tanto su cercanía como su tacto. JungKook me observó detenidamente, con aquella galaxia contenida, y entonces añadió──. Hoy, Olivia, estoy aquí para declarar una vez más que... que te amo como nunca antes lo he hecho y quiero, realmente deseo, poder estar contigo.

Para el instante en donde JungKook dijo eso ya me encontraba llorando. Sus palabras eran demasiado para mi pobre corazón y no podía evitar ponerme extremadamente sensible con eso. Sin embargo, en vez de ser un freno para mí, los fuertes latidos de mi corazón se convirtieron en la invitación para abrir la boca y finalmente escuchar a mi corazón.

──Yo también quiero estar contigo, Kook ──susurré con la voz entrecortada──. Porque te amo.

Al decir eso fue suficiente. Tan sólo bastó de una mirada para que el rostro de JungKook se acercara al mío y, finalmente, nuestros labios se fundieran en ese ansiado beso, justo como sucedió con las dos almas de la leyenda.

Había extrañado aquel contacto por completo, ahora me daba cuenta de lo intenso que era aquel sentimiento.

Sus labios envolvieron los míos con una lentitud exagerada, acto que me pareció tan sensual para provocarme innumerables escalofríos por todo mi cuerpo. El movimiento de nuestras bocas era suave, determinado, permitiéndonos disfrutar al máximo de nuestros respectivos sabores como si fuera la última vez que pudiésemos hacerlo. Ninguno de los dos estaba apresurado, contrario a eso, sólo queríamos sentirnos. Percibir la textura de nuestros belfos, como encajaban tal cual las piezas de un rompecabezas, así como ser testigos de las innumerables sensaciones que nos tomaban por completo.

Sólo eso.

No quería nada más.

Él tampoco.

De esa forma los dos estuvimos besándonos por interminables segundos, sin importarnos que a nuestro alrededor el tiempo continuara avanzando. Porque para nosotros, lo único imprescindible eran nuestros sentimientos y que hoy, bajo la luz de las estrellas, estaba siendo declarado nuestro amor.

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Después de un tiempo, hola :D

Banda, realmente me disculpo por no haber actualizado desde hace unas semanas.
Últimamente no he estado bien, si es que en algún momento ha sido así. La escuela me ha arrebatado mucho tiempo y a su vez, me ha llenado de mucha presión y estrés. Eso, unido a otras cosas con las cuales estoy llevando, me ha provocado algo que nunca me había sucedido.

Bloqueo de escritor.

Y justamente con esta historia.

Les voy a ser honesta: me quedan tres capítulos (uno ya está en curso) y el epílogo para terminar la historia. Estoy en la recta final, pero me encuentro cerrada por toda la presión. Así que pido perdón si me tardo con las actualizaciones o si me desaparezco mucho.
Espero que puedan entender 😭

L@s amo mucho. Cuídense, por fis.
Bye <3

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