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⚘. ▎27

❝Aún era demasiado pronto.❞
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KIM TAEHYUNG
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Martes, 24 de diciembre del 2019
10:29 hrs

La mañana de hoy había iniciado con alegría y esperanza debido a la muy ansiada celebración de noche buena. En cualquier lugar de la ciudad podría verse los anuncios, decoraciones y festividades relacionadas con la navidad. El clima se encontraba soleado, pero nevado gracias a la capa blanca que cubría los suelos. Todo se encontraba perfecto...

Bueno, no tan perfecto.

—¿Qué demonios estás haciendo ahí dentro? —cuestioné con fastidio y desesperación.

¡Déjame vestirme con tranquilidad, Kim TaeHyung! —vociferó la pelinegra a través de la puerta de su habitación.

—Claro, llevas diciendo eso desde los últimos diez minutos.

Agh, solo cállate y espera.

Me encontraba en la casa de Olivia con el fin de visitarla por su resfriado. Muchos podrían creer que era algo deseado por mí, pero en realidad mi madre me sacó de las sábanas para que viniera.

Muy desgraciadamente. Ahora mismo podría estar en la cama de habitación jugando videojuegos o leyendo algo interesante.

—Ya estoy lista —avisó al instante en que salió de su habitación.

La chica usaba un pantalón de seda color celeste y una sudadera holgada de tonalidad blanca. Un tierno gorro adornaba su cabellera negra, la cual caía lisa por toda su espalda hasta llegar a su cintura, tenía el pelo extremadamente largo. Sus manos se encontraban escondidas en los bolsillos de la sudadera, manteniéndolas calentitas y cuidadas del frío. Incluso enferma y para pasear por su casa se vestía fenomenal.

—Una eternidad para usar semejantes atuendos —indiqué con diversión.

Pero claramente no se lo haría saber.

—Oh, ¿quieres que me vuelva cambiar? Porque con gusto yo...

—Quedate así, andando.

Inicié a caminar sin esperar por ella, sintiendo unos pasos apresurados tras mi presencia hasta que la vi posarse a mí lado. Realmente se veía adorable con sus mejillas y nariz rojizas, complementando esto a su aspecto tan aniñado. Ella era tan....«¿Qué demonios estás pensando, TaeHyung?»

—¿Cómo te sientes? —pregunté, haciendo alusión a su resfriado.

Durante los primeros segundos no obtuve respuesta, cosa que me hizo girar mi rostro para dar con esa expresión de asombro en el suyo.

—¿Me acabas de preguntar cómo me siento? —quiso saber estando completamente atónita, pero rápidamente supe a que se refería.

Agh, no te creas tan importante. Pregunto por amabilidad, no porque realmente desee saberlo —aclaré restándole importancia.

Automáticamente escuché un bufido proveniente de ella, divirtiéndome por la expresión que sus rostro poseía al verla por el rabillo del ojo.

—No tienes remedio —susurró—. Me encuentro mucho mejor que ayer, algo inesperado.

Asentí levemente, poniendo mi atención en la preciosa vista existente en el patio de aquella mansión. Íbamos a caminar por los alrededores ya que la chica al seguir enferma necesitaba descansar.

—Y por fin, ¿pudiste ir al baile? —un toque de diversión se vio presente en mis palabras.

—No pude ir como tal —sonrió abiertamente—, pero JungKook vino a verme, se quedó la mayor parte de la noche conmigo.

Una expresión burlona se formó en mi cara automáticamente escuché esas palabras, viendo a la muchacha a mi lado sonrojarse y ponerse completamente nerviosa.

Hora de molestarla.

—Ahora quiero saber, ¿cuántas cosas sucias hicieron?

—¡TaeHyung! —gritó desesperada provocando que estallara en risas ante su expresión—. ¿Cómo puedes pensar eso?

—No sé, culpa a mis neuronas.

—Eres un idiota —bufó.

—Yah~, en serio, tengo curiosidad sobre las acciones de Romeo —volví a jugar.

—No sucedió mucho —se aguantó una sonrisa—: bailamos un poco, vimos El hada de las pesas, conversamos de cosas triviales, comimos galletas... —suspiró— lo último que recuerdo fue haber estado hablando con el, cuando abrí mis ojos estaba sobre la cama.

>> Supongo que me quedé dormida, el debió haberme subido ahí —rió con severidad—. Fue una buena noche, la verdad.

Los ojos de Olivia parecían contener un universo entero cuando se nombraba al pelinegro. Aquel chico se veía tan importante para ella que por un momento dudé de su relación: ambos complementaban a la perfección, poseyendo una chispa imposible de describir....y sentimientos muy obvios para todos los que se encontraban a su alrededor.

Realmente no sabía que era aquel sentimiento, pero la necesidad de ser tan importante para ella, de la misma forma que lo era aquel chico, se estaba volviendo exasperante. Una extraña presión se posó en mi pecho como si mi corazón estuviera siendo apretado con demasiada fuerza, pero decidí ignorarlo y prestar atención en nuestro paseo.

—Me alegra que la hayas pasado bien —murmuré, sintiéndome avergonzado por mis propias palabras.

«¿Por qué me estaba volviendo tan...normal?»

La sonrisa de Olivia se enganchó mucho más a sus labios, con delicadeza acarició mi hombro izquierdo en lo que avanzábamos por el gran camino de la mansión.

Una notificación llegó al celular de la fémina, causando que alejara su mano de ese lugar y se concentrara en la pantalla de su celular.

—Es Eun Byul, está deseando mejoría en mi resfriado —la pelinegra hizo un puchero—. Es extremadamente linda, ¿no es así?

—Es el diablo en persona...

Y no mentía. No soportaba a esa chica, desde el día cero su presencia me estaba fastidiando.

La pelinegra soltó una estruendosa carcajada desde el fondo de su garganta, siendo este el único sonido en el lugar.

—Oye, ella es dulce.

—No, no lo es —negué—: es problemática y un poco violenta.

—La provocaste, TaeHyung, tenía muchas razones para matarte ahí mismo —dijo lo obvio—. Además, ella puede meterse en problemas y tener un carácter extraordinario, si; pero es una chica inteligente, agradable, preocupada por los demás, sin importarle sus opiniones. Es una excelente muchacha.

—Haré como que acepto eso —murmuré.

—Aun no me deseas contar que sucedió ese día —rió—. ¿Qué te hizo Byul?

Ante su pregunta mi cuerpo se tensó. Recordar ese día dónde corrí por toda la escuela con una loca detrás mío era algo terrible, y mucho más cuando sabía que era exactamente lo que realizó...


“¡Ven aquí, chiquillo! ¡Te voy a enseñar cómo tratar a la gente a partir de ahora!”

“¡Déjame!”. Grité con desesperación.

Mis piernas ya se encontraban cansadas debido a todo el esfuerzo que había realizado. Llevaba unos diez minutos aproximadamente corriendo por todos lados intentando salvarme de aquella loca que había salido de quién sabe dónde. Con la respiración entrecortada y el corazón latiendo desbocado observé por encima de mi hombro, notando con este acto que la castaña no se encontraba por todo el lugar.

Frené mi carrera con lentitud, apoyando mis manos sobre mi rodilla en lo que recuperaba el aliento. Mi cabello y uniforme se encontraba desaliñado por todo lo que había realizado: me veía horrible. Segundos después, luego de que pudiera calmarme un poco decidí acercarme a uno de los bancos cercanos para descansar, pero al instante en que di un paso aquella presencia femenina apareció.

“¡Te tengo!”. Gritó con diversión.

“¡Ah! No te acerques, bruja”. Demandé cuando la vi caminar a grandes zancadas.

“Escúchame, gusano intestinal”. Demandó con el doble de fuerza, acorralando mi cuerpo contra la pared sin quitar aquella escalofriante sonrisa de sus labios.

“¿Quién demonios....?”.

“Primero: no me hables con improperios”. Destacó. “Segundo: tengo nombre, y no, no es "bruja" o "idiota", ese sería el tuyo. Tercero: sé un caballero y trátame como se debe, aquí nadie te ha provocado para que te comportes así, y menos conmigo, viejito”. Despeinó mi cabello. “Ni siquiera sabes con quién te metes”.

“Tampoco deseo saberlo, eres una...¡Auch! ”

“Vuelves a insultarme y prometo dejarte sin descendencia”. Pronunció luego de darme un fuerte manotazo en la cabeza.

“¿Sabes quién soy?”. Cuestioné con enojo.

“El idiota nuevo que no sabe que hacer con su vida”. Concluyó, alejándose de mí para iniciar su camino.

“Mi nombre es Kim Taehyung”.

“¿Y?”. Inquirió divertida. “¿Acaso crees que tendré miedo? Tu apellido me da igual”.

“¿Tú quien eres?”. Quise saber teniendo mi cabeza al punto de colapsar.

“Ahn Eun Byul”. Mostró su espeluznante sonrisa. “Espero que ese nombre se quede grabado en tu cerebro”.

Y sin más que decir volvió a retomar su camino, haciendo sonar sus zapatos de charol contra el suelo durante el recorrido.

“Idiota....”

Mi murmuro fue inaudible, sin embargo, inesperadamente la muchacha paró su caminar. La idea de que había escuchado pasó por mi mente enviando miles de corrientes por todo mi cuerpo y haciéndome entrar en un estado de alerta. Todo dentro de mi tembló cuando ella giró sobre sus talones, observándome con aquella mirada tan penetrante y esa sonrisa. La castaña parecía haber salido de una película de terror, logrando ponerme miedoso al instante.....

Y mucho más luego de lo sucedido.


La estruendosa carcajada de la pelinegra volvió a escucharse por todo el lugar. Luego de haber contado aquel vergonzoso momento se dedicaba a bromear al respecto, algo que sabía que sucedería.

—Vaya, es una chica de palabra —se aguantó una risa—. Dime TaeHyung, ¿te dolió?

La ironía y diversión fue notable en sus palabras, pero sus risitas volvieron al notar las expresiones de mi rostro. No me sentía orgulloso de eso, al contrario, cada vez que la recordaba o veía sentía la ira recorrer por mis venas. Odiaba a esa chica, realmente lo hacía, y en parte entendía el porqué: polos iguales se repelen.

—Claro que dolió, una patada en ese lugar no es un juego...

Olivia cubrió su boca con su mano, impidiendo que nuevamente las carcajadas salieran.

—¡Ya deja de reírte! —pedí como un niño pequeño.

—¡Lo siento! —rió con fuerza— Es muy hilarante.

Minutos después la muchacha logró calmar a su cuerpo, mostrándose más serena durante el recorrido.

—Tu cumpleaños se acerca, ¿sabías?

Su impresionante cambio de tema todo desprevenido a mí cerebro. Rápidamente mi cuerpo se tensó al recordar aquella celebración nada deseada.

—Lo se....

—¿Realizarás algo? —cuestionó con curiosidad, abriendo sus ojos completamente para prestarme toda la atención.

—No.... —suspiré— desde hace dos años no celebro mi cumpleaños el mismo día, siempre se hace al día siguiente, como es fin de año...

El tono de mi voz cambió radicalmente, cosa que llamó la atención de la chica al formar una expresión de asombro y confusión.

—¿Por qué?

—Porque no quiero....

Toda una mentira.

No estaba listo para hablar: no estaba listo para revelar todos los demonios que poseía...aún era demasiado pronto.

—Entremos, está haciendo demasiado frío.

Corté rápidamente el hilo de la conversación, tomando a la pelinegra de la mano para llevarla nuevamente a la mansión Kim.

«Pronto....pronto te lo contaré, mientras tanto solo puedo pedir perdón, Olivia.»

KIM HAENUL
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Miércoles, 25 de diciembre del 2019
00:03 hrs

—¡Hae! ¡Despierta! —gritó aquella irritante voz—. Corderito, despierta de una buena vez.

—¿Qué quieres? —mis palabras salieron en un balbuceo apenas entendible al mismo tiempo que revolcaba mi cuerpo sobre las sábanas.

—¿Sabes qué hora es? —inquirió con demasiada emoción.

—.... ¿Medianoche?

Ahora mismo me encontraba con un ojo abierto y otro cerrado. Luego de que mi hermana saltará sobre mi cuando aún dormía no era capaz de reaccionar: ni siquiera sabía mi nombre.

Ajá, la medianoche de.... —alzó sus cejas en un sugestivo movimiento.

No respondí, solamente me mantuve observándola en lo que esperaba su explicación.

—Agh, tonta. ¡Es Navidad! —avisó con notables sentimientos de éxtasis.

Mi cerebro reaccionó ante la mención de aquella celebración haciéndome sentar en la cama con un abrupto movimiento y provocando que mi hermana cayera a un lado de la cama.

—¡Navidad!

—Si, claro, ahora lo comprendes —bufó levantándose del suelo.

—¿Carrera hasta el salón? —propuse con un ligero toque de picardía.

—La última en llegar será la cena del lobo...

Y sin más que hacer comenzó a correr tan rápido como una flecha. Entre risas y quejas me levanté de la cama e intenté alcanzarla, corriendo por los iluminados pasillos hasta llegar al gran salón de la mansión.

En el instante en que las puertas se abrieron pudo verse el gran árbol de navidad rodeado de algunos regalos. Como si ambas fuéramos niñas pequeñas corrimos hasta ahí bajo risas y saltitos, sintiéndonos emocionadas por tal celebración.

—¡Te gané! —gritó Jennie.

—¿Por qué siempre lo haces? —abulté mis labios en un adorable puchero.

Ahora las comeré a ambas, vengan aquí.

Las dos soltamos un ligero grito en lo que corríamos por el lugar con nuestro padre tras nosotras. Las risas rodeaban todo el local, creando un ambiente alegre y cálido imposible de romper. Papá nos alcanzó inesperadamente, poniéndonos en el suelo y enterrando sus manos en nuestras costillas. Rápidamente las cosquillas se hicieron presentes haciendo que un ataque de risa nos controlará.

—¡Papá! ¡Basta! —chillé sin parar de sonreír.

—DongJu las vas a matar, ya déjalas —rió nuestra madre desde lo lejos.

—¿Qué hacen despiertas a ésta hora, jovencitas traviesas? —inquirió con diversión mientras se alejaba de nosotras.

—Queremos nuestros regalos —Jennie abultó sus labios.

—En efecto —copié su acción.

Mh....cuando se porten bien —aseguró mamá llegando a dónde nos encontrábamos.

—¿Cuántos años creen que tenemos? ¿Ocho?

El comentario de la castaña provocó las risas de todos nosotros, causando que nuestros progenitores se acercaran lo suficiente para darnos un abrazo.

—Siempre serán nuestras bebés —mencionó mamá—. Es muy tarde, vayan a descansar, mañana los regalos seguirán aquí si es lo que les preocupa.

Volvimos a reír, correspondiendo al acto cariñoso de ellos y uniéndonos en aquel maravilloso momento que poco a poco se comenzaría a desvanecer.

∙ · • • • ❀ • • • ∙ ·

09:39 hrs

—Oh, buenos días señorita Olivia —dijeron al unísono los empleados de la mansión.

—Buenos días a todos —mostré una sonrisa—. Espero que tengan una excelente Navidad.

—Muchas gracias —hicieron una reverencia.

Me adentré completamente a la cocina para obtener un vaso de agua. Hoy la casa se encontraría más que solitaria, ya que los empleados se habían tomado el día como descanso gracias a las órdenes de mi madre, y por ende solo éramos yo y mi familia.

Estaba demasiado sumisa en mis pensamientos, tanto que no fui capaz de reaccionar cuando una figura masculina se posó a mí lado.

—Buenos días señorita.

—Oh, buenos días Carlos —saludé con emoción.

—¿Está pasando bien el día?

—Si, muy bien. ¿Y usted?

—Igual. Aquí tiene mi regalo por Navidad —sonrió genuinamente.

El señor extendió las rosas hacia mi dirección, provocando una expresión exaltada y divertida en mi rostro.

—Oh my god, ¡son preciosas! —resalté mientras las tomaba en mis manos—. Muchísimas gracias Carlos.

—No es nada, señorita —despeinó mi cabello con suavidad.

>> Oh, también tengo esto para usted —de su bolso sacó una fina caja negra envuelta con un lazo de tonalidad gris—. Ayer llegó ésto, es para usted.

Tomé la caja entre mis manos percibiendo el poco peso que poseía. La observé con curiosidad, buscando alguna nota o anuncio sobre la procedencia de ésto.

—No tiene nada. Tal vez la nota se encuentre dentro.

Con un poco de desconfianza asentí con mi cabeza, soltando un alargado suspiro y posando mis ojos en el hombre.

—Gracias por entregarme esto, Carlos —sonreí.

—No es nada señorita.

Sin más que hacer me alejé de la cocina para llegar a las escaleras. En el camino a mi habitación le entregué las flores a una de las pocas empleadas que aún se encontraban en casa para que las pusiera en agua y así no se marchitaran rápido. Una vez que llegué a mi cuarto cerré la puerta con llave y dejé el regalo sobre la cama.

Sin saber el motivo mis manos comenzaron a temblar. ¿Por qué estaba teniendo un mal presentimiento? Mi subconsciente me decía que no debía abrir la caja, pero aquella parte curiosa de mi cerebro me estaba incitando a lo contrario.

Luego de unos minutos decidí alejar todos esos pensamientos y proceder a abrir la caja. Desaté el lazo de tela fina con delicadeza para luego —con muchos nervios— quitar la parte superior que cubría el contenido de la caja.

Al instante mis ojos pudieron captar algunos objetos confusos, siendo las imágenes muy predominantes. Tomé algunas entre mis manos: analizando cada una con singularidad y un poco de temor.

En la primera se veía mi antigua casa en Busan desde lo lejos. Por la contextura de esta podía suponer que no era reciente, sino de algunos años atrás.

En la segunda, la casa se encontraba mucho más cerca dejando ver a una niña pequeña jugar en los exteriores. Agudizando mi vista pude notar que se trataba de mi yo joven: estaba usando la misma ropa que en mi sueño. Con mucha confusión registré dentro de la caja dando automáticamente con la horquilla en forma de rosa que en aquel momento adornaba mi cabeza. Mi ceño se frunció mucho más de los normal, ya que aquella prenda —la cual era un regalo— se había perdido hace doce años y nadie más la encontró.

Viendo la tercera foto pude observar a mi casa de noche pero estando mucho más cerca que antes, dejando ver con claridad la silueta de mis padres junto a nosotros a través de la ventana. Teniendo más desesperación tomé la cuarta y última foto existente en la caja, pero cuando lo hice.... sentí todo mi cuerpo detenerse.

Un incómodo nudo se formó en mi garganta impidiéndome respirar con naturalidad en lo que mi cuerpo temblaba inconscientemente. Unas lágrimas contenidas se posaron en mis ojos haciéndome soltar uno que otro suspiro tembloroso.

En la cuarta foto podía verse claramente aquel suceso de hace doce años, aquel que me causó millones de traumas y problemas a mi vida. Los recuerdos de esa noche reinaron todo en mi mente, causándome un horrible ataque de ansiedad y pánico.

—Cálmate Olivia, todo está bien —susurré a mí misma intentando relajar a mi cuerpo.

Guardé las fotos en la caja nuevamente, pero antes de cerrar ésta.....una nota llamó mi atención. Rápidamente la tomé entre mis manos y leí, pero aquello solo causó que un quejido se escapara de mis labios y que el verdadero miedo se apoderara de todo mi mente y cuerpo.

¿Estás disfrutando tu vida?
Feliz Navidad, pequeña Hae.
—K.M

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Hola😏
¡Llegó por quién lloraban!
¿Como están bellezas?
¿Que les ha parecido el capítulo de hoy? Yo lo noté aburrido, ñe~.
¿Que piensan de TaeTae y Byul? Esos dos son muy lindos 🤧
Díganme, ¿hay nuevas teorías? ¿O su cabeza ya colapso con la parte final XD?

Pido perdón por la demora, no supuse que ésta semana fuera tan intensa jaja. Prometo actualizar pronto, o eso intentaré.

Bebés, ¡¡las amo muchísimo!!
Gracias por leer <3
Que tengan un buen día. Se me cuidan pliiis.
Bye 💜

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