⚘. ▎41
❝Nuestro momento..❞
╰─────╮•╭─────╯
KIM HAENUL
▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂
18:05 hrs
Un chillido salió desde mi garganta al momento en que tropecé con algo en el suelo. No llegué a caer debido a que rápidamente tomé el equilibrio, pero me fue inevitable poner una mano en mi pecho como si pudiera aliviar los latidos de mi corazón. No obstante a eso, continué corriendo por toda mi habitación hasta llegar a mi guardarropa, y ahí yo realmente maldecí.
«¿Qué me pongo?» pregunté a mí misma con la mirada perdida en el interior. Volví a maldecir en un suspiro, esta vez pensando únicamente en el chico pelinegro que me había llamado hace 10 minutos atrás. «¿Cómo se le ocurre decirme que vamos a salir así por así cuando ni siquiera estoy preparada?»
Pregunta sin respuesta.
Acomodé la toalla que se estaba cayendo en mi cabeza y decidí comenzar a buscar con mi diestra algo que ponerme para la ocasión. No sabía a dónde iríamos, tampoco qué cosas estaríamos haciendo, por lo que no tenía la más mínima idea de que usar. Pero entonces me acordé de un conjunto que jamás había portado, por lo que me pareció una buena idea estrenarlo en esta ocasión.
Constaba de un suéter gris con cuello tortuga que iba dentro de una falda negra por encima de las rodillas. Opté por usar unas medias de mallas que lograban cubrir mis piernas del frío de la temporada, de igual forma que mis pies modelaban unas botas negras con plataforma y detalles en plateado. Peiné mi cabello dejándolo que cayera con pocas ondas, y sobre él puse un gorro blanco complementario con el outfit. No puse mucho maquillaje en mi rostro, solo lo necesario para hacerlo ver natural.
Una vez lista procedí a encoger un bolso, en el cual guardé pocas cosas que tal vez necesitaría. Y en ese tiempo mi celular sonó indicando un nuevo mensaje, pero aquí estaba la cosa....¿dónde dejé el celular? En cuanto JungKook me avisó eso yo simplemente lo lancé hacia algún lugar, y ahora no podía recordar donde.
Revisé sobre mi mesita de noche, en el tocador, el baño, el suelo, los rincones, incluso hasta debajo de la cama; y cuando me volví a levantar, lo vi encima de esta última.
Reí por mi torpeza.
Tomé el aparato en mi mano y abrí dicho mensaje, sonriendo de forma instantánea al leerlo.
Príncipe Conejo🐰👑
Estoy en la entrada, recién llego. Te espero aquí fuera, cariño :D
18:11
Llevé el celular hacia mi cara no tomando importancia al leve golpe que me ocasioné, ya que ahora mismo mi emoción era demasiado grande como para pensar el algo más. Puse la correa de mi bolso sobre mi hombro y viéndome una última vez en el espejo para comprobar que estuviera bien, decidí salir fuera de la habitación.
Mis pies recorrían los peldaños de las escaleras con suma rapidez, estuve a punto de chocar con un empleado, cosa por la que grité un "lo siento" que al parecer ocasionó su risa.
Al llegar al primer piso divisé a mi madre sentada de piernas cruzadas en el sofá con un libro entre sus manos. El ruido de mis tacones resonando en el suelo capturó su atención al momento en que me observó por encima de los anteojos mientras alzaba una de sus cejas incrédula.
-¿A dónde crees que vas?
-Saldré con JungKook. ¡Prometo venir temprano!
-¿Y quién te dió permiso? -cerró el libro con la mano que lo sostenía y acto seguido se levantó.
-Por favor mamá -imploré-. Yo necesito verlo, él me cuidará y me traerá sana y salva, sólo...
Pero entonces su melodiosa risa interrumpió mis lloriqueos. -Estaba bromeando, anda con él, te deseo mucha suerte.
Reí débilmente cuando guiñó un ojo con diversión.
-Gracias mamá, i love you -corrí hacia ella y besé su mejilla-. Regreso temprano.
Y sin más, salí hacia el exterior de mi hogar para encontrarme automáticamente con la amplia entrada. Debía caminar un poco hasta llegar a los portones donde Jeon se encontraba, por lo que era mejor correr y apurarme. Pude ver a algunos guardias en la entrada, tal motivo me hizo suponer que se debía al muchacho pelinegro, y logré confirmarlo en cuanto llegué ahí.
-¿Tiene permiso para entrar a la residencia?
-Si, JeonGin -intervine de manera sorpresiva-. Tiene mi permiso, pero no será necesario, ya que yo saldré.
-Lo sentimos por el inconveniente, señorita Kim -todos hicieron una reverencia.
-No se preocupen. Que tengan un buen día~ -deseé sin quitar la sonrisa de mi rostro para luego salir a través de los grandes portones y encontrame bajo la mirada intensa de mi compañero.
Y creo que por un momento necesité agua para bajar la temperatura de mi cuerpo.
Jeon naturalmente era un chico atractivo, pero en este mismo instante sentía que esa palabra no era suficiente para definirlo. Hoy me llegó a demostrar que no había límites para impresionarme... y que realmente debía avisarme con anticipación cuando íbamos a salir.
Él me detalló de arriba a abajo con sus deseosos ojos, y yo no perdí el tiempo al copiar su acción, admirando la sencillez y elegancia de su outfit que combinaba conmigo. Estaba usando un abrigo de seda blanco el cual se encontraba cubierto por un sobretodo negro que le daba ese toque formal, también poseía una bufanda. Sus zapatos y pantalones eran negros, estos últimos haciendo énfasis en sus piernas debido a lo apretado que le sentaba. Volví a alzar mi mirada hacia su rostro detallando cada parte de este como su mandíbula y ojos; relamió sus labios seductoramente cuando nuestros ojos se encontraron, y al no poder sostenerlo decidí enfocarme en como su cabello negro y largo estaba un poco despeinado.
«¿JungKook no se peina o lo hace a propósito?», me pregunté espontáneamente.
Pero entonces, el sonido de su voz capturó mi atención.
-¿Cómo puedes verte más guapa con cada día que pasa? ¿Mh? -inquirió socarrón, acercándose lentamente hacia mí-. Deberías ser consciente de lo loco que me vuelvo al solamente observarte.
Tuve que bajar el rostro cuando escuché esas palabras, ya que el sonrojo de mis mejillas era demasiado grande, no obstante, JungKook se encargó de alzarlo hasta su altura cuando posó sus dedos en mi mentón.
-Te extrañé un montón... -susurró con su voz extremadamente profunda, clavando sus dientes en su labio inferior de forma juguetona.
-Me viste ayer...
-Pero no hoy, y también me vuelve loco no verte, cabe destacar.
Reí débilmente al escuchar tal declaración. Llevé una de mis manos a su mejilla para comenzar a acariciarla, y ante la comodidad de mi acto Jeon se acurrucó en dicha palma como si de un gatito se tratase. Formé una sonrisa enternecida en mis labios justo cómo él lo hizo antes de volver a hablar.
-¿Vámonos? -entrelazó mi mano entre la suya luego de que asistiera decidida con mi cabeza.
-¿A dónde vamos? -pregunté cuando al llegar al auto, lo vi abrir la puerta del copiloto, cosa que me pareció raro por un instante.
Él rió mientras me dejaba entrar. -Ya empezamos con tus curiosidades, pero no te diré nada hasta que lleguemos; será una sorpresa.
-Siempre dices lo mismo -me quejé luego de estar dentro.
Vi al pelinegro rodear el auto y subirse al asiento de piloto, eso me hizo girar hacia atrás para comprobar si su chófer se encontraba, pero al vernos completame solos mis ojos se abrieron exageradamente.
-¿Sabes conducir?
-Mjum, desde hace un año -sonrió orgulloso-. Tengo licencia falsa, así que...,estaremos a salvo si algo nos sucede.
-Vaya, no conocía esto de ti -abroché el cinturón de seguridad para luego concentrarme completamente.
-Hoy es buen momento para ello. Tenemos que decirnos varias cosas -guiñó un ojo hacia mí mientras encendía el motor.
Al cabo de unos segundos, los dos nos encontrábamos saliendo de mi propiedad para adentrarnos en la aún alumbrada ciudad. Era temprano, razón por la que el Sol seguía despierto aunque no en su totalidad. Mientras compartíamos un poco de conversación sobre cómo él aprendió a conducir, no pude parar de admirarlo.
Porque demonios, JungKook me tenía en el suelo. Y estaba segura de que esta cita sería el detonante de todas mis emociones.
Varios minutos después entre cortas risas, Jeon se detuvo y parqueó el coche. Desabrochó su cinturón para luego hacerlo con el mío, advirtiendo que no saliera aún. Así hice, no obstante, me fue inevitable mirar hacia el exterior por las ventanas polarizadas. La puerta del copiloto se abrió y rápidamente la mano del muchacho se extendió hacia mí, la cual no dude ni un segundo en tomar para bajarme de ahí.
-Toma está mascarilla, debemos ser cuidadosos con los reporteros -sostuve dicha entre mis manos y acto seguido la puse en mi rostro.
Emprendimos camino de manera automática, ambos en un silencio cómodo que era únicamente roto por los autos pasando alrededor y el relajante sonido del mar. JungKook me había traído a una bahía enorme, misma que se encontraba llena de puestos de comida y distintos artículos. Estaba mirando todo con calma cuando de repente sentí como su mano envolvía la mía, cosa que me hizo sonreír por la calidez que obtuve.
-¿Ya me dirás a dónde vamos? -arqueé una ceja como forma de broma.
-Ya te digo~. Aigo~, mi niña curiosa -pellizcó mi nariz con su dedo-. Cabe resaltar que planeé esta cita hace veinte minutos atrás, por lo que no tenía claro que hacer o a donde ir -rió avergonzado mientras hacia balancear nuestras manos-. Sin embargo, recordé que te gustan las cosas sencillas y significativas, por lo que te he traído acá.
Al decir eso señaló a unos cuantos metros de nosotros. Siguiendo el recorrido de su mano divisé un puesto de comida con varias mesitas que daban vista al mar, y al leer sus productos no pude contener la impresión.
-¿Tteokbokki? -alcé mis comisuras con emoción al verlo asentir con su cabecita.
-El lugar tiene mucha reputación por sus fascinantes platos. Andando -me jaló un poco hacia adelante como invitación para comenzar a caminar a su lado, cosa que no dudé en hacer.
Con cada paso dado el olor aumentaba gradualmente y eso solo beneficiaba a mis fosas nasales. Llegando hacia el puesto con nuestras manos entrelazadas, la señora que atendía nos sonrió gradualmente o mejor dicho, hacia mí acompañante.
-¿JungKook?
-El mismo -esbozó una sonrisa mientras apoyaba su brazo en la meseta.
-¡Aigo~! Pero que guapo te has puesto -la mujer de aproximadamente 60 años rodeó el puesto para llegar a nosotros, tomando entre sus manos el rostro del chico-. Hace un año no te veo.
-Lo sé, ha sido un tiempo complicado como sucesor de la empresa -suspiró.
-Me imagino, debo agradecerte por toda la ayuda que envías, de verdad lo aprecio.
-No es nada, señora In -palmeó suavemente el hombro de la susodicha.
Sin embargo, cuando sus ojos me captaron toda su atención se concentró en mí.
-Oh, tenemos invitada -alzó sus cejas repetidas veces, y ante ello solo pude carcajear junto a Kook.
-Ella es Olivia, es mi... -las palabras del muchacho se quedaron atascadas repentinamente como si no encontrara un adjetivo suficiente para definirnos.
Y no lo juzgaba, ya que yo tampoco tenía idea de lo que éramos.
-Eh... somos...
-Estamos saliendo -ayudé con un poco de nerviosismo, provocando que los ojos brillosos de JungKook cayeran sobre los míos y una sonrisa se formara en el rostro de ella.
-Eso es bueno. Un gusto en conocerte -extendió su mano.
-Igualmente -sonreí.
-¿La mesa de siempre? -inquirió hacia el chico, obteniendo una afirmación de su parte como respuesta-. Síganme por aquí.
No pusimos objeción ante su pedido, siguiéndola por detrás del puesto hasta llegar a una parte más privada con una vista más clara del mar. La brisa fresca chocó contra mi rostro ocasionando que algunos mechones rebeldes se pegaran a mi boca, hice una mueca mientras los sacaba y eso le provocó una débil risita a JungKook.
La mujer acomodó las sillas para que pudiéramos sentarnos frente a la mesa y por consiguiente sonrió. -Sientense aquí, les traeré la comida en unos veinte minutos.
Correspondimos al acto cuando ella comenzó a dirigirse nuevamente hacia su lugar, y estando los dos más solos, JungKook respondió las preguntas que había pensado soltar.
-Ella es la dueña y cocinera del lugar. La conocí poco después de llegar a Seul; me encontraba algo triste, pero ella con su deliciosa comida y su buen estado de ánimo, me hizo sentir bien -sonrió ampliamente-. Desde eso suelo venir con frecuencia para disfrutar sus platos. También trato de ayudarla con dinero y productos para su negocio, a eso se refería con el apoyo...
-Eso es muy lindo de tu parte, Kookie -sonreí enternecida.
-Si, me lo dicen mucho -rió algo penoso mientras rascaba la parte trasera de su cabeza-. Siempre he venido sólo, y eso se debe a petición suya, dónde siempre me decía: "el día que traigas a alguien aquí, debe ser alguien a quien verdaderamente amas".
Y fue ahí dónde todo mi corazón se volvió loco.
La sonrisa de su rostro fue la confirmación absoluta de sus palabras, dándome a entender claramente que esa persona... era yo.
Yo sólo sonreí como respuesta mientras trataba de que no viera el sonrojo de mis mejillas.
Después de eso, estuvimos conversando por varios minutos sobre diversos temas hasta que la comida fue traída a nuestra mesa. El aroma esta vez me embriagó por completo, de verdad que el Tteokbokki era delicioso.
Pero ninguna de estas sensaciones llegó a compararse con el momento exacto en que probé la comida.
-¡Mh! Esto si que delicioso -hablé con la boca llena y mis ojos cerrados.
-Secundo eso. Es maravillosa.
-Con razón el lugar es tan concurrido.
Nos detuvimos un segundo para gustar o más bien, devorar la comida. JungKook reía levemente al verme tan entusiasmada y alegre, ya que sin duda mi propia felicidad sería la suya.
¿A esto llamamos amor? Porque nunca me imaginé así de tonta por alguien.
-Por cierto, ¿qué hicieron hoy en el colegio? -metió una cucharada de la comida a su boca.
-No te perdiste de mucho -dejé los cubiertos a un lado para limpiar mis labios con una servilleta-. Milagrosamente no tuvimos examen, y la mayor parte de la tarde estuvimos ensayando la obra. Que por cierto -reí inconscientemente ante el recuerdo- hubo una pelea entre Tae y Byul.
-Esos deben ser pareja sí o sí -afirmó con suma certeza.
-Son increíbles. Polos iguales de repelen, pero ellos parecen estar rompiendo las leyes de la física.
-Uhhhh. Me encanta eso -guiñó un ojo con disimulo.
Continué con mi comida, no pudiendo evitar quitar mis ojos de él en cuando tomó una pequeña botella y la abrió. Al principio no supe de que era, pero al enfocar un poco más mis ojos sobre la etiqueta, rápidamente divisé el nombre.
-¿Eso es Soju?
-Mjum, no suelo beber, sólo sucede una vez al mes -tomó un pequeño trago-. Cuando fui a mi primera fiesta junto a JiMin perdí muchas cosas que había estado guardando para el futuro -soltó una ligera risita-. ¿Quieres probar un poco?
Dudé un poco en el inicio, pero entonces pensé «¿Qué mal me haría solo probarlo?», cosa que me hizo asentir débilmente con mi cabeza.
Jeon rodeó la mesita luego de levantarse y sin más se sentó a mi lado con la botella en la mano.
-¿Nunca has bebido? -negué con un movimiento de cabeza a su cuestión-. Entonces solo bebe un sorbo, sólo uno.
Reí inconscientemente. Incluso en situaciones como estas, él seguía comportándose como un caballero. Sostuve la bebida entre mis manos y lentamente di un pequeño sorbo, mismo que me ocasionó una mueca y también una desagradable sensación en la garganta.
Pero la melodiosa JungKook hizo todo más agradable.
-Que tierna eres -pellizcó mi mejilla con su dedo índice-. Ya, diste un sorbo y listo.
-Sabe raro.
-Es normal la primera vez, luego de beber un poco más lo sientes más agradable.
Asentí conforme a sus palabras esperando que en otra experiencia pudiera sentirlo diferente. Por mi cabeza pasó un pensamiento o más bien una duda que tenía desde hace unos segundos, cosa por la que no dudé en cuestionar.
-¿A que te referías con que perdiste muchas cosas que guardabas para el futuro? -y aquí se encontraba esa parte curiosa que siempre debía salir.
Pero como dice el dicho: la curiosidad mató al gato.
Y esta vez, a mí.
JungKook tomó un poco más de su bebida hasta dejarla sobre la mesa, aún estaba a la mitad por lo que podía ver. Él pasó una de sus manos por su alborotado cabello y luego dejó salir un agotador suspiro.
Parecía estar encontrando las palabras correctas para hablar, y una vez las tuvo, soltó algo que me dejó en blanco.
-En esa fiesta de JiMin tuve mi primera vez con una chica a la que no conocía y que tampoco recuerdo...
La forma tan espontánea en que soltó eso sólo causó que me atorara con mi propia saliva y un poco de tos invadiera mi cuerpo. Me puse la mano en la boca con el fin de calmar esa tos, dejando así que el muchacho continuara.
-Deseaba que ese momento fuera memorable, pero debido a mi ebriedad y el calentón que llegó a mi cuerpo, las cosas salieron distintas -sus palabras sonaron con un toque de burla que me provocó una risita nasal. Él me miró a los ojos ante eso-. Por eso debes espera hasta el matrimonio, Olivia.
-Es justo lo que haré, Kook -sonreí sin mostrar mis dientes mientras subía mi mano hasta su nuca y dejaba algunas caricias en las terminaciones de su cabello.
JungKook se quedó mirando mi rostro durante unos segundos que parecieron interminables, alzando levemente sus comisuras por el costado cuando puso sus ojos sobre mis labios.
-¿Qué tengo? -fruncí un poco el entrecejo.
-Tteokbokki en tu boca.
-Aish, ¿dónde hay una servilleta? -examiné toda la mesa con agilidad en búsqueda de dicho objeto.
-Yo lo limpio -dijo mientras me tomaba por el mentón y llevaba mi rostro nuevamente al encuentro con el suyo.
-Pero en donde...
Mis palabras se vieron interrumpidas cuando el contacto de nuestras bocas se hizo presente. Jeon aprovechó esa distracción que tuve para atacar con sus dulces besos, mismos que como bien dijo, estaban limpiando mis comisuras. El leve movimiento que provocaba estaba trayendo espasmos por toda mi columna y los fuertes y desesperados latidos de mi corazón. Mis manos milagrosamente se mantuvieron quietas sobre mis muslos mientras su derecha sostenía mi rostro con firmeza.
Pero estas sensaciones no fueron nada cuando en nuestra unión pude sentir la punta de su lengua chocar contra mi labio inferior en el intento de adentrarse en mi boca.
«Hola Dios, soy yo de nuevo...»
Inconscientemente y como si mi cuerpo cobrara vida propia, abrí mis labios ligeramente dejando que hiciera sus maravillas.
Unas buenas maravillas, cabe destacar.
De su garganta salió un gruñido cuando correspondí con más ímpetu a su acto, llevando ambas manos a su pecho para dejar suaves caricias. Así nos mantuvimos por unos segundos más hasta que el aire se vio necesario y tuvimos que romper el contacto de nuestros labios.
La frente de JungKook cayó sobre la mía al mismo tiempo en que nuestras narices rozaron entre sí. Mis ojos miraron sus labios antes que todo, siendo consciente de como una tonalidad rojiza los adornaba y también de esa ligera hinchazón debido a lo sucedido. Luego pasé a sus ojos detallando ese brillo resplandeciente del que tanto me había enamorado, mismo que me reflejó su felicidad y cariño a través de una simple mirada.
-Ya está limpio -murmuró con una voz extremadamente profunda y seductora-. Ahora terminemos nuestra comida para irnos a caminar, ¿de acuerdo?
∙ · • • • ❀ • • • ∙ ·
20:02 hrs
-Tres tristes tigres comían trigo en un tritalgs...
-¡Te equivocaste! Has perdido -celebré dando varios saltos en mi lugar.
-¡Nunca me sale! Odio los trabalenguas~ -golpeó con su pie una piedra que se encontró en el camino como muestra de su berrinche.
Berrinche que le sentaba demasiado tierno.
-Ya veo eso, príncipe conejo -pellizque suavemente su brazo como broma, obteniendo como respuesta una mala cara de su parte.
-Yah~, ¿Acaso quieres verme enojado? -inquirió con una de sus cejas alzada mientras se cruzaba de brazos, aún caminando hacia el frente.
Miré nuestro camino por el gran parque que atravesábamos sintiendo el frío incrustarse en mi cuerpo. Habían pasado unas horas desde nuestra cena, por lo que en estos momentos era de noche; un factor especial para empeorar el clima helado.
«Debí haber traído mi bufanda.»
Jeon estaba unos pasos al frente de mí, cosa que me permitía admirar los estructurados músculos de su espalda al caminar. Una respuesta a su pregunta surcó en mi mente, pero tanta era mi timidez que no sabía cómo decirla sin avergonzarme. O al menos eso pensé por un instante.
-You look hot when you're angry -solté finalmente, teniendo el impresionante valor de enfrentar su reacción.
Al inicio se mantuvo con una expresión algo rara de identificar; parecía impresión y a su vez tranquilidad, no estaba segura. Pero aquello no tardó mucho, ya que cuando sonrió de forma socarrona y se acercó un poco más hasta mí, supe que era mi hora de morir.
-And you look hot when you speak english.
Y eso me hizo gritar, literalmente.
No fui capaz de contener mi emoción, cosa que me llevó a chillar como una adolescente enamorada provocándole una sonora carcajada a mi acompañante. Mis mejillas tomaron un color rosa por la vergüenza, y en el vago intento de cubrir mi rostro estampé ambas manos en el dicho.
Es que sus palabras me habían afectado por tres razones.
Primera, el significado de los vocablos no lo esperé. Segundo, su fluidez y voz profunda al hablar en inglés. Tres, esa sonrisa tan coqueta que me volvía loca.
«Dios, aquí estoy otra vez...»
Respiré hondo varias veces logrando calmarme de a poco. Encaré al chico al instante, siendo consciente de la superioridad que sentía al ponerme en tal estado. -Hablas bien en inglés.
-Ni hablemos de ti, eres increíble, aunque viviste en los Estados Unidos por lo que es normal -amplió su sonrisa-. Yo aprendí inglés desde niño, me gusta mucho el idioma.
-Se nota, tu pronunciación es excelente -alcé uno de mis pulgares en modo de aceptación.
Una ráfaga de aire congelado hizo presencia chocando contra mi cuerpo, y a pesar de que llevaba un abrigo sentí como mi piel se erizaba. Al parecer JungKook lo notó ya que se apresuró en quitarse la bufanda que tenía para ponerla en mi cuello.
-No tienes que hacerlo -intenté rechazar su prenda para que él pudiera usarla, no obstante, puso persistencia en ello.
-Quedate quieta -respondió haciendo caso omiso y acomodando bien la bufanda negra en mi cuello-. Listo.
Su mano se encontró con la mía haciéndome impresionar, pero ese no fue motivo para apartarla; por el contrario, su tacto cálido me reconfortaba. Miré la cara del chico a través de la luz de la luna notando un sonrojo en sus cachetes, mismo que yo poseía. Aún así, caminamos por un tiempo en un silencio para nada incómodo, hasta que vimos a lo lejos a una multitud rodeando algo o más bien, a alguien.
Ambos conectamos miradas instantáneamente, notando que teníamos como mismo objetivo dirigirnos hacía ahí. Mientras nos acercábamos la voz de un hombre cantando se hacía más notoria, y al llegar, pudimos divisarlo sentado en el medio de la multitud con una guitarra en sus manos.
Nos acomodamos entre el público en un lugar donde tuviéramos buena vista a los sucesos, deleitándonos con la melodía de la guitarra junto a la suave voz del hombre. En cuanto su actuación dió fin, una variedad de aplausos hizo presencia, especialmente los míos que sin duda se encontraban emocionados. Pero todo eso pasó a confusión cuando vi a JungKook caminar hacia ahí.
Antes de dar otro paso, tomé su mano. -¿A dónde vas?
-Ya verás, confía en mí -guiñó un ojo mientras se alejaba hasta llegar al señor.
Desde acá no podía escuchar que cosas se decían entre sí, pero al notar los ademanes del chico supuse que le estaba pidiendo amablemente la guitarra al señor. Al principio el hombre pareció dudarlo un poco, pero al final terminó cediéndole el instrumento, cosa que me mantuvo un poco confundida.
El público se veía expectante por lo que veían, mientras que yo solamente podía verme atónita ante los actos del chico.
JungKook tragó saliva con dificultad antes de posar sus ojos sobre los míos como si estuviera buscando la confianza que necesitaba, y al sentirla a través de mis expresiones, comenzó a tocar las primeras notas.
-Esta canción se la quiero dedicar a alguien muy especial para mí. Alguien que en menos de unos meses logró poner todo mi mundo de cabeza, y ahora... -sonrió débilmente- solo puedo pensar ella. Gracias por existir y deseo que estés a mi lado siempre.
«¿Qué....?»
Y cuando pensé que no podía estar más impresionada, él me demostró lo contrario cuando comenzó a cantar.
"La forma de amarme no es difícil.
Solo abrázame fuerte como ahora.
No sabemos lo que nos sucederá mas tarde, pero me gusta que no haya decidido.
¿A quién le importa lo que digan los demás?
No podemos vivir el uno sin el otro. ¿Cuál es el problema entonces?
Podemos estar más enamorados juntos.
Si empieza a gustarte alguien más.
Si me acostumbro a no estar contigo.
Cuando llegue ese momento, cuando sea ese momento.
Solo entonces podemos romper".
Él... él de verdad estaba cantando esa canción para mí..., y la realización de lo que eso significaba me golpeó de una forma tan fuerte que dejé salir las primeras lágrimas emocionadas. En ningún momento nuestros ojos se vieron separados, por el contrario, Jeon mantuvo el contacto con cada parte de la canción demostrándome que todas sus palabras eran completamente ciertas.
Y eso sólo ocasionó los impetuosos latidos de mi corazón, mismos que latían únicamente para él.
"La forma para amarte no es difícil.
Si sonrío una vez más y me preocupo por tí más.
La forma en que nos amamos no es difícil.
Si nos miramos el uno al otro como si fuera la primera vez casa momento.
¿A quién le importa lo que digan los demás?
No podemos vivir el uno sin el otro. ¿Cuál es el problema entonces?
Podemos estar más enamorados juntos".
Una sonrisa se dibujó en sus labios luego de cantar ese último verso, y yo no pude evitar hacer lo mismo debido a la felicidad que presenciaba.
Algunas personas a nuestro alrededor veían la escena con dulzura, murmurando cosas entre sí y sonriendo ampliamente hacia ambos.
¿Quién no lo haría? JungKook era un completo ángel.
"Si empieza a gustarte alguien más.
Si me acostumbro a no estar contigo.
Cuando llegue ese momento, cuando sea ese momento.
Solo entonces...
Solo entonces...
Solo entonces..."
"Lo quieras o no me aferraré a ti. Cuando esté muy cansado que ni siquiera pueda caminar.
Cuando llegue ese momento, cuando sea ese momento.
Solo entonces podemos romper...."
Varios aplausos resonaron en el lugar por sus naturales y finos agudos, sin embargo...nada se comparó a los últimos que realizaron al finalizar la canción con una frase que me llegó a lo más profundo de mi corazón.
"Solo entonces podemos romper".
Cubrí mi boca con ambas manos emocionada y completamente enamorada de lo que JungKook había hecho. Sin dudarlo dos veces pasé a través de la multitud y corrí hacia él, abrazándolo fuertemente cuando estuve frente al mismo. Kook correspondió a mi acto entre risas, enrollando sus brazos por mi cintura para atraerme más a su cuerpo. La calidez de dicho me absorbió, tanto que por un instante olvidé todo a mi alrededor.
-Eso fue increíble, joven. Lo felicito -aplaudió el dueño de la guitarra a un lado de nosotros.
-Oh... -Kook se separó de mí algo avergonzado-. Gracias, tome su guitarra de vuelta.
-No es nada. Espero verlos por aquí a menudo, hacen una linda pareja -guiñó un ojo en nuestra dirección, causando que los dos rieramos levemente.
-Adiós señor -grité cuando nos estábamos alejando.
JungKook tomó mi mano nuevamente y comenzó a correr hacia sabe Dios donde entre risas y algunos quejidos de mi parte.
-Yah~, ¿a dónde vamos ahora? -cuestioné mientras trataba de alcanzar su paso y quitaba un cabello de mi rostro.
-Solo sígueme.
Los dos atravesamos una parte del parque aún con algo de rapidez para luego subir unas cuantas escaleras que nos llevarían a una hermosa vista de la ciudad. Las piernas me dolía, pero JungKook por otro lado continuaba como si nada.
Mi rendimiento físico no se comparaba con el suyo.
Y eso me hacía recordar nuestra primera cita donde ambos corrimos de la multitud de fans.
«Qué hermosos esos tiempos.»
-¿Podemos ir más lento? -pedí al detenerme durante el paso y apoyar mis palmas sobre mis rodillas.
-Estamos llegando, nos quedan esos escalones -dijo con su respiración entre cortada, tomando mi mano nuevamente.
Luego de recobrar un poco el aliento continuamos de subir toda la plataforma, esta vez con un poco más de lentitud. Al subir hasta la última, solo pude soltar un "wao" inaudible debido a la hermosa vista que desde aquí se presenciaba.
Podía verse casi toda la ciudad iluminada en la oscuridad, siendo el río Han a unos kilómetros el reflejo de todas las edificaciones. A esta altura por ende había el doble de frío, cosa que me provocaba abrazarme a mí misma en el vago intento de abrigarme.
Pero entonces los brazos de JungKook rodeándome hicieron el trabajo.
-¿Qué haces? -mi tono de voz fue dulce cuando apoyó su mentón en mi hombro derecho y pegaba mi espalda a su pecho.
-Darle cariño a mi chica -dejó un sonoro beso en mi mejilla al decir eso.
Yo simplemente reí. -Lo que hiciste ahí fue realmente hermoso.
Giré un poco mi cabeza para poder observar sus ojos, mismos que poseían un brillo indescriptible gracias a la luz que podía iluminarnos.
-¿Sabes que es más hermoso que eso?
Negué.
-Tú.
Una sonrisita inconsciente se dibujó en mis labios como respuesta a su palabra. Me giré un poco más para encararlo, aún sin dejar de acurrucarme en su cálido pecho. JungKook me examinó con sus ágiles ojos repetidas veces, para luego alzar sus comisuras con ternura.
-Todo lo que dije ahí es cierto -dejó una suave caricia en mi mejilla mientras que su diestra me acercaba más a su cuerpo-. A veces sentimos que las cosas de alrededor nos impiden estar juntos, pero... ¿a quién le importa eso? Si nos amamos todo está bien, nadie debe intervenir en nuestra felicidad.
>> No tienes idea de lo mucho que te quiero, Olivia, tanto que tú felicidad siempre será la mía; y por eso, si algún día llega el momento donde todo se derrumbe, estaré bien si tú lo estás...
¿Cómo no podía ponerme sensible con este chico? Todo que salía de sus labios eran palabras bellas, unas palabras que me hacían volar y sentirme única en su mundo. Él tenía ese indiscutible poder, un factor para amarlo más.
Porque él era todo lo bueno en este mundo...
... Y era ese el motivo por el qué me dolía ser tan egoísta.
-JungKook...
-Eres mi luz, Olivia; la única luz que alumbra mi día a día -continuó cada vez con más seguridad de sí mismo-. Ni siquiera las estrellas en el cielo o las luces de la ciudad llegan a opacar tu brillo, ya que eres la más importante entre todas ellas.
>> Eres la principal, Olivia. La principal para mí...
En ese momento yo no sabía que decir. Simplemente me mantuve observándolo a los ojos con una tonta sonrisa en los labios y una ligeras ganas de llorar.
Maldición, quería encerrarlo en una burbuja y jamás sacarlo de ahí. JungKook era muy puro y hermoso, todo lo necesario para ser una persona completamente increíble y digna de amor.
Yo realmente lo amaba... cosa que ya no tardaría en demostrar.
Pero no sabía que él mismo se adelantaría a ello.
-Y son estos los motivos por los que me enamoré de tí...
Esta vez no pude mantenerme tranquila luego de escuchar su declaración, ya que por el contrario, tuve que cubrir mi boca con una de mis manos para ocultar la amplia sonrisa de mis labios.
Me alejé del chico con sutileza y procedí a caminar hasta el barandal para mirar al exterior. «¿Esto es real? ¿De verdad qué lo es?» Ni siquiera podía creerlo aunque ya lo suponía.
¿Era loco? Por supuesto que sí. Había estado esperando un momento como éste hace diez años atrás, y ahora que lo tenía precisamente con él no sabía cómo sentirme.
Tal vez feliz por todo esto..., pero a su vez triste porque no lo estaba logrando como Haenul, sino como Olivia...
«Me odio tanto.»
Volví a girar hacia el chico, notando como bajaba su cabeza algo avergonzado en ocultar el rojizo de sus mejillas. Di varios pasos bajo su atenta mirada, y al encontrarme frente por frente a él... dejé salir una risa tímida.
-JungKook..., yo...
Hoy no era momento de decir nada. Era momento de disfrutar nuestra felicidad.... especialmente la suya.
-Yo también estoy enamorada de ti, Kook. No sabes cuánto...
Y sin ni siquiera pensarlo me lancé a sus brazos y lo besé. Lo besé como si fuera nuestro último encuentro, con amor y suma seguridad; no dejando que ninguno de mis traicioneros pensamientos interrumpiera el momento.
Nuestro momento.
Kook correspondió sin dudarlo. Lo sentí sonreír contra mis labios y abrazarme con fuerza como si quisiera que nunca me fuera de su lado.
Y eso era algo que cumpliría....
"Cada día las posibilidades de un perdón serán menores, por lo que no pierdas tiempo y dile todo".
.... O al menos eso pensé.
≫ ──── ≪•◦ ❈ ◦•≫ ──── ≪
¡Hola! Ahora sí regresamos. ¿Cómo les va el 2023? ¿Están bien? ¿Qué les ha parecido el capítulo?
En lo personal, ha sido mi favorito (✿ ♡‿♡)
Quiero dedicar este capítulo a dos personas primeramente. tucusi fuiste una de mis primeras lectoras y una de las que siempre brindó apoyo, te amo un montón. Y por supuesto, a firewolfgirl160501 por millones de motivos. Eres el mayor apoyo que tengo, si no hubiera sido por tí, no creo que SWY pueda salir adelante. También agradecerte por crear una base para una parte del cap e inspirarme a ello, en serio, muchas gracias. ¡Pasense por su perfil! Tiene historias extremadamente buenas 👀
Ahora sí, ya me voy de aquí :D
Por cierto, la edición ya fue finalizada así como se cambió el prólogo, se agrego una ficha de personajes y también un apartado de aclaraciones. Ya todo está bien.
Espero que tengan un bonito día, cuídense mucho.
Bye bye <3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro